34. Investigaciones arqueológicas en la región de Chaculá, Huehuetenango, temporada 2014

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Investigaciones arqueológicas en la región de Chaculá, Huehuetenango, temporada 2014

 

Introducción

 

Inspirado por el reconocimiento del gran mesoamericanista alemán Eduard Seler a finales del Siglo XIX, el Proyecto Arqueológico de la Región de Chaculá (PARCHA) se dedica a investigar una región poco estudiada en el extremo noroccidente de las Tierras Altas Mayas de Guatemala. Tomando como base el libro de Seler Die alten Ansiedlungen von Chaculá im Distrikte Nenton des Departements Huehuetenango der Republik Guatemala (Las Antiguas Ciudades de Chacula, Seler 1901), el proyecto trabaja desde 2013 en relocalizar y documentar los sitios arqueológicos reportados por este investigador, así como en obtener datos básicos sobre la arqueología de la región con un enfoque especial en el estudio de la cronología de esta zona.

Las operaciones ejecutadas en 2014 consistieron en la continuación (1) del reconocimiento regional y (2) el mapeo en el sitio arqueológico Chaculá, incluyendo (3) excavaciones de pozos de sondeo, siendo estas las primeras en ser documentadas científicamente.

 

Reconocimiento en la región de Chaculá

 

Como en la Temporada 2013, el objetivo principal del reconocimiento era continuar la reubicación de los sitios arqueológicos mencionados por Seler (1901). Sin embargo, las investigaciones en esta temporada también abarcaron la localización de otros sitios desconocidos, lo cual constituye un gran aporte para la investigación de esta región.

 

Chaculá

 

En Chaculá, dos grupos de estructuras reportados por Seler (1901) fueron reubicados, terminando así los trabajos de redescubrimiento en el sitio. El Templo del Este se encuentra al norte del casco de la antigua finca y al suroeste del pueblo actual, en donde se extiende una pequeña loma que se eleva hacia el sur. En el mapa de Seler (1901:Fig. 44) se notan dos conjuntos de edificios: (a) dos pequeños están colocados sobre una plataforma en la parte superior del cerro, (b) un juego de pelota en forma de ‘I’, así como una pirámide y una estructura larga al pie del cerro. Los dos edificios en la cumbre del cerro tienen, según fue observado en el mapa, una escalinata hacia la plaza formada por la plataforma. En ambos casos ya no se pudo observar este rasgo debido al deterioro y destrucción que han sufrido con el paso del tiempo. Según la descripción de Seler, la arquitectura de los dos templos era idéntico: un edificio con dos cuerpos, con un cuarto encima que tenía paredes de piedra con alturas de 1.50 m (Seler 1901:65). La presencia de paredes de piedra es un rasgo poco común en Chaculá, los únicos otros ejemplos son las Estructuras B-1 y B-3 que forman parte del Templo del Oeste. En el juego de pelota al pie del cerro, las paredes laterales (lados de la cancha), especialmente al lado occidental, están muy destruidas, mientras todavía se reconoce la parte cerrada hacia el norte de la ‘I’.

Un tercer conjunto de edificios está formado por un templo y fundamento de una casa (Seler 1901:61). Estos edificios se encuentran en un buen estado de conservación. El edificio principal tiene parte del muro de su fachada intacto y encima de la plataforma se observó un subterráneo largo. Sin embargo, no se encontraron restos de la escalinata del edificio y por la densa vegetación, tampoco se notó la plataforma enfrente o la piedra parada, que fue reportada con una altura de 0.70 m.

 

El Cimarrón

 

Seler (1901:84-86) menciona el sitio arqueológico llamado El Cimarrón, en donde reporta el hallazgo de un monumento conformado por una piedra redonda con relieve (Fig.2a). Leyendo cuidadosamente las descripciones de este investigador (Seler 1901:84) y de su esposa Caecilie Seler (1900:162-163), se logró la identificación del sitio TRI-09, reportado por PARCHA 2013 (Wölfel 2013), como el sitio El Cimarrón, basado en el hallazgo de la piedra redonda en la plaza inferior del sitio (Fig.2b). La piedra actualmente se encuentra con el relieve hacia el suelo.

