15. DIEZ AÑOS DE INVESTIGACIÓN DEL PROYECTO ARQUEOLÓGICO EL ZOTZ

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Diez años de investigación del Proyecto Arqueológico El Zotz

Fue en 1977 que el señor Juventino Soto, guardarecursos del IDAEH, alertó a don Rafael Morales, en aquel entonces Jefe del DEMOPRE, que había un sitio muy cerca de Tikal que estaba siendo saqueado. Fue más o menos entre noviembre de 1977 a febrero de 1978 que se hicieron diligencias a aquel lugar. Don Rafael Morales planteó la operación Rescate y junto con al menos 20 personas del IDAEH iniciaron el viaje desde el Cruce Dos Aguadas hasta el sitio saqueado. Entre aquel equipo que conformó la Operación Rescate se encontraba el señor Anatolio López y el señor Efraín Peralta, no está claro sin embargo, si fue una sola diligencia la que hicieron, dado que don Anatolio López recuerda que estuvieron allí por aproximadamente diez días, mientras Efraín Peralta, recuerda haber estado un total de 55 días dentro de la selva petenera (Fig.1). Es notorio el desfase del tiempo, sin embargo, dadas las coincidencias que relatan ambos, pareciera ser que se trató de una misma expedición. De ser así, gracias a las referencias ofrecidas por Anatolio y Efraín, ha sido posible reconstruir una de las primeras visitas que se tuvo a El Zotz a finales de la década de 1970. Aquel equipo destinado a detener el saqueo y a hacer un diagnóstico del sitio, estaba integrado además de Rafael Morales, también por el arqueólogo Marco Antonio Bailey, Efraín Peralta, Anatolio López, Manuel López ‘el gacho’, piloto y posteriormente inspector regional, así como por personal de la antigua Guardia de Hacienda y la Policía Militar Ambulante, en total eran 22 personas.

Efraín Peralta refiere que entraron por el mismo camino que del Cruce Dos Aguadas conduce hacia El Zotz, en un ‘pickopito’ Toyota 1000, pero hace referencia de que el camino que años atrás había hecho la concesión maderera, estaba en buen estado, habían puentes de tabla y el camino era transitado por vehículos que venían de Uaxactun hacia el Cruce Dos Aguadas y hacia otras aldeas cercanas. Cuenta Efraín que por la bulla que hicieron al entrar al sitio, los saqueadores decidieron dejar el área, allí encontraron todavía los fogones recién abandonados y víveres que emplearon para su estancia de casi dos meses. Hicieron recorridos, identificaron trincheras y al mismo tiempo buscaron el mejor acceso para subir al cerro de El Diablo, al que apodaron así por don Juventino Soto, al que llamaban El Diablo por su particular forma de ser. Fue durante ese rescate que los miembros de la comisión, según relata Anatolio López, recuperaron una vasija que en su iconografía mostraba a murciélagos en diferentes posiciones y que probablemente fue esta pieza la que dio el nombre al sitio como El Zotz, sin embargo también hay otra versión en la cual el nombre lo recibe el sitio por el enorme peñasco que resguarda a diferentes especies de murciélagos y que igualmente sería muy lógico, en todo caso ambas versiones parecen ir de la mano con el descubrimiento del sitio.

Tiempo después, que terminó la Operación Rescate, se designó un equipo para resguardar a El Zotz, entre los que cuales fue escogido don Anatolio, quien vivió dentro del sitio por aproximadamente seis años junto a su familia y quien contribuyó enormemente junto a los demás colaboradores de IDAEH a la conservación de El Zotz y a la habilitación de senderos dentro del mismo para hacer recorridos a los diferentes grupos.

Algún tiempo más tarde, en 1978, George Andrews visitó el sitio y publicó en 1986 sus impresiones. En aquel entonces notó abundantes saqueos en las estructuras, además documentó que los edificios abandonados de El Zotz tenían una arquitectura muy similar a los templos de Tikal. Meses después de la visita de Andrews, Ian Graham (Fig.2) como parte de las exploraciones del Corpus of Maya Inscriptions del Museo Peabody de la Universidad de Harvard, visitó el sitio (Garrido 2012). Graham elaboró el primer mapa de El Zotz y reprodujo los monumentos encontrados (Houston 2008; Houston et al. 2006). Entre los años 1970 y 1980 un hombre llamado Jaques Vankirk documentó parte de una decoración en estuco en una pirámide que se sabe actualmente que es la Estructura F8-1 del Grupo El Diablo. Juan Pedro Laporte (2006) indica que en 1983, el Proyecto Nacional Tikal realizó un pequeño rescate a cargo del técnico del PNT, Felipe Cruz García, Juan Antonio Valdés y Laporte, llevando a cabo documentación y limpieza de saqueos principalmente. Durante esta investigación se menciona el hallazgo de un escondite asociado a la Estela 1 del Templo 1 ahora conocido como Estructura M7-1, del Grupo Este. Posteriormente fue el Instituto de Antropología e Historia de Guatemala (IDAEH), quien llevó a cabo investigaciones preliminares (1995), realizando un nuevo mapa del sitio (Houston et al. 2006). Más tarde entre los años 1999 y 2000, el Proyecto Triángulo realizó sondeos arqueológicos (Garrido 2012).

