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054 – PROYECTO LA REJOYA, PETÉN: RESULTADOS DE LA TEMPORADA 2008 – Ramzy R. Barrois y Juan Manuel Palomo – Simposio 22, Año 2008

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Barrois, Ramzy R. y Juan Manuel Palomo

2009        La Rejoya, Petén. En XXII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2008 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp.687-706. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

54

PROYECTO LA REJOYA, PETÉN:

RESULTADOS DE LA TEMPORADA 2008

Ramzy R. Barrois

Juan Manuel Palomo

Proyecto Arqueológico La Rejoya

ABSTRACT

PROYECTO LA REJOYA: RESULTS FROM THE 2008 SEASON

La Rejoya is located to the east of the Chiquibul River, approximately 20 km to the east of Ucanal, and 6 km to the northwest of Caracol. In this region there are many small sites located on top of hills. La Rejoya is characterized by its stelae with glyphs and iconographic scenes depicting ties to the king of Caracol, K’ak’ Ujol K’inich II. In addition, an ancient causeway was found that exits La Rejoya to the east. The Proyecto La Rejoya is trying to define the exact nature of the relationship between this site and the great sites of the region: Caracol, Ucanal, and Naranjo. This work will present the results of excavations and reconnaissance, as well as its geopolitical relationship with other sites in the region.

El sitio La Rejoya se sitúa al este de Petén, 30 km al sur de la ciudad de Melchor de Mencos, sobre la zona de adyacencia con Belice (Figura 1). La geografía de la región se caracteriza por la presencia de montañas de baja altitud (500 m). La Rejoya se ubica al este del río Chiquibul, al límite del supuesto territorio de Caracol, la gran ciudad Maya de Belice. También nos interesamos por el sitio de Piedra Quebrada, situado 3.5 km al noroccidente de La Rejoya, todavía en la vertiente oriental del río Chiquibul.

La Rejoya es un sitio satélite de Caracol. Es decir, un sitio que está bajo el control político y económico de su ciudad madre. Se encontraron estelas que tenían textos indicando el vínculo entre La Rejoya y Caracol, así como una calzada conectando los dos sitios.

EL SITIO

La Rejoya se compone de tres grupos principales, en los que se pudieron contar dos pirámides y más de cuarenta edificios (Figura 2). Casi la totalidad de las estructuras de La Rejoya presenta evidencias de saqueo, yendo del simple agujero a la trinchera longitudinal. Hicimos fotos y medidas de cada saqueo encontrado.

El grupo central se caracteriza por su plaza, donde la pirámide principal asciende a unos quince metros de altura. Este espacio es delimitado por dos edificios largos y se abre sobre una calzada interna que conduce al grupo septentrional (Figura 3). Se encontraron cuatro estelas, de las cuales tres presentan escenas iconográficas y textos jeroglíficos.

El grupo septentrional es la parte más alta del sitio. Parece que los edificios no respetan una orientación geográfica precisa, sino que se colocan con respeto al relieve de la colina. El grupo septentrional puede dividirse en tres conjuntos (Figura 4): al terminar la calzada, escaleras conectan a una primera elevación donde se encuentran una docena de estructuras. Se define también un complejo cerrado sobre la parte occidental de este conjunto. El segundo nivel se compone de siete estructuras con un edificio especialmente largo, en el centro de este complejo. Se llega a esta elevación por escaleras que comienzan en la extremidad septentrional de la plaza delimitada por el nivel inferior. Es necesario cruzar el edificio largo para acceder a una larga escalera que conduce al nivel más alto del grupo septentrional. A primera vista, parece que las dos construcciones situadas a la cumbre del conjunto hayan sido bastante pequeñas, dando la impresión como si estas estructuras no se hubieran terminado nunca. De la cumbre del grupo septentrional, tenemos una visión sobre toda la región y podemos localizar sin problema otros sitios menores vecinos y, más lejos, la montaña donde se sitúa Caracol.

El grupo meridional es un espacio completamente cerrado (Figura 5). Hay también una pirámide, aunque más pequeña que la pirámide del grupo central. Su orientación es idéntica (20° de diferencia con el norte magnético). Un largo edificio está en frente de la pirámide. Al norte de este grupo, separada por un desnivel artificial, se encuentra una aguada completamente cubierta por piedras. Cerca de la aguada se puede conducir a una segunda calzada interna que se dirige al grupo septentrional directamente, sin pasar por el grupo central.

