Categorías

09 Un puente prehispánico en el área de Santa Lucía Cotzumalguapa – Oswaldo Chinchilla Mazariegos – Simposio 8, Año 1994

Descargar este artículo en formato PDF

Chinchilla Mazariegos, Oswaldo

1995        Un puente prehispánico en el área de Santa Lucía Cotzumalguapa. En VIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1994 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.78-84. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

9

UN PUENTE PREHISPÁNICO EN EL ÁREA DE

SANTA LUCÍA COTZUMALGUAPA

Oswaldo Chinchilla Mazariegos

La temporada de 1994 del Proyecto Arqueológico Escuintla se concentró en la zona de Santa Lucía Cotzumalguapa. Los trabajos comprendieron los siguientes aspectos:

1.        Reconocimiento intensivo y muestreo sistemático de la superficie en un área de aproximadamente 1.5 km², en terrenos circundantes a los sitios de Bilbao y El Castillo.

2.        Reconocimientos extensivos en los alrededores de Santa Lucía Cotzumalguapa, dentro de un radio aproximado de 15 km.

3.        Excavaciones restringidas en un puente y posible represa prehispánica localizada en el sitio de El Castillo.

4.        Mapeo del sitio de Los Cerritos Norte.

En esta ponencia se reportan brevemente los resultados del inciso 3, es decir, las excavaciones efectuadas en el sitio de El Castillo. Estas excavaciones se enfocaron en una estructura, cuya función más probable fue la de un puente, aunque no es posible descartar que también haya servido como represa.

La estructura en cuestión se localizó durante un reconocimiento efectuado en junio de 1993 en el cañal El Varal, aledaño al sitio de El Castillo, que estaba recién arado por primera vez en años. Gracias a la excelente visibilidad y la remoción de tierra superficial por el arado, logramos recuperar abundantes muestras de cerámica y otros artefactos. Sorpresivamente, se encontró una escultura mayor (denominada Monumento 9 de El Castillo), en la superficie en un punto aproximadamente intermedio entre los sitios de El Castillo y El Baúl.

A primera vista, la estructura parecía ser una calzada angosta, hecha de piedra, que corría de sureste a noroeste, a inmediaciones de la plaza de El Castillo (Figuras 1 y 2). Se encontró en una zona de declive que termina en un zanjón. En el término de la calzada, a ambos lados del zanjón, se advirtieron restos de muros de mampostería bastante deteriorados, que inmediatamente nos hicieron pensar que se trataba de un antiguo puente, o quizá una represa (Figuras 3 y 4). Eso motivó la realización de excavaciones limitadas, como parte de las actividades de campo del presente año.

OBJETIVOS Y JUSTIFICACIÓN

Las excavaciones de 1994 tuvieron dos objetivos. El primero fue de naturaleza funcional: se trató de averiguar cuál era la función de esta estructura. ¿Sería posible confirmar si se trataba de un puente, una represa, u otra clase de edificación?

El segundo objetivo era cronológico: ¿Cuándo fue construida? ¿Sería contemporánea con el sitio de El Castillo y por ende, con el florecimiento de la cultura Clásica Tardía de Cotzumalguapa? Debe advertirse que la zona de Cotzumalguapa estuvo bien poblada en la primera parte del período colonial. Experimentó una depresión en el siglo XVIII y parte del XIX, pero empezó a repoblarse a partir de la segunda mitad del XIX, al tiempo que se establecieron plantaciones de café y azúcar en la zona (Gavarrete 1929). El sitio de El Castillo adquirió ese nombre por los restos de una casona de piedra construida a la vuelta del siglo, que se encuentran en las cercanías. De la misma época data una vieja rueda de trapiche, que todavía gana herrumbre dentro del propio sitio. Así pues, había bases para dudar si el aparente puente o represa sería prehispánico, colonial o moderno.

