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42 Excavaciones en los sitios arqueológicos asociados al río Huité, Zacapa – Luis Alberto Romero – Simposio 14, Año 2000

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Romero, Luis Alberto

2001        Excavaciones en los sitios arqueológicos asociados al río Huité, Zacapa. En XIV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2000 (editado por J.P. Laporte, A.C. Suasnávar y B. Arroyo), pp.564-591. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

42

EXCAVACIONES EN LOS SITIOS ARQUEOLÓGICOS

ASOCIADOS AL RÍO HUITÉ, ZACAPA

Luis Alberto Romero

El río Huité se localiza en el centro de la zona denominada como Motagua Medio, es uno de los afluentes del río Motagua, ubicado al sur de éste, su recorrido es aproximadamente de 12 km con rumbo de sur a norte. La fauna y flora cambia constantemente a lo largo de su recorrido, cambia el clima de templado en las partes altas y cálido en las zonas bajas, ya que este río desciende las alturas de las montañas llamadas de Santa Cruz que son el límite territorial entre el municipio de Huité, Zacapa y el departamento de Chiquimula. La flora está compuesta de pinos, cipreses, encinos, conacastes, robles, guayacanes entre otros y la fauna constituida por roedores, aves, reptiles y serpientes así como una infinidad de insectos propios de la zona.

El río Huité forma un pequeño valle antes de penetrar en las anchuras del río Motagua, en esta región se han localizado más de 20 sitios arqueológicos asociados a la corriente del río Huité, los sitios se han encontrado en las fértiles planicies del Motagua y en las zonas montañosas del municipio de Huité.

En esta región se han identificado las ocupaciones humanas más tempranas de la Cuenca Media del río Motagua desde el Preclásico Medio hasta el Clásico Tardío (Figura 1), razón por la cual esta área ha sido objeto de estudios multidisciplinarios desde 1996 hasta el presente, fecha en la que se han realizado varios programas de reconocimientos arqueológicos, mapeos topográficos, trabajos de excavación y observaciones antropológicas.

Los sitios que hasta la fecha se han localizado son los siguientes: La Oscurana, El Encinal, El Manzanotillo, San Miguel, Plan de Sare, Tres Pinos, Las Joyas, Los Cocos I y II, y El Cerrón, en las partes altas. En la actualidad en varios de ellos se encuentran asentamientos actuales, en las planicies a pesar de la masiva depredación y destrucción de varios sitios, aún se logró ubicar algunos sitios como: El Palo Negro I, II y III, Antombran, Las Vegas, Los Llanos, La Reforma, El Portezuelo, y los Zanjones, entre otros (Figura 1a.). En la mayoría de éstos se han realizado excavaciones y mapas preliminares de los sitios. Hasta la fecha aún se sigue trabajo en los programas de reconocimientos entre sitios para conocer las relaciones que tuvieron entre sí, ya que casi todos se desarrollaron en la misma temporalidad.

LOS COCOS I Y II

El sitio se encuentra a 500 m sobre el nivel del mar, a ambos lados del río Huité y a 2 km al sur de la cabecera municipal de Huité. El sitio está compuesto por varios montículos de un poco más de 1 m de altura, también cuenta con pequeños muros de contención en las partes que dan hacia el río (Figuras 2 y 1a).

Los Cocos I se encuentra en el lado este del río, el cual es atravesado por veredas que los vecinos utilizan para llegar de las aldeas en las partes altas hacia Huité, esto ha ocasionado la destrucción casi total del sitio. Los montículos perdieron su altura original y en la actualidad se pueden contemplar únicamente pequeñas elevaciones saqueadas y grupos de piedras amontonadas en varios lugares (Figura 1a).

Los Cocos II se encuentra en el extremo opuesto, al oeste del río, los montículos que se ubicaron están muy dispersos y destruidos ya que esa área es utilizada actualmente para el cultivo del maíz (Figura 1a). Los materiales recuperados de los saqueos y superficie indican que los sitios tuvieron una ocupación durante los periodos Preclásico Tardío y Clásico Temprano.

LAS JOYAS

Está ubicado en el extremo este del río Huité, a 1100 m sobre el nivel del mar, este sitio es el que presenta mejor grado de conservación ya que la mayoría de los sitios de las partes altas fueron destruidos total y parcialmente. En este sitio se encontró solamente una estructura saqueada.

El sitio se localiza en una pequeña lengüeta orientada hacia el norte, desde donde se domina el valle del río Motagua y la majestuosidad de la sierra de Las Minas. El sitio está compuesto por plataformas y montículos de más de 1.50 m de altura, patios cerrados y abiertos comunicados entre sí y una serie de muros de contención que rodean la lengüeta.

Los materiales recolectados de una depredación y de la superficie indican que el sitio tuvo una ocupación durante los periodos Preclásico Tardío y Clásico Temprano al igual que los sitios La Oscurana, El Encinal, El Manzanotillo, San Miguel, Santa Cruz, El Jute, Plan de Sare y Tres Pinos (Figuras 3 y 1a). De estos últimos sitios no fue posible realizar ningún plano preliminar ya que los poblados actuales se encuentran sobre los asentamientos prehispánicos y los pocos montículos encontrados están muy dispersos y algunos de los propietarios no permitieron el acceso a ellos.

PALO NEGRO

Este sitio se encuentra a 2 km aproximadamente de la cabecera municipal de Huité, en ambos lados del río del mismo nombre. Por las características que presenta el sitio se decidió dividir en tres grupos, los que recibieron los nombres de Palo Negro I, II y III.

Palo Negro I se encuentra a una altura de 350 m sobre el nivel del mar a una distancia de 1.5 km del pueblo de Huité. Es el sitio que cuenta con mayor diversidad ecológica de este municipio contando con vegetación primaria. El sitio tiene un total de 39 estructuras (Figura 4 y 1a), las que han sido destruidas por la depredación. Posiblemente contó con más montículos, pero quizá fueron destruidos debido al cultivo que se realiza en su planicie, quedando únicamente vestigios de las piedras de las plataformas.

