Categorías

18 La producción y consumo en un grupo residencial de la élite, Xunantunich, Belice – Jennifer Briggs-Braswell – Simposio 9, Año 1995

Descargar este artículo en formato PDF

Briggs-Braswell, Jennifer

1996        La producción y consumo en un grupo residencial de la élite, Xunantunich, Belice. En IX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1995 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.267-283. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

18

LA PRODUCCIÓN Y CONSUMO EN UN GRUPO RESIDENCIAL DE LA ÉLITE, XUNANTUNICH, BELICE

Jennifer Briggs-Braswell

Las investigaciones realizadas en el Grupo D, Xunantunich, Belice (Figura 1), proveen informaciones sobre construcción, organización de espacios, rituales, actividades mortuorias, producción y consumo en este sitio Maya durante los periodos Clásico Tardío y Clásico Terminal, entre el 700 y el 950 DC. En esta ponencia, el enfoque se centra en la producción y el consumo de objetos líticos lasqueados. El material lítico ofrece una ventana tras la cual pueden verse las actividades llevadas a cabo por los residentes, porque el proceso de transformar la materia prima en instrumentos frecuentemente deja sus vestigios cerca de donde la piedra fue labrada. El propósito de esta ponencia es demostrar que la evidencia lítica permite inferir aspectos de las relaciones entre los personajes de la realeza, que habitan las plazas principales del sitio y otros residentes de la élite como los del Grupo D. En resumen, lo que se plantea es que los residentes del Grupo D eran miembros de la nobleza, un papel social que explica más que la fácil atribución de «status elitista» a los pobladores del Grupo D.

El Grupo D, Xunantunich, se encuentra ubicado sobre una colina a 100 m al sureste de la Estructura A-6, la cual fija el extremo sur de la plaza principal de Xunantunich. La Plaza A-III, en la posición norte del Grupo A, se ha propuesto como el conjunto residencial de la familia real (Leventhal 1992:4).  El Grupo D abarca 16 plataformas (Figura 2). Las estructuras están dispuestas alrededor de la estructura central D-6. Esta se levanta 6 m sobre la superficie de la plataforma y 8 m sobre el nivel del suelo.  El Grupo D es el único conjunto arquitectónico fuera del centro del sitio donde se han encontrado estelas. La Estela 11 está situada delante de la Estructura D-6 en la plataforma central y la Estela 12 marca la cima del Sacbe I. La presencia de las estelas, la altura y la forma de la pirámide central y su proximidad a las plazas principales sugerían un status elitista para los residentes del Grupo D, aun antes de iniciar las excavaciones de 1992, 1993 y 1994. Según la cronología cerámica, la mayoría de la construcción está fechada en el periodo Clásico Tardío, aunque ciertos cambios y adiciones arquitectónicas fueron realizados en el Clásico Terminal (Braswell 1994a, 1994b). Su desarrollo cronológico es más o menos equivalente con el del centro. ¿En qué consistieron las relaciones entre la familia real del centro y las élites residentes del Grupo D?

Las relaciones se estudian por medio del análisis de los materiales recogidos, que permite distinguir ciertas actividades realizadas en el grupo. Estas ayudan mejor en la definición de la identidad de los residentes, que las especulaciones en torno a su papel desempañado. Los ejemplos siguientes utilizan dos muestras de material lítico, una procedente de una plataforma pequeña, la Estructura D-16 y la otra procedente de excavaciones en varias partes del conjunto arquitectónico.

LA SECUENCIA DE REDUCCIÓN EN LA ESTRUCTURA D-16

La Estructura D-16 (Figura 3) es una pequeña plataforma cuya existencia no fue conocida antes de un programa de prueba en un área aparentemente vacía de montículos. Al realizar una red de pruebas de pala, la aparición en una sola de ellas de una gran cantidad de tiestos y lascas de pedernal, indicó la probable presencia de una plataforma baja, en la que se iniciaron las excavaciones. La plataforma revelada se levanta solamente 45 cm sobre la roca madre. Alrededor de la pequeña plataforma se encontraron tiestos y material lítico representativos del material desechado durante el uso de la plataforma. En los estudios líticos, hay ciertas formas que son características de etapas específicas en el proceso de la fabricación de instrumentos.  Hay que destacar que en el caso de la Estructura D-16, se encontró una secuencia completa del proceso de fabricación de instrumentos a partir de los guijarros de pedernal.