 

Uaxac Canal

El sitio arqueológico de Uaxac Canal (alrededor de la aldea actual de Guaxacaná) fue reportado por Seler (1901) quien dedicó un capítulo entero a la descripción de los varios grupos de este sitio. Los grupos visitados por PARCHA 2014 son La Piedra Parada, La Ventana, El Llano, Grupo E y la Cueva de los Pájaros.

La piedra parada es un monumento de caliza sin tallar, de 2 m de altura aproximadamente (Fig.3a), siendo esta la más grande en la región, y por su forma, es parecida a la de las características estelas clásicas de Chinkultic, Quen Santo o San Mateo Ixtatán.

Al lado sureste de la piedra parada Seler encontró dos pequeñas plataformas rectangulares y en las cuales realizó excavaciones. Dentro de su libro muestra una fotografía de sus excavaciones con una olla que encontró (Seler 1901:Lám. XIV). Los pozos excavados, como en el caso de Pueblo Viejo Quen Santo (Wölfel 2013:21-22), están abiertos hasta hoy en día, aunque se encuentran algo derrumbadas (Fig.3b). Se hace también la mención de un subterráneo en la estructura al sureste de la piedra parada donde fue encontrado un entierro en posición flexionada (Seler 1901:55). Este subterráneo fue encontrado por PARCHA y se observaron abundantes fragmentos de cerámica.

Probablemente el grupo de Uaxac Canal más conocido en la arqueología mesoamericana es el conjunto que Seler (1901:48) llama “Piedra-parada-Seite, Tempelgruppe 2” (lado de la piedra parada, grupo de templos 2). Dicho grupo muestra una configuración de tres estructuras pequeñas al este de una pequeña plaza y una estructura más grande al oeste. En la publicación de Ruppert (1940:227) se define como un ejemplo de un conjunto tipo Grupo E, aunque indica ciertas dudas sobre su identificación como tal, sigue siendo un referente en las investigaciones y literatura relacionadas al tema (Chase y Chase 1995:88; Aimers y Rice 2006:81). Por tal razón, aparte de ubicar el grupo y documentar su estado actual de conservación, una de las metas era tomar medidas con brújula para estimar la orientación de los edificios. Se observaron árboles y arbustos creciendo encima de las estructuras, mientras la plaza está libre de vegetación (Fig.4). Todas las gradas de los edificios, presentes en el mapa de Seler, se encontraron muy dañadas y derrumbadas.

El cuestionamiento sobre la posible función de este conjunto como Grupo E no pudo ser resuelto completamente. En otros mapas de Seler (por ejemplo en Chaculá o Pueblo Viejo Quen Santo) hay grandes divergencias en la dirección del norte indicado y es posible que no funcionara correctamente su brújula. La orientación citada por Ruppert (basado en el mapa de Seler) es 10° hacia el oeste, la orientación determinada por PARCHA 2014 es 12° hacia el oeste. No tomando en cuenta la declinación para el verdadero norte, el error en la orientación del mapa de Seler es pequeño y se pueden considerar validos los resultados basados en la misma. No obstante, las dimensiones de los edificios que reporta en su mapa muestran grandes diferencias con las observadas por PARCHA. Además, la estructura al oeste, parte integral del patrón de un Grupo E, no parece centrado, se observó más con las dos estructuras al noreste y no con la tercera del sureste.

El llano de Uaxac Canal tiene varios grupos arquitectónicos, así se reportó también el denominado complejo “Tempel u. Ballspielplatz in der Mitte der Thalebene von Uaxac canal” (templo y conjunto para el juego de pelota en el centro del llano de Uaxac canal) (Seler 1901:26-34). El mapa de Seler para este complejo muestra un juego de pelota orientado sureste-noroeste al lado de una estructura piramidal con una plataforma anexada hacia el suroeste. Hoy en día estas estructuras principales se encuentran en un área cultivada, por tal razón son bastante visibles desde la carretera entre Nentón y Gracias a Dios, que pasa por Guaxacaná e incluso en imágenes aéreas de Google Earth. Dada la exposición de las mismas, han sido objeto de daños y ya no se observan algunos rasgos como la pequeña piedra parada cerca de la esquina sur-oeste de la pirámide (Seler 1901:33).

