47. Entre ríos, pantanos, valles y colinas: patrón de asentamiento de Río Amarillo y otros sitios en la periferia de Copán, Honduras

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Entre ríos, pantanos, valles y colinas: patrón de asentamiento de Río Amarillo y otros sitios en la periferia de Copán, Honduras

Introducción

 

El debate sobre el rol de la sobre explotación medioambiental durante el periodo Clásico Tardío aún existe entre algunos investigadores, quienes aseguran que el inadecuado manejo medioambiental fue una de las fuertes causas del colapso Maya. Actualmente el Proyecto Arqueológico Río Amarillo, Copán (PARAC) ha enfocado sus esfuerzos en el área de Río Amarillo investigando la relación existente entre sus habitantes y el medio ambiente. En el futuro, se espera continuar las investigaciones en otras dos áreas del valle de Copán para realizar los mismos tipos de análisis para buscar puntos en común y diferencias en la manera en que los habitantes de Copán explotaron y preservaron sus recursos naturales. El primero de estos es el sitio de Cerro de Las Mesas y el segundo será Agua Sucia, el cual contiene cuatro diferentes grupos.

La mayoría de estos sitios se diferencian de la zona central de Copán (la Acrópolis) que está asentada en las llanuras del valle, por ejemplo, Río Amarillo se encuentra alrededor del Cerro La Canteada a una elevación de 700 m, en tanto que Cerro de las Mesas está muy por encima de Copán y Río Amarillo con alrededor de 840 m de elevación, en tanto que Agua Sucia tiene variables muy amplias entre sus grupos oscilando entre los 600 m y los 900 m de altitud.

El Proyecto Arqueológico Río Amarillo Copán es un proyecto de investigación regional multidisciplinaria, dirigida a documentar los cambios en el medio ambiente así como las pautas históricas del desarrollo de los centros de poder y ritual público, utilizando la ciudad y su territorio para entender la política, economía e ideología Maya, como un conjunto orgánico, con los centros más cercanos, para lo cual ha implementado un programa de reconocimiento y mapeo, en varios sitios ubicados en el valle del Río Copán y sus tributarios.

Para la ubicación de los rasgos que distinguen a un asentamiento, se utiliza un GPS Trimble Geo Explorer serie 6000, con una exactitud de hasta 10 cm, dependiendo de las situaciones climáticas y la densidad del bosque, así como también una estación total Sokkia Set 350 RX, los diversos datos obtenidos son manipulados dentro de un Sistema de Información Geográfica (SIG) por medio de los programas Pathfinder y ArcGIS 10.2.1.

Con los datos y la información extraída de estos, se analiza la distribución, la interacción entre las evidencias arqueológicas y su entorno (el medio y sus recursos), para establecer el área utilizada para la subsistencia diaria (territorio de explotación) y reconocer las áreas de procedencia de los recursos y materias primas cuyos restos aparecen depositados en el asentamiento (reconocer los recursos económicos disponibles), además de tratar de reconstruir la función específica de cada uno de los asentamientos y las relaciones socioeconómicas que se establecen entre los distintos sitios, como subsistemas de un único sistema regional integrado.

 

Río Amarillo

 

El área arqueológica de Río Amarillo se localiza aproximadamente a 16 km en línea recta al noreste de Copán, 41 km al sur de Quirigua, en la periferia sureste del Área Maya y en el límite de la influencia de la cultura Maya con la cultura Lenca y otras culturas de la zona intermedia Centroamericana (Fig.1).

El Parque Arqueológico Río Amarillo está en el punto de intersección del Río Amarillo (cuenca alta) con la Quebrada Borbollón y el Río Blanco (Canuto 1996, Saturno 2000), ambos forman parte del sistema fluvial que río abajo se denomina como Río Copán (en su cuenca media) y finalmente como Río Grande (cuenca baja), un importante sistema hídrico cuyas aguas drenan hacia el Río Motagua para luego desembocar en el Mar Caribe (Fash 2001), convirtiéndose en una importante vía de comunicación entre las ciudades más importantes de la región suroriental de la cultura Maya.

La geomorfología de la región se caracteriza por la presencia de varios cerros separados entre sí por ríos y quebradas rodeados de depresiones estacionalmente inundables con suelos fértiles favorables para la agricultura, el rasgo natural más importante de la región es el Río Amarillo que nace en las estribaciones al de la Sierra El Gallinero (Fig.2).

