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35. Tz’Ibatnah – El nuevo sitio Maya del norte de Petén – Milan Kováč, Drahoslav Hulínek, Jan Szymanski – Simposio 24, Año 2010

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Kováč, Milan, Drahoslav Hulínek y Jan Szymanski

2011        Tz’Ibatnah – El nuevo sitio Maya del norte de Petén.  (Editado por B. Arroyo, L. Paiz, A. Linares y A. Arroyave), pp. 428-437. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

35

TZ’IBATNAH-EL NUEVO SITIO MAYA

DEL NORTE DE PETÉN

Milan Kováč

Drahoslav Hulínek

Jan Szymanski

PALABRAS CLAVE

Tierras Bajas Mayas, Norte de Petén, Tz´ibatnah

ABSTRACT

This work presents the results of the first season of excavations at the site of Tz’ibatna (in the area of the El Mirador park) in the northern Peten. Investigations at the site were undertaken by the SAHI-Uaxactun Project, but due to distance, different contexts, and other circumstances we present the work separately. We clarify the location, preliminary research plans, chronology, architecture, and iconography at the site. Special attention will be directed to the grafitti found at the site and some interesting architectural elements.

INTRODUCCIÓN

El Proyecto Arqueológico SAHI-Tz’ibatnah es un nuevo proyecto propuesto por el Instituto Eslovaco de Arqueología e Historia (SAHI), a partir de la exploración de un sitio no investigado, situado en el lindero sur del actual Parque Mirador-Río Azul. Luego de una visita inicial en 2009 y una corta temporada en 2010, la información recabada comienza a mostrar datos importantes de una región aún no explorada a fondo, en la cual resaltan hallazgos relacionados al arte y la evidencia de enfrentamientos bélicos en la región del Noreste de Petén. En la presente ponencia se presentan los resultados aún preliminares de esta primera temporada.

LOCALIZACIÓN

El sitio arqueológico Tz’ibatnah se encuentra en el norte del departamento de Petén, en la sección sur del Parque Nacional Mirador-Río Azul. Al sitio se accede siguiendo la carretera Flores-Uaxactun y continuando por aproximadamente 78 km de brecha rumbo norte hasta arribar a la estación de guardarecursos El Cedro. Desde este campamento, único asentamiento humano en la región junto con la estación Dos Lagunas (a unos 10 km aproximados de recorrido hacia el Este) y la estación Ixcanrio (a unos 25 km de camino al Noroeste), se recorre una distancia aproximada de 4.50 km siguiendo la brecha que conduce al sitio Río Azul, para luego ascender bruscamente recorriendo al menos otro kilómetro y medio rumbo norte. Las coordenadas identificadas del nuevo sitio son 17°41’26’’ N y 89°26’4’’ O.

El sitio se encuentra sobre el límite oeste de la gran cuenca del río Hondo –vertiente de Las Antillas-, hacia el punto donde convergen el río Tikal y el río Azul, lo que se podría llamar la cuenca Río Azul. Esta cuenca es un área amplia que corre desde el sur en los límites de Uaxactun y llega hasta pasada la frontera Guatemala-México. La mencionada cuenca tiene alturas de entre 90 a 100 msnm encontrándose con una serranía al oeste que se eleva a partir de los 120 msnm. Es allí donde se encuentra el asentamiento de Tz’ibatnah, sobre esta serie de altos kársticos que alcanzan alturas de hasta 200 msnm y entre los cuales destaca la meseta aprovechada por los habitantes prehispánicos para fundar su asentamiento.

HISTORIA DEL DESCUBRIMIENTO

El área donde hoy se localiza Tz’ibatnah fue recorrida durante los años sesenta por Richard Adams, quien en sus recorridos realizó un mapa preliminar de la zona en donde incluyó varios sitios. De ellos, el sitio Río Azul que pasaría a ser el foco de sus investigaciónes y de otros académicos, en las décadas posteriores, dejando sin intervenir (a excepción de algunos asentamientos muy cercanos a Río Azul), los demás sitios localizados en el área. De los sitios registrados en aquel mapa temprano, la región entre los sitios BA-17 y BA-28 corresponde con la zona de interés del proyecto pero probablamente ninguno de los sitios localizados por Adams coincide con la localización de Tz’ibatnah (Figura 1). Ciertamente no se tienen registros de intervenciones en el sitio o en la región inmediata y al momento no se ha encontrado ninguna referencia a este sitio en la literatura.

