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18. Un Resultados de las investigaciones realizadas en la temporada de campo 2009 en La Blanca (Petén) – Cristina Vidal Lorenzo, Gaspar Muñoz Cosme, Juan Antonio Valdés Gómez – Simposio 24, Año 2010

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Vidal Lorenzo, Cristina, Gaspar Muñoz Cosme y Juan Antonio Valdés Gómez

2011        Un Resultados de las investigaciones realizadas en la temporada de campo 2009 en La Blanca (Petén).  (editado por B. Arroyo, L. Paiz, A. Linares y A. Arroyave), pp. 203-225. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

18

RESULTADOS DE LAS INVESTIGACIONES REALIZADAS EN LA TEMPORADA DE CAMPO 2009 EN LA BLANCA (PETÉN)

Cristina Vidal Lorenzo

Gaspar Muñoz Cosme

Juan Antonio Valdés Gómez

PALABRAS CLAVE

Tierras Bajas Mayas, Petén, La Blanca, pirámides, palacios, Acrópolis

ABSTRACT

In this work we present the results of archaeological and architectural investigations carried out in the city of La Blanca (Petén) during the 2009 field season, centered on the construction phases and architectural study of the palaces of the Acropolis and the pyramid in the South Group, excavated this season. In addition, results from the study of graffiti found on the stuccos of La Blanca and other ornamental elements in the central plaza of the Acropolis will be presented, as well as the study of other cultural materials

El propósito de este trabajo es dar a conocer los resultados de las investigaciones arqueológicas y arquitectónicas llevadas a cabo en la ciudad de La Blanca (Petén) en la temporada de campo 2009, centrándose especialmente en las fases constructivas y en el estudio arquitectónico de los palacios de la Acrópolis y de la pirámide del Grupo Sur, excavados en dicha temporada (Figura 1).

LA ACRÓPOLIS

A raíz de estas investigaciones se ha podido, sobre todo, avanzar de forma notable en el conocimiento del principal conjunto monumental del sitio, la Acrópolis. La liberación de toda el Ala Oeste del Palacio 6J2 (Cuartos 8, 9, 10 y 11) ha permitido dejar al descubierto unas estancias de indudable valor arquitectónico dadas las dimensiones de las mismas y la esbeltez de sus bóvedas, únicas hasta el momento en toda la región. Asimismo, la excavación de los dos cuartos de la mitad norte del Palacio de Oriente (Cuartos 4 y 5 de 6J1) y el pozo maestro realizado en la estancia principal (Cuarto 3), ha posibilitado dar por concluida la investigación arqueológica de uno de los edificios más importantes de La Blanca, y llevar a cabo la consolidación y estabilización de sus muros que se encontraban en una situación de inminente peligro de derrumbe (Muñoz 2010). (Figura 2).

Los Cuartos 8 y 9 del Ala Oeste de la Acrópolis presentan similares características a los Cuartos 1 y 2 del Ala Sur, con dos vanos de entrada y un machón central. Estaban cubiertos con bóveda de aproximación en sentido norte-sur, y la tapadera o clave debió de haber estado situada a unos 6 m de altura respecto al pavimento original, si bien dicha cubierta sólo se ha conservado parcialmente. Amplias banquetas, con cabezales en los extremos, recorren ambos cuartos de lado a lado, dejando un paso de apenas 0.65 m entre ellas y el muro frontal (Figura 3).

En los niveles superiores del derrumbe que cubría ambos cuartos y en la esquina Noroeste de cada uno de ellos, se hallaron sendas ollas postclásicas colocadas boca abajo, del tipo Pozo Sin Engobe, muy similares a las encontradas en idéntica posición en otros cuartos del Ala Sur y el Ala Norte del Palacio 6J2 y que constituyen un nuevo testimonio de que la breve ocupación postclásica de La Blanca tuvo lugar cuando las cubiertas de estos cuartos ya habían colapsado y el nivel de derrumbe alcanzaba la línea de arranque de las bóvedas. Una de esas ollas, la del Cuarto 3 sí estaba colocada a escasos centímetros de un entierro (PLB/05. Enterramiento1), pero no es ese el caso de las otras.