En este sitio se encuentran las estructuras más grandes y altas de los tres sitios denominados Palo Negro. Está seccionado por el río Huité, por lo que se procedió a denominar Palo Negro I al que se encuentra más al sur sobre la ribera oeste del río; Palo Negro II al sector que está en el lado este del río; y Palo Negro III al grupo de montículos que se encuentran al norte siguiendo el cauce del río Huité.

Las excavaciones realizadas en el sitio Palo Negro I consisten en 12 pozos de sondeo realizados en los patios y sobre algunas estructuras para limpiar y obtener materiales de relleno. Debido a la humedad que guarda el terreno y a la acidez del suelo los materiales cerámicos no se logran conservar en buen estado, mostrando daños de erosión y descomposición de pintura y engobes. De los 12 pozos que se realizaron muy pocos proporcionaron materiales cerámicos consistentes en pequeños y erosionados cuerpos de vasijas, y algunos bordes, así como lascas y pequeños fragmentos de obsidiana. Los pozos se realizaron a una profundidad promedio de 1 m, en donde se localizó la roca madre o lecho de río con abundantes piedras de regular tamaño.

El pozo 3 fue uno de los pozos que mostró los mejores estratos del sitio, teniendo tres en total, la primera capa está comprendida por tierra negra, la segunda por tierra con pequeñas piedras y el tercero estrato es tierra amarilla arenosa. Se recuperaron pequeños fragmentos de cerámica y obsidiana solamente en el primer estrato.

El pozo 4 se hizo entre dos estructuras y con el fin de conocer la relación de una con otra, se trató de localizar un patio empedrado que las comunicará entre sí, el pozo solamente se bajó a una profundidad de 60 cm ya que se llegó a un lecho de rocas grandes que no permitieron continuar con la excavación, los materiales recuperados fueron mínimos y corresponden al Clásico Temprano.

Los pozos restantes se hicieron en diferentes partes del sitio pero no se obtuvieron materiales, posiblemente la ocupación de este sitio fue muy corta y su mayor ocupación ocurrió durante el periodo Clásico Tardío.

Palo Negro II se localiza al norte de Palo Negro I y al este de Palo Negro III, está a 300 m sobre el nivel del mar en la ribera este del río Huité y su vegetación está compuesta por arbustos espinosos como zarza y subín. El sitio fue mapeado en 1996 y se registraron 49 estructuras, las que se encuentran destruidas en su mayoría por los saqueos que han realizado en el sitio (Figuras 5 y 1a), las estructuras escasamente alcanzan 1 m de altura y la temporalidad del sitio corresponde al periodo Clásico.

Los pozos y trincheras realizadas en este sector tuvieron la finalidad de recuperar muestras cerámicas que nos permitieran conocer la temporalidad de este grupo, así como, observar el sistema constructivo de las estructuras. Este sector cuenta con plataformas largas y estructuras pequeñas distribuidas a lo largo del extremo este del río.

El pozo 1 se trazó en el centro de una pequeña plaza formada por las Estructuras 10 y 12, el objetivo principal de este pozo fue establecer la continuidad de la Estructura 11, identificar niveles de ocupación y verificar la existencia de pisos o empedrados. Estas estructuras parecían formar una cancha de juego de pelota, pero los resultados del pozo indicaron lo contrario. Los materiales recuperados fueron muy pocos y en muy mal estado ya que la acidez del suelo los deterioró muy rápidamente. El pozo se bajó en tres niveles encontrándose en este último la roca madre a una profundidad de 0.60 m.

El pozo 2 se trazó en el centro de la Estructura 2, con el objeto de conocer su sistema constructivo y su posible altura, aunque se encuentra muy destruida, se puede conocer sus dimensiones y su orientación que es este-oeste. Los materiales recuperados están muy erosionados por lo que no se puede determinar su fechamiento. La construcción de la estructura es de piedra sin tallar y de barro local de color rojizo.

La trinchera 1 se trazó norte-sur en la Plaza 1, hacia la Estructura 4, el objetivo fue identificar el piso de plaza o empedrado y delimitar las dimensiones de la estructura. La trinchera tuvo 5 m de largo por 0.50 m de ancho, los materiales recuperados fueron pocos y muy erosionados por lo que no se puedo inferir mayor cosa con ellos. La construcción de la estructura es simple colocación de piedras sin tallar con barro como argamasa, no se removió mayor cantidad de piedras en la limpieza de la estructura.

Palo Negro III se encuentra a 400 m aproximadamente al norte del sitio Palo Negro I, a 300 m sobre el nivel del mar, sobre un pequeño declive que cae al río Huité. El terreno es más árido que el sitio anterior y la vegetación es de tipo xerótica, con abundante zarza y subín. Las estructuras del sitio se encuentran bastante dispersas y la altura promedio llega a 1 m, no son muy grandes y algunas de ellas no se logran apreciar a simple vista. El sitio cuenta con 30 estructuras dispersas en un terreno de aproximadamente 1 km de largo (Figuras 6 y 1a).

Se realizaron 14 pozos de sondeo a lo largo del sitio entre las estructuras y sobre alguna de ellas para lograr determinar la altura y el sistema de construcción, así como también rescatar materiales de rellenos o depositados entre las piedras de los edificios. De los 14 pozos fueron muy pocos los que proporcionaron evidencia útil, los demás dieron tiestos que estaban completamente erosionados, sólo los pozos 2 y 8 dieron materiales aceptables, que ayudaron al fechamiento del sitio y de las estructuras.