El sitio se acaba al sur por algunos edificios que se establecen según la topografía. Se debe notar la presencia de consolidaciones a lo largo de las paredes de la colina por su lado meridional. Pudimos encontrar un pozo Maya situado aproximadamente 75 m al oeste del grupo meridional. Además, localizamos grupos secundarios alrededor de los grupos principales del sitio. Un grupo, encontrado al suroeste de la colina principal, presentó un complejo estela-altar sin motivo iconográfico o epigráfico.

Por último, al norte del sitio, una calzada conecta La Rejoya con Ceiba, otro satélite de Caracol, distante unos 3.5 kilómetros (Figura 6). En 1991, el proyecto Caracol dirigido por Arlen y Diane Chase había descubierto una calzada de cinco kilómetros que conectaba el centro de Caracol a Ceiba (Chase y Chase 1987, 2001:275).

El sitio de Piedra Quebrada es de tamaño mucho más modesto. Se trata en realidad de un único grupo, con una plaza delimitada por una pirámide, una cancha de juego de pelota de tipo abierto, un grupo más complejo al oeste y una estructura larga al sur (Chocón 2001:366).

LOS SONDEOS

Efectuamos dos sondeos en La Rejoya y otros dos en Piedra Quebrada. Se realizó un sondeo en la plaza principal de La Rejoya, poca cerámica se encontró en esta excavación (Figura 7). Esto sugiere que los habitantes prehispánicos de La Rejoya mantenían bastante limpia la Plaza Principal. Los tiestos que se encontraron estaban sumamente erosionados (Figura 8). Sin embargo, en el último estrato se encontró cerámica Carmelita Inciso, lo que sugiere una temporalidad para el Clásico Tardío, lo cual coincide con la temporalidad de la Estela 3, que se ubica cerca del sondeo.

Se realizó otro sondeo en la plaza principal de Piedra Quebrada. Esta plaza presenta una proporción mayor de material antrópico en comparación con la plaza principal de La Rejoya (Figura 9). La forma y los tipos de la cerámica sugieren una temporalidad para el Clásico Tardío; sin embargo, a pesar que no se encontró evidencia de Clásico Temprano en la arquitectura, en los últimos niveles de ocupación se encontraron varios bordes de cuencos evertidos, similares a los encontrados en Caracol (Chase y Chase 1994:174), también cerámica Quinal Sin Engobe y Maaz Rojo Estriado, todos característicos del Clásico Temprano (Laporte 2007:607). Esto sugiere una pequeña ocupación o una tradición Clásico Temprano en el área (Figura 10).

Efectuamos otro sondeo en la parte central de la cancha de juego de pelota de Piedra Quebrada (Figura 11). Parece que los habitantes hubieron preparado en primer lugar la superficie para tener un piso uniforme. El sondeo reveló que la cancha se construyó en una sola fase, posteriormente al asentamiento de la plaza principal. Durante la excavación alcanzamos el borde de la banqueta occidental de la cancha, compuesto de una base de dos piedras de 20 cm de borde. La cancha es de tipo abierto con una banqueta bastante ensanchada, correspondiendo al tipo 1 del Clásico Tardío de Taladoire (2000:24). Su orientación es norte-sur.

Los tipos y formas de la cerámica del juego de pelota sugieren que está relacionado con el periodo Clásico Tardío. Entre los tipos cerámicos que se encontraron se puede mencionar Camarón Inciso, Ciro Inciso y Cambio Sin Engobe: ND/con Pirita, todos característicos del Clásico Tardío y Clásico Terminal (Laporte 2007:870-1000). En este sondeo no se encontró ningún material que sugiera Clásico Temprano (Figura 12).

CONCLUSIÓN SOBRE LOS SONDEOS

El material cerámico encontrado esta temporada en La Rejoya, sugiere fuerte actividad en el Clásico Tardío. Por lo que se pudo observar a través de los perfiles de saqueo y en las excavaciones, el sitio tiene una única fase de construcción y lo mismo se pudo observar en Piedra Quebrada; sin embargo, en este último sitio se encontraron algunos tiestos Clásico Temprano. A pesar que no se encontró material Clásico Temprano en La Rejoya, no se puede descartar la posibilidad de la existencia de material temprano en otras áreas cercanas al sitio, como las cuevas y asentamientos vecinos.

