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58. NUEVAS PERSPECTIVAS DE LA SOCIEDAD MAYA DEL PRECLÁSICO TERMINAL EN LA REGIÓN YALAHAU, QUINTANA ROO, MÉXICO – Jeffrey B. Glover y Fabio Esteban Amador – Simposio 23, Año 2009

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Glover, Jeffrey B. y Fabio Esteban Amador

2010        Nuevas perspectivas de la sociedad Maya del Preclásico Terminal en la Región Yalahau, Quintana Roo, México. En XXIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2009 (editado por B. Arroyo, A. Linares y L. Paiz), pp.773-786. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

58

NUEVAS PERSPECTIVAS DE LA SOCIEDAD MAYA DEL PRECLÁSICO TERMINAL EN LA REGIÓN YALAHAU, QUINTANA ROO, MÉXICO

Jeffrey B. Glover

Fabio Esteban Amador

Universidad Estatal de Georgia y National Geographic Society

PALABRAS CLAVE

Arqueología México, Quinta Roo, Yalahau, sabanas

ABSTRACT

NEW PERSPECTIVES ON LATE PRECLASSIC MAYA SOCIETY IN THE YALAHU REGION, QUINTANA ROO, MEXICO

Recent investigations in the Yalahau region in northern Quintana Roo provide a unique perspective on Maya society in the Terminal-Late Preclassic period. An anomalous find is the lack of later deposits, resulting from a probable regional abandonment during the Classic period. While our focus does not deal directly with this regional depopulation, this work will focus on the results of the regional study of settlement patterns and ceramic analysis. We hope that the data and interpretations will answer basic issues on chronology, as well as enrich the debate on complex sociopolitical relationships at the regional level during the last years of the Preclassic.

La región Yalahau ofrece un panorama distinto sobre las relaciones políticas de los antiguos Mayas en relación a lo que normalmente proveen los proyectos regionales. En la mayoría de las Tierras Bajas Mayas, las fechas de asentamientos visibles datan del periodo Clásico Tardío o Terminal (600-1000 DC). Sin embargo, en la región Yalahau no se encuentra ninguno de estos materiales lo que proporciona una perspectiva única de la sociedad Maya del Preclásico Terminal (75 AC/100 DC-400 DC). Adicionalmente, el uso de un acercamiento post-estructural basado en la praxis en este estudio, es un marcado cambio en la orientación de investigaciones arqueológicas. Este acercamiento teórico intenta mejorar la contextualización de las complejas negociaciones sociales que constituyeron las sociedades antiguas y es un cambio del uso de paradigmas neo-evolucionarios y estructurales que han aportado estudios Mesoamericanos en el pasado.

A continuación, se dará una breve introducción sobre el área de estudio. Después se discutirá la orientación teórica del proyecto, puesto que esta tiene implicaciones obvias sobre la forma en que se visualiza e investigan las relaciones socio-políticas antiguas por medio del registro arqueológico. Luego se plantearán algunas conclusiones y preguntas (Glover y Amador 2005) que se han podido generar a lo largo del análisis. En particular, se quiere hacer énfasis sobre algunas tensiones que existen entre la arquitectura y los datos cerámicos cuando se intentó entender las relaciones socio-políticas entre los sitios de la región durante el Preclásico Terminal.

LA REGIÓN YALAHAU

La región Yalahau está ubicada al norte del estado Mexicano de Quintana Roo y representa un panorama fisiográfico singular (Dunning et al. 1998). Dominado por sabanas extensas, resalta del marcado contraste con las planicies cársticas que caracteriza al resto de la península de Yucatán (Figura 1). Fue este paisaje fisiográfico singular que se presentó como una excelente unidad de estudio. Está definida por un área de amortiguamiento de 20 km, equivalente a una caminata de un día (Chase y Chase 1998:17-18; Kepecs 1999:51; Kepecs et al. 1994) a los márgenes de las sabanas, cubriendo toda el área de estudio un total de aproximadamente 5,118 km².

El estudio de patrones de asentamiento de la región dirigido por Glover (2006) y el análisis cerámico regional dirigido por Amador (2005), inició en el 2001. Previo al comienzo del proyecto, se conocían unos 40 sitios (Fedick y Mathews 2005) y los datos cerámicos de Sanders (1960), la única muestra regional existente. Actualmente el proyecto se duplicó hasta identificar un total de 53 sitios nuevos (Figura 2) y estableció una colección cerámica regional expansiva, incluyendo materiales de recolección de 35 sitios y un programa de excavación en ocho de éstos.