Agregado a la investigación arqueológica incipiente en El Zotz, a finales de los ochenta, fue creado el Biotopo Protegido San Miguel La Palotada – El Zotz, por medio de una resolución de la Comisión de Tierras de Petén (CTP 1987). En el año de 1989 la Ley de Áreas Protegidas le dio un reconocimiento oficial a través del Decreto 4-89 y en 1990 la Declaratoria de la Reserva de la Biosfera Maya, lo declaró una de sus zonas núcleo a través del Decreto 5-90 (ParksWatch 2002; Houston 2008). Desde su creación, ha sido administrado por el Centro de Estudios Conservacionistas de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacia de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Parks Watch 2002). El Biotopo cuenta con un Plan Maestro hecho desde 1999, en vigencia para el periodo 2000-2004, mismo que se encuentra en etapa de actualización.

En 2006, por iniciativa de Dr. Stephen Houston y el Dr. Héctor Escobedo, dio inicio el Proyecto Arqueológico El Zotz, desarrollando así el primer mapa digitalizado del sitio. A partir de esa fecha el PAEZ desarrolló sus investigaciones, contribuyendo con la ampliación del mapa y la nomenclatura de los grupos y más tarde de asentamientos vecinos. Fue así como inició la primera fase de investigaciones del proyecto, misma que en su momento fue dirigida por Dr. Houston, Dr. Ernesto Arredondo y Lic. Juan Carlos Meléndez.

Una segunda fase del proyecto inició en 2009, bajo la codirección de Dr. Stephen Houston y Mtro. Edwin Román y una tercera dio inicio en 2012, cuando el proyecto empezó a ser co-dirigido por Dr. Thomas Garrison e igualmente por Mtro. Edwin Román como actualmente.

Diez años han pasado desde que el PAEZ se creó en 2006 y aunque ha variado en su estructura original, sus objetivos han ido orientados a la investigación y conservación de sus componentes culturales y naturales. Cada Fase de investigación ha tenido sus objetivos fundamentales, es claro que la primera tuvo un valor agregado dado que permitió rehacer el mapa del sitio, la distribución por grupos del mismo y excavaciones de sondeo en varias de las plazas para establecer una cronología preliminar de varios grupos, incluyendo el Grupo El Diablo, algunas estructuras piramidales como la Estructura M7-1 y L7-11, así como un acercamiento al sitio El Palmar.

La Segunda Fase probablemente fue la más fuerte hablando en términos de expansión y se enfocó a establecer cómo los antiguos Mayas utilizaron el paisaje natural a lo largo del tiempo. Por este motivo se inició la investigación en el sitio El Palmar a través de excavaciones en plazas y patios y se hicieron túneles que definieron la arquitectura temprana del sitio, lo cual permitió conocer la arquitectura del Preclásico de este fantástico sitio cercano a Tikal, en donde pudo haber empezado la ocupación de esta región del Valle Buenavista para luego habitarse a otros sitios vecinos dentro del Valle como La Avispa y El Zotz. Durante la segunda Fase se logró reubicar el sitio Bejucal, sitio importante durante el Clásico Temprano y que tenía estelas que hacían mención a Sihyaj K’ahk y su paso por varios sitios del área Maya. Se hicieron excavaciones en las estructuras y se recuperaron materiales importantes de contextos mortuorios que permitieron conocer la historia dinámica de Bejucal y El Zotz y su relación con otros asentamientos. Además de estas investigaciones se inició un programa intensivo en grupos arquitectónicos de El Zotz, con énfasis en La Acrópolis, El Diablo, Las Palmitas y el Grupo Sur, lo cual condujo a inferir una cronología más acertada para el sitio, la identificación de eventos peculiares caracterizados por rituales de terminación en algunos edificios y la reutilización de otros, sobre todo en La Acrópolis. Las investigaciones en el Grupo Sur permitieron inferir una cronología asociada al periodo Posclásico que infiere que El Zotz estuvo ocupado en los años tempranos del periodo Clásico con edificios tanto en el Grupo Este como en La Acrópolis y más tarde en el Grupo El Diablo en el cerro del mismo nombre, en donde la realeza probablemente se asentó; posteriormente una serie de eventos hicieron que los zotzeños volvieran a las plazas y que perpetuaran su poder en el valle al menos hacia el final de los tiempos de su apogeo, previo a habitar el Grupo Sur.

