070. 2,500 años de actividad: una perspectiva cerámica de la ocupación humana en el área central de Escuintla, Guatemala

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2,500 años de actividad: una perspectiva cerámica de la ocupación humana en el área central de Escuintla, Guatemala

Con la planificación de la construcción de infraestructura eléctrica en el área sur de Guatemala, los Estudios de Impacto Ambiental indicaron que era necesario ejecutar un proyecto arqueológico que implementara las medidas necesarias para salvaguardar los posibles vestigios arqueológicos que pudieran encontrarse durante la ejecución, debido a que la región de la Costa Sur de Guatemala se caracteriza por presentar un alto grado de ocupación prehispánica, ya que ha servido como corredor natural de paso entre el norte y el sur de Mesoamérica (Fig.1).

En respuesta a ello, fue creado el Proyecto de Registro y Rescate Arqueológico para el área Sur de Guatemala. Con el objetivo de investigar el área previa al inicio de las obras de infraestructura, así como la implementación de una fase de investigación arqueológica, que permitiera fomentar la discusión de la dinámica cultural de ésta zona en particular.

La región investigada comprende aproximadamente unos 1000 km², distribuidos en los actuales municipios de Escuintla, Masagua, La Democracia, La Gomera, Santa Lucia Cotzumalguapa y Siquinalá, todos ellos en el Departamento de Escuintla, Guatemala. En total fueron 250 unidades de excavación, distribuidas en 35 áreas asociadas al paso de la obra de infraestructura, además de 16 sitios arqueológicos que fueron incluidos como parte de la investigación arqueológica en la región (Fig.2).

La amplia distribución de excavaciones nos ha permitido tener una visión regional de la distribución del asentamiento, así como la evolución cultural de la zona, desde el periodo Preclásico Temprano hasta el Postclásico. Los resultados son preliminares, sin embargo han permitido apuntar las tendencias de ocupación y de distribución temporal en éste territorio. El material arqueológico proviene de muchos sondeos, pero son tres sitios arqueológicos los que han brindado colecciones cerámicas importantes, para la interpretación de la región, siendo el sitio de Reynosa para el periodo Preclásico, Los Cerritos Norte para el Clásico y La Isla para el periodo Postclásico.

Las ocupaciones más antiguas fueron identificadas en el litoral del Pacífico. Los primeros pobladores aprovecharon los recursos de los manglares y con el tiempo los asentamientos fueron creciendo. Otros sitios se construyeron tierra adentro, algunos de los cuales se establecieron como grandes centros de poder. Desde la época prehispánica la zona experimentó una serie de cambios políticos y sociales que, en su mayoría, aún no han sido explicados.

El Proyecto de Rescate y Registro Arqueológico en el Anillo Pacífico Sur ha sido fundamental para la investigación arqueológica en Escuintla. El proyecto permitió sondear, mapear e investigar otros sitios y sectores importantes, asimismo actualizar la información y confirmar las interpretaciones que se tenía de sitios previamente investigados. Aportando nuevos datos para la compresión del proceso cultural que vivió la región de Escuintla.

El presente análisis cerámico se presenta en dos partes:

  • Las excavaciones en las áreas de construcción de infraestructura eléctrica.
  • Y los resultados en los diferentes sitios que fueron investigados (9 en total).

El método de análisis utilizado para el material cerámico fue el denominado Tipo-Variedad. Este ha sido utilizado en los proyectos arqueológicos realizados en el Departamento de Escuintla. Oswaldo Chinchilla (2009) realizó una modificación que corresponde al final de la fase Pantaleón, que se sitúa a más tardar en 950 DC, y no se extiende hasta 1100/1150 DC, como fue formulada originalmente por Bove y Medrano. No se han identificado materiales diagnósticos del Postclásico Temprano, por lo que el periodo 950 a 1150 DC permanece incógnito en la región (Fig.3).

