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102. Pantalón azul y camisa celeste el doctor Juan Pedro Laporte y 23 años de prácticas de campo y gabinete en el sureste de Petén – Jorge E. Chocón – Simposio 24, Año 2010

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Chocón, Jorge E.

2011        Pantalón azul y camisa celeste el doctor Juan Pedro Laporte y 23 años de prácticas de campo y gabinete en el sureste de Petén. (Editado por B. Arroyo, L. Paiz, A. Linares y A. Arroyave), pp. 1251-1255. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

102

PANTALÓN AZUL Y CAMISA CELESTE

EL DOCTOR JUAN PEDRO LAPORTE Y

23 AÑOS DE PRÁCTICAS DE CAMPO Y GABINETE EN EL

SURESTE DE PETÉN

Jorge E. Chocón

ABSTRACT

Throughout the past 23 years, Dr. Juan Pedro Laporte, and the Archaeological Atlas of Guatemala Project undertook, in conjunction with other Guatemalan universities, fieldwork and laboratory analyses programs in the southeastern Petén, supporting young archaeological students by developing their skills in field research and analysis of archaeological materials. The objective of this work is to synthesize what these 23 years represented in terms of fieldwork opportunities for young students, setting them on a professional path, advised by one the most significant archaeologists in research on Maya culture.

A lo largo de veintitrés años el doctor Juan Pedro Laporte, por medio del Proyecto Atlas Arqueológico de Guatemala, realizó conjuntamente con las universidades del país programas de práctica de campo y gabinete en el sureste de Petén, como apoyo para que los y las estudiantes de arqueología desarrollaran sus destrezas en la investigación de campo y materiales arqueológicos. El objetivo del presente trabajo es hacer una síntesis de lo que en veintitrés años representó esta oportunidad de práctica para estudiantes, que iniciaron su camino profesional asesorados por uno de los arqueólogos más significativos en la investigación de la cultura Maya.

Debe hacerse una breve revisión para poder contextualizar la importancia de dicho programa de prácticas y los aportes que han producido para el conocimiento de la complejidad Maya del sureste de Petén. Las prácticas de campo forman parte del pensum de la carrera de Arqueología y fueron diseñadas con el objetivo de que los y las estudiantes pongan en práctica los conocimientos teóricos aprendidos en las aulas. Estas prácticas presentan como requisitos mínimos el haber aprobado los cursos de Técnicas de Investigación arqueológica I y II además del curso de Cerámica I, por lo que  un estudiante es apto para realizar las prácticas al finalizar su segundo año de estudios en la carrera de licenciatura en arqueología.

Es oportuno decir que en 1976 el Dr. Laporte diseñó las prácticas de campo como parte del pensum de estudios, supliendo éstas al Ejercicio Profesional Supervisado EPS, el cual es un requisito indispensable para optar al titulo de licenciatura en todas las facultades de la universidad. Las características peculiares de la recién nacida carrera de arqueología y la falta de programas permanentes de investigación arqueológica llevan a fragmentar las prácticas en cuatro de campo y dos de gabinete, cada una con un mes de duración, estas prácticas cumplirían con los seis meses que exige el EPS, además que al fraccionarlas, le permite al estudiante optar por diversas áreas de trabajo, permitiéndole la opción de ir a las diferentes zonas arqueológicas del país.

Sin embargo, la asesoría de practicas de campo y gabinete del doctor Laporte no se restringió al sureste de Petén, entre 1974 y 1977 al ser director del Proyecto Arqueológico El Estor (Izabal), y Coordinador del Proyecto Arqueológico Cuenca del Lago de Izabal (1978-79), incorporó a varios practicantes los cuales formaron parte de la primera escuela de investigación en campo, siendo los primeros arqueólogos profesionales graduados de la Escuela de Historia de la Universidad de San Carlos. Así también fue importante la participación de estudiantes en los programas de Mundo Perdido y Zonas de Habitación (1979-82) en Tikal y durante las excavaciones en los Grupos A y B de Uaxactún (1984).

