001 Arqueología y la comunidad: construyendo puentes para el conocimiento del pasado en Kaminaljuyu, Guatemala. Adriana María Linares-Palma – Simposio 27, 2013

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001 Arqueología y la comunidad: construyendo puentes para el conocimiento del pasado en Kaminaljuyu, Guatemala.

Adriana María Linares-Palma

 

XXVII Simposio de Investigaciones
Aqueológicas en Guatemala
Museo Nacional de Arqueología y Etnología
22 al 26 de julio de 2013
Editores
Bárbara Arroyo
Luis Méndez Salinas
Andrea Rojas

Referencia:

Linares-Palma, Adriana María
2014 Arqueología y la comunidad: construyendo puentes para el conocimiento del pasado en Kaminaljuyu, Guatemala. En XXVII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2013 (editado por B. Arroyo, L. Méndez Salinas y A. Rojas), pp. 33-44. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

 

Arqueología y la comunidad: construyendo puentes para el conocimiento del pasado
en Kaminaljuyu, Guatemala
Adriana María Linares-Palma
Palabras clave
Ciudad de Guatemala, Kaminaljuyu, arqueología y la comunidad,
Preclásico Tardío, educación, conservación.

Abstract
This project combines archaeological excavations on Kaminaljuyu’s mound E-III-5 with educational outreach workshops, integrating the school students aiming the socialization of the archaeological knowledge that was being produced during the educational program.

 

 

Los restos de la gran ciudad de Kaminaljuyu, el primer asentamiento Maya en el valle de Guatemala, se encuentran en medio de la urbanización moderna de las zonas 7 y 11 de la ciudad, los cuales están rodeados por centros comerciales, casas, calles, parques y escuelas. Los montículos de Kaminaljuyu que se encuentran fuera del parque arqueológico se han convertido en parques públicos para la recreación, en el mejor de los casos, y en montículos aislados que se han cercado para evitar el paso a los ciudadanos, dado el alto porcentaje de crimen que existe en el sector. Estos montículos no necesariamente representan al sitio arqueológico Kaminaljuyu, ni eficazmente educa a los vecinos sobre la historia antigua de los Mayas del altiplano. La problemática se hace mas compleja al conocer que muchas de las personas que viven en el sector tienen una vaga idea sobre la existencia de esta antigua ciudad y que la gran mayoría consideran a estos montículos como colinas naturales o espacios potenciales para la construcción de casas o negocios.

Más del 80% de las ruinas de Kaminaljuyu fueron destruidas durante los Siglos XIX y XX, esto significa que gran parte de la historia de este sitio se perdió durante la construcción de centros comerciales, calles y barrios; resaltando la deficiencia de políticas modernas guatemaltecas para salvaguardar el patrimonio cultural.

Una de las trágicas consecuencias en el fallo de éstas políticas es que la identidad de los vecinos en relación a su pasado esta ausente o en peligro de desaparecer, invalidando la conexión con el pasado para su apropiación y conservación. El riesgo de que los montículos sean destruidos es latente y esperar a que los vecinos los protejan es casi utópico porque éstos no tienen conocimiento que la urbanización de las zonas 7 y 11 fue construida sobre la antigua ciudad de Kaminaljuyu. Sin embargo, aún es posible hacer conciencia entre los habitantes y emprender un programa de sensibilización y conciencia para investigar los montículos que guardan valiosas información del pasado y para conservarla para el presente y las futuras generaciones.
Las investigaciones arqueológicas que recientemente se han realizado en el Parque Arqueológico Kaminaljuyu (desde 2011 hasta la actualidad) y en algunos montículos aislados, especialmente en la Colonia Villas de San Juan, zona 7 (Linares y Máh 2011), junto a la celebración del cambio de Baktun el pasado 21 de diciembre de 2013, han causado diferentes reacciones por parte de los vecinos de la zona 7 de la ciudad de Guatemala. La mayoría de las reacciones hacia la investigación arqueológica han sido de curiosidad e interés, aunque la mayoría de los montículos arqueológicos sean considerados como espacios para la recreación y no como lugares de importancia histórica y aprendizaje. Sin embargo, también hay reacciones que tienden a ser negativas debido a la escasa seriedad que le dan a la labor arqueológica, muchos parecen ver a la arqueología como una practica inútil que solo daña los espacios públicos al extraer la tierra durante las excavaciones.