Como parte de la Segunda Fase de investigación, el proyecto inició un estudio paleoambiental, dirigido por los Dres. Timothy Beach y Sheryl Luzzadder-Beach. El estudio del cibal de El Palmar y las aguadas en el biotopo, logró reconstruir una historia ambiental de miles de años. Fue interesante notar periodos de sequía cerca de la transición del Preclásico Tardío y el Clásico Temprano, coincidente con el traslado de la población desde El Palmar hacia El Zotz. También es claro que los Mayas cortaron casi todo el bosque en los alrededores de El Zotz durante el Periodo Clásico, dejando únicamente especies económicas como copales y pino.

Importante de mencionar deben ser las investigaciones del Grupo El Diablo en donde se encontraron los mascarones de estuco modelado finamente estilizados y que muestran al Dios Solar en sus diferentes estadios y representaciones del Dios de las Tormentas; en este grupo se descubrió el Entierro 9 de El Zotz, quien probablemente fue el fundador de la dinastía de Pa’Chan y que fue enterrado en una cámara mortuoria ricamente decorada con una variedad de conchas y vasijas del Clásico Temprano elaboradas con representaciones zoomorfas sumamente estilizadas. Aquel personaje allí enterrado, tan importante para la vida de los zotzeños era al mismo tiempo un danzante privilegiado que tenía un cinturón de conchas con colmillos de jaguar adentro y que lo acompañaron en su viaje a su otra vida al igual que sus ofrendas y los seis infantes depositados en cuencos ‘labio a labio’ que fueron sacrificados para su gran entierro.

La Tercera Fase, que inició en 2012, y que perdura hasta el día de hoy se enfocó en entender la formación de la dinastía de El Zotz durante el Clásico Temprano y su transición al periodo Clásico Tardío, esta fase investigó los grupos El Diablo, Grupo Este, El Tejón (descubierto durante la segunda etapa) y el Grupo de Los Cinco Templos, así como también se inició una etapa de excavaciones en áreas residenciales. En El Diablo las investigaciones han permitido esbozar una serie de claves para entender el Clásico Temprano, con un poder consolidado de la dinastía de Pa’Chan, mientras que en el Grupo Este, las investigaciones se han centrado principalmente en la Estructura M7-1 o Templo del Dintel de Madera, edificio en el cual se encontró una subestructura que mostraba una plataforma con grandes mascarones que recuerdan a la deidad Ux Yop Huun además de una enorme cámara funeraria que probablemente resguardaba los restos óseos de algún gobernante importante del Clásico Temprano; en una revisión de los materiales arqueológicos se pudo inferir que esta tumba lamentablemente saqueada perteneció por sus características a algún personaje importante de la vida zotzeña.

En el Grupo de Los Cinco Templos las investigaciones permitieron determinar que este recinto funcionó tanto en el Clásico Temprano como durante el Clásico Tardío como una necrópolis real, cinco edificaciones alineadas que recuerdan al grupo Coronitas, del sitio La Corona, lamentablemente saqueadas expusieron el hallazgo de cinco cámaras funerarias de diversos tamaños, dimensiones y arreglos estéticos, los saqueadores dejaron en algunos casos artefactos de concha, jade y tiestos que determinaron que este cementerio podía ser la necrópolis de algunos de los gobernantes de El Zotz. Los indicios fueron aumentando en 2015 cuando después de concluir la limpieza en las edificaciones alineadas de este grupo, se documentó una cámara grande tallada directamente en la roca madre y en la cual los antiguos Mayas habían colocado seguramente un difunto con múltiples ofrendas, lamentablemente saqueada. En este edificio L8-13, se encontró un adosado que resguardaba el Entierro 30, el cual consistía en una cámara funeraria modesta, aunque abovedada y que en su interior resguardaba los restos de un individuo adulto al que le habían ofrendado cuatro vasijas, de las cuales un cuenco con escritura glífica hacía mención al señor allí enterrado, Baahkab K’inich, probablemente uno de los últimos gobernantes de la etapa tardía de El Zotz cuando el poder legítimo perdía auge aceleradamente.

Respecto de la tecnología, ésta siempre ha sido parte del Proyecto Arqueológico El Zotz, no solo en la organización de los datos arqueológicos, sino también en la documentación de los rasgos y artefactos encontrados. Desde 2014, el Dr. Garrison inició una colaboración con el Programa de Ingenieros para la Exploración de la Universidad de California en San Diego, equipo que ha logrado la documentación en tres dimensiones de los túneles de excavación, incluyendo los famosos mascarones del Grupo El Diablo y el Grupo Este. Además, están actualmente en el proceso de desarrollar un dron que puede recolectar datos de LiDAR para que este tipo de información pueda ser adquirida con más eficiencia económica.

