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Escobedo, Héctor L., Mónica Urquizú y Jeannette Castellanos
1996 Nuevas investigaciones en Kaminaljuyu: Excavaciones en los Montículos A-V-11, A-VI-1 y sus alrededores. En IX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1995 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.378-392. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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NUEVAS INVESTIGACIONES EN KAMINALJUYU:
EXCAVACIONES EN LOS MONTÍCULOS A-V-11, A-VI-1
Y SUS ALREDEDORES
Héctor L. Escobedo
Mónica Urquizú
Jeanette Castellanos
En esta ponencia se presentarán los resultados preliminares de 140 unidades de excavación realizadas en uno de los conjuntos arquitectónicos más importantes de la parte sur de Kaminaljuyu. El terreno en mención, estudiado por el Proyecto Arqueológico Kaminaljuyu Miraflores II, ha sido denominado como Sector 4 (Figura 1) y cubre el área en donde se ubican los Montículos A-V-10, A-V-11, A-V-15, A-V-16 y A-VI-1. Se encuentra delimitado hacia el sur por el Anillo Periférico, al oeste por la Plaza Giordani, al norte por la colonia El Mirador y al este con el Sector 3.
Aunque esta zona fue objeto de escasa investigación por la Universidad Estatal de Pennsylvania en los años sesenta (Michels 1979a), no se trata de un terreno prístino, ya que ha sufrido varias perturbaciones, en especial durante este siglo. Por ejemplo, hacia el noreste del sector, a inmediaciones de la colonia residencial Miraflores, se localiza una depresión artificial grande o «barranca», que fue ocasionada por una ladrillera que en los años cincuenta extrajo materiales de construcción y destruyó el Montículo A-V-12 y gran parte de la zona intermedia entre los Montículos A-V-11, A-VI-1 y B-V-3.
La mayor parte del área limítrofe con el Anillo Periférico también está bastante perturbada pues contiene alta concentración de materiales contemporáneos que fueron depositados en este lugar probablemente después del terremoto de 1976. En algunos casos, la perturbación moderna alcanza hasta 2.60 m de espesor, rasgo que ha alterado la topografía original del terreno y ocasionado que las excavaciones alcancen mayor profundidad.
Por otro lado, algunos saqueos fueron detectados sobre los Montículos A-VI-1 y A-V-15. El Montículo A-VI-1 presentaba dos excavaciones ilegales hechas desde hace más de una década. Un pozo de saqueo se ubicaba sobre la cara norte del montículo y tenía 3 m de profundidad por 3.80 m de ancho. La otra excavación ilegal, una trinchera de 7 m de largo, 2 m de ancho y 1.50 m de profundidad, se localizaba sobre la terraza superior del montículo y cortaba longitudinalmente su eje normativo en dirección este-oeste.
Las excavaciones en el Montículo A-VI-1 (Figura 2), revelaron que tiene 5 m de altura y conforma una pequeña pirámide de dos cuerpos, asentada sobre plataforma rectangular, con 25° azimut de orientación. El montículo estaba bastante deteriorado por erosión natural y por saqueos de tamaño considerable, lo que impidió determinar con precisión la arquitectura del edificio. Sin embargo, se distinguió asimetría en las caras del edificio, ya que las fachadas este, norte y sur presentaron diferente configuración con respecto a la fachada oeste. Esta última permitió apreciar con claridad la presencia de una plataforma basal del Preclásico Medio, que sostiene una superestructura del periodo Clásico Tardío. El ángulo de declive de la cara norte, quizá una rampa, sugiere que esta sección corresponde al área de acceso del montículo.
Las exploraciones en A-VI-1 revelaron además, grandes rellenos de arena pómez y la existencia de dos diferentes etapas constructivas, una de la fase Providencia (650-400 AC) del Preclásico Medio y otra de la fase Amatle (550-800 DC) del Clásico Tardío. La presencia de una moldura basal y de un talud de barro quemado sobre la cara oeste del montículo constituye importante evidencia de arquitectura elaborada en Kaminaljuyu durante el periodo Clásico Tardío. Por otro lado, la poca frecuencia de materiales domésticos o rituales asociados con el montículo, sugieren la posibilidad que se trate de una estructura con función administrativa, quizá relacionada con labores asociadas con los canales hidráulicos cercanos al mismo. Una excepción en este sentido, fue el hallazgo de una ofrenda de comales fragmentados colocados dentro de la fachada norte, que se fecha para la fase Amatle. La cara sur del montículo fue la que proporcionó la mayor cantidad de materiales cerámicos, lo cual sugiere que se trata de la parte posterior del edificio. Además, directamente abajo del piso de la superestructura, se localizaron restos de un incensario modelado del periodo Postclásico.