El Montículo E-III-5, una de las estructuras en Kaminaljuyu que nunca había sido investigada y que se encuentra dentro de las instalaciones de una escuela pública, es el caso ideal para ilustrar cómo un proyecto de investigación arqueológica puede ser combinado con un programa de educación para vincular directamente a la población en la difusión del conocimiento arqueológico y en su conservación.

En este artículo se describirán los resultados preliminares del proyecto “Arqueología y la comunidad: construyendo puentes para el conocimiento del pasado de Kaminaljuyu, Ciudad de Guatemala”, que se desarrolló durante los meses de junio y julio de 2013 y que es parte del trabajo de campo para la tesis de maestría en Estudios Latinoamericanos de la autora. Dicho proyecto combinó excavaciones arqueológicas en el Montículo E-III-5 y un programa educativo en la Escuela oficial pública No. 70 “Delia Luz Gutiérrez”, localizada en la 11 calle zona 7, Colonia Castillo Lara, Ciudad de Guatemala. Los resultados que ahora son expuestos buscan servir como modelo a replicar en otros sitios arqueológicos para la inclusión de las comunidades aledañas en la directa socialización del conocimiento arqueológico.

Arqueología y la comunidad
Debido a la constante destrucción de la evidencia de ciudades antiguas y a la indiferencia de la población por su conocimiento, conservación y puesta en valor, es urgente incurrir en estrategias que detengan esta problemática. En lo que corresponde al ámbito arqueológico, es necesario reflexionar sobre el potencial de los arqueólogos para aportarle a la sociedad el gran acervo de información que ya existe sobre el pasado prehispánico, herramienta muy poderosa para relacionar a la arqueología con el patrimonio cultural, la identidad y la multivocalidad como algunos autores los proponen (Atalay 2008, Hodder 2008).

Atalay (2008) y Hodder (2008) llaman a la inclusión de los actores sociales cercanos a los sitios arqueológicos como parte de las investigaciones, asimismo a profundizar en temas de discusión sobre los usos de los sitios arqueológicos y lo que éstos representan para la población. Dentro de este amplio cuerpo de literatura, la investigación utiliza a la pedagogía como un enfoque alternativo para la socialización del conocimiento arqueológico (Jones 1997). La accesibilidad del currículo nacional hacia la información actualizada de investigaciones arqueológicas es crucial para que la población estudiantil se involucre en el conocimiento y conservación del pasado.
Charles Hale problematiza el propósito de la producción del conocimiento en las ciencias sociales, enfatizando que “el conocimiento no es conocimiento si no es útil para la comunidad” (comunicación personal: 2013). La critica de Hale se dirige a la discusión de cómo el conocimiento que se produce es utilizado por la sociedad y a la reflexión crítica si dicho conocimiento esta dirigido a la sociedad o a los académicos. En esta misma línea, Sonya Atalay (2008) y William Gblerkpor (2013) discuten que las prácticas arqueológicas deben de hablarle y beneficiarle directamente a la sociedad. Por su parte, Patricia McAnany (2010) expone que una de las problemáticas radica en el desinterés por implementar programas comunitarios para la divulgación conocimiento arqueológico. Es imprescindible comprender que una de las maneras más eficaces, inmediatas y palpables es la reproducción de material educativo popular para socializar la información que se obtienen en las excavaciones con las comunidades más cercanas a los sitios arqueológicos, no solo como componente elemental para la conservación de los sitios, sino por el derecho que tienen de educarse sobre su pasado.

Construyendo el puente
Este proyecto integró la metodología tradicional de excavación arqueológica en el Montículo E-III-5 de Kaminaljuyu, con un programa educativo dirigido a las alumnas de la Escuela Delia Luz Gutiérrez de Castellanos. Los talleres educativos iniciaron una semana antes de las excavaciones a modo de evaluar a la comunidad estudiantil e introducirlas en el tema, éstos se dirigieron a las niñas de 4to primaria (24 estudiantes), 5to primaria (23 estudiantes) y 6to primaria (24 estudiantes). Los talleres duraron una hora cada uno y se impartieron de una a dos veces por semana durante seis semanas del 3 de junio al 19 de julio de 2013, al mismo tiempo en que las excavaciones sucedían, permitiendo a las alumnas observar el proceso y visitar las excavaciones.