El área central del sitio arqueológico Río Amarillo se encuentra en la margen este del río epónimo, en el punto de intersección con la Quebrada Borbollón. Las coordenadas UTM del sitio son: 16P 284284E, 1648523N. Dicha área fue identificada y mapeada por primera vez por Sylvanus Morley en 1917 (Morley 1920:382), seguido por diferentes actualizaciones realizadas por Gary Pahl (1987) William Saturno (2000) Marcello Canuto (1996), quien mapeó al menos 25 sitios más en el área periférica del poblado, siendo el primer mapa que mostró la totalidad de edificios y espacios distribuidos fuera del sector que fue declarado como Parque Arqueológico en 1984 (OIDH 2011). Un nuevo mapa fue realizado por el Proyecto de Investigación y Puesta en Valor del Sitio bajo los auspicios del PNTS en conjunto con el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (ASP Consultores 2007, OIDH 2010).

La distribución de las estructuras hasta hoy mapeadas muestran claramente la ecología del asentamiento, al diferenciar las distintas formas de interacción con el medio ambiente, en: 1) cumbres de cerros elevados, 2) laderas o pendientes y 3) valles abiertos, de terrazas aluviales relativamente planas y en algunas partes inundables por las cuencas de los tributarios, del Río Copán, Amarillo y Blanco que proporcionaron el agua, factor determinante en la organización del territorio y que condicionó su ordenamiento.

Hasta el momento se han mapeado 157 estructuras distribuidas por lo menos en 27 grupos y siete estructuras aisladas de carácter residencial las cuales se localizan en un área aproximada de 5 km². El área central del sitio arqueológico de Río Amarillo se encuentra en una especie de cañón en el que la montaña La Canteada y dos corrientes de agua (el Río Amarillo y la Quebrada Borbollón) limitan su situación topográfica, el cual cubre un área aproximada de 300 m², compuesto por 41 estructuras distribuidas en tres sectores: (Fig.3).

Sector Central: El núcleo del asentamiento fue formado por las Plazas A y B, las cuales fueron construidas siguiendo un eje Norte – Sur, se trata de los espacios más amplios y con mayor capacidad para albergar mayores números de personas, seguramente con la finalidad de realizar rituales, fiestas y ceremonias.

El acceso entre las Plazas A y B tiene lugar a través de una escalinata monumental que mide 15 m de largo por aproximadamente 8 m de altura, en donde se accede a un espacio ligeramente menor con 25 m por 50 m, con una extensión hacia el oeste, en tanto que el extremo este de la Plaza B lo ocupa un edificio piramidal denominado Estructura 1, y hacia el norte, incrustada sobre las faldas del cerro La Canteada, se encuentra la Estructura 2, el edificio con mayor volumetría y altura de todo el asentamiento contando con 14 m de altura, siendo el mayor edificio fuera del centro de Copán.

Es importante hacer notar que los únicos dos monumentos esculpidos de Río Amarillo fueron encontrados en estos dos espacios (Morley 1920) y aún hoy día, un altar liso permanece hacia el sureste de la Plaza B, frente a la fachada principal de la Estructura 1.

Sector Oeste: Una serie de tres plazas de dimensiones considerables se encuentran inmediatamente hacia el oeste de la Plaza A, siendo estas las Plazas E, F y G, en donde sobresale la Estructura 5, que se encuentra entre las Plazas E y F, la cual llama la atención por su monumental volumetría, así como por los abundantes ejemplos de escultura arquitectónica que incluyen representaciones de guerreros, del monstruo de la montaña o Witz, calaveras, así como el símbolo del año teotihuacano, entre otros (Pahl 1987, Saturno 2000, OIDH 2010).

Estos elementos se localizaron en la fachada oeste de dicho edificio, los cuales no estuvieron orientados hacia la Plaza Principal, sino que más bien hacia el Río Amarillo, es decir, hacia el acceso principal al centro del poblado, una situación similar con la reportada en Quirigua, en donde la representación del Dios Solar, K’inich Ahau, ve hacia el oeste, hacia el canal de acceso a dicha ciudad desde el Río Motagua, y no hacia el centro de la Acrópolis, posiblemente con la idea de impresionar a las personas que ingresaban a Río Amarillo desde este punto, confirmando que sus habitantes eran protegidos por las fuerzas y deidades del universo Maya.

