044. Tratando de comprender el Preclásico de Uaxactun: excavaciones de SAHI y Universidad de Comenio de Bratislava desde el año 2009 

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Tratando de comprender el Preclásico de Uaxactun: excavaciones de SAHI y Universidad de Comenio de Bratislava desde el año 2009 

Cuando el Proyecto Arqueológico Uaxactun, entró en 2009, todo lo que se conocía sobre el periodo Preclásico Tardío de este sitio, provenía de la poca ocupación en el Grupo A y B, lo cual había sido identificado por la Institución Carnegie y los hallazgos famosos en el Grupo E realizados por la misma institucion (Ricketson y Ricketson 1937). Todo eso fue complementado por trabajos del Dr. Juan Antonio Valdés, especialmente en el Grupo H Sur, que se convirtió en una parte emblemática de Uaxactun (Valdés 1986). Esta base fue todavía complementada por excavaciones de Renaldo Acevedo en el Grupo D y por otras excavaciones de Juan Pedro Laporte (Laporte 1989) y otros miembros del Proyecto Nacional Tikal.

Un espacio que se encontró para el nuevo Proyecto Arqueológico fue en los Grupos H Norte y F Norte anteriormente no excavados. El objetivo principal fue concluir y finalizar toda la investigación de Uaxactun complementado las investigaciones en estos lugares (Kovác y Arredondo 2009:9). Desde el inicio fue sorprendente la gran importancia de ambos grupos elegidos, reconocidos por la arquitectura impresionante, sus dimensiones y el espacio que ocupaba. Con el mapeo tridimensional, georadares y otras tecnologías, paso por paso se entendió que los Grupos H Sur, H Norte, F Norte, E y D formaban una unica parte compacta del sitio, construída y ocupada mayormente en el Preclásico Tardío. Toda esta zona fue nombrada como Ciudad Antigua, porque se identificó muy bien, así se abrió la posibilidad de entender el Preclásico de Uaxactun mucho mejor que antes, en todo su contexto y complejidad. En esta breve contribución se trata, según los datos que se tienen disponibles por el momento, hacer un pequeño borrador de interpretaciones posibles.

Época predinástica

Inicia alrededor de 700-600 AC según los hallazgos en las cuevas cercanas, especialmente en El Respiradero, ubicada en el Grupo A (Tec Pool y Kovác 2011:798-800). Los hallazgos confirman que en esta época los muertos mayormente eran incinerados y depositados en esta cueva sagrada.

Probablemente de la temporalidad son el arte rupestre y petrograbados de un grupo satélite de Uaxactun, a una distancia solamente de 4-5 km, llamado Bolontun/Dos Torres (Krempel et al. 2014). Las imágenes geométricas encontradas representan probablemente una versión muy temprana del dios Kinich Ajaw, también el cielo en forma de serpiente y unos círculos posiblemente asociados con cuerpos celestiales. Los edificios asociados son representados más por plataformas de tierra. Luego en Uaxactun, durante inicios de la fase Mamon, se construyeron los primeros edificios firmes, mayormente simples en el Grupo E y H Sur (Valdés, Fahsen y Escobedo 1999:15-23).

Durante finales de Mamon, alrededor de 400 AC, se construyó un edifico grande, probablemente un centro de poder temprano llamado actualmente El Tiburón. Allí se identificó un centro de poder principal que duró hasta Clásico Temprano (Kovác et al. 2015:173). Su primera construcción de fines de Mamon alcanzó aproximadamente hasta 12 m de altura, pero las investigaciones todavía siguen. No se conoce el sistema político de esta época, si era dinástico según las fuentes que se tienen, se puede suponer que la dinastía temprana se perdió o sustituyó por la nueva de la cual se desarolló el derecho de poder de todos los reyes clásicos.

Dinastías Tempranas

La época dinástica en Uaxactun empieza probablemente alrededor del 225 AC. Esta fecha se logró encontrar gracias a las investigaciones de Dmitri Beliaev y Alexander Safronov, quienes identificaron en la Estela 3 una frase importante en la inscripción que habla del 33 sucesor del fundador de la dinastía uaxacteña. La Estela 3 data del 507 DC y si se coincide con la definición de tiempo promedio de duración de poder de un rey maya, de 25 años, y se descuenta del año 507 la cantidad de 32 reyes y unos años adicionales del ultimo, se ubica la fecha de la fundación aproximadamente para 300 AC. Asimismo se conoce también el nombre o título del fundador, por lo menos la primera parte la cual sería Wak Kab Ajaw(?), literarmente “Señor de la Sexta Tierra“ (Dmitri Beliaev, comunicación personal).

Se piensa que el inicio de la dinastía podría relacionarse con una gran remodelación de El Tiburón, que alcanzó ya en esta época los 33 m de altura. Otra posibilidad sería que el poder dinástico se desarolló en el Grupo H Sur, donde también se pueden fechar los edificios principales del Grupo Triádico entre 250-50 AC. En este caso la remodelación grande de El Tiburón ocurrió durante esta época, tal vez por unos razones de cambios políticos internos. La belleza, estilo y numero de remodelaciones del Grupo H Sur, indica que Uaxactun en este periodo representó un centro importante político del Petén y si se toma en cuenta El Tiburón, que en esta época creció en su base a un edificio de 150 x 115 metros, se debe contar con una poder regional que predominó Tikal y otros sitios contemporáneos.

Obras grandes de sucesores del Señor de la Sexta Tierra impresionan mucho, pero los gobernantes lamentablemente se quedaron anónimos. Aunque parece que la construcción más impresionante del Grupo H Sur la mandó a construir el rey con el apodo “Rey Humeante“, por el humo que se representa en abundancia en ambos lados de su relieve (Valdés 1999:82). Otra de las fases más importantes del Grupo H Sur fue gobernada por Yax Ehb Xook, si se toma en cuenta que así se presenta iconográficamente por un mascarón (Stone y Zender 2011:123) que nos lleva a cuestión de relaciones tempranas entre Tikal y Uaxactun (Gómez y Kovác 2016).

Yax Ehb Xook de Uaxactun si existió, seguro es más antiguo que el fundador de la dinastía Tikaleña (alrededor del año 90 DC), pero podría ser que alrededor de 100 AC pasó algo que unió a ambos sitios. No se puede creer que los nombres iguales y tan importantes aparecieron en ambos sitios por coincidencia. Tal vez el nombre famoso de la dinastía de Uaxactun jugó un papel hereditario en el inicio de poder dinástico en Tikal. Por lo menos podríamos presuponer unos vínculos familiares que además por la cercanía serían muy probables.

El primer edificio grande e importante en Tikal, la Estructura 5C-54-3 fue copiada de Uaxactun exactamente alrededor de 100-70 AC, entonces podríamos contar tal vez con un episodio de unión dinástica entre ambos sitios.

Nueva dinastía

La situación cambió dramáticamente alrededor de 10 AC, muy probablemente llegó una nueva dinastía, que tal vez se unió con la antigua, por medio de un matrimonio con una princesa local, porque todos los descendientes siempre se vincularon con el fundador: Señor de la Sexta Tierra. Se puede especular que las relaciones con Tikal ahora eran malas, por lo menos no se identificaron más influencias directas, al contrario, vino un nuevo estilo y programa de los frisos gigantescos, igual que un auge de la arquitectura monumental. La nueva dinastía muy probablemente re-estableció a Uaxactun como un centro político regional. El Grupo H Sur fue abandonado o transformado a algo de menos importancia, la entrada principal a Tiburón fue tapada y esta sede antigua se remodeló completamente y finalmente se construyó el Grupo H Norte como una sede nueva de la dinastía que llegó.

Afortunadamente, las excavaciones de la temporada 2015 revelaron un santuario dinástico que representó la Estructura H-XVI, establecida por el mismo fundador de la dinastía (Kovác; Jobbová y Krempel 2016). El santuario tenía una cueva artificial en la fachada y su subestructura contenía otra cueva artificial en su centro. Abajo de la cueva de la subestructura se encontró una ofrenda de alta importancia. La ofrenda estaba representado por dos vasijas colocadas labio a labio con otra vasija en su centro. Dentro se localizaron parafernalias de poder del fundador, especialmente un hacha y un cetro con inscripción de 20 glifos que describen su acceso al trono. El cetro en forma de un perforador representa la figura del mismo rey –el fundador cuyo nombre está en la inscripción todavía sin descifrar. Por el momento con su apodo “ Cabeza Sangrante“ (Kovác; Jobbová y Krempel 2016). Existe también una posibilidad que los glifos relacionados a este nombre, representan al dios de la vegetación (de la calabaza o de maíz), para quién se depositó la ofrenda o a quién se transfiguraba el rey (Guido Krempel, comunicación personal). De todos modos la inscripción describe el ritual de acceso al poder del nuevo gobernante sagrado. Es cierto que este fundador de la nueva dinastía devolvió a Uaxactun el prestigio y poder, aunque varias señales iconográficas extrañas, indican que se podría tratar de una dinastía extranjera con los orígenes de la Costa Pacífica o regiones sur-este o sur-oeste del Petén. Los análisis de Carbono 14 de la ofrenda corresponden con los carbones de la construcción del Grupo H Norte e indican que alrededor del año 10 AC el mismo señor Cabeza Sangrante empezó con un programa extraordinario de las construcciones de arquitectura y obras de arte.

Auge principal

Se tienen evidencias que la nueva dinastía tuvo un auge de unos 150 años, siempre con una sede en el Grupo H Norte. Su interés en la astronomía resultó en la construcción del Grupo Triádico y pirámide radial H-XV, orientados a la constelación Orion (Kovác y Karlovský 2015), donde los Mayas vieron el origen del universo. Por el momento la cuestión sin responder se queda en la construcción del Grupo E, que probablemente por el estilo y fechamiento también se debe incorporar a la cuenta de los miembros de la dinastía nueva. La forma de la pirámide radial E7 Sub parece a una simplificación del Edificio H-XV, también con la orientación astronómica, esta vez probablemente relacionada con el Sol y Venus. Las excavaciones actuales en el Grupo E confirmaron una única gran fase constructiva a finales del Preclásico Tardío, relacionada con la E7 Sub. La abundancia de muestran de carbón de estas construcciones ya se encuentra en proceso de análisis de C 14 y promete en el futuro cercano ubicar bien el Grupo E en la cronología Preclásica.

Las obras de la dinastía de Cabeza Sangrante contienen también la primera estela de Uaxactun, la Estela 28 que con cierta probabilidad se puede fechar para la celebración del octavo Baktun en el año 39 DC (Alexander Safronov, comunicación personal), posiblemente erigida por el hijo o nieto de Cabeza Sangrante. El programa de frisos y estucos en el Grupo H Norte tiene los mascarones más grandes del mundo maya, cada uno cubre más de 100 m2 (Kovác, Desprat y Pallán 2015). La iconografía indica que los restos todavía muy impresionantes que se encontraron en la fachada inferior del Grupo Triádico H Norte, probablemente representan solamente el mascarón que salió de la boca de otro mascarón aún más grande que lamentablemente no se conservó (Oswaldo Chinchilla, comunicación personal). De todos modos se trató de un apogeo enorme de Uaxactun, magnífico, pero de su género, el ultimo en su historia.

Tiempos problemáticos

El cambio dramático apareció unos años después del sexto Katun del octavo Baktun (después del año 160 DC) y se vinculó con circunstancias de la caída de El Mirador y otros sitios aliados. Según las evidencias que se han encontrado, la sede de los reyes en el Grupo H Norte fue destruida y quemada. Probablemente el séptimo sucesor de Cabeza Sangrante llegó a sentir la caída del poder establecido por sus ancestros. En Grupo H Sur y Grupo E fueron encontrados restos humanos de esta fecha (Kovác 2013b). Las sombras de techos quemados aparecieron en los pisos del Grupo H Norte, cerca de la Estela 28 intencionalmente destruida.

El periodo del hiato tardó más que unas décadas, probablemente alrededor de 100 años. Luego la gente regresó del exilio y la dinastía se restableció. Se tienen evidencias del santuario dinástico de Cabeza Sangrante donde en el periodo Tzakol 1, nuevamente depositaron ofrendas muy frecuentes y en el Grupo E se localiza el único entierro real (Estructura E-X) de esta época problemática. Se trató de una mujer con el apodo “Reyna Espinoza“ (Kovác 2013a) que re-estableció el culto dinástico, porque con cierta probabilidad ella misma representó el único vínculo con la dinastía perdida de Cabeza Sangrante. No obstante, sus construcciones son de baja calidad y muestran la pobreza contemporánea de Uaxactun. Así enseñan claramente los problemas que ocurrieron en Uaxactun durante el periodo Tzakol 1 anotado por un esfuerzo enorme de encontrar unos vínculos entre la grandeza perdida y la realidad triste.

Parece que los hijos de la Reyna Espinoza finalmente re-establecieron el poder de la dinastía y todavía siguieron con el culto ancestral de Cabeza Sangrante en su santuario H-XVI. Establecieron una nueva sede en el Grupo B y Grupo A, las sedes antiguos se convirtieron con muchos esfuerzos en parques conmemorativos para manifestar la continuidad de la dinastía antigua.

Fin de la última dinastía preclásica

La actividad del santuario dinástico H-XVI en el Grupo H Norte indica muy bien las relaciones de los gobernantes descendientes del fundador y sus vínculos políticos y dinásticos. Es fascinante que se puede identificar que todo el culto dramáticamente termina en el fin de Tzakol 1, tal vez con una pequeña intervención en Tzakol 2. Tal vez algo dramático ocurrió en el fin de Tzakol 1, alrededor del año 300 DC donde pertenece probablemente un entierro de toda la familia real en el Grupo B (Estructura B VIII) (Laporte 1989:630). Pero más probable el culto ancestral termina con la llegada de Teotihuacanos y sus aliados en 378 DC. Se supone que este fue el último año de la dinastía re-establecida de Cabeza Sangrante y se formó la dinastía nueva, colaborada con los invasores, en las circunstancias parecidas a su vecino Tikal (Kovác y Barrois 2012). Tal vez un vínculo lateral involuntario representado por una mujer de la familia real anterior, permitió que los descendientes de los invasores se consideraron como los descendientes del fundador de la dinastía de Señor de la Sexta Tierra. Sin embargo intencionalmente pararon el culto dinástico de Cabeza Sangrante y todo lo que representó se abandonó. Su sede en el Grupo H Norte nunca se pobló de nuevo, ni se construyeron elementos conmemorativos. Nunca más se mencionó el fundador del Grupo H Norte y las inscripciones de las estelas conmemoraron solo la llegada de los Teotihuacanos como un punto histórico fundamental para justificar el derecho del poder de la dinastía nueva. Con el Nuevo Orden originario de México se terminó ultima dinastía preclásica de Uaxactun y se abrieron perspectivas políticas diferentes. Pero Uaxactun siempre se consideró como un sitio muy importante y el periodo Clásico Temprano todavía representa un auge y desarollo considerable de este sitio.

Referencias

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