LA CONCEPTUALIZACIÓN DEL PAISAJE CONSTRUIDO

En este estudio se pretende establecer el cargo político que tuvieron algunos de estos  “lugares”. Analíticamente, se presentan una serie de comunidades ubicadas a lo largo del paisaje de la región Yalahau, y los mapas de áreas arquitectónicas centrales de estas comunidades, así como datos cerámicos recolectados que representan la muestra de datos más importantes. Se utilizaron estos mapas como una forma de visualizar patrones dentro del ambiente construido a nivel de la estructura o por medio de estilos arquitectónicos, así como a nivel del sitio por las relaciones espaciales que pueden existir entre edificios que conforman el plano del sitio. Los estilos arquitectónicos, planos de sitios y los datos cerámicos son comparados para intentar comprender las relaciones socio-políticas entre los mismos. La forma en que se teorizó el ambiente construido afecta la forma en que los arqueólogos interpretan los mapas que se han trazado. Se tomó una perspectiva espacialmente comprometida, que es la relación dialéctica entre la sociedad y el ambiente construido que este acercamiento intenta investigar (Giddens 1984; Lefebvre 1976; Pred 1990; Smith 2003).

Como se ha mencionado antes, el interés principal es la arquitectura monumental y el papel que jugó en las vidas sociales y políticas de las comunidades. Para lograr entender las estrategias e intenciones de los productores de estas construcciones monumentales y cómo se crearon estos lugares estéticos, se debe tratar de averiguar cómo la arquitectura monumental y el paisaje construido fueron conceptualizados por los antiguos Mayas. Estas estructuras fueron muy poderosas – fueron asociadas frecuentemente como y con elementos del paisaje sagrado, especialmente cuevas y montañas (e.g., Brady y Ashmore 1999). Adicionalmente, estos lugares fueron los centros de rituales tal como aquellos que veneraban a los ancestros o deidades tutelarías (McAnany 1995) y los rituales llevados a cabo dentro o alrededor de estos edificios aseguraban, entre otras cosas, la fertilidad abundante para los miembros de la comunidad.

No se puede separar el significado religioso de estos edificios de su significado político (Ashmore 1992:175). Para Ashmore y Sabloff (2002), patrones redundantes y reconocibles en el ambiente construido dieron a conocer importantes pistas sobre las relaciones políticas entre los sitios.  Ya que la “colonia” tiende a reproducir el orden conceptual de una metrópoli (de Montmollin 1989), la corta historia de ocupación de los sitios en la región Yalahau los convierte en lugares idóneos para investigar estas ideas.

La autoridad dada a un gobernante, estuvo sujeta a una compleja red de negociaciones sociales dentro de la comunidad (e.g., Barber y Joyce 2007; Pauketat 2000, 2001; Webster 1998:26-27).  No existe evidencia del uso de la esclavitud para la construcción de arquitectura monumental en el área Maya; por lo tanto, es mejor conceptualizarla como una actividad llevada a cabo por la comunidad. Tal como Bill Ringle (1999) ha sugerido, “es difícil de visualizar a los pobladores, especialmente durante el Preclásico, engañados… para construir grandes edificios como recordatorios de su humilde vida en la tierra por los sabios de élite”. Estos edificios tuvieron que tener un gran significado para las comunidades sobre todo cuando se piensa sobre el gran esfuerzo llevado a cabo para su construcción.

El enfoque en la comunidad sugiere que el paisaje construido no reforzó las desigualdades sociales existentes, tal como lo hizo, puesto que al mismo tiempo estas mismas desigualdades fueron legitimadas a través de una identidad compartida en la comunidad que estuvo íntimamente vinculada al paisaje construido (Lopiparo 2005; Smith 2003). Tanto el acto de construir como los rituales subsiguientes, condujeron a la definición de tal espacio y al sentido de lugar a través de la creada memoria social compartida y al sentido de identidad generado por el papel que jugaron los individuos en estos procesos (e.g., Barrett 1999; Connerton 1989; Crumley 1999; Tilley 1994; Van Dyke y Alcock 2003). Íntimamente vinculado con la construcción de una identidad comunitaria está el “estilo” del paisaje construido, lo que generó que las formas externas de los edificios y los estilos artísticos del corpus icnográfico de elementos sobre los edificios como patrones en la vestidura de una persona o la alfarería donde se comparte una festividad, fueran inmediatamente reconocibles por los miembros de la comunidad y materializaran con ello un sentido de identidad duradero.