Donde sí se halló un entierro fue junto al zócalo de la fachada Oeste que comparten el Cuarto 9 y el 10 (PLB/09. Enterramiento 12), correspondiente a un individuo colocado en posición fetal sobre su lado derecho, con el rostro mirando hacia el este y los brazos y las piernas flexionados. A pesar del mal estado de conservación de sus huesos se pudo comprobar que pertenecen a un infante, cuya edad pudo estar comprendida entre los 18 meses y los cuatro años en el momento de su fallecimiento (Vidal, Torres y Horcajada 2010). Si bien aún no se disponen de los resultados de las pruebas de ADN más precisas, se considera que este entierro pertenece a los momentos finales del periodo Clásico Terminal, ya que presenta un patrón funerario muy similar a los otros entierros encontrados en La Blanca en anteriores campañas de campo (Vidal, Muñoz y Vázquez de Ágredos 2010:549), y al Enterramiento 11, al que más adelante se hará referencia.

El Cuarto 10 exhibe una tipología diferente al resto de los del Ala Oeste ya que era por el que se accedía al interior de la Acrópolis desde la Calzada, por ello tiene doble vano enfrentado de mayor anchura que los demás, que alcanzan los 2,90 m, y la longitud de la estancia es también mayor, llegando hasta los 8 m. Presenta dos banquetas de baja altura, a ambos lados del paso, estando la correspondiente al norte retranqueada algo más de 1 m. No quedan restos en pie de la cubierta de la estancia que por las características de la misma, debió de tener un mayor grado de destrucción.

La pared norte conserva el recubrimiento de estuco en buenas condiciones y grafitos diversos, destacando algunos que representan templos piramidales y otras formas arquitectónicas, así como personajes antropomorfos, que vienen a completar el nutrido catálogo de grafitos registrados en La Blanca, cuya salvaguarda sólo es posible si se adoptan las adecuadas medidas de registro, estudio y conservación de los mismos, tal como se recoge en la publicación de los resultados del I Workshop Internacional de Grafitos Prehispánicos: Los Grafitos Mayas, celebrado en Valencia en el año 2008 (Vidal y Muñoz eds. 2009).

En el lado opuesto, sobre el piso de la banqueta sur del cuarto hay una pintura de buena factura realizada con color negro-carbón, que representa un personaje sobrenatural con las mandíbulas abiertas, el símbolo del cielo en el cuerpo y una cola compuesta por estilizadas plumas, rasgos todos ellos que inducen a pensar que se trata de Itzamna, una de las principales divinidades del panteón Maya.

El Cuarto 11 supuso una sorpresa tipológica cuando se realizó la excavación, ya que es el único de este sector que posee tres vanos y lógicamente tiene una mayor dimensión, alcanzando más de 10.5 m de longitud por 3 m de anchura media, lo que supone una estancia de más de 30 m², una superficie que sólo la posee el Cuarto 3 del Palacio de Oriente. En el extremo norte de la estancia permanecen in situ restos de la bóveda que debió alcanzar una altura de unos 6 m hasta la clave o tapadera.

En el interior hay dos banquetas de unos 3.60 m de longitud por 2.40 m de anchura colocadas simétricamente y dejando en el centro un pequeño elemento a modo de altar o repisa de 1.30 m de largo por 0.41 m de ancho y 0.75 de alto, es decir unos 0.10 m más alto que las banquetas habituales. La posición simétrica de las banquetas hace que el elemento central quede en el eje del vano central; la pared a la que se adosa presenta restos de quemado, mientras que en el resto de los muros de este cuarto abundan vestigios de pintura mural de color, sobre todo rojo.

