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82. APRECIACIONES DE UNA ESFERA CERÁMICA DEL PRECLÁSICO MEDIO EN EL CENTRO Y SURESTE DE LAS TIERRAS ALTAS MAYAS – Juan Luis Velásquez, Ray Matheny y Bertila Bailey – Simposio 23, Año 2009

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Velásquez, Juan Luis, Ray Matheny y Bertila Bailey

2010        Apreciaciones de una esfera cerámica del Preclásico Medio en el centro y sureste de las Tierras Altas Mayas. En XXIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2009 (editado por B. Arroyo, A. Linares y L. Paiz), pp.1092-1098. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

82

APRECIACIONES DE UNA ESFERA CERÁMICA DEL PRECLÁSICO MEDIO EN EL CENTRO Y SURESTE DE LAS TIERRAS ALTAS MAYAS

Juan Luis Velásquez

Ray Matheny

Bertila Bailey

Universidad de San Carlos de Guatemala y Proyecto ARIMA

PALABRAS CLAVE

Arqueología Altiplano, Salamá, Guatemala, cerámica, esfera, Preclásico Medio

ABSTRACT

PROPOSAL FOR A MIDDLE PRECLASSIC CERAMIC SPHERE IN THE MAYA HIGHLANDS

In the mid-1980s, Dr. A. Demarest proposed the Providencia and Miraflores ceramic spheres for the late Middle Preclassic and Late Preclassic, respectively, which included Kaminaljuyú in the central Highlands to Chalchuapa in eastern El Salvador. In his formulation he applied the type-variety system to classify and unify the nomenclature of the different ceramic units that compose the previously mentioned spheres. Experience acquired over the past years with ceramics from central and eastern El Salvador, Kaminaljuyú, the Quiché, and the Salamá Valley has made it possible to define a ceramic sphere for the Middle Preclassic, which involves ceramic units from the Kal, Majadas, Santizo, and Max complexes of Chalchuapa, Kaminaljuyú, La Lagunita, and Salamá, respectively. The theoretical and methodological basis for this proposal will be presented here.

El estudio del origen de la civilización Maya en las Tierras Altas centrales de Guatemala y las del oeste de El Salvador ha sido tema de interés desde los inicios de la arqueología Maya en el siglo XX, habiéndose apreciado una relación con habitantes tempranos de la Costa Sur, así como notándose dos tradiciones cerámicas (una costera y otra del altiplano), las cuales a nivel modal mostraban atributos que las relacionaban con grupos agrícolas asentados en las inmediaciones de la cuenca del río La Pasión (Gifford 1974).

ARIMA ha iniciado investigaciones arqueológicas en la sub-cuenca de Salamá, Baja Verapaz, a partir del presente año, y al ser uno de los objetivos de su estudio el origen de la civilización Maya, es imprescindible efectuar una investigación sobre los distintos complejos cerámicos del Preclásico Medio (900-500 AC) en los actuales departamentos de Baja Verapaz, Sacatepéquez y Guatemala, así como del área de Chalchuapa en El Salvador, con el fin de definir una esfera cerámica (Figura 1). Por supuesto que una investigación de estas características debería de incluir al altiplano occidental de Guatemala, la cuenca del río Grijalva y Chiapa de Corzo, pero en la presente fase del estudio, ésta se enfoca únicamente en la región antes expuesta.

El estudio y definición de las esferas cerámicas permite apreciar la relación temporal y espacial entre los distintos complejos cerámicos de un mismo horizonte en una región específica, conformándola los sitios que comparten sus tipos mayoritarios entre sí. Esto permite interpretar aspectos de origen, contacto, rutas de intercambio y ordenamiento sociopolítico entre distintos grupos sociales (Willey, Culbert y Adams 1967).

La idea de una esfera cerámica del Preclásico Medio Inicial en el área del presente estudio no es nueva; sin embargo, su definición ha sido postergada. El Dr. Demarest (1986) presentó la esfera cerámica Providencia del Preclásico Medio Tardío (500-300 AC) a finales de la década de 1980, y mencionó las dificultades existentes para comparar las unidades cerámicas de distintos sitios, estando establecidas y descritas con diferente aproximación metodológica.

