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Arnauld, Charlotte, Marie France Fauvet-Berthelot, Dominique Michelet y Pierre Becquelin
1998 Balamku, Campeche, México: Historia del Grupo Sur. En XI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1997 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.144-161. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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BALAMKU, CAMPECHE, MÉXICO:
HISTORIA DEL GRUPO SUR
Charlotte Arnauld
Marie France Fauvet-Berthelot
Dominique Michelet
Pierre Becquelin
El sitio de Balamku fue hallado en noviembre de 1990 por el arqueólogo Florentino García Cruz y los custodios del Centro de Campeche del Instituto Nacional de Antropología e Historia, quienes atendían una denuncia de saqueo. Este saqueo había descubierto parcialmente un friso de estuco modelado y pintado que ornaba originalmente el muro superior correspondiente a la bóveda y al techo de un edificio del Clásico temprano-medio, que fue recubierto por otros más tardíos.
Balamku está localizado a 3 km al norte de la carretera Chetumal-Escárcega, cerca del ejido de Conhuas, a 60 km al oeste de Xpujil, a 50 km en línea directa al norte de Calakmul y a la misma distancia al oeste de Becan (Figura 1).
Después de las primeras intervenciones de emergencia, un grupo de especialistas, encabezado por el arqueólogo Ramón Carrasco V. y al cual se integraron dos investigadores franceses, llevó a cabo trabajos más sistemáticos en 1994-1995: descubrimiento completo del friso, que mide en total 16.80 m de largo por 1.75 m de alto; estudio de su contexto arquitectónico y temporal; análisis de su iconografía, a cargo de Claude F. Baudez, consolidación del estuco y de la estructura; aproximación de la configuración general del sitio mediante el levantamiento topográfico de sus tres grupos principales, central, norte y sur, realizado por Jean Pierre Courau. El arqueólogo Ramón Carrasco V. también excavó y restauró las fachadas de los dos edificios adyacentes a la estructura del friso, los cuales se ubican en el lado norte de la plaza principal del Grupo Central (Figura 2).
Una fecha por radiocarbono, obtenida a partir de la madera del dintel del edificio que lo lleva, sugiere que el friso debe ser fechado para el inicio del Clásico Tardío (631±30; R. Carrasco, comunicación personal, 1997). Sin embargo, la iconografía y el estilo del friso remontan más bien al siglo V o VI, es decir al final del Clásico Temprano (Baudez 1996). Otra propuesta consistiría en hipotetizar un atraso cultural marcado en el caso de Balamku, quizá por su situación geográfica periférica hacia el oeste, retrasando el final del Clásico Temprano hasta 6O0-650 DC.
Precisamente, la investigación que iniciamos en noviembre de 1995 en Balamku, contempla el estudio de la evolución del asentamiento a lo largo del periodo Clásico, con una atención particular sobre sus inicios, o sea la época Clásica Temprana. Balamku es un sitio altamente llamativo para este tipo de investigación y no solamente por el problema histórico-cultural planteado por el friso de estuco del Grupo Central. En primer lugar, Balamku representa un asentamiento de tamaño modesto (sus tres grupos principales cubren un espacio total de 25 hectáreas), lo que permite aplicar una estrategia de trabajo que abarque una buena proporción de sus componentes. En segundo lugar, se ubica en medio de una zona mal conocida, al norte de Calakmul y al oeste de la concentración de sitios que corresponde a la región de Becan, Xpujil y Río Bec. A priori, lo poco visible de su arquitectura parecía tener más relación con la tradición Petén; pero después de dos temporadas de trabajo, comprobamos la presencia de influencias del estilo Río Bec. En fin, Balamku ya es una zona arqueológica hoy en día vigilada y protegida, accesible al turismo aunque no oficialmente abierta al público, de la que apenas habían sido estudiadas tres estructuras del Grupo Central en el momento en que iniciamos las excavaciones.
Los trabajos de R. Carrasco V. se concentran en el Grupo Central (1994-1995, 1997), mientras que los nuestros se aplican por el momento al Grupo Sur. De antemano parecía conveniente empezar más bien por el Grupo Norte (Figura 2). Sin embargo, durante la temporada de trabajos preliminares de noviembre de 1995, nos dimos cuenta de que varias estructuras del Grupo Sur habían sido gravemente afectadas por saqueos, a los cuales se sumaban daños provocados por los dos huracanes ocurridos dos meses antes, Ópalo y Roxana: elementos arquitectónicos importantes, o bien ya se habían caído o estaban a punto de caerse. En particular, una estructura de gran interés, la pirámide D5-5, requería una intervención de rescate.
