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07 Excavaciones en el sitio La Muerta, Cuenca Mirador, Petén – Edgar Suyuc, Beatriz Balcárcel, Francisco López y Silvia Alvarado – Simposio 18, Año 2004

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Suyuc, Edgar, Beatriz Balcárcel, Francisco López y Silvia Alvarado

2005        Excavaciones en el sitio La Muerta, Cuenca Mirador, Petén. En XVIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2004 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp.69-84. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

7

EXCAVACIONES EN EL SITIO LA MUERTA,

CUENCA MIRADOR, PETÉN

Edgar Suyuc

Beatriz Balcárcel

Francisco López

Silvia Alvarado

Palabras clave:

Arqueología Maya, Guatemala, Petén, Cuenca Mirador, La Muerta, estelas, Clásico Tardío

Durante la temporada de campo 2003 del Proyecto Arqueológico Cuenca El Mirador, se realizaron trabajos de rescate en el sitio conocido como La Muerta, ya que varios rasgos arqueológicos estaban en inminente peligro de colapso y depredación. De esa cuenta se programaron intervenciones en el Edificio A1, el cual se refiere a un templo ceremonial, y en el Edificio A2 que tiene forma piramidal con muros en talud en las fachadas este y oeste, además de escalinatas salientes en las fachadas norte y sur. También se realizaron excavaciones en dos monumentos recientemente localizados. Estas investigaciones forman parte de un esfuerzo por habilitar un paraje en el trayecto que hacen los visitantes hasta El Mirador, desde Carmelita. En este caso es importante resaltar que el sitio está ubicado estratégicamente en esta ruta, pero se encuentra muy depredado y sólo cuenta con monitoreos periódicos de los guarda recursos de El Mirador.

UBICACIÓN, DESCRIPCIÓN Y ANTECEDENTES

La Muerta es un sitio arqueológico considerado periférico de El Mirador, distante 3.5 km al sur del Complejo Tigre (Figura 1). La Muerta funcionó como campamento chiclero, siendo a la fecha la única referencia al origen del nombre. El sitio arqueológico fue preliminarmente explorado y documentado por Hansen hace más de dos décadas (Hansen 1990 en prensa; 1995). Su investigación consistió en un mapeo preliminar, descripción y dibujo de algunos rasgos superficiales y de muros parciales expuestos por los depredadores. En su reconocimiento enfatizó el severo saqueo encontrado en los edificios, especialmente los ubicados en el Grupo Sur, identificados como A1 y A2, notando además la complejidad arquitectónica de los mismos.

La Muerta se identificó como un centro habitado durante el Clásico Tardío. Se localiza entre El Mirador y El Tintal, cercano a la calzada que une a estos sitios. La razón de su ubicación parece haber sido el aprovechamiento de la aguada. Al referirse a rasgos más particulares en cuanto a la descripción del asentamiento se mencionó que el mapeo reveló dos áreas principales de arquitectura con 11 grupos residenciales. El Complejo Sur se localiza cerca de la aguada y el complejo norte está localizado aproximadamente 400 m hacia esa dirección (Hansen 1995:6). Durante esta temporada se documentó un grupo adicional de estructuras asociado a dos monumentos (Figura 2).

Figura 1 Mapa indicando sitios de El Mirador y La Muerta (tomado de Howell NWAF 1989)

Figura 2 Plano de La Muerta con detalle de Edificios A1, A2 y Monumento 1

INVESTIGACIONES EN EL EDIFICIO A1

El Edificio A1 es de estilo templo ceremonial con escalinata saliente en la fachada norte y con una súper-estructura. Tiene 11.50 m de largo por 8.60 m de ancho y 9.40 m de altura. Estas características sugieren una función ceremonial y es posible que tuviera crestería tipo peineta, particular en el centro de Petén durante el Clásico Tardío, semejándose al Templo de las Máscaras de Tikal. Los daños y destrucción del Edificio A1 fueron muy graves debido a que los saqueadores vaciaron el centro hasta los niveles más bajos. Una trinchera de saqueo iniciada en la parte basal del edificio dejó descubierto material y un sistema constructivo (pisos y celdas con muros sólidos rellenos de piedrín). Esta trinchera perforó hasta el nivel de piso de la cámara, la cual se convirtió a su vez en un pozo profundo que perforó pisos y rellenos del edificio llegando hasta su base. La excavación del pozo central provocó dos grandes grietas en la pared sur del edificio. La esquina sur presentó desmoronamiento de más de 1 m hacia adentro debilitándolo aún más. Para la investigación arqueológica se colocaron varias operaciones alrededor, con el fin de revelar sus características arquitectónicas, y así mismo permitir la evaluación por parte del equipo de restauración (Figura 3).

