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81 Un nuevo hallazgo de escultura de Xipe Totec en El Salvador – Paul Amaroli – Simposio 16, Año 2002

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Amaroli, Paul

2003         Un nuevo hallazgo de escultura de Xipe Totec en El Salvador. En XVI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2002 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo, H. Escobedo y H. Mejía), pp.910-917. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

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UN NUEVO HALLAZGO DE ESCULTURA DE XIPE TOTEC

EN EL SALVADOR

Paul Amaroli

Durante las últimas seis décadas, los saqueadores han desenterrado por lo menos cinco esculturas de cerámica del dios Xipe Totec en El Salvador (Boggs 1944, 1976; Casasola 1975). Se cree que tales esculturas datan al periodo Postclásico, y que la presencia de este dios es una evidencia más del establecimiento de poblaciones mexicanas en el centro y occidente del territorio salvadoreño en esa época. Sin embargo, por ser productos de depredación, las cinco esculturas carecen de información sobre su procedencia, cronología y asociaciones culturales.

A principios del año 2002, se excavó una escultura del dios Xipe Totec en un sitio arqueológico ubicado en el centro de El Salvador. La escultura estaba fragmentada y se encontraba sobre una plataforma que puede ser interpretada como un templo dedicado a ese dios. Este hallazgo permite estudiar el contexto de un ejemplar nuevo de escultura de Xipe Totec en El Salvador.

EL SITIO ARQUEOLÓGICO CARRANZA

La nueva escultura de Xipe Totec fue encontrada en el sitio arqueológico Carranza, el cual está a aproximadamente 1 km al sur del sitio arqueológico Cihuatán (Figura 1). Carranza es uno de varios sitios identificados por el Proyecto Cihuatán-Las Marías en el reconocimiento que se efectúa alrededor de Cihuatán. Este proyecto es de la Fundación Nacional de Arqueología de El Salvador (FUNDAR), y se realiza en cooperación con el Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (CONCULTURA).

El sitio arqueológico Carranza se localiza en la amplia planicie del río Acelhuate y ha sido muy dañado por el cultivo de caña de azúcar. Hay evidencia de varias plataformas que casi han sido arrasadas. Dos estructuras persistían como montículos pequeños de poco menos de 1 m de altura y alrededor de 15 m de diámetro, y fueron designadas como Estructuras 1 y 2 (Figura 2). En la primera visita al sitio en julio de 2001, Rodrigo Brito, Presidente de FUNDAR, identificó varios tiestos de una escultura de Xipe Totec sobre la Estructura 1. Otros materiales, incluyendo cerámica Plomizo Tohil, sugerían una cronología del Posclásico Temprano.

A raíz de la identificación de restos de una escultura de Xipe Totec, FUNDAR planificó una excavación de rescate en la Estructura 1, luego de la zafra y antes de la siguiente temporada de cultivo, ya que el suelo de este sector de cañaveral pronto será surcado. La planificación contó con la colaboración de María Isaura Araúz y Roberto Gallardo, ambos de CONCULTURA, y Antonio Peña Pinto, el propietario del sitio, quien muy generosamente concedió su permiso para hacer el reconocimiento y la excavación.

Figura 1  Ubicación general del sitio arqueológico Carranza en El Salvador

Figura 2  Plano topográfico del sitio arqueológico Carranza (curvas de 25 cm)

LA EXCAVACIÓN DE LA ESTRUCTURA 1

La excavación de la Estructura 1 tomó seis semanas a partir del 12 de marzo de 2002. La excavación puso al descubierto una plataforma en sorprendente estado de conservación, considerando el impacto de cuatro décadas de cultivo con tractor (Figuras 3 y 4).

