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34 Sitio arqueológico Quetzal Suquite: Un sitio mutilado por el desarrollo, Puerto Quetzal, San José, Escuintla – René Ugarte – Simposio 15, Año 2001

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Ugarte, René

2002        Sitio arqueológico Quetzal Suquite: Un sitio mutilado por el desarrollo, Puerto Quetzal, San José, Escuintla. En XV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2001 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y B. Arroyo), pp.421-429. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

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SITIO ARQUEOLÓGICO QUETZAL SUQUITE:

 UN SITIO MUTILADO POR EL DESARROLLO,

PUERTO QUETZAL, SAN JOSÉ, ESCUINTLA

René Ugarte

Nota de la edición:        presentada en el XIV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2000

Quetzal Suquite es un sitio precolombino ubicado en el municipio de San José, Escuintla, dentro de los terrenos de la Empresa Portuaria Quetzal (Figura 1). Como la mayoría de los vestigios de la Costa Sur de Guatemala, Quetzal Suquite ha sufrido la destrucción de las evidencias arquitectónicas y el saqueo de su riqueza cultural. Este sitio sufrió una vez más la inevitable acción mutiladora de la maquinaria industrial, con sus aniquiladoras palas que arrasan la cultura, en este caso no por la agricultura como suele suceder, sino por obtener tierra de un montículo para balasto de un camino que conduce de la carretera Puerto Quetzal a una finca privada.

En junio de 1996, el Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales (en adelante DEMOPRE), del Instituto de Antropología e Historia de Guatemala recibió varias denuncias sobre la destrucción de un montículo localizado en el límite norte de los terrenos de la Empresa Portuaria Quetzal, parte del sitio arqueológico actualmente conocido como Quetzal Suquite. Una de las denuncias vino de Bárbara Arroyo, quien tuvo conocimiento de la destrucción por comunicación verbal con Frederick Bove, y otra más fue presentada por la Empresa Portuaria Quetzal. Ante tales denuncias, el DEMOPRE realizó una inspección en el lugar de los hechos para evaluar los daños ocasionados y detener la destrucción. Infortunadamente, ésta fue casi total, pues las grandes dimensiones del montículo atrajeron la atención de los trabajadores de una empresa privada encargada de la ampliación y mejoras del camino, en el afán de balastar, obtuvieron el material del “cerrito” más cercano, en este caso, el montículo referido.

Toda acción conlleva una reacción; en este caso la acción fue la destrucción y la reacción fue la investigación. Este accidente cultural llevó a realizar un proyecto de rescate en julio de 1996, principalmente dentro del área del montículo destruido.

UBICACIÓN GEOGRÁFICA Y ANTECEDENTES

El sitio arqueológico Quetzal Suquite se localiza en la Hoja Cartográfica 1:50,000 IGN, San José, 2057 IV, UTM: 390-453 (Figura 2); dentro de los terrenos de la Empresa Quetzal, en su límite norte, entre la Autopista y el Zanjón Suquite (Figura 3).

Debido a su posición geográfica, la Costa Sur de Guatemala es una zona de enorme importancia desde el punto de vista arqueológico pues contiene una serie de medios ideales para el asentamiento humano, tales como ríos, suelos muy fértiles para la agricultura, abundante vegetación, riqueza para la caza, la pesca y la recolección de alimentos naturales. Estas características esenciales para el desarrollo humano han permitido el asentamiento de distintas culturas en su territorio desde hace más de 3500 años. Gracias a su riqueza natural, la Costa Sur cuenta con ciento de sitios arqueológicos, pocos de los cuales han sido investigados si se considera el número total de ellos. Situándonos específicamente en la zona de enfoque de este trabajo, Shook (1945, 1949) realizó reconocimientos en el área de San José, reportando hallazgos arqueológicos en terrenos de fincas dedicadas a la actividad agrícola y recolectando información que fue dada a conocer en varias publicaciones. Poco es lo que se ha investigado en materia de actividad científica de campo entre los ríos Achiguate y María Linda. Bárbara Arroyo efectuó un recorrido en la zona de San José en 1995, específicamente en terrenos de la Portuaria Quetzal, informando de la presencia de un grupo de montículos que forman parte del sitio arqueológico de interés, al que denominó como Grupo Noreste. Un año más tarde, Sergio Ericastilla del DEMOPRE realizó una inspección al montículo destruido, tras lo cual el autor de este trabajo efectuó un reconocimiento en la zona, registrando no menos de seis sitios arqueológicos que en su mayoría ya habían sido reportados por Shook (1945:49): Santa Rosa, San José, Arizona, Finca Arizona, Quetzal Suquite y Quetzal Carrizo (Figura 2).