El pozo 2 se trazó de 1 m² sobre la Estructura 4 y se le dio una profundidad de 1.60 m. La cerámica recuperada fue del Clásico Temprano, se recuperó una mano de piedra de moler entre los rellenos de la estructura. La evidencia que mostró el pozo fue que la estructura es de 1.50 m de altura desde su cimiento y está nivelada con el suelo actual del sitio. La estructura presentó siete hileras de piedra bien acondicionadas y pegadas con barro.

El pozo 8 se trazó de 1 m² sobre la Estructura 25, se le dio una profundidad de 1.10 m, en donde se apreciaron cuatro hileras de piedra. Se recuperó un número considerable de materiales que corresponden al periodo Clásico Temprano. El pozo 15 se trazó a 1 m al este de la Estructura 24, con el fin de delimitar la dimensión del edificio. Se encontró un empedrado, por lo que el pozo se amplió hacia la estructura para identificar la unión con ésta. Se hizo un pequeño registro levantando parte del empedrado para encontrar material debajo de las piedras. No se recuperó ninguno, por lo que se infiere que la ocupación del sitio corresponde al periodo Clásico.

Los demás pozos proporcionaron muy poca cerámica y la que se recogió estaba muy dañada por la acidez del suelo. Los pozos se hicieron de 1 m² con una profundidad mínima de 40 cm y máxima de 1 m, esto se debió a la condición del terreno que es muy rocoso y no permitió seguir las excavaciones.

EL CERRON

Este sitio se encuentra al este del río Huité y muy cerca del sector II del sitio Palo Negro. Cuenta con una serie de pequeñas estructuras, plataformas y muros de contención distribuidos sobre una pequeña meseta que va desde los 900 a 1100 m sobre el nivel del mar, no se cuenta con mucha evidencia material del lugar, ya que se localiza en terrenos comunales, y el área está cubierta por huatales que sobrepasan 2 m de altura dificultando el acceso al sitio. El plano que se presenta es un pequeño croquis hecho a escala ya que fue la mejor forma de obtener las dimensiones aproximadas del sitio. Por las características anteriormente mencionadas fue muy difícil realizar un mapa topográfico del mismo.

ANTOMBRAN

Este sitio se ubica en las planicies del valle del río Huité a unos 200 m sobre el nivel del mar, muy próximo al cauce del río Motagua, a unos 500 m del sitio Las Vegas. Los montículos que aún se encuentran están dispersos dentro de la aldea del mismo nombre. Fue difícil la realización de un mapa ya que no se tuvo acceso a los diferentes terrenos donde se ubican las estructuras. Se obtuvieron materiales en superficie en el actual campo de fútbol, evidencia oral señala que en ese lugar se encontraban las estructuras más altas. Otros materiales fueron proporcionados por algunos vecinos que mostraron algunas de las vasijas de su propiedad que fueron extraídas del sitio por los múltiples saqueos o destrucción de las estructuras. Además se nos proporcionó evidencia de un entierro que fue encontrado cuando la maquinaria aplanaba el terreno para el cultivo de tabaco. Estos materiales y las vasijas que se nos mostraron corresponden a los periodos Clásico Temprano y Tardío.

 LAS VEGAS

Se ubica a 2 km aproximadamente al oeste del sitio La Reforma y se encuentra sobre una pequeña lengüeta que se orienta hacia el río Motagua a unos 150 m sobre el nivel del mar aproximadamente. Las estructuras están distribuidas en tres pequeños grupos, que forman un área abierta de actividad comunal, las estructuras escasamente alcanzan 1 m de altura.

El sitio está compuesto de 14 montículos (Figuras 7 y 1a), los que se encuentran totalmente destruidos por saqueos. Un aspecto importante de este sitio es el empedrado de sus patios, el que se puede apreciar a simple vista en diferentes partes del sitio. Posiblemente Las Vegas era de mayor dimensión, ya que muy cerca de este se han encontrado montículos aislados y materiales en superficie de áreas que arrasaron para el cultivo del tabaco y la construcción de la línea férrea que va hacia el Atlántico. Se realizaron excavaciones con pozos distribuidos entre los tres grupos, trazados en los patios y estructuras, de donde se obtuvieron materiales que corresponden al Preclásico Tardío y Clásico Temprano.

El pozo 4 se trazó en la esquina suroeste de la Estructura 12, de 1 m² y una profundidad de 1.30 m, se amplió al arranque de los cimientos de la estructura en donde se identificaron dos hileras de piedra. A una profundidad de 50 cm se localizó una especie de muro de barro cocido de 10 cm de ancho, con una orientación suroeste pasando por debajo de la estructura. Se recuperaron materiales cerámicos hasta los 70 cm de profundidad, después solamente se obtuvo tierra amarilla y arena de río. Los materiales que se obtuvieron corresponden al Preclásico Tardío.

El pozo 6 se trazó a 0.50 m al sur de la Estructura 10, de 1 x 1.50 m, y una profundidad de 1 m; se bajó en un sólo nivel. La cerámica recuperada fue muy poca, correspondió al Clásico Temprano. En el perfil norte del pozo se encontró un empedrado que se une con los cimientos de la estructura, las piedras estaban en la superficie y la estructura no tenía sus bases muy enterradas, ya que se notaron dos hileras de piedra y quizá tres más que pudo tener, pero que fueron destruidas.

Los otros pozos proporcionaron muy pocos materiales cerámicos y algunas lascas de obsidiana procedentes de Ixtepeque.

LOS LLANOS

El sitio se localiza a 500 m al este del sitio Las Vegas y a 1.5 km del sitio La Reforma y a una altura de 200 m sobre el nivel del mar. Fue mapeado en 1996 registrándose un total de ocho estructuras, posiblemente existieron más pero fueron destruidas para adaptar el terreno para el cultivo de tabaco. Se realizaron un total de ocho pozos distribuidos en los patios y estructuras, con el fin de recuperar la mayor cantidad de materiales y conocer el sistema de construcción de las estructuras (Figuras 8 y 1a).

