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67 Primera Mesa Redonda de Antropología Física en Guatemala – Véronique Gervais, Nora López Olivares y Juan Carlos Pérez Calderón – Simposio 14, Año 2000

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Gervais, Véronique, Nora López Olivares y Juan Carlos Pérez Calderón

2001        Primera Mesa Redonda de Antropología Física en Guatemala. En XIV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2000 (editado por J.P. Laporte, A.C. Suasnávar y B. Arroyo), pp.899-901. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

67

PRIMERA MESA REDONDA DE ANTROPOLOGÍA FÍSICA EN GUATEMALA

Véronique Gervais

Nora López Olivares

Juan Carlos Pérez Calderón

El 13 de enero de 2000, el CEMCA-Guatemala (Centro Francés de Estudios Mexicanos y Centroamericanos), organizó en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología la Primera Mesa Redonda de Antropología Física en Guatemala. Durante ese encuentro, se contó con la participación de antropólogos físicos de Guatemala, Francia, México y Estados Unidos. Por medio de sus ponencias, se logró cubrir uno de los objetivos centrales de la jornada: generar discusiones constructivas en el público, siendo esta experiencia un éxito total, ya que se contó con la participación no solo de los expositores, sino de un selecto grupo de profesionales y estudiantes asistentes. En esa oportunidad fueron expuestas cuatro temáticas, que incluyeron aspectos esenciales en el desarrollo de esta especialidad, siendo ellos:

1.        Los aportes de la Antropología Física y el balance de las distintas especialidades como la paleo-antropología, antropología forense y bio-antropología.

2.        La experiencia de los investigadores en la práctica de campo y el trabajo de laboratorio.

3.        El mejoramiento de la investigación antropológica en aspectos como la metodología, osteometría, recursos disponibles en los proyectos arqueológicos, relaciones arqueólogo/antropólogo, complementariedad de las distintas especialidades, la experiencia extranjera y los aportes de otras disciplinas de la ciencia con la arqueología y la antropología.

4.        La situación de la formación y capacitación de los antropólogos físicos en Guatemala.

Inicialmente, Véronique Gervais presentó los aportes de la paleo-antropología para el mejor conocimiento de las poblaciones prehispánicas, tanto desde un punto de vista antropológico como patológico, insistiendo mucho en la participación del antropólogo en las excavaciones arqueológicas y demostrando que la presencia de este especialista permite recolectar una gran cantidad de información que desaparece en el simple hecho de excavar y levantar el material óseo por parte de una persona que no conoce las particularidades de tan importante material humano.

Lori Wright presentó una interesante ponencia sobre los adelantos y las últimas investigaciones osteológicas y los nuevos métodos que se utilizan en las investigaciones, apuntando concretamente al trabajo que viene realizando junto a Mario Vásquez sobre la determinación de la estatura en restos óseos prehispánicos a partir de muestras forenses.

Juan Carlos Pérez Calderón expuso sobre el balance del trabajo antropológico forense en Guatemala, especialidad que conoce un desarrollo considerable desde hace varios años como consecuencia de la violencia que sufrió el país durante más de 36 años de conflicto armado interno. Se enfatizó en esta parte, en que la antropología forense no es una moda, sino más bien es una respuesta de los científicos sociales a la coyuntura política y a la demanda de las comunidades, sobrevivientes y familiares de las víctimas por el conocimiento verdadero de los hechos violentos y justicia para sus muertos.

Carlos Serrano y Alejandro Terrazas Mata disertaron sobre las tendencias actuales en la Antropología Física en México, esbozando acerca de la historia de esta especialidad en ese país, con interesantes apuntes sobre facetas de la historia científica y los esfuerzos que desde hace varios años se vienen realizando en favor de una ciencia antropológica transdisciplinaria, constituyéndose como una práctica obligada en la investigación social de nuestros tiempos. Alejandro Terrazas por aparte, presentó un estudio en el cual demuestra variadas huellas de uso en materiales de obsidiana provocadas por el trabajo con esas herramientas en materiales como el hueso y piel humana en ritos de sacrificio.

