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74 – EL SALVADOR RUPESTRE: RECONOCIMIENTO Y REGISTRO DE SITIOS – Marlon Escamilla – Simposio 20, Año 2006

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Escamilla, Marlon

2007        El Salvador rupestre: Reconocimiento y registro de sitios. En XX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2006 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp. 1219-1233. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

74

EL SALVADOR RUPESTRE:

RECONOCIMIENTO Y REGISTRO DE SITIOS

Marlon Escamilla

Palabras clave

Arqueología Maya, El Salvador, geología, arte rupestre, cuevas, ficha de registro

Abstract

ROCK PAINTING IN EL SALVADOR: RECONNAISSANCE AND CATALOGUE OF SITES

Sites with graphic rock painting manifestations represent a significant percentage of the general inventory of archaeological sites in El Salvador. Unfortunately this inventory does not count with a specialized and exclusive record for sites with rock painting motifs. Based on this, the Archaeology Department of CONCULTURA, along with the Arts School of El Salvador University (UES), is developing the El Salvador Rock Painting Project, whose objective is to record the sites with graphic rock manifestations. For the first time, specialized record forms for rock art sites are being implemented, which have been visited and investigated; recording aspects like type of site, characteristics, techniques and morphology and painted motifs, comprising petroglyphs and pictograms.

El territorio que actualmente comprende la República de El Salvador es una región que se caracteriza por la alta densidad de sitios arqueológicos que posee. En la actualidad, el Departamento de Arqueología del Consejo Nacional para la Cultura y el Arte CONCULTURA, cuenta con un inventario de aproximadamente 800 sitios arqueológicos, dentro de los cuales un significativo porcentaje pertenece a sitios con manifestaciones de arte rupestre.

Aunque las investigaciones realizadas acerca del arte rupestre de El Salvador han sido esporádicas, el país cuenta con un importante inventario de más de 60 sitios con presencia de manifestaciones gráfico-rupestres, entre pinturas y petrograbados, los cuales se ubican en las diferentes zonas geográficas en que se divide el país.

Lamentablemente dicho inventario no cuenta con un registro especializado y exclusivo para sitios con motivos rupestres.

En base a lo anterior, el Departamento de Arqueología de CONCULTURA en convenio con la Escuela de Artes de la Universidad de El Salvador (UES) se encuentra desarrollando el Proyecto Arte Rupestre de El Salvador, el cual tiene como finalidad el registro de sitios arqueológicos con manifestaciones gráfico-rupestres en las diferentes regiones que conforma el territorio salvadoreño.

Por vez primera, se han implementado fichas de registro especializadas para sitios de arte rupestre, los que han sido visitados e investigados; registrando aspectos como el tipo de sitio, características, técnicas y morfología de los motivos rupestres, abarcando petrograbados y pictogramas.

Figura 1 Mapa de El Salvador

GEOGRAFÍA: LOS SUELOS VOLCÁNICOS DE EL SALVADOR

Ubicado en la costa del Pacífico al extremo sureste del área cultural Mesoamericana, el territorio que actualmente se conoce como El Salvador, integra en sus 20,000 km² de área una historia geológica dominada por el vulcanismo. Con un número aproximado de 62 edificios volcánicos, el 90 % de las rocas superficiales del territorio salvadoreño son de este origen (Blutstein et al.1971), lo cual refleja una intensa actividad volcánica que causó destrucción e irónicamente beneficios a las diferentes culturas prehispánicas, ya que tomando en cuenta que una erupción violenta, en el mejor de los casos es capaz de obligar a una comunidad a emigrar hacia nuevos rumbos, o en el peor de estos, puede llegar a causar vastas e inmensas pérdidas humanas y la destrucción de sus pertenencias y propiedades.

Sin embargo, después de una catástrofe volcánica se pueden evidenciar algunos beneficios con el transcurrir de los años; por ejemplo, la producción de suelos fértiles, la tierra se ve beneficiada enriqueciéndose de minerales y nutrientes, los cuales generan una flora y fauna muy variada.

Otro beneficio es la formación de materiales como la obsidiana y la hematita, materiales valiosos para la creación de diversos instrumentos utilizados por las sociedades prehispánicas (Sheets 1983).