El pozo 1 se trazó a 2 m al oeste de la Estructura 7 de 1 m². En la esquina norte del perfil este se encontró una piedra de moler, por lo que se decidió limpiar y ampliar un poco más ese perfil y a 5 cm, por debajo de la piedra se detectaron fragmentos de hueso correspondientes a una tibia. Se decidió ampliar el pozo hacia el norte, quedando la excavación de 2 m de largo por 1.25 m de ancho.

A 60 cm se encontró un entierro cuyos huesos estaban bastante deteriorados pero se logró identificar su tamaño. No se removieron los huesos, aunque se procedió a limpiar la superficie y a dibujar el esqueleto, las costillas estaban mal conservadas. El individuo estaba en una posición de decúbito dorsal extendido, debajo de una superficie de piedra redonda pequeña que formaba una capa a manera de tumba. Cerca de los pies tenía un cántaro, con decoración en la parte medio y una banda de pintura roja e incisa. Esta vasija es muy parecida a las del tipo Sumpango de Kaminaljuyu. Sobre el cántaro estaba la mitad de una piedra de moler. No se encontró otro tipo de ofrendas, ya que cerca de la cabeza y pies del individuo hubo agujeros hechos por los depredadores por donde sacaron las ofrendas que posiblemente tenía. Este entierro corresponde al periodo Clásico Temprano de acuerdo a las dos ofrendas que se rescataron, creemos que el individuo corresponde al sexo femenino por las características de algunos de huesos.

El pozo 2 se trazó a 10 m al noreste del pozo 1, de 1 m² y una profundidad de 0.90 m. Se encontró una capa de tierra con arena granulosa muy quemada, parecía que en ese lugar existió alguna clase de fogón, pero no se recupero cerámica.

El pozo 3 se hizo a 2 m al oeste del pozo 1, con la intención de limpiar y recuperar alguna clase de materiales en una depredación que se registró en ese lugar, no se obtuvo mayor información referente a la cerámica.

Sobre la Estructura 2, en la única parte que no presentaba alteración por depredación se trazó el pozo 4, de 2 x 1 m y una profundidad de 1.25 m, entre los rellenos de la estructura se recuperaron materiales correspondientes al Clásico Tardío. A 75 cm se encontraron los restos de un individuo, aunque solo parte de sus piernas, ya que la cabeza y pies tuvo depredaciones mayores que destruyeron el resto del cuerpo. Al extender el pozo se encontraron pedazos del cráneo, dientes, y huesos de las manos y pies. Los huesos que se encontraron intactos estaban orientados hacia el norte, por donde corre el río Motagua. La mayoría de la cerámica corresponde al Clásico Tardío por lo que se piensa que este individuo fue enterrado durante ese periodo.

El pozo 5 se trazó a 5 m al noroeste del pozo 1, de 1 x 1.50 m, y 1.30 m de profundidad. A 60 cm se localizó un depósito de cerámica y obsidiana revuelta con ceniza, pensamos que se trata de un pequeño basurero. La cerámica correspondió al periodo Clásico Temprano y Preclásico Tardío posiblemente y además se recogió una piedra de moler plana. El depósito medía 20 cm de alto y un poco más allá de las dimensiones del pozo se excavó sobre los perfiles en donde estaba la cerámica hasta llegar al límite. Luego se bajó un poco más encontrándose una capa de piedra quemada y reventada por la acción del fuego, después de esa capa de piedra se encontró una capa de tierra amarilla sin restos de materiales. Los tres pozos restantes se realizaron en diferentes patios del sitio y se recogió poca cerámica correspondiente al Clásico Temprano.

 LA REFORMA

Este sitio se localiza a 5 km al norte del pueblo de Huité, sobre el extremo este del río, a 200 m sobre el nivel del mar, sobre la margen sur del río Motagua es el sitio más grande e importante del valle de Huité (Figuras 9 y 1a). El sitio cuenta con 82 estructuras incluyendo un complejo de Juego de Pelota (Figura 10).

La importancia de este sitio se hizo cada vez más clara conforme avanzaron las excavaciones que se realizaron en él. Durante mucho tiempo el sitio ha estado abandonado a las inclemencias del tiempo y las acciones de saqueo, que destruyeron gran parte de las evidencias arqueológicas del centro y de la periferia. Con el fin de obtener los conocimientos que las diferentes áreas habitacionales de La Reforma podían proporcionar al mundo arqueológico, se emprendieron arduos trabajos de investigación para dar solución a la problemática que presentan las interrogantes que encierra el área del Motagua Medio.

Durante tres años se realizaron excavaciones temporales en el sitio: en el Grupo E, en las estructuras del Juego de Pelota y en los Grupos A y B, en las Estructuras 1, 2, 3 6, 7, 8, 9, 11 y 27. Además se hizo un estudio de patrón de asentamiento, apoyado en reconocimientos en los alrededores del sitio, donde se ubicó un tercer grupo de ocho montículos a unos 400 m al sureste del sector habitacional. A este grupo se le ha denominado Grupo G, y ahí se detectó un conjunto de estructuras que formaban una serie de plazas sin ningún orden aparente.

Las excavaciones en el Grupo C consistieron en la limpieza de las Estructuras 17,18, 19, 37 y 35, y una serie de pozos de sondeo en las plazas o patios que forman dichos edificios. Este grupo se localiza al noroeste del Grupo A y está formado por 11 estructuras ordenadas en patios abiertos entre sí.

Al conocer la complejidad que presentaba cada una de las estructuras se decidió reagrupar los sectores que se tenían hasta el momento en este sitio. Se hicieron cuatro grupos A, B, C, y D, del sector habitacional, habiéndose trabajado únicamente en tres de ellos: en el A y B en 1996, el C en 1997 y el Sector 1 o Ceremonial en 1998. Durante noviembre y diciembre de 1998, se excavó el Grupo D, en donde se encontraron una serie de pequeñas estructuras que no se detectaron a simple vista.