La Estructura D5-5 es la que más ha sufrido los efectos desastrosos del saqueo y de los huracanes. Los saqueadores cavaron varias trincheras en la cumbre de la pirámide de 15 m de altura, con lo que lograron poner al descubierto y perforar por todos lados una estructura anterior (D5-5 sub). Se trata de un templo de dos cuartos en dos crujías, con entrada al sur, hacia la Plaza A, la cual es la principal del Grupo Sur (Figura 3). Dado el carácter más que somero de su bóveda, visible en las partes laterales del aposento delantero, este templo parecía fechable a priori del Clásico Temprano. Tanto el interés intrínseco de la construcción, ligado a su supuesta antigüedad, como la necesidad de intervenir rápidamente para salvarla de una destrucción total nos llevaron a empezar el estudio y la consolidación de D5-5 sub. Obviamente, no se podía trabajar sobre esta subestructura sin tratar de entender el edificio posterior que la recubrió y, por lo tanto, que la canceló, es decir D5-5. Inicialmente, pensábamos que los huracanes habían destruido el techo de D5-5 sub, el relleno posterior así como los vestigios de la superestructura posterior D5-5. En realidad, veremos que esta última nunca ha existido sobre el enorme relleno que recubrió D5-5 sub y su basamento piramidal.
Este dato sólo es una de las sorpresas que nos ha revelado el estudio de las seis estructuras que hemos excavado durante las temporadas de 1996 y 1997. En base a estos trabajos, intentaremos ahora resumir la secuencia arquitectónica del Grupo Sur de Balamku, tal como la conocemos actualmente. Claro está que si bien podemos esbozar las grandes líneas de dicha secuencia, conviene subrayar que nuestro intento es preliminar, por el hecho, entre otros, de que el análisis cerámico no está terminado.
La secuencia cubre los periodos que van desde el Preclásico Terminal hasta el Clásico Terminal. Aun tenemos indicios de alguna ocupación puntual durante el Postclásico (Estr.9, Figura 3). El interés de esta secuencia es doble, además de su larga duración: muestra un desplazamiento de la ocupación desde las plazas del sur del grupo hacia las plazas del norte y revela un proceso de aparente sustitución del estilo Petén por influencias procedentes de Río Bec.
SECUENCIAS CONTRASTADAS (ESTRUCTURA D5-5 Y D5-4)
El Grupo Sur consta de cuatro plazas, que juntas conforman la figura de una C invertida, orientada norte-sur (Figura 3). En la extremidad sur, la Plaza A es la principal ya que la pirámide D5-5 la domina; las tres estelas conocidas en el Grupo Sur se encuentran en esta plaza, ubicadas en el pie de las Estructura D5-5 y D5-102. Las dos estelas que están ubicadas al pie de D5-10, una clavada y la otra recostada, todavía conservan algunos glifos visibles en bajo relieve sobre un canto; frente a la base de la escalinata de D5-5, la tercera es hipotética, ya que sólo grandes fragmentos de una piedra tallada de gran tamaño quedan empotrados en las raíces de un amate matapalo (Ficus strangulator).
La Plaza A es la más antigua, con una primera fase de construcción que remonta al final del Preclásico, detectada tanto debajo del templo D5-5 sub como en la Estructura D5-11 ubicada frente a D5-5. La Plaza B constituye el espacio privado de la Estructura D5-10, la cual era probablemente, como veremos, una residencia de prestigio, construida sobre una plataforma de 3.50 m de altura en el lado sur de la plaza; en los lados norte y oeste, hay también dos estructuras más pequeñas, D5-7 y D5-8. La Plaza C se abre delante de la Estructura D5-6, un montículo de tamaño mediano, y de la Estructura D5-4, una plataforma de casi 30 m de largo y 3.50 m de alto. Finalmente, al norte está la Plaza D, rodeada por tres montículos, todos aparentemente más bajos que D5-10 y D5-4.
Además de la pirámide D5-5, cuyo estudio aún no está terminado, hemos excavado primero la plataforma larga D5-4, la Estructura D5-10, la pequeña Estructura D5-11 y luego las Estructura D5-8 y D5-3; en el montículo D5-7, a la fecha sólo hemos abierto dos trincheras. De este modo, al menos una estructura en cada plaza ha sido excavada casi completamente. Nuestra intención es terminar de estudiar el Grupo Sur en 1998 excavando todas sus estructuras.
