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20 La transición del Preclásico Tardío al Clásico Temprano en la zona intersitio de Xultun y San Bartolo en Petén – Thomas G. Garrison – Simposio 18, Año 2004

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Garrison, Thomas G.

2005        La transición del Preclásico Tardío al Clásico Temprano en la zona intersitio de Xultun y San Bartolo en Petén. En XVIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2004 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp.261-266. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

20

LA TRANSICIÓN DEL PRECLÁSICO TARDÍO

AL CLÁSICO TEMPRANO EN LA ZONA INTERSITIO

DE XULTUN Y SAN BARTOLO EN PETÉN

Thomas G. Garrison

Palabras clave:

Arqueología Maya, Guatemala, Petén, San Bartolo, Xultun, heterarquía, organización política, Preclásico Tardío, etapas de sequía, medio ambiente

Durante las últimas décadas se han llevado a cabo investigaciones intensivas sobre la sociedad Maya durante el Preclásico. En Guatemala, algunos proyectos como los de Tikal, Uaxactun, Tak´alik Ab´aj, Kaminaljuyu, Holmul y la Cuenca Mirador, entre otros, han desempañado un papel en esta reanudación de los estudios del Preclásico. Otros proyectos importantes en Belice y México, como Cerros, Lamanai, Cuello, Becan, Xocnaceh, Calakmul y Yalahau, también han ampliando el conocimiento del Preclásico. Actualmente, uno de los puntos que están siendo investigados por el Proyecto Regional San Bartolo es la transición del Preclásico Tardío al Clásico en el noreste de Petén.

Anteriormente, los expertos distinguían el Clásico del Preclásico por la aparición de arquitectura abovedada de piedra, inscripciones monumentales, cerámica policroma, un complejo sistema ceremonial y una sociedad estructurada en clases, todos los cuales desde entonces han sido descubiertos en contextos del Preclásico Tardío (Adams y Culbert 1977; Hammond 1982). La excavación reciente de los murales de San Bartolo demuestra que la escritura Maya ya estaba desarrollada en las Tierras Bajas para el 100 DC. Por lo tanto, podría preguntarse si en realidad hubo una transición del Preclásico al Clásico, o si los periodos temporales designados por los arqueólogos no han sido suficientemente estudiados. Sin embargo, bajo todos los problemas cronológicos y las obvias continuidades hay en realidad diferencias y cambios que pasaron entre el Preclásico y el Clásico.

Los cambios que ocurrieron fueron transformaciones en el paisaje político y económico del área Maya. Al final del Preclásico Tardío, los sitios prósperos de las Tierras Altas comenzaban a derrumbarse (Sharer 1994). La más destacada de estas ciudades era el gran centro comercial de Kaminaljuyu. Es posible que la caída de los sitios de las Tierras Altas fuera el resultado de la destrucción de la red de intercambio causada por la erupción del volcán Ilopango en El Salvador (Sheets 1971, 1979). Hacia el mismo tiempo, muchos sitios del Preclásico Tardío en las Tierras Bajas sufrían la disminución de población o eran completamente abandonados. Por otra parte, el enorme sitio de El Mirador y Nakbe – su predecesor en el área nor-central de Petén – fueron abandonados (Hansen 1992). En el noreste de Petén, San Bartolo fue definitivamente abandonado hacia el fin del Preclásico Tardío (Urquizú y Saturno 2002), y muchos otros sitios en la Cuenca Ixcanrio cerca de Río Azul, parecen sufrir retrocesos en ese tiempo (Adams 1999).