Otro grupo de estructuras reportado es el conocido como La Ventana (Seler 1901:55-58). Este grupo debe su nombre a una abertura construida en el muro que delimita una de las plataformas. En esta abertura termina un canal o subterráneo dentro de la plataforma que fue construido con piedras talladas. Este conjunto también cuenta con un juego de pelota bien conservado y no es claro si constituye otro ejemplo del patrón de integración cancha-plataforma principal descubierto en 2013 (Wölfel 2013). Conforme al patrón, la orientación de la cancha es sureste-noroeste, pero la estructura principal, con tres superestructuras, queda a cierta distancia al este del conjunto, sin mostrar la integración necesaria.

A una distancia de 3 km en línea directa, al suroeste del Grupo La Ventana, queda una dolina similar al Cimarrón, pero más pequeña, que es conocida como la Cueva de los Pájaros. Seler (1901:83-84) visitó este lugar y documentó una pintura rupestre en una de las paredes de la dolina (Fig.5a). La fotografía actual (Fig.5b) muestra algunas diferencias con el dibujo del investigador. La pintura parece mostrar a un individuo sentado, viendo hacia la izquierda. Tiene un sombrero de dos puntas. El dibujo de Seler muestra un tocado diferente, debido a un daño en la punta izquierda que sólo se reconoce al agrandar la fotografía. Del rostro no se puede distinguir más que un punto, posiblemente parte de un ojo, mientras Seler dibuja una línea que (por lo menos hoy) no existe. El cuerpo está cubierto por una manta con puntos, que bien puede interpretarse como piel de jaguar. En la década de 1970 fue visitado por un equipo canadiense de espeleólogos (Tracey 1975) que bajaron al fondo y reportan unas pinturas rupestres adicionales. Estos se puede observar actualmente desde la orilla.

Con la descripción de este sitio finalizan los sitios que fueron referidos por el investigador alemán. Dos grupos no pudieron ser identificados (Seler 1901: Fig. 21; Fig. 28-29), asimismo la Cueva de los Murciélagos, donde Seler reportó el hallazgo de 15 cráneos humanos (1901:58, 207-213, Lám. XLVII-L).

 

Yalambojoch

 

Cerca de Yalambojoch, unos 8 km al este de Chaculá, se ubica el sitio arqueológico que hoy en día es conocido como San Francisco, donde en 1982 ocurrió una de las masacres más grandes de la época del conflicto armado interno en el centro de la aldea. En su libro sobre la masacre, Ricardo Falla (2011) da una buena descripción de este sitio arqueológico. Este sitio fue recorrido brevemente por PARCHA. Se registró el mal estado de conservación de la pirámide principal.

Al sur de la aldea queda un grupo que fue designado como Yalambojoch 1, ubicado al oriente de un pequeño arroyo en donde se observaron dos nacimientos de agua. Alrededor se notaron muros de piedras sin tallar, en mal estado de conservación. Un informante indicó que hasta el año 1980, la población de Yalambojoch usaba el agua de estos nacimientos como fuente de agua potable. A unos 40 m de estos nacimientos se encuentra una pirámide con base cuadrada de 10.5 m y una altura entre 7 y 8 m. Este edificio, cubierto casi por completo por arbustos y con la esquina sur-oriental parcialmente derrumbada, está conformado por tres cuerpos con un cuarto encima y una escalinata hacia el lado occidental más o menos preservada. No se encontraron otras estructuras asociadas, siendo la única en un área de planada.

Al nororiente de la pirámide se encontraron dos estructuras alargadas paralelas que conforman un juego de pelota. El lado occidental está cubierto con vegetación, pero fue posible distinguir la banqueta baja enfrente del muro delimitador y se observó claramente la cancha. Una plataforma baja cierra el conjunto al lado norte, formando una ‘T’ (es posible que al lado sur se encontraba otra plataforma, pero hoy en día no se observa ningún resto de esta construcción). Al occidente de la pirámide, se observaron montículos bajos cubiertos con vegetación, encontrando algunos materiales arqueológicos como una punta de flecha de pedernal, una navaja prismática de obsidiana, posiblemente de la fuente de San Martín Jilotepeque y algunos fragmentos de cerámica plomiza muy erosionada.

El cerro de Unin Witz (Chuj: cerro pequeño / joven, literalmente unin significa hijo) es uno de los cerros que destacan alrededor de la aldea Yalambojoch (Fig.6). Posee una parte cónica muy inclinada y puntiaguda en su lado norte, mientras hacia el sureste hay una parte plana en media subida. En esta planada queda el grupo principal de un pequeño sitio arqueológico.