Las dos estructuras más grandes del Grupo, D5-5 y D5-4, han revelado unas secuencias de construcción que contrastan una con otra de manera muy marcada. Empezando por D5-5, ya señalamos que el templo D5-5 sub abovedado fue conservado casi intacto, con su decoración que forma un mascarón frontal hecho de piedras labradas estucadas, colocadas encima de la puerta de entrada, del que la extracción antigua del dintel de madera, los saqueos y los huracanes sólo dejaron los ojos (Becquelin et al. 1996:5, figura 11). Este templo fue rellenado, lo mismo que toda la plataforma piramidal con su gran escalinata frontal, pero no se construyó ningún edificio sobre este enorme relleno, a pesar de su excelente estabilidad conseguida por medio de una gran proporción de piedras labradas de reuso colocadas con esmero. Este episodio de rellenado de la pirámide y del templo D5-5 sub es sin duda el dato más notable del Grupo Sur de Balamku, no solamente por su carácter aparentemente no funcional, sino porque permitió la conservación excepcional del templo, que la cerámica asociada fecha del inicio del Clásico Temprano (de Pierrebourg 1996).
En cambio, las dos Estructuras D5-4 sub yuxtapuestas (norte y centro) adentro de la plataforma larga D5-4, fueron desmanteladas en sus fachadas delanteras antes de ser rellenadas. Sobre el relleno fue construida una plataforma con una amplia escalinata frontal, cuyo revestimiento de piedras labradas nunca fue colocado y también fueron asentadas las fundaciones de una superestructura. Este edificio D5-4 no fue acabado y, por lo tanto, nunca fue ocupado. Además, curiosamente no parece contener piedras labradas provenientes del desmantelamiento parcial de las dos estructuras D5-4 sub incluidas en el relleno.
Podemos resumir las dos secuencias de la manera siguiente (de abajo para arriba):
ESTRUCTURA D5-5ESTRUCTURA D5-4
3- sin construcción3- construcción de D5-4 no acabada
2- rellenado2- rellenado
1- D5-5 sub (casi) intacto1- D5-4 sub desmanteladas
Podría considerarse que los estadios 2 y 3 del rellenado de D5-5 sin construcción equivalen a los estadios 2 y 3 del rellenado con construcción no acabada en D5-4. Sin embargo, los tres estadios no son contemporáneos: la cerámica contenida en el relleno de D5-4 es claramente posterior a la cerámica incorporada en el relleno de D5-5.
¿Cómo entender este contraste y este desfase entre las dos secuencias?
LA SECUENCIA DE LA ESTRUCTURA D5-10
Al excavar la Estructura D5-10 hemos puesto en evidencia otra secuencia diferente, aunque incluye un estadio de desmantelamiento al igual que la secuencia de D5-4. Pero primero conviene describir brevemente D5-10.
La Estructura D5-10 es un edificio de un solo cuarto, con techo de bóveda de mampostería, de 11 m de largo por 4.75 m de ancho (medidas externas), cuya amplia puerta principal abre sobre el espacio exterior de la plataforma que forma una terraza de 33 m², cubierta por un tejadillo de materiales perecederos sostenido por cuatro pilares de mampostería (Figura 5). También hay una pequeña puerta en la extremidad este del muro trasero. En la extremidad opuesta (oeste), el cuarto tiene una banca (1.25 m de ancho); dos pilares interiores apoyados a los muros delantero y trasero, de los cuales uno conserva un sistema de amarre para cuerdas, que permitían aislar esta extremidad del cuarto con banca por medio de cortinas. Estos detalles, el plano general y la terraza delantera cubierta, demuestran que el edificio D5-10 no era un templo como lo sugería a priori su aposento único y su alto basamento, sino una residencia de la élite. Observemos que D5-10 se ubica justo al lado de la pirámide-templo D5-5, con una fachada hacia la misma plaza A y dos estelas a su pie, pero que su fachada principal (la norte) da sobre un espacio propio, la Plaza B, la cual queda a un nivel más elevado que la Plaza A, de casi 2 m.