En abril de 2009, el Proyecto SAHI-Uaxatun organizó una expedición dirigida por el Dr. Milan Kováč que concluyó con el descubrimiento o redescubrimiento de este nuevo sitio. La visita a la zona fue motivada por la propuesta del Sr. Francisco Asturias, Director del Parque, quien en abril de 2009 instó a la directiva del Proyecto SAHI-Uaxactun a visitar el sitio conocido como Monumento 104, localizado sobre la línea fronteriza con México. Luego de visitar dicho sitio y sin encontrar algún vestigio de importancia que mereciera tan lejana investigación, el grupo de exploración, regresó a la estación El Cedro en donde los guardarecursos hicieron mención de un sitio en las cercanías.

Interesados por encontrar nuevos sitios para ser investigados, el grupo exploratorio, integrado así mismo por el Dr. Milan Kováč, Dr. Ramzy Barrois y el Lic. Ernesto Arredondo arribó luego de pocos minutos a un sitio de amplias proporciones y de una complejidad arquitectónica inmediatamente notable, en la que destacó la presencia de patios cerrados y de varias barricadas. El descubrimiento de la arquitectura impresionante y un cuarto aún cubierto de pintura y abundantes grafitos, motivó al Dr. Kovac a pedir permiso para excavaciónes en el sito para la temporada 2010.

NOMBRE DEL SITIO

En los mapas y estudios de la zona del Noroeste de Petén, no se ha encontrado hasta ahora ninguna referencia al nombre del sitio nuevo. Los guardías de El Cedro tampoco conocieron con exactitud el nombre de las ruinas y aunque se mencionó al sitio como El Vergelito, lo cierto es que posteriormente se encontró que El Vergelito era un campamento xatero a 4 km de las nuevas ruinas rumbo a Río Azul y localizado cerca de una aguada donde se encuentran otras ruinas diferentes. Para evitar la confusión de los nombres y las localidades, se decidió denominar al sitio como Tz’ibatnah que quiere decir “Casa pintada” o “Casa de las pinturas” y puede referir tambien a los numerosos grafitos como “Casa grabada” o “Casa de los grafitos”. Este mismo nombre usaron los Lacandones para su dios de la pintura y la escritura y en parte se escogió el nombre en homenaje a los últimos veneradores de las ruinas antiguas de Petén.

PROGRAMA DE MAPEO

El mapeo del sitio fue complicado por la presencia de una cubierta vegetal compacta y la imposibilidad de cortar árboles en un area protegida del parque. Por tal razón, el trabajo inicial con el GPS estacional fue limitado y por lo tanto se carece al momento de mediciones precisas -al centímetro- de la ubicación de las excavaciones y de las distancias entre ellas. Pruebas posteriores con un nuevo GPS, una Estación Total y dos aparatos auxiliares refinaron el trabajo original, proporcionándo un nuevo y mejor mapa del sitio logrando, ahora sí, definir las formas y tamaños de los objetos, así como las distancias entre unos y otros.

El arduo trabajo de equipo de mapeo, que se extendió hasta unos días después de concluídas las excavaciones, fue recompensado con excelentes resultados (Figura 2). Lo que se tiene ahora disponible es mucho más cercano a lo que se esperaba inicialmente. El mapa del sitio presenta el centro completo y algunos complejos en la orilla de éste. Aunque el sitio sigue al Norte y Este con otros edificios grandes, Tomáš Drápela quien realizara recorridos amplios en la zona, informa que lo más importante del asentamiento es lo que aparece en el mapa y que el asentamiento que aún queda por cubrir, consiste en patios aislados como los que se pueden ver al oeste. Se espera que en el año próximo sea posible completar el mapa.