OPERACIONES A1-A, A1-B y A1-C

Se trazaron estas operaciones para revelar el muro del primer basamento en la fachada sur del edificio. El muro presentó varias hiladas de roca caliza tallada en talud, cubriendo el embono de piedra. Los materiales cerámicos recolectados sugieren una fecha para el Clásico Tardío. Muy significativa fue la muestra recolectada de fragmentos de estuco modelado y pintado de color rojo, negro y azul. Estos fragmentos formaron elementos decorativos de los paneles y frisos (Figura 4a).

OPERACIONES A1-E, A1-F y A1-G

Estas operaciones se ubicaron en las fachadas norte y oeste, exponiendo la escalinata saliente en la fachada norte y el primer basamento en la fachada oeste. Uno de los hallazgos significativos consistió en una cara fragmentada finamente modelada en estuco (Figura 4b). Por último se trazó la operación A1H, con el propósito de rescatar el recinto en la parte superior, y la operación A1F que consistió en un túnel en la fachada norte para definir rasgos arquitectónicos y funerarios (López 2004).

INVESTIGACIONES EN EL EDIFICIO A2

Este edificio está ubicado al oeste de A1 y presentó severos daños provocados por el deterioro natural del medio ambiente y especialmente después del fuerte saqueo que dejó al descubierto el interior de dos de las cámaras o recintos abovedados. La investigación arqueológica permitió excavar el interior del edificio en su totalidad y exponer las cuatro fachadas, definiendo sus rasgos arquitectónicos y escultóricos como los materiales arqueológicos asociados (Balcárcel et al. 2004:320-410). El edificio cuenta con seis cámaras abovedadas de diferentes dimensiones y con fino acabado de pisos estucados. Estas cámaras corresponden al primer estadio constructivo. En algunos casos las paredes presentaron un revestimiento parcial de estuco con evidencia de pintura roja.

En el segundo estadio constructivo se definieron dos muros en talud en las fachadas este y oeste, con escalinatas salientes en las fachadas norte y sur, y con remanentes de mascarones tempranos flanqueando las escalinatas. Tanto el primer nivel como el segundo están diseñados con varias cámaras que se conectan unas con otras por medio de reducidos pasillos. Las cámaras tienen diferentes dimensiones y en cuanto a materiales y sistema constructivo, difieren en deterioro dependiendo del caso. El estilo arquitectónico hasta la fecha es diferente para la zona, lo que hace que su arquitectura sea inusual e importante, no solamente por el estilo, sino por su temporalidad.

FACHADA OESTE

En esta fachada se trazaron tres operaciones (A1A, E y D), iniciando con la liberación del escombro de la trinchera de saqueo. Durante el proceso se expusieron los primeros elementos arquitectónicos y escultóricos, como lo fue un fragmento de estuco modelado con evidencia de pintura roja y un bloque de dintel procedente del colapso de las cámaras superiores. Las tres operaciones expusieron en su totalidad la fachada y permitieron liberar totalmente de escombro la cámara central. Esta cámara se intercepta a otros recintos por medio de pasillos de la siguiente forma: al norte están los pasillos 1 y 3 que conectan con las cámaras II y VIII, y al sur los pasillos 2 y 4 que conectan con las cámaras VI y VII (Figura 5). El material arqueológico fue abundante, predominando fragmentos de estuco modelado. Tanto los pasillos como las cámaras presentan un nivel de piso estucado. El material recuperado consistió en fragmentos de núcleos de obsidiana, uno de ellos con decoración incisa, fragmentos bifaciales de pedernal y cerámica.

OPERACIÓN A2-D

Esta operación se ubicó al norte de la trinchera de saqueo descubriendo un muro en talud cuyos materiales de construcción varían notablemente en cuanto a sus dimensiones y forma. Este muro corresponde al segundo estadio constructivo. Dentro del material arqueológico predominó gran cantidad de fragmentos de estuco modelado.