Al igual que A-VI-1, el Montículo A-V-11, estructura de 6 m de alto, tuvo dos épocas constructivas, fechadas para Providencia (650-400 AC) y Amatle (550-800 DC). Los pozos ubicados sobre el montículo (Figura 3), proporcionaron evidencia de la presencia de una subestructura, pero no así de depósitos de tipo ritual. La primera etapa constructiva del montículo se hizo sobre un grueso piso de plaza, hecho principalmente con arenas compactadas y mezclas de arcilla compacta, que contenía material cerámico de la fase Las Charcas (1000-700 AC) del Preclásico Medio. Durante el periodo Clásico Tardío, el edificio aumentó su tamaño al ser remodelado de manera significativa.
Las investigaciones en conjunto permiten proponer que la última etapa constructiva de A-V-11, representó la construcción de una especie de pirámide o edificio cónico sin superestructura, ya que la excavación no reveló evidencia de elementos arquitectónicos tales como muros, esquinas, terrazas, escalinatas o agujeros de poste. Sin embargo, esta ausencia puede deberse al alto grado de erosión superficial que padecía el montículo antes de su exploración. En todo caso, debe subrayarse que tanto A-V-11 como A-VI-1 no proporcionaron rasgos de tipo funerario, característica que debe ser analizada con mayor profundidad al evaluar la función de ambos edificios.
Las excavaciones cercanas a la falda suroeste del Montículo A-V-11, revelaron la presencia de una plataforma baja que fue cubierta por la construcción de éste (Figura 4). La plataforma está asentada sobre un piso de plaza que antecede la construcción del montículo y si se considera que como ya se dijo este piso presenta materiales de la fase Las Charcas, es probable que la construcción de esta estructura corresponda a esa misma época. El hallazgo de una concentración de barro quemado abajo de la base del relleno del montículo, constituye evidencia de la utilización del terreno, quizá para propósitos domésticos, en tiempos anteriores a la construcción del mismo. La mala preservación impidió determinar con certeza si este rasgo representaba un fogón, o bien, evidencia de un quemadero ritual como los descubiertos abajo de los montículos A-VI-1 y A-V-16.
El terreno más hacia el oeste del Sector 4 comprende el área de plaza ubicada entre los Montículos A-V-6, A-V-10 y A-V-11. Las excavaciones realizadas allí han revelado la presencia de una plataforma asociada con la Plaza Giordani, una de las mayores del sitio, dentro de la cual se pueden haber llevado a cabo actividades administrativas y religiosas. Dicha plataforma fue elevada y nivelada con barro y piedra pómez. Dentro de ella se detectó una pequeña formación tronco-cónica de la fase Aurora (200-400 DC) del periodo Clásico Temprano (Figura 5), que contenía materiales cerámicos y líticos muy fragmentados y gastados, lo que indica que se trata de un basurero.
El Montículo A-V-10 se encuentra frente al Montículo A-V-6, y fue cortado a la mitad por la construcción del Anillo Periférico. Los trabajos de excavación (Figura 6), muestran que esta estructura tuvo 2 m de altura y 18 m de diámetro. Su fachada quizá estaba orientada hacia el este, lugar en donde se encuentra la plaza y los Montículos A-V-11 y 16. El montículo no tuvo más que una fase constructiva y fue erigido sobre un núcleo constructivo que a su vez se encuentra al nivel de la plaza sobre el barro natural.
La zona de plaza intermedia entre los Montículos A-VI-1 y A-V-11, incluye los bajos Montículos A-V-15 y A-V-16. Las excavaciones en esta zona han revelado que todos los rasgos constructivos incluidos entre los Montículos A-VI-1 y A-V-10, se encuentran asentados sobre un relleno de nivelación, sobre el cual se colocó una especie de piso de barro que se fecha para la parte final de la fase Las Charcas (1000-700 AC) o inicio de la fase Providencia (650-400 AC).
Hacia el norte se detectaron dos pisos de plaza asociados con los Montículos A-V-11 y A-V-16 (Figura 7). Las investigaciones han permitido comprobar que el piso más antiguo es contemporáneo con la construcción de los montículos durante la fase Providencia (650-400 AC). La última época constructiva corresponde a la fase Amatle (550-800 DC) y se encuentra representada por un relleno de nivelación que cubrió los montículos antes mencionados, en un 60%, razón por la cual su altura disminuyó de manera significativa.