La importancia de dichos trabajos en Mundo Perdido se manifiesta en la publicación del diario universitario Siete días en la USAC (13 sep. 1982), en la cual se celebran los primero ocho años de creación de la Escuela de Historia y en la cual se puede leer “El Mundo Perdido Una Escuela Para Los Arqueólogos Guatemaltecos” y en la sección final del artículo “El trabajo de los estudiantes en ese sentido, ha sido el de participar en el desempeño de la excavación misma y el análisis de los materiales recuperados así también los futuros arqueólogos, han realizado una labor de gabinete la cual consiste en llevar un registro bibliográfico de los vestigios, lo que transforma en un documento con todos los datos, las diferentes fases históricas del Mundo Perdido de Tikal”. Esto pone en evidencia la importancia que tuvieron los practicantes en el desarrollo y ejecución tanto en Mundo Perdido como en Uaxactún.

PRIMER PROGRAMA DE PRÁCTICAS DE LA ESCUELA DE HISTORIA

Para 1985 el doctor Laporte, luego de los trabajos de Tikal y Uaxactún, propone que el tipo de asentamiento que caracteriza al territorio es uno que refiere a múltiples núcleos, un enfoque muy diferente a aquel que por lo general había sido presentado basado en la presencia de ciudades mayores bien estructuradas que dominaban amplias zonas periféricas compuestas por asentamientos de composición dispersa, en donde no existían otros núcleos que pudieran ser considerados como urbanos, esto motiva a que una sección del Proyecto Nacional Tikal se desplace a la comunidad de Dolores, donde con anterioridad habían sido reportados algunos asentamientos prehispánicos generalmente asociados a monumentos esculpidos como  Ixkun, Ixtutz, Xutilha, y Poptún.

En esa oportunidad se pudieron observar otros centros de igual importancia y que no estaban reportados como por ejemplo Ixtonton, Sacul e Ix Kol, todos situados en el municipio de Dolores, Petén.   Esta primera incursión dio como resultado la percepción de una región rica en vestigios arqueológicos y de sumo interés para el conocimiento de la Cultura Maya.

Es aquí donde aparece el Proyecto Sureste de Petén (PSP), el cual es un programa conjunto entre la Escuela de Historia, Proyecto Nacional Tikal y el Instituto de Antropología e Historia, con el fin de investigar el sureste de Petén y dar oportunidad de prácticas a los estudiantes de la Escuela de Historia, dicho programa se desarrollaba entre los meses de Junio y Diciembre con investigaciones en los sitos propias para práctica de campo y el resto del año con el reconocimiento de sitios en esta zona hasta ese momento desconocida. Este programa es el único que desde 1986 ha proporcionado continuamente a estudiantes de la carrera de arqueología la oportunidad de realizar practicas, así como de proporcionar investigaciones especificas para la realización de Tesis previas a optar el titulo de licenciado o licenciada en Arqueología, además de proveer de un sin fin de datos de una zona rica en vestigios arqueológicos.

ATLAS ARQUEOLOGICO DE GUATEMALA

En 1992 el Proyecto Sureste de Petén paso a ser parte del Instituto de Antropología e Historia, y cambió su nombre a de Atlas Arqueológico de Guatemala y se le asignó un presupuesto propio, pero no así el propósito para el que fue creado en un principio. La relación con la Escuela de Historia siguió igual e incluso se fortaleció con la recién creada carrera de Arqueología del Centro Universitario de Petén CUDEP, con la cual Juan Pedro colaboró tanto en asesoría de prácticas, seminarios, tesis y en el encuentro de arqueología el cual se lleva a cabo todos los años.

El Atlas arqueológico, programa dirigido también por Juan Pedro, registró, mapeo e investigó 383 sitios de la zona sur, centro y noroeste de Petén, enriqueciendo así el mapa arqueológico de este basto departamento, demostrando una complejidad social prehispánica, la cual era insospechada al inicio del programa. De esta cantidad de sitios, 23 fueron investigados por el programa de prácticas dando como resultado un sinfín de datos los cuales enriquecieron las monografías publicadas por Juan Pedro y permitieron conocer la complejidad arquitectónica, estilística, cerámica y de patrón de asentamiento de esta región.

Los sitos trabajados por el programa de prácticas son:

Sacul                        Ucanal

Ixtonton                Xaan

Curucuitz                Kax ba

Ixkun                        Mopan 3 este

Pueblito                Mopan 3 sureste

El edén 2                Mopan 3 oeste

Nuevas Delicias 1        Cueva Aktun Ak Ab

Zamir                        Ix Ak

El Chal                Ix Ek

Calzada Mopan        Ix kol

Sukche                Ixtutz

Ixcoxol 1                Ixcoxol 2

La Instancia                 Ixlot na

Tal vez parezca un número bajo de sitios en comparación con los sitios registrados por el Atlas, pero debe tomarse en cuenta que en algunos sitios como Pueblito, Calzada Mopan o Ucanal las practicas se extendieron por varias temporadas incluso el caso de Pueblito fueron cinco años durante los cuales el promedio de estudiantes fue de ocho por temporada. En total fueron 369 prácticas asesoradas por Juan Pedro en los 23 años en el sureste de Petén, cifra muy significativa que considero ningún otro programa o ningún otro arqueólogo podrá superar tan fácilmente.

En la distribución de prácticas por universidades tenemos:

319         prácticas con el Área de Arqueología de la  Escuela de Historia (86%)

31           prácticas con el Área de Arqueología CUDEP (8%)

2     practicas de campo con la Universidad del Valle de Guatemala (1%)

2     practicas de campo de otros estudiantes (1%)

15           informes de campo de prácticas de Tesis (4%)

Además se registraron 23 tesis, 18 pertenecen a la Escuela de Historia y una de licenciatura del centro Universitario de Petén CUDEP y cuatro seminarios para optar al grado de Técnico en Arqueología.

RESULTADOS DE LAS PRÁCTICAS DE CAMPO

Los resultados son innumerables, pues las prácticas fueron dirigidas a trabajos específicos, principalmente en los sitios considerados cabezas de entidades, éstas permitieron conocer la distribución espacial interna de los sitios, así como sus características arquitectónicas, además de ampliar significativamente la secuencia cerámica del Sureste de Petén.

Por ser muchos los resultados me limitaré a describir solo algunos, aunque por supuesto todos ellos están ampliamente desarrollados en los informes anuales de campo del Atlas Arqueológico, así como en las Monografías y en ponencias que a través del tiempo fueron presentadas en este Simposio.

IXKUN

Este es uno de los primeros sitios investigados en la región de Dolores y es conocido desde 1857 cuando fue reportado por Modesto Méndez. Durante mucho tiempo atrajo a viajeros e investigadores por su Estela 1, la cual sigue siendo considerada como las más grandes de Petén.

Este sitio, en el cual se realizaron practicas desde finales de los 80’, ha sido tal vez el más significativo, pues casi todas las generaciones de arqueólogos de los 80’ y 90’ realizamos prácticas en dicho lugar. Dentro de los distintos trabajos pueden citarse el registro de estelas (epigráfico) realizado por Héctor Escobedo como parte de su tesis de Licenciatura. También el estudio de Grupos Habitacionales Complejos realizado por Mara Reyes del CUDEP como tesis de licenciatura.

En la definición arquitectónica de los grupos centrales participaron diferentes generaciones de estudiantes, pero de estos tal vez el mas significativo fue el registro de cuevas del sitio, este primer acercamiento al estudios de cuevas sirvió de modelo para próximos trabajos en otras cuevas como Aktun Ak’ab (Trabajo de Tesis de Irma Rodas) demás de la Cueva San Miguel, Cueva el Convento, Cueva la Rejolla entre otras.

IXTONTON

Este sitio es la mejor muestra de que la arqueología puede influir en el rescate de áreas arqueológicas deforestadas para convertirlas en áreas protegidas.  En 1987 Juan Pedro inicia los trabajos arqueológicos en el sitio, el mismo era un campo de cultivo completamente deforestado y se iniciaron los tramites para convertirlo en parque nacional y reserva forestal con un programa de reforestación de especies locales, veintitrés años después es la única isla verde en los alrededores de la cabecera Municipal. Aquí como en Ixkun ,los trabajos han sido intensos, al punto que la última práctica de campo que supervisó Juan Pedro fue en las áreas periféricas de este sitio.

Dentro de los trabajos que pueden citarse están la definición de Calzadas realizada por Oswaldo Gómez como parte de su Tesis de licenciatura, los Juegos de Pelota investigados por Julio Roldán también como tesis y diversos trabajos realizados como la Pirámide Oeste, del grupo tipo E en la cual se descubren los primeros mascarones de la región.