El análisis al microscopio electrónico de barrido/microanálisis de Rayos X por dispersión de energías (SEM/EDX) de estos pigmentos, realizado en el laboratorio del Instituto Universitario de Restauración del Patrimonio de la Universidad Politécnica de Valencia, confirma la importancia que tuvieron en La Blanca los pigmentos de base férrica para preparar la paleta de gama cálida. En este caso, la presencia de titanio acompañando al hierro otorga una tonalidad ligeramente anaranjada a la capa de color lo que permite identificar estos pigmentos como una ilmenita (Doménech, Vázquez de Ágredos y Osete-Cortina 2010).

Una vez concluida la excavación de estos cuartos se iniciaron las tareas de protección de los revestimientos de estuco, los cuales presentaron las siguientes patologías: acciones de carácter antrópico; concreciones de carácter biológico, terroso y calcáreo; crecimiento de raíces con el consecuente debilitamiento de morteros y degradación de parte del material pétreo del muro, así como patologías específicas en los estucos: fracturas, fisuras, abolsamientos y desprendimientos de los estucos.

Dado que el estado de conservación de los estucos era similar al que presentaron los demás cuartos, y que el planteamiento y la metodología conservativa hasta ahora aplicada ha sido la más idónea dadas las características del medio en que se encuentran, en esta primera fase de la intervención se llevaron a cabo las mismas acciones que en temporadas anteriores, consistentes en tratamientos de limpieza, consolidaciones de urgencia y refuerzos perimetrales en aquellas zonas que corrían mayor riesgo de desprendimiento (Carrascosa y Lorenzo 2010).

Con la finalidad de proteger todos los restos arquitectónicos y poder percibir los espacios interiores en una magnitud próxima a su situación original, también se emprendieron trabajos de protección provisional de la arquitectura, mediante la construcción de una gran estructura de madera con cubierta de palma de corozo, que abarca toda el Ala Oeste de la Acrópolis, muy similar a la construida en el Ala Sur de 6J2 y en el Palacio 6J3.

Los dos cuartos excavados en el Palacio de Oriente (6J1) exhiben las mismas características tipológicas que los de la mitad sur, si bien la excavación realizada en el Cuarto 5 tuvo una especial dificultad pues fue necesario garantizar la seguridad de los excavadores mediante el apeo de los restos del muro de separación con el Cuarto 4 y una buena parte del muro que cerraba la bóveda en esa zona, que aún se mantiene en pie hasta casi la altura de la clave. Por ello ha sido preciso dejar un sistema de puntales para garantizar la estabilidad de esta estructura, una vez que ha perdido la masa de escombros y  tierra que la sepultaba parcialmente, así como los apeos provisionales que tenía desde hace doce años colocados por el Proyecto Triángulo Yaxha-Nakum-Naranjo (Figura 4).

Tal como se puede observar en la planta de este edificio, los Cuartos 2 y 4 son dos pequeñas cámaras interiores situadas en los laterales de la gran estancia central, lo que ha hecho plantear la hipótesis de que a raíz de las reformas arquitectónicas de las que fue objeto este palacio en el periodo Clásico Terminal, tal vez pudieron haber funcionado como cámaras para almacenamiento de tributos o archivos, tal como parecen sugerir algunas escenas plasmadas en los grafitos registrados en los muros del cuarto central, donde el soberano aparece sentado en una banqueta, recibiendo en audiencia a otros personajes que por su atuendo, no cabe duda de que eran escribas reales (Vidal y Muñoz 2009:108, Fig. 18).

El pozo maestro abierto en el Cuarto 3 de este palacio permitió confirmar la hipótesis, ya planteada en anteriores temporadas de campo, de que el edificio fue objeto de importantes remodelaciones a raíz de las cuales se aumentó considerablemente la altura del pavimento de la estancia central y por lo tanto se tuvo que construir una escalinata que ocupa el ancho del vano central.

Esas remodelaciones debieron ocurrir en la misma época en que se construyó el Cuarto 7 del Palacio 6J2, el cual descansa sobre una amplia plataforma, con escalinata central, flanqueada por dos frisos de piedra caliza ornamentados con diseños geométricos, hallados en las temporadas de campo 2008 y 2009, respectivamente, y que enfatizan la importancia que tuvo todo este eje Norte-Sur al conectar, mediante escalinatas de buena factura y cuartos con vano central de amplias dimensiones, los distintos espacios arquitectónicos de la Acrópolis.

