26. RESULTADOS DE LAS INVESTIGACIONES EN EL TINTAL Y SU CONTEXTUALIZACIÓN ARQUEOLÓGICA

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Resultados de las investigaciones en El Tintal y su contextualización arqueológica

 

Introducción y contextualización

 

El sitio arqueológico El Tintal se conoce principalmente por su ocupación durante el periodo Preclásico (c. 1200 AC – 250 DC), y porque formaba parte de una red de ciudades que se establecieron en el norte del actual departamento de Petén (Fig.1). Existe evidencia arqueológica que apoya la interacción regional entre las ciudades localizadas en el área, como por ejemplo varias calzadas, muchas de las cuales irradian desde El Mirador; patrones arquitectónicos y de asentamiento similares; y una tradición alfarera compartida. Dentro del paisaje geopolítico del periodo Preclásico, El Tintal ha sido catalogada como una ciudad satélite bajo el dominio político de El Mirador (Hansen 2012:246). Muchos arqueólogos consideran que este conjunto de sitios conformando esta red geopolítica en el norte de Petén, formaba parte de la primera organización política altamente compleja o estatal en las Tierras Bajas Mayas, con El Mirador como capital regional (Hansen 2001).

A finales del Preclásico Tardío (c. 200 AC – 150 DC), la región del norte de Petén tuvo una ocupación densa con una organización compleja en sus estructuras sociales, económicas y políticas. Las características geográficas que definen un límite natural, aunados a los rasgos culturales que se encuentran dentro de esos límites, impulsaron a Richard Hansen a proponer que el área estaba circunscrita natural y culturalmente (Hansen 2012:244). En teoría, esta premisa sugiere ciertamente que esta región fue un territorio con límites geográficos naturales durante el periodo Preclásico, aunque el límite oeste parece no estar tan bien definido; sin embargo, en el aspecto socio-cultural se considera que los límites no eran tan marcados. La evidencia arqueológica encontrada afuera de estos parámetros geográficos demuestra el alcance que tuvo la influencia y el poder que irradiaba desde el centro para controlar las redes de intercambio, llegando incluso hasta ciudades costeñas. La evidencia de artefactos foráneos en la región confirma que estas redes comerciales también permitieron o causaron la introducción de bienes e ideas a la región. Además, la cerámica del Preclásico Tardío pertenecía principalmente a la tradición geográficamente amplia y homogénea denominada Chicanel. En cuanto a la identidad socio-política de los habitantes, se ha sugerido en base a evidencia epigráfica tenue de manera retrospectiva que el norte de Petén fue el territorio ocupado por la dinastía Kaan durante el Preclásico Tardío (Hansen y Guenter 2005; Martin 1997), aunque el PAET no se atiene a esta interpretación con la evidencia existente.

En base a los resultados de las investigaciones arqueológicas y de los estudios ambientales Richard Hansen y colegas propusieron que la población del norte de Petén sufrió un rápido descenso demográfico, si no es que un colapso, y el abandono de algunos asentamientos desde mediados del siglo II a mediados del siglo III (Hansen 2012:260). En base a esto se asumiría, por lo tanto, que el grupo dominante y otros miembros de la población emigraron. Si se tratara de la dinastía Kaan, como proponen algunos, ésta presumiblemente se trasladaría hacia Dzibanche en donde se sabe dicha entidad política estuvo durante el Clásico Temprano antes de su siguiente traslado a Calakmul en el siglo VI –aunque ésta es una especulación, no tiene fundamentación arqueológica. No obstante, el norte de Petén permaneció poblado durante el periodo Clásico (250 – 800 DC), evidentemente con una población más reducida en el Clásico Temprano (250 – 550 DC) e incrementándose durante el Clásico Tardío (550 – 800 DC). Una población que aparentemente dejó de construir ciertos patrones arquitectónicos que caracterizaba a los centro cívicos de la época (p.e., conjuntos triádicos), sugiriendo un colapso o una trasformación institucional, como propuso James Doyle (2013:247). Por lo tanto, se debe hacer un esfuerzo por conocer la historia de estos sitios, desde su fundación en el Preclásico hasta su abandono en el Clásico Tardío/Terminal (550 – 800/950 DC), y los procesos culturales que los caracterizaron a través del tiempo. Además, surgen ciertas preguntas respecto al tipo de organización socio-política que existió o emergió en la región después del colapso al final del Preclásico, y cuál fue el contexto geo-político del norte de Petén durante el periodo Clásico. Y dentro de este contexto, ¿Qué papel jugó El Tintal en las dinámicas regionales? y ¿Cuál fue su historia local, desde su fundación hasta su abandono?