El proceso Maya de fabricar instrumentos empezaba con la selección de cantos o nódulos de pedernal. Estos se conseguían en los alrededores y la calidad variaba desde el pedernal liso y fino sin inclusiones hasta los tipos mucho más ásperos. Muchos instrumentos se hacían a partir de cantos del tamaño de una toronja. El tamaño original de los guijarros puede inferirse de la alta frecuencia en que aparece la corteza, que es la superficie áspera del guijarro. Cuando aparece un alto porcentaje de corteza es porque los guijarros son tan pequeños que los fabricantes mantienen una buena parte de la misma para no desperdiciar completamente la piedra. La corteza aparece en el 37% de los instrumentos y desechos de lascas y navajas encontrados en la Estructura D-16. Además, varios de los ejemplos de esta área tienen corteza en los dos extremos, indicando que el diámetro del nódulo original no fue más grande que la longitud de la navaja resultante.

De los guijarros se formaban núcleos de los cuales se extraían formas previas o sea, preformas, para la manufactura de instrumentos. También se recogieron núcleos completamente agotados que indican un énfasis en la producción de preformas para fabricar navajas largas y delgadas. Para preparar dichos núcleos, los nódulos de pedernal probablemente eran fracturados en dos pedazos o más y los lados lisos se utilizaban como plataformas de los cuales se desprendían las navajas.

En contraste, en otros sitios Mayas, especialmente cerca de los grandes lagos de Petén, los nódulos de pedernal se rompían en muchos fragmentos y la pieza deseada se seleccionaba entre ellos. Otra técnica era quitar la corteza hasta dejar el núcleo desnudo (véase Aldenferder 1991). Pero para conseguir navajas rectas y nítidas, el núcleo tenía que ser recto y nítido y por eso eran necesarios núcleos específicos para navajas.

En el área considerada se encontraron tres clases de núcleos para obtener navajas: poliédrico, bidireccional y tabular (Figura 4). Los núcleos tabulares tienen un lado entero en que todavía queda la corteza y las navajas obtenidas de los núcleos tabulares también tienen frecuentemente un lado entero con corteza.

Navajas como preformas para los instrumentos deseados. Muchos pedazos de desecho son de sección triangular y relativamente gruesos, una alta frecuencia que es lógica teniendo en cuenta las clases de núcleos recogidas. Esto contrasta con otras áreas del Grupo D en que dominan las navajas pequeñas prismáticas y delgadas.  Se plantea que la forma triangular de la preforma es el resultado de intentar hacer instrumentos pequeños de punta aguda pero duros, con retoque en ambos márgenes (Fig.5). Esta forma de instrumento fue la más frecuente en esta localidad. Además, los instrumentos de punta aguda y duros se obtenían no sólo de navajas triangulares sino de lascas primarias, lascas secundarias y navajas grandes (Figura 6).

La secuencia de reducción demostrada, entonces, resultaría en instrumentos apropiados para perforar o grabar. El segundo instrumento en frecuencia es la navaja prismática, también resultante de la reducción de núcleos para navajas. Esta clase de instrumentos comúnmente se asocia con actividades que requieren cortes finos. Las lascas planas, utilizadas oportunamente, son las terceras en frecuencia de aparición el área de la Estructura D-16. Las lascas planas son el resultado de la reducción de núcleos para lascas. Las lascas planas utilizadas oportunamente pueden raspar de materiales resistentes.

LA DETERMINACIÓN DE ACTIVIDADES

El conjunto de instrumentos en la Estructura D-16 sugiere que las actividades realizadas allí incluyeron grabar, cortar finamente y raspar, actividades asociadas a la artesanía, más que cavar, talar bosques o cazar. Cuando la elaboración de instrumentos para cazar y desmontar se lleva a cabo en áreas arqueológicas, el conjunto de instrumentos esperado comprende puntas de lanza y hojas bifaciales gruesas las cuales son encontradas quebradas o botadas con errores de fabricación. Sin embargo, en esta localidad este tipo de artefactos es de muy baja frecuencia.