Figura 1  Mapa arqueológico de la Costa Sur

SITIO QUETZAL SUQUITE

En 1996 se registra este sitio con el nombre referido, que se formó por la combinación de las palabras Quetzal por la Empresa Portuaria y Suquite por el Zanjón del mismo nombre que pasa por el límite este del área arqueológica. Este sitio cuenta con aproximadamente nueve montículos y plataformas ordenadas de norte a sur, de manera paralela a la autopista. Las evidencias constructivas no sobrepasan 1.60 m de altura, con la excepción del montículo mayor (ahora destruido), el cual posiblemente tuvo entre 4 y 6 m de alto, con un diámetro aproximado de 42 m (Figura 3).

Desgraciadamente, en la actualidad sólo quedan estos montículos y plataformas, pues con el paso del tiempo se ha ido perdiendo la evidencia cultural del sitio, debido a actividades agrícolas, construcción de carreteras y crecimiento poblacional, factores a los que se agrega la depredación, presente en todo el país.

Figura 2  Hoja cartográfica 1:50,000, San José

Figura 3  Plano general del sitio Quetzal Suquite (escala 1:5000)

El trabajo de campo realizado en el rescate del montículo mayor del sitio tenía los siguientes objetivos:

  1. La realización de un levantamiento topográfico del área con montículos, registrando las dimensiones verticales y horizontales.
  2. La investigación arqueológica del montículo destruido, así como de otras áreas del sitio.
  3. La recuperación de materiales arqueológicos por medio de recolección de superficie y excavación.

Uno de los primeros trabajos de investigación que se realizaron, fue llevar a cabo un reconocimiento de campo del área de interés, con personal del departamento de topografía de la Empresa Portuaria, quienes elaborarían el plano topográfico del área de montículos y/o plataformas.

En cuanto a la recolección de superficie llevada a cabo en el área del montículo afectado, se pudo recuperar una buena muestra de tiestos cerámicos y un porcentaje mínimo de lítica pulida y obsidiana. La mayor parte de la cerámica recuperada fue fechada para el Clásico Tardío (Figuras 4 y 5).

Para realizar la investigación arqueológica por medio de excavaciones, se procedió a ubicar tres puntos físicos en el área, uno aproximadamente al centro del montículo destruido, al cual se refiere en adelante como Suboperación 1, otro al sur del anterior, designado como Suboperación 2, y un tercero denominado como Suboperación 3. Para el registro de las excavaciones se usaron tres unidades: Operación, Suboperación y Lote. En este caso, la unidad llamada Lote correspondió a la colección de materiales por medio de niveles arbitrarios de 0.20 m de grosor.

LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA: OPERACIÓN 01, SUBOPERACIÓN 01

Debido a los daños ocasionado al montículo mayor (Operación 1) por la maquinaria industrial y con la finalidad de obtener una muestra no alterada de esta estructura, se decidió ubicar un pozo (Suboperación 1) de investigación aproximadamente en el centro del mismo. Su objetivo fue, entre otros, sondear si el montículo presentaba varias etapas constructivas, o si por el contrario solamente tenía una. Además, se tenía la finalidad de obtener una muestra controlada de los diferentes estratos del material cultural.

Como ya se dijo, los lotes fueron niveles de excavación de 0.20 m cada uno. Del lote 1 al 6 se recolectaron pocos tiestos, pero a la profundidad de 1.20 a 1.40 m la densidad del material cultural comenzó a aumentar. El lote 8 (1.40-1.60 m) mostró el mismo tipo de relleno que los niveles anteriores, tierra café chocolate claro ligeramente suelta, incluyendo un estrato de aproximadamente 0.01 m de grosor de tipo arenoso, lo cual puede sugerir un cambio de etapa constructiva en el montículo. En el lote 9, el material de relleno evidenció un posible piso que pudo sostener una estructura de material perecedero, pero se recuperaron pocos tiesto en este nivel. En el lote 10, a una profundidad de 1.80 a 2 m, el suelo continuó teniendo las mismas características. Al final del mismo, en el sector sureste del pozo de 1 por 1 m, se encontraron los bordes de dos vasijas completas, las cuales fueron parte de una ofrenda funeraria. Dado este descubrimiento, se continuó la excavación vertical y se procedió a realizar un sondeo en este sector, lo que dio como resultado el hallazgo de parte de los huesos de un brazo (izquierdo), y el cráneo de una osamenta humana. Por esto, se procedió a realizar una extensión de la excavación, hallándose una punta de proyectil de obsidiana orientada a 297°.

Lote 11 (2.00–2.20 m), Extensión Sur, Sureste y Este

Se realizó una excavación de extensión de 1 m al sur, 1 por 1 m al sureste y 0.50 m al este del pozo inicial, con la finalidad de aproximarse directamente de manera vertical al hallazgo. Al llegar a 1.96 m de profundidad inicial, apareció el primer plano de la osamenta humana (el hueso frontal del cráneo), que se excavó por medio de la técnica de banqueteado.