Por otro lado, brinda una extensa gama de rocas extrusivas o volcánicas, tales como la riolita, la andesita, el basalto, la diorita, las tobas y los diferentes productos piroclásticos. Muchos de los anteriores materiales líticos fueron utilizados por las diferentes sociedades prehispánicas como materia prima para la elaboración de diversos tipos de bienes culturales, como estelas, altares, columnas basálticas y esculturas en general.

Así mismo, el material volcánico sirvió como soporte para que el ser humano expresara y plasmara sus diversas formas de ver el mundo a través del arte rupestre, representando aspectos culturales como su vida cotidiana, formas de sobrevivencia, cosmovisión, elementos y fenómenos naturales, prácticas rituales, en algunos casos asociadas a estados alterados de consciencia, entre otros.

Estas manifestaciones gráfico-rupestres fueron pintadas y grabadas por el ser humano en la mayoría de ocasiones en cuevas, abrigos rocosos, paredones y rocas superficiales.

La geomorfología del territorio salvadoreño se divide en cinco unidades topográficas: las montañas del norte, los valles internos, la cadena volcánica del cuaternario, el bloque de montañas costeras y la planicie costera (Williams 1955). Las montañas del norte es la unidad topográfica que posee las rocas más antiguas de El Salvador, probablemente tan antiguas como el Cretácico o el Mesozoico (Wiesmann 1975).

El afloramiento rocoso en el área de Metapan, departamento de Santa Ana, ubicado al occidente del país, probablemente sea la fuente de muchas de las rocas metamórficas usadas como instrumentos de lítica en la parte central y occidental del territorio salvadoreño (Sheets 1983). La unidad topográfica que comprende los valles internos se ubica paralela a las montañas del norte, justo en la parte sur. Esta unidad no es continua, siendo interrumpida por varios rasgos topográficos.

Uno de los más impresionantes rasgos geomorfológicos de El Salvador es la cadena volcánica del cuaternario, la cual está compuesta por varios complejos volcánicos, incluyendo el complejo volcánico de Santa Ana en el occidente, el de San Salvador y San Vicente en la parte central y el de San Miguel en el oriente.

El bloque de montañas costeras contiene los suelos más erosionados con rocas volcánicas remanentes del Plioceno con algunos flujos piroclásticos, siendo el más joven de ellos la “Tierra Blanca Joven” o TBJ perteneciente a la erupción reciente del volcán Ilopango aproximadamente en el año 260±114 DC (Sheets 1983).

Sin embargo, nuevas investigaciones desarrolladas recientemente parecen indicar que la fecha más indicada para la deposición de la TBJ fue durante la década de los años 20 del siglo V, es decir, entre los años 420±430 DC (Dull et al. 2001).

Finalmente, la planicie costera se compone de depósitos aluviales y piroclásticos, se caracteriza por ser uno de los suelos más fértiles del país con un uso agrícola intensivo tanto en la actualidad como en tiempos prehispánicos (Sheets 1983).

Las diferentes unidades topográficas del territorio salvadoreño sirvieron de escenario paisajístico y de fuente de materia prima para las diversas manifestaciones gráfico-rupestres que desarrollaron las diferentes sociedades prehispánicas. Probablemente estas diferencias topográficas marcaron de igual forma diferencias estilísticas del arte rupestre y la connotación del uso de estos espacios.

ANTECEDENTES DE INVESTIGACIONES RUPESTRES EN EL SALVADOR

La investigación del arte rupestre ofrece la oportunidad de estudiar las diversas formas de comunicación, la expresión gráfica y las prácticas rituales, entre otros aspectos del ser humano, quizá de una manera más cercana e intima que cualquier otro tipo de investigación arqueológica. Al hablar de cercanía se refiere al vínculo extremadamente directo que existe entre la percepción e interpretación del investigador y el extenso universo de ideas y de formas de expresión del ser humano utilizadas al momento de plasmarlas sobre una superficie rocosa.

Esta característica ubica al arte rupestre en una condición de dualidad. Por un lado, el abordaje del sitio se puede tornar sencillo y por otro lado la interpretación y el análisis del arte rupestre están marcados por una enorme complejidad, generando en muchas ocasiones más preguntas que respuestas. Lo anterior probablemente, ha marcado el destino del arte rupestre en general, condenándolo a ser marginado, relegado y a veces hasta ignorado por los investigadores.