En este momento es difícil comprobar el tipo de artesanías realizadas en el área. La presencia de fragmentos de pizarra grabada (Figura 7) sugiere que los instrumentos de punta aguda y retocados en ambos márgenes pudieron ser utilizados para grabar pizarra, aunque los objetos perecederos como la madera, que también habrían podido ser labrados, no dejaron rastro en el registro arqueológico. Otro material como la concha marina está presente en el Grupo D pero su frecuencia de aparición es baja. Por consiguiente, dado que los fragmentos de pizarra se han encontrado en más de 50 de los 600 lotes excavados, la pizarra es el único material del cual queda evidencia de una artesanía que requiere navajas de punta aguda.

OTRA SECUENCIA DE REDUCCIÓN EVIDENTE EN EL GRUPO D: OBJETOS BIFACIALES

Los objetos bifaciales gruesos y las puntas bifaciales delgadas no se hallaron comúnmente en el área de la Estructura D-16, aunque se encontraron en otras partes del grupo. Otra categoría importante de objetos de piedra lasqueada consiste en artículos de forma excéntrica, o sea no utilitarios. Los llamados “excéntricos” son, en términos generales, un tipo de objetos bifaciales. La frecuencia de aparición de estos excéntricos es baja. Son verdaderamente raros; solamente se hallaron dos de pedernal de todo el grupo, en la Estructura D-16. Sin embargo, es tan inusual su aparición fuera de contextos de escondites que hay que investigar su origen. La presencia de excéntricos y otros objetos bifaciales indica la posibilidad de otra secuencia de reducción operativa en el grupo. Se examina la evidencia de reducción bifacial.

A diferencia de los instrumentos en forma de navaja ya descritos, los objetos excéntricos y otros objetos bifaciales fueron probablemente fabricados a partir de otra clase de preformas. Las preformas típicas para estos objetos son macronavajas extraídas de guijarros grandes, o cuando éstos no están presentes, se pueden utilizar como núcleos a guijarros más pequeños de los cuales se quitaron lascas, en vez de quitar navajas. La baja frecuencia de aparición de macronavajas recolectadas y el pequeño tamaño inferido para los nódulos, sugieren que la preforma para los excéntricos en el Grupo D fue la de núcleos de lascas.

Para elaborar excéntricos o instrumentos bifaciales, es necesario adelgazar el pedazo de pedernal sin malgastar la anchura del nódulo seleccionado. Las lascas resultantes tienen una forma característica con ciertos atributos: una plataforma pequeña, de ángulo agudo y perfil en forma de ala (Figura 8). En la Estructura D-16 se encontraron algunas lascas para adelgazar, aunque estas se encontraron con más frecuencia en otras partes del grupo. Dentro del Grupo D se encontraron núcleos para lascas así como preformas bifaciales abandonadas. Con estos datos es posible plantear que el proceso de manufactura de los objetos excéntricos fue llevado a cabo en el Grupo D, aunque la categoría más frecuente de objetos bifaciales es de objetos bifaciales gruesos. La única evidencia en la fabricación de objetos excéntricos o los bifaciales de la cual se carece es la presencia de lascas de presión. Desafortunadamente, la técnica de recolección en el campo, en que toda la tierra excavada fue cernida con un cernidor con malla de un cuarto de pulgada, impidió la recolección de lascas de menor tamaño, como las que resultan de las etapas finales del lasqueo de objetos bifaciales. No obstante, la proporción de lascas para adelgazar entre todas las lascas apoya la proposición de que los objetos bifaciales, excéntricos incluidos, fueron hechos allí. Los excéntricos del Grupo D son pequeños en contraste con aquellos conocidos en el Grupo A de Xunantunich y en otros sitios beliceños como Altun Ha.  El tamaño de los excéntricos del Grupo D probablemente refleja el menor tamaño del nódulo utilizado en el Grupo D y apoya la proposición de su elaboración allí.