Lo más notable de esta residencia D5-10 es su bóveda de saledizo, hecha con grandes lajas talladas bastante gruesas (dimensiones medianas: 70 x 35 x 12 cm), soportada por muros de gran espesor (1 m), que cubría un cuarto bastante ancho (2.65 m). Es sin duda un poco posterior a la del templo D5-5 (lo sabemos por la correlación de los pisos de la Plaza A), que fue construida de manera mucho más somera y que resistió mejor al paso del tiempo. La bóveda de D5-10 constituye un intento poco hábil de techar una residencia, o sea un cuarto amplio, en una época temprana (Clásico Temprano). Sobre esta bóveda derrumbada, de la cual hemos excavado los escombros in situ adentro del cuarto, fue depositado un escondite de cuatro recipientes de cerámica superpuestos (uno colocado boca arriba y los tres superiores boca abajo; diámetro de casi 40 cm). Los cuatro pertenecen al grupo cerámico Águila, lo que fecha el derrumbe de la bóveda para el Clásico Temprano.
Los dos primeros momentos de la secuencia de lo que tal vez podemos llamar el proto-palacio D5-103 son, por lo tanto, la construcción del edificio y luego, el derrumbe del techo (Cuadro 1). Aunque posterior y más sencillo, el edificio D5-10 puede ser comparado con los «palacios» Preclásicos de Uaxactun excavados por Valdés (1995:78-79). El tercer momento no fue de ninguna manera una reconstrucción: D5-10 fue abandonado y su escalinata frontal de la fachada norte fue desmantelada, sea inmediatamente, sea un poco más tarde y despojada de la mayor parte de sus piedras labradas. Aquí volvemos a observar en esta secuencia de D5-10 el episodio de desmantelamiento parcial que vimos en el caso de las dos Estructuras D5-4 sub. El edificio D5-10 jamás fue reocupado y el basurero de cerámica que hallamos sobre la esquina noroeste del basamento D5-10 es estratigráficamente posterior al abandono; proviene probablemente de la ocupación de la vecina Estructura D5-8.
El último momento de la secuencia de D5-10 corresponde a un intento de reconstrucción visible sobre el muro delantero de la superestructura, operación casi de inmediato abandonada, aunque los constructores tuvieron tiempo de traer una gran cantidad de piedras labradas de revestimiento de estilo Río Bec, de morfología muy diferente a las de la residencia D5-10, que hemos encontrado dispersas sobre sus escombros. Tanto la morfología de talla como la posición estratigráfica de las piedras indican que este momento de reconstrucción fallida es tardío, sin duda del Clásico Tardío. ¿Sería contemporáneo de la construcción igualmente abortada de la plataforma larga D5-4? Esto es posible, ya que la cerámica de D5-4 también data del Clásico Tardío.
SECUENCIAS COHERENTES
Las excavaciones hechas en la parte inferior de la fachada oeste de la plataforma D5-10, sobre la Plaza A, han confirmado la existencia de los dos estadios que manifiestan D5-4 y D5-10: desmantelamiento de piedras talladas y reconstrucción abortada (Cuadro 1).
Esta parte inferior abarca dos cuerpos escalonados que forman el sistema de contención de la Plaza B sobre la Plaza A (Figura 5), ya que como vimos, la primera es más alta que la segunda (de casi 2 m). De estos dos cuerpos, solo hemos hallado los pisos estucados sobre los rellenos de piedra, sin las paredes de contención ya que fueron desmontadas, probablemente para extraer las piedras labradas. En cambio, hemos despejado los vestigios de una reconstrucción posterior del cuerpo inferior, que empleaba piedras talladas al estilo Río Bec, vestigios entre los cuales hay un muro bien hecho, con esquina redondeada semejante a las esquinas de las estructuras del Clásico Tardío restauradas en el Grupo Central de Balamku por Carrasco. Este muro no fue acabado.
Hay que recalcar dos datos. En primer lugar, este muro Clásico Tardío con esquina redondeada, sin moldura, hecho de piedras talladas al estilo Río Bec, contrasta de manera marcada con el muro oeste del basamento de la residencia D5-10 fechada para el Clásico Temprano: este último lleva una moldura saliente formando un talud que remata en la parte superior de la plataforma (en delantal), perfil típico de los edificios Clásicos Tempranos tanto del Grupo Central de Balamku como de Calakmul y, en general, de la tradición Petén. Por lo tanto, en esta fachada oeste tenemos un caso bastante claro de sustitución de la tradición Petén por el estilo Río Bec. En segundo lugar, este muro tardío jamás fue terminado: de nuevo registramos un episodio de reconstrucción abortada, equivalente a los que hemos observado en D5-4 y en D5-10.