El Salvador no ha sido la excepción, aunque a lo largo de poco más de un siglo las investigaciones arqueológicas casi en su totalidad han sido desarrolladas en sitios monumentales, existe un reducido número de investigaciones que han abordado la problemática de los sitios con manifestaciones rupestres. Los inicios de estos abordajes o primeros acercamientos, se remontan hacia finales del siglo XIX con los aportes de diferentes investigadores que se dedicaban a desarrollar importantes e interesantes reportes de sitios con arte rupestre. A continuación, se presentan solamente algunas de las referencias más importantes de investigadores del arte rupestre salvadoreño.

Hacia finales del año 1888, el investigador Santiago Ignacio Barberena visita y describe la Gruta del Espíritu Santo localizada al oriente del país en Corinto, Morazán, siendo ésta la referencia más temprana que existe acerca de un sitio con arte rupestre. Un año después publica un artículo sobre el sitio en el periódico Los Debates. Dieciséis años después, en 1905 Barberena nuevamente publica en el periódico La Quincena el artículo “Elevado Simbolismo de las manos dibujadas en la Gruta de Corinto en El Salvador” ampliando aún más la información sobre la Gruta (Barberena 1950).

En el año de 1913, el investigador Atilio Peccorini publica el artículo “Algunos datos sobre la Arqueología de la República de El Salvador” en el cual brinda un panorama general de la Arqueología de El Salvador de esa época y hace mención sobre una cueva ubicada en el departamento de Cabañas (Peccorini 1913).

El investigador Rodolfo Barón Castro, en 1942 publica el libro “La Población de El Salvador” en el cual menciona al sitio de arte rupestre Titihuapa, mostrando un particular interés por las manifestaciones gráfico-rupestre (Barón 1942).

Hacia la mitad del siglo recién pasado el investigador Remberto Galicia publica el artículo denominado “Petrograbados en una Gruta a orilla del río Torola” en el cual hace una referencia descriptiva del sitio “La Labranza”, ubicado al oriente del país en Cacaopera, Morazán (Galicia 1950). Durante la década de los años 50, el arqueólogo de origen alemán Wolfgang Haberland del Museo Etnológico de Hamburgo, Alemania, desarrolla diversos estudios sobre el arte rupestre en El Salvador. En 1954 publica el artículo “Apuntes sobre Petrograbados en El Salvador” en el cual recopila información y datos científicos de diferentes sitios con arte rupestre.

Los sitios estudiados por Haberland son: los petrograbados del río Titihuapa en San Vicente, la Cueva del Toro en Usulután, los Pictograbados de Sigüenza en Cuscatlán, la Piedra de La Luna en Morazán, los petrograbados de la Cueva del Cerro El Carbón en Morazán y los Fierros de Guatajiagua en Morazán (Haberland 1954).

En el año de 1959 el investigador Tomás Fidias Jiménez, publica el artículo “Reflexiones sobre las inscripciones hundidas en el lago de Güija” (Jiménez 1959).

La década de los años 60 constituyó una intensa época de investigación del arte rupestre salvadoreño. El Museo Nacional Dr. David J. Guzmán desarrolló varios proyectos de investigación en diversos sitios entre los cuales se mencionan: los Petrograbados de Igualtepeque en Güija, Santa Ana, La Pintada en San José Villanueva y Piedra Herrada en Comasagua, ambos pertenecientes a La Libertad, los Petrograbados de Titihuapa en San Vicente, entre otros.

Para la década de los 90 la arqueóloga francesa Elisenda Coladán, desarrolla dos proyectos de investigación del arte rupestre. En 1996 realiza un estudio preliminar denominado “Pinturas rupestres e industrias líticas lasqueadas del oriente de El Salvador. La Gruta del Espíritu Santo en Corinto y sus alrededores”. En 1998 Coladán desarrolla el proyecto “Nuevos datos sobre el arte rupestre de El Salvador” en el cual hace referencia y descripciones de varios sitios, entre ellos se puede mencionar: la Gruta del Espíritu Santo y La Cueva del Toro, ambos en Morazán, sitio La Pintada en San Vicente, sitio Piedra Labrada en Zacatecoluca, La Paz y la Cueva del Ermitaño en Chalatenango.