LA POSIBILIDAD DE FABRICAR EXCÉNTRICOS DE OBSIDIANA

La evidencia de la fabricación de excéntricos de pedernal lasqueado también ofrece la posibilidad de la elaboración de excéntricos de obsidiana en esta área. Ocho excéntricos de obsidiana fueron depositados delante de la Estructura D-6 cuando la Estela 11 fue erigida (Figura 9). El depósito de excéntricos debajo de una estela es consistente con la larga historia de esta práctica en Petén central, tal como en Tikal (Coe 1990), Naranjo (Maler 1908), Xunantunich (Gann 1925:57; Wright 1970) y otros sitios (Joyce 1932; Iannone 1993) y su depósito en otros contextos en el valle de Belice como Buenavista del Cayo (Taschek y Ball 1992), Cahal Pech (Conlon 1992; Iannone 1992) y el Grupo A de Xunantunich (Stewart 1953; Gann 1918:96, 1925:53). La fabricación de los excéntricos de obsidiana se propone porque la secuencia de reducción necesaria para producir estos artículos se manifestó en pedernal. Los excéntricos de obsidiana depositados debajo de la estela (Figura 10) fueron hechos de mitades de núcleos prismáticos agotados, para luego ser trabajados con la técnica de presión para hacer muescas, que es la misma técnica de hacer las muescas que muestran los excéntricos de pedernal (Figura 11). Dicha modificación de núcleos produciría una pequeña cantidad de lascas desechadas y por eso es sumamente difícil demostrar que los escasos excéntricos de obsidiana fueron elaborados en el grupo. Sin embargo, los núcleos prismáticos agotados de obsidiana encontrados en el grupo demuestran, por lo menos, la presencia disponible del material necesario. Aunque la idea puede ser precipitada, la evidencia de la manufactura de excéntricos en pedernal puede utilizarse como evidencia de la técnica disponible para la fabricación de excéntricos en obsidiana. Con la evidencia de núcleos agotados disponibles, se sostiene la conclusión de que los excéntricos fueron elaborados en el mismo Grupo D.

La evidencia para la producción de objetos líticos especiales dentro del Grupo D sugiere que los residentes proveían artículos rituales para sí mismos y no los importaban ni los adquirían como objetos ya hechos. Una implicación importante es que en Xunantunich el alto status se relacionó no con los artículos exóticos o importados, sino con los artículos de fabricación local.

CONCLUSIONES: ASUNTOS DE IDENTIDAD Y RELACIONES REALES

La evidencia presentada de la producción y consumo de instrumentos y otros objetos especiales permite hacer inferencias sobre la identidad social de los residentes y sus relaciones con la familia real en sus residencias de las plazas principales.

¿Pertenecían los habitantes del Grupo D a la élite? Si se tiene en cuenta que el tamaño y la elaboración de sus estructuras sobresalen con respecto a las construcciones circundantes, la respuesta sería afirmativa. Pero además, el papel que ha desempañado puede identificarse con más precisión al determinar las implicaciones de las actividades allí realizadas. Hay dos implicaciones importantes: la identidad que existe en torno a la producción de objetos excéntricos y la artesanía en pizarra y las relaciones inferidas por los patrones de consumo observados en los depósitos especiales de excéntricos que acompañan la dedicación de estelas.

Dado que el status elitista está suficientemente determinado para los habitantes del Grupo D, se puede centrar la atención en el papel que desempeñan en la jerarquía social. Para explicar la semejanza de los excéntricos de obsidiana del Grupo D con los hallados en el Grupo A, se proponen dos posibilidades contradictorias. Primero, los líderes del Grupo D compartieron con la familia gobernante del Grupo A el conocimiento esotérico en torno al manejo y disposición de objetos excéntricos. En este caso, los líderes del Grupo D fueron nobles iniciados a la par que los nobles del Grupo A en el conocimiento esotérico restringido.

La segunda posibilidad plantea que los miembros de los conjuntos arquitectónicos ubicados al igual que el Grupo D tendrían especialistas para fabricar artículos rituales como los objetos excéntricos elaborados con el propósito de ser enviados al centro real. Sin embargo, esta segunda posibilidad no parece probable por tres razones. En primer lugar, en el Grupo A había evidencia de desecho lítico asociado con la Estructura A-13, tal vez como resultante de la producción de los excéntricos utilizados por la nobleza real (Anderson 1963). Segundo, no existe suficiente desecho lítico en el Grupo D como para dar cuenta de la presencia de más de 200 excéntricos de pedernal y obsidiana encontrados en el grupo A. Tercero, el gran tamaño de los excéntricos del grupo A implica el uso de nódulos que exceden los limites de tamaño de los nódulos utilizados en el Grupo D.

La primera posibilidad, o sea que los nobles del Grupo D compartían con la nobleza real del Grupo A la sabiduría en torno al manejo y disposición de objetos excéntricos debajo de estelas es la más probable. La semejanza en la técnica de fabricar excéntricos de pedernal y de obsidiana es importante si esto indica que los excéntricos de obsidiana fueron hechos en el Grupo D, en vez de que sean recibidos de afuera del grupo. Entonces, la producción de objetos excéntricos en el Grupo D indica que este era un área residencial de élites pertenecientes a la nobleza. También, del consumo de aquellos objetos se puede inferir el status no solo elitista, sino más específicamente noble. Esto se propone porque el conocimiento esotérico restringido es una parte tan importante en la definición de élite como lo puede ser la riqueza o el linaje.