A manera de una contextualización regional breve, las investigaciones sobre el patrón de asentamiento en El Mirador por Carlos Morales-Aguilar (2010:35) indican que, mientras se aprecia un descenso demográfico en la evidencia arqueológica, la ocupación del Clásico Temprano es más densa de lo que se consideraba previamente. En el núcleo de la ciudad, Morales-Aguilar observó el cese en las actividades constructivas. En cambio, la evidencia de cerámica del Clásico Temprano sobre los edificios Preclásicos indica la continuidad en el uso de la arquitectura temprana. Además de la presencia modesta en el centro cívico, el asentamiento Clásico Temprano también estaba disperso en los sitios vecinos, con concentraciones más densas en los sitios de La Muerta y Sacalero, entre otros.

Posteriormente, la evidencia del Clásico Tardío apunta hacia un incremento poblacional regionalmente amplio. Hay evidencia de que la construcción de estructuras monumentales es retomada, se incorporan estilos y patrones decorativos típicos de la época en las Tierras Bajas Mayas, como por ejemplo, las cámaras abovedadas, los edificios con muros verticales similares a las cresterías, y muros finamente estucados. Incorporando tanto estilos locales como regionales, continuó también el uso de arquitectura monumental más temprana, especialmente en los centros ceremoniales, como también su desmantelación (Morales-Aguilar 2010:45, 133).

 

Investigaciones arqueológicas recientes en El Tintal

 

En El Tintal se ha encontrado un patrón cronológico similar en la secuencia de ocupación. Hasta el momento, se ha identificado una fuerte presencia durante los periodos Preclásico y Clásico Tardío; mientras que el Clásico Temprano ha sido más difícil de detectar arqueológicamente, pero no está del todo ausente. En 2014 el Proyecto Arqueológico El Tintal o PAET inició excavaciones en El Tintal con un programa sistemático de pozos de sondeo (Acuña 2014). Con la intención de cubrir los complejos principales del sitio siguiendo esta aproximación metodológica, se inició con un transecto norte-sur de pozos en el Complejo Mano de León (Fig.2), cuyos resultados apoyan preliminarmente el patrón cronológico descrito anteriormente (Acuña et al. 2014) (existe un error acumulado en la posición exacta de los edificios representados en el mapa esquemático de 2004 que se puede apreciar al sobreponer los puntos geográficos de las unidades, las estrellas marcan su ubicación relativa para mostrarlas en relación a la arquitectura (ver Fig.2). Este error está siendo corregido con el levantamiento topográfico del sitio por parte del Proyecto Cuenca Mirador). El análisis de la cerámica procedente de esas excavaciones refleja esta fluctuación en la ocupación de la ciudad, al menos en cuanto se considera una correlación teórica entre la frecuencia de artefactos y el tamaño de una población.

En total se excavaron 16 pozos de sondeo en la corta temporada de 2014. En general, la información estratigráfica indica que los primeros pobladores invirtieron en una labor extensiva e intensiva que se enfocó en la nivelación del terreno para construir la ciudad. Esto es aparente por las grandes cantidades de lodo de bajo que utilizaron para emparejar la roca caliza. Existe evidencia, también, que la roca caliza fue utilizada en algunos sectores como superficie. Por ejemplo, la roca caliza expuesta en la Unidad dos en el sector norte del Complejo Mano de León, presentó una superficie bastante alisada y nivelada, cuya elevación se registró a tan solo milímetros de diferencia del nivel de piso estucado detectado en la Unidad tres, 25 m al sur (Fig.3). El lodo abajo de dicho piso confirma la utilización del mismo para rellenar los hundimientos naturales de la roca caliza. Las unidades cuatro y siete también revelaron el uso de conglomerado para la creación de algunas superficies tempranas, quizá hasta plataformas. Algunos de los pisos más tempranos identificados hasta la fecha siguen el patrón de la región y época, con grosores de 10 a 15 centímetros y de alta calidad (Fig.4). Aunque no se tienen fechas absolutas para estas actividades aún, la cerámica más profunda se fecha tipológicamente al periodo Preclásico Tardío principalmente, mezclado con algunos ejemplares del Preclásico Medio.