Para el año de 1999, el arqueólogo Marlon Escamilla del Departamento de Arqueología de CONCULTURA desarrolla una investigación de los Petrograbados del sitio Piedra Herrada ubicado en Comasagua, La Libertad, realizando un registro fotográfico y de calcos de los petrograbados (Escamilla 1999).

Durante el año 2005, la Misión Arqueológica Franco-Salvadoreña bajo la Coordinación del arqueólogo Sébastien Perrot-Minnot, desarrolla el proyecto de investigación denominado “Investigaciones Arqueológicas en la Zona de Titihuapa, departamentos de San Vicente y Cabañas” realizando un registro y levantamiento fotográfico de los petrograbados del sitio La Pintada en Titihuapa.

Todas las investigaciones anteriores han aportado información valiosa acerca de sitios con arte rupestre, probablemente unas profundizan más que otras en la problemática rupestre, sin embargo, el inventario y el registro de los sitios no ha sido un aspecto abordado de una manera sistemática por estas investigaciones.

METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN

El Proyecto Arte Rupestre de El Salvador, desarrollado por el Departamento de Arqueología de CONCULTURA y la Escuela de Artes de la UES, tiene por objetivo registrar de forma documental, geográfica, gráfica y visual la mayor muestra de sitios con arte rupestre en la región salvadoreña. Diseñar y aplicar un proceso metodológico apropiado y eficaz para el registro y estudio de los sitios, abordándolos de forma equilibrada abarcando los componentes arqueológico y artístico en el estudio.

El equipo de trabajo está conformado por especialistas en ambas ramas. La parte científica, está conformada por un equipo de cuatro arqueólogos y la parte artística la conforman dos profesionales graduadas en la Licenciatura en Artes.

La necesidad de esta investigación se justifica ampliamente, considerando que no existe ningún otro estudio de este tipo debido a que los diferentes enfoques que hasta hoy se conocen sobre la temática, se abordan de manera aislada, lo que no permite un conocimiento integral y específico en el área arqueológica o artística.

Por otra parte, la investigación aportaría al conocimiento de la población sobre la riqueza cultural contenida en el arte rupestre y la urgente necesidad de valorar y proteger la herencia cultural de sus antepasados. La principal utilidad de la investigación radica en la creación de un banco de datos actualizado del patrimonio arqueológico con manifestaciones gráfico-rupestres de la región salvadoreña, información de carácter histórico, cultural, social y educativo de interés para la comunidad en general.

El estudio es de carácter exploratorio y descriptivo, considerando la observación a través de las visitas de campo, el registro y el análisis con apoyo de componentes científicos y tecnológicos especializados y el registro visual. El procedimiento de la investigación se inició con una recopilación de referentes bibliográficos y la selección de sitios a visitar, ya que la muestra se encuentra dispersa en todo el territorio nacional, se partió de una muestra inicial de los sitios por zonas departamentales cubriendo sitios ubicados en unidades topográficas particulares.

Posteriormente, se trabajó en el diseño y preparación de la ficha de registro, para luego planificar las visitas de campo e iniciar con el registro y documentación de los sitios con arte rupestre. Actualmente, se están desarrollando aún visitas de campo tratando de cubrir la mayor cantidad posible de sitios, una vez finalizada la temporada de campo, se analizarán y sistematizarán los resultados, se clasificarán las imágenes para la elaboración de un catálogo, puesto que se pretende crear una base de datos, el diseño de una página web y la publicación del documento final (Figuras 2 a 6).