Además se realizó otro levantamiento topográfico del sitio, en donde se incluyen más estructuras de las que se habían registrado. Al sur del Grupo A y D se encontraron dos plataformas y dos terrazas posiblemente para el cultivo. Debido a este hallazgo se decidió reagrupar el sitio: el Sector 2, los Grupos A, B, C, D, y F; el Sector 1 Grupo E y el Sector 3 Grupo G.

Durante las excavaciones en el Grupo A se detectó cerámica perteneciente a los periodos Clásico Temprano y Tardío, aunque en contextos cerrados se hallaron pocas muestras del periodo Preclásico Tardío, específicamente en los sondeos que se realizaron en la Estructura 27 y 11 (Figura 12), las que son de mayor dimensión en este grupo. El mayor porcentaje de la cerámica recuperada en estas excavaciones corresponde al Clásico Tardío y fue recuperada en las Estructuras 1, 2, 3, 6, 7, 8 y 9 que pertenecen al Grupo B (Figura 11). Por consiguiente se puede decir que posiblemente las Estructuras 27 y 11 son las primeras estructuras construidas con basamentos de piedra en el Grupo A, y las otras estructuras pudieron haber sido edificadas en los periodos subsiguientes.

Se realizaron pozos de sondeo en la plaza principal del Grupo A, formado por las Estructuras 27, 15 y 11, obteniéndose poco material cerámico, al igual que en los restantes ocho pozos que se hicieron en el área de los Grupos A y B, y en el Sector Ceremonial o Grupo E. No se puede asegurar que el Grupo A fue el primer grupo habitacional construido en el sitio, ya que según los trabajos hechos en 1997, en diversas partes del Grupo C se determinaron evidencias contemporáneas más antiguas que Grupo A.

Aunque este grupo constituye el primer conjunto de estructuras con basamentos bajos de piedra, que forman conjuntos de patios abiertos que las comunican entre sí, ahora se sabe que la evidencia del Grupo D es aún más temprana. Los materiales arqueológicos recuperados tanto en las excavaciones como en la limpieza de las pequeñas estructuras del Grupo D son más antiguos que los Grupos A y C, ya que la mayoría de la cerámica recuperada se fecha para los periodos Clásico Temprano y Tardío, y muy poca para el Preclásico Tardío. Los materiales del Grupo D corresponden a los periodos Preclásico Medio y Tardío, y Clásico Temprano encontrándose mayor evidencia en el sector este del grupo, muy cerca al Grupo C, que vincula a la Estructura 17 (Figura 14) de este grupo por sus materiales del Preclásico Tardío muy relacionados con los materiales que se hallaron en el Grupo D.

Mediante el programa de pozos de sondeo que se realizaron dentro y alrededor del Grupo C, las evidencias encontradas cambiaron los conocimientos que hasta la fecha se tenían de los patrones funerarios de la cuenca del Motagua Medio. En La Reforma se determinó un patrón funerario basado en la utilización de lajas, para formar cistas. Este patrón es más sencillo al de las tumbas del sitio Guaytán, aunque con el hallazgo del primer entierro intacto en el sitio La Reforma se transforman los esquemas de los patrones funerarios de la zona.

El Entierro 1 de La Reforma es el primero intacto que se encuentra desde que el programa de arqueología inició sus investigaciones en la región, a éste se le ha denominado como C4-19, por presentar cuatro individuos y encontrarse a poca distancia de la Estructura 19 del Grupo C. El entierro se ha identificado como primario múltiple directo, ya que se encontraron cuatro individuos colocados directamente en el suelo con objetos de cerámica y obsidiana, la orientación definida es norte-sur con la cabeza hacia el río Motagua. Uno de ellos se encontró en una posición diferente a los otros tres, los cuatro individuos tenían una posición de decúbito dorsal extendido, pero la posición de uno puede que haya sido de decúbito ventral, extendido aunque esto no se pudo conocer con seguridad debido al deterioro y mal estado de sus huesos y principalmente del cráneo.

El Grupo C presenta gran actividad constructiva, las estructuras son mucho más complejas que las del Grupo A, lo que nos hace pensar que fue uno de los grupos más importantes de La Reforma, aunque para esta época los Grupos B y D también presentan actividad constructiva, al igual que el Grupo E, de naturaleza ceremonial, en donde hay evidencia de que se realizaron pequeñas construcciones sobre rellenos de piedra, con estructuras y plataformas alargadas que sostienen pequeñas habitaciones. Estas plataformas alcanzan una altura promedio de 50 a 80 cm, sus estructuras están asociadas a patios empedrados (Figuras 15 y 16).

La importancia del Grupo E, ceremonial desde su construcción, está ilustrada por la presencia de un campo de Juego de Pelota, este tipo de complejos constituyen uno de los primeros lugares o conjuntos de actividades comunales y distracción social en el área mesoamericana (Navarrete, comunicación personal 1997). En esa plaza se encuentran cuatro estructuras orientadas hacia la parte este del sitio, buscando el cauce del río Motagua. En el valle del Motagua Medio se conocen hasta el momento más de 10 conjuntos de Juegos de Pelota, cada uno de ellos con diferente diseño arquitectónico construidos posiblemente en diferentes periodos. En esos mismos complejos se encontraron edificaciones de tipo acrópolis, por la presencia de estructuras que forman un conjunto arquitectónico diferente en todo el sitio.