LA REGIÓN YALAHAU DURANTE EL PRECLÁSICO TERMINAL

Mientras que la ocupación más temprana en la región Yalahau está evidenciada por la presencia de materiales similares a los del Complejo Temprano Nabanche del Preclásico Medio en Komchem (Andrews V 1988, 1990), la mayoría de los datos cerámicos datan de los periodos Preclásico Tardío y Clásico Temprano. De hecho, aproximadamente el 67% de la colección cerámica es de este último periodo. Del 67%, casi el 86% consiste en tres grupos: Sierra, Carolina y Tancah. La preponderancia de estos grupos y la comparativa ausencia de otros marcadores cerámicos tradicionales del Clásico Temprano como los policromos (locales e importados) y tiestos del tipo sin engobe Cetelac desgrasante vegetal, son un buen marcador del Clásico Temprano, lo que indica que la fase dominante de ocupación de la mayoría de los sitios, corresponde al Preclásico Terminal.

En base al aparente despoblamiento de la región durante algún momento en el Clásico Temprano (Amador 2005; Glover 2006; Glover y Stanton 2009), surgen las preguntas como ¿Qué estaba sucediendo en la región Yalahau durante este periodo? Para comprender las relaciones entre los sitios, fue muy útil la creación de un esquema de clasificación tentativo a nivel de sitio. Glover (2006) creó una jerarquía de ocupación de cuatro niveles (Figura 3). Para ello se basó en cálculos volumétricos de las cinco estructuras más grandes en cada sitio, aunque también, se consideraron otros aspectos arquitectónicos, tal como la presencia y/o ausencia de estructuras piramidales en el caso de los sitios de rango 4.

Estudios volumétricos han sido utilizados por muchos académicos en el área Maya como representante de la medición de poder relativo en los centros políticos (e.g., Abrams 1994; Adams y Adams 2003). En base a la falta de inscripciones jeroglíficas en el área, los estudios volumétricos forman un componente importante en las comparaciones analíticas entre los sitios. Tal como se ha mencionado, la mayoría de sitios en el área de estudio tuvieron una ocupación relativamente corta. Mientras que no se esté suponiendo que estos edificios fueron el resultado de una fase constructiva singular, se tiene la certeza de que estos no contienen la acumulación de modificaciones milenarias presentes en otros sitios de las Tierras Bajas Mayas, lo cual incide en la aplicación de estudios volumétricos mas apropiados en Yalahau que en otras áreas.

Las mediciones volumétricas son elaboradas con la Estación Total, el uso del programa Arcáis y una herramienta del mismo que genera Redes Irregulares de Triangulación o Tinas. Arcáis puede calcular la diferencia volumétrica entre el superficie basal y la superficie superior (Glover 2006:324-332).  El beneficio de este método es que la topografía natural está incorporada y una medición más exacta es creada. En total, el levantamiento de mapas y cálculos volumétricos fueron realizados en 19 sitios. Por lo tanto con la jerarquía propuesta y datos cerámicos ¿Qué se puede decir sobre las relaciones socio-políticas durante este periodo?

Dependiendo en cual base de datos son ingresadas, surgen versiones diferentes de las relaciones políticas. Si se combina una perspectiva no-critica de los datos volumétricos con los datos cerámicos regionales, se podría argumentar que el sitio de Kantunilkin (Figura 2) sirvió como el centro primario que dominaba toda la región Yalahau. En base a la mejor reconstrucción de los datos de asentamiento de Kantunilkin de Sanders (1955) y del trabajo de Escalona Ramos (1946), el volumen de los cinco edificios más grandes del sitio son tres veces más grandes que el segundo sitio de mayor extensión volumétrica Konin Yuk.