En el este de Petén, los sitios Cival y T’ot en la Cuenca Holmul caen, mientras Holmul surge como el poder dominante durante el Clásico es esa región (Estrada Belli 2002). El sitio costero de Cerros en el norte de Belice también fue abandonando al final del Preclásico Tardío, tal vez como respuesta a la caída de El Mirador (Reese-Taylor y Walker 2002). Muchos otros sitios padecieron por lo menos de una breve interrupción o de disturbios en su historia ocupacional hacia el fin del Preclásico Tardío. De este modo, mientras muchos de los “indicadores de civilización” tradicionales ya estaban desarrollados en el área Maya durante el Preclásico, todavía parece existir una transición del Preclásico al Clásico con el paisaje político y económico cambiando drásticamente durante este tiempo.

Hansen (1992, 1993), ha sugerido que el colapso de El Mirador y los otros centros del área nor-central de Petén estuvo relacionado con la degradación ambiental, la cual pudo desembocar en la descentralización de la red de distribución a través de todas las Tierras Bajas (Reese-Taylor y Walker 2002). La degradación ambiental fue un factor en el abandono durante el Preclásico Tardío en San Bartolo, basado en la reducción observada del espesor de los pisos en las plazas (Saturno 2002). Adams (1999), nota la disminución drástica en la población rural del Clásico Temprano cerca de Río Azul y también discute la degradación del ambiente como un problema con lo cual los Mayas tuvieron que tratar.

El trabajo reciente de Vernon Scarborough, Fred Valdez y Nicholas Dunning (2003a), provee el marco interpretativo para la investigación de la transición del Preclásico al Clásico en el noreste de Petén. Se discute la economía política de los Mayas en términos de heterarquía. La economía política describe cómo la clase elitista maneja los recursos de la comunidad en su totalidad. Uno de los mayores asuntos a investigar es la forma utilizada por la sociedad en las relaciones de poder entre grupos para organizar el uso de los recursos.

Un modelo de heterarquía social es la mejor manera para explicar esta manipulación de recursos (Scarborough y Valdez 2003). La heterarquía se define como “el equipo de interdependencias complejas y menos previsibles dentro y entre miembros de un grupo” (Scarborough et al. 2003b). El punto importante es que no todo el intercambio sigue caminos verticales como en un modelo más jerárquico, aunque la heterarquía misma es un modelo bastante flexible que puede incorporar varios puntos de vista, incluyendo las interpretaciones jerárquicas. Scarborough y Valdez (2003), argumentan implícitamente que la heterarquía se desarrolló en el área Maya debido a la presencia de recursos dispersos y frágiles, así como también a la lenta velocidad en la cual los paisajes eran planificados para aumentar el sostenimiento del crecimiento poblacional a largo plazo.

Estos expertos usan su área de investigación, la Región de los Tres Ríos, como un microcosmos de todas las Tierras Bajas Centrales, según la diversidad de recursos y medio ambiente dentro de ese territorio. Aunque esta puede ser una extrapolación discutible, la proximidad de la región de los Tres Ríos a la zona Xultun-San Bartolo, la hace un área razonable para la comparación de datos arqueológicos.

En la Región de los Tres Ríos se argumenta que centros de variado tamaño eran interdependientes política y económicamente (Scarborough et al. 2003b). Las bases de la organización económica de los Mayas eran las llamadas “comunidades especializadas en recursos” que se desarrollaron en aquellas áreas en donde los productos naturales eran sumamente circunscritos. Estas comunidades también se desarrollaron en zonas con potencial de agricultura intensiva, mientras que el paisaje estaba organizado en comunidades de “bajos”, “terrazas” y “aguadas”. Aunque el contexto de las “comunidades especializadas en recursos” es una condición gradual (Scarborough y Valdez 2003), la autonomía absoluta en las comunidades Mayas no fue una opción durante el Clásico.

A diferencia de las “comunidades especializadas en recursos”, otros consideran que sucedió más bien una tendencia hacia la generalización del uso de los recursos basada en la necesidad de tener diversidad cuando se vive en un medio ambiente tan desigual (Dunning et al. 2003). Actualmente, en la zona intersitio Xultun-San Bartolo se trata de aplicar un modelo que utiliza aspectos importantes del modelo de heterarquía con “comunidades especializadas en recursos” (Scarborough y Valdez 2003), así como la propuesta más conservadora de la generalización del uso de recursos (Dunning et al. 2003).