Figura 2 Fotografías de petrograbados

Figura 3 Fotografías de petrograbados

Figura 4 Fotografías de petrograbados

Figura 5 Fotografías de petrograbados

Figura 6 Fotografías de petrograbados y de pintura en la roca

DISEÑO DE FICHA DE REGISTRO

Actualmente el registro del Departamento de Arqueología de CONCULTURA cuenta con una ficha de registro única la cual es utilizada para sitios arqueológicos en general sin diferenciar la presencia o ausencia de manifestaciones gráfico-rupestre. En base a lo anterior, el Departamento de Arqueología implementó el diseño de una ficha de registro exclusiva para sitios con arte rupestre, la cual aporta la mayoría de datos necesarios y fundamentales para una interpretación científica y especializada de las manifestaciones gráfico-rupestres tratando de abarcar aspectos técnicos que son esenciales en el registro, documentación, análisis e interpretación del arte rupestre. La ficha de registro está conformada por ocho secciones, cada una aborda una temática diferente. A continuación, se describe brevemente las diferentes secciones que conforma la nueva ficha de registro:

LOCALIZACIÓN

Esta sección abarca los principales datos necesarios para la ubicación del sitio o yacimiento, iniciando con el nombre del sitio y las personas que lo registran, así mismo incluye la ubicación con puntos GPS (Sistema de Posicionamiento Global), la altitud a la que se encuentra y una descripción del acceso lo cual permite al investigador acceder más fácilmente al sitio, ya que la ubicación en una carta geográfica no siempre es suficiente.

CONTEXTO GEOGRÁFICO

Abarca una descripción detallada acerca de la geomorfología del entorno en el cual se encuentra localizado el sitio, así como el soporte o tipo de roca en la cual se encuentran plasmadas las manifestaciones rupestres, el tipo de flora y si existe el elemento agua asociado al sitio. El objetivo es brindar un panorama general de todo el entorno vinculado al sitio.

DESCRIPCIÓN DEL SITIO

Desarrolla la descripción del aspecto general del sitio como el tipo de éste, tipo de manifestación plasmada en la superficie rocosa, la orientación general del sitio y sí existen materiales culturales asociados al yacimiento. El objetivo es clasificar o tipificar al sitio, brindando información más específica y detallada del tipo de manifestación y no solamente englobarlo como sitio de arte rupestre como se ha realizado hasta la fecha.

CARACTERÍSTICAS DE LAS MANIFESTACIONES: TÉCNICAS

La presente sección describe las principales características de técnicas de elaboración de los motivos rupestres. Además del aspecto gráfico formal, los motivos rupestres presentan particularidades dadas por la técnica de elaboración. Los materiales y posibles instrumentos utilizados determinan nuevos elementos de juicio para pensar en los aspectos que homogenizan o diferencian una región de otra. Empero, esta información permite determinar aproximaciones técnico culturales en la ejecución de petrograbados o pictografías.

CARACTERÍSTICAS DE LAS MANIFESTACIONES: MORFOLOGÍA

Describe las principales características de formas plasmadas en los motivos rupestres, detallando no solamente el tipo de figura identificada, sino abarcando aspectos como la distribución de las manifestaciones rupestres, un estimado de la cantidad y un rango de las dimensiones de los motivos rupestres identificados. La descripción e interpretación de las manifestaciones ha sido uno de los grandes vacíos en las investigaciones rupestres, muy pocas veces se ha tratado de abordar esta temática. Esta información al igual que la sección anterior, permite determinar aproximaciones comparativas de la morfología que homogenizan o diferencian una región de otra.

CONSERVACIÓN DEL SITIO

La conservación del sitio o yacimiento, también ha sido una temática poco analizada. Esta sección tiene como objetivo brindar una visión e interpretación integral del sitio, tratando de actualizar datos sobre el uso actual del lugar, la tenencia de la tierra donde se encuentra el yacimiento y los daños que presenta el sitio tanto por causas naturales como antrópicas.

CONSIDERACIONES SOBRE TEMPORALIDAD

Uno de los aspectos más difíciles de lograr determinar en sitios con manifestaciones gráfico-rupestres es la época en que éstos fueron realizados. Sin embargo, en base a la interpretación hecha en la visita de campo y los posibles materiales culturales asociados, aunque éstos no necesariamente sean representativos de una datación absoluta de los motivos rupestres, se tratará, en la medida que sea posible, dar una ubicación cronológica aproximada del sitio.

INTERPRETACIÓN DEL SITIO

En esta sección se intentará, en base a los datos obtenidos en campo, desarrollar una interpretación del sitio o yacimiento abarcando aspectos como el posible uso del sitio y la razón por la cual se plasmaron los motivos rupestres, a través de un análisis comparativo geográfico y cultural.

REGISTRO FOTOGRÁFICO Y MAPA

La ficha está complementada con un registro visual de los motivos rupestres y con una ubicación en un mapa topográfico.