OPERACIÓN A2-E

Se ubicó al suroeste del edificio dejando al descubierto un muro vertical con evidencia de pintura roja en la hilada base. Se definieron dos pisos estucados y varios fragmentos de estuco modelado.

OPERACIÓN A2-H

Esta operación abarcó toda la fachada sur y expuso dos pasillos externos, uno a cada extremo de la fachada. Cada pasillo estaba conformado por dos gradas descendentes desplazadas al centro de la fachada, se descubrió además un muro vertical en su totalidad, una escalinata saliente, dos plataformas y sobre ellas remanentes de dos pequeños mascarones flanqueando la escalinata. Lamentablemente los mascarones presentaron serios problemas de conservación (Figura 6). Al explorar más se recuperaron varios de sus componentes, los que yacían a los pies de los mismos, mezclados con escombro arquitectónico colapsado desde un nivel superior. Algunos de los fragmentos recuperados fueron reintegrados, logrando definir algunos de los diseños. La mayoría de los fragmentos presentaron evidencia de pintura roja y azul, con predominio del rojo.

OPERACIÓN A2-L

La exploración de los componentes arquitectónicos y escultóricos anteriores dejó al descubrimiento de otro pasillo oculto por la escalinata y mascarones correspondientes al segundo estadio constructivo. Este pasillo se conecta desde la fachada sur a otra cámara, la que a su vez tiene comunicación con dos más (operaciones A2-N y A2-M), por medio de otros pasillos. La investigación permitió explorar las tres cámaras en su totalidad. Los materiales arqueológicos recuperados en las cámaras son los siguientes: una punta de flecha de obsidiana verde, un fragmento de pirita, una espina de raya, un fragmento de concha perforada, un fragmento de cráneo humano, un fragmento de plato con perforación en la base y abundante cerámica del Clásico Temprano y Clásico Tardío. Un dato arquitectónico importante fue la presencia de cordeleros en dos de sus paredes tallados en la roca caliza.

FACHADA NORTE

Se trazaron las operaciones A2-C, A2-F, A2-G y A2-J. Lo más significativo de la fachada norte fue la presencia de depósitos de cerámica sobre el piso de estuco y una escalinata saliente. La cerámica fue diagnóstica para el Clásico Temprano y Clásico Tardío.

FACHADA ESTE

Se refiere a la operación A2-B. La cantidad de escombro fue abundante, ya que está relacionada con la trinchera de saqueo. Los datos más relevantes consistieron en un muro talud y tiestos de estilo Códice con diseños jeroglíficos indicando la secuencia primaria estándar y un glifo de color café veteado junto con un inciso fino con el glifo na (ja) o naj, glifo común también en la secuencia primaria estándar (Figura 7).

Figura 3 Planta general de Edificios A1, A2 y detalles arquitectónicos

PRIMERA ETAPA DE CONSOLIDACIÓN DE LOS EDIFICIOS A1 Y A2

Debido al abandono, los edificios sufrieron alteraciones y deterioro causados por varios agentes como el acumulamiento de sedimentos, la intemperie, invasión de raíces, etc. Otro factor que afectó y provocó el rápido deterioro de los edificios fue el vandalismo y depredación, ya que varios túneles y pozos de saqueo fueron hechos en ambos edificios, provocando destrucción de muros, bóvedas, pisos y con ello la formación de grietas, etc (Figura 8; Monterroso 2004:411-440). El Edificio A1 se compone de tres basamentos de sustentación, formado por muros que presentan desplome. El edificio presentó varios problemas, como grietas profundas en los muros, desplome, perforaciones en túneles y pozos de saqueo. Se procedió a la intervención de los mismos primeramente removiendo materia orgánica, mezcla degradada y piedras de relleno sueltas.

Para la estabilización de áreas de saqueo se utilizó la técnica de relleno con piedras que van de 0.20 m a 0.65 m de largo y mezcla. Se dejó un buen volumen con mortero resistente para evitar la penetración del agua y lograr una carga estable para el muro. Igualmente se procedió a rellenar y sellar los saqueos. En el tratamiento de grietas se efectuaron registros con el propósito de funcionar a manera de amarre después de su limpieza. Se procedió al relleno de los registros con piedras tipo laja. Con relación a los muros se colocaron nuevamente las piedras originales en sus lugares respectivos, y en reposición de las que se encontraron degradadas, se colocaron reutilizadas. El mismo procedimiento se llevó a cabo con las escalinatas.