La evidencia de un muro en la Unidad cinco y el cambio visible en elevación del terreno, indica que probablemente el sector central del Complejo Mano de León fue construido sobre una enorme plataforma, seguramente que sirvió tanto para elevar el epicentro cívico-ceremonial, como también para nivelar el terreno. Sobre esta gran plataforma, encontramos evidencia de una secuencia de seis pisos que reflejan actividades continuas de remodelación en el patio de la Acrópolis Central (Fig.5). La unidad excavada allí por Francisco Castañeda reveló que la mayoría de estos pisos fueron construidos durante el periodo Preclásico y que en un momento la organización del patio y sus estructuras asociadas fue distinta a como se aprecian las estructuras visibles en el patio hoy día. Sobre el Piso cuatro, Castañeda identificó la huella de una estructura que fue eliminada antes de la siguiente remodelación. La orientación de esta estructura es distinta a la de las estructuras actualmente visibles, y es aún muy prematuro sugerir un diseño de patio correspondiente a esa fase sin tener identificadas a las demás estructuras que la formaban. Aunque no tenemos una fecha absoluta para la construcción del Piso cuatro, sabemos que fue después del siglo II antes de nuestra era. Esta ubicación cronológica está basada en los resultados de análisis de muestras de carbón, a través del método de Espectrometría de Masa Acelerada, procedentes de los pisos cinco y seis, es decir, las dos remodelaciones de patio anteriores al Piso cuatro (Tabla 1). A pesar de que el rango de años calibrados es amplio para la muestra dos, presenta un intercepto en la curva de calibración en el año 200 AC, cercano a la fecha del piso posterior, permitiendo sugerir con relativa seguridad que fueron construidos en o muy cerca del siglo II antes de nuestra era. Vale la pena notar también que estos dos pisos, cinco y seis, son los más antiguos identificados hasta el momento en este patio, proporcionando una posible fecha para las primeras construcciones monumentales en la Acrópolis Central. Se espera encontrar la correlación arquitectónica en los edificios con excavaciones futuras.

 

 

Muestra

PAET #

Lab. # Procedencia Edad Radiocarbono 13C Años

Calibrados

 

 

TIN-14-Car-001 BETA 386657 TIN-500A-6-6 (Piso #5) 2110 ± 30 BP -24.4 200 a 45 AC
TIN-14-Car-002 BETA 386658 TIN-500A-6-6 (Piso #6) 2170 ± 30 BP -24.5 355 a 275 AC

255 a 165 AC

125 a 120 AC

TIN-14-Car-005 BETA 386659 TIN-500A-10-5 2030 ± 30 BP -22.4 105 AC a 30 DC

40 a 50 DC

 

Tabla 1. Resultados de los análisis de muestras de carbón por medio del método de Espectrometría de Masa Acelerada de las unidades 6 y 10 de El Tintal.

 

Sorprendentemente, la evidencia de los cercanos pozos que fueron excavados alrededor del Conjunto Triádico presentó un panorama muy distinto y contrario a lo esperado en el grupo arquitectónico presumiblemente con mayor importancia cívico-ceremonial de la antigua ciudad (ver Fig.2). A diferencia del pozo en el patio de la Acrópolis Central, descrito anteriormente, la estratigrafía expuesta en los espacios abiertos y contiguos al Conjunto Triádico no reveló ningún piso estucado conservado. Las profundidades variaron considerablemente, pero la cercanía de la roca madre al sur y suroeste del Conjunto Triádico, sugiere que fue construido en lo que fuera el promontorio natural más alto del sector (Acuña et al. 2014:34, 41-44). La ausencia de pisos estucados fue sorprendente y por el momento se entretienen dos posibles explicaciones. La primera está basada en la evidencia preliminar y tentativa de que las áreas más elevadas de la roca caliza fueron modificadas y utilizadas como superficie, como se apreció en las excavaciones del área norte del Complejo Mano de León y descritas anteriormente. Por otro lado, se contempla la posibilidad de que por la misma cercanía de la roca a la superficie, los pisos fueron remodelados o cambiados por completo, en lugar de construidos uno encima del otro. La ausencia de una estratigrafía definida y congruente con una secuencia cronológica en los artefactos apoya ambas hipótesis. Asimismo, la ausencia de un último piso, o bien evidencia de uno, correspondiente a la etapa de ocupación más tardía y la comparación de la estratigrafía de las unidades 13, 14 y 15, impulsó a Boris Beltrán a proponer que los pobladores quizá estaban en proceso de remodelar los patios y posiblemente preparándose para colocar un piso, pero que nunca terminaron (Acuña et al. 2014:44).