Sector Este: Inmediatamente hacia el este de la Plaza A se encuentran las denominadas como Plazas C y D, así como una serie de cuatro patios de pequeñas dimensiones y con una disposición de sus edificios bastante particular, lo que llevó a sugerir que el patrón de asentamiento de este sector, diferente del patrón del sector Oeste, podría deberse a la presencia de una población no Maya dentro del núcleo del sitio (Canuto 1996, Saturno 2000, OIDH 2011).

La Plazas C y D a decir de Saturno son las últimas plazas formales del centro del sitio, constituyéndose como la frontera entre los espacios de élite y no élite, al menos en su centro (Saturno 2000:98). Directamente hacia el sur y al este de la Plaza D se encuentran cuatro patios de menores dimensiones, los cuales fueron construidos en una serie de terrazas que habrían utilizado los niveles naturales para su construcción. Las diferencias en cuanto a las dimensiones y la posición de los edificios que los conforman, así como la calidad y volumen constructivo de estos edificios fueron visibles por medio de las excavaciones, las que demostraron que se trata de una zona residencial, la más próxima al centro del sitio, lo que sugiere que debió ser ocupada ya sea por las personas más próximas a la clase gobernante de Río Amarillo, o bien parte de la misma, ya que seguramente pocas personas tendrían un acceso tan próximo a los espacios más importantes del sitio.

Hay que decir que las evidencias artefactuales y arquitectónicas registradas mediante las excavaciones presentaron claras y fuertes conexiones con Copán, aunque también se encontraron evidencias de contactos o influencias externas a la zona Maya tanto a nivel constructivo como en los materiales recuperados, demostrándose un nivel de interacción cultural aún no muy claro pero evidente, con otras culturas centroamericanas, todo ello con una ocupación mayoritaria para el Clásico Tardío, pero también con pruebas reducidas del Clásico Temprano y del Postclásico.

Zona Periférica: En 1996 M. Canuto realizó mapas de la mayoría de la zona periférica de Río Amarillo, resultados que fueron verificados y ampliados en 2014, comprobándose la fidelidad de sus mapas, así como sus deducciones que indican que en el área próxima pueden distinguirse tres distintas localidades geográficas con grupos arquitectónicos, siendo estos: 1. el valle, 2. las laderas del cerro La Canteada y 3. Las márgenes de la Quebrada Borbollón. Como se indicó, en 2014 se verificaron los datos en donde los grupos con mayor densidad de edificios se encuentran en las laderas del cerro, sin embargo, el número más alto de sitios y grupos se encuentran en el valle, no obstante todos ellos se encuentran en una amplia zona, por lo que la dispersión de los edificios en relación al territorio que ocupan representa marcadas diferencias (Fig.4).

El Sitio 5 sobresale, tanto por su ubicación cercana al centro del sitio al estar en la parte más inclinada del cerro a tan solo 300 m al norte, el cual está compuesto por 34 estructuras dispuestas en diez terrazas de nivelación, mientras que a tan solo 700 m al este, en las márgenes de la Quebrada Borbollón se ubica el Sitio 4, que está formado por 20 estructuras distribuidas por lo menos en dos grupos que por su posición estratégica refleja especialización y jerarquía diferente a los demás grupos localizados al pie de los cerros y en el valle abierto.

Lo cierto es que aunque la dispersión de edificios es muy baja, básicamente todos los distintos tipos de terreno fueron utilizados por los habitantes prehispánicos de Río Amarillo, aprovechando tanto los suelos más fértiles del valle aunque fueran propensos a inundaciones, así como los terrenos no tan prácticos como las laderas, aunque se tuvieran riesgos de deslizamientos de suelos y con menos riqueza en sus nutrientes.

Distintos análisis se han estado realizando sobre el uso del espacio para entender el tipo de ocupación que tuvo lugar en Río Amarillo, incluyéndose el uso de radares de penetración de suelo, estudios del uso del suelo desde un punto de vista agrícola, así como con el uso de una Unidad Voladora no Tripulada (dron) con cámaras infrarrojas, con el fin de identificar los distintos usos del terreno y de los espacios entre grupos arquitectónicos, lo que se espera permitirá evaluar los impactos ecológicos asociados a las distintas actividades económicas en relación a la explotación del medio ambiente en Río Amarillo.