Hay que apuntar, de paso, que otra estructura también manifiesta los dos momentos de desmantelamiento y reconstrucción fallida, aunque de manera más puntual y limitada, la Estructura D5-11 situada en el lado sur de la Plaza A (Becquelin et al. 1996:25-26).
Ahora se perfila la secuencia constructiva del Grupo Sur de Balamku (Cuadro 2):
FASE 1
En el Preclásico Tardío o Terminal, alrededor de la Plaza A, existieron dos edificios que conocemos de manera muy limitada en D5-11 y en D5-5 (debajo de D5-5 sub adentro de la pirámide) y, quizá, un tercero que debería buscar una investigación debajo del basamento D5-10; de la Plaza A misma, ya conocemos cuatro pisos de estuco superpuestos.
FASE 2
Luego fueron construidos el templo D5-5 sub sobre su alta pirámide y, sobre un basamento menos alto pero no obstante bastante alto para una residencia, el «proto-palacio» D5-10; los dos tenían bóveda de saledizo. También podríamos fechar grosso modo de esta Fase 2 los dos edificios D5-4 sub, esperando que la cerámica, la morfología de las piedras talladas y los fechamientos de Carbono 14 logren precisar esta posición cronológica.
Luego ocurrió el derrumbe de la bóveda de la residencia D5-10; nada sobre el piso estucado del cuarto o de la terraza permite determinar las causas de este accidente, que consideramos «natural» y aun previsible en la medida en que esta bóveda no podía tener estabilidad.
FASE 3
Supuestamente después del derrumbe ocurrió el episodio de desmantelamiento parcial para la extracción de piedras labradas sobre los cuerpos escalonados que soportan el basamento D5-10 en su lado oeste, sobre la fachada norte del mismo edificio, sobre las fachadas este de las Estructura D5-4 sub central y norte, en fin sobre la Estructura D5-11. Sería difícil comprobar estratigráficamente que esta operación fuera efectivamente posterior al derrumbe de la bóveda de D5-10 más bien que anterior. Pero parece inverosímil que se hayan extraído las piedras labradas de la escalinata frontal norte mientras que la residencia D5-10 estaba todavía en buena condición y ocupada.
Nada comprueba tampoco que todas las operaciones de desmontaje realizadas sobre edificios de las Plazas A, B y C hayan sido contemporáneas. Sin embargo la hipótesis de simultaneidad es aceptable debido a que, en los cinco casos detectados, las operaciones se hicieron de manera semejante: sólo parte de las piedras labradas ha sido arrancada de las fachadas principales, sin reuso aparente en una reconstrucción posterior in situ.
En realidad, lo más probable es que estas piedras arrancadas fueron empleadas en la enorme obra de rellenado de la pirámide y del templo D5-5 sub. Hay tres argumentos a favor de esta propuesta: a) el relleno de D5-5 contiene cerámica del Clásico Temprano, contemporánea de la construcción y de la ocupación de las estructuras desmanteladas; b) este relleno contiene una gran cantidad de piedras labradas semejantes y, para algunas, idénticas, a las de las Estructura D5-10 y D5-4 sub; c) los desmontajes se hicieron en proximidad de la pirámide D5-5, es decir, en D5-11, en las fachadas norte y oeste de D5-10, en las partes sur de los edificios D5-4 sub; la parte norte de D5-4 sub (norte), la más alejada, no fue desmantelada.
FASE 4
Después de un tiempo de abandono visible en D5-10 y en los cuerpos escalonados, hubo algunos intentos de reconstrucción no terminada sobre D5-4, D5-10, D5-11 y sobre los cuerpos escalonados que soportan la parte oeste del basamento D5-10. Dos rasgos caracterizan a esta fase en estos cuatro casos: el hecho de la interrupción brutal de las obras de construcción y la morfología de las piedras labradas de revestimiento al estilo Río Bec, que parece ser nueva en el Grupo Sur de Balamku. El relleno de la pirámide D5-5 no contiene este tipo de piedras. Este dato es importante porque nos indica que el rellenado de D5-5 es anterior a la fase de reconstrucción abortada; es coherente con la presencia en el relleno de cerámica Clásica Temprana y no Tardía. El rellenado de D5-5 parece remontar al final del Clásico Temprano o al inicio del Clásico Tardío, mientras que la Fase 4 de reconstrucción data del Clásico Tardío.