El grupo principal consiste de una plaza hundida con escalinatas en los lados del norte, oeste y sur, así́ como una estructura anexada al este y un edificio principal al sur. Este edificio principal tiene una doble escalinata con alfardas y muestra una banca en el lado sur. La arquitectura de este grupo, especialmente la plaza hundida, recuerda a la estructura larga que delimita la plaza superior de K’atepan en San Mateo Ixtatán (Wölfel y Frühsorge 2008). Otro conjunto de estructuras más al sur, consiste en estructuras de menor altura, asimismo al oeste en la subida a la cumbre se encuentran algunas plataformas y terrazas. Encima del cerro queda una estructura grande, con escalinata y alfardas.

La vista desde la plaza hundida es impresionante, pero desde la cumbre se pueden observar las pirámides de San Francisco y de Yalambojoch 1. Por semejanzas arquitectónicas con K’atepan, este sitio probablemente fue ocupado durante el Posclásico Temprano. Actualmente es un grupo bien conservado, con algunos daños en el frente del edificio principal.

 

Mapeo del sitio Chaculá

 

La segunda operación de la temporada 2014 de PARCHA consistió́ en la continuación del mapeo en el sitio arqueológico Chaculá. Durante PARCHA 2013 dos grupos (A y B) fueron mapeados en un área caracterizada por un bosque denso en un terreno ligeramente montañoso. Entre estos grupos quedó un espacio no mapeado de aproximadamente 200 m (E-O) por 450 m (N-S). La exploración y la realización de un mapa de esta área intermedia fue el objetivo del proyecto, aunque tres grupos arquitectónicos descubiertos solamente pudieron ser incluidos parcialmente en el mapa, porque los límites de los grupos (determinados por la topografía) no coincidieron bien con los límites del mapeo.

Cada uno de los grupos de Chaculá consiste en un complejo de estructuras asociadas con una planada, es decir, cada planada sirve como el foco de un grupo. La determinación de los limites que dividen los grupos uno del otro, se realizó en campo usando (a) la orientación del frente de las plataformas de casa (especialmente las gradas) hacia una planada y (b) la proximidad a otras estructuras asignadas a uno de los grupos. La división entre los grupos constituye una interpretación preliminar y en parte subjetiva. En futuras investigaciones se determinaran las conexiones y divisiones entre los grupos que rodean las planadas en Chaculá.

 

Grupo D

 

Directamente al norte de Grupo A se encuentran los Grupos D y E. El mapeo en el Grupo D incluyó un total de 12 edificios, quedando fuera del área mapeada un aproximado de cinco estructuras (Fig.7). La planada está rodeada por una terraza baja y en algunas partes se puede distinguir las piedras no talladas usadas en su construcción. No existen estructuras asociadas directamente con la planada. Al lado nororiental, cerca de D-2 existe un rasgo que se puede interpretar como un pequeño canal, posiblemente de origen natural, que baja hacia la planada.

Existen dos conjuntos de edificios con carácter habitacional, que se encuentran al nororiente de la planada. El conjunto más grande está conformado por las estructuras de D-5 a D-7, todas construidas sobre la misma plataforma de piedras grandes. Probablemente y siguiendo con el patrón común en Chaculá, el acceso a la plataforma no era frontal sino lateral – el lado occidental se observa con algunas piedras caídas, que podrían ser los restos de una pequeña escalinata. La presencia de una banca en D-5 indica que fue un conjunto habitacional; existe la posibilidad de otras bancas en D-6 y/o D-7 y que hoy ya no son visibles en la superficie.

 

Grupo E

 

Al oeste de la planada del Grupo D, el terreno baja hacia la planada de otro cono de denudación que es parte del Grupo E. El límite entre los Grupos D y E fue determinado por el borde occidental de la planada del Grupo D, pero esta división podría ser arbitraria y los dos grupos podrían ser considerados como uno solo. Un total de 15 estructuras fueron mapeadas, sin embargo, el reconocimiento en el área identificó por lo menos unas 20 estructuras más.

Las estructuras mapeadas (Fig.8) tienen un carácter habitacional, las plataformas de las casas se encuentran encima de terrazas o plataformas construidas en las pendientes circundando la planada. Generalmente, no hay una gran diferenciación con respecto al tamaño de los edificios en la parte mapeada.