Los tipos de cerámica encontrados durante esta temporada en La Rejoya y en Piedra Quebrada, han sido reportados en varios sitios del sureste de Petén por el proyecto Atlas Arqueológico (Laporte 2007). A la vez, esta cerámica es parecida a la reportada en Caracol (Chase y Chase 1994:157), lo cual no es raro, ya que en la época prehispánica (debido a su cercanía) los sitios interactuaban entre sí, por lo tanto se puede sugerir que es normal encontrar cerámica similar entre Caracol y los sitios del sureste de Petén.

A través de los sondeos realizados durante esta temporada, se pudo hacer un breve acercamiento a la cerámica de La Rejoya, Piedra Quebrada y algunas cuevas cercanas; sin embargo, para poder establecer una secuencia cerámica certera, es necesario hacer más investigaciones arqueológicas a largo plazo en la región.

LA CALZADA

Efectuamos un último sondeo en la calzada que unía La Rejoya con Ceiba, para conocer todas las etapas de construcción de este eje de comunicación (Figura 13). La calzada se construyó en una única etapa, respetando la topografía para tener una parte plana de 2.50 m en la parte media, esto permitía una mejor circulación.

Lamentablemente los tiestos recuperados en la vía estaban muy erosionados. Sin embargo, a través de las formas de los bordes se puede sugerir que pertenecen al Clásico Tardío (Smith 1955; M. Forné, comunicación personal).

Seguimos la calzada hasta el sitio Ceiba, en Belice, como parte complementaria del proyecto Caracol, dirigido por Arlen y Diane Chase (Figura 6). Esta vía hace 3.5 km. La primera parte de la calzada es una larga pendiente que nos permite salir de la cumbre donde se sitúa el sitio La Rejoya. Luego, la vía curva según el relieve montañoso de la región para encontrar el camino lo más plano posible, a pesar de los desniveles, los cuales a veces son grandes.

Las dos calzadas en La Rejoya obedecen al mismo patrón de las que fueron encontradas en Caracol. La anchura media de las mismas se incluye entre 2.5 y 12 m (Chase y Chase 2001:273). A menudo, la calzada está delimitada por dos líneas de piedras continuadas a los dos lados de la vía de comunicación.

El proyecto Caracol, gracias a los resultados del estudio a partir de datos del satélite LANDSAT realizado por Jim E. Rosa (Chase y Chase 1996:807), demostró que el sitio de Belice estaba en el centro de un extenso complejo de calzadas, cubriendo alrededor de 200 km².

No se puede aún definir los límites precisos de esta red, pero parece que las calzadas sólo conectan los sitios satélites a Caracol. Algunos hicieron la hipótesis que existía una vía que conducía de Caracol a Naranjo, ubicado a unos 43 km, pero ninguna prueba pudo demostrarlo.

Las vías de comunicación internas a un sitio tienen una función a la vez económica, política y ritual. Permitían pasar de un grupo a otro, de un complejo residencial a un complejo público. Se utilizaban para la vida cotidiana así como para procesiones rituales (Chase y Chase 1996:273). En cambio, las calzadas que vinculaban dos sitios, en particular las de la región de Caracol, tienen una finalidad económica y política. Estas vías de comunicación son sobre todo administrativas y permiten a toda la región de Caracol una centralización de los poderes. El satélite está verdaderamente conectado a su ciudad madre por este “cordón”. Es posible que estas vías hayan podido servir para el transporte rápido de tropas (Chase y Chase 1996:279).

LAS ESTELAS

El sitio de Piedra Quebrada presentó una estela (de ahí viene su nombre). Se trata de un monolito calizo donde se pueden ver aún dos escenas iconográficas distintas (Chocón 1999:157). La parte superior presenta una escena de corte real, con personajes de rango social secundario que ponen ropa al dirigente de la ciudad. Se distinguen algunas insignias de la importancia social del personaje principal como el estandarte y el tocado complejo. La parte inferior presenta una escena de corte donde se sienta al rey sobre su sede, sus consejeros detrás de él. Un personaje de importancia menor está en frente del dirigente, con un estandarte.

El sitio La Rejoya reveló cinco estelas. Cuatro se encontraron en la plaza central (Figura 3), la quinta en un grupo aislado, al suroeste de la colina principal. Esta última se asocia a un altar, pero no presenta ninguna iconografía o escritura. La estela número dos tampoco presenta ningún motivo alguno, y está muy fragmentada. Las estelas 1 y 3 fueron dibujadas por Ian Graham y estudiadas por Steve Houston (1987) y Nikolai Grube (1994).