En resumen, podemos afirmar que la secuencia constructiva de las tres plazas abarca una serie de episodios quizá bastante breves en sí, que cambiaron radicalmente la fisonomía del Grupo Sur, en el momento de la transición entre Clásico Temprano y Clásico Tardío y también durante el Clásico Tardío:
– derrumbe de la bóveda de la residencia D5-10 y depósito de un escondite sobre los escombros (Clásico Temprano, episodio más bien brutal)
– luego, desmantelamiento parcial de las fachadas de los edificios próximos a la pirámide D5-5 (episodio breve) y rellenado del templo D5-5 sub y de su pirámide, sin reconstrucción sobre el relleno (episodio más bien breve)
– luego, aparición de un tipo de talla de piedra conocido en Río Bec (¿episodio breve o progresivo?)
– e intento de reconstrucción de todas las estructuras desmontadas, utilizando las nuevas piedras talladas en los paramentos; intento brutalmente interrumpido
Es imposible evaluar qué lapso de tiempo cubrió estos cuatro episodios y sus intervalos: un siglo, dos siglos, o quizá menos… Conviene observar, en todo caso, que en la fase de reconstrucción no terminada, unos pisos exteriores que se remontaban a la fase antigua de construcción del Clásico Temprano fueron reutilizados (pisos de las Plazas A y C, Cuadro 2), lo que quizá sugiere que el tiempo transcurrido no fue muy largo.
Durante esta transición más o menos larga, la pirámide-templo D5-5 fue cancelada y la residencia de prestigio D5-10 fue abandonada; un nuevo tipo de piedra labrada y una nueva técnica de construcción (muro redondeado, que incorpora algunas piedras de talla convexa), fueron introducidos. Sin embargo, la historia arquitectónica del Grupo Sur no terminó con eso. Las otras tres estructuras que hemos excavado revelan otra secuencia posterior, que posiblemente empezó después del rellenado de la pirámide D5-5.
OCUPACIONES TARDÍAS
Las pequeñas estructuras D5-8 (Figura 4) y D5-7 forman parte de la Plaza B, y la Estructura D5-3 de la Plaza D. A nivel estratigráfico de sus pisos exteriores, es posible mostrar que D5-8 es posterior a la construcción de D5-10 y que D5-3 es posterior a la construcción de D5-4. En cuanto a D5-7, parcialmente excavada, sólo la presencia de algunas piedras de estilo Río Bec permite pensar que sería posterior a D5-10 y más o menos contemporánea de D5-8 (Cuadro 2). Las tres son estructuras tardías, con una proporción variable de piedras al estilo Río Bec. No fueron desmanteladas porque son posteriores al desmantelamiento y al rellenado de D5-5 sub. Grosso modo, deberían de ser contemporáneas de la fase de reconstrucción abortada. Sin embargo, en el caso de estas tres estructuras, la construcción fue terminada. Por lo tanto, hay que considerar que ellas representan un momento cronológicamente (¿anterior o posterior?) y funcionalmente distinto de esta fase de restauración fallida.
Cronológicamente, la Estructura D5-3 (Figura 6) es sin duda alguna, la más tardía de todas, por la excelente calidad de su mampostería de piedras Río Bec, con molduras basales compuestas, y por la cerámica asociada, fechada para el Clásico Terminal (cerámica estriada, grupo Pizarra, cerámica de pasta fina; de Pierrebourg 1996). La Estructura D5-3 y probablemente los dos edificios de la Plaza D, representan la última fase de ocupación del Grupo Sur, en un momento en que las Plazas A, B y C estaban abandonadas. Estratigráficamente, D5-3 es posterior al abandono de la plataforma larga D5-4 (capa gris, Cuadro 2; Becquelin et al. 1996:16).
Llegamos ahora a la parte más difícil de argumentar de la secuencia constructiva del Grupo Sur, dado el avance de nuestros trabajos. En buena lógica al menos, la ocupación de la Estructura D5-8 (quizá también de D5-7), debería corresponder al lapso de tiempo que transcurrió entre el desmontaje de las estructuras de las Plazas A, B y C y el abandono definitivo que siguió a la reconstrucción abortada (i.e., entre las Fases 3 y 4). El argumento es el siguiente: D5-8 (¿y D5-7?) no fue afectada por el desmantelamiento, por lo tanto es posterior a este episodio; este edificio fue terminado y ocupado, por lo tanto es anterior al episodio de reconstrucción abortada; es más, D5-8 fue modificada durante su tiempo de ocupación. Recordemos que el basurero de cerámica hallado en la esquina noroeste del basamento de D5-10 resultó probablemente de la ocupación de D5-8; el análisis cerámico debería comprobar o no la validez de esta correlación. El basurero es estratigráficamente anterior a la reconstrucción fallida.