REGISTRO DE SITIOS CON MANIFESTACIONES GRÁFICO-RUPESTRE

El Proyecto Arte Rupestre de El Salvador, hasta la fecha ha registrado más de diez sitios con manifestaciones gráfico-rupestre. En la mayoría de los casos los sitios ya se encontraban previamente registrados, por lo tanto se realizó un trabajo de actualización de datos, aunque cabe mencionar que muchos de los sitios no poseían mayor información que el nombre, ubicación y una escueta descripción. Sin embargo, también se han registrado nuevos sitios de los cuales no existía referencia alguna.

Durante las visitas de campo también se ha logrado constatar que muchos de los sitios previamente registrados presentan una errónea ubicación tanto en los mapas oficiales como en la fichas de registro, equivocación que en algunos casos llega a ser hasta de varios kilómetros.

Por otro lado, se ha logrado corroborar que algunos sitios fueron registrados en el pasado como sitios con manifestaciones gráfico-rupestres cuando lo que presentan son formaciones rocosas naturales muchas veces asociadas a las populares interpretaciones locales como la “huella del diablo” o “patadas de caballo”.

A continuación se presentan dos ejemplos de sitios registrados por el proyecto, uno previamente registrado y otro sin referencia. El primer sitio se denomina Piedra Pintada y está ubicado en el cantón El Palomar y Hacienda La Arada Vieja, municipio de San José Villanueva, departamento de La Libertad, a una altura de 240 m sobre el nivel del mar.

La geomorfología de la zona está conformada por acantilados. El sitio está conformado por una pared rocosa que forma parte de un pequeño acantilado que corre sobre un eje norte-sur a manera de lengua.

Al costado oeste presenta una pequeña quebrada de invierno. El paredón posee una altura de 4.65 m por 15.40 m de ancho y 3 m de profundidad. La zona que abarca los petrograbados es de 2.50 m de alto por 4.10 m de ancho. La orientación general del sitio es hacia el oeste y el tipo de manifestaciones rupestres que presenta el paredón son grabados en su totalidad. El tipo de grabado que exhibe es inciso a manera de surco y en bajo relieve.

La morfología de los grabados está compuesta por figuras antropomorfas como representaciones de cuerpo y cabeza, y zoomorfas como aves e insectos. La morfología geométrica que exhibe está conformada por líneas rectas, rectángulos, grecas, zig-zag, curvas, puntos, cuadros y círculos. Así mismo, presenta un conjunto de cúpulas o tacitas con un diámetro que oscila entre 3.50 y 6 cm y una profundidad entre 1.50 y 3 cm. Con respecto a la conservación del sitio, el grado de destrucción que presenta es relativamente agudo.

Actualmente el uso del sitio es agrícola con siembra de maíz y fríjol. Aunque la tenencia de la tierra es privada, el sitio colinda con un área de reserva natural, lo cual irónicamente afecta al sitio por el flujo no controlado de turistas que lo visitan. Entre las acciones antrópicas se observa la mancha de yeso o tiza dentro de las incisiones, grafitis hechos con plumones permanentes, extracción de la superficie rocosa con el objetivo de obtener como souvenir un petrograbado, fogatas al pie del paredón, entre otras.

Entre las acciones naturales que afectan a la conservación del sitio se lograron identificar filtraciones de agua por la lluvia, crecimiento de micro y macro flora, raíces de árboles de considerable tamaño, panales de abejas, entre otros. Acerca de la temporalidad del sitio y la interpretación del mismo, se necesita profundizar mucho más en las investigaciones.

Lamentablemente en los alrededores del sitio no se logró identificar material cultural como fragmentos cerámicos o líticos. Se considera que la muestra de calcos y fotografía recolectada por el proyecto aún es muy escasa, ya que se tendría que visitar más sitios rupestres para poder desarrollar un estudio comparativo del estilo de las manifestaciones gráfico-rupestre con la finalidad de establecer un estudio interpretativo analizando el estilo y asociándolo a una determinada unidad topográfica.