Los trabajos de consolidación en el Edificio A2 consistieron en recuperar volúmenes, consolidación de paramentos, apuntalamientos en cámaras, muros, etc. Inclusive para intervenir los muros, bóvedas y caballetes, se vació parte del segundo nivel en secciones. Además se llevaron a cabo consolidaciones en estuco, como en el caso de los mascarones.

Figura 4 a) Fragmentos de estuco modelado provenientes del Edificio A1; b) Cara de estuco modelo proveniente del Edificio A1

Figura 5 Isométrica general de Edificio A2 con detalles arquitectónicos

Figura 6 Planta Sur con detalles arquitectónicos y escultóricos del Edificio A2

Figura 7 a-i) Tiestos del tipo códice provenientes del Edificio A2; j) tiesto especial proveniente del Edificio A2

EL MONUMENTO 1 DE LA MUERTA

Durante esta temporada, se tuvo la noticia de una estela tallada que estaba en riesgo de ser depredada. Con representantes del IDAEH se verificó el hallazgo de una escultura en el Complejo Norte del sitio, la cual fue designada como Monumento 1 (Figura 9; Suyuc 2004:441-504). Se inició la excavación del Monumento 1 por medio de un sondeo denominado Operación 100. El estado de conservación de la escultura resultó delicado. El monumento estaba con un avanzado deterioro, seriamente erosionado, removido, fragmentado y quebrado. Se juntaron más de 300 fragmentos entre grandes y pequeños con evidencia de haber pertenecido a la superficie del monumento y aproximadamente 600 fragmentos asociados al área tallada, la gran mayoría estaban fuera de contexto, debido al tiempo limitado, 95 fragmentos no pudieron ser reubicados en su contexto original.

Uno de los motivos principales de esta escultura corresponde a una cabeza en perfil de un personaje cubierto con una máscara. Esta figura está situada encima de otra gran cabeza de un monstruo con dientes maxilares. Los diversos motivos iconográficos presentes en la escena parecen indicar la personificación de una deidad, la cual está transmitiendo un mensaje por medio de volutas que salen de su boca y se extienden hacia una columna compuesta por lo menos de seis jeroglíficos. Los principales elementos que se observan en el personaje, además de su tocado, son los siguientes: el ojo está representado por una gran circunferencia que en el interior se divide en tres, para formar un motivo trilobulado; ejemplos similares de motivos trilobulados en ojos se encuentran en monumentos como la Estela 10 de Kaminaljuyu, los mascarones de la Estructura E-VII-sub y la Estela 5 de Uaxactun, y además en el Monumento 24 de Quirigua, todos ellos relacionados con máscaras o deidades. En cuanto a la nariz, está dividida en dos segmentos que le dan una forma triangular.

La orejera guarda una forma circular. De esta orejera sólo quedan indicios de la parte inferior, debajo de la misma se encuentra otro rasgo parecido a otra orejera en forma de concha (Stanley Guenter, comunicación personal 2004). A lo largo del borde tiene tres circunferencias más pequeñas con el diseño en U. Estos mismos símbolos se han identificado en una placa de jade proveniente de un contexto funerario de El Tintal (Hansen 1992:145). Del interior de la boca de la máscara se observa el único detalle del personaje que la porta, se trata de la reproducción con el mismo diseño representando otra boca. Una serie de volutas inician en el interior de la boca de la máscara, las cuales podrían estar representando volutas del habla que van emergiendo. En la parte exterior se prolongan hasta llegar a un panel jeroglífico. Las volutas se extienden hasta formar la cabeza de un monstruo estilizado de perfil, del cual se distingue el ojo, el maxilar y sus dientes.

El panel jeroglífico se ubica a la derecha de la escultura y consta de seis jeroglíficos como mínimo, cuatro de ellos ubicados en su lugar original, dos más fueron localizados en una piedra removida. La reubicación del fragmento se hizo antecediendo la parte que permanece adherida a la roca, aunque su ubicación precisa no pudo ser comprobada; por las características de la secuencia de los glifos, es casi seguro que haya estado en el lugar indicado.