Desde el punto de vista funcional, es interesante observar que todas las estructuras de las cuales tratamos, salvo las de la Plaza A (D5-5 y ¿D5-11?) eran probables residencias, por la presencia en cada una de ellas de una banca interior (Cuadro 3) y por la falta de rasgos característicos de otra función. De ser correcta esta hipótesis, la secuencia completa de las cuatro plazas se puede resumir en una serie de desplazamientos y sustitución de residencias:
– después del abandono de la residencia D5-10, cuya bóveda se había derrumbado sobre su alta plataforma y después del relleno de la pirámide D5-5 sub, la Plaza B no fue abandonada durante el Clásico Tardío, ya que fueron construidas en ella las residencias D5-8 y quizá D5-7, sin bóveda; estas últimas representaban al parecer una ocupación mucho más modesta que la anterior del «proto-palacio» D5-10, asociado con la pirámide-templo D5-5 sub y con estelas colocadas en la Plaza A;
– luego, también en el Clásico Tardío, se decidió emprender la reconstrucción de D5-10, de los dos cuerpos escalonados de la Plaza B y de una parte de D5-11 sobre la Plaza A; también se inició en la Plaza C la construcción de lo que iba a ser una gran residencia, D5-4, sobre una plataforma tan alta como lo era la de D5-10; supuestamente la construcción de la Estructura D5-6 (que no hemos excavado todavía) en el lado sur de la misma Plaza C dataría de esta fase IV;
– en fin, después del abandono brutal de estas empresas, una nueva residencia D5-3 fue construida durante el Clásico Terminal sobre una nueva plaza (en realidad todavía desconocemos su ocupación anterior), la Plaza D, ubicada en el extremo norte del Grupo Sur, con otras dos estructuras, D5-1 y D5-2, que todavía no hemos excavado; al menos la calidad de las piedras talladas visibles en la superficie de los dos montículos sugiere una fecha de construcción también tardía.
En pocas palabras, podemos decir que hubo una reocupación modesta de la Plaza B después del derrumbe de la bóveda de D5-10, luego una ocupación fallida de la Plaza C y, en fin, una ocupación lograda de la Plaza D. Estas tres ocupaciones parecen haber sido de índole «residencial», un concepto por cierto bastante amplio y vago en el contexto de un grupo monumental como lo es el Grupo Sur.
¿RESIDENCIAS DE PRESTIGIO?
Casi no tenemos datos para precisar el status social de los habitantes del Grupo Sur de Balamku. Podemos afirmar, sin correr mucho riesgo de error, que los habitantes de las residencias más costosas de construir en este grupo formaban parte de la élite del sitio: éstas son, en la Plaza B la residencia D5-10 bastante alta y abovedada, en la Plaza C la residencia D5-4 tan alta como D5-10, con dos bancas interiores en el cuarto central —que quizá iba a recibir bóveda— y dos posibles anexos laterales y en la Plaza D la vivienda D5-3, o mas bien D5-1 o D5-2 cuyos montículos son más grande que D5-3. Especulamos que el cuarto central, bastante angosto pero con muros masivos, «iba» a tener una bóveda y que los espacios laterales «iban» a conformar dos anexos laterales, parcial o totalmente de materiales perecederos, al igual que los de la estr. D5-3. Para todas las fases existe sin duda una jerarquía de residencias de acuerdo con sus modos de construcción, siendo la más elaborada D5-10 y las más sencillas D5-8 y D5-7. En otros términos, si nuestra secuencia es correcta, las dos primeras viviendas construidas después del abandono de la Plaza A y de D5-10 son las más sencillas entre todas. Nos queda excavar D5-6, estructura que da probablemente a la Plaza C al lado de D5-4, para comprobar esta interpretación. Recordemos que la Estructura D5-4 no fue terminada y que, de la superestructura, sólo se hicieron las fundaciones de los muros de un cuarto central con sus bancas en las extremidades y el aplanado de piedras en los dos espacios laterales.