La estela 1 no se encontró en el sitio durante la temporada de excavación 2008. No se puede decir si se enterró in situ o si fue robada. El proyecto Atlas Arqueológico menciona su presencia en el mapa que hizo del sitio en 1999 (Chocón y Urbina 1999:149), pero se trata en realidad de otra estela. La confusión fue posible ya que no tuvieron tiempo de sacar el monumento entrevisto para comprobar los motivos presentes.

La estela 1 está formada por dos textos y de una escena iconográfica. El primer texto está muy erosionado, pero vemos el Glifo Introductorio de la Serie Inicial que antecede a una fecha de cuenta larga, pero no se puede deducir nada claro del texto. La escena iconográfica es confusa, pero se trata probablemente de una escena de corte. Se ven cartuchos glíficos incorporados a la escena. El segundo texto es más legible. No se puede asegurar con certeza el contenido del mismo, pero parece que se trata del registro de al menos dos acontecimientos. El primero es la llegada a La Rejoya de alguien o de algo (glifo HUL en A12), y el segundo es una ceremonia realizada por el dirigente de La Rejoya en presencia (u kab’iy, en E12) de K’an 2 en F12, el quinto rey de Caracol (titulo en E13) quien reinó entre 618 y 658 de nuestra era (Martin y Grube 2000:88).

Ian Graham subrayó los dos nombres de La Rejoya: “ki-li (kil)” para el nombre político en C12 y E15 y “8 altares” en D12 y F15 para el nombre topográfico. Como lo mencionaron Chase, Grube y Chase (1991:7), la lengua hablada en Caracol tiene mayores similitudes con el yucateco que con el chol. Así, para el diccionario yucateco Cordemex (Barrera Vásquez et al. 1980:316), kil tiene varias traducciones posibles:

  • Pulso, temblor
  • El golpe que da el pulso, el pulso mismo
  • Latido, pulsación
  • Pulsar

El nombre del dirigente de La Rejoya sigue siendo indeterminado, pero se pueden deducir elementos: ? K’ inich ya-?-na, o sea “? K’ inich ya-?-n” en F14.

La Estela 3 está formada por tres escenas iconográficas y un texto. Se preservó bastante bien la parte izquierda de la estela. La primera escena representa el homenaje de un miembro de la élite social a un personaje de rango superior. Las escenas dos y tres son muy poco legibles y ninguna interpretación puede ser certera. El texto se conserva bastante bien en su mitad izquierda. Cosa inusual: los glifos se leen aquí de la izquierda hacia la derecha, una línea después de la otra, al contrario de la tradicional disposición en doble-columna.

Así, se puede leer una primera fecha: 9.11.9.16.2, 12 Ik’ y final de Yaxk’in (0 Mol) (Houston 1987:88). Se trata del 45 aniversario del acceso al poder del dirigente 5 (K’an 2), mientras que se murió 5 años antes de este evento.

El segundo acontecimiento que se puede identificar es una ceremonia llevada por el dirigente 6 de Caracol: K’ak’ Ujol K’inich quien reinó en Caracol entre 658 y 680 (Martin y Grube 2000:94). Aún no se pudo definir el nombre del dirigente de La Rejoya sobre este monumento.

Se descubrió la Estela 4 al pie del edificio occidental de la plaza principal, el que hace frente a la pirámide (Figura 14). Pensamos desde el inicio que se trataba de la Estela 1 registrada por el Atlas, pero las primeras observaciones nos condujeron a darle otro nombre “Estela 4”, la cual se encuentra bastante erosionada. Intentamos descifrar el texto aún legible. La estela fue probablemente levantada por saqueadores que, al ver la gran erosión de la piedra y el peso de ésta, prefirieron dejarla in situ. No se puede deducir mucho de los análisis preliminares, pero parece que el texto hace alusión a Caracol y al topónimo de La Rejoya.

Se pudo identificar algunos glifos durante el análisis preliminar del monumento. Toda la parte superior izquierda del monumento está muy erosionada. La fecha no puede ser leída con certeza. Al contrario, en la parte inferior derecha se puede identificar algunos signos. Se pudo leer un glifo de relación: YAL (el hijo de la madre), con lo que parece ser el nombre de una mujer después (L5). Eso significa que este texto tiene una parte histórica como lo que pudimos ver en las estelas 1 y 3 de La Rejoya. En N4, se puede leer K’ak’ Ch’e’n (o sea “la gruta del fuego”), en M5, aj Witz (“el de la montaña”) y en M6 ik’ bolon?, tal vez un topónimo.