En el sitio La Reforma, la presencia del conjunto de estructuras tipo acrópolis acompañado por el Juego de Pelota, son reflejo del desarrollo que alcanzó este sitio. Seguramente tanto la acrópolis como los grupos presentan vestigios de ocupación pues en ellos han sido descubiertas plataformas baja de piedra que tuvieron techos perecederos. Además de estos grupos está el Grupo D, conformado por una sola estructura grande que ha sido denominada Estructura 26 (Figura 13), quizá una de las más grandes en el sitio, está asociada por pequeñas plataformas que no son vistas tan superficialmente en el resto del sitio. Este sector desempeñó una función muy importante, se han encontrado concentraciones de lascas de obsidiana en la superficie, evidencia que permite pensar que en ese grupo se encontraban posiblemente los talleres para fabricar objetos múltiples.

Este tipo de evidencia marca el establecimiento de una estructura social compleja dentro del sitio, diferenciando de esta manera el área de trabajo de materiales utilitarios y el área de actividad agrícola que posiblemente se encontraba en las partes bajas del sitio cercano al río Huité y Motagua.

En 1998 se realizó una serie de pozos de sondeo y limpieza de estructuras en el Grupo E, ceremonial, con el objeto de definir de mejor manera el Juego de Pelota y la acrópolis. Se hicieron un total de 16 pozos y la limpieza de los muros de la Estructura 2, 3, 5C y 7 de este sector. Los resultados fueron muy buenos ya que se logró identificar de mejor forma las dimensiones de estas estructuras. Se trabajó en el centro del Juego de Pelota, las Estructuras 5A, 5B, y 5D sólo fueron tocadas parcialmente ya que habían sido trabajadas en 1996.

Al igual que otros sitios de la cuenca, el periodo Clásico es quizá el más importante, pues en él se registran las mayores evidencias de desarrollo de los grupos humanos que se asentaron en la cuenca del río Motagua; por ejemplo, se notan cambios sobresalientes en la cerámica que son muy característicos de la zona, y se empiezan a producir vasijas policromas muy propias de la región.

Durante la temporada de noviembre a diciembre de 1998 se realizaron excavaciones en el Grupo D, cubriendo un total de 24 pozos y una estructura intervenida. Los pozos se hicieron alrededor de la Estructura 26 y en la parte oeste del grupo, en donde se encuentra la mayor concentración de lascas de obsidiana en todo el sitio. Se hizo además un nuevo levantamiento topográfico del sitio en donde se incluyeron otras estructuras que no fueron reportadas con anterioridad, así como terrazas de cultivo en la parte sur del sitio en los bajos de la quebrada Ojo de Agua.

Los tiestos recuperados en el Grupo D muestran la ocupación más temprana del sitio, ya que materiales cerámicos desde el Preclásico Medio hasta el Clásico Tardío han evidenciado la relación de un grupo con otro y la forma en que se fue desarrollando el sitio a través de los siglos.

LOS ZANJONES Y EL PORTEZUELO

Se localiza al este de La Reforma y está compuesto por dos grupos de montículos a los que se les designó con nombres diferentes: Los Zanjones al norte y El Portezuelo al sur. De los sitios más cercanos al epicentro de La Reforma, este sitio es el que presenta mayor concentración de estructuras pequeñas, distribuidas a lo largo de ocho lengüetas que se desplazan hacia el río Motagua. En una de las lengüetas se encuentra una estructura que alcanza los 3 m de altura, se localiza en la primer lengüeta o Grupo A junto con 10 estructuras más las cuales están completamente destruidas por acciones de saqueo, por esa causa se le denominó Los Zanjones, por la presencia de una serie de zanjas que destruyeron las estructuras (Figuras 17 y 1a). Los ocho grupos de Los Zanjones presentan plazas abiertas y cerradas que comparten patios entre sí, la mayoría de los edificios son rectangulares con funciones residenciales.

Las siete lengüetas restantes se encuentran igualmente depredadas pero en mejores condiciones que el Grupo A. En este sitio no fue posible realizar excavaciones, por lo que el trabajo se limitó únicamente a realizar recolección de superficie y de materiales dentro de las depredaciones que marcan la ocupación para el periodo Clásico.

El sector sur o El Portezuelo presenta una serie de montículos de mayor tamaño de los que se ubicaron en Los Zanjones, están dispersos a lo largo de un terreno, varios de ellos también fueron destruidos por lo que es muy difícil observar cuáles eran las características del sitio. La distribución de los edificios es muy parecida a la de La Reforma, las estructuras forman plazas o patios abiertos entre sí, probablemente este sector fue residencia de familias de mayor rango que las de Los Zanjones.

El sitio está compuesto por 25 edificios que se encuentran total o parcialmente destruidos en algunas de las depredaciones, y se logran apreciar los basamentos de los muros y sus alineaciones, así como también lajas que son características de los enterramientos en la región (Figura 1a).

La ocupación del sitio es muy marcada durante el Clásico Temprano, periodo en que tuvo mayor relevancia La Reforma. El Portezuelo solamente es ocupado durante este momento y Los Zanjones sigue siendo ocupado para el Clásico Tardío, aunque eso no quiere decir que El Portezuelo haya sido abandonado completamente, ya que es probable que algunos habitantes se quedaran residiendo en ese sector hasta el momento en que colapsó La Reforma.

ANALISIS DE MATERIALES

Ningún sitio arqueológico está fuera del alcance del conocimiento inferencial, lo que es de gran ayuda para explicar la representatividad de los contextos y registros arqueológicos, para justificar el alcance de las inferencias que se hagan de él. Los materiales arqueológicos que generalmente se extraen de un sitio son: restos óseos humanos y animales, restos vegetales, artefactos de diferentes formas y principalmente materiales cerámicos. En general es con el entendimiento del proceso de desarrollo y evolución de la cerámica que se pretende explicar los procesos, formación y transformación de los acontecimientos sociales suscitados en un sitio determinado.