  • El glifo superior presenta serios problemas de erosión, comprende un cartucho que corresponde a una fecha en Tzolkin. Hansen lo lee como el glifo chicchan con los numerales erosionados a la izquierda del glifo.
  • El glifo 2 es aún más problemático de identificar, se ubica bajo el glifo 1, se conservó un fragmento de la parte superior, los detalles perceptibles constan de una figura circular y algunos trazos difusos.
  • El siguiente glifo identificado en la secuencia como número 3 se encuentra quebrado de la parte esculpida, de éste se localizó solamente la parte inferior. Sin embargo, se trata de uno de los denominados variantes de cabeza.
  • El jeroglífico identificado como 4 ha sufrido erosión y los incisos son apenas perceptibles.
  • El jeroglífico número 5 representa una variante de cabeza aparentemente zoomorfa, parece representar un ave con un gran pico facetado.
  • El jeroglífico 6 representa una variante de cabeza zoomorfa, en forma de serpiente. En la parte superior del glifo 6, parecen estar representados los signos k’ul ahau o divino señor o gobernante, indicando que se pueda tratar de un glifo emblema, ejemplos similares a este glifo se han reportado anteriormente identificándolo como reino cabeza de serpiente (Martín 1996:43; Robicsek y Hales 1981:233; Guenter 2002:308). También denota una singular importancia, debido a la hipótesis que plantea a la Cuenca Mirador como la entidad política poseedora del glifo emblema de la cabeza de serpiente. El glifo localizado en el Monumento 1 se convierte en la variante más temprana, atribuyendo la posibilidad de que haya sido el glifo emblema de El Mirador.

El Monumento 1 de La Muerta presenta evidencia de destrucción prehispánica. Uno de los datos de la excavación lo constituyó el hallazgo de dos fragmentos de la escultura entre el relleno a unos 2 m del monumento, lo que da la apariencia de haber sido arrancados de forma violenta. El monumento se encuentra erosionado y con microflora, y debido al avanzado estado de deterioro en la piedra se inició con un proceso de consolidación preliminar.

La escultura limitaba con las huellas de una cantera hacia el norte. Los bloques están semi-cortados, observándose que las sisas van formando un desnivel, logrado intencionalmente en la misma dirección. Estos detalles dan la apariencia que los restos de la cantera corresponden a un diseño más amplio de la escultura o por lo menos a una parte de los bloques que permanecieron expuestos. Esto explicaría el motivo del por qué los bloques no fueron finalmente extraídos. Los rasgos más importantes que se pueden visualizar son las huellas dejadas por las herramientas de trabajo en las paredes de la cantera y el hallazgo de un fragmento de una herramienta de pedernal (piocha), que confirma los estudios intensivos de las canteras en Nakbe realizados por Woods y Titmus.

LA ESTELA 2 DE LA MUERTA

Se refiere a otro monumento ubicado a unos 100 m al norte de la vereda que conduce hasta el campamento de El Mirador (Figura 10). Fue denominado como Estela 2, no se encuentran montículos espacialmente asociados sino más bien se trata de un monumento aislado. Este monumento en roca caliza mide 0.93 m por 0.75 m por 2.90 m. Entre los rasgos más significativos están unos extraños desgastes en la parte media de la estela, parece ser parte del diseño, el cual la divide en dos rectángulos. Cuenta también en tres de sus lados con cavidades circulares talladas, con un diámetro promedio de 6 cm y una profundidad de 3 cm. Posiblemente la estela estuvo estucada con diseños pintados, aunque no se encontró ninguna evidencia de esta posibilidad.

Se excavó en la parte sur y norte (Operación 104) apuntalándola previamente. El material cerámico fue reducido y se encontró erosionado. Se recuperó un borde que parece corresponder a un plato del tipo Sierra Rojo.

Una de las grandes incógnitas sobre el significado de la Estela 2 es que en 50 m a la redonda no existe algún rasgo arqueológico superficialmente. Entre las opciones a considerar están las siguientes:

  • Que funcionó para eventos ceremoniales en una gran plaza abierta conjuntamente con el Monumento 1.
  • Como mojón o marca de lindero territorial.
  • Como un marcador astronómico.