El segundo sitio se denomina El Tablón y está ubicado en el caserío El Tablón, municipio de El Carrizal, departamento de Chalatenango, a una altura de 880 m sobre el nivel del mar. La geomorfología de la zona está conformada por lomas. El sitio está formado por un afloramiento de rocas dispersas ubicadas sobre el borde de una pequeña loma que a su vez forma una especie de un pequeño cañón. La orientación general del sitio es hacia el norte y está conformado por siete rocas volcánicas con muestras de petrograbados de regular tamaño que recorren aproximadamente sobre un eje este-oeste.

El tipo de manifestaciones rupestres que presenta son grabados en su totalidad. El tipo de grabado que exhibe es inciso, bajo relieve y tipo afilador. La morfología de los grabados está compuesta por figuras antropomorfas de cuerpo completo, manos y cabezas, y figuras zoomorfas de monos. La morfología geométrica que exhibe está conformada por líneas rectas, rectángulos, curvas, puntos, cuadros, puntos y círculos.

Así mismo, presenta probablemente representaciones del sol. Con respecto a la conservación del sitio, el grado de destrucción que presenta es relativamente leve. Actualmente el uso del sitio es el de potrero. Entre las acciones antrópicas se observa la mancha de yeso o tiza dentro de las incisiones, fogatas, entre otras. Entre las acciones naturales que afectan a la conservación del sitio se lograron identificar la erosión del terreno donde se encuentran las rocas, hongos, microflora, entre otros. Acerca de la temporalidad del sitio y la interpretación del mismo, se necesita profundizar mucho más en las investigaciones. Lamentablemente en los alrededores del sitio no se logró identificar material cultural como fragmentos cerámicos o líticos.

CONSIDERACIONES FINALES

El arte rupestre es una manifestación exclusiva del ser humano, la cual fue plasmada sobre una superficie rocosa por diversas razones, posiblemente causadas por necesidades o patrones conductuales innatos al ser humano o por sustancias que provocaron estados alterados de consciencia, o probablemente por la necesidad del ser humano por expresar de una manera gráfica su relación con la naturaleza y con su condición social.

El estudio del arte rupestre permite una reconstrucción de aquellas tempranas sociedades que encontraron la necesidad de modificar superficies rocosas con motivos que expresan lo cotidiano y lo divino. El registro arqueológico y artístico del patrimonio grabado en piedra, logrará la integración de dos perspectivas: la científica y la estética. El Proyecto Arte Rupestre de El Salvador, pretende demostrar que la visión del pasado se convierte coherente cuando se refleja el aspecto cultural así como el pictórico.

La integración de estas visiones y experiencias prometen una nueva interpretación y apreciación del arte rupestre en El Salvador. En este contexto, la metodología de investigación para un sitio con arte rupestre o la forma de abordaje del mismo, debe de ser planificada bajo una visión interdisciplinaria que permita obtener interpretaciones con diferentes puntos de vista con el objetivo final de minimizar la complejidad del estudio de este fenómeno llamado Arte Rupestre.

REFERENCIAS

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1950        La Gruta de Corinto. En Anales del Museo Nacional “David J. Guzmán”. Tomo I. No.3. Dirección de Publicaciones, Ministerio de Educación, San Salvador.

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1999        Informe Arqueológico de los Petrograbados del Sitio Piedra Herrada, Comasagua. Informe Inédito Entregado al Consejo Nacional para la Cultura y el Arte CONCULTURA. San Salvador.

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1950        Petrograbados en una Gruta a Orilla del Corola. Anales del Museo Nacional “David J. Guzmán”, Tomo I. No.2. Dirección de Publicaciones, Ministerio de Educación, San Salvador.

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1954        Apuntes sobre Petrograbados de El Salvador. Comunicaciones 3. Instituto Tropical de Investigaciones Científicas, Universidad de El Salvador, San Salvador.

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1959        Reflexiones Sobre las Inscripciones Rupestres Hundidas en la Aguas del Lago de Güija, El Salvador. En XXXIII Congreso Internacional de Americanistas. Tomo II. Editorial Antonio Lehmann, San José.

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1913        Algunos datos sobre la Arqueología de la República de El Salvador. Journal de Societé des Americanistes de París, Tomo X. París.

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1983        Archaeology and Volcanism in Central America: The Zapotitan Valley of El Salvador. University of Texas Press, Austin, USA.

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