En cuanto a los datos cerámicos, la región, en su totalidad, demuestra una homogeneidad en cuanto a los grupos, tipos y variedades cerámicas. No es sorprendente que en la muestra hayan grandes cantidades de Sierra y Tancah, la distribución ubicua de grandes números del grupo Carolina Bicromo Inciso (Figura 4), casi el 16% de la muestra regional y más común de Sierra, es muy diferente a lo que se encuentra alrededor de la región Yalahau, tal como en Coba hacia el sur y Ek Balam hacia el occidente. Entonces, ¿La producción y el uso de estas vasijas bicromas es un indicador de una identidad regional que estuvo vinculada a una política coherente centrada en Kantunilkin?

Mientras que esta es una posibilidad que se continúa investigando, se argumenta que debido a la importancia de comunidades para la constitución de una identidad social y política compartida, especialmente durante tiempos cuando políticas más grandes no existían, un acercamiento innovador tiene que ser utilizado. Es probable que diferentes tipos de variación, tal como el estilo arquitectónico de la arquitectura monumental, fueron puntos culturales más sobresalientes que simplemente el volumen de relleno utilizado en la construcción de un sitio. Para hacer énfasis en este punto, se pasó a la distribución de varios estilos arquitectónicos dentro de la región antes de regresar a cómo futuros estudios cerámicos pueden ser empleados para contestar estas preguntas.

El estilo arquitectónico más impresionante de la región es la tradición megalítica pues carece de mampostería fina de los periodos Clásico Tardío y Terminal (Figura 5). Este estilo se define por (mega) bloques redondeados de gran tamaño utilizados en la construcción arquitectónica la cual se encuentra distribuida en las Tierras Bajas del Norte, más comúnmente asociadas con los sitios Ake e Izamal. En la región Yalahau, este estilo arquitectónico tiende a estar en la parte sur del área de estudio y se encuentra en el sitio de rango 1 Naranjal, de rango 2 Victoria y Tres Lagunas y varios sitios de rango 3 (Figura 6). Sin embargo, no se encuentra en todos los sitios contemporáneos en la porción sur de la región ni en otro sitio de rango 2, por lo tanto, cabe preguntarse ¿Qué puede indicar esta tradición arquitectónica compartida sobre las relaciones políticas entre los sitios de la región?

Seguramente fue importante que los miembros de estas comunidades decidieran construir estructuras megalíticas y esta tradición compartida es un indicador de fuertes vínculos políticos entre los sitios megalíticos con los sitios que no comparten dicha tradición. Siguiendo el argumento de un modelo de emulación, estos sitios, mientras que no estaban copiando la organización y distribución sagrada de sitios distantes y poderosos como Izamal y Ake, estaban haciendo referencias claras sobre su participación en un fenómeno más amplio que no puede ser separado de estos dos centros. En tanto que, el aspecto compartido que seguramente unificó a estos sitios de alguna forma, lo que es un punto a investigar acerca de las diferentes formas de cómo una autoridad política fue concebida en cada uno de estos sitios, existen diferentes formas en las cuales las construcciones megalíticas fueron expresadas en cada sitio como indicadores que el sitio rango 1 de Naranjal y los sitios de rango 2 Tres Lagunas y Victoria no estuvieron sencillamente conectados de superior a inferior, pero que estas relaciones se basaron en negociaciones sociales más complejas.

Para el proyecto, las diferentes formas en la cual el estilo Megalítico fue expresado en estos tres sitios es la clave para empezar a comprender las complejas relaciones entre los mismos. No existe un modelo o patrón especifico para los sitios Megalíticos que se diseminaron de Naranjal, ni de otro centro fuera de la región.  En este caso, los dos sitios rango 2, Tres Lagunas y Victoria, están ubicados a 20 km de Naranjal. Si se da un acercamiento de lugar-central, los 20 km representarían los limites políticos y formarían una unidad socio-política estática. Tal política no es evidente cuando se da un acercamiento relacionado a los datos.

La implementación idiosincrática del estilo Megalítico en cada uno de estos sitios indica de unas raíces cimentadas en un acercamiento de la comunidad hacia el paisaje construido, lo cual parece hablar de las tensiones entre la comunidad y otras relaciones jerárquicas con otras regiones políticas.  Sin embargo, la arquitectura megalítica, tal como es mencionada, no se encuentra en todos los sitios de la región, lo cual se ve como el resultado de una de dos razones. En el primer caso se tiene una ausencia intencional de la arquitectura megalítica como el resultado de un sitio sumiso a un centro megalítico. San Cosmé está conectado a Naranjal por un sacbe de 3 km y parece ser contemporáneo (Figura 5). El sitio más pequeño de San Cosmé, sin embargo, no tiene evidencia de arquitectura megalítica. Esto parece ser una declaración política sobre las relaciones entre los dos sitios. El dominio de Naranjal está reforzado por su control sobre el conocimiento esotérico necesario para la construcción de los edificios megalíticos, los cuales se asocian con la veneración a los ancestros y deidades tutelares de Naranjal.