La Estela 2, al igual que el Monumento 1, se encuentra en contextos que dicen muy poco sobre su significado.

Figura 8 a) Elevación Este y Sur del Edificio A1; b) Vista isométrica

Figura 9 Monumento 1, con detalle del panel jeroglífico

Figura 10 Estela 2, vistas Norte y Oeste, muestra la ubicación de las operaciones 104 y 104-B

COMENTARIOS FINALES

Se sabe que el arte de imaginería Maya no surgió espontáneamente, sino que técnicas artísticas y tradiciones conformaban escenas y motivos que decoraban un espacio bastante amplio de frisos, paredes, basamentos, escalinatas y otros rasgos, con una compleja connotación iconográfica simbólica. Al respecto se puede mencionar el sitio La Muralla, aún con evidencia de algunas escenas estucadas en uno de los edificios principales (Hansen et al.1995:543-560). Las técnicas artísticas y tradiciones culturales fueron heredadas por generaciones, siendo la forma artística más representativa para los periodos tempranos, la escultura asociada a la arquitectura.

Uno de los elementos más significativos es la forma de U invertida como parte del complejo orejera de mascarones. Este elemento es muy común desde tiempos tempranos en su forma normal e invertida. Algunos ejemplos se observan en estelas y monumentos de varios sitios distribuidos en el área Maya. Con relación a la cantidad de cámaras, disposición de las mismas, como los materiales arqueológicos asociados, posiblemente la función del Edificio A2 haya sido funeraria. Presenta varias cámaras y recintos abovedados que probablemente funcionaron colectivamente desde los primeros estadios. El Clásico Temprano para la Cuenca Mirador es muy poco conocido, las escasas evidencias encontradas se refieren a residencias del Preclásico asociadas a chultunes, como fue el caso de la Operación 730 en Nakbe (Balcárcel 1999:332-352; Balcárcel y Stauber 2004:551-570). La investigación arqueológica en La Muerta es de suma trascendencia para entender la secuencia histórica, política y social de la zona. Una de las pocas referencias que se tiene está concentrada en el Grupo Palma de Nakbe.

La ocupación en el Grupo L de La Muerta, aunque aparentaba ser modesta, resulta determinante para conocer aspectos relacionados con la vida política que se vivía hace varios siglos, cuando transcurría el Clásico Temprano en la Cuenca Mirador, aunque para ese entonces el gran centro de El Mirador sufrió un fuerte colapso demográfico que marcó un abandono a finales del periodo anterior (Hansen 1990), parece ser que en La Muerta todavía se rememoraba el estatus que se tuvo unos años atrás, como lo muestra el Monumento 1.

Acontecimientos políticos, religiosos o ambos tuvieron que haber sucedido en el llamado Complejo Norte de La Muerta, para que se hayan instalado en este lugar por lo menos dos monumentos que mostraran elementos relacionados con un estatus social alto, como lo constituyen el acceso a la escultura, escritura, nobleza gobernante, y todo lo que conllevan los dos monumentos. Sin embargo, toda conjetura que se desprenda del análisis de los monumentos deberá esperar más investigación. Los datos recuperados son abundantes, por lo que esta investigación aún se encuentra en proceso de análisis. Los resultados ampliarán el conocimiento acerca de las dinámicas culturales de la Cuenca Mirador y del Clásico Temprano tan poco conocido para la zona.

REFERENCIAS

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2004         Algunos ejemplos en la diversidad de funciones de chultunes en la Cuenca Mirador. En Proyecto Arqueológico Cuenca Mirador. Investigación, Conservación y Desarrollo en El Mirador, Petén, Guatemala. Informe final de campo 2003, Tomo II (editado por R. Hansen, E. Suyuc y B. Balcárcel), pp.551-576. Entregado al Instituto de Antropología e Historia (IDAEH), Guatemala.

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2002         La Estela Hauberg y el reino Preclásico Kan. En Investigaciones Arqueológicas y Ecológicas en la Cuenca Mirador: Rescate y Excavaciones en el Sitio La Florida. Informe final de la temporada 2001-2002 (editado por R. Hansen y E. Suyuc), pp.305-319. Entregado al Instituto de Antropología e Historia (IDAEH), Guatemala.

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