Finalmente aunque esta reseña ha sido muy corta para proyectar los diez años del proyecto, es necesario mencionar que todas las investigaciones se han hecho de forma paulatina, no se apertura nuevas excavaciones sin haber cerrado anteriores, siempre se ha tenido como objetivo recuperar información de una forma ordenada que permita hacer una reconstrucción de toda la historia dinámica del sitio, desde la cosmovisión de sus habitantes, su cotidianeidad, sus relaciones comerciales y su situación social y política.

Para concluir, no queda más que agradecer a todas y cada una de las personas que se han involucrado con el Proyecto Arqueológico El Zotz, así como a las instituciones que han permitido crear lazos de amistad e investigación y que hasta el día de hoy han sido artífices para que el proyecto continúe.

Como Proyecto hemos sido afortunados cuando en 2009 se obtuvo la beca de la National Science Foundation, la cual le permitió al PAEZ trabajar durante casi tres años; igualmente se ha contado con los fondos del Dr. Stephen Houston que cada año le provee la Universidad de Brown, así como becas de la NatGeo, y fondos que los estudiantes de posgrado obtienen a través de numerosas becas que escriben.

Desde 2012 el proyecto obtuvo financiamiento de Fundación Pacunam, que en gran porcentaje económico y técnico ha contribuido para continuar nuestra labor. Como resultado de todos estos años, el PAEZ está orgulloso de investigar la región del Valle Buenavista y al mismo tiempo ser formador de futuros licenciados en arqueología, Maestros y Doctores especializados cada uno en los múltiples estudios que involucran la antropología y la arqueología, así como disciplinas que van de la mano, como la conservación y restauración. Se espera que en años futuros se sigan sumando más investigadores con el mismo ímpetu de investigar.

Puntualmente esta ponencia se dedica a toda la gente que ha acompañado al PAEZ desde el 2006 hasta el día de hoy, sería interminable agradecer a cada persona por nombre pero creemos fielmente en que las metas y logros obtenidos, han sido gracias a todas esas personas que han aportado su grano de arena, esas personas que tienen gran trayectoria como tuneleros, excavadores y ayudantes, así como los colaboradores de cocina y administración; ellos también han contribuido a que estos diez años hayan sido toda una aventura (Fig.3).

Finalmente, con gran aprecio dedicamos esta ponencia a don Manuel Tiul, colaborador sin límites que recién dejó la vida terrenal.

 

Referencias

 

Garrido López, José Luis

2012   Asistencia Técnica para la Elaboración del Guión Científico para el Circuito Turístico El Zotz-Tikal ubicado en el Biotopo Protegido San Miguel La Palotada- El Zotz. Proyecto ATN/NE-11589-GU. Definición y gestión de un destino turístico en el Clúster Norte del área Cuatro Balam en Petén. BID/FOMIN.

Houston, Stephen D.

2008   A la sombra de un gigante. Investigaciones en El Zotz, Guatemala. Brown University.Traducción de “In the Shadow of a Giant” (disponible en www.mesoweb.com/zotz/ Shadowof-a-Giant.html).Mesoweb: www.mesoweb.com/zotz/articulos/Houston-Sombra.pdf.

 

Houston, Stephen; Zachary Nelson, Héctor Escobedo, Juan Carlos Meléndez, Ana Lucía Arroyave, Fabiola Quiroa y Rafael Cambranes.

2006   Levantamiento Preliminar y Actividades de Registro en el Zotz, Biotopo San Miguel La Palotada, Petén. Informe entregado al Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales, Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural de Guatemala.

 

Laporte, Juan Pedro

2006   Trabajos no divulgados del Proyecto Nacional Tikal, parte 4: Rescate en El Zotz, Petén. En XIX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2005 (Editado por J. P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía). Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

 

Parks Watch

2002 San Miguel La Palotada Protected Biotope. Park Profile Guatemala. Parks Watch.http://www.ParksWatch.org

 

Fig. 1: Miembros de la Operación Rescate. De Izquierda a derecha. Juventino Soto, guardia de Hacienda, Marco Antonio Bailey y Manuel López (Archivo DEMOPRE/DIGEPACUNAT).

Fig. 2: Mapa de El Zotz, por Ian Graham (Tomado de Garrido 2012).

 

Fig. 3: Miembros del Proyecto Arqueológico El Zotz 2015 (Fotografía de William Corleto).