En el espacio comprendido entre esa escalinata central y el friso del lado oeste, y a pocos centímetros del nivel de plaza, se halló un enterramiento (PLB/09. Enterramiento 11) en unas condiciones muy similares a las del Enterramiento 12. El individuo se encontraba en posición fetal sobre su lado izquierdo, con la cabeza mirando hacia el este y las piernas y brazos flexionados; la ausencia de uniones epifisarias y la escasa longitud de sus huesos testimonian la escasa edad del mismo. Estos enterramientos constituyen nuevas evidencias de la presencia de pobladores foráneos que se instalaron en los palacios de la Acrópolis una vez que La Blanca fue abandonada por la élite, en el ocaso del Clásico Terminal (Vidal, Torres y Horcajada 2010).

EL GRUPO SUR

Por el momento, todas las evidencias apuntan a que el Grupo Sur fue el sector de la ciudad que conoció una ocupación más temprana, seguramente en tiempos del Clásico Temprano. Tanto la orientación de sus edificios, que difiere de las del resto de la ciudad, como los materiales hallados en los pozos de sondeo practicados en este conjunto monumental avalan esta hipótesis. Por otro lado, ya en la temporada de campo 2008 se pudo comprobar, a raíz de las investigaciones llevadas a cabo en la Estructura 10L2, que al menos dos de sus edificios pertenecían a la categoría de templo piramidal, una tipología arquitectónica ausente en el resto de los espacios urbanos de La Blanca.

Durante la pasada temporada se pudo avanzar excavando totalmente la escalinata central, el edificio superior y la fachada oeste de 10L2. Lamentablemente parte de esta interesante estructura se encontró en un avanzado estado de destrucción debido a los saqueos a la que fue sometida años atrás y al enraizamiento de algunos árboles de gran tamaño (Figura 5).

Entre los rasgos más interesantes de 10L2 destacan la buena factura de su escalinata central, las esquinas redondeadas de los dos cuerpos aterrazados que conforman el basamento, y el hecho de que en una época más tardía dichos cuerpos fueran cubiertos por un sólido relleno, seguramente con la intención de llevar a cabo importantes remodelaciones en el edificio, al igual que ocurriera en el basamento de la Acrópolis y en la estructura situada más al norte de la ciudad (3I1), remodelaciones que no llegaron a concluirse y que presumiblemente están relacionadas con los sucesos ocurridos a finales del Clásico Terminal.

ARQUEOLOGÍA Y DESARROLLO

Como parte de las actividades de cooperación al desarrollo, que desde los inicios del Proyecto se han venido realizando en la vecina comunidad de La Blanca de forma paralela a las investigaciones científicas (Muñoz y Vidal eds. 2005), durante la pasada temporada de campo se impartieron dos talleres de sensibilización en la conservación del patrimonio en las dos escuelas de la aldea. Uno de ellos estuvo dedicado a las figurillas Mayas, a cargo de Patricia Horcajada, y el otro a las formas cerámicas, conducido por Miriam Salas.

Asimismo, en febrero de 2010 se inauguró el Centro de Interpretación de La Blanca, construido en la entrada a las ruinas, y que cuenta con un área para guardianía, una sala dedicada a espacio expositivo y un área de descanso. Los paneles expositivos informan ampliamente acerca de cómo se ha ido descubriendo la ciudad con métodos científicos, al tiempo que la instalación de un muro erigido según las técnicas tradicionales Mayas, en el que se reproducen algunos de los grafitos documentados en los muros de los palacios de la Acrópolis, y la maqueta de una bóveda Maya construida a escala 1:5, completan la información que el visitante puede adquirir antes de emprender el recorrido por las ruinas (Figuras 6 y 7).