 

Quebrada Piedras Negras

 

Este asentamiento se localiza en la junta del Río Blanco y la Quebrada Piedras Negras ambos tributarios del Río Amarillo encontrándose el grupo principal a tan solo 1,800 m al norte del área nuclear de Río Amarillo. Este sitio fue reportado inicialmente por G. Pahl en 1975 (1977) quien únicamente lo menciona como Río Blanco (Pahl 1987), luego David Vlcek en 1978 indicó que además existirían al menos ocho grupos cercanos (Vlcek 1978, Vlcek y Fash 1986).

En el presente año se han localizado y se mapearon 106 estructuras distribuidas en 12 grupos y tres estructuras aisladas en un área de 2 km² (Fig.5), ubicándose una buena parte de ellas en la zona abierta del valle, y otros en las colinas al lado opuesto del Río Blanco. El Grupo A es el principal y está conformado por 11 edificios alrededor de una plaza relativamente amplia, la Estructura 1 de forma piramidal y 2.50 m de altura se edifica sobre una gran terraza de nivelación, un complejo que da lugar para que se forme una plaza cerrada ubicándose dicha pirámide en su lado sur.

Justo en el punto de unión del Río Blanco con la Quebrada Piedras Negras hay una pequeña colina, a menos de 100 m al suroeste del Grupo A, la cual es la única fuente de toba volcánica hasta ahora identificada en el valle, por lo que es posible que los habitantes de este sitio habrían tenido el control sobre este importante material para la construcción, la cual de manera preliminar parece ser la fuente utilizada para la construcción de la mampostería fina de Río Amarillo.

Hacia al sur se localizan los Grupos B y C, de los cuales, el segundo de ellos fue excavado parcialmente en conjunto con esfuerzos del IHAH, durante las labores de construcción de un aeródromo cuya construcción afectó la zona de estudio (Barrios 2014a, 2014b). Al parecer se trata de un conjunto residencial estrechamente relacionado a la amplia zona inundable entre Río Amarillo y Quebrada Piedras Negras, cuya ocupación tuvo lugar durante el Clásico Tardío, contando con edificios largos pero bajos, con poco desarrollo arquitectónico en comparación con los edificios conocidos de Copán, pero con un vínculo estrecho identificado por la procedencia y fabricación de sus tipos cerámicos (Burgos comunicación personal 2015).

En la margen opuesta del Río Blanco y al sureste del Grupo A se localizan dos grupos con la mayor concentración de estructuras; a 550 m el Grupo E se sitúa en las laderas de un cerro cuyo terreno fue adecuado por lo menos en siete terrazas de nivelación que sostienen 15 montículos distribuidos en cuatro grupos y dos estructuras de dimensiones notables, las Estructuras 1 y 2 que se localizan en la parte más elevada del cerro. Mientras que a 350 m al pie del límite norte del mismo cerro se localiza el Grupo F formado por 16 estructuras de las que sobresalen la Estructura 1 de forma piramidal, así como una larga plataforma de más de 50 m de largo que eleva el conjunto y lo protege de las crecidas del Río Blanco. Al oeste se localiza el Grupo G integrado por dos estructuras, y asociado a un nacimiento de agua. Otros cuatro grupos más pequeños se han localizado en las proximidades en una clara asociación especial al resto del sitio.

Al igual que Río Amarillo, el sector ocupado por Quebrada Piedras Negras cuenta con una abundancia de agua en los ríos y quebradas cercanas, pero también se han localizado nacimientos que proveerían de este preciado recurso. Los suelos son bastante fértiles y los conjuntos arquitectónicos construidos en el valle, debieron ser hechos evitando las recurrentes inundaciones que tienen lugar durante cada temporada de lluvias. No obstante, esta humedad estacional proporciona riqueza y nutrientes a los suelos que pudieron haber sido utilizados para siembras durante la época seca. Aun en épocas recientes durante las crecidas del río los peces se refugian en los bajos para evitar ser arrastrados por las fuertes correntadas, un evento que era aprovechado por los habitantes locales para obtener abundantes pescas utilizando técnicas particulares, que seguramente también fueron practicadas por los habitantes de la época prehispánica. Lamentablemente la construcción del aeródromo ha alterado esta situación provocando un impacto grande en el ecosistema local.

 

Agua Sucia

 

Este asentamiento se ubica alrededor de 19 km al norte de Copán en la cuenca del Río Managuá, el cual corre de sur a norte hasta juntarse con el Río Motagua, fue reportado por primera vez por Vlcek (1978, Vlcek y Fash 1986). En la margen oeste del río (Fig.6) se han mapeado al menos 38 estructuras distribuidas en cuatro grupos y tres estructuras aisladas, todo ello distribuido en un terreno bastante variable en altitud.

En una terraza aluvial se localiza el Grupo 1, muy cerca de la vega del río, el cual contiene los montículos de mayores dimensiones, dispuestos sobre una elevación natural modificada por medio de una terraza de nivelación, las estructuras dan lugar a un cuadrángulo con una plaza cerrada al centro, en una zona ahora sembrada con maíz y frijol.

El Grupo 4 se localiza en el pie de un cerro cercano al Grupo 1 y cuenta con un edificio piramidal que alcanza una altura de por lo menos 3 m, el único de este tipo encontrado hasta ahora en el sitio. A 1.2 km al suroeste en la parte más alta de un cerro que tiene plantaciones de café se localizó el Grupo 2 conformado por seis pequeños montículos y una terraza de nivelación, y finalmente, en una pequeña meseta en la parte media del cerro, se ubicó el Grupo 3 conformado por cuatro montículos ahora cubiertos de milpa, tres de los cuales tienen grandes dimensiones, y una visibilidad espectacular sobre las montañas y el valle del río, así como un nacimiento de agua que pudo haber sido encausado para un punto de recolección en la parte baja del conjunto.

La mayoría de edificios y grupos parecen ser de carácter residencial, siendo el primer rasgo que llama la atención el tipo de materiales utilizados en la construcción, ya que en superficie no se observan ni bloques de toba volcánica, ni piedras de río, sino que fue utilizada una piedra de origen volcánico que aun no hemos identificado, pero que es claramente diferente a lo encontrado en los valles de Copán y Río Amarillo.

Este sitio no ha sido excavado de manera formal, aunque lamentablemente algunas excavaciones ilegales se han realizado en los grupos más bajos, tan solo una pequeña excavación fue realizada al otro lado del río por D. Vlcek en 1978, quien indica una conexión directa con la cerámica de Copán en la fase Coner del Clásico Tardío.

 

Cerro de las Mesas

 

El sitio conocido como Cerro de las Mesas fue mapeado la primera vez por Robert Burgh y reportado en una publicación de Gustav Stromsvik. Excavaciones en el sitio fueron dirigidas por Rene Viel en 1978 como parte del Proyecto Arqueológico Copán I (PAC I), y reportado por Fash (1983). El trabajo de Viel reveló un sistema de terrazas descendiendo hacia abajo del sitio y la presencia de una estructura de base circular que podría haber funcionado como observatorio. Las cerámicas más tempranas encontradas lo fechan para la fase Acbi, la cual es asociada con el periodo Clásico Temprano, mientras que cerámica Coner fue también encontrada en algunas unidades de excavación, no obstante, de Acbi fueron los tipos dominantes indicando que esta locación tuvo su apogeo en el Clásico Temprano.

Hasta la década de 1970, el sitio era parte de terrenos estatales o municipales, sin embargo, en la actualidad se encuentra dividido por cercos que marcan las tierras de distintos propietarios, lo que también provoca cambios en el uso de cada propiedad y por consiguiente del tipo de vegetación.

Este sitio ocupa la parte más elevada de un cerro que se orienta de norte a sur, al costado oeste de la Quebrada Sesesmil, a tan solo 4 km al norte del Parque Arqueológico Copán y se compone de por lo menos 20 estructuras distribuidas en ocho grupos y tres estructuras aisladas, además de 15 terrazas de nivelación (Fig.7).

La cima natural fue modificada para la ubicación de la Estructura 1, edificio que tiene 2.25 m de altura, 15 m de largo y 10 m de ancho, a 200 al suroeste de ésta, sobre una enorme terraza de nivelación se cimienta El Grupo 1 conformado por seis estructuras en cuya parte central se ubica un gran montículo de 3.75 m de altura, 28 m de largo y 23 m de ancho.