Las dimensiones no proporcionan una jerarquía tan clara de los edificios. El Cuadro 3 permite comparar las superficies techadas de las cinco viviendas excavadas, que representan en conjunto diez cuartos techados. Obviamente el análisis requiere excavar todas las estructuras del grupo para completar el cuadro e interpretarlo.
CONCLUSIÓN
En las Plazas A y B tuvo lugar un desarrollo monumental del Preclásico Tardío/Terminal y del Clásico Temprano, de tradición Petén (muro con moldura «en faldón» del basamento D5-10), aunque la decoración de tipo mascarón colocada sobre la puerta del templo D5-5 sub sea más característica de las posteriores tradiciones Río Bec/Chenes. Luego, son las Plazas B y C que conocieron un desarrollo arquitectónico Clásico Tardío, con la introducción —rápida o progresiva, no lo sabemos — de piedras talladas de paramento al estilo Río Bec; esta ocupación fue interrumpida de manera brutal cuando las construcciones en curso no habían sido acabadas; en realidad, salvo en D5-4, apenas estaban iniciándose. Finalmente, sobre la Plaza D al norte, se logró una ocupación durante el Clásico Terminal, con la construcción de tres estructuras, de las cuales conocemos D5-3, notable por la calidad de su mampostería, sus molduras y la talla de sus piedras, tantos rasgos de estilo Clásico Tardío-Terminal de Río Bec.
La secuencia arquitectónica del Grupo Sur de Balamku, tal como la hemos establecido de manera preliminar, sugiere que este grupo conoció una historia «agitada», en la cual el episodio del derrumbe de la bóveda de la residencia D5-10 parece iniciar una serie de acontecimientos que ocurrieron de manera más o menos rápida. Dado que esta residencia era probablemente la de la familia gobernante del Grupo Sur durante el Clásico Temprano, es tentador dar una traducción de la secuencia en términos políticos. Tal interpretación, sin embargo, no sería más que especulación en el estado actual de la investigación. Conviene no sólo confirmar y precisar nuestra secuencia constructiva al excavar los edificios del Grupo Sur que todavía no hemos estudiado en las Plazas C y D, sino también intentar averiguar si otros grupos de Balamku presentan unas secuencias comparables, en particular el Grupo Norte.
Por lo demás, es relevante reconocer que, en los sitios Mayas con arquitectura pública y privada bastante monumental, los fenómenos de estructuras antiguamente destruidas, desmanteladas o cuya reconstrucción no fue terminada jamás, sin duda, no son muy escasos, pero que, en el curso de la excavación arqueológica, de la consolidación o hasta en la publicación, no se les da quizá la atención que ellos merecen, a pesar de la información histórica que puedan aportar en ciertos casos.
REFERENCIAS
Baudez, Claude F.
1996 La casa de los cuatro reyes de Balamku. Arqueología Mexicana 18:36-41.
Becquelin, Pierre, Dominique Michelet, Charlotte Arnauld y Eric Taladoire
1996 Proyecto de investigación arqueológica Del Clasico Temprano al Clásico reciente en Balamku (Hopelchen, Campeche). Informe de los trabajos de campo realizados del 5 de febrero al 29 de marzo de 1996, presentado por CEMCA al Instituto Nacional de Antropología e Historia, México.
Pierrebourg, Fabienne de
1996 Rapport préliminaire sur la céramique de Balamku, première saison. Manuscrito.
Valdés, Juan Antonio
1995 Desarrollo cultural y señales de alarma entre los mayas: el Preclásico tardío y la transición hacia el Clásico temprano. En The Emergence of Lowland Maya Civilization. The transition from the Preclassic to the Early Classic (editado por N. Grube):71-85. Acta Mesoamericana, Vol. 8. Bonn.
Cuadro 1: Secuencia preliminar de la Estructura D5-10 y elementos asociados
Cuadro 2: Correlación tentativa de las secuencias del grupo Sur para las plazas B, C y D,
con elementos de la Plaza A asociados
Cuadro 3: Dimensiones interiores techadas de las residencias en las Plazas B, C y D
Figura 1: Localización de Balamku en el Campeche arqueológico (según Piña Chan)
Figura 2: Esquema de localización de los tres grupos topografiados en febrero y marzo de 1995
por J.P. Courau
Figura 3: Plano del Grupo Sur
Figura 4: Plano de la Estructura D5-8
Figura 5: Plano de la Estructura D5-10
Figura 6: Plano y corte de la Estructura D5-3