ORGANIZACIÓN DE LAS EXCAVACIONES

Durante la temporada 2010 se excavó en Tz’ibatnah solamente durante dos semanas en el mes de marzo y el trabajo se puede considerar como preliminar. De todas maneras ya es posible presentar algunos resultados interesantes. Los trabajos fueron divididos en cuatro operaciones. La Operación 1 fue dirigida por Jan Szimanski, quien estuvo a cargo de excavar en la Acrópolis con la intención de tener un primer acercamiento a la cronología de asentamiento en esa zona. La Operación 2 fue llevada a cabo por Drahoslav Hulinek, quien excavó una barricada, analizando su cronología y contexto para entender la función de este sistema defensivo y su fechamiento. La Operación 3 por su parte, estuvo a cargo del Director del proyecto Milan Kováč, quien excavó la “Casa de las Pinturas” documentando su arquitectura y arte, pero también excavando en la plaza frente al edificio para identificar la cronología de asentamiento en ese lugar. Finalmente, la Operación 4 consistió en el programa de mapeo del nuevo sitio, siendo dirigida por Matúš Riečan con Jakub Špoták y Tomáš Drápela como asistentes.

EXCAVACIONES EN LA ACRÓPOLIS

Las excavaciónes en la Acrópolis se ubicaron en dos lugares: 1) en el centro del Patio Norte, un patio de tipo cerrado y ubicado frente a un edificio al que se llamó “La Cáscara” (por su grave estado de conservación ocasionado por un saqueo); y 2) en el lado este del “Palacio”, en uno de los cuartos de un edificio largo y grande que forma el borde sur de la Acrópolis.

Las investigaciones en el Patio Norte mostraron una ocupación desde el Preclásico hasta el Clásico Tardío, encontrando el piso del patio, un muro de contención y una secuencia de rellenos interesantes que marcan el proceso de construcción de la plataforma de la Acrópolis. Las excavaciones en el borde sur de la Acrópolis expusieron, por su lado, un cuarto de 2.10 m de ancho y más de 2.40 m de alto del suelo al arranque de bóveda (Figura 3). Habiendo expuesto un máximo de 3 m, hasta el momento no se puede definir con exactitud el largo del mismo, debido a su derrumbe y a un saqueo que corta al edificio por la mitad. La excavación mostró algunos detalles arquitectónicos importantes, como el patrón de entradas y la ausencia de banquetas, además de aportar datos de la cronología de la construcción de la Acrópolis.

EXCAVACIONES DE LOS SISTEMAS DEFENSIVOS

Hasta la fecha, se puede constatar que el sitio tiene dos tipos de elementos defensivos. El primero, lo representa la existencia de posibles murallas propiamente dichas de entre 3 y 5 m de alto y de al menos 2 m de ancho según el análisis preliminar en campo. Éstas parecen haber sido construidas sistemáticamente según un plan estricto de defensa. En las murallas colocan un cerco en grandes partes del centro de la ciudad y en otras partes conectan varios edificios a los complejos cerrados. Sin dudas tuvieron función defensiva y con esta intención fueron sistemáticamente construidas. Aunque no se tuvo la posibilidad de excavar las murallas, según los primeros resultados de los pozos de sondeo y de la disposición arquitectónica del sitio, se puede inferir una cronología para el Clásico Tardío.

El segundo elemento defensivo en Tz’ibatnah fue una serie clara de barricadas – unos muros bajos, defensivos y construídos de piedras reutilizadas. Se trata de un sistema de defensa realizado con prontitud, pasando por encima de algunas edificaciones, reduciendo espacios y cerrando accesos. Para su construcción se reusaron varias piedras de los edificios y probablamente tambien algunos fragmentos de estelas. Las barricadas se conservan con alturas de entre 60 cm a aproximadamente 1 m, pero segun su amplia base (de 2 m a 2.50 m), se puede estimar una altura original de hasta 1.50 m.

Estas barreras se encuentran muy frecuentemente en todas partes del sitio y su ubicación muestra que los defensores antiguos las construyeron entre edificios cercanos para obstruir la entrada de enemigos a los espacios amplios, cerrando estratégicamente los accesos al sitio, a las plazas grandes, a los patios públicos y también a los patios privados. Entre las numerosas barricadas se eligió una en el centro del sitio para su excavación.