Hacia el sur del Montículo A-V-11 se localiza el A-V-16, montículo bajo que tuvo 1 m de altura aproximada y 25 m de diámetro. La construcción del Anillo Periférico destruyó de manera parcial algunos rasgos culturales del montículo y disminuyó su altura, por esto se desconoce la orientación de la fachada, aunque por su posición y diseño de plaza es probable que estuviera dirigida hacia el oeste. La estratigrafía mostró evidencia de un sólo estadio constructivo fechado para la fase Providencia (650-400 AC). Una concentración de barro quemado en el centro de la estructura, sugiere que antes de su construcción se realizó un ritual dedicatorio.
El sector habitacional y de obras hidráulicas de nuestra área de investigación, comprende una franja de terreno de aproximadamente 560 m², que colinda al oeste con el Montículo A-VI-1, al norte con la «barranca», al sur con el Anillo Periférico y al este con un declive natural en donde se localizan la mayoría de canales hidráulicos detectados en el sitio.
El terreno presenta varias curvas de nivel que indican la presencia de una depresión natural en la parte central, que corre norte-sur. Unidades de excavación colocadas allí, definieron el aprovechamiento de la conformación topográfica natural del terreno para la construcción de obras hidráulicas. Se expuso parte de las paredes de un canal primario (Figura 8), identificado como un segmento del Canal San Jorge, estudiado por el proyecto de este mismo nombre en 1984 (Gutiérrez 1989, 1990, 1994; Ivic 1994; Hatch y Gutiérrez s.f.). Su dirección es norte-sur y en este sector tiene 11 m de ancho por 2.60 m de profundidad.
También se detectaron dos canales secundarios con orientación noreste, que pasan a escasos 40 m de la falda este del Montículo A-VI-1. La presencia de material cerámico de la fase Providencia (650-400 AC) en los canales, confirma el planteamiento de Hatch (1991), quien, en base al material recuperado en el relleno del Canal San Jorge, sugiere que el desecamiento del lago comenzó durante la fase Arenal (200 AC-100 DC) del periodo Preclásico Tardío y continuó en la fase Aurora (200-400 DC) del Clásico Temprano. El relleno, probablemente se efectuó para elevar el nivel de agua en la superficie y dar mayor fluidez al torrente acuático, cuya precipitación disminuyó debido al desecamiento progresivo del lago Miraflores.
El aprovechamiento del desnivel natural del terreno y la necesidad de elevar el nivel de la corriente acuática del canal, resultó en la aplicación de técnicas especiales, a través de las cuales se logró construir saltos hidráulicos, pequeños embalses, depósitos, desbordamientos y el cambio del cauce del agua hacia canales secundarios.
No cabe duda que la talla del canal en el lecho de talpetate y su posterior relleno demuestra la utilización de considerable fuerza de trabajo que debió ser organizada, dirigida y controlada por algún tipo de organización socio-política de cierta complejidad. Además, la presencia de tres montículos mayores cerca de los canales, podría indicar que estas estructuras debieron formar parte del aparato cívico-administrativo que quizá fiscalizaba el uso del canal primario y de los canales secundarios. No obstante, mientras no sea definida claramente la clase de evidencia arqueológica indicativa de actividades cívico-administrativas, esta idea no pasará de ser una especulación. Por otra parte, el fechamiento preliminar de la cerámica recuperada en el Canal San Jorge y en los canales secundarios, parece apoyar la hipótesis de la existencia de agricultura por irrigación en Kaminaljuyu desde el Preclásico Medio.
Debido a los hallazgos localizados en la zona más oriental de la Operación 4, se sugiere que esta franja de terreno constituyó un sector habitacional ocupado desde el Preclásico Tardío hasta el Clásico Tardío. Además, se detectó evidencia de una ocupación de la fase Santa Clara del Preclásico Terminal (100-200 DC), consistente de dos alineamientos semi-paralelos de piedra (Figura 9), compuestos por grandes bloques andesíticos de diversos tamaños, intercalados con fragmentos de manos y piedras de moler basálticas reutilizadas y colocadas con el fin de conformar un pequeño muro de dos hileras de piedras superpuestas y amalgamadas con barro humedecido, con orientación este-oeste. Desafortunadamente, no fue posible localizar otro alineamiento o huellas de poste que ratificasen su condición de unidad habitacional.
En todo caso, en asociación con los alineamientos de piedra, se recuperó gran cantidad de material cerámico y lítico, principalmente obsidiana en forma de navajas prismáticas y desechos de talla de las primeras fases de extracción. Aunque aún es prematuro definir la función específica de esta construcción, puede especularse que se trata de una unidad habitacional, o bien, de un taller de obsidiana, debido a la alta frecuencia de este material.