Este modelo se aplica por medio de un programa sistemático de reconocimiento y excavación en la zona intersitio de Xultun-San Bartolo, usando GPS de alta resolución y reconocimiento de estación total, complementado con nuevas tecnologías de sensores remotos proveídas por la NASA.

San Bartolo es un centro Preclásico Tardío de tamaño mediano, cubriendo 4 km2. Arquitectura ceremonial (incluyendo templo-pirámides, un Juego de Pelota, una gran plaza y un palacio), monumentos tallados (como estelas y barrigones), y por supuesto los murales con inscripciones jeroglíficas, son elementos importantes del sitio que sugieren que San Bartolo fue parte de una civilización compleja a nivel de estado en el Preclásico Tardío.

A su vez, Xultun no ha sido completamente reconocido pero es un asentamiento enorme, cubriendo cuando menos 16 km2. Todos los elementos presentes en San Bartolo, con la excepción de los murales, se encuentran en Xultun, en una forma mucho más grande. La pirámide más alta del sitio, la Estructura A-1 (Von Euw 1978), domina la plaza del Grupo A con una altura de 35 m. Hay 22 estelas conocidas y un corpus extensivo de cerámica con el glifo emblema de Xultun (Garrison y Stuart 2004). Quizá Xultun sea el sitio arqueológico más grande sin investigar en Petén, lo cual sin duda afecta nuestro entendimiento de la política Maya del Clásico en esta zona.

El área entre San Bartolo y Xultun es de bajos intermitentes y montaña, con pocos trechos continuos de tierra más elevada como para sostener asentamientos en una escala grande como San Bartolo, o menos aún, Xultun. Las estructuras más grandes en la zona intersitio identificadas hasta ahora están en el sitio de Chaj K’ek’ Cue, ubicado en una península en el bajo. Este sitio fue descubierto en la temporada 2003 usando imágenes de satélite, y actualmente está siendo investigado por Robert Griffin (Garrison 2003; Garrison et al. 2004). Allí parece haber una residencia elitista con una altura de 8 m.

Se propone que durante el Preclásico Medio y Tardío, un grupo de comunidades interdependientes se desarrollaron en la zona intersitio de Xultun-San Bartolo y la región de la cuenca Ixcanrio (Quintana y Wurster 2001). Estas comunidades se desarrollaron en términos de una economía política de heterarquía enfatizando la cooperación entre grupos (Scarborough et al. 2003b). Algunas de estas fueron “comunidades especializadas en recursos particulares”. Un ejemplo es el sitio de Las Minas, cerca de San Bartolo, descubierto en 2003. En Las Minas, el número de canteras de caliza es desproporcionado con respecto al número y tamaño de las estructuras en el sitio, sugiriendo que los bloques de caliza fueron exportados, tal vez cerca de Isla Oasis. En este contexto del Preclásico Tardío se sugiere que los bajos fueron más húmedos durante todo el año en contraste con el tiempo actual. Esto se observa por la identificación de polen de “caña de cola de gato” (una especie perenne de terrenos húmedos), en niveles del Preclásico en un bajo cerca de La Milpa en Belice (Dunning et al. 2002, 2003).

Siguiendo con el modelo, se sugiere que al final del Preclásico Tardío hubo una sequía extendida que ha sido demostrada por numerosos muestreos tomados en lagos y otras fuentes de datos ambientales (Rosenmeier et al. 2002; Hodell et al. 2001; Gill 2000; Curtis et al. 1998, 1996). Aún más evidencia proviene de análisis isotópicos realizados sobre huesos cánidos de Colha, demostrando que los perros consumían más en plantas C4 hacia el final del Preclásico que las plantas C3 que anteriormente conformaban su alimentación (White et al. 2001). Las plantas C4 son más representativas de ambientes áridos. Esto concuerda con las investigaciones de Dunning y sus colegas (2002), y Hansen (1998), donde los bajos en la zona de intersitios entre Xultun y San Bartolo fueron sellados por la erosión del sílice que se acumuló a través de la acción prolongada de la sequía, combinada con la deforestación extensiva, que causó una crisis en el sistema de subsistencia de los antiguos Mayas, el cual tuvo una repercusión en la heterarquía y en la economía política, y que fue responsable del surgimiento de la compleja estructura del Preclásico Tardío.