Por ejemplo, en el periodo Postclásico, el interrogatorio de los caciques en el Chilam Balam de Chumayel (Roys 1933:92) enfatiza la importancia del conocimiento del “Lenguaje de Zuyua”. Dicho «Lenguaje de Zuyua» posiblemente abarcó respuestas eruditas para preguntas poéticas, disponibles solamente para los descendientes de linajes específicos. Sin tal conocimiento esotérico, no podría identificarse con los nobles. Es posible que en los periodos Clásico Tardío y Terminal, la sabiduría en el manejo y disposición de objetos excéntricos constituyera parte de un conocimiento esotérico restringido lo cual era análogo al “Lenguaje de Zuyua”.

Las implicaciones de la fabricación de pizarra son ambiguas. Hay dos grandes fragmentos de placas grabadas procedentes de las plazas principales del Grupo A, uno que proviene de las excavaciones de este año (Keller 1995) y otro sin procedencia precisa la cual sería la Plaza A-II. Se puede sugerir que el Grupo D, situado fuera de las plazas principales, estaba fabricando objetos para ser usados en el centro, puesto que existe posible evidencia de dicha producción. Pero por el contrario, en este caso se propone que la fabricación en pizarra en el Grupo D fue realizada para ser usado allí mismo. La evidencia, aunque no indudable, es que los temas, o sea los motivos expresados en el corpus de iconografía grabada en los fragmentos de pizarra en el Grupo D tienen una escala más pequeña que los conocidos en el centro. Por eso se plantea que, aunque tal vez los artesanos del Grupo D sacaban de vez en cuando objetos para la realeza, su primera intención fue fabricar artículos de arte o de culto para consumo dentro de su propio conjunto arquitectónico. El consumo de objetos de pizarra aún no ha sido analizado. Todavía hay que analizar los contextos de depósito.

En resumen, esta ponencia propone que los residentes del Grupo D de Xunantunich fabricaron sus propios objetos rituales y significativos. Los excéntricos de obsidiana hallados bajo la Estela 11 y otros objetos de pizarra grabada probablemente fueron elaborados en el grupo, más que recibidos como regalos. La fabricación y el conocimiento sobre el uso, manejo y depósito de los excéntricos por parte de los líderes del Grupo D y los gobernantes de Xunantunich, fueron determinados por su status, pero también éste requirió el desempeño de estas actividades.

AGRADECIMIENTOS

Las excavaciones en el Grupo D, Xunantunich, han sido apoyados por el programa J. William Fulbright, Sigma Xi, el Middle American Research Institute, Tulane University Graduate School y durante las excavaciones de 1992-1994 por el Xunantunich Archaeological Project dirigido por Richard M. Leventhal, UCLA y Wendy Ashmore, University of Pennsylvania.

Figura 1 Mapa preliminar de Xunantunich, Belice

Figura 2 Mapa del Grupo D, Xunantunich, Belice

Figura 3 Estructura D-16, Xunantunich, Belice

Figura 4 Núcleos: a) Poliédricos (107C/1, 107A/2), b) Bidireccionales (107D/1, 104A/1),

c) Tabular (104C/3, 107H/1)

Figura 5 Navajas pequeñas de punta aguda con retoque en ambos márgenes (107E/1)

Figura 6 Navajas de punta aguda con retoque en ambos márgenes: a) en macro-navaja (107D/1), b) en lascas primarias (107C/2, 107D/1), c) en navajas grandes (107C/1, 107A/1)

Figura 7 Ejemplos de pizarra labrada encontrados en Grupo D, Xunantunich:

a) 104A/2, b) 23Q/1, c) 107A/1

Figura 8 Lascas para adelgazar: a) 107E/1, b) 107A/1, c) 107F/2, d) 107H/1.

Figura 9 Perfil: la posición de la ofrenda de excéntricos en obsidiana hallada debajo de la Estela 11,

Grupo D, Xunantunich

Figura 10 Obsidiana en formas excéntricas del escondite debajo de la Estela 11, Xunantunich

Figura 11 Pedernal en formas excéntricas de la Estructura D-16, Xunantunich: a) 107E/1, b) 107A/1-P1

REFERENCIAS

Aldenferder, Mark S.