Es interesante señalar que la matriz estratigráfica en este terreno está compuesta básicamente por una capa de material variable, una de humus, otra cultural de arcilla café arenosa con partículas de pómez, barro natural seguido de arena y finalmente, talpetate. La capa de humus se fecha para el Clásico Tardío, pero el estrato inmediato contiene cerámica Arenal, con algunos tiestos de la fase Santa Clara (100-200 DC) y Aurora (200-400 DC). Esto puede indicar un decrecimiento poblacional en el sitio durante la fase Aurora, quizá mientras la población del Clásico Tardío se adaptó a subsistir sin las ventajas de la agricultura intensiva posibilitadas por los canales de riego, luego del desecamiento del lago Miraflores alrededor del 200 AC (Michels 1979a).
Durante el Clásico Tardío ocurrió una ocupación más extensa en este lugar, ya que casi todas las unidades de excavación efectuadas proporcionaron materiales que datan de ese periodo, pero la muestra más evidente de ello es una plataforma construida sobre una elevación de barro natural que fue nivelada mediante la aplicación de un relleno de arena compactada con arcilla. Dicha plataforma sostiene una unidad habitacional con orientación noreste, compuesta por muros de barro quemado y piedra pómez de tamaño reducido, también cuenta con un piso de arcilla quemada, sobre el cual se recuperó gran cantidad de material cerámico y lítico y un fragmento de escultura. Es importante señalar que debajo del piso se localizó una concentración de 23 vasijas completas depositadas siguiendo un patrón labio con labio, lo que puede indicar su connotación como ofrenda dedicatoria, previa a la construcción de la unidad habitacional (Figura 10). A pesar que es válido afirmar que la plataforma representa una unidad habitacional, no se pudo localizar agujeros de poste en su superficie.
Sin embargo, el rasgo más notorio es la presencia de cuatro fogones asociados con la misma plataforma de nivelación que ocupa la unidad habitacional, aunque quizá en la parte exterior a ella (Figura 11). Dichos fogones son de forma semicircular con paredes de barro quemado, que se encuentran construidos sobre un relleno de pómez fino muy bien compactado, con diámetros que oscilan entre 0.80 a 1.50 m, en cuyo interior se localizaron fragmentos de madera quemada y restos carbonizados de semillas de aguacate. Dispersos alrededor de los fogones se encontraron fragmentos de piedras y manos de moler, así como navajas de obsidiana con retoques de uso y cerámica de tipo utilitario y de servicio.
También se detectó un área de actividad, representada por una depresión en el barro natural, rasgo que pudo haber funcionado como depósito de materiales de desecho, en virtud a la alta cantidad de materiales domésticos depositados en él (Figura 12). Es probable que la depresión haya servido como basurero para una unidad habitacional excavada 8 m hacia el este. Una hipótesis alternativa es que se trata de una depresión rellenada para asentar el piso de una unidad habitacional, cuyo muro de bajareque colapsó, como lo sugiere gran cantidad de barro quemado que apareció concentrado en los primeros niveles excavados. En todo caso, la evidencia no fue concluyente para afirmar o refutar dichas hipótesis.
De momento, se puede concluir con que las evidencias arqueológicas más antiguas corresponden a la fase Las Charcas (1000-700 AC), época durante la cual se construyó un piso de plaza que antecede la construcción de los montículos localizados dentro de nuestro sector de estudio. Es probable que la plataforma rectangular que fue cubierta por la construcción del Montículo A-V-11, también se feche para esta fase, época durante la cual en Kaminaljuyu se inicia la transformación de una sociedad de tipo igualitario a otra de tipo jerárquico hereditario y se establecían sólidos contactos con la Costa Sur y el resto del Altiplano Guatemalteco.
La fase Providencia (650-400 AC) incluye la construcción de todos los montículos reportados en esta ponencia y se caracteriza por un crecimiento poblacional substancial que posibilitó la construcción de obras monumentales. El énfasis en actividades rituales y administrativas que caracteriza esta fase, representa un paso más hacia el desarrollo de una sociedad altamente estratificada (Sanders 1974). Además, hay un fuerte intercambio con la Costa Sur, Chimaltenango, Sacatepéquez y el valle de Salamá (Hatch 1991, 1993).