Figura 4  Cuadro cronológico de Kaminaljuyu

Figura 5  Cuadro cronológico de la Costa Sur

Descripción General del Hallazgo

El entierro que se denomina como del Señor de Suquite se halló aproximadamente en el centro del montículo mayor (Operación 1), a unos 0.56 m debajo de un estrato de más o menos 1 cm de grosor, lo cual significa que el mismo estaba asociado a una etapa constructiva anterior. Como ya se ha mencionado, el montículo en donde se localizó el entierro está parcialmente destruido y se localiza en el extremo norte de los terrenos de la Empresa Portuaria Quetzal, al este de la carretera asfaltada y al oeste del zanjón Suquite (Figura 2).

Por la característica de estar ubicado directamente en el terreno, se le clasifica como entierro directo y primario. Su posición era de decúbito dorsal extendido, con el cráneo en dirección al oeste y la cara inclinada hacia el esternón (el maxilar inferior) y el este. La estatura in situ aproximada del esqueleto fue de 1.65 m. La característica especial de este entierro fue la posición de los pies, pues estaban cruzados a la altura de los tobillos, izquierdo sobre derecho. La extremidad superior derecha estaba en posición extendida adjunta al cuerpo, la mano adosada al fémur, la extremidad superior izquierda también estaba extendida, pero con la mano sobre la parte superior del fémur. La mayoría de los huesos largos estaban casi completos, no así los cortos, que se habían desintegrado por efecto de la humedad (costillas, vértebras, huesos de manos y pies, la rótula derecha y otros). La pelvis estaba muy erosionada; el cráneo fue la parte ósea mejor conservada al igual que la dentadura. La osamenta humana correspondió a un individuo adulto joven de sexo masculino, cuya edad posiblemente oscila entre los 20 y 40 años (Figura 6).

En general, los dientes se conservaban en muy buen estado. La dentadura estaba casi completa, excepto por un incisivo, y no mostraba mayor cantidad de caries ni dientes incompletos. Se observó desgaste y decoración (alteraciones a la forma) en los incisivos. Las piezas dentales de los maxilares superior e inferior fueron encontradas en contacto, lo cual significa que los maxilares estaban cerrados.

Figura 6  Dibujo del entierro del Señor de Suquite

Durante la excavación del entierro, al nivel horizontal de la osamenta, se hallaron dos cuencos a manera de ofrenda, que se localizaban a un costado del húmero, al oeste y al este, a una misma profundidad separadas por unos 0.10 m entre sí. Ambas vasijas solamente contenían tierra en su interior. También se halló una pequeña cuenta de piedra verde, de forma circular achatada, por debajo del maxilar inferior. Por ser una pieza única y por su localización dentro del entierro, se puede especular que la cuenta de piedra verde fue metida dentro de la boca del individuo al momento de su muerte. Otro artefacto asociado al entierro fue una punta de proyectil de obsidiana hallada por encima de la osamenta, la cual posiblemente no estaba directamente apoyada sobre el cuerpo cuando se le enterró.

Una vez levantado el entierro con las ofrendas se procedió a excavar la banqueta, la cual contenía un alto porcentaje de tiestos. Los fragmentos cerámicos que estaban ubicados directamente por debajo de la osamenta presentaban rastros de carbón húmedo, posiblemente por descomposición de materia orgánica en su momento.

Lote 12 (2.20–2.40 m)

Debido al alto porcentaje de tiestos en el nivel anterior y por continuar en un estrato cultural, se decidió proseguir con la excavación vertical. El suelo siguió mostrando el mismo tipo de relleno con un contenido mayor de material cerámico, pero en este nivel como en los anteriores, no se detectaron evidencias arquitectónicas ni restos de piso.

CERÁMICA ASOCIADA AL MONTÍCULO 1

Los datos sobre la cerámica asociada con el Montículo 1 se basan en el análisis realizado por Donaldo Castillo. Las vasijas ofrenda encontradas en el entierro del Señor Suquite, corresponden a dos cuencos identificados como parte de la vajilla negro fino pulido y vajilla naranja/crema, asociadas cronológicamente con la parte final del Formativo Tardío – la fase Santa Clara en Kaminaljuyu – entre 100-200 DC (Hatch 1997), una época también conocida como Formativo Terminal Tardío (Ugarte 1986; Figuras 4 y 5).

Los diferentes tipos de la cerámica analizada proveniente de la excavación controlada del montículo destruido, presentan características que las ubican en la misma temporalidad que las vasijas ofrenda, el Formativo Tardío Terminal.