Argumentaba en favor de una fecha prehispánica la ausencia de argamasa o cualquier otro cohesivo en la estructura, cuyo relleno es solamente de tierra y piedras. Además, si en efecto se trataba de un puente y calzada, extrañaba su escasa anchura, de alrededor de 1.3 m en la parte visible. Solo hubiese permitido el paso de un hombre a la vez y de ningún modo el paso de vehículos tirados por animales.

LAS EXCAVACIONES

Se hicieron varias excavaciones a lo largo de la calzada, las cuales se designaron del siguiente modo:

1.        Suboperación EC01-03: consistió en un pozo de 2 x 1 m, excavado aproximadamente a 47 m del zanjón. En este punto no se observaba la calzada en la superficie, pero se colocó siguiendo una línea proyectada desde la parte visible, con el objeto de encontrar un sector de la calzada cercano a la plaza de El Castillo, donde hubiera posibilidad de estudiar la relación entre ésta y las estructuras del sitio. La excavación fue infructuosa, pues se profundizó por niveles artificiales de 20 cm, hasta encontrar el inicio del terreno estéril, entre 50 y 60 cm de profundidad, sin hallar rastros de la calzada.

2.        Suboperación EC01-04: pozo de 1 x 2.5 m. Se abrió en un sector donde la calzada era visible en la superficie. Se hizo con el objeto de encontrar un sector bien preservado de la calzada, para estudiar la forma en que estaba construida. Se profundizó hasta una profundidad entre 40 y 50 cm, cumpliendo con el objetivo anotado.

3.        Suboperación EC01-05: pozo de 3×2 m. Se abrió 2.5 m al este de la suboperación EC01-04. Este pozo se inició como una trinchera exploratoria de 50 cm de ancho, por medio de la cual se trataba de encontrar el extremo de la calzada. Esta trinchera exploratoria se extendió 6 m y en su extremo este se colocó la suboperación EC01-06, en tanto que la suboperación EC01-05 se trazó como una ampliación de 3 x 2 m en el extremo oeste de la trinchera. Se diseñó para clarificar la disposición de los rasgos observados en este lugar. Se profundizó por niveles naturales hasta 1.45 m. Los resultados de esta excavación se describen abajo.

4.        Suboperación EC01-06: pozo de 1.5 x 1.5 m. Se abrió en el extremo este de la trinchera exploratoria mencionada arriba, con el objeto de estudiar el extremo de la calzada. Inicialmente, se esperaba clarificar la manera en que la calzada se integraba con otras partes del sitio, especialmente por la posibilidad de que estuviera conectada con otras estructuras. Se profundizó por niveles naturales hasta 1.2 m. Los resultados se describen abajo.

5.        Suboperación EC01-07: consistió en la limpieza del posible puente o represa observado en el zanjón. Por tratarse de la limpieza de sedimentos arrastrados por el agua, no se hizo de acuerdo a medidas fijas, sino solamente se trató de liberar los rasgos constructivos de los sedimentos acumulados durante siglos de abandono.

LA CALZADA

En las suboperaciones EC01-04, EC01-05 y EC01-06, se identificaron dos fases constructivas de la calzada:

Fase I:        consiste en la calzada propiamente dicha, de 1.3 m de ancho, delimitada a ambos lados por líneas de piedras canteadas, aunque no pulidas. La superficie está revestida con un piso de piedras de forma irregular, bien colocadas, formando una superficie uniforme, adecuada para transitar.

Fase II:        sobre el piso de la calzada se colocó una doble hilera de piedras canteadas, como formando una especie de canal abierto por arriba. No está claro si esta adición sirvió para conducir agua. Su interior se encontró relleno por tres capas de tierra, que parecen haber sido colocadas intencionalmente. La capa superior consistía en una arenilla negra muy fina y suave, que bien pudiera haber servido para caminar. Al nivel de esta capa, por el lado norte, había fragmentos de un piso burdo, hecho de material rojizo y pedregoso, muy duro. Por el lado sur, solamente se halló barro compacto y algunas piedras, colocadas como para dar firmeza a la hilera de piedras de ese lado. Parece ser que la calzada de la Fase I quedó completamente oculta en esta parte de la estructura por la Fase II.