Las excavaciones al sur del Complejo Mano de León también revelaron datos intrigantes (ver Fig.2). Solamente se descubrieron rasgos arquitectónicos en la Unidad 11, tratándose de una serie de pisos muy bien preservados (Fig.6). Al sur se aprecia un declive en el terreno hacia una posible aguada o reservorio (Mejía et al. 2005), no solo por los rasgos topográficos, sino también debido a la presencia de un estrato muy grueso de lodo visible en la Unidad 12. Quizá en un momento fue un pequeño campo de cultivo, pero para su comprobación se deberán hacer estudios más específicos. Se pensó que por su cercanía a la escalinata posterior del grupo arquitectónico denominado “tres” (Mejía et al. 2005), la Unidad 10 presentaría una interesante estratigrafía arquitectónica del patio asociado. Sin embargo, no reveló ningún rasgo constructivo, ni siquiera un piso. Al contrario, se trató de un contexto muy particular que finalizó con un depósito especial. La estratigrafía consistió en capas gruesas de tierra mezclada con ceniza, cuya coloración cambió conforme se profundizaba, pero que mantuvo una consistencia similar en todos los niveles (ver Acuña et al. 2014:35-38). La densidad de materiales no lo cataloga como un basurero, pero su particular contexto sí se distingue como el de un depósito intencional de índole aún indefinido. La cerámica es distinguible del periodo Preclásico, principalmente de la fase Tardía, con cerámica del Clásico Tardío en el nivel superficial. En el nivel más profundo y por encima de la roca madre se encontró un conjunto más denso de cerámica en una matriz mezclada con abundante carbón y ceniza. El carbón fue analizado por el método de Espectrometría de Masa Acelerada, lo cual dio como resultado una fecha calibrada de 150 AC a 50 DC (Tabla 1). Es importante hacer la observación que esta fecha corresponde a la actividad de quema, pero no necesariamente a la colocación de materiales en ese lugar. El emplaste de caliza que selló este depósito más profundo y la roca caliza sobre el cual se colocó no tenían huellas de quema, indicando que allí se depositaron los restos de materiales que fueron quemados durante alguna actividad que se llevó a cabo en otro lugar. Por encima de este emplaste o sello, continuaron echando capa tras capa de tierra mezclada con ceniza y abundante cerámica. La reducida frecuencia o marcada ausencia de otros tipos de materiales, como restos óseos y líticos, aunado a la particularidad del contexto más profundo apoyan más firmemente que no se trata de un basurero normal. Sí se trata de un espacio seleccionado deliberadamente para enterrar los restos de materiales producto de alguna actividad especial que desconocemos.

 

Breves resultados e interpretaciones contextuales

 

A la fecha de hoy, no se cuenta aún con datos arquitectónicos primarios de la historia constructiva en El Tintal para correlacionar con los resultados del programa de sondeos. Sin embargo, las observaciones dentro de las trincheras de saqueo indican que hubo una fuerte actividad constructiva durante el periodo Clásico Tardío, tanto en el epicentro como en la periferia. En el epicentro, se sabe gracias a las investigaciones a cargo del Proyecto Cuenca Mirador, que los edificios grandes, como el basamento de la pirámide Henequén, fueron construcciones preclásicas que continuaron en uso durante los periodos subsecuentes (Hernández 2014). Este patrón de ocupación ya fue identificado en otros sitios de la región por Morales-Aguilar (2010).