A 200 m al oeste del Grupo 1 se localizan dos grandes terrazas de nivelación que sostienen una estructura de forma circular, con un diámetro de 17 m y 1.45 m de altura al cual se le denomino Grupo 2, que como ya se indicó, se ha sugerido que podría tratarse de un observatorio astronómico tanto por su forma particular y única en el valle de Copán, así como por la maravillosa visibilidad que le confiere la posición en la cima de este cerro desde el que se domina la visibilidad sobre el valle y las montañas que lo rodean.

Seis grupos más fueron construidos en los alrededores por medio de plataformas de nivelación para acondicionar el inclinado terreno del cerro. Algunos nacimientos de agua se encuentran cercanos a estos conjuntos desde donde sus antiguos habitantes se abastecían de este vital líquido. Llama la atención la alta presencia de piedras calizas en los alrededores con poca presencia de yacimientos de toba volcánica, lo que sugiere que posiblemente los edificios habrían sido construidos con este tipo de material.

 

Comentarios finales

 

Las descripciones anteriores son de carácter preliminar ya que para conocer la función, la cronología, los sistemas constructivos de cada sitio particular, requiere de más excavaciones arqueológicas controladas, así como un análisis del uso del espacio más profundo, no obstante, ha quedado claro que las áreas usadas para la construcción fueron aquellas libres de inundaciones, acondicionándolas para la construcción por medio de plataformas basales o terrazas de diferentes alturas y formas que sostuvieron los conjuntos de estructuras.

El análisis del patrón de asentamiento ha contemplado variables formales en los centros ceremoniales y en las áreas habitacionales, notándose que el asentamiento está estrechamente relacionado con el medio ambiente, el que determinó la distribución espacial y funcional de las estructuras y de áreas de actividad, aprovechando la serie de accidentes geográficos que favorecen a la construcción y la agricultura.

Los resultados obtenidos hasta ahora, han permitido identificar un patrón de asentamiento regional, el cual muestra un modelo de sitios menores a Río Amarillo distribuidos a una distancia entre 2.5, y 3 km, con Piedras Negras al norte, El Raizal al suroeste, ubicados estos a lo largo de una ruta de acceso favorable con los ríos Blanco y Amarillo, mientras que el sitio Los Achiotes al oeste se localiza en la cuenca del Río Otuta, también tributario del Río Amarillo.

En términos generales, los asentamientos siguen con bastante fidelidad la distribución de los asentamientos Mayas, con un núcleo principal (cívico/ceremonial), rodeado por un área de habitación de élite y un espacio ocupado por unidades domésticas, exhibiendo una población dispersa y separada por espacios abiertos. Todos ellos compartieron características arquitectónicas similares terrazas y plataformas que sostienen plazas delimitadas por tres o cuatro estructuras, los núcleos principales siempre tienen la presencia de por lo menos una estructura en forma piramidal.

En la región de Río Amarillo la jerarquía de los asentamientos se determina por la cercanía al núcleo principal, el número y volumen de las estructuras y la posición privilegiada donde se localizan y son ligados al control de recursos económicos, mientras que los grupos de estructuras más pequeñas, generalmente se localizan en los valles con tierras propicias para el cultivo. Lo cual contrasta con el asentamiento en terrenos elevados en las montañas en los sitios de Agua Sucia y Cerro de las Mesas.

Con la idea básica de establecer la función específica de cada uno de los asentamientos y las relaciones socioeconómicas entre los distintos sitios y ante la ausencia de rutas de comunicación documentadas para la época prehispánica, en ArcGIS 10.2.1 un DEM transformado en rasters de pendientes en grados, fue utilizado para calcular el mejor camino en base a las pendientes y los cursos de agua, para valorar su influencia sobre estos trazados y de elementos culturales que podrían actuar como foco de atracción del movimiento.

Con el punto de origen en Copán y con destino a Quirigua, los cuatro sitios descritos se ubican en dos rutas distintas, una desde Copán hacia el norte por la quebrada Sesesmil pasando por Cerro de las Mesas, y la Peña Colorada, para luego seguir por el Río Managuá pasando por los sitios de Agua Sucia hasta llegar al Río Motagua al oeste de Quirigua. Mientras que saliendo de Copán hacia el este y pasando por Río Amarillo y Quebrada Piedras Negras con rumbo al norte vía el sitio de El Paraíso se accede directamente a Quirigua, en ambos casos un viaje posible entre dos o tres días de camino.