Se propone que esto creó una concentración nuclear de los patrones de asentamiento alrededor de los sitios que controlaban los recursos de los ríos principales (por ejemplo Río Azul), o más pertinente, al área de Xultun. Estos son sitios que controlaban un número significativo de aguadas. Dos sitios en el noreste de Petén son más consistentes con el segundo ejemplo, estos son Xultun y un sitio grande al norte de la Isla Oasis, que ha sido identificado en imágenes satelitales de IKONOS. Xultun tiene cinco aguadas grandes conocidas alrededor de su área inmediata (Von Euw 1978). Usando imágenes satelitales, un número de aguadas ha sido identificado en espacios a intervalos constantes a lo largo de la orilla este de Isla Oasis. Poderosas dinastías surgían en sitios como Xultun, como resultado de la capacidad percibida de los gobernantes de enfrentarse con cambios ambientales drásticos. Esto no quiere decir que la soberanía se desarrolló como resultado de estos cambios ambientales, más bien el concepto preexistente de soberanía divina fue reforzado durante el Clásico Temprano por las poblaciones más concentradas en localidades circunscritas por medio de ambientes específicos, como Xultun.

Dunning y sus colegas (2003:20), sugieren que los depósitos acumulados como resultado de la erosión en zonas de declive que rodean los bajos, podrían producir un hábitat fertilizado aunque los propios bajos hubieran estado sellados por el sílice. Una vez que el clima se recuperaba de la sequía Preclásica y que los Mayas desarrollaban la tecnología para aprovechar esos declives fertilizados de los bajos, las poblaciones del Clásico comenzaron a crecer y florecer. Las hegemonías políticas que se desarrollaron durante el Clásico Temprano tenían que encontrar ahora una manera de tratar con las poblaciones elitistas que crecían. Se propone que las estructuras grandes en sitios como Chaj K’e’k Cue, fueron construidas por élites de Xultun, quienes tenían el control de la península para mantener el orden político.

Una heterarquía de comunidades interdependientes había surgido otra vez, en la que cada comunidad era dependiente en sus vecinos para obtener recursos, pero en términos de la economía política había menos autonomía que en el florecimiento del Preclásico Tardío. Las comunidades se habían unido a un centro más grande, en este caso Xultun, por medio de obligaciones de parentesco con las dinastías políticas que surgieron en el Clásico Temprano. A su vez, las hegemonías del Clásico Tardío favorecieron los actos políticos deliberados hacia élites individuales, más bien que las decisiones autónomas de la comunidad; un ejemplo viene a ser la fundación de Dos Pilas por una división en la dinastía de Tikal (Martin y Grube 2000).

En el Clásico Terminal otra sequía llegó a las Tierras Bajas, esta vez mucho más severa que la del Preclásico (Rosenmeier et al. 2002; Hodell et al. 2001; Gill 2000). Mientras varias comunidades cayeron y fueron abandonadas bajo la tensión de la sequía, otras comunidades dentro de la red de interdependencia trataron no solo con la sequía misma, sino también con el cese de la extracción de recursos en sitos que habían sido abandonados. Este proceso comenzaba desde abajo hasta arriba, eventualmente llevando a una decadencia que fue progresiva. El resultado de este acontecimiento fue una serie de comunidades que reocuparon las áreas abandonadas que antes habían sido las grandes capitales.

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