La elejida fue la barricada norte, en la “Plaza de Tayra” al centro del sitio (Figura 4). Abajo de la barricada se encontraron cuatro pisos que representan varias ocupaciones del centro del asentamiento. En nueve lotes recuperaron miles de tiestos y una abundancia de otras evidencias de ocupación. La barricada fue construida encima de una capa cultural muy rica (lotes 2 y 3), con gran cantidad de tiestos, algunos platos y vasijas completas o semi-completas. Allí tambien se encontró un hueso humano con incisiones paralelas y dos figurillas de barro, una de una cara humana y otra en forma de flauta zoomorfa que representa un buho.

La mayor cantidad de cerámica fue encontrada hacia el centro de la excavación y la barricada colocada justo encima indicó la urgencia de su construcción durante la vida plena de un sitio que fue de repente interrumpida. Como evidencia de la guerra, en la barricada se localizaron algunas puntas de lanzas rotas y un hacha. Por fin, se confirmó que la barricada se vincula con la última capa cultural del sitio y posteriormente se identificó, según la cerámica asociada, que se trata de objetos no sólo de la última ocupación del sitio, sino también de los últimos momentos de la historia de ocupación en el centro de Petén durante el Clásico Terminal.

CASA DE LAS PINTURAS

La “Casa de las Pinturas” se encuentra en el lado Este del sitio y tiene al menos dos o tres fases de construccion visibles. La primera, según la cerámica, proviene de la frontera entre el Clásico Temprano y el Clásico Tardío, alrededor del año 550 D.C. La segunda, proviene del Clásico Tardío cuando los habitantes del sitio llenaron completamente el edificio con piedras grandes de diámetros de entre 30 a 40 cm. El espacio de los cuartos fue rellenado completamente y para que las piedras no cayeran, construyeron dos muros de contención dentro del relleno.

Dos entradas tambien fueron selladas. Después, construyeron otro edificio más grande, que desgraciadamente se ha conservado solamente en las partes bajas. Todavía no es seguro si dentro de esta fase o durante una tercera fase posterior, edificaron un sistema de murallas que sale del edificio hacia el Norte y hacia el Oeste. Esta construcción alargada alcanza los 70 m de largo y se le ha llamado “El Tren” por su forma y longitud. Entonces la “Casa de las Pinturas” se convirtió en una esquina de este sistema o quizás una torre defensiva dentro de la muralla de una fortaleza.

Sin embargo, para el proyecto fue muy interesante la subestructura de la “Casa de las Pinturas” porque gracias al relleno de piedras y al recubrimiento por otra estructura, este edificio se conservó casi en el mismo estado en el cual fue dejado por sus últimos habitantes. En el centro del edificio se localizó una entrada artificial que hicieron los saqueadores que probaron, sin éxito, encontrar un entierro. Se supone que el relleno al vacío de piedras grandes no permitió a los ladrones excavar tanto como quisieron. Para acceder al cuarto se utilizó el saqueo en cuestión, removiendo todas las piedras del edificio entre ambos muros de contención para poder avanzar.

Después de este trabajo arduo (se sacó del edificio unos 23 metros cúbicos de piedras), se siguió con la remoción de las piedras de todo el espacio del edificio para conocer sus dimensiones, puertas etc., (Figura 5). Aún sin completar esta “limpieza” del cuarto (cuando se sacaron del edificio otros 25 metros cúbicos de piedras), sus límites aparecieron y es posible que el edificio tenga 12 metros de largo, más 2.50 metros de ancho por 3 metros de alto. Tiene dos entradas, cada una de 1.90 metros de ancho y 1.80 metros de alto. Su techo con bóveda está completamente conservado, igualmente la mayoría del estuco y del piso pintados ambos en rojo y blanco.

El estuco, en las partes superiores del cuarto, fue pintado con cinco líneas de color naranja y violeta, además de su base blanca. Finalmente, se dejó libre el espacio entre los muros de contención el cual representa 7.50 metros cuadrados del piso y 18 metros cudrados de las paredes, las mismas mayormente con el estuco conservado. En estas paredes estucadas se localizaron tres dibujos de manos pintadas en rojo–que no son huellas de manos sino representaciones de manos.