La excavación no produjo nada que sugiriera una fecha colonial o reciente para esta edificación. Un fechamiento prehispánico se logró comprobar gracias al hallazgo de una ofrenda en el extremo de la calzada, oculto bajo las últimas lajas del piso de la Fase I. Denominada Ofrenda 1, consistió en un vaso cilíndrico con engobe negro, decorado con acanaladuras, el cual puede fecharse con confianza para el Clásico Tardío. En su interior se halló una navaja de obsidiana completa y sin uso, que hace pensar en un sacrificio efectuado durante la dedicación de la estructura. Un análisis de hidratación en esta navaja probablemente permitirá dar una fecha más precisa para la construcción.

CONSTRUCCIONES ANTERIORES A LA CALZADA

La base de la ofrenda 1 atravesó pisos de barro apisonado, que pertenecían a estructuras anteriores a la construcción de la calzada. Mejor evidencia sobre construcciones anteriores se encontró en otra parte de la excavación. Al profundizar en los lados de la calzada, a unos 40 cm bajo el piso de la fase I se encontró una plataforma, delimitada por un pequeño muro de revestimiento, de unos 35 cm de altura, la que seguramente sirvió para nivelar el terreno. Tuvimos la suerte de encontrar una segunda ofrenda asociada a ella, colocada en la base del muro de revestimiento, sobre terreno estéril. La Ofrenda 2 consistió en un cántaro del grupo Diamantes (el nombre local de la cerámica Amatle; Parsons 1967), con el cuello quebrado intencionalmente y tapado con un cuenco de engobe negro. Nuevamente, en el interior había una navaja de obsidiana, más pequeña y más gastada que la primera, pero que igualmente sugiere un sacrificio dedicatorio.

Encontramos el pequeño muro que definía esta plataforma en los lados de la calzada, pero no abajo de la misma. La plataforma fue cortada completamente cuando se construyó la calzada. La ofrenda asociada con esta plataforma tiene el valor de proporcionar un terminus a quo para la fecha de construcción de la calzada, que podemos colocar enteramente en el período Clásico Tardío.

EL PUENTE Y POSIBLE REPRESA

Las excavaciones anteriormente descritas contestaron una de las preguntas que nos planteamos al inicio, relacionada con la fecha de construcción de la estructura. La otra cuestión, relativa a su función, recibió luz con la limpieza de los muros que se observaron en el propio zanjón (suboperación EC01-07). Acá, la línea de piedras de la Fase I de la calzada se convierte en un muro de 1.70 m de altura y 2 m de ancho en la base. Este muro atravesaba transversalmente el zanjón, pero se ha destruido en su parte media, como resultado de la presión y filtración del agua durante siglos de estaciones lluviosas. En el lado norte se descubrieron casi 10 m del muro y se encontraron in situ algunas piedras de la primera hilera, con lo que confirmamos que se trataba de un muro corrido.

En el mismo lado, hacia la parte oeste del zanjón, se descubrió un ducto que atraviesa la base del muro de norte a sur. Una fila de piedras alargadas dispuestas paralelamente una de la otra, forma el techo de este ducto y sirve de sostén al muro. La luz del ducto mide aproximadamente 50 x 50 cm. En ambos extremos, el ducto se proyecta más allá de la línea del muro, por lo menos 1.20 m en el lado sur, donde está casi completamente destruido y aproximadamente 1 m en el lado norte. En ese lado, el ducto se abre ampliamente como para recibir el flujo del agua. Todavía en la actualidad, el ducto se encuentra en el camino del agua en la estación lluviosa, aunque ha quedado soterrado completamente y desde luego, perdió su función al caer la parte central del muro. En la estación seca, el zanjón no lleva agua, pero desde luego, es posible que en tiempos prehispánicos el flujo haya sido más constante.