Un rasgo notable es la presencia de una pequeña cueva al lado norte de la plataforma de E-4 y E-5. Esta cueva tiene una profundidad de 2.30 m. Aunque la cueva no fue explorada por PARCHA, la presencia de un complejo habitacional inmediatamente al lado indica que fue importante en la selección del lugar de construcción. Otro rasgo interesante es un anexo sobresaliente en la plataforma enfrente de E-10. Aunque está muy destruida, se puede distinguir como una adición a la plataforma, porque el muro sigue recto atrás del anexo. Un anexo muy similar existe en la plataforma de C-9 y en una estructura al este de la parte mapeada del Grupo D, formando un patrón común en Chaculá.

 

Grupo C

 

El Grupo C (Fig.9) está localizado al norte de los Grupos D y E, así mismo al sur del Grupo B. El grupo muestra el mismo patrón conocido de Chaculá, es decir, las estructuras están construidas sobre plataformas y terrazas en los pendientes circundantes de un cono de denudación.

El complejo más grande del Grupo C está conformado por los edificios C-7 a C-14. En la misma manera que los complejos habitacionales en otras partes del sitio, los edificios principales, C-10 y C-11, están construidos sobre una plataforma, viendo hacia la planada del grupo. A los lados de los edificios principales quedan otras estructuras, C-12 y C-7 sobre la misma plataforma, C-8, C-9 y C-13 sobre una plataforma a un nivel más bajo y C-14 a un nivel menor que el anterior, enfrente de C-13.

El estado de conservación en el conjunto principal es variado. Generalmente, las estructuras están bien preservadas, las gradas de las escalinatas de C-8 y C-12 son bien visibles. Partes de las Estructuras C-7 y C-8 están derrumbadas y C-12 muestra dos trincheras en su parte superior, posiblemente saqueos. La plataforma que sostiene C-10 y C-11 está derrumbada enfrente de las estructuras – no es claro si existían gradas o si el acceso a los edificios fue por los lados, como es el caso en otros complejos de Chaculá. La estructura más dañada es C-5, cuyo lado nor-occidental está completamente derrumbado. Se observa una trinchera grande en lo que parece ser un subterráneo. Es uno de los casos de saqueo más graves observados en Chaculá. Otra estructura con alto nivel de destrucción es C-31. En este caso ya no es posible reconocer la orientación del edificio; se presume igual a C-29, con la entrada hacia el oeste.

La Estructura C-13 es una de las más importantes del conjunto principal, ya que al inicio fue reconocida como una pequeña plataforma o un altar, posiblemente asociada con C-12. Una inspección más cuidadosa mostró la existencia de dos filas de piedras paralelas que entran del lado norte (posible acceso) hacia el sur (por adentro del edificio). Existe la posibilidad de que esta estructura tuvo una función de temascal (baño de vapor). Con respecto a esta hipótesis, el espacio definido por las dos filas de piedras podría haber servido como (a) un drenaje, (b) una entrada angosta que no permitía la salida del vapor o (c) el espacio entre dos bancas en el interior del temascal. Estos argumentos han sido encontrados en la literatura sobre temascales arqueológicos, pero se debe tomar en cuenta que la estructura en Chaculá es mucho más sencilla que los edificios elaborados de Piedras Negras u otros lugares. Es importante comprobar esta hipótesis con excavaciones en la estructura en una futura temporada de PARCHA.

Al sur del complejo principal se observaron otros conjuntos habitacionales. El conjunto C-22 – C-24 destaca por la presencia de una pequeña cueva (CC-1) enfrente (esquina suroeste) de C-23, similar a la cueva observada al lado de la plataforma de E-4 y E-5 (EC-1, véase más arriba). Aunque las estructuras se encuentran parcialmente dañadas, todavía quedan suficientes detalles visibles, como los muros y esquinas en la parte posterior de la Estructura C-23 o las gradas bien preservadas de la escalinata frontal en C-24.