Sin embargo, lo más importante fue el descubrimiento de 60 grafitos (Figuras 6, 7 y 8). Las imagenes muestran variaciones en sus maneras o técnica de grabación y representan seres humanos, seres fantásticos, animales, plantas, edificios y objetos abstractos. Algunos tienen una calidad artística muy alta, mientras otros, no tanto, pero en general se trata de una colección muy importante para conocer el arte no-oficial del fin del Clásico Temprano en el norte de Petén.

Cuando se terminó con el trabajo de registro de los grafitos, se prepararon pilares de madera para construir un sistema de soportes fuertes que no permitan el colapso del edificio excavado. Después del fin de este trabajo se selló la única entrada del edificio. Se tuvo dos razones finalmente para sellar la “Casa de las Pinturas”: 1) eliminar la entrada de las personas que puedan dañar el edificio; y 2) proporcionarle al interior del edificio el mismo microclima que allí conservó todo el estuco con sus grafitos durante tantos siglos y sin cambios significativos. En la próxima temporada se quiere continuar con la limpieza de la subestructura de la “Casa de las Pinturas”, después de la limpieza se pretende terminar la documentación de los grafitos y excavar abajo del piso de la subestructura. Una parte importante de las metas para la próxima temporada es la conservación del estuco dentro del edificio.

Dentro de la misma operación se hizo un pozo frente a la “Casa de las Pinturas” (Figura 9), alcanzando una profundidad de tres metros en donde se encontró el humus original de la plataforma. Este hallazgo indica que por lo menos la parte Norte de la “Plaza de los Murciélagos” fue construida artificialmente con una terraza de tres metros de grosor. En las partes más profundas se encontró abundancia de cerámica Preclásica y más arriba fases del Clásico Tardío. Probablamente un metro debajo de la superficie del pozo, se hallò un edificio enterrado con una ofrenda de plato semi-completo del Preclásico en su base. Los tiestos corresponden con la situación del Patio Norte de la Acrópolis y muestran una história muy antigua e ininterrumpida en el sitio.

CONCLUSIONES

El análisis formal de los edificios, las secuencias de estratos y el patrón arquitectónico de Tz’ibatnah, muestran varias cosas particulares. Aunque los trabajos en 2010 fueron preliminares, se puede deducir que ocurrieron por varias fases de construcción del sitio, el cual tuvo una historia muy rica – cubriendo casi toda la historia Maya. Se recuperaron frecuentamente tiestos del Preclásico en la “Plaza de los Murciélagos” y en el Patio Sur. Materiales datados para el Clásico Temprano fueron encontrados también en varios lugares, especialmente en la “Casa de las Pinturas”. El Clásico Tardío representa la mayoría de los edificios del sitio incluidas las murallas grandes, mientras que el Clásico Terminal corresponde a las barricadas, la última fase de ocupación.

El patrón urbanístico de la fase principal muestra algunas características de una fortaleza. La Acrópolis contiene varios patios cuadrados, cerrados y pegados uno a otro, que forman las unidades separadas y que incluye edificios de dos niveles. Por esta razón, y en resultado, hubo una falta de espacio. El acceso para algunos patios y edificios es muy limitado, también cumpliendo las necesidades defensivas en caso de una guerra. Alrededor de todo el centro sigue un muro grande, conectando todas las estructuras en las orillas del plantel natural sobre el cual fue construido el sitio.

Al lado Este de la Acrópolis se encuentra una plaza grande llamada ahora “Plaza de los Murciélagos” con varias estructuras bajas en el centro, probablemente un Juego de Pelota doble en su límite este y otro Juego de Pelota en el límite sur de la misma plaza. Por el lado opuesto hay otra plaza, de menor tamaño, que tiene forma de “T” llamada “Plaza de Tayra” con restos de posibles estelas. Probablemente por las razones defensivas hay pocas entradas hacia el centro de la Acrópolis, posiblemente incluso un túnel. La existencia de túneles es característica de otros sitios, sin embargo lejanos, con una función defensiva, como Becan (Campeche, México) y con la urbanización compactada, como Cahal Pech (El Cayo, Belice) (J.W. Ball 1993: 45-48; J.J. Awe 1991: 25-30).