INTERPETACIONES FUNCIONALES

No es posible descartar la posibilidad de que este muro haya servido como represa. La entrada del ducto pudiera haberse tapado con una tabla o una laja de piedra, para impedir el paso del agua y formar una laguneta. El agua no es un bien escaso en la zona de Cotzumalguapa; el río Santiago, de flujo permanente, corre unos 500 m al oeste. Aun así, pudiera haber motivaciones desconocidas para nosotros, que justificaran almacenar agua.

Sin embargo, considero menos aventurado afirmar que sirvió sencillamente como puente, para atravesar el zanjón a pie sin mojarse durante la estación lluviosa. El muro pudo servir para ese propósito, haya servido o no para contener el agua.

Si en efecto sirvió como lugar de paso, llama la atención su localización, considerando que el zanjón se origina tan solo unos 300 m al norte. Como vía de paso, su función debía ser local, pues en un camino de larga distancia se hubiera obviado la construcción de un puente, por la facilidad de dar la vuelta al zanjón. Pareciera ser que los pobladores del área de El Castillo quisieron ahorrarse esa corta caminata mediante la construcción del puente y la calzada. Los reconocimientos y muestreos de material de superficie que efectuamos en 1993 y 1994 indican que el lado oeste del zanjón se encontraba densamente habitado durante el Clásico Tardío. Podemos especular que el lado oeste del zanjón haya albergado familias de status elevado, o bien haya incluido lugares de importancia política o religiosa, que requerían una comunicación fácil con el centro del sitio de El Castillo. Sabemos aún muy poco sobre el patrón de asentamiento de la zona como para afirmar cualquiera de esas ideas. En todo caso, las excavaciones y reconocimientos dan indicios de la complejidad del sistema de asentamiento prehispánico de la zona central de Cotzumalguapa, en el Clásico Tardío.

Durante sus trabajos en esta zona, hechos en los años 40, Eric Thompson fotografió otro puente, el cual se localiza al norte del sitio de El Baúl (Thompson 1948: Figura 22b). Thompson lo describió como construido sobre el principio del arco corbelado, con series de piedras traslapadas a cada lado, que se aproximan entre sí al ascender; las piedras de clave forman la superficie del puente. Este puente era mucho más ancho que la estructura de El Castillo: según Thompson, abarcaba unos 7.6 m a lo largo del río, aunque los extremos habían caído. La función de la estructura como un puente es bien clara, pero Thompson mantuvo la misma incertidumbre que tuvimos nosotros en cuanto al fechamiento, pues consideró la posibilidad de que fuese colonial. Valdría la pena efectuar excavaciones en el puente de Thompson, para corroborar si se trata de una obra prehispánica y en caso afirmativo, sería interesante también investigar el porqué de su localización. ¿Si en efecto es prehispánico, cuál era su función dentro del sistema de asentamiento y comunicación de Cotzumalguapa? La relativa rareza de este tipo de construcción en Mesoamérica prehispánica presta interés a los ejemplos de la zona de Cotzumalguapa.

Figura 1 El Castillo: planta de la Operación EC01-05 y EC01-06, muestra pisos y muro de nivelación

anterior a la construcción de la calzada

Figura 2 El Castillo: planta de la excavación que muestra la calzada de piedra

Figura 3 El Castillo: planta de la Operación EC01-07, que muestra posible puente o represa

Figura 4 El Castillo: elevación de la Operación EC01-07, que muestra posible puente o represa,

lado norte

REFERENCIAS

Gavarrete, Juan

1929        Antigüedades de Guatemala. Anales de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala 5:308-311.

Parsons, Lee Allen

1967        Bilbao, Guatemala: An Archaeological Study of the Pacific Coast Cotzumalhuapan Region, Volume 1. Publications in Anthropology, No.11, Milwaukee Public Museum, Milwaukee, Wisconsin.

Thompson, J. Eric S.

1948        An Archaeological Reconnaissance in the Cotzumalguapa Region, Escuintla, Guatemala. Contributions to American Anthropology and History, No.44, Carnegie Institution of Washington Pub. 574. Washington, D.C.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *