27. Nuevos descubrimientos en Salinas de los Nueve Cerros, temporada 2016

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Nuevos descubrimientos en Salinas de los Nueve Cerros, temporada 2016

Abstract

Salinas de los Nueve Cerros is found in the southern extreme of the Maya lowlands in two modern municipalities –Cobán, Alta Verapaz and Ixcán, Quiché, and centered around the only non-coastal salt source in the lowlands. The period of the most extensive occupation was during the Late Classic period, when it covered an area of over 40 km2, although tt was founded during the Middle Preclassic period if not before. In this paper, the authors discuss the new discoveries of 2016, which include the excavation of a probable port and an E Group as well as a new part of the site on the northern shore of the river that is over 10 km long. We also discuss the most current interpretations of the importance of salt production in the local economy, arguing that while salt production was tightly controlled by the elite, it was distributed throughout the site, where it was used in the production of multiple goods –dried fish and meat, leather, and possible dyed fabrics.

Introducción

Salinas de los Nueve Cerros (Fig.1) se encuentra en el extremo sur de las Tierras Bajas Mayas que se define por tres rasgos geográficos específicos. El río Chixoy lo atraviesa este-oeste, mientras que la Sierra Nueve Cerros, que le dio su nombre en la época prehispánica y tiene una larga historia de servir como punto de referencia para los viajeros ribereños (e.g. Maudslay y Maudslay 1889:170), está ubicada en la frontera occidental. Dentro del parte sur de la ciudad se encuentra Cerro Tortugas, un domo de sal donde nace un río salado que alimenta varias salinas hasta juntarse con el Chixoy, donde históricamente cambió su nombre al río Salinas. Esta es la única fuente se sal marina tierra adentro y próxima a las Tierras Bajas Mayas, por lo cual siempre ha sido un lugar estratégico y cotizado desde la época precolombina hasta el Siglo XX.

Actualmente se encuentra entre los municipios de Cobán, Alta Verapaz e Ixcán, Quiché, la mayor parte del sitio está parcelado en múltiples aldeas además de varias fincas privadas. La fuente de sal se encuentra dentro de una finca municipal manejada por Cobán desde el Siglo XIX, cuando empezaron a vender derechos de producción de sal a empresarios del Altiplano (Dillon 1979, Woodfill et al. 2015). El periodo de ocupación más extenso fue durante el Clásico Tardío, el casco urbano abarcó un área de más que 40 km2 (Woodfill et al. 2015). Fue fundado durante el Preclásico Medio, sino antes, como dos pueblos distintos, uno cerca de la fuente de sal cuyos residentes se enfocaron en la producción de sal y otro en las orillas del Chixoy, cuyos residentes se enfocaron más en la comercialización de este producto (Woodfill et al. 2015). A través de las épocas Preclásica y Clásica siguió creciendo no solo por la presencia de este bien esencial, sino también por su ubicación en un punto estratégico en la Franja Transversal. Aún después del abandono durante el Postclásico Temprano, las salinas continuaron siendo explotadas, a tal punto que se ha encontrado un centro ritual del Postclásico Tardío discutido más adelante.

El Proyecto Salinas de los Nueve Cerros fue fundado en 2009 y hasta la fecha cuenta con siete años de excavación dentro del sitio y sus alrededores. En esta ponencia se discuten los nuevos descubrimientos de la Temporada de Campo 2016, dentro de los que se incluye: excavaciones de un posible puerto, un Grupo E y un oratorio tanto como el reconocimiento de una nueva zona del sitio en el municipio de Ixcán. Además de describir el trabajo de campo se discute el modelo de producción, distribución y uso de sal dentro de la ciudad Nueve Cerros.

Un Puerto en el Río Chixoy

Salinas de los Nueve Cerros ha sido conceptualizada desde el principio como una ciudad dividida entre dos actividades económicas centrales –la producción e intercambio de sal. La mayor parte de las investigaciones de Brian Dillon en el Siglo XX se enfocaron en la primera actividad y las excavaciones se llevaron a cabo en la zona de producción (e.g. Dillon 1977, 1979, Dillon et al. 1988). Mientras que se ha propuesto desde el primer año (e.g. Woodfill et al. 2011, 2015) que esta sal fue comercializada por medio de puertos sobre el río Chixoy, en 2016 fue la primera vez que se logró excavar dentro de un posible puerto. La Operación 52A fue investigada por Megan Leight y Brent Woodfill y muestra una historia que abarca toda la época Clásica.

Esta operación se encuentra río arriba de la parte de Grupo Tierra Blanca excavado desde 2011 (e.g., Woodfill et al. 2012, 2013, 2015, Fig.2). Mientras que el borde del río más cerca de allí se caracteriza por un precipicio muy inclinado, la topografía en esta área tiene una inclinación leve hasta el río. También hay una pequeña bahía al oriente que estaría libre de las corrientes del tramo principal del Chixoy cuando aumenta el caudal. La operación consistió de múltiples estructuras pequeñas en la cumbre del dique. Aunque en el exterior perecían simples, contuvieron varias ofrendas y evidencia de ceremonias a gran escala asociadas a remodelaciones.

El material más antiguo pertenece a la esfera Chicanel, aunque a primera vista la presencia de algunos modos y tipos no comunes junto con múltiples tiestos Tzakol hace probable que se feche para el Clásico Temprano. Se puede observar cuatro diferentes etapas constructivas. La más antigua, sub3, fue un relleno de 0.20 m de grosor que fue puesto directamente sobre de la superficie natural. Antes de realizar la construcción, los mayas chapearon y quemaron la vegetación que estaba presente, poniendo el relleno poco tiempo después, por lo cual quedó preservada la capa de carbón encima del suelo estéril. Este mismo patrón fue reportado en otras partes del sitio para el Clásico Tardío como en Grupo Tortugas por ejemplo (Woodfill et al. 2011).

Las siguientes etapas constructivas consistieron en ampliaciones. Una estructura con paredes de bajareque y postes; los restos carbonizados de postes sugiere que fueron quemadas las estructuras antes de ampliarlas. Hubo ofrendas asociadas con cada etapa dentro de la estructura y otras construcciones asociadas –unos 6 m al este de la estructura, por ejemplo, se encontró un escondite en el relleno de una rampa que baja hasta el río. Contuvo dos vasos, una figurilla y un silbato-chinchín que representa un zoomorfo humanizado, con cuerpo globular en forma de pájaro y cabeza humana con pelo liso y fleco, fechados para el Clásico Tardío.

La penúltima etapa mostró los mayores cambios, convirtiendo el grupo en algo más elaborado mostrando la importancia. Subieron la estructura 0.6 m y construyeron una rampa cubierta con arcilla gris. Se detectaron restos de una ceremonia de inauguración impresionante –en el centro de la estructura excavaron un hoyo de unos 0.80 m de profundidad y más de 1 m de diámetro, dentro del cual quemaron múltiples vasijas fragmentadas además de restos orgánicos, bajareque y piedra verde. Aproximadamente 2m al sur y este se encontraron dos cántaros; es posible que también haya en los otros dos lados, formando un quincunx.

El Grupo “E” y sus vecinos

Durante la temporada 2016, se continuó con las excavaciones hacia el este del puerto (Fig.3), donde hubo evidencia de una ocupación mucho más larga, empezando desde el Preclásico Medio. Las excavaciones acá se enfocaron en un Conjunto de tipo Grupo E (véase a Laporte y Mejía 2005), al que corresponden los elementos: un templo que mide más que 11 metros de altura al lado oeste (nominado “Estructura A” por Garrido (2008) y un templo más pequeño con hombros al este (nominado “Estructura P” por el mismo autor).

La Estructura P, tiene una extensión longitudinal de aproximadamente 106 m en eje norte-sur, en cuyo centro se encuentra la parte de máxima altura (7.25 m), una pirámide de cuerpos escalonados. La parte norte fue mutilada, según informe de uno de los habitantes, en el año 2001 para la construcción de un camino. Mientras que las dos secciones pertenecen a diferentes parcelarios y solo se obtuvo permiso de uno de ellos, los trabajos se enfocaron en esta sección pequeña. La estructura al oeste también se encontraba fuera del área permitida, sin embargo todo fue mapeado por Rivas este año.

Aunque el área investigada fue relativamente poca (aproximadamente el 25%) se pudo establecer al menos cuatro estadios constructivos: dos asociados al Preclásico Medio, uno al Preclásico Tardío con filiación cerámica Sierra Rojo, en los tres casos se utilizó mayoritariamente piedra caliza no canteada, unida con bajareque, tradición que continuó hasta el Clásico Tardío, como lo muestra la última etapa constructiva que fue la mejor investigada y que permitió delimitar la estructura al este y al oeste. Este sistema constructivo ha sido reportado en otras partes del sitio.

Más al norte y próximo a esta estructura se encuentra una aguada, que ocasionalmente, cuando el río Chixoy aumenta su caudal, se llena, lo que sugiere que esta edificación en particular tuvo alguna relación directa con ese depósito acuático.

A unos 20 m al este del Grupo E se encuentra la Estructura S, aproximadamente de 20 m de longitud en eje norte-sur y de unos 18 m en eje este-oeste. Igual que la Estructura P, ésta también fue mutilada por la construcción de un camino pero al oeste, y hoy en día a la par, se encuentra la casa del parcelario, utilizándose como huerto de sandía, frijol, y otros productos agrícolas.

Se determinó una estructura de tres cuerpos escalonados que la definieron al norte, sur y este, el lado oeste no fue investigado por la mutilación que se realizó. Presentan el mismo sistema constructivo antes indicado y un piso de tierra apisonada que también corresponde al Clásico Tardío. La investigación además brindó cerámica correspondiente al Preclásico Tardío, aunque de este periodo no se detectó ningún elemento arquitectónico. En esta estructura se recuperó obsidiana, pedernal y tiestos. No se detectó ninguna ofrenda, ni figurillas que pudieran relacionarla con alguna función ritual por lo que se infiere que podría tratarse de un edificio administrativo de importancia por estar al este y próximo al Conjunto de tipo Grupo E.

Los múltiples usos de la sal para los residentes de Nueve Cerros

 

Hasta la fecha, en la mayor parte de las publicaciones del proyecto (e.g. Woodfill et al. 2015, Woodfill et al. 2016) se ha visto la sal de Nueve Cerros como un bien de exportación hacia otras zonas del mundo Maya. Mientras que sin duda la mayor parte de la sal fue consumida por ciudadanos de otras partes, ahora hay evidencia que una parte significante de la sal fue distribuida dentro del mismo casco urbano de Nueve Cerros, y que ésta sal fue usada para producir otros bienes secundarios de exportación.

En todos los barrios de la ciudad (Woodfill 2016) se encuentra un tipo especial de mano y piedra de moler nombrada (“mano sobresaliente” o “hueso de chucho”, Fig.4). Está definida por la protuberancia de los extremos con la parte medial delgada y plana. Durante las investigaciones de tesis de Blanca Mijangos (2014), argumentó que éstas fueron asociadas con el refinamiento de la sal en base a dos datos: 1) se analizaron los residuos en las manos de piedras para moler en el laboratorio de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de San Carlos donde encontraron residuos de sal y 2) aún son utilizadas en los talleres de sal en Sacapulas, Quiché. Sin embargo, es la única evidencia de producción de sal fuera de donde nace el arroyo salado (Woodfill et al. 2015). Pero si, el bien de exportación parece ser la pastilla entera que se produce en los talleres élites en la faja occidental del domo, entonces no hay una razón para moler la sal en otros barrios cuando ya está listo para exportar.

Entonces, ¿por qué estaban fabricando las pastillas de sal solo para deshacerlas después de llevarlas a unos pocos kilómetros? Parece que mucho del poder de la élite de la ciudad se basó en el control de acceso a la sal–los talleres estaban asociados con estructuras administrativas con tumbas de personas importantes (Dillon et al. 1985, Woodfill et al. 2015), y toda la zona de producción de sal estaba rodeada por barrios llenos de estructuras monumentales. Aunque controló el acceso y la producción de sal, la sal en sí era un bien importante, no solo para la alimentación sino como un ingrediente necesario en la producción de otros bienes como el pescado y carne seca, el cuero y la tinta para textiles. En los barrios próximos al río hay evidencia de pesca a gran escala además de la importación de grandes cantidades de obsidiana en bruto para la fabricación de herramientas especiales, posiblemente para eliminar las escamas de pescado (Carpio, comunicación personal a Woodfill 2014, Woodfill et al. 2015, Woodfill 2016). En otros barrios del sitio existe evidencia paralela de la producción de herramientas, también de obsidiana, que puede ser para destazar animales (Woodfill 2016). Es probable, entonces, que la élite de Nueve Cerros mantuvo la estructura política a través de regalos de pastillas de sal, haciéndose en parte necesario de cada faceta de la economía local.

Reconocimiento de sitio arqueológico Camela, Ixcán, Quiché

Además de estar excavando en Nueve Cerros, este año hubo un reconocimiento hacia el otro lado del río Chixoy dentro del municipio de Ixcán, con el intento de visitar al sitio arqueológico de Camela, reconocido por Brian Dillon en los años 70. Según su informe original, el sitio era un pueblo de tamaño pequeño formado de unas dos docenas de estructuras al otro lado río Chixoy.

Dillon reportó que estaba ubicado a orillas de una laguna que le dio el nombre al sitio. La Laguna Camela es del estilo “ox-bow,” o sea una sección antigua del río que dejó el Chixoy cuando cambió el cauce hacia el sur. Esta laguna era famosa entre pescadores durante esta misma época por su bondad –cuando el río aumentó su caudal, se juntó otra vez con Camela; cuando bajó otra vez se quedó atrapada una gran cantidad de peces. Sugirió dos opciones para explicar la ubicación del sitio: o fue situado sobre el río antes de que cambiara el cauce o fue fundado allí para aprovechar de la pesca.

Mientras que aún no se tiene respuesta a esta duda, se reportó la presencia de otras manos al estilo de hueso de chucho, por lo cual sí es probable que la pesca y la producción de pescado seco fuera una parte importante de la economía. Desafortunadamente, hoy en día no sirve para la pesca –está rodeada de milpa y con la cantidad de fertilizante está ahogada de una especie invasiva que llaman “lechuguilla,” que ha matado todos los peces. Mientras que ahora está abierta toda la zona por la presencia de varias comunidades y una carretera que sale de Playa Grande, es posible ver que, en contraste con la descripción original, forma parte del casco urbano de Nueve Cerros. Desde la carretera es posible ver un área extensa –más de 10 km de largo (Fig.5)– de estructuras monumentales en Ixcán que empiezan al otro lado del río de Tierra Blanca hasta varios kilómetros de Camela. La presencia de estas manos significa que hubo interacción con el resto de la región y seguramente tuvo lealtad a Nueve Cerros si no formó parte de la misma entidad política.

Conclusiones

Durante la temporada 2016, se lograron grandes avances en el entendimiento de la ciudad. Con dos resultados que parecen opuestos a la vista, y en algunos ejemplos, parece que el sitio es más típico de las Tierras Bajas. Un acceso fácil desde el río estuvo construido en un conjunto que recibió mucha atención ritual y fue el sitio con más ampliación y renovación. Además de al menos tres patios para juego de pelota, contaba con un Conjunto de tipo Grupo E que se originó en el Preclásico Medio como otros ejemplos. Al otro lado, el casco urbano del sitio sigue creciendo exageradamente. Después del reconocimiento de Ixcán, es probable que exista un área de más que 50 km2 de zona urbana densa con múltiples zonas de arquitectura monumental dispersadas a su largo.

Al fin de cuentas, muestra qué tanto aún falta para explorar dentro de la cuenca baja del río Chixoy y Salinas. En los años 70, Brian Dillon fue atraído a la región por la falta de conocimiento –era la zona más grande del mundo Maya sin sitios identificados en el mapa (comunicación personal a Woodfill 2010). Sigue igual hoy en día –la próxima ciudad investigada río abajo es Altar de Sacrificios, a una distancia de aproximadamente 100 km por lancha. La historia es aún desconocida de no solamente este tramo ribereño sino también una gran parte del mismo casco urbano de Nueve Cerros. Se sabe que hasta los grupos arquitectónicos identificados como Camela por Dillon, los residentes de Ixcán estaban involucrados con el mismo sistema político-económico que el resto de la región Nueve Cerros, dependiendo de la élite de la ciudad para obtener pastillas de sal, y que seguramente estaban produciendo otros bienes que necesitaban este ingrediente como el pescado seco.

Nueve Cerros se encuentra en una posición única pare entender la economía de la época Clásica Maya, por ser el único centro urbano de las Tierras Bajas que está directamente asociado con un bien básico. La sal no es solamente una necesidad nutricional, también se necesitaba para la elaboración de otros bienes. El control de la fuente de sal, fue para la élite de Nueve Cerros una parte integral de la economía Clásica de una gran porción de las Tierras Bajas, pero también una parte necesaria de cada industria derivativa en la que se involucró la población. En este respecto, la estructura de poder en Nueve Cerros se diferenció de sus contemporáneos.

Fundamentalmente, sin embargo, la élite de la ciudad parece haber derivado mucho poder por su papel como intermediaria, aunque era de diferente tipo. En vez de los grandes ritos públicos que enfatizaron su habilidad de comunicarse con los dioses y otros seres sobrenaturales, su esencia como una conexión entre este mundo y el otro, acá ellos tenían grandes cantidades de sal, y cualquier persona que quisiera de este producto les debía lealtad.

Referencias

Dillon, Brian Dervin

1977   Salinas de los Nueve Cerros, Guatemala. Studies in Mesoamerican Art, Archaeology, and Ethnohistory no. 2. Ballena, Socorro, New Mexico.

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1985   Ancient Maya Autoamputation? A Possible Case from Salinas de los Nueve Cerros, Guatemala. Journal of New World Archaeology 5(4):24-38.

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1988   An Ancient Extractive Industry: Maya Saltmaking at Salinas de los Nueve Cerros, Guatemala. Journal of New World Archaeology 7(2/3):37-58.

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1889   A Glimpse at Guatemala, and Some Notes on the Ancient Monuments of Central America. John Murray, Londres.

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2014   Las piedras y manos para moler del sitio Salinas de los Nueve Cerros, implementos utilizados en el refinamiento de sal. Tesis de Licenciatura en Arqueología. Universidad de San Carlos de Guatemala.

Woodfill, Brent

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Woodfill, Brent; Brian Dillon, Marc Wolf, Carlos Avendaño y Ronald Canter

2015   Salinas de los Nueve Cerros, Guatemala: A Major Salt Production Center in the Southern Maya Lowlands. Latin American Antiquity 26(2):162-79.

Woodfill, Brent; Mirza Monterroso, Erin Sears, Donaldo Castillo y José Luis Garrido López

2011   Proyecto Salinas de los Nueve Cerros: Resultados de la primera temporada de Campo 2010. En XXIV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2010 (editado por B. Arroyo, L. Paiz Aragón, A. Linares Palma y A. L. Arroyave), pp.126-137. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

Woodfill, Brent; Mirza Monterroso, Brian Dillon, Carlos Tox, Walter Burgos, Marc Wolf y Blanca Mijangos

2012   Salinas de los Nueve Cerros: Nuevos aportes de una ciudad maya “industrial” entre el Altiplano y Tierras Bajas. En XXV Simposio de Investigaciones Arqueológicos en Guatemala (editado por B. Arroyo, L. Paiz, y H. Mejía), pp.193-204. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

Woodfill, Brent y Judith Valle

2016   El papel económico de Salinas de los Nueve Cerros y sus vecinos a través de su historia. En XXIX Simposio de Investigaciones Arqueológicos en Guatemala, 2015 (editado por B. Arroyo, L. Méndez Salinas, y G. Ajú Álvarez), pp.205-214. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

Woodfill, Brent; Judith Valle, Blanca Mijangos, Walter Burgos y Leslie Clements

2013 Salinas de los Nueve Cerros: Un centro de producción e intercambio entre fronteras. En XXVI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2012 (editado por B. Arroyo y L. Méndez Salinas), pp.235-46. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

Fig. 1: Mapa mostrando la ubicación de Salinas de los Nueve Cerros y áreas asociadas (dibujado por C. Tox Tiul, modificado por B. Woodfill).

Fig. 2: Mapa del Grupo Tierra Blanca con ubicación del probable puerto (dibujado por A. Rivas con J. Garrido, A. Velásquez y M. Wolf).

Fig. 3: Mapa del Grupo Tierra Blanca con ubicación del Grupo E y vecinos (dibujado por A. Rivas con J. Garrido, A. Velásquez y M. Wolf).

Fig. 4: Un ejemplo de una mano sobresaliente o “hueso de chucho” que está relacionada con la refinación de sal (dibujo de C. Tox Tiul, foto de B. Mijangos).

Fig. 5: Mapa de la región Nueve Cerros mostrando la extensión conocida del área urbano (dibujado por C. Tox Tiul y modificado por B. Woodfill).