Figura 3  Excavación de la Estructura 1, sitio arqueológico Carranza, vista hacia el sureste. Al fondo, el volcán de Guazapa

La plataforma, que fue completamente expuesta, está orientada a 14º azimut del norte geográfico. La mayor parte de su construcción es de cantos rodados unidos con tierra. La altura original de la plataforma tenía alrededor de 80 cm. Sus lados verticales están revestidos con piedra pómez, y ocasionalmente toba, con rostros cuidadosamente aplanados, sin evidencia de repello (Figura 5). Se encontraron dos elementos de pómez con diseños tallados: un espiral y un círculo con un punto en medio (Figura 6). Es de hacer notar que ambos diseños aparecen sobre los atuendos de Xipe Totec, en algunas representaciones mexicanas del siglo XVI (Nicholson 1989). Por otra parte, el uso de revestimiento de pómez y toba ha sido documentado en estructuras del vecino sitio de Cihuatán.

La plataforma posee una escalinata en su lado sur, la cual incorpora algunas lajas y bloques de piedra pómez. La escalinata tiene dos estadios constructivos (aunque el restante de la estructura solo muestra uno), y está delimitada por alfardas. Sobre la escalinata se encontró un fragmento bifacial de pedernal, cuya forma y dimensiones son consistentes con las de los cuchillos de sacrificio.

Figura 4  Foto mosaico de la Estructura 1, sitio arqueológico Carranza.

La superficie de la plataforma tenía un relleno de tierra blanca (ceniza volcánica). No hubo indicios de un piso preparado, posiblemente debido a los daños ocasionados por el cultivo. Esto recuerda una función de tierra blanca en la arquitectura vernácula local, donde a veces se utilizaba para rellenar pisos debido a sus excelentes propiedades de drenaje.

En el extremo sur de la cima de la plataforma (el área adyacente a la escalinata), se encontraron varias cuentas y discos de piedra verde muy dispersos. La piedra en cuestión ha sido tentativamente identificada como fucsita.

El detalle más interesante de la plataforma consiste en las tres cámaras en su lado norte. Las cámaras están definidas por anchos cimientos que serían adecuados para paredes de adobe. Posiblemente apoya esta idea la presencia de algunas masas de tierra distintiva, muy arcillosa, que yacían fuera de la plataforma, cerca a las bases de los cimientos y arriba del suelo contemporáneo, identificada por los trabajadores como “tierra amasada”, como la que se prepara para hacer ladrillo de adobe.

Casi todos los fragmentos de la escultura de Xipe Totec fueron recuperados en la cámara central (Figura 5), a muy poca profundidad (entre 0 y 25 cm). Algunos tiestos habían sido desplazados por el arado, pero otros parecían mantener su posición original, literalmente apilados. No se observó evidencia de una fosa, como podría ser el caso de un depósito ritual. Es posible que la escultura haya sido quebrada en el lugar durante la destrucción de la Estructura 1. Se espera que el análisis de la distribución de los diferentes elementos de la escultura ayude a comprobar o refutar esta interpretación.

La escultura de Xipe Totec está en proceso de estudio, antes de su limpieza y restauración (Figuras 7 y 8). Aun así, es evidente que es muy similar a otras esculturas paradas de este dios procedentes de El Salvador y a algunos de los ejemplares del centro de México. Es una escultura hueca, hecha en tres partes que se ensamblan para formar una figura que tiene aproximadamente entre 1 m y 1.50 m de altura. Una parte consiste en la cintura con piernas y pies, otra es del tórax con los brazos y la tercera es la cabeza. La piel del sacrificado que porta Xipe Totec está representada con pastillaje similar a escamas, pintado de amarillo.

Figura 5  Dibujo esquemático de la Estructura 1, sitio arqueológico Carranza

Figura 6  Revestimiento de piedra pómez de la Estructura 1, con diseños de espiral (arriba) y un círculo con punto en su centro (abajo)

La excavación de la Estructura 1 detectó bastante evidencia de una destrucción repentina, acompañada por fuego. Hubo varios objetos de cerámica quebrados sobre la superficie contemporánea en el exterior de la plataforma, incluyendo un incensario espigado (Figura 5), tres ollas, un plato y una jarra. Los escombros apilados contra la base de la plataforma contenían terrones de tierra quemada y fragmentos relativamente grandes de madera carbonizada, además de cuatro puntas de flecha (o dardo) y dos puntas de lanza. La fragmentación de la escultura podría deberse a este mismo evento.