CALZADA MOPAN

Fue el primer sitio extenso que trabajó Juan Pedro en la zona y sirvió de base para posteriores investigaciones en sitios con características similares como Ucanal y Pueblito. Dicho trabajo sirvió para enriquecer los datos sobre los grupos habitaciones complejos con grupos relevantes como el grupo 29 y  la acrópolis de Calzada Mopan. Dentro de los trabajos pueden citarse el del juego de Pelota investigado por Julio Roldan.

PUEBLITO

Fue reportado por Mariana Valdizón en 1995, los trabajos de esa temporada sirvieron para sustentar su Tesis de graduación, siete años mas tarde y luego de una visita con mejores condiciones de acceso, se programaron prácticas de campo a lo largo de cinco años, con ello se mejoran los planos presentados por Valdizón al poder extender más el reconocimiento. Este sitio tiene una gran complejidad arquitectónica y debido a ello se realizaron tres tesis sobre el tema, la primera por Yolanda López sobre los Grupos que dan inicio a las calzadas, la segunda  sobre los conjuntos palaciegos de la plaza B por Juddy Carrillo y la arquitectura al pie de los cerros por Sandra Carrillo.

Pueblito determina muchos aspectos de los sitios de la cuenca del río Poxte, entre ellos la arquitectura de palacios y escultura asociada a la arquitectura, las cuales sirvieron de comparación con la arquitectura de Machaquila, sitio relativamente cercano, trabajado conjuntamente entre el Atlas y la Universidad Complutense de Madrid.

Otros rasgos que ayudaron a comprender la complejidad de la región fueron la definición de los tres tipos de Acrópolis existentes en el sureste, estos son el Tríadico, indeterminado y palaciego. Otro aspecto importante fue la determinación de áreas al parecer vacías dentro de la zona centrales de los sitios, las cuales luego de extensos trabajos se determinaron como áreas de Mercado, estas fueron identificadas posteriormente en otros sitios como Ixtutz y La Puente. Además abrió la posibilidad de la existencia de este rasgo en otros sitios como Kax ba, esto es importante en la zona del sureste, pues el único sitio en el cual se habían reportado con anterioridad la existencia de estos conjuntos era en Tikal.

Podría seguir enumerando resultados pero no tendría sentido, pues todos conocemos bien el trabajo profesional que Juan Pedro desempeño, por ello quiero abordar otro aspecto, que a mi parecer es igual de importante  como el trabajo arqueológico.

Juan Pedro no fue un profesor, fue un verdadero maestro, sus enseñanzas iban más allá del conocimiento académico, siempre se intereso más que por un simple informe, le importaron todos los aspectos de sus estudiantes como personas. Juan Pedro fue un verdadero maestro, aunque lo negara repetidas veces, la docencia también es parte importante de su legado, junto con su carrera profesional estaba la docencia que en ningún momento se separaron estos dos aspectos de su vida. Tenía paciencia para explicar y responder preguntas, enseñaba a buscar respuestas sencillas a problemas complejos, era común para uno de estudiante, no comprender la excavación cuando se hacían difíciles, pero luego de una visita suya y una sencilla explicación, todo se aclaraba y permitía ver de una manera simple cada rasgo que decía uno si pues como no lo vi así antes, e incluso le decía que iba a encontrar antes de empezar la excavación.

Nunca escatimó gastos para realizar las prácticas, el presupuesto que asigna la universidad siempre ha sido insuficiente, por lo que la mayoría de los gastos los absorbía él, y por su puesto nunca nadie lo supo, más que las personas que se relacionaron en la organización de las mismas.

A pesar de esa apariencia sería y enojona, que muchas veces proyectaba, era una persona muy alegre, que le gustaba bromear y siempre consideró a los excavadores como parte importante del trabajo arqueológico y por su puesto siempre defendió sus derechos laborales.

En 23 años Juan Pedro se ganó el respeto y cariño de sus estudiantes y trabajadores, es innegable su entrega a la docencia y que falta nos hará ver aquella figura de pantalón azul y camisa celeste acercarse entre los potreros para inspeccionar las excavaciones, esa figura a la cual ya estábamos acostumbrados,  y ya nunca volveremos a escuchar a los excavadores decir “Ahí viene el Jefe Muchá”.

 

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