Una de las estructuras no mapeadas merece especial mención, ya que en la planada del Grupo C existe una estructura rectangular (C-21) dentro de la cual se acumula el agua de lluvia. Se pudieron distinguir piedras que forman paredes bajas y según lo observado, mientras el resto de la planada solamente se inunda parcialmente durante la época de lluvia, este pozo contiene agua por la mayor parte del año. En la esquina nor-oriental el muro circundando el pozo está interrumpido por lo que preliminarmente fue identificado como un canal afluente. Aunque en este momento no se tienen datos más precisos del pozo y su posible canal, su forma recuerda a los buk’te’ encontrados en Tierras Bajas, especialmente en el norte de la península Yucatán (Johnston 2004:283-285). Estas construcciones tenían la función de dirigir los restos del agua que quedan en la aguada durante la época seca hacia el pozo con dimensiones reducidas para minimizar los efectos de filtración y evaporación y mantener una cierta cantidad de agua accesible durante este periodo. En Chaculá, el canal y posiblemente el terreno alrededor sirvieron como una especie de embudo para dirigir el agua.

 

Excavaciones en el sitio Chaculá

 

Fueron realizados un total de 20 pozos de sondeo en los grupos A y B del sitio (14 unidades en el Grupo A y seis en el Grupo B), en algunas de sus estructuras y rasgos más importantes, conformando el primer antecedente de estudio y por medio de los cuales se pudo tener un primer acercamiento a la naturaleza y funcionalidad de cada una de sus estructuras, en las cuales los hallazgos pusieron de manifiesto algunos aspectos importantes con respecto a su ocupación, sistema constructivo y de artefactos empleados como parte de la cotidianidad de sus habitantes.

Entre los objetivos principales se encontraban la localización de rasgos especiales tales como ofrendas, entierros y basureros con alta concentración de materiales que permitieran definir funciones y filiaciones de cada una de las estructuras, y otros aspectos relevantes como tecnología y comercio, para lograr comprender la importancia de cada conjunto y grupo dentro de la dinámica social, política y económica del sitio. Asimismo establecer la secuencia constructiva de las estructuras y recolectar material arqueológico (cerámica, lítica, concha, otros), que permitieran determinar la cronología y lograr así un fechamiento preliminar de estos grupos.

Se definió una sola etapa constructiva para todas las estructuras investigadas, pudiéndose establecer la construcción y ocupación de los dos grupos por lo menos desde el Clásico Tardío. Es importante señalar que se identificaron varios tiestos con filiación hacia la Cuenca Superior del Río Grijalva, el Altiplano, las Tierras Bajas y de producción local.

En algunas de las unidades se pudo establecer el patrón constructivo en la edificación de varias de las plataformas artificiales, las cuales requirieron una gran inversión de trabajo, aunque posiblemente fueron realizadas de manera rápida y en un corto periodo de tiempo. Así sobre la roca natural se colocaron de manera suelta un primer relleno de piedras de gran tamaño y sin orden aparente, para dar el volumen requerido a la plataforma. Posteriormente fue colocado un relleno de nivelación de barro mezclado con piedras pequeñas, tipo piedrín, y de donde fueron recuperadas la mayor cantidad de materiales (a excepción del basurero identificado en la unidad TP-A-10). Sobre este relleno fue colocado el piso (de mediana calidad), que aunque en la mayoría de las unidades se encontraba erosionado, si se logró preservar en por lo menos tres de los pozos. También fue posible observar por medio del hallazgo de fragmentos de estuco (unidad TP-A-7), que algunas de las estructuras tuvieron un recubrimiento de este material en sus fachadas.

Las investigaciones de esta temporada pusieron de manifiesto que la cosmovisión de los antiguos habitantes del sitio estaba intrínsecamente ligada a las ideologías de los otros sitios del área Maya, demostrando con esto la integración cultural de la zona. Fueron realizadas ceremonias especiales, que se evidenciaron por los fragmentos de incensarios y restos de carbón encontrados en las unidades TP-A-15 y TP-B-7 asociadas a las plataformas sobre las cuales fueron erigidos los monumentos llamados Piedras Paradas, dando una connotación altamente ritual a estos espacios en cada uno de los grupos. Asimismo la colocación de la ofrenda encontrada al frente del acceso hacia una de las estructuras (TP-A-8) fue un hallazgo importante. Es muy probable que las actividades rituales más importantes se hayan llevado a cabo en las cuevas y en los cerros cercanos.