Durante la fase Verbena (400-200 AC), se construye el Canal San Jorge, el cual pasa a un lado del Montículo A-VI-1 y sirve para drenar agua desde el lago Miraflores hasta los campos de cultivo cercanos al barranco que limita la extensión del sitio hacia el sur. La implementación de obras hidráulicas indicaría una mayor centralización política y quizá también, el involucramiento del sector dominante de la sociedad de Kaminaljuyu en obras de beneficio aparentemente comunitario.
La poca evidencia de actividades humanas durante la fase Arenal (200 AC-100 DC) corresponde en su mayoría a aislados desechos domésticos. En apariencia, luego del auge constructivo del Preclásico Medio, este sector de Kaminaljuyu experimentó un decrecimiento en sus actividades, el cual quizá se encuentra relacionado con el desecamiento acelerado del lago Miraflores durante esta época. No obstante, se debe hacer notar que en general, la fase Arenal representa la época de mayor apogeo demográfico, económico, social, arquitectónico y artístico en Kaminaljuyu (Shook 1957; Sanders 1974; Michels 1979a, b). El poder parece centralizarse en dos gobernantes sucesivos, según lo indica la riqueza y elaboración de las tumbas excavadas por la Institución Carnegie en el Montículo E-III-3 (Shook y Kidder 1952), así como también las representaciones de éste en el arte escultórico típico de la esfera Miraflores (Parsons 1986).
Las fases Santa Clara (100-200 DC) y Aurora (200-400 DC) tampoco se encuentran bien representadas en el sector que investigamos. De Santa Clara sólo se tiene una posible unidad habitacional o taller, localizada en la zona residencial y un relleno de nivelación. Aurora, apenas se encuentra representada por una formación tronco-cónica cercana a la Plaza Giordani y por desechos encontrados de manera ocasional en rellenos de plaza, los cuales no necesariamente fueron construidos durante el Clásico Temprano. Para ese entonces, ya se ha secado el lago y la sociedad de Kaminaljuyu debe haber experimentado una crisis ocasionada por la imposibilidad de realizar agricultura por irrigación. Se ha señalado que esta fue una época de declive en el sitio, con un descenso marcado en la población, quizá por desplazamientos de grupos humanos hacia otras localidades más propicias para las labores agrícolas (Hatch 1991, 1993).
Aunque en nuestro terreno de estudio no hay evidencia arqueológica de la fase Esperanza (400-550 DC), en otros sectores de Kaminaljuyu, algunos edificios de la Acrópolis y las tumbas de los Montículos A y B (Kidder, Jennings y Shook 1946; Sanders y Michels 1977), indican la persistencia de un sector elitista con suficiente poder de convocatoria para comisionar la construcción de obras monumentales y adquirir bienes exóticos.
El Clásico Tardío está representado esencialmente por la fase Amatle (550-800 DC) y se caracteriza por constituir una época de resurgimiento tanto en términos poblacionales como constructivos. Se edifican rellenos de nivelación de plazas, se remodelan los montículos A-V-11 y A-VI-1, y se construyen unidades residenciales al este de los mismos. Aunque en general, este periodo es una época de nuevo esplendor en Kaminaljuyu (Sanders 1974; Wetherington 1978; Michels 1979a, b), ocasionado quizá por movimientos de población procedentes del Altiplano Occidental, debe hacerse notar que como Hatch (1991, 1993) ha señalado, el poder administrativo fue menos centralizado que en el pasado.
En todo caso, el resurgimiento de Kaminaljuyu fue efímero, ya al finalizar el periodo Clásico, el sitio colapsó y fue virtualmente abandonado, culminando así el funcionamiento del centro prehispánico más importante de las Tierras Altas Centrales durante casi dos mil años.
REFERENCIAS
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1991 Kaminaljuyu: Un resumen general hasta 1991. U Tz’ib 1 (1):2-6. Asociación Tikal, Guatemala.
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1978 The Ceramics of Kaminaljuyu, Guatemala. Pennsylvania State University Press, University Park, Pittsburg.
Figura 1 Planta general de excavaciones, Sector 4
Figura 2 Perfil de excavación, Montículo A-VI-1
Figura 3 Perfil de excavación, Montículo A-V-11
Figura 4 Perfil de excavación, sub-estructura
Figura 5 Perfil de excavación, formación tronco-cónica
Figura 6 Perfil de excavación, Montículo A-V-10
Figura 7 Perfil de excavación, Montículo A-V-16 y pisos asociados
Figura 8 Perfil de excavación, Canal San Jorge
Figura 9 Planta de excavación, alineamiento de piedras
Figura 10 Planta de excavación, vasijas en unidad residencial
Figura 11 Planta de excavación, fogones en unidad residencial
Figura 12 Planta de excavación, concentración de materiales en área de actividad