La siguiente fase de nuestro programa de cooperación será la de formación de guías locales en patrimonio cultural, con el fin de contribuir desde esas capacitaciones a impulsar el desarrollo económico de la aldea. Estos talleres formativos estarán dirigidos principalmente a hombres y mujeres de la comunidad que hayan estado vinculados a algunas de las tareas generadas por el Proyecto La Blanca en estos últimos años.

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen expresamente el apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovación de España, a través del financiamiento del proyecto de investigación con número de referencia BIA2007-66089, cofinanciado con los fondos FEDER, y el patrocinio del Ministerio de Cultura de España a través de la financiación obtenida por el Proyecto Arqueológico La Blanca dentro del programa de ayudas para proyectos arqueológicos en el exterior de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales, y que ha contribuido determinantemente a hacer posible las investigaciones y la obtención de resultados que se exponen en esta publicación. Asimismo agradecemos a la Universidad de Valencia su apoyo para la realización del Centro de Visitantes de La Blanca.

REFERENCIAS

Carrascosa, B. y F. Lorenzo

2010        La conservación in situ, estudios colorimétricos, e investigación de materiales en La Blanca y Chilonché. En Informe de las investigaciones arqueológicas del Proyecto La Blanca (Petén, Guatemala). Campaña 2009 (editado por C. Vidal y G. Muñoz). Ministerio de Cultura de España y Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala, Valencia.

Doménech, M.T., M. Vázquez de Ágredos y L. Osete-Cortina

2010        Análisis de los vestigios de pintura mural. En Informe de las investigaciones arqueológicas del Proyecto La Blanca (Petén, Guatemala). Campaña 2009 (editado por C. Vidal y G. Muñoz). Ministerio de Cultura de España y Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala, Valencia.

Muñoz, G.

2010        Estudio arquitectónico (La Blanca y Chilonché). En En Informe de las investigaciones arqueológicas del Proyecto La Blanca (Petén, Guatemala). Campaña 2009 (editado por C. Vidal y G. Muñoz). Ministerio de Cultura de España y Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala, Valencia.

Muñoz, G. y C. Vidal eds.

2005        La Blanca. Arqueología y desarrollo. Ediciones UPV, Valencia.

Vidal, C. y G. Muñoz

2009        Los grafitos de La Blanca. Metodología para su estudio y análisis iconográfico. En Los Grafitos mayas. Cuadernos de arquitectura y arqueología maya 2, pp. 99-118. Ediciones UPV, Valencia.

Vidal, C., G. Muñoz y M. Vázquez de Ágredos

2010        La Blanca, Petén: Resultados de la investigación arqueológica en la temporada de campo 2008. En XII Simposio de Investigaciones arqueológicas en Guatemala (editado por  A. Arroyave, V. Castillo, H. Mejía, L. Méndez y M. Pye), pp. 547-557. Ministerio de Cultura y Deportes, IDAEH y Asociación Tikal, Guatemala.

Vidal, C., R. Torres y P. Horcajada

2010        La intervención arqueológica. En Informe de las investigaciones arqueológicas del Proyecto La Blanca (Petén, Guatemala). Campaña 2009 (editado por C. Vidal y G. Muñoz). Ministerio de Cultura de España y Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala, Valencia.

Vidal, C. y G. Muñoz eds.

2009        Los grafitos mayas. Cuadernos de arquitectura y arqueología maya 2. Ediciones UPV, Valencia.

Figura 1        Plano de La Blanca con indicación de las principales áreas intervenidas durante la                         temporada de campo 2009.

Figura 2        Plano de la Acrópolis de La Blanca con indicación de los sectores investigados en la                         temporada de campo 2009.

Figura 3        Planta y sección del Ala Oeste de la Acrópolis.

Figura 4        Planta y sección del Palacio de Oriente (6J1).

Figura 5        Plano del Grupo Sur con inclusión de las excavaciones en el edificio piramidal 10L2.

Figura 6        Vista parcial de la sala expositiva del Centro de Interpretación construido en la entrada a                 las ruinas de La Blanca.

Figura 7        Vista exterior de la sala expositiva del Centro de Interpretación de La Blanca.

 

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