Por otro lado, el sitio de La Blanca (Petén, Guatemala) tiene un patrón de patios cuadrados cerrados similares a los encontrados en Tz’ibatnah (G. Muñoz Cosme 2006). Otra característica interesante es una pirámide grande (la más alta de todo el sitio), construida en el centro de un patio cerrado y elevado llamado Patio Sur. La Acrópolis Sur de Tikal (Petén, Guatemala) presenta características similares (D.E. Puleston 1983). En términos generales, la comparación urbanística más cercana de Tz’ibatnah es Kinal, que parece seguir el mismo patrón de la Acrópolis y unas plazas amplias, además de un muro, que limita el acceso al sitio del lado este (Quintana y Wurster [2001, fig 93] citado por G. Muñoz Cosme 2006).

Sin especular demasiado se puede constatar que el patrón arquitectónico coloca a Tz’ibatnah cultural y políticamente cerca de la alianza entre Tikal y Río Azul, con la cual se coresponde también geográficamente. También es posible adelantar que la ciudad, tan cercana al límite de la zona de Calakmul tuvo la necesidad de remodelarse como una fortaleza fronteriza, durante una fase bélica en el Clásico Tardío. Se puede esperar que tuviera una importancia grande en el sistema de defensa para toda la alianza Tikaleña. Seguramente Tz’ibatnah puede ayudar a encontrar respuestas sobre la historia bélica del Clásico Tardío en las Tierras Bajas. Con su arquitectura impresionante y grafitos bien conservados puede tambien contribuir para el conocimiento sobre el arte Maya en general, y por fin, con sus barricadas del Clásico Terminal, puede proponer un nuevo testimonio del colapso Maya.

AGRADECIMIENTOS

Tenemos que agradecer a muchas personas que ayudaron para el proyecto Tz’ibatnah: entre ellos a la ceramista Melanie Forné, al geógrafo Matúš Riečan, Tomáš Drápela quien tuvo a cargo los reconocimientos de nuevos sitios en la región, y otros colaboradores, asistentes y trabajadores. Pero entre todos quiero subrayar a tres personas que sin su ayuda el proyecto Tz’ibatnah no hubiese tenido éxito: Ernesto Arredondo – Co-director del proyecto, Ladislav Krupa – logista y técnico del proyecto y Francisco Asturias – director del parque Mirador – Río Azul.

REFERENCIAS

Awe, Jaime J.

1991        Preliminary analysis of the spatial configuration of the site core at Cahal Pech, Belize and its         implications for lowland Maya social organization. Méxicon 13(2):25-30.

Ball, Joseph W.

1993        Cahal Pech, The Ancient Maya and Modern Belize: The Story of an Archaeological Park. San Diego State University Press.

Muñoz Cosme, Gaspar

2006        Estructura urbana y arquitectura en La Blanca, Petén. En XIX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2005 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H.E. Mejía), pp.309-315. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

Puleston, Dennis E.

1983        The Settlement Survey of Tikal. Tikal Report No. 13, University Museum Monograph 48, (editado por W. Haviland). Philadelphia: The University Museum, University of Pennsylvania.

Quintana, Óscar y Wolfgang W. Wurster

2001        Ciudades mayas del noreste del Petén, Guatemala. Mainz: Philipp von Zabern.

Figura 1        Nueva localización de Tz´ibatnah en el mapa de R. Adams.

Figura 2        Mapa preliminar de Tz´ibatna (por M. Riečam).

Figura 3        Cuarto del lado Este del palacio (por J. Szymanski).

Figura 4        Perfil de barricada excavada TZB 2_A_3_1,2,3,4,5,6. Perfil Oeste. Escala 1:20 (Dibujo D. Hulinek, Marzo 2010).

Figura 5        “Casa de las Pinturas” y su relleno antes y después de excavación (por M. Kováč).

Figura 6        Grafito de pescado (por M. Kováč).

Figura 7        Grafito de enano (por M. Kováč).

Figura 8        Grafito de “laberinto” (por M. Kováč).

Figura 9        Perfil de pozo frente del “Casa de las Pinturas” (por M. Kováč).

 

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