En la periferia de El Tintal, los complejos arquitectónicos incluyen estructuras administrativas y palaciegas, algunas de ellas decoradas con cresterías en forma de muros verticales y fachadas con estuco modelado. La evidencia visible en las trincheras de saqueo sugiere que mucha de esta construcción visible data del periodo Clásico. Varinia Matute iniciará las investigaciones en el Complejo El Juleque en 2015 para comenzar a conocer el desarrollo social e histórico de los grupos periféricos respecto al centro (Acuña y Matute 2015).

A pesar de lo que aparenta ser una fuerte ocupación Clásica, al menos en la fase Tardía, en El Tintal es notable la ausencia de estelas visibles en las plazas que caracterizan a las ciudades de la época. Solamente se ha registrado la Estela 1 (Fig.7), descubierta por Ian Graham y fechada estilísticamente al periodo Preclásico Tardío Terminal (Justeson y Mathews 1983:586). Posteriormente fue documentada por el Proyecto Cuenca Mirador en 2004 en asociación con un contexto mortuorio correspondiente al Clásico Temprano, según los estilos cerámicos (Hansen et al. 2005). La ausencia general de monumentos es un tema de particular interés, ya que la tradición cerámica, los estilos arquitectónicos y otras prácticas culturales indican que esta región no estuvo aislada de los procesos culturales regionales. Sin embargo, la población de El Tintal y otras ciudades cercanas, optaron por no registrar su historia en monumentos públicos como estelas. El registro epigráfico más popular de la región conocida hasta ahora es en la famosa cerámica estilo códice. Existen algunos otros ejemplos de escritura en piedra, como parte de frisos o paneles, que ilustran el conocimiento local de la escritura. Si en efecto, el periodo Clásico Temprano fue uno de recuperación después del colapso Preclásico, en el cual la simple sobrevivencia era más importante que el gasto energético y de recursos en trabajos públicos como el de erguir estelas, es probable que la población optó por otras maneras de registrar su historia –quizá individualmente en objetos portátiles, o bien en monumentos más pequeños y privados. Pero aun en el Clásico Tardío, cuando la población regional experimenta un incremento y la evidencia material sugiere un bienestar social y económico, quizá hasta político, es intrigante la ausencia de monumentos tallados. Esta desviación en costumbres seguramente tiene implicaciones sociales y políticas, quizá adheridas al paisaje físico o al espacio que aún no se comprenden.

Los esfuerzos a través de los años por el Proyecto Cuenca Mirador de hacer reconocimientos regionales y documentación de sitios, ha resultado en la obtención de abundantes datos respecto al patrón de asentamiento y distribución de asentamientos prehispánicos. La documentación de saqueos también ha proveído evidencia sobre rasgos arquitectónicos y un sentido general de la cronología en base a evidencia cerámica asociada. Este trabajo es muy útil para hacer comparaciones preliminares que permitan diseñar hipótesis que pueden ser comprobadas, o bien refutadas, con la investigación en campo y que responden a preguntas regionales. Por ejemplo, el sitio de Tamazul tiene una pirámide con crestería en un estilo que se asemeja a ejemplos del centro de Petén (Mejía y Castillo 2006), mientras que más al norte en El Mirador, la arquitectura del Clásico Tardío ha sido estilísticamente asociado con aquella de Calakmul (Morales-Aguilar 2010). Sin embargo, en el sitio de La Muerta, el estilo arquitectónico de la Estructura A1 del Grupo Laberinto se ha relacionado nuevamente con estilos del centro de Petén (Morales-Aguilar 2010). En su excelente trabajo, Morales-Aguilar (2010) resaltó que mucha de la arquitectura del área de El Mirador se caracteriza por estilos tanto locales como regionales. Esta variabilidad en las tradiciones arquitectónicas solamente sugiere por ahora, que la región mantuvo lazos de comunicación con las Tierras Bajas Mayas en general, al igual que lo hizo con la tradición cerámica (con excepción de la cerámica estilo códice). Sin embargo, si se aplica la noción teórica que la variabilidad también es reflejo de costumbres practicadas por sitios periféricos (Green y Perlman 1985), entonces ¿podría esta región “central” estar políticamente en la periferia, más no geográficamente? Por ahora, no podemos contextualizar adecuadamente la región del norte de Petén dentro de la geopolítica regional de las Tierras Bajas Mayas, especialmente durante el periodo Clásico. Ya hay esfuerzos por parte de los arqueólogos trabajando con el Proyecto Cuenca Mirador, los cuales han sido presentados al público en diversas ocasiones, y que aún continúan (ver Morales-Aguilar et al. 2014). No obstante, aún se debe encontrar los datos arqueológicos que puedan ser correlacionados con temas socio-culturales, incluyendo el significado del espacio, la identidad, la agencia, la ideología y el poder a un nivel local (ver Yoffee 2013:189). Únicamente se podrá acercar a una comprensión de las instituciones políticas y tradiciones socio-culturales de un pueblo a través de la investigación intensiva y extensiva del sitio donde ésta habitó. El objetivo principal del PAET es, precisamente, investigar El Tintal para conocer estos procesos culturales y poder contar la historia de la sociedad Maya que la habitó, poder comenzar a discernir aspectos de su identidad social y política, y cómo se relacionaban con sus vecinos. En esta ponencia se presentó únicamente un grano de información basado en la primera temporada de investigaciones en El Tintal (Acuña 2014), que ilustra lo significante que es conocer el sitio arqueológicamente.

 

Referencias

 

Acuña, Mary Jane (ed)

2014    Proyecto Arqueológico El Tintal. Informe No. 1: Resultados de la Primera Temporada de Campo, 2014. Reporte entregado a la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, Guatemala.

 

Acuña, Mary Jane; Boris Beltrán, Francisco Castañeda y Álvaro Jacobo

2014    TIN-500A: Excavaciones de Sondeo en el Complejo Mano de León. En Proyecto Arqueológico El Tintal. Informe No. 1: Resultados de la Primera Temporada de Campo, 2014 (editado por M. J. Acuña), pp. 17-45. Informe entregado a la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, Guatemala.

 

Acuña, Mary Jane y Varinia Matute

2015    Proyecto Arqueológico El Tintal: Propuesta de Investigación Arqueológica, Temporadas 2015 a 2017. Propuesta entregada al Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.

 

Doyle, James

2013    The First Maya “Collapse”: The End of the Preclassic Period at El Palmar, Petén, Guatemala. Tesis doctoral, Universidad de Brown, Providence, Rhode Island.

 

Green, Stanton W. y Stephen M. Perlman

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Hansen, Richard

2012    The Beginning of the End: Consumption and Environmental Impact of the Preclassic Lowland Maya. En An Archaeological Legacy: Essays in Honor of Ray T. Matheny (editado por D. G. Matheny, J. C. Janetski y G. Nielsen), pp. 241-285. Brigham Young University, Provo.

 

Hansen, Rrichard; Beatriz Balcárcel, Stanley Guenter, Shannon Novak, Dana Kollmann y Edgar Suyuc

2005    Notas sobre una Tumba Élite en Tintal, Petén, Guatemala, Temporada 2004. En Proyecto Arqueológico Cuenca Mirador. Investigación y Conservación en los sitios arqueológicos El Mirador, La Muerta, Xulnal y Tintal. Informe Final de la Temporada 2004 (editado por E. Suyuc y R. Hansen), pp. 305-380. Informe entregado a la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, Guatemala.

 

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2001    The First Cities: the Beginnings of Urbanization and State Formation in the Maya Lowlands. En Maya: Divine Kings of the Rainforest (editado por N. Grube), pp. 50-65. Könemann, Munich.

 

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2005    Early Social Complexity and Kingship in the Mirador Basin. En Lords of Creation: The Origins of Sacred Maya Kingship (editado por V. Fields y D. Reents-Budet), pp. 60-61. Scala Publishers Limited.

 

Hernández, Enrique

2014    Informe Final, Pozos de Sondeo en Pirámide Henequén y Calzada Jade Complejo Henequén Tintal: Temporada 2013. En Investigaciones Arqueológicas en la Cuenca Mirador: Informe Final de Temporada 2013, Proyecto Arqueológico Cuenca Mirador (editado por R. D. Hansen y E. Suyuc), pp. 386-411. Informe entregado a la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, Guatemala.

 

Justeson, John S. y Peter Mathews

1983    The Seating of the Tun: Further Evidence concerning a Late Preclassic Lowland Maya Stela Cult. American Antiquity 48(3):586-593.