Para llevar a cabo el estudio propuesto en el sitio La Reforma se estudiaron materiales cerámicos y líticos, incluyendo el análisis de dos entierros recuperados durante las excavaciones. Se hizo el estudio de los materiales de acuerdo a la densidad obtenida en cada uno de los grupos trabajados. La muestra total de materiales arqueológicos es de 12,304; el 87.82% corresponden a cerámica, el 10.28% a obsidiana, el 1.20% a basalto y el 0.69% a varios.

ARTEFACTOS LÍTICOS

Esta clase de materiales se dividió en tres grupos: artefactos de obsidiana, basálticos y los elaborados con diferentes piedras, en las que se incluyen serpentinas, pizarra, pedernal, sílice y otros.

Se recolectó una muestra de 1498 artefactos de piedra, de los cuales el 84.44% corresponde a objetos de obsidiana como puntas de proyectil, navajas, lascas, nódulos y núcleos; el 9.87% corresponde a objetos elaborados de piedra basáltica, como manos y piedras de moler, objetos denominados donas y pequeños artefactos cilíndricos con talla en la parte media; mientras que el 5.67% corresponde a lascas de pizarra, pedernal, jaspe y pequeñas navajas de sílice.

La muestra total de obsidiana es de 1265 fragmentos, de los cuales 6.7% corresponde a la fuente de El Chayal, el 14.86% pertenecen a la fuente de Ixtepeque; el 78.26% está representado por una fuente local cuya ubicación se desconoce hasta el momento y el 0.15% corresponde a obsidiana verde.

La colección de objetos de obsidiana del sitio La Reforma está representada principalmente por nódulos, lascas y desechos, que se encuentran en mayores proporciones en el Grupo D. La mayor cantidad de estos objetos corresponden a la fuente local, lo que implica la elaboración de artefactos dentro del sitio, contando con la especialización en la fabricación de estos objetos, aunque las navajas prismáticas e irregulares y fragmentos de puntas de proyectil que corresponden en su mayoría a las fuentes de El Chayal e Ixtepeque, aunque no se descarta la posibilidad de la elaboración de estos artefactos en La Reforma.

Para el análisis de la muestra de obsidiana se realizó una tipología de acuerdo a la propuesta de Carpio (1992:99-101) en la que incluye las siguientes caracterizaciones: lascas con uso, lascas, núcleos de lascas con corteza, navajas irregulares, navajas prismáticas, núcleos, navajas irregulares con corteza y lascas bipolares con uso.

De acuerdo con la evidencia de los artefactos obtenidos se sugiere que se practicó un desbastado por percusión directa y a un nivel menor por percusión bipolar (Carpio 1992:94); la técnica fue aplicada a nódulos mayoritariamente con corteza, procedentes de la fuente desconocida, los que fueron reducidos indistintamente a lascas de tamaño regular con borde utilizables, obteniéndose eventualmente algunas navajas prismáticas e irregulares, macro navajas puntas de proyectil y navajas pequeñas de percusión.

Los objetos de obsidiana clasificados de acuerdo a su utilización por sitio, con el objeto de obtener los porcentajes de cada uno e identificar si fueron fabricados localmente de acuerdo a los resultados obtenidos. Estos resultados se pueden observar en las gráficas siguientes: muestra de lascas por sitio muestra de bipolares por sitio y muestra de navajas prismáticas por cada sitio.

En cuanto a la muestra de basalto, los artefactos fueron elaborados con materiales atribuidos a los derrames basálticos del Cerro Mal País, la concentración de este tipo de piedra en ese lugar indica el aprovechamiento de la fuente para la elaboración de estos objetos, relacionados con el yacimiento taller encontrado en 1995. Los objetos que se obtuvieron incluyen fragmentos de piedras de moler con soportes pequeños, planas y convexas, así como manos de moler planas, cilíndricas y rectangulares con extremos biselados. Además, se tienen algunos fragmentos de piedras de moler de laja y piedras de río. De la colección de objetos varios de piedra, la muestra es de 85, de los cuales el 41.17% corresponde a pulidores de serpentina de varios tamaños, fragmentados y completos, lo que indica la utilización a gran escala de estos objetos, que posiblemente servían para la elaboración de cerámica, como percutores de obsidiana, e instrumentos para pulir cueros y maderas.

MATERIALES CERÁMICOS

La cerámica es el material arqueológico que se recuperó con mayor frecuencia en las excavaciones realizadas en los sitios mencionados, así como también en la superficie, en donde se recolectó en el momento de reconocer las áreas que posteriormente fueron trabajadas.

La muestra de objetos cerámicos es de 10,806 tiestos, el 78.56% de la muestra corresponde a La Reforma, en donde se recuperó el mayor porcentaje de materiales; la clasificación de la cerámica se realizó por cada grupo en donde se pudo observar la frecuencia de los materiales en cada uno de los sectores. El 7.92% corresponde a Los Llanos, el 5.70% corresponde a El Portezuelo y Los Zanjones que proviene únicamente de superficie y depredaciones en los diferentes grupos de los sitios, el 5.31% corresponde a Las Vegas y el 2.48% provienen de Palo Negro. Se desechó el 44.70% y se analizaron más detalladamente el 55.30%. Además se recuperaron 10 vasijas completas y 4 semi completas en La Reforma.

De la muestra analizada el 9.74% corresponden al periodo Preclásico Tardío, el 64.06% del Clásico Temprano, el 23.34% del Clásico Tardío y el 2.87% corresponden a materiales del periodo. De igual forma se desecharon los materiales correspondientes a cada periodo para llevar un mejor control del análisis.