Resultados del análisis áreas de construcción

Los materiales cerámicos provienen de 24 áreas agrupadas en tres trayectos establecidos. Estas son:

  • Santa Ana-Magdalena (13 excavaciones).
  • Magdalena-La Unión (7 excavaciones).
  • Madre Tierra-La Unión (4 excavaciones).
Trayecto Santa Ana-Magdalena

De este trayecto se excavaron 13 áreas y se agruparon dependiendo de su ocupación, que a nivel regional se observa una ocupación para el periodo Preclásico, no muy significativa para los periodos Preclásico Temprano Tardío (fase Tecojate) y Preclásico Medio (fase Sis) sólo con 11 tiestos. Pero para la última parte del Preclásico Medio Tardío (fase Guatalón) hay un incremento del material, en especial en las áreas 24 y 50 con 64 tiestos. Sin embargo el aumento en el material para el Preclásico Tardío (fase Mascalate) con 119 tiestos, es aún mayor en nueve de las torres excavadas es especial en el área 26. Se mantienen los valores para el Preclásico Terminal (fase Guacalate) 312 fragmentos, la área 26 representa casi todo el porcentaje de la muestra de este periodo.

Para el Clásico Temprano (fase Colojate) hay un aumento en el material y está presente en 10 de las 13 torres con 475 tiestos, la mayor frecuencia en las áreas 33 y 26. Hay escaso material para el Clásico Medio (fase San Jerónimo) sólo con 16 fragmentos y el Clásico Medio/Tardío (fase San Jerónimo-Pantaleón) y hay un incremento drástico en el material sin embargo está representado mayormente por el área 33 y 41, con 818 tiestos.

En general la distribución cronológica a lo largo de la línea es predominante para el periodo Clásico Temprano, aunque fue durante el periodo Clásico Tardío en donde se ve incrementada el tamaño poblacional, ya que fue de este periodo en donde se recuperó mayor cantidad de material cerámico en el área 33 y el sitio arqueológico cercano de La Corona. Así que no se puede generalizar esta ocupación para toda el trayecto a diferencia del Clásico Temprano o del Preclásico Tardío.

Trayecto Magdalena-La Unión

En esta línea fueron excavadas únicamente siete áreas y los resultados del análisis permitieron identificar una larga actividad que inicia con una pequeña ocupación el Preclásico Medio (Fase Guatalón) con tres tiestos en las áreas 6N, 16 y 44B, que va aumentando gradualmente para el Preclásico Tardío (Fase Mascalate) con 17 tiestos en las áreas 4N, 6N, 16 y 44B, aún más para el Preclásico Terminal (Fase Guacalate) 27 tiestos en las áreas 4N, 5N, 6N, 44B y 47. Crece aún más en el Clásico Temprano (Fase Colojate) con 99 tiestos en las áreas 4N, 5N, 30, 44B y 47. Con la máxima ocupación en el Clásico Medio-Tardío (Fase San Jerónimo-Pantaleón) con 439 fragmentos en las áreas 4N, 5N, 6N, 16, 44B y 47, y el declive para el Clásico Tardío (Fase Pantaleón) con 4 tiestos únicamente en las áreas 4N y 47. Mostrando que las únicas torres con actividad ininterrumpida son las áreas 4N y 44B, y otras discontinuas como las áreas 5N, 6N y 16. Por otro lado, la el área 30 solamente presenta ocupación para el Clásico Medio y Tardío.

Trayecto Madre Tierra-La Unión

Las cuatro áreas excavadas presentan rasgos interesantes y un poco distintos a las otras torres. Las áreas 14 y 15 presentan ocupación únicamente para el Clásico Medio y Tardío. El área 18 presenta solamente material del Preclásico Tardío, mientras que el área 19 contiene materiales diágnosticos del Clásico Medio y tipos comunes para las fases San Jerónimo y Pantaleón.

Resultado del análisis de los sitios arqueológicos

Nueve sitios arqueológicos fueron investigados y el resultado del análisis se incluye a continuación.

Sitio arqueológico Belén

Fue identificado durante el recorrido del trayecto La Unión-Madre Tierra. El sitio consta de nueve estructuras visibles y se encuentra entre dos grandes ríos, hacia el este el río Patayá y hacia el oeste el río Cristobal. Las excavaciones del sitio fueron realizadas cercanas a algunos montículos de los Grupo 1 y 2. Como metodología se han realizado cuatro excavaciones en las áreas cercanas a las áreas arqueológicas, mientras que en la periferia han sido excavadas con dos pozos de sondeo (Mejía 2016).

Se analizó un total de 1173 fragmentos. El sitio presenta ocupación casi exclusiva del Periodo Clásico. Inicia durante la Fase Cojate (2.47%) con la presencia de los tipos Achiguate y Guanipa. Los materiales aumentan para el Clásico Medio (4.09%), se identificaron los tipos Caulote y Corteza. Para el Clásico Tardío fases San Jerónimo y Pantaleón (54.22%), doce tipos están presentes, siendo Barranquilla, Esmeralda Flesh, Tiquisate, Recuerdo y Congo los más representativos. Para el Clásico Tardío (0.34%) se identificó únicamente el tipo San Andrés. Durante el Postclásico se observa un descenso drástico de los materiales (0.26%). Santa Rita Micáceos es el único presente. Los materiales no identificados equiparan el 38.62% del total.

Sitio arqueológico Cojolate

El sitio presenta la usual distribución norte sur, marcada por un largo basamento que sostiene a los Montículos 1, 2, 3 y 4 de la Plaza A, esta es la principal del sitio. Hacia el este, a unos 300 m., pasa la línea de transmisión (Torres 49N y 50), por lo que se excavó dicha área (Mejía 2016).

El material analizado del sitio consistió en 526 fragmentos. Del periodo Preclásico están presentes el tipo Cajón Acanalado del Preclásico Temprano Tardío (fase Tecojate) (0.38%). El material de la fase Sis (Preclásico Medio) con el tipo Bálsamo Café (0.19%), con un incremento en la fase Guatalón (3.61%), los tipos presentes son Zinc Naranja y Sacatepéquez Pasta Blanca. Hay un aumento para el material del Preclásico Tardío (Fase Mascalate) (12.54 %), los tipos presentes son Río Santiago, Rojo sobre Naranja, Danta, Prisma, Toledo, Veteado Café-negro, Veteado Naranja-Café y San Carlos.

Hay disminución para el Preclásico Terminal (Fase Guacalate) (3.61%), los tipos presentes son Ácome, Camalote, Escalante, Yucales y Cantil. La cerámica más abundante es la del Clásico Temprano (Fase Colojate) (40.49%), los tipos presentes son Navarro, Achiguate, Colojate y Molina. Los materiales del Clásico Tardío o Postclásico son nulo. El resto del material lo constituyen los tipos No Identificados con el 39.16% de la muestra total.

Sitio arqueológico La Corona

Se compone de nueve montículos observables, ocho de los cuales ubican próximos entre sí, se puede considerar la presencia de dos patios, los cuales forman un solo grupo arqueológico. Un solo montículo se localiza a unos 200 m al este del asentamiento (Mejía 2016).

De este sitio se analizaron 4,316 fragmentos. Teniendo una larga ocupación desde el Preclásico Medio (Fase Sis) (0.06%), con los tipos El Bálsamo Café y El Bálsamo Negro. También del Preclásico Medio Tardío (Fase Guatalón) (0.18%), estando presentes los tipos Achiote Inciso, Cóndor, Cóndor Inciso, Pángola y Zinc Naranja. Gradualmente incrementando para el Preclásico Tardío (Fase Mascalate) (0.67%) se identificaron los tipos Bonanza, Chispas, Danta Negro, Cristalina Naranja, Toledo, Río Santiago, Streaky Negro y Streaky Naranja. Del Preclásico Terminal (Fase Guacalate) (0.74%.) están presentes los tipos Acomé, Amaite, Camalote, Cantil, Escalante y Yucales.

Hay un aumento del material para el periodo Clásico Temprano (Fase Colojate) (5.42%) con los tipos Achiguate, Guanipa, Molina y Nahualate. Para el Clásico Medio (Fase San Jerónimo) (1.71% ) sólo se presentan los tipos Caulote, Corteza y Polanco. Y la ocupación más fuerte que se observa en el sitio es para el Clásico Medio/Tardío (Fase San Jerónimo/Pantaleón) (52.10%) los tipos presentes son Barranquilla, Congo, Cueros, Esmeralda Flesh, Favorita, Fronda, Luciana, Malta, Manzana, Recuerdo, Santa Ana, Tarros y Tiquisate. Después hay una disminución radical del material para finales del Clásico Tardío (Fase Pantaleón) (0.02%), los único tipos presentes son Diamantes y San Andrés. No se observó alguna ocupación posterior a este periodo. Los grupos No Ieterminados forman el 39.38% de la muestra total.

Sitio arqueológico La Flor

El sitio corresponde a un pequeño asentamiento de características residenciales. Se analizó un total de 247 fragmentos. El sitio presenta una larga secuencia de ocupación que inicia durante el Preclásico Temprano, cuyos materiales son significativos (6.03%) y corresponden a la Fase Tecojate. Los tipos identificados fueron Loma Blanca y Matasano Gris. Para finales del Preclásico Medio (Fase Guatalón) se identificaron los tipos Achiote Inciso y Cóndor Inciso (1.21%). Por otro lado, los materiales de la Fase Mascalate (2.02%) se identificaron tres tipos, siendo el más significativo Danta Negro. Para el Preclásico Terminal (1.21%) solamente se identificó el tipo Acomé.

Para el Clásico Temprano se identificaron los tipos Achiguate y Nahualate (2.84%), mientras que para la Fase San Jeronimo (0.81%) se identificó únicamente el tipo Corteza. Los materiales comunes para las fases San Jerónimo y Pantaleón (40.49%) fueron los más abundantes, los tipos más frecuentes son Luciana, Esmeralda Flesh, Santa Ana y Tiquisate. No se identificaron materiales diagnósticos del Clásico Tardío.

Se observó un drástico descenso en la presencia de cerámica para el Postclásico (0.81%). Los tipos identificados fueron Engobe Blanco y Santa Rita Micáceos. Los materiales no identificados constituyen el 44.54% del total.

Sitio arqueológico La Isla

Las exploraciones definieron con claridad un área central de carácter nucleado, a la cual se anexa el área residencial y habitacional, durante nuestra fase de trabajo, se establecieron alrededor de 200 montículos distribuidos en 43 grupos (Mejía 2016).

El material analizado consistió en 3,045 fragmentos. Los tipos corresponde principalmente para el Postclásico pero se identificaron algunos lotes mezclados con materiales del Clásico y los últimos lotes presentan únicamente tipos del Preclásico.

El Preclásico Temprano está presente con los tipos Lagar y Pargo para la Fase Coyolate I (0.06%) y; los tipos Cajón Acanalado, Costeño y Matasano Gris que corresponden para la Fase Tecojate (3.36%), siendo Matasano Gris el más abundante. La frecuencia de materiales del Preclásico Medio es menor, identificándose los tipos Conacaste Ante y Conacaste Negro para la Fase Sis (0.06%) y, los tipos Achiote Liso, Mora Liso y Sacatepéquez Pasta Blanca para la Fase Guatalón (0,39%). El tipo Cristalina Naranja es el único identificado para Preclásico Tardío (0.03%).

No se identificaron tipos diagnósticos para el Clásico Temprano y Medio. Los tipos comunes para las fases San Jerónimo y Pantaleón (1.12%), siendo Congo el tipo más frecuente.

Como se mencionó al inicio, los materiales postclásicos fueron los más abundantes (22.24%). Se identificaron doce tipos, siendo el Engobe Rojo, Engobe Crema y Santa Rita Micáceos los que reportan mayor cantidad de fragmentos. Desafortunadamente la mayor parte de la cerámica de este sitio presentaba alto niveles de erosión, razón por la cual el 72.74% de la muestra se quedó sin identificar y se clasificó de acuerdo al color de la pasta, pero se puede inferir que también corresponden para el Postclásico.

Sitio arqueológico Reynosa

El Sector Norte o Conjunto Las Margaritas es considerado como el epicentro del sitio Reynosa, mientras que el Sector Central (Conjunto Laredo) está formado por un área residencial/habitacional y por último el Sector Sur (Conjunto Reynosa). Las Margaritas fue posiblemente de características administrativas y ceremoniales.

Se analizó un total de 1,629 fragmentos. La ocupación, aunque leve, se remonta hasta el Preclásico Temprano, aumentando sostenidamente hasta el Periodo Clásico. Se identificaron los tipos Pesca y Tecomichis, los cuales corresponden a la Fase Coyolate I (0.31%). Para la Fase Tecojate (1.75%) se identificaron cuatro tipos, siendo Matasano Gris el más representativo. El Preclásico Medio (1.41%), se identificarón siete tipos, Cóndor Inciso el más frecuente. La cantidad de materiales aumenta para la Fase Mascalate (2.15%), siete tipos fueron reconocidos, siendo el más abundante Streaky Café.

Cuatro tipos corresponden para el Preclásico Terminal (1.29%), Acomé es uno de los tipos diagnósticos para este periodo. Los materiales de la Fase Colojate, Clásico Temprano (8.78%), se identificaron siete tipos, siendo Achiguate el más representativo. El Clásico Medio se encuentra presente únicamente con el tipo Corteza. Los tipos comunes para las fases San Jerónimo y Pantaleón son los más abundantes (47.28%) con 13 de ellos, siendo los de mayor frecuencia Luciana, Barranquilla y Santa Ana. No se identificaron tipos diagnósticos del Clásico Tardío o el Postclásico. El 37.08% corresponden a la cerámica que no se pudo establecer la tipología.

El Sector Sur (Reynosa) se consideró como un posible área de excavación debido a presentar una amplia plataforma basal con algunos montículos en la parte superior, lo que nos indicaba un patrón de asentamiento temprano. Las excavaciones en el sitio fueron realizadas en ésta área. Los dos grupos (1 y 2) se encuentran sobre la misma plataforma de nivelación, por lo que constituyen una unidad bien delimitada. Al parecer éste es el conjunto principal del Sector Sur (o Reynosa), tanto el patrón de asentamiento, como el análisis cerámico indica que es el conjunto más antiguo del sitio, posiblemente se relacione al área ceremonial más antigua identificada hasta ahora, los análisis de C14 indican actividad funeraria desde el año 1200 AC (Mejía 2016).

Se analizó un total de 6,243 fragmentos. La cantidad de materiales es significativa y demuestra una extensa ocupación que se restringe exclusivamente para el Preclásico. La cerámica más temprana pertenece a la Fase Coyolate I (1450-1250 AC) y corresponde a siete tipos, Lagar, Pargo y Cocodrilo son los que presentan mayor frecuencia. Pesca, Tecomichis y Tecomichis Café son los tipos que forman parte la Fase Coyolate II (0.61%). Durante la parte final del Preclásico Temprano (Fase Tecojate) los materiales aumentan drásticamente (16.11%), se identificaron siete tipos, siendo Matasano Gris el más frecuente, seguido de Costeño y Cuchillo. En general, la cerámica durante el Preclásico Medio (800-400 AC) es igual de abundante. Para la Fase Sis (8.22%) se cuenta con cuatro tipos, siendo El Bálsamo Café y El Bálsamo Negro los más significativos. Mientras que para la Fase Guatalón se identificaron catorce tipos; Achiote Liso, Pangola, Mora Liso y Cóndor inciso son los de mayor frecuencia.

La Fase Mascalate (Preclásico Tardío) (9.59%) es la que mayor diversidad de tipos presenta. El tipo Streaky Negro es el más frecuente, seguido de Streaky Café, Streaky Café-Naranja, Rojo sobre Ante y Monte Alto Café respectivamente. Finalmente, durante el Preclásico Terminal, se observa un descenso abrupto de la cerámica y con ello, el fin de la ocupación del sitio. Se identificaron cuatro tipos, siendo Acomé el más representativo. Buena parte de los materiales fue difícil establecer su tipología, por lo que fueron agrupados dependiendo del color de la pasta, estos engloban el 56.22% del total.

Sitio arqueológico Los Cerritos Norte

Reportado originalmente por Edwin Shook bajo el nombre de Tulito, Los Cerritos Norte está situado aproximadamente 25 km al este de Cotzumalguapa. Los Cerritos Norte fue documentada con detalle por medio de un mapa topográfico realizado en 1995. El conjunto cubre un área aproximada de 13 hectáreas (Chinchilla 2006).

El material analizado consistió en 16,813 fragmentos. Este sitio es el que más volumen de materiales presenta, además de tener una larga secuencia de ocupación que inicia durante el Preclásico Temprano hasta el Postclásico.

La cerámica Preclásica sin embargo es poco significativa (1.23%). Para la Fase Tecojate (Preclásico Temprano) se identificaron tres tipos, siendo el más significativo, Matasano Gris. El Preclásico Medio incluye los tipos Conacaste Ante, Conacaste Negro y El Bálsamo Café para la Fase Sis y; nueve tipos para la Fase Guatalón, Cóndor, Zinc Naranja y Pangola son los que mayor frecuencia presentan. Para el Preclásico Tardío se identificaron 10 tipos, siendo Río Santiago el más significativo. Finalmente, para la Fase Guacalate (Preclásico Terminal) corresponden seis tipos, Acomé es el que presenta mayor frecuencia.

Los materiales del Clásico Temprano aumentan considerablemente (14.11%). Se reconocieron siete tipos, de los cuales es Achiguate el que tiene mayor cantidad (2341 fragmentos). Para el Clásico Medio (0.57%) esta presentes cinco tipos, siendo Caulote el más representativo. La cerámica común para las fases San Jerónimo y Pantaleón es la más abundante (40.12%). Diecisiete tipos fueron identificados pero cuatro de ellos son los de mayor frecuencia: Santa Ana, Barranquilla, Tiquisate y Luciana respectivamente.

Los materiales diagnósticos del Clásico Tardío (1.18%) están representados por cinco tipos, siendo San Juan Plomizo el más significativo. Cinco tipos corresponden para el Postclásico, periodo donde se observa marcado descenso de la cerámica (0,11%). Los tipos No Identificados representan el 42.68% del total.

Sitio arqueológico San Bonifacio

El sitio corresponde a un pequeño asentamiento residencial. Se analizaron 333 fragmentos cerámicos. Del periodo Preclásico están presentes desde el Preclásico Temprano Tardío fase Tecojate (0.30%) el tipo Costeño y del Preclásico Tardío (Fase Mascalate) (0.60%), el único tipo presente es Costal. El Clásico Temprano (Fase Colojate) (1.80%) estando presentes únicamente los tipos Achiguate y Nahualate. También del Clásico Medio (Fase San Jerónimo) (1.50%) está presente el tipo Corteza.

Luego hay un drástico crecimiento en la material del Clásico Medio Tardío fases San Jerónimo/Pantaleón (12.61%), estando presentes los tipos Barranquilla, Esmeralda Flesh, Firpo, Recuerdo, Santa Ana y Tiquisate. Al contrario del Clásico Tardío (Fase Pataleón) la muestra es casi nula (0.30%) y un solo tipo presente San Andrés, igualmente para el Postclásico (Fase Ixtacapa) (0.30%) de la muestra, solo el tipo Comal Plano sin Baño Micáceo. Desafortunadamente la mayoría del material se encontraba bastante erosionado así que los grupos no determinados constituyeron el 82.58% de la muestra total.

Conclusiones

Al haber hecho una amplia investigación nos da un nuevo panorama regional del centro de Escuintla, ejemplo de ello es el sitio de Reynosa que comienza su actividad desde Preclásico Temprano (Fase Coyolate I 1450-1250 DC) (Fig.4) que es poco común encontrar lugres con esta ocupación lejos de la línea costera. Pero es durante finales del Preclásico Temprano (Fase Tecojate) (Fig.5) cuando se observa el mayor volumen de materiales y posiblemente el auge del sitio. Siendo parte del complejo sur del sitio tuvo un papel importante en los primeros pobladores del lugar ya que no sólo se encuentra cerámica con una muy buena manufactura y con tipos distintivos de la época como tecomates de borde rojo que están “presentes a lo largo de toda la planicie costera del sureste de Mesoamérica contemporáneo a los complejos Cherla y Cuadros de Mazatán, Navarijo de Salinas la Blanca, El Mesak y Salinas Sinaloa en Suchitepéquez” (Arroyo et al. 1998) si no también con una importante actividad funeraria con la misma antigüedad (Mejía en este volumen). En el Preclásico Medio y Tardío la presencia de cerámica sigue siendo significativa y constante hasta llegar al Preclásico Terminal (Fase Guacalate) cuando desciende drásticamente y Reynosa es abandonado.

Sin embargo las actividades del sitio no cesan, ya que en complejo norte o Las Margaritas la actividad continua a periodos más tardíos. También presenta una pequeña muestra del Preclásico Temprano, con un aumento gradual para los periodos Preclásico Medio y Tardío, y el gran incremento para el Clásico Temprano (Fase Colojate) y aún más para el Clásico Tardío (Fase San Jerónimo-Pantaleón). El análisis espacial del sitio ha mostrado que tanto la zona sur como el extremo norte del asentamiento, tuvo un auge constructivo durante el periodo Preclásico y solo el área intermedia del sitio (sector Laredo), mostro un incremento en la ocupación del Clásico Tardío.

Continuando con la ocupación Preclásica en la región (Fig.6), cinco de los nueve sitios analizados Colojate, La Flor, La Isla, Cerritos Norte y San Bonifacio, con excepción de Reynosa y Las Margaritas que ya fueron discutidos, presentan ocupación leve desde el Preclásico Temprano y el Preclásico Medio, la mayoría con un aumento gradual en el Preclásico Tardío (Fig.7) con excepción de La Isla que cesa su actividad y vuelve a tener una pequeña ocupación para el Clásico Tardío y aumenta drásticamente para el Postclásico (Fase Ixtacapa 1100/1150-1500/1524 DC), con un patrón urbano distintivo de la época. Fue de enorme sorpresa haber identificado materiales arqueológicos correspondientes al periodo Preclásico, debido a que se ha considerado que los sitios Postclásicos fueron ocupados directamente durante ese periodo. A pesar de observar materiales tempranos, consideramos que su cercanía a las amplias vegas del río Achiguate, propició la ocupación prehispánica para periodos tan tempranos, y no fue hasta el Postclásico en que se vio establecida una población formal y extensa.

El sitio de Cerritos Norte ha sido muy poco trabajado, sólo por unos pozos de sondeo hechos por Chinchilla (2006). Sin embargo aunque las excavaciones del proyecto no fueron realizadas en el centro del sitio, se tuvo la oportunidad de trabajar con un posible basurero ya que sólo el material de esta excavación representa casi la mitad de la muestra total con 16,813 fragmentos. La ocupación durante el Preclásico es poco significativa en general y es durante el Clásico Temprano en donde aumenta considerablemente, siendo el Clásico Medio y Tardío (Fig.8) cuando se dio la mayor ocupación en el sitio, reflejado en el volumen de cerámica presente. Durante el Postclásico se observa un descenso abrupto que refleja el abandono en el sector.

El sitio Belén, muestra una ocupación que se restringe casi exclusivamente al Periodo Clásico, empieza durante el Clásico Temprano (Fig.9) y se incrementa drásticamente durante el Clásico Medio y Tardío, que se consideraría como el apogeo del sitio, el cual es abandonado durante el Postclásico ya que la presencia de materiales de ese periodo es mínima.

En cuanto al sitio La Flor llama la atención por presentar una significativa presencia de materiales para finales del Preclásico Temprano (Fase Tecojate), la ocupación continua durante el resto del Preclásico de manera sostenida hasta que aumenta drásticamente para el Clásico Medio y Tardío, que se considera el momento de mayor ocupación en el sitio. La presencia de cerámica del Postclásico es casi nula. Es interesante ver como existe una clara ocupación de etapas muy tempranas, lo cual nos da una pauta para considerarlo como una pequeña aldea asociada al sitio de Reynosa, situado a escasos kilómetros al oeste.

En cuanto a los sitios Cojolate y La Corona se encuentran dentro del trayecto Santa Ana-Magdalena, ambos presentan una pequeña ocupación del Preclásico Temprano Tardío (fase Tecojate) y Preclásico Medio (fase Sis) y (fase Guatalón) hay un incremento para el Preclásico Tardío (fase Mascalate) en especial en el sitio Colojate, de igual manera para el Preclásico Terminal (fase Guacalate). Hay un aumento en el Clásico Temprano (fase Colojate) con mayor número en La Corona, sin embargo es a finales de este periodo donde ocurre el abandono del sitio Cojolate, ya que no hay más evidencia cerámica de periodos posteriores. A deferencia de La Corona que es para el Clásico Medio (fase San Jerónimo) donde hay un incremento en el material, y es aún mayor para el Clásico Medio Tardío (fase San Jerónimo-Pantaleón) (Fig.9) siendo en este periodo el auge de ocupación del sitio, luego es drástica la disminución de la cerámica para el Clásico Tardío (fase Pantaleón) e inexistente la ocupación posterior.

San Bonifacio presenta una muy pequeña ocupación en el Preclásico Temprano Tardío (fase Tecojate) y Preclásico Tardío (fase Mascalate), luego comienza un aumento en el material para el Clásico Temprano (fase Colojate), pero la ocupación más fuerte es para el Clásico Medio/Tardío (fase San Jerónimo-Pantaleón), continuando pero en menor cantidad para el Clásico Tardío (fase Pantaleón) y sólo estuvo presente un tiesto del Postclásico (Fase Ixtacapa), no obstante no se puede establecer una gran ocupación del sitio para este periodo, pero puede que el abandono del sitio sí fuera para la época Postclásica.

Así que en base a estos resultados, la ocupación en la Costa Pacífica continua sorprendiendo y proyectando nuevos datos, como se mencionado anteriormente fue de gran asombro haber encontrado un sitio con una ocupación tan temprana como la de Reynosa e incluso en los demás sitios como en la La Isla a pesar de tener un patrón de acomodación Postclásico tuvo una pequeña actividad en épocas tempranas. Sin embargo la mayor ocupación del área en general comienza en el periodo Clásico Temprano, que podría estar ligado a los centros mayores como Balberta cabecera regional en el periodo Preclásico Tardío, de sitios como Vista Hermosa, El Bálsamo, Monte Alto y Los Cerritos Norte. Muchos de estos sitios tuvieron ocupación de la fase Colojate, pero no se convirtieron en capitales regionales comparables con Balberta (Chinchilla et al. 2009; Medrano 1993).