RESUMEN

El sitio La Rejoya se inscribe perfectamente en la época de dominación de Caracol en esta parte de Petén (Figura 6). Su apogeo durante el Clásico Tardío corresponde a una intensa actividad política y urbanística de la ciudad de Belice, haciendo alianzas con las grandes ciudades de Petén (Calakmul), guerras contra otras (Naranjo y Tikal), y estableciendo un sistema complejo de calzadas que conectan todos sus sitios satélite.

Caracol es uno de los pocos sitios Mayas que tenía una verdadera red de comunicación en todo su territorio (así como Coba, en Quintana Roo). De esta manera, los sitios satélites se conectan físicamente a la ciudad madre, casi como una extensión física de la ciudad. El hecho de que la calzada se haya construido en una única fase, en el mismo momento que la edificación del sitio, muestra una voluntad deliberada de unir La Rejoya a Caracol por un tipo de “cordón umbilical”.

No obstante, no todos los sitios situados en el territorio de Caracol poseían tales calzadas. Parece que los sitios de menor jerarquía a los principales satélites no poseían calzadas. Tal parece ser el caso de Piedra Quebrada que, a pesar de tener una cerámica similar a la de Caracol, no se conectaba físicamente al conjunto del tejido de comunicación.

PERSPECTIVAS

El Proyecto La Rejoya permitió hacer un modesto puente entre los conocimientos de la región de Caracol y los del este de Petén. Pudimos seguir una de las calzadas de Caracol hasta su límite occidental, incluso está permitido pensar que La Rejoya tenía una esfera de influencia local, con una red de comunicación establecida, pero no tan construida como la de Caracol.

La región situada al este del río Chiquibul es bastante difícil de acceso. No obstante, los sitios arqueológicos abundan sobre las alturas. Pudimos localizar al menos cinco sitios desconocidos hasta la fecha sobre las cumbres de las colinas y uno en un valle, en una región de 25 km².

Algunas fuentes mencionan una calzada a partir del centro de Caracol hacia San José, en Petén. Sería interesante ver los límites de la red de comunicación de Caracol para su parte suroeste. De la misma manera, sería interesante estudiar los sitios localizados entre La Rejoya y Naranjo para ver de manera más precisa los límites de influencias respectivos de Caracol y Naranjo en esta región intermedia.

AGRADECIMIENTOS

Un proyecto arqueológico es una empresa larga que requiere numerosas ayudas. Apoyos a la vez materiales y morales son igualmente importantes. Deseamos agradecer el Ministerio Francés de Asuntos Exteriores, al CEMCA, el UMR 8096 del CNRS, el Instituto de Antropología e Historia de Guatemala y el Departamento de Arqueología de Belice. Además, queremos agradecer a las personas que contribuyeron al éxito de este proyecto, por sus consejos y apoyo: Don Israel García, Christophe Helmke, Harri Kettunen, Verónica Velázquez, Mélanie Forné, Arlen Chase, Jaime Awe, Nikolai Grube, Salvador López, Héctor Escobedo, Erick Ponciano, Juan Pedro Laporte, Brigitte Faugère, Pascal Mongne, François Giligny, Charlotte Arnauld, Xavier Cuenin, Raquel Macario, Carlos Agudelo y Anaité Galeotti.

REFERENCIAS

Barrera Vásquez, Alfredo et al. (ed)

1980        Diccionario Maya Cordemex: maya-español, español-maya. Ediciones Cordemex, Mérida.

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Figura 1 Localización geográfica de la región de La Rejoya

Figura 2 Mapa del sitio La Rejoya

Figura 3 Grupo central de La Rejoya

Figura 4 Grupo norte de La Rejoya

Figura 5 Grupo sur de La Rejoya

Figura 6 Ubicación de la red de calzadas del área de Caracol. Las calzadas exploradas están indicadas con color negro y las de gris se refieren a posible calzadas aún no investigadas.

Mapa según C. Helmke con modificaciones (Chase y Chase 2001)

Figura 7 Corte del sondeo de la plaza principal de La Rejoya

Figura 8 Cerámica diagnóstica de la plaza principal de La Rejoya

Figura 9 Corte del sondeo de la plaza principal de Piedra Quebrada

Figura 10 Cerámica diagnóstica de la plaza principal de Piedra Quebrada

Figura 11 Corte del sondeo del juego de pelota de Piedra Quebrada

Figura 12 Cerámica diagnóstica del juego de pelota de Piedra Quebrada

Figura 13 Corte del sondeo de la calzada que une La Rejoya a Caracol

Figura 14 Estela 4 de La Rejoya (Foto: H. Kettunen) 

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