Finalmente, los expositores mencionados, además de Nora López, Erick Ponciano, Edgar Carpio y los asistentes al evento, desarrollaron un espacio dedicado a la situación actual de la formación y capacitación de los antropólogos físicos. Esta parte fue una de las que más aportes y participación de los concurrentes tuvo ya que se conocieron muy diversos puntos de vista respecto al papel que el arqueólogo juega, por ejemplo, en la antropología forense y su trabajo con material óseo, la capacitación que éste ha tenido y debería tener para enfrentarse al material y las debilidades o fortalezas en la enseñanza superior de los arqueólogos en Antropología Física.

Las discusiones evidenciaron el desarrollo que ha tenido esta especialidad en el quehacer arqueológico y legal de Guatemala durante los últimos años, haciendo notar que la presencia del antropólogo físico debería ser indispensable en todo proyecto arqueológico, sin embargo, y con los pies puestos sobre la tierra, es evidente que la mayoría de proyectos arqueológicos no presupuestan plazas para un especialista de esta materia, sino que es el mismo arqueólogo quien hace las veces de antropólogo físico, obteniendo de los esqueletos que encuentra en las excavaciones, aquellos datos que su formación como profesional de la arqueología le ha brindado.

De ello se desprendió la necesidad de hacer objetivo y reforzar el estudio superior de la antropología física en nuestro medio, a manera de que el curso que se recibe en las universidades sirva realmente al arqueólogo como herramienta para obtener mejor y mayor información de los esqueletos, que sepa de dónde obtener muestras, qué tipo de análisis se pueden hacer con ellas y que el estudio de los restos óseos sea realmente una parte integral del conocimiento de las sociedades pasadas que trata de explicar son su trabajo.

CONSIDERACIONES GENERALES Y CONCLUSIONES

La formación del recurso humano en el campo de la Antropología Física es un factor vital en el desarrollo de la ciencia arqueológica en nuestro medio, ya que en muchas oportunidades será (y seguirá) siendo el arqueólogo quien se enfrente directamente con los restos de las personas que formaron parte de sociedades que trata de explicar mediante las excavaciones e investigaciones. Por ello, la educación superior debe estar encaminada a brindar las herramientas necesarias, por medio de cursos sustantivos, a manera de que el arqueólogo pueda llevar a cabo los análisis óseos necesarios sin temor a ejecutar mal los procedimientos del mismo análisis o de extracción e interpretación de la información que esos restos puedan brindarle.

Se hace necesario que los proyectos de investigación arqueológica tomen en cuenta en su presupuesto la presencia un antropólogo físico o de un arqueólogo especializado en la materia para que se puedan llevar a cabo con mayor pericia las excavaciones, recolección de datos e interpretaciones del material óseo, y se puedan unir éstas aportaciones al resto de estudios especializados que los proyectos están llevando a cabo para el mejor entendimiento de las sociedades.

Se hizo evidente la falta de información que la población en general tiene respecto de los estudios y particularidades de la Antropología Física. Por ello se plantea la idea de una exposición permanente e itinerante a partir del año 2001, de los distintos aspectos de esta especialidad que permitan de una manera gráfica y clara la transmisión de conocimientos a poblaciones escolares de diversos niveles de educación y a la población en general. Esta muestra estaría, en principio, en el Museo Nacional de Arqueología para luego trasladarla a otros museos en la capital, en los departamentos y en casas de la cultura o lugares propicios para el efecto. Claro que para ello se necesita una planificación previa para evaluar los materiales que sean necesarios y obtener los permisos correspondientes. También se sugieren las charlas a establecimientos educativos de educación media y superior.

Como parte de la proyección que se busca alcanzar en medios universitarios y profesionales, está la elaboración de un manual de campo de Antropología Física que contenga procedimientos sugeridos al momento de realizar trabajos de campo (excavación, recolección, almacenaje, transporte, etc), y obtener la información que de primera mano brindan los restos óseos. Este manual se estaría produciendo con la coedición del CEMCA-Guatemala y contaría sin duda, con la participación y consenso de especialistas en la materia.

Finalmente, se hace patente el agradecimiento de los autores de esta ponencia a las personas organizadoras del XIV Simposio de Investigaciones Arqueológicas por el espacio brindado a los estudios de la Antropología Física en Guatemala y otras latitudes, solicitando esa misma colaboración en los próximos eventos y proponiendo que los temas de clausura del XV Simposio sean dedicados al estudio biológico del hombre quien, en resumidas cuentas, es quien construyó la espectacular civilización material e intelectual que los arqueólogos y científicos en general estudian en Mesoamérica.

 

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