Otro de los factores del crecimiento para el Clásico Tardío fue el auge que tiene Cotzmalguapa que concuerda con la caída de Montana en el Clásico Medio (Fase San Jerónimo). La distribución de la cerámica de la Fase San Jerónimo-Pantaleón (Fig.10) está presente en gran cantidad en la mayoría de sitos con excepción de Colojate y Reynosa (parte sur) y con mucho más volumen en Cerritos Norte. “La subsiguiente fase Pantaleón (650­1100 dC) es cuando Cotzumal­ guapa se expandió hasta convertirse en el principal centro de poder político e innovación cultural en la costa pacífica. Durante este periodo, Cotzumalguapa se convirtió en un extenso centro urbano, dominado por los sitios Bilbao, El Baúl y El Castillo” (Chinchilla et al. 2009). Y finalmente la ocupación Posclásica que se encontró no solamente en La Isla, sí no que también en menor escala en los sitos de Belén, La Flor, San Bonifacio y Los Cerritos Norte, sin embargo este periodo en la Costa Sur aún se encuentra en discusión e investigación.

Referencias

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2001   Calzadas, Acrópolis y Plazas: forma y función de los espacios públicos en Cotzumalguapa y Los Cerritos Norte, Escuintla. En Representaciones y espacios públicos en el área maya, un estudio interdisciplinario (editado por R. Liendo y F. Zalaquett), pp.37-76. Universidad Autónoma de México. México.

Chinchilla Mazariegos, Oswaldo; Frederick J. Bove y José Vicente Genovez

2009   La Cronología del Periodo Clásico en la Costa Sur de Guatemala y el Fechamiento del Estilo Escultórico de Cotzumalguapa. En Cronología y Periodización de Mesoamérica y el Norte de México. Quinto Coloquio Pedro Bosch Gimpera (editado por A. Daneels), pp.435-471. Universidad Nacional Autónoma de México.

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2016   Entre el sol y la caña: exploraciones en los sitios arqueológicos Del Anillo Pacífico Sur. En Proyecto de Registro y Rescate Arqueológico del Plan de Expansión del Sistema de Transporte de Energía Eléctrica Pet-01-2009, Fase II (editado por H. Mejía.). Informe entregado a la Dirección General del Patrimonio.

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1993   Distribución del Grupo Nahualate en la región de Balberta. En III Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1989 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y S. Villagrán), pp.264-267. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

Fig. 1: Mapa con la localización de algunos sitios de la Costa Sur (Tomado de Chinchilla et. al. 2009).

Fig. 2: Mapa de los transectos hechos por el Proyecto (H. Mejía 2016).

Fig. 3: Esquema cronológico utilizado.

Fig. 4: Tipos de la Fase Coyolate I. a. Lagar, b. Lagar conchas, c. Pargo, d. Guapote, e. Cocodrilo (Fotografía A. Rivas).

Fig. 5: Algunos tipos de la fase Tecojate. a. Loma Blanca, b. Cajón Acanalado, c. Matazano Negro, d. Juilin Blanco, e. Costeño, f. Matazano Gris, g. Cuchillo (Fotografía A. Rivas).

Fig. 6: Mapa mostrando las áreas con ocupación Preclásico Temprano Tardío (Fase Tecojate). (Mapa H. Mejía modificado por G. Cruz).

 

Fig. 7: Mapa mostrando las áreas con ocupación Preclásico Tardío (Fase Mascalate). (Mapa H. Mejía modificado por G. Cruz).

Fig. 8: Tipos de la fase Colojate a. Achiguate, b. Molina, c. Nahualate. Tipos de la fase San Jerónimo d. Polanco, l. Corteza. Tipos de la fase San Jerónimo-Pantaleón e. Barranquilla, f. Congo, g. Esmeralda Flesh, h. Luciana, i. Manzana, j. Santa Ana, k. Tiquisate (Fotografía A. Rivas).

Fig. 9: Mapa mostrando las áreas con ocupación Clásico Temprano (Fase Colojate). (Mapa H. Mejía modificado por G. Cruz).

Fig. 10: Mapa mostrando las áreas con ocupación Clásico Tardío (Fase San Jerónimo-Pantaleón). (Mapa H. Mejía modificado por G. Cruz).