Por lo tanto, la ubicación de los cuatro sitios descritos que fueron influenciados y seguramente bajo el control de Copán, presentan una buena oportunidad para intentar percibir el manejo de los suelos y sus ecosistemas y la explotación de los recursos naturales, con el fin de entender la relación entre seres humanos y el medio ambiente antiguo.

 

Agradecimientos

 

Nos gustaría agradecer al Instituto Hondureño de Antropología e Historia por los permisos y apoyo. También estamos profundamente agradecidos con la National Science Foundation de los Estados Unidos por la beca. Este proyecto también se ha beneficiado de una beca de PSC-CUNY, financiado conjuntamente por el Professional Staff Congress y la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY). Lehman College CUNY, y el Centro de Graduados CUNY, también brindaron apoyo a la investigación de Cameron McNeil en Honduras. En Copán Ruinas, a la familia Sedat Sandoval por hacer la vida en Copán tan cómoda y agradable. La valiosa ayuda de Samuel “Jony” Pinto en las labores de campo han sido fundamentales para el desarrollo de las labores de mapeo, así como de todos los trabajadores, investigadores y estudiantes que han colaborado en las excavaciones y mapeo en Río Amarillo.

 

Referencias

 

Barrios, Edy (editor)

2014a Informe Preliminar de Investigaciones del Proyecto Rescate Aeropista de Río Amarillo (PRARA) 1era. Fase: Investigaciones en el Sitio 29 de Río amarillo (ARA-Río Blanco 01). IHAH-PARAC.

2014b Informe Preliminar de Investigaciones del Proyecto Rescate Aeropista de Río Amarillo (PRARA) 2da. Fase: Investigaciones en el Grupo C de Piedras Negras, 1era. Etapa, Noviembre-Diciembre 2014. IHAH-PARAC.

 

Canuto, Macello

1996   Investigaciones Arqueológicas en el valle de Río Amarillo, Informe final de la Temporada 1996. Centro de Investigaciones Arqueológicas CRIA. Copán. Honduras.

 

Fash, William L.

1983   Reconocimiento y excavaciones en el valle. En Introducción a la arqueología de Copán (editado por C. F. Baudez). Secretaría del Estado en el Despacho de Cultura y Turismo. Tegucigalpa. pp. 29-470.

2001   Scribes, Warriors, and Kings. Thames & Hudson Ltd., Londres.

 

Morley, Sylvanus G.

1920   The Inscriptions at Copán. The Carnegie Institution of Washington. Washington D.C.

 

OIDH (Organización Integral de Desarrollo de Honduras)

2010   Investigación y Puesta en Valor del Sitio Arqueológico Río Amarillo: Informe Final. PNTS, Tegucigalpa.

2011   Puesta en Valor del Sitio Arqueológico Río Amarillo: Propuesta del Plan de Uso Público. PNTS, Tegucigalpa.

 

Pahl, Gary

1977   The Inscriptions of Rio Amarillo and Los Higos: Secondary Centers of the Southeastern Maya Frontier. Journal of Latin American Lore 3(1): 133-154.

1987   The Survey and Excavations of La Canteada, Copán, Honduras: Preliminary Report, 1975 Season. En The Periphery of the Southeastern Classic Maya Realm (editado por G.W. Pahl). UCLA Latin American Studies Volume 61. USA. pp. 229-261.

 

Saturno, William

2000   In the Shadow of the Acropolis: Rio Amarillo and its Role in the Copán Polity. Tesis doctoral, Department of Anthropology, Harvard University. Ann Arbor University of Microfilm.

 

Vlcek, Dave

1978   Cuaderno, Notas de Informe de Campo. Reconocimiento Op. IV. PAC I. IHAH

 

Vlcek, Dave y William Fash

1986 Survey in the Outlying Areas of the Copán Region; and the Copán-Quirigua “Connection”. En The Southeast Maya Periphery (editado por P. Urban y E. Schortman). Pp. 102-113. University of Texas Press Austin.

 

Fig. 1: Mapa de ubicación de Río Amarillo con respecto a otros sitios importantes del área Maya.

Fig. 2: La geomorfología de la región de Río Amarillo.

Fig. 3: Mapa del núcleo principal de Río Amarillo.

Fig. 4: Mapa de Río Amarillo y el área residencial.

Fig. 5: Mapa de Quebrada Piedras Negras.

Fig. 6: Mapa de Agua Sucia.

Fig. 7: Mapa de Cerro de las Mesas.