La vajilla negro pulido que se caracteriza por un excelente acabado de superficie, con la aplicación de un fino engobe negro pulido tanto en el interior como en el exterior. Las formas asociadas con este tipo son cuencos y platos. Cuando esta cerámica presenta decoración es en forma de líneas incisas geométricas, técnicas de punzonado, acanaladura, moldura y protuberancias.

Otra vajilla muy abundante fue una cerámica de pasta café burdo, la cual podría ser de producción local. También se recolectó un tipo cerámico de pasta beige, con molduras circulares, sin tratamiento de superficie en el interior de la vasija, lo que indica que la técnica de elaboración utilizada fue el enrollado. El exterior fue alisado y los tiestos hallados eran de grandes dimensiones, muy pesados y de cuerpo grueso.

Además de los tipos cerámicos referidos existen otros más, los cuales se detallarán en un documento a publicar. En resumen, se concluye que el Montículo 1 presentaba material cerámico de los periodos Formativo Tardío y Clásico Tardío, pues también se recolectaron tiestos de la vajilla Amatle, la cual se ubica cronológicamente entre 600-800 DC.

Tipos Cerámicos                                Temporalidad

1.        Vaso negro pulido con incisiones                                Formativo Tardío

2.        Vaso cuadrado color naranja, vajilla Tiquisate                Clásico Tardío

3.        Cuenco con acanaladuras, engobe naranja                Clásico Tardío

4.        Olla con espigas y asas, tal vez asociada con                Clásico Tardío

las vasijas de espigas del lago de Amatitlán

5.        Plato con soporte pedestal con elemento zoomorfo,        Clásico Tardío

engobe rojo pulido en el interior, el exterior alisado del

mismo color que la pasta

6.        Olla elaborada con técnica de enrollado, sin                Clásico Tardío

tratamiento de superficie interior, con alisado exterior

CONCLUSIONES

La presente investigación produjo una serie de respuestas, pero también dejó algunas inquietudes, pues fue solamente un proyecto de rescate concentrado en el Montículo 1 en donde se realizaron dos pozos. Pese a la destrucción y mutilación que ha sufrido el montículo en tiempos recientes, fue posible determinar la existencia probable de dos etapas constructivas. Debido a que la más temprana de ellas estaba asociada con el entierro del Señor Suquite, se le ha denominado como montículo funerario del Formativo Tardío. Mientras tanto, la segunda etapa estaría asociada al montículo superior, que se fecha para el Clásico Tardío con base a la recuperación de cerámica de esta fase en la parte más destruida. Vale la pena mencionar que se hallaron huesos humanos expuestos por la destrucción.

Quizá una de las mayores preguntas sin respuesta se deriva de la posición de las piernas, cruzadas a la altura de los tobillos, pues no se sabe qué relación tuvo con la muerte. En el sitio arqueológico Balberta, siempre en la Costa Sur, Arroyo (1987) encontró un entierro con las piernas cruzadas en la misma posición, izquierda sobre derecha. Otro dato importante es la presencia de un orificio de 5 mm de diámetro en el cráneo, que se localiza en el hueso frontal sobre los nasales, entre las cuencas de los ojos.

Para tratar de responder éstas y muchas interrogantes más relacionadas con los resultados del proyecto de rescate reportado en este trabajo, sería necesario llevar a cabo un proyecto de investigación formal, por medio del cual se puedan obtener más y mejores datos, no solamente del montículo destruido, sino que de toda el área arqueológica de Quetzal Suquite.

REFERENCIAS

Arroyo, Bárbara

1987        El patrón funerario de Balberta: algunas comparaciones con otros sitios e inferencias sobre su organización social. Tesis de Licenciatura en Arqueología, Escuela de Historia, Universidad de San Carlos, Guatemala.

1996        Inspección arqueológica a los terrenos de la Empresa Portuaria Quetzal. Reporte para la Asesoría Bastarrechea y el Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.

Ericastilla, Sergio

1996        Informe de comisión al sitio arqueológico Quetzal Suquite. Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales, Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.

Shook, Edwin M.

1945        Archaeological Discovery at Finca Arizona Guatemala. Carnegie Institution of Washington, Notes on Middle American Archaeology and Ethnology No. 57. Cambridge

1949        Historia Arqueológica del Puerto de San José, Guatemala. Antropología e Historia de Guatemala 1(2):3-22.

Ugarte, René R.

1986        La importancia de artefactos de obsidiana para un estudio lítico en la Región de Tiquisate. Tesis de Licenciatura en Arqueología, Escuela de Historia, Universidad de San Carlos, Guatemala.

1996        Informe de comisión al sitio arqueológico Quetzal Suquite. Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales, Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.

 

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