Hoy en día eso ha cambiado, ya que las unidades tipológicas establecidas en sitios del oeste de El Salvador como Chalchuapa y Santa Leticia (Sharer 1978; Demarest 1986) son equivalentes taxonómicamente a las de Salamá (Sharer y Sedat 1987) y Kaminaljuyu, donde Hermes y Velásquez (1996) han identificado y utilizado nomenclatura de grupos y tipos de Salamá y Chalchuapa, para nombrar algunas unidades cerámicas cuando son equivalentes.

Dichos investigadores han efectuado sus clasificaciones tipológicas de los complejos del Preclásico Medio utilizando el sistema Tipo-Variedad, lo que facilita efectuar comparaciones a nivel tipológico; por lo que nuestra investigación toma como base dichos estudios. Lo anterior permite profundizar en el estudio del origen de la civilización Maya en las Tierras Altas, aproximándose a responder antiguas preguntas y a formular nuevas.

Debido a que la cerámica de Chalchuapa y Salamá fue clasificada por el Dr. Sharer, sus similitudes a nivel tipológico son fáciles de apreciar; y sus comparaciones han sido establecidas en su reporte de Salamá (Sharer y Sedat 1987). Dichas apreciaciones fueron empleadas en la clasificación de Kaminaljuyu antes mencionada, por lo que cabe destacar que debido al nivel de clasificación de gran parte de la muestra del complejo Las Charcas (recuperada por Shook y depositada en la Ceramoteca del IDAEH), en nuestro estudio hemos realizado comparaciones principalmente con base en atributos modales.

ÁREA DE ESTUDIO

LAS RELACIONES TECNO-ESTILÍSTICAS

Las zonas culturales en cuestión, a nivel de su desarrollo y complejos cerámicos presentan una fuerte similitud entre ellas. Desafortunadamente no se cuenta con datos confiables para poder decir con certeza cuales son los tipos mayoritarios a nivel porcentual en ellos, lo que permitiría formular de acuerdo al criterio teórico de esfera cerámica dicho concepto con seguridad; sin embargo, la apreciación de los reportes de dichos sitios, y la revisión de los muestrarios de Salamá y Kaminaljuyu en la Ceramoteca del IDAEH, en unión a muestras del proyecto Japonés de Casa Blanca en Chalchuapa y estudio de vasijas del Museo Nacional de Arqueología de El Salvador, podemos hacer algunas observaciones y apreciaciones que, en un futuro cercano, nos permitan definir la existencia de una esfera del Preclásico Medio entre dichos sitios, o bien caracterizar su naturaleza de interacción.

Al momento podemos hacer algunas observaciones a cerca de la similitud y correspondencia entre las distintas clases cerámicas que ocurren entre los años 800 y 500 AC en los complejos Max, Las Charcas-Majadas y Kal, de Salamá, Kaminaljuyu y Chalchuapa respectivamente (Figura 2).

LA CERÁMICA

Se ha apreciado que en las vasijas de las tres zonas arqueológicas, las clases engobadas de color negro presentan una capa dura de engobe de buena adherencia y con acabado altamente lustroso. Las formas más comunes son cuencos con y sin pestaña labial, que generalmente presentan decoración incisa gruesa (anterior y posterior a la cocción) que probablemente se combina algunas veces con gubiado.

La cerámica gris a crema con lamparones tiene un engobe delgado de buena adherencia aplicado en ambas superficies de las piezas. Existen fuertes variaciones de color en una misma vasija, que oscila entre gris suave, gris y gris muy oscuro. Suelen ser de pasta delgada y son frecuentes los cuencos de base plana con acanaladuras en el borde y cuerpo, así como decoración de media caña.

El resto de la cerámica, cuya característica primordial es el amplio rango de variación en las tonalidades de engobe, habiendo tonos que van desde ante y naranja hasta café, las formas son muy diversas e incluyen fuentes de base plana, paredes curvo y recto-divergentes, borde ligeramente evertido, evertido inclinado o inclinado hacia adentro, vasijas cilíndricas con borde reforzado en exterior, cuencos o fuentes de paredes rectas, cántaros globulares con cuello medio recto-convergente, donde existe incisión (anterior a la aplicación del engobe), acanaladura, media caña, modelado y resist.

La cerámica con engobe rojo llega a ser la cerámica engobada de carácter utilitario más común. La capa de engobe es delgada, con tendencia a erosionarse y se nota un acabado lustroso. Suelen presentarse incisiones pre y post engobe, así como punzonado. La forma mayoritaria son cántaros globulares con cuello curvo-divergente alto o medio y asas de labio a cuerpo. Hay también cuencos de paredes curvo- convergentes, cuencos de paredes recto-divergentes y borde ligeramente evertido.

La amplia tradición rojo sobre ante, característica del Preclásico mesoamericano, se encuentra representada en forma abundante. Este material tiene como atributo primordial la presencia o ausencia de engobe base sobre el que se trazaron los motivos en rojo. El material rojo sobre ante (engobe o baño) tiende a erosionarse y su pulimento varía de bajo o nulo a medio; la capa roja se encuentra en forma de bandas, círculos, ondulaciones y probablemente diseños zoomorfos. La forma más usual son cuencos (algunas veces miniatura) y cántaros globulares que pueden presentar asas verticales de dos apoyos colocadas de borde a cuerpo.

Entre las clases sin engobe destaca el material Rojo sobre Pasta (o natural), que se caracteriza por presentar una capa de color rojo de mediano grosor con buena adherencia y usualmente colocada en bandas que cubren diversas zonas de las vasijas. Son muy comunes los cántaros globulares y cántaros de hombros angulares, así como vasijas calciformes que siempre llevan filetes aplicados con decoración impresa también presentes en la forma de cántaro, ubicándose siempre fuera de las áreas de color rojo.

El material sin engobe se caracteriza por presentar superficies únicamente alisadas sin ningún tipo de pulimento y algunas veces pintura fugitiva o baño de color blanco. Se da incisión antes de la cocción y aplicación. A nivel de formas existen comales, incensarios de tres espigas, tapas de incensario con asas de dos apoyos, cántaros globulares con cuello corto recto y otras formas no identificadas.

APRECIACIONES GENERALES

Las distintas unidades cerámicas (tipos y grupos) compartidas entre Salamá, Chalchuapa y Kaminaljuyu durante los complejos Kal, Max y Las Charcas-Majadas, presentan atributos relacionados con cerámica olmeca. Tal es el caso de cuencos con engobe negro y gris bien pulido, café-gris a ante, bordes evertidos con incisos en motivo de doble línea quebrada (Sharer 1978), y motivos incisos zonales en líneas quebradas, comunes en la cerámica bicroma rojo sobre ante (Figura 3).

Tal evidencia, aunada a otros datos arqueológicos (como monumentos y figurillas) hacen pensar e hipotetizar que dado que los olmecas se proveían de jade del Motagua y obsidiana de las Tierras Altas de Guatemala, entre otros bienes, ellos tenían una ruta bien establecida en tiempos que los pobladores de dicha región no habían alcanzado un nivel complejo de organización social y de patrones ideológicos.

Dicha ruta (Figura 4), fortalecida por nexos establecidos con los habitantes de las Tierras Altas de Guatemala (que alcanzaron incluso niveles familiares), pudo permitir el asentamiento de comerciantes relacionados a la élite Olmeca cuando La Venta colapsó hacia el 700 AC, dando como resultado el establecimiento y surgimiento de un nuevo orden social e ideológico en las Tierras Altas de Guatemala, surgiendo con ello una sociedad compleja y jerarquizada.

Es así como se conforma el cacicazgo de Kaminaljuyu durante el complejo Majadas, cuando se inicia el ceremonialismo, la erección de estelas y la formalización de prácticas funerarias, lo cual sería un dispositivo que haría emerger la cultura maya compleja en las Tierras Altas, integrando y conformando un sistema ideológico bien definido. La población nativa absorbió a los pocos individuos olmecas, desarrollando sus bases ideológicas y controlando la antigua ruta de comercio y explotación de jade y obsidiana.

El control de dichos recursos haría de Kaminaljuyu un sitio de gran importancia, conectándose y compartiendo rasgos culturales con el sureste de El Salvador, el valle de Salamá, el Altiplano central y occidental de Guatemala.

El surgimiento de los reinados de Kaminaljuyu y Salamá parece ser a la vez una interacción de las tradiciones costeñas y de las Tierras Altas en el Altiplano central de Guatemala, donde la tradición costeña de los complejos Arévalo-Piedra Parada y Las Charcas de la tradición de Tierras Altas, se fusionaron en el valle de Guatemala (Hermes, Velásquez y Román 2001) por el impulso olmeca en tiempos Majadas, surgiendo en ambas zonas la erección de monumentos, construcción de pirámides y entierros de personajes de élite.

Al presente, tales apreciaciones deben ser consideradas preliminares y a nivel de hipótesis, por lo que deben ser confirmadas, refutadas o modificadas en base a futuras investigaciones; sin embargo, los comentarios vertidos y la información presentada puede ser muy útil para el estudio del origen de la civilización Maya.

REFERENCIAS

Demarest, Arthur

1986        The archaeology of Santa Leticia and the rise of Maya Civilization. Publication 52, Middle American Research Institute, Tulane University, New Orleans.

Gifford, Robert

1974        The prehistory of the southeastern Maya periphery. Current Anthropology.

Hermes Bernard y Juan Luis Velásquez

1996        El complejo cerámico Majadas de Kaminaljuyu, Guatemala. En VIII Simposio de Arqueología Guatemalteca, 1995 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.393-403. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

Hermes, Bernard; Juan Luis Velásquez y Otto Román

2001        Laboratorio. En Informe del Proyecto de investigación y salvamento arqueológico en un área adyacente al sitio arqueológico Piedra Parada, Guatemala (editado por O. Román). Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.

Sharer, Robert

1978        The Prehistory of Chalchuapa, El Salvador. University of Pennsylvania Press, Philadelphia.

Sharer, Robert y David Sedat

1987        Archaeological investigations in the Northern Maya Highlands, Guatemala. Investigations and development of Maya Civilization. The University Museum, University of Pennsylvania, Philadelphia.

Willey, Gordon; Patrick Culbert y Richard Adams

1967        Maya Lowlands ceramics: a report from the 1965 Guatemala City conference. American Antiquity 32.

SALAMA

KAMINALJUYU

CHALCHUAPA

400 a.C.

KAL

450 a.C.

500 a.C.

MAX

MAJADAS

550 a.C.

600 a.C.

650 a.C.

LAS CHARCAS

700 a.C.

750 a.C.

800 a.C.

Figura 1        Cuadro de los complejos cerámicos del Preclásico Medio.

Acabado de superficie

Salamá

Kaminaljuyu

Chalchuapa

Engobe Negro

Chimacho

Miraflores

Jerónimo

Engobe Gris

Congo

Cruzero

Congo

Engobe Café – Ante –  Naranja

Choven

Terrenos

Jinoapa

Engobe Rojo

Chirrum

Lolotique

Lolotique

Engobe Rojo / Ante

Chicajá – Guaymango

Embudo (Sumpango)

Guaymango

Rojo / Pasta

Chicajá – Guaymango

Velarde

Guaymango

Sin Engobe

Belejú

Terra

Cara Sucia

Figura 2        Cuadro de grupos cerámicos relacionados.

Figura 3        Área con cerámica relacionada a la tradición olmeca.

Figura 4        Rutas con influencia olmeca, relacionadas a las tradiciones cerámicas de Tierras Altas y Costa Sur.

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