1991        The Structure of Late Classic Lithic Assemblages in the Central Petén Lakes Region, Guatemala. En Maya Stone Tools: Selected Papers from the Second Maya Lithic Conference (editado por Thomas R. Hester y Harry J. Shafer):119-141. Prehistory Press, Monographs in World Archaeology No.1. Madison.

Anderson, A. Hamilton

1963        A-13, Xunantunich Site, Excavations to July, 1963. Manuscrito, UCLA Xunantunich Project, Department of Archaeology, Belmopan.

Braswell, Jennifer Briggs

1994        Investigaciones en el Grupo D: Un Grupo Elistista No-real en Xunantunich, Belice. En Kinich K’ak Mo 3:1-16. Memorias del Segundo Encuentro Arqueológico del Área Maya, Centro Universitario de Petén, Universidad de San Carlos de Guatemala, Santa Elena, Petén.

Coe, William R.

1990        Excavations in the Great Plaza, North Terrace and North Acropolis of Tikal. Tikal Report No.14, Vol.3. University Museum, University of Pennsylvania, Philadelphia.

Conlon, James

1992        Beyond the Castle Walls: Preliminary Report of the 1991 Excavations at the Tzinic Group, Cahal Pech, Belize. En Progress Report of the 4th Season (1991) of Investigations at Cahal Pech, Belize (editado por J.J. Awe y M.D. Campbell):69-91. Manuscrito, Department of Anthropology, Trent University, Peterborough, y Department of Archaeology, Belmopan, Belize.

Gann, Thomas W.F.

1918        The Maya Indians of Southern Yucatan and Northern British Honduras. Smithsonian Institution Bureau of American Ethnology, Bulletin 64. Government Printing Office, Washington, DC.

1925        Mystery Cities: Exploration and Adventure in Lubaatun. Charles Scribner’s Sons, New York.

Iannone, Gyles

1992        Artifacts, Associations, and Analogues: The Eccentric Lithic Artifacts from the Tzinic Group at Cahal Pech, Belize. En Progress Report of the 4th Season (1991) of Investigations at Cahal Pech, Belize (editado por Jaime J. Awe y Mark D. Campbell):91-118. Department of Anthropology, Trent University, Peterborough, y Department of Archaeology, Belmopan, Belize.

1993        Ancient Maya Eccentric Lithics: A Contextual Analysis. Tesis de Maestría, Department of Anthropology, Trent University, Peterborough.

Joyce, Thomas A.

1932        The «Eccentric Flints» of Central America. Journal of the Royal Anthropological Institute Vol.LXII:xvii-xxiii. Royal Anthropology, Institute of Great Britain and Ireland, London.

Keller, Angela H.

1995        Avenues of Power: The Sacbe Complex at Xunantunich. Ponencia, I International Symposium of Maya Archaeology, Belice.

Leventhal, Richard M.

1992        The Development of a Regional Tradition in Southern Belize. En New Theories on the Ancient Maya (editado por E. Danien y R. Sharer):145-153. University Museum Monograph 77. University of Pennsylvania, Philadelphia.

Maler, Teobert

1908        Explorations in the Department of Peten, Guatemala and Adjacent Regions: Topoxté, Yaxhá, Benque Viejo, Naranjo. Memoirs of the Peabody Museum of Archaeology and Ethnology, Vol.2, No.2. Harvard University, Cambridge.

Roys, Ralph L.

1933        The Book of Chilam Balam of Chumayel. Carnegie Institution of Washington Pub.438. Washington, D.C.

Stewart, Michael C.

1953        Preliminary Report on the Seasons 1952-53 work at Xunantunich by M.C. Stewart. Manuscrito, UCLA Institute of Archaeology.

Taschek, Jennifer y Joseph W. Ball

1992        Lord Smoke-Squirrel’s Cacao Cup: The Archaeological Context and Socio-Historical Significance of the Buenavista «Jauncy Vase». En The Maya Vase Book: A Corpus of Rollout Photographs of Maya Vases, Vol.3 (editado por J. Kerr):409-497. Kerr Associates, New York.

Wright, Tennant C.

1970        The Phallic Temple at Xunantunich. Belizean Studies 6 (3):1-6.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *