08. Pan’alujaay: su contexto histórico y sus conexiones con el área K’iche en el Postclásico Tardío

Descarga este artículo en formato pdf

Pan’alujaay: su contexto histórico y sus conexiones con el área K’iche en el Postclásico Tardío
Introduccion

El Proyecto Arqueológico Lago de Atitlán (PALA) tuvo el objetivo principal de investigar los cambios que sucedieron a través la transición entre el periodo Clásico Tardío y Postclásico en la Cuenca de Atitlán. Esta transición fue escogida por que es el periodo menos conocido en la historia de las Tierras Altas y el Costa Pacifico, y porque fue un periodo de cambios importantes en el lago de Atitlán, incluyendo la fundación de la capital fortificada de Chuitinamit que indica el desarrollo de una nueva forma de integración y organización sociopolítica. La evidencia generada por este proyecto revela nuevos datos sobre la organización sociopolítica de la orilla sur del lago y el Reino Tz’utujil en el Postclásico.

La transicion Clásico a Postclásico

Cuando el proyecto fue conceptualizado, hubo dos opiniones opuestas sobre esta transición: A) Que hubo un gran colapso al fin del periodo Clásico que duró hasta el final del Postclásico Temprano. B)Que era un periodo de continuidad ambos en términos de la población y las cerámicas.

La opinión A, se deriva de las investigaciones de Edwin Shook (1965) y Frederick Bove (2002) en la Costa Baja del Pacífico, donde ellos observaron la falta de sitios del Postclásico Temprano.

La opinión B viene de las investigaciones de Geoffrey Braswell (1996) y Greg Borgstede (2007). Por ejemplo, el trabajo de Braswell en el área de San Martín Jilotepeque produjo evidencia que en esta área el tipo de cerámica, que ha sido un diagnostico principalmente para el periodo Clásico Tardío, fue utilizado hasta el periodo Postclásico Temprano.

En los últimos 10 años, investigaciones paleo-climáticas realizadas en la Costa Sur (Neff et al. 2006) y en los Altos (Robinson 2014; Velez, et al. 2011), han confirmado que todo este región sufrió el impacto de una sequía de larga duración entre 800 y 1300 o 1400 DC. Para Hector Neff, esta evidencia apoya la teoría de un colapso completo de las sociedades de la Costa Baja.

Unificando esta evidencia con datos etnohistórico, y estudios arte-históricos, Van Akkeren ha postulado que este cambio en el clima motivó una migración de gente de los centros costeños hasta los altos entre 900 y 1100 DC.

Esta teoría es atractiva porque tiene el potencial de explicar muchos de los cambios que ocurrieron en las Tierras Altas Sur y Central en el Postclásico Temprano, como, por ejemplo:

  • El crecimiento en la importancia de linajes, grupos cooperativos (e. g. chinamits) y alianzas;
  • El crecimiento en conflictos de territorios;
  • La mayor importancia de guerreros y fortalezas, y
  • La introducción de nuevas creencias, dioses y prácticas religiosas.

El problema principal con esta teoría es que hasta ahora el Postclásico Temprano ha parecido como un tiempo de despoblación. Kenneth Brown (1982; 1985) y Russel Stewart (1977) por ejemplo, notaron que después un periodo de regionalización en Clásico Tardío, la población del área Quiché disminuye dramáticamente hasta alrededor 1200 DC cuando de nuevo empieza a crecer. También, Eugenia Robinson ha encontrado que muchos de los sitios en la Valle de Antigua no muestran ocupaciones permanentes después el Clásico Tardío.

¿Entonces si hubo una migración hasta los Altos en el Postclásico Temprano, por qué no podemos verlo? Argumento aquí que hay dos razones:

  1. Porque una gran porción de las comunidades del Postclásico está enterrada debajo de los pueblos actuales, y 2. Porque el abandono de los centros de la Boca Costa rompió su ruta de acceso tradicional a las cerámicas y otros materiales importados.

Para demostrar estos puntos, doy evidencia de la Orilla Sur de Lago de Atitlán que indica que las comunidades del lago y la Boca Costa estuvieron bien integradas desde tiempos Preclásicos. Y termino con una discusión de la evidencia de Pan’alujaay, que, con la excepción de Chuitinamit, es el único sitio Postclásico que no ha sido destruido por construcción en tiempos posteriores.

El Auge de Oro de Atitlan (C. 100 AC – 500 DC)

La evidencia producida por el proyecto PALA indica que el periodo entre el Protoclásico y Clásico Temprano fue como un “Auge de Oro

en el Lago de Atitlán, mostrando un incremento estable en la población en el lago y en las actividades de comercio. La mayoría de los sitios encontrados en la orilla oeste y en otras partes del lago fueron ocupados en este periodo (Figura 1), compartiendo las mismas cerámicas de la tradición Solano, como ha sido definido por Marion Hatch (e.g., Popenoe de Hatch 2003; Popenoe de Hatch 1998).

El patrón de asentamiento en este tiempo se incluye pueblos grandes con arquitectura monumental, como San Juan Antigua, Chi’Kaqajaay y Pan’alujaay, pero también incluyó hogares individuales en el campo, indicando un tiempo de seguridad. Parece que fue también en el Clásico Temprano cuando las comunidades empezaron utilizando el lago para una a ruta de comercio y comunicación. El resultado de eso fue que el lago se convirtió en un nexo de comercio, conectando caminos de la Costa del Pacifico con los del Altiplano y acortando el tiempo y precio de transporte.

Una de las redes de comercio más importantes que existe en este tiempo conecta los sitios grandes de Semetebaj y Chocola (Popenoe de Hatch 2009). Ubicada en la ruta más rápida entre estos dos lugares, el sitio de San Juan Antigua alcanza su apogeo en este periodo, mostrando fuertes similitudes en ambas cerámicas utilitarias y en el rango de tipos importados.

Otro sitio que crece en importancia y población en este tiempo fue el de Chi’Kaqajaay que está ubicado muy cerca la frontera actual entre Santiago y San Pedro, en una valle amplio y fértil, entre el volcán San Pedro y el Cerro Paquisis. Este sitio sagrado, que fue establecido en el Preclásico Tardío, alcanza su apogeo junto con San Juan y Chuk’muk en el Clásico Temprano y compartió muchos de los mismos tipos cerámicos. Y aunque al principio, pensamos que la importancia de este sitio se debía a su participación en una red de intercambio entre la orilla del lago y la boca costa, parece ahora que su importancia era más relacionada a su poderosa energía espiritual que deriva en gran parte de su ubicación entre dos montañas impresionantes, cerca un nacimiento de agua y en un valle donde puede sembrar muchas variedades de maíz. Parece que la naturaleza sagrada de este sitio favoreció su sobrevivencia a través los cambios que ocurrieron entre el Clásico Temprano y su longevidad y conservación hasta el día de hoy.

La transición Clásico Temprano a Tardío

La transición entre el Clásico Temprano y Tardío fue un periodo de cambios grandes en el lago y parece que entre 500 y 600 DC, San Juan Antigua, Chocola y Semetebaj fueron abandonados. El gran beneficiado de este cambio en el lago, parece ser el sitio de Chu’kmuk y sospechamos que, en este tiempo, este sitio ganó un monopolio sobre el comercio a través del lago, disminuyendo dramáticamente el poder de las otras comunidades y probablemente motivando a algunos de ellos a reubicarse en este sitio. El crecimiento de la importancia de Chu’kmuk en este tiempo es mostrado por un entierro fechado alrededor 500 DC que contenía vasijas de la Costa Sur, incluyendo un vaso trípode de estilo Teotihuacan. También, parece que Chu’kmuk empieza a dominar la distribución de cerámicas exóticas de la costa baja como la vajilla Tiquisate (Chinchilla et al. 1994). Entonces una nueva red de comercio se desarrolló en este tiempo y probablemente involucra al sitio Palo Gordo, ubicado directamente al sur de Chuk’muk, y Sololá, directamente al norte.

El fin del periodo Clásico

Los siglos entre 800 y 1100 DC son todavía muy misteriosos en el lago, pero un descubrimiento accidental de 2007 posiblemente da una pista del misterio. En ese año, durante la construcción de un hospital en el lado norte de Santiago Atitlán, trabajadores encontraron los restos de una plataforma baja y 7 entierros posicionados en una línea. Gracias a algunos historiadores locales, la destrucción de estos entierros fue documentada por personas locales, quienes han preservado al menos buenas fotos de las vasijas, monumentos y otros artefactos descubiertos en este proceso. Gracias a estas fotos, pudimos reconocer tipos del Clásico Temprano y Tardío, incluyendo algunos tipos del área de Cotzumalguapa, indicando el inicio de interacciones más fuertes entre estas áreas, aunque posiblemente por medio de Palo Gordo o Patulul. Esta evidencia y la falta de cerámica o monumentos del estilo Cotzumalguapa en el área de Chu’kmuk, indica que posiblemente el centro de poder se ha empezado a reubicar al lugar actual de Santiago Atitlán, que podría ser el Vaiza de los documentos Kaqchikeles (Recinos 1957; Chonay 1953). Esta reubicación podría haber sido motivada por un incremento en los conflictos entre la gente del lago y la gente del área Kaqchikel al este.

San pedro y Chi’kaqajaay en el Clásico Tardío

En la Orilla Oeste, la única evidencia de interacción con el área de Cotzumalguapa consistía en algunos monumentos, incluyendo una cabeza y un monumento complejo con una figura que parece ser un jugador del juego de pelota (Figura 2).

En general, parece que durante el periodo Clásico Tardío la orilla oeste entró en un periodo de aislamiento. La falta de tipos Amatle y Tiquisate indica que estas comunidades no intercambiaron cerámica con la gente de Chu’kmuk ni el área Kaqchikel más al este. En lugar, parece que los pueblos en la orilla oeste continuaron utilizando tipos como Esperanza Flesh, Santa Marta, Mahogany y Streaky Brown, que anteriormente compartían con el sitio de Semetebaj, y que en esta área estos tipos se desarrollan despacio hasta los tipos monocromos del periodo Postclásico.

Otra evidencia de que esta área estaba todavía poblada en el Clásico Tardío es la presencia de una cancha de pelota de forma palangana ubicado en la frontera actual entre los municipios de San Pedro y Santiago Atitlán. Algo impresionante es que el plano de este sitio parece representar una copia de la plaza de La Lagunita, con un montículo situado directamente arriba a un lado de la cancha. Además, como La Lagunita, este sitio está ubicado arriba de una cueva, aunque en este caso, la cueva es completamente natural.

Al otro lado del volcán, el sitio de Chi’Kaqajaay empieza a mostrar influencia de Chuk’muk, con casas con muros de piedra y cerámica Amatle. Entonces parece que la frontera del municipio actual tiene su origen en tiempos Clásicos.

El Postclásico (1100-1524 DC)

Dado que no ha sido encontrada mucha cerámica del Clásico Tardío durante el reconocimiento, se decidió concentrar las excavaciones en sitios que mostraban ocupaciones intensivas, con la esperanza de clarificar la secuencia de los tipos cerámicos locales. Por esta razón, se concentró mucho esfuerzo en el sitio de Pan’alujaay (Figura 3), donde se excavaron 16 pozos. La propuesta era que este sitio fue establecido en un periodo anterior y que es posible encontrar allí estratigrafía documentando esta transición.

Como ya se explicó en otros simposios (Davies 2016; Davies y Corado 2015), las excavaciones en el Área C, ubicada sobre una terraza del centro ceremonial, reveló muros y pisos de un grupo de estructuras que parecen estar asociados con una familia elitista. Y aunque más excavación va a ser necesaria para definir estas estructuras, las excavaciones de prueba revelaron los restos de al menos una estructura de adobe que fue asentada sobre una nivelación construida con bloques formales de piedra.

El estilo y calidad de la construcción no es conocido en otros sitios prehispánicos del lago, incluyendo el sitio de Chuitinamit. Estos muros son más parecidos a los de Iximche, Utatlán y Chisalin.

Las cerámica y ahora una fecha de radiocarbono también apoyan que el apogeo del sitio estaba en Postclásico Tardío, empezando alrededor 1200 y 1380 DC.

La sorpresa ya mencionada, fue el descubrimiento de una alta densidad de tipos casi idénticos a los producidos en al área K’iche, incluyendo tipos finos como Xola Naranja y Raxaca Rojo, que no están bien representados en la colección de Chuitinamit pero que fueron los tipos más comunes encontrados en los sitios de Q’umarkaj (Macario y Burgos 2009) y Chisalin (Weeks 1983).

Además de estos tipos, se encontró en Pan’alujaay un tipo que Weeks (1983) llama “Patzam Unslipped” que fue hecho en una manera muy distinta, en pozos en la tierra, dejando impresiones de dedos y plantas en sus exteriores.

Este tipo, que tiene un pasta muy burda y una superficie irregular, parece muy similar a un tipo encontrado en Kaminaljuyu que Kidder et al. (1946) llamaron “Coarse Brown Ware” y Wetherington llamo “Esperanza Mud Ware” (Wetherington 1978). Apareciendo en la fase Esperanza, Wetherington indica que este tipo obtuvo su frecuencia más alta en el periodo Clásico Tardío, pero que continúa en uso hasta el Postclásico Tardío.

Y aunque Weeks (1983) piensa que esta tipo fue hecho por niños, esta manera de construir vasijas parece ser un marcador étnico y Wetherington (1978) nota que esta técnica de alfarería es todavía utilizada en el pueblo de Mixco. En relación con eso, es interesante señalar que este tipo fue encontrado también en el sitio de Cotio, juste al suroeste de Mixco donde hubo también una cancha de juego pelota de tipo palangana. Esto sugiere que este tipo representó el producto de un grupo que tuvo sus orígenes en el valle de Guatemala, pero fueron tomados como esclavos de guerra por el grupo expansionista Quiché. En el Postclásico, estos esclavos fueron nombrados los Nimak Achi, y es interesante notar que hubo un chinamit de Nimak Achi en San Pedro en el siglo XVII.

La colonizacion de Atitlan por los Malaj

Las fuentes etnohistóricas, incluyendo el Titulo de Totonicapán, el Titulo de Santa Clara, los Anales de los Xahiles, y el Titulo Xpantzay indican que incursiones de guerreros aliados con el grupo K’iche ocurrían durante las reinados de Kucumatz-Cotuja, entre c. 1365 y 1400, y de Quicab entre c. 1450 y 1475 (Carmack 1981; Wauchope 1948).

En el primer caso, sabemos que Kucumatz casó con una princesa de los Malaj. Van Akkeren (2009) e Ivic de Monterroso et al. (2010) han mostrado que ocuparon anteriormente el área entre los ríos Nahualate y Samala. El TT y TC dicen que estos nuevos vasallos de Cotuja empezaron ocupando los cerros y valles de los Tziquinahay y que allí su población empieza su crecimiento (Carmack y Mondloch 1983; Chonay 1953; Recinos 1957). Esta invasión del territorio de los Tziquinahay empieza un conflicto entre estos dos grupos en el que ganaron los Malaj y debido a eso, Cotuja da a los Malaj regalos y títulos y les permitieron construir casas en Ismachi.

Las expediciones de Quicab

El segundo caso en que aliados de los K’iche entraron al área del lago ocurrió durante el reinado de Quicab, cuando él y sus nuevos vasallos, los linajes principales de los Kaqchikeles, entraron en el lago en su ruta a la costa (Figura 4). Quicab y sus guerreros fueron recibidos por representantes de los Tziquinahay y en este momento negociaron la división del lago entre los tres grupos. Este evento, de bastante importancia, es mencionado solo brevemente en los Títulos de Santa Clara (Akkeren 2009) y de Totonicapán (Chonay 1953), pero una descripción más completa está contenida en los Anales de los Kaqhikeles, donde se atribuyeron estos eventos a su fundador Gagavitz. Pero comparando los eventos descritos en las dos fuentes (Anales de los Kaqchikeles y el Titulo de Totonicapán) ellos están hablando del mismo evento histórico.

El Título de Santa Clara relata que, después estos negocios:

el señor Tucnapan entro en el lago hasta en medio del agua y salió del otro lado del lago, llego a Pa Naqal cuando se sentaron abajo Kaqa Abaj… [y aquí] “se quedaron los guardianes de las tierras…Xitap y Qobakil; así se llamaban los que sembraron las milpas de Quicab.

Se pueden identificar los dos lugares nombrados aquí con lugares que todavía tienen estos nombres en el municipio de San Juan La Laguna. Naqal, significa ,tierras fértilest en Tz’utujil (Ochoa 1998) y podría explicar porque Quicab escogió este lugar para sus milpas privadas. Xe Kaqa Abaja significa debajo la roca roja y es el nombre de un lugar cerca las montañas al noroeste del pueblo actual de San Juan La Laguna (Ochoa 1998). En este lugar, que es mencionado también en los Anales de los Kaqchikeles, hay una gran cabeza de piedra con rastros de estilo Cotzumalguapa y restos de muros y terrazas, indicando la presencia de un asentamiento aquí entre el Clásico Tardío y Postclásico.

Entre San Juan y Chiya

Combinando los textos de Totonicapán y Santa Clara los lugares visitados después Xe Kaka Abaja fueron Choi’Huyub, Zaknum, Chomal, Seta, Tzan Cana Ulew, Tzam Sabat, Bajala, Maja kux, Pajoba, y Chopi Siwan.

Recinos traduce Choi’Huyub como ‘Volcán del Lago’ y se interpretó como una referencia al volcán de Atitlán. Pero como nota Ochoa et al. (1998) este es nombre actual para el Volcán San Pedro, que los Tz’utujiles todavía llaman Choy Huyub o Tzunun Juyu ‘cerro de los colibríes’.

El Título de Santa Clara dice que en el último lugar mencionado aquí (Chopi Siwan) en este parte ellos “llegaron enfrente Saqiwok. Conociendo que Saqiwok (humo blanco) era el dios más importante de los Tziquinajay de Chiya (Betancor y Arboleda [1585] 1982), se puede inferir que ellos fueron en busca del centro de los Tziquinahay, Chiya. Y en la búsqueda de nombres similares en esta área, se encontraron los nombres Pa Siwaan y Xe Siwaan, ambos están ubicados al sur de la Bahia de Santiago. Entonces podemos inferir que los puntos mencionados entre el de Choy Huyub y Chopi Siwan siguieron la ruta de la carretera que pasa entre San Pedro Y Santiago.

Conclusiones

La falta de mención de los asentamientos Postclásicos de Pa’Tzununa y Pan’alujaay en la descripción de esta ruta es interesante, porque los nombres de lugares indicaron que probablemente pasaron estos asentamientos.

Esta podría indicar que:

  • Nada significante pasó en estos lugares
  • Que omitan algo intencionalmente o por accidente, o
  • Que estos asentamientos no existieron en el tiempo de la expedición

Como se ha visto es muy posible que los eventos relacionados con estos lugares simplemente no fueron de mucha significancia o que fueron olvidados u omitidos intencionalmente.

Pero se debe considerar también que los asentamientos Postclásicos en estos lugares fueron establecidos o colonizados por los K’iche, posible utilizando grupos Kaqchikeles.

En relación con eso es interesante de notar que el Titulo Xpantzay dice que, después participando en las expediciones de Quicab, este grupo de Kaqchikeles se quedaron en el pueblo de los Tziquinahay que llamaron Pulchch Vayz Amag, pero que sin duda significa Chiya o el antiguo asentamiento de Santiago Atitlán, porque en el texto se dice que allí vencieron a Saqiwok y Kaqix Kan (Berlin 1950).

Referencias

Akkeren, Ruud Van

2009   Titulo de Los Indios de Santa Clara La Laguna. En Crónicas Mesoamericanas. pp.69-86: Universidad Mesoamericana.

Berlin, Heinrich

1950   La historia de los Xpantzay. Antropología e historia de Guatemala 2(2):40-53.

Betancor, A. P. y P. de Arboleda

[1585]1982     Relacion de Santiago Atitlan. En Relaciones geográficas del siglo XVI (editado por R. Acuña), pp.70-100. México: Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Antropológicas

Borgstede, Greg

2007   The Terminal Classic to Postclassic Transition in the Western Highlands, Guatemala.

Bove, Frederick, J.

2002   The Archaeology of Late Postclassic Settlements on the Guatemala Pacific Coast. En Incidents of Archaeology in Central America and Yucatán (editado por M. Love, M.P.d. Hatch, y H.L. Escobedo), pp.179-216. New York: University Press of America, Inc.

Braswell, Geoffrey E.

1996   A Maya Obsidian Source: The Geoarchaeology, Settlement History and Ancient Economy of San Martin Jilotepeque, Guatemala. Tesis de doctorado, Departamento de Arqueología. Tulane University.

Brown, Kenneth L.

1982   Prehistoric Demography within the Central Quiche Area. En The Historical demography of highland Guatemala (editado por R.M. Carmack, J.D. Early, and C. Lutz), pp.35-48, Vol. no 6. Albany, N.Y.: Institute for Mesoamerican Studies, State University of New York at Albany.

1985   Postclassic relationships between the highland and lowland Maya. Lowland Maya Postclassic

Arlen F Chase y Prudence M Rice, eds p.

Carmack, Robert M. y James L. Mondloch

1983   Título de Totonicapán: texto, traducción y comentario. Volume 3: UNAM.

Carmack, Robert M.

1981   The Quiché Mayas of Utatlán : the evolution of a highland Guatemala kingdom. Norman: University of Oklahoma Press.

Chinchilla, Teresita; Henry D. Benitez y Tomas J. Barrientos Q.

1994   Proyecto Arqueologico Subacuatico Agua Azul. Informe de la Temporada de Campo 1994. IDAEH, Guatemala.

Chonay, Dionisio Jose

1953   Title of the Lords of Totonicapan. D. Goetz y D.J. Chonay, transl. Norman: University of Oklahoma Press.

Davies, Gavin R.

2016   Epicenters, Population, and Political Power in the Postclassic Maya Highlands. Paper presented at the American Society for Ethnohistory Conference, 2016. Nashville, Tennessee.

Davies, Gavin R. y María de los Angeles Corado

2015   El Crecimiento de Chuitinamit y la Transicion Clásico a Postclásico en la Cuenca de Atitlán, Solola. En XXIX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2015 (editado por B. Arroyo, L. Mendéz y Gloria Aju), pp.387-402. Museo Nacional de Arqueología y Etnología.

Ivic de Monterroso, Matilde y Carlos Alvarado

2010   La etnohistoria de los Tzutujiles, segun las crónicas y titulos indigenas: contribuciones para la reconstrucción de su antiguo territorio y cultura. Universidad del Valle, Guatemala.

Kidder, Alfred V.; Jesse D. Jennings y Edwin M. Shook

1946   Excavations at Kaminaljuyu, Guatemala. Carnegie Institution of Washington, Washington, DC.

Macario, Raquel y Walter Burgos

2009   Avances del estudio cerámico y lítico de Q’umarkaj: Proyecto Etnoarqueológico Q’umarkaj. En XXII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2008 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía. Museo Nacional de Arqueología y Etnología.

Neff, Hector et al.

2006   Climate change and population history in the Pacific lowlands of southern Mesoamerica. Quaternary Research 65(3):390-400.

Ochoa, C.

1998   Nuestra Geografía del lago Atitlán. Casa de Estudios de los Pueblos del Lago Atitlán. Ciudad de Guatemala, Guatemala.

Popenoe de Hatch, Marion

2003   La cerámica del Altiplano Noroccidental de Guatemala, La Lagunita y la Tradición Cerámica Solano: algunas comparaciones. En Miscelaneas en honor a Alain Ichon:49.

1998   Los K’iches-Kaqchikeles en el Altiplano Central de Guatemala: Evidencia Arqueológica del Periodo Clásico. Mesoamérica 35(June 1998):93-115.

Recinos, Adrián

1957   Crónicas indígenas de Guatemala. Guatemala: Editorial Universitaria.

Robinson, Eugenia J.

2014   The Other Late Classic Maya. En The Maya and Their Central American Neighbors: Settlement Patterns, Architecture, Hieroglyphic Texts and Ceramics (editado por G. Braswell), pp.150. Routledge.

Shook, Edwin M.

1965   Archaeological survey of the Pacific coast of Guatemala: publisher not identified.

Stewart, Russell

1977   Classic to Postclassic Period Settlement Trends in the Region of Santa Cruz del Quiche. En Publication / Institute for Mesoamerican Studies (editado por D.T. Wallace y R.M. Carmack), pp. 68-81, Vol. no 1. Albany: Institute for MesoAmerican Studies, State University of New York at Albany.

Velez, Maria I et al.

2011   Environmental and cultural changes in highland Guatemala inferred from Lake Amatitlán sediments. Geoarchaeology 26(3):346-364.

Wauchope, Robert

1948   Excavations at Zacualpa, Guatemala. New Orleans.

Weeks, J.M.

1983   Chisalin: A Late Postclassic Maya Settlement in Highland Guatemala. B.A.R.

Wetherington, Ronald K

1978 The Ceramics of Kaminaljuyu, Guatemala. Pennsylvania State University Press.

Figura 1. Sitios ocupados en el Clasico Temprano

Figura 2. Monumentos mostrando influencia Cotzumalguapa

Figura 3.  La Ruta de Quicab en el siglo XV.

Figura 4.  Panalujaay y sus estructuras.