 

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1997    The Painted King List: A Commentary on Codex-Style Dynastic Vases. En The Maya Vase Book Vol. 5 (editado por B. Kerr y J. Kerr), pp. 846-867. Kerr Associates, New York.

 

Mejía, Héctor E. y Victor Castillo

2006    Tamazul: Un Centro Arqueológico al Sur de Wakna. En Investigación y Conservación en los Sitios Arqueológicos El Mirador, La Muerta, Tintal, La Tortuga, Tamazul, La Llorona, Camarón, El Encanto, Lechugal, Icotea, Los Chuntos y El Laurel, Informe Final Temporada 2006, Tomo 1 (editado por E. Suyuc y R. Hansen), pp. 391-417. Informe entregado a la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, Guatemala.

 

Mejía, Héctor E.; Gendry Valle y Enrique Hernández

2005    Tintal, una ciudad arqueológica al sur de El Mirador. En Proyecto Arqueológico Cuenca Mirador. Investigación y Conservación en los Sitios Arqueológicos El Mirador, La Muerta, Xulnal y Tintal. Informe Final de la Temporada 2004 (editado por E. Suyuc y R. Hansen), pp. 167-206. Informe entregado a la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, Guatemala.

 

Morales-Aguilar, Carlos

2010    Patrones de Asentamiento en el Área Central de El Mirador, Petén, Guatemala, durante el Periodo Clásico Tardío (600 – 850 DC). Tesis de Licenciatura, Área de Arqueología, Escuela de Historia, USAC, Guatemala.

 

Morales-Aguilar, Carlos; Alejandro Patiño, Richard Hansen y Philippe Nondédéo

2014    Cultural Change and Continuity in the Maya Lowlands: Understanding the Transition from the Late Preclassic to the Early Classic in the Mirador Basin. Ponencia presentada en la 79 conferencia anual de Society for American Archaeology, Austin, TX.

 

Yoffee, Norman

2013  New Territory in Archaeological Theory. Archaeological Papers of the American Anthropological Association (22):189-192.

 

Fig. 1: Mapa regional que muestra la ubicación del sitio arqueológico El Tintal en el norte de Petén, y algunos sitios conocidos en la región como referencia (Mapa de Marcello Canuto, cortesía de PRALC; modificado por Mary Jane Acuña).

Fig. 2: Mapa del Complejo Mano de León, que comprende el centro de El Tintal, mostrando la ubicación geográfica de los pozos de sondeo excavados por el PAET en 2014. En el sector sur hay un error en el mapa que se refleja al sobreponer los puntos geográficos de las unidades; por lo tanto, para representar su relación a la arquitectura se marcan con una estrella (Mapa esquemático de Mejía et al. 2005, digitalizado por Mary Jane Acuña y modificado por E. Tsesmeli, PAET 2014).

Fig. 3: Unidades TIN-500A-2 (izq.) y TIN-500A-3 (der.) posicionadas para representar el nivel de la roca caliza y el piso de estuco. Las elevaciones medidas en la primera son de 245.94 m y 245.80 m; mientras que la elevación del piso de estuco es de 245.86 m (Dibujos de A. Jacobo y digitalización de Mary Jane Acuña, PAET 2014).

Fig. 4: Fotografía de parte del perfil sur de la Unidad TIN-500A-5 que ilustra el grosor y la calidad de los pisos (Fotografía de A. Jacobo, PAET 2014).

Fig. 5: Dibujo de los perfiles este y sur de la Unidad TIN-500A-6, pozo excavado en el patio de la Acrópolis Central de El Tintal. Muestra la ubicación de los pisos 5 y 6 que fueron fechados con muestras de carbón a través del método de Espectrometría de Masa Acelerada (Dibujo de F. Castañeda, PAET 2014).

Fig. 6: Dibujo de los perfiles sur y este de la Unidad TIN-500A-11 ilustrando la secuencia de pisos bien preservados (Dibujo de A. Jacobo y digitalización por Mary Jane Acuña, PAET 2014).

Fig. 7: Dibujo de la Estela 1 de El Tintal. Trazado en base al dibujo de campo de I. Graham (Tomado de Justeson y Mathews 1983: Fig. 1).