La segunda razón es la forma de la comunidad no continua y centrada en las relaciones socio-políticas en el área Maya (e.g., Smith 2003). Estos otros sitios, aparentan tener en base a los datos cerámicos algún nivel de conexión, no están participando en estos procesos políticos nacientes asociados con la formación poética megalítica. Estos sitios tienen sus tradiciones arquitectónicas específicas y pudieron estar involucrados en su propio sistema político, Kantunilkin es un ejemplo de ello. Mientras que exista el debate sobre sí existió arquitectura megalítica de Kantunilkin, existe un número de otros sitios sin tantos daños que claramente no están participando en esta tradición arquitectónica. Los ejemplos son San Ramón y el sitio costero de Conil hacia el norte y Kimin Yuk hacia el oriente (Figura 7). Cada uno de estos sitios, son sustanciales para la región y comparten similitudes en las colecciones cerámicas pero nuevamente no tienen ninguna evidencia de la tradición arquitectónica megalítica.

CONCLUSIONES

Es muy intrigante la orientación comunitaria en cuanto a las construcciones monumentales dentro de la región y cómo se evidencian tensiones entre procesos a nivel comunitario y aquellos asociados con estructuras jerárquicas políticas. Al mismo tiempo, los datos cerámicos no reflejan los datos arquitectónicos. Lo que será interesante de investigar, es si esta aparente homogeneidad en la cerámica permanecerá con más análisis modal detallado y con una muestra más grande. Es posible que esta cerámica fuera producida a nivel comunitario que después hubiese una variación más importante para los productores y usuarios de esta vasijas que puede ser detectable. Será interesante estudiar si estos patrones encajan con los detectados por el análisis de Glover (2006) en los datos del estudio arquitectónico de asentamientos. Mientras tanto, se necesita hacer más trabajo en esta región se espera que esta investigación se desligue de las perspectivas actuales sobre las relaciones socio-políticas Mayas que haya un acercamiento contextualizado que comprenda las negociaciones sociales que constituyeron a la sociedad.

AGRACEDIMIENTOS

Queremos agradecer a los coordinadores de este evento por la oportunidad de exponer nuestros recientes estudios. También nos gustaría dar gracias al INAH por su apoyo durante nuestras temporadas de campo. Este trabajo no hubiera sido posible sin el respaldo del Consejo de Arqueología, así como a todas las personas del centro INAH Cancún, Chetumal y Mérida. Nuestros estudios de campo fueron financiados por la Fundación Nacional de Ciencias (NSF BCS-0327455), por una donación de la Fundación de la familia Mike Baker y UC MEXUS. Gracias a SUNY Buffalo y la Universidad de California, Riverside, a Scott L. Fedick y Jennifer P. Mathews (los directores del Proyecto Regional de Ecología Humana Yalahau) y finalmente mil gracias a la gente de la región Yalahau.

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Figura 1        La ubicación de la Región Yalahau.

Figura 2        Los sitios identificados en la región Yalahau por varios proyectos. YRHEP = Proyecto Regional de Ecología Humana Yalahau (Mapa Jeffrey B. Glover  2006).

Figura 3        Rangos de los sitios YRHEP = Proyecto Regional de Ecología Humana Yalahau

(Mapa Jeffrey B. Glover).

Figura 4        Olla Carolina Bícromo Inciso.

Figura 5        Sitios megalíticos en la región. Mapa Jeffrey B. Glover-YRHEP

(ver Glover 2006 para una explicación de Ox Mul).

Figura 6        Mapas de Naranjal, Tres Lagunas y Victoria.   A. Tres Lagunas (YRHEP, Jeffrey B. Glover 2006);  B. Victoria (YRHEP, Jeffrey B. Glover 2006);   C. Naranjal

(después de publicación de Taube en 1995).

Figura 7        A. Kimin Yuk;  B. Conil;  C. San Ramón (Mapas Jeffrey Glover-YRHEP 2005-2006).

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