El descubrimiento del basurero en la unidad TP-A-10 fue significativo, ya que con los análisis posteriores del carbón y huesos de fauna recolectados en este contexto podrán brindar más datos importantes sobre la dieta de los pobladores y las especies que habitaban la zona.

Con respecto a los resultados de laboratorio, el análisis preliminar de la cerámica demuestra redes de interacción del sitio de Chaculá con la Cuenca Superior del Grijalva, las Tierras Bajas y Tierras Altas Mayas, en donde queda aún por definirse cuál fue el papel desempeñado por el sitio dentro de esta zona, así como posibles patrones de migración o identificación de poblaciones en el mismo.

 

Conclusiones

 

Con la reubicación de las varias partes del sitio Uaxac Canal, de la piedra redonda de El Cimarrón, la Cueva de los Pájaros y dos grupos en el sitio Chaculá, se logró documentar el estado actual de la mayor parte de los sitio reportados por Seler (1901), un trabajo que comenzó con PARCHA 2013.

Adicionalmente, se logró documentar durante el reconocimiento regional un total de 12 sitios no mencionados por Seler. Estos muestran una gran densidad de ocupación en el área. Los sitios alrededor de la aldea de Yalambojoch destacan por mostrar rasgos claramente asociados con el Posclásico, y no del Clásico Tardío, como es el caso de los otros sitios arqueológicos.

A pesar del reflejo hasta el momento de una corta ocupación, el sitio de Chaculá presenta características especiales, que también demuestran que los antiguos pobladores del sitio supieron manejar el paisaje y adaptar así su propio espacio urbano, como parte de un proceso al parecer bien planificado. Aún faltan estudios más intensivos que determinen el papel que jugó este sitio dentro de la dinámica social, política, económica y cultural de esta zona transicional, sin embargo con los primeros resultados de esta temporada se han creado nuevas expectativas con respecto a la visión de sus habitantes. Investigaciones a futuro enfocadas en cada una de las estructuras permitirán establecer con mayor claridad la funcionalidad de cada una de ellas y su relación dentro del desarrollo del sitio.

 

Agradecimientos

 

La realización de la temporada de campo 2014 del Proyecto Arqueológico de la Región de Chaculá (PARCHA), fue posible gracias al apoyo incondicional de varias instituciones y personas que respaldaron las investigaciones efectuadas. Se agradece a la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, al Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales, a la Fundación Alemana de América Antigua (Deutsche Altamerikastiftung), al Dr. Nikolai Grube, Dr. Markus Eberl y también a cada una de las personas de la comunidad Nueva Esperanza Chaculá, en especial a la Junta Directiva de la Cooperativa Los Pinos R.L. por su colaboración e interés para el desarrollo del proyecto y a todos los trabajadores que participaron en esta temporada por su dedicación a cada una de las actividades realizadas como parte de trabajo de campo y quienes hicieron una inestimable contribución al éxito del proyecto.

 

Referencias

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Fig. 1: Mapa de la región de Chaculá, indicando sitios arqueológicos encontrados en el reconocimiento (Dibujo de Ulrich Wölfel).

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Fig. 2: El Cimarrón, la piedra redonda: a) Dibujo de Seler (1901:Fig. 89); b) Fotografía tomada durante el reconocimiento (Fotografía de Ulrich Wölfel).

Fig. 3: Uaxac Canal, Grupo Piedra Parada: a) La piedra parada con las excavaciones de Seler a la izquierda; b) Las excavaciones de Seler (Fotografías de Ulrich Wölfel).

Fig. 4: Uaxac Canal, “Grupo E”, las tres estructuras al este (Fotografía de Ulrich Wölfel).

Fig. 5: Uaxac Canal, arte rupestre en la Cueva de los Pá jaros: a) Dibujo de Seler (1901:Fig. 88); b) Fotografía del dibujo tomada durante reconocimiento (Fotografía de Ulrich Wölfel).

Fig. 6: El cerro Unin Witz, vista del lado Norte (Fotografía de Ulrich Wölfel).

Fig. 7: Mapa de Grupo D del sitio arqueológico Chaculá (Dibujo de Ulrich Wölfel).

Fig. 8: Mapa de Grupo E del sitio arqueológico Chaculá (Dibujo de Ulrich Wölfel).

Fig. 9: Mapa de Grupo C del sitio arqueológico Chaculá (Dibujo de Ulrich Wölfel).