La muestra del periodo Preclásico Tardío está representada por cerámica tipo Usulután, conformadas principalmente por platos y cuencos. Este tipo de cerámica es comúnmente encontrado en diferentes zonas culturales, atribuyéndose su origen a El Salvador. Otro de los tipos para esta época es el equivalente al Corinto Manchado encontrado en la zona central de Guatemala y las Verapaces (Hatch 1997:137; Sharer y Sedat 1987:288), conformado principalmente de cántaros y vasijas de boca restringida. Otros tipos equivalentes al Café Negro, Rojo Fino, Naranja Fino y negros pulidos de Kaminaljuyu (Hatch 1997), y Clis Clis del valle de Sansare (Paredes 1994; Cuadro 1).

CUADRO 1

PRECLASICO TARDIO

Desecho 438

Vajilla

Frecuencia

Porcentaje

Usulután

46

0.77

Corinto Manchado

11

0.18

Rofino (Rojo Fino)

59

0.99

Café Negro Pulido

23

0.38

Naranja Fino

37

0.62

Subin Rojo

229

3.83

Clis –Clis

26

044

Negro Pulido

31

0.52

Misceláneos

120

2.00

TOTALES

582

9.73

CUADRO 2

CLASICO TEMPRANO

Desecho 3846

Vajilla

Frecuencia

Porcentaje

Huité Inciso

180

3.01

Jícaro Inciso

220

3.68

Carrizo Inciso

52

0.87

Mapache Acanalado

359

6.00

Encanto Estriado

161

2.69

Cantoral

380

6.35

Rojo Sobre Naranja

42

0.70

Negro Pulido

508

8.50

Guaranja

27

0.45

Shin-Shin

397

6.64

Mal País

184

3.08

Uyus

138

2.31

Jabillo

170

2.84

Yaje

70

1.17

Chispan

175

2.93

Sunsapote

295

4.94

Portezuelo

28

0.47

Dos Arroyos Policromo

65

1.10

Micáceo

25

0.42

Cántaro Borde Blanco

100

1.67

Cántaros

15

0.25

Maíz

40

0.67

Cántaro Borde Rojo

18

0.30

Negro Inciso

53

0.89

Café Inciso

16

0.26

Misceláneos

109

1.82

TOTALES

3827

64.06

Para el Clásico Temprano la muestra está mejor representada, los tipos son más variados y numerosos, dentro de los cuales hay producción local como el tipo Carrizo Inciso, que es muy característico por su acabado de superficie, un baño de engobe blanco y una banda roja en el borde y decoración incisa en diferentes zonas del cuerpo, este tipo está representado principalmente por cuencos y algunas vasijas de boca restringida. Otros tipos corresponden a los denominados Jícaro Inciso y Huité Inciso, el primero conformado por cuencos de engobe naranja y el segundo por cuencos y vasos pulidos, y con engobe ante claro y oscuro. Entre las vasijas utilitarias se encuentra mayormente los tipo Mapache Acanalado Estriado, que son generalmente cántaros y vasijas de boca restringida, policromos del tipo Dos Arroyos de las Tierras Bajas Mayas; entre otros tipos se pueden mencionar Café Inciso, Rojo sobre Naranja (equivalente a los de Kaminaljuyu), Negro Inciso, incensarios, sahumerios y comales, entre otros (Cuadro 2 ).

Aunque la muestra para el periodo Clásico Tardío no es muy abundante (32.34%), se nota continuidad en algunos tipos con ciertas variantes tales como: Carrizo Inciso, Jícaro Inciso, Huité Inciso y Casaca Estriado, que posiblemente es la continuidad del tipo Mapache Acanalado Estriado, y aparecen otros tipos nuevos como los llamados Saxche Naranja Policromo de las Tierras Bajas Mayas y Copador del Occidente de Honduras y El Salvador (Cuadro 3).

CUADRO 3

CLASICO TARDIO

Desecho 408

Vajilla

Frecuencia

Porcentaje

Huité Inciso

167

2.79

Jícaro Inciso

103

1.72

Carrizo Inciso

42

0.72

Rojo/Ante

177

2.96

Casaca Estriado

125

2.09

Saxche Naranja Policromo

29

0.49

Copador

25

0.42

Rojo

610

10.21

Misceláneos

117

1.96

TOTALES

1395

23.34

La cerámica del Postclásico está representada únicamente por fragmentos de cuencos con engobe micáceo y simples alisados con concentraciones de mica en la pasta, además se tiene la presencia de cerámica plomiza característica de este periodo; además se obtuvieron fragmentos de platos vidriados y cuellos de ánforas o botijas. La muestra de los periodos Postclásico y Colonial forma solamente el 2.87% del total de la muestra. La mayoría de ellos fueron encontrados en superficie.

REFERENCIAS

Carpio Rezzio, Edgar

1992        Aproximación a las actividades económicas en el sitio arqueológico El Anonal, Sansare: la evidencia de obsidiana. Revista Estudios No.1/92, pp.91-101. Instituto de Investigaciones Históricas, Antropológicas y Arqueológicas, Escuela de Historia, USAC, Guatemala.

Hatch, Marion Popenoe de

1997        Kaminaljuyu/San Jorge: Evidencia arqueológica de la actividad económica en el valle de Guatemala, 300 a.C. a 300 d.C. Universidad del Valle de Guatemala, Guatemala.

Paredes, José Héctor

1994        El contexto cerámico para la explicación social de los grupos humanos en el valle de Sansare, 1200 a.C. – 300 d.C. Tesis de Licenciatura, Área de Arqueología, Escuela de Historia, Universidad de San Carlos, Guatemala.

Sharer, Robert J. y David W. Sedat

1987        Archaeological Investigations in the Northern Maya Highlands, Guatemala: Interaction and Development of Maya Civilization. University Museum Monograph 59, University of Pennsylvania, Philadelphia.

Figura 1

Figura 1a

Figura 2

Figura 3

Figura 4

Figura 5

Figura 6

Figura 7

Figura 8

Figura 9

Figura 10

Figura 11

Figura 12

Figura 13

Figura 14

Figura 15

Figura 16

Figura 17

 

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