La Estructura 1 presenta un tipo de arquitectura obviamente no doméstica, y sin paralelos conocidos en esta región. Parece razonable proponer que se trata de un pequeño templo dedicado a Xipe Totec.

Figura 7  Fragmento de pierna de la escultura de Xipe Totec

Figura 8  Fragmento de pie de la escultura de Xipe Totec

FECHAMIENTO Y ASOCIACIONES CULTURALES

El análisis preliminar de la cerámica asociada con la Estructura 1 sugiere que se fecha justamente antes de la fase Guazapa, con la cual, no obstante, muestra fuertes vínculos. El sitio típico de la fase Guazapa es Cihuatán, que se ubica dentro del periodo Posclásico Temprano, aunque hace falta precisar la datación de esta fase (Fowler 1981).

Se espera respaldar esta primera impresión al concluir el análisis de materiales y al obtener dataciones de radiocarbono. Al verificarse, esto indicaría que Carranza era un asentamiento temprano de las poblaciones mexicanas que se establecieron en el territorio salvadoreño con el final del periodo Clásico.

En discusiones sobre la fase Guazapa, se ha señalado los fuertes cambios en patrones de asentamiento que reflejan un nuevo enfoque en ubicaciones y obras defensivas, lo cual ha sido interpretado como una franca intensificación de guerra. La introducción del culto de Xipe Totec es otro indicio de este fenómeno. Hace un siglo, el gran americanista Eduard Seler propuso que Xipe Totec era un dios de la fertilidad. Esta interpretación sigue siendo la más común, aunque en 1970, Johanna Broda revisó las fuentes documentales sobre Xipe Totec y demostró que Seler se equivocó en este caso (Broda 1970, véase también Nicholson 1972). Las asociaciones principales de Xipe Totec, al menos en el siglo XVI, eran con la guerra. La piel humana con que se vestía era de un cautivo de guerra, y constituía, en efecto, un trofeo con diferentes relaciones, pero particularmente representativo del ascenso social del guerrero que lo había capturado. Esto sería una variante más de las prácticas ampliamente distribuidas en la América antigua de tomar y exhibir porciones de los cuerpos de enemigos.

El Xipe Totec de Carranza formaba el elemento central de un pequeño templo que, hace un milenio, se construyó en el valle del río Acelhuate. Era parte de la nueva sociedad y cultura que dominó la región con el Colapso Clásico, que culminaba en la fase Guazapa con sus nuevas tendencias de urbanismo y conflicto.

REFERENCIAS

Boggs, Stanley H.

1944        A Human-Effigy Pottery Figure from Chalchuapa, El Salvador. Notes on Middle American Archaeology and Ethnology, No.31. Division of Historical Research, Carnegie Institution of Washington, Washington, D.C.

1976        Dos Xipe Totecs del lago de Güija. Anales del Museo Nacional “David J. Guzmán” 49:109-116. San Salvador.

Broda, Johanna

1970        Tlacaxipehualiztli: A Reconstruction of an Aztec Calendar Festival from 16th-Century Sources. Revista Española de Antropología Americana 5:197-273. Madrid.

Casasola, Luis

1975        Dos figures de Xipe Totec en El Salvador. En Balance y perspectivas de la antropología de Mesoamérica y el norte de México 2:143-153. XIII Mesa Redonda, Sociedad Mexicana de Antropología, 1973, Xalapa, México.

Fowler, William R.

1981        The Pipil-Nicarao of Central America. Tesis de Doctorado, Calgary University.

Nicholson, Henry B.

1972        The Cult of Xipe Totec in Mesoamerica. En Religión en Mesoamérica: XII Mesa Redonda (editado por J. Litvak y N. Castillo), pp.213-218. Sociedad Mexicana de Antropología, México.

1989        The Cult of Xipe Totec in Pre-Hispanic West Mexico. En Homenaje a Isabel Kelly (editado por Y. González), pp.109-119. Serie Arqueología, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México.

 

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