Las excavaciones propuestas para el montículo buscaron fechar la estructura, conocer y registrar sus etapas constructivas. Además, de indagar la posible relación con el montículo E-III-3, que se ubicaba escasos 30 m al norte. El plan de trabajo contempló cinco semanas de investigación, controladas por medio de dos áreas de excavación. La primera se realizó con unidades trazadas en el punto más alto y al centro del montículo y orientadas de norte a sur. La segunda fue por medio de una trinchera de 5 m de largo x 1 m de ancho, en donde se excavaron unidades de 1 x 1 m y 1 x 2 m, fue trazada en la falda norte con orientación norte-sur. Las excavaciones se controlaron por medio de lotes de 20 cm y por estratos naturales según la naturaleza de los hallazgos encontrados.

¿Qué hay dentro del cerrito?
Miles de años de historia en el montículo de mi escuela
En esta misma área, dentro de los límites de la colonia Castillo Lara, también se localizan otros cuatro montículos de Kaminaljuyu (denominados D-III-1, mejor conocido como El Chay, D-III-2, D-III-6 y E-III-6). Actualmente, todos estos montículos se encuentran aislados por calles, domicilios y escuelas públicas que los encierran, y pese a la protección legal que ya poseen, su deterioro continúa. Dos de estos montículos no han sido investigados aún (D-III-2 y E-III-6). El área que actualmente cubre el montículo E-III-5 es de 10 x 10 m aproximadamente. El montículo se encuentra mutilado y posee paredes de block, construidas recientemente, para que éste no se desgaste por las lluvias y para restringir el acceso a los estudiantes.

Las excavaciones realizadas en el montículo E-III-5 permitieron encontrar rasgos arquitectónicos compuestos de talpetate que conformaron una estructura, sus diferentes rellenos constructivos, así como la preparación del suelo estéril en donde se fundó y empezó la construcción del edificio. Se identificaron seis rasgos de importancia para narrar la historia arquitectónica del montículo E-III-5, los cuales se describen en orden cronológico:
1. Los niveles de suelo estéril, donde se inició la preparación y tratamiento de distintos arenas y barros para iniciar la construcción de la Estructura 1 durante el Preclásico Tardío.
2. Nivel de soporte, o primer asentamiento con evidencia de quema.
3. Construcción de la Estructura 1 donde se identificaron cuatro distintos rellenos constructivos.
4. La actividad ceremonial realizada sobre el tercer escalón como práctica ritual que dedicaron al edificio para construir una nueva estructura.
5. Los rellenos de talpetate y barro café de distinta composición que cubren la estructura 1.
6. Estructura 2, de la cual solamente se observan algunos rasgos de talpetate en el norte debido a que fue mutilada durante la urbanización del Siglo XIX.
El cuadro a continuación resume los objetivos por cada unidad de excavación:

 

El cuerpo arquitectónico de la estructura 1 se formó por tres escalones y un talud que remataba en su base. En el este del edificio se encontró una pequeña plataforma compuesta por distintos materiales (de color grisáceo y consistencia más dura a base de piedra pómez molida y mucha arena) la cual enmarca el límite este de las gradas. No se continuó investigando este hallazgo debido al potencial peligro de un derrumbe sobre la casa del guardián de la escuela, la cual se encuentra justo a la par del montículo en el lado este.

Al momento de querer remodelar la Estructura 1, sus antiguos habitantes realizaron un actividad ritual sobre el tercer escalón, donde realizaron un corte ovalado, no muy profundo (de 0.37 m), para depositar fragmentos de cerámica, bajareque y obsidiana. Es muy probable que se haya tratado de una ceremonia en donde ofrendaron al fuego el material que ya no usarían, pues la presencia de carbón y ceniza fue abundante. Además se encontraron dos restos óseos de un animal pequeño lo cual sugiere la ofrenda de animales asociados a la quema. Sobre esta actividad fueron puestos los rellenos para construir la Estructura 2.

En la parte norte del montículo se localizaron tres escalones de talpetate, los cuales estaban muy deteriorados. La trinchera dejó observar el relleno constructivo de la Estructura 2. Actualmente, se esta llevando a cabo el análisis del material cerámico excavado, este nos indica que las dos etapas fueron construidas durante el Preclásico Tardío. Sin embargo, es necesario completar dicho estudio para concluir sobre su temporalidad.

Los talleres
Los resultados de las excavaciones arqueológicas realizadas en el montículo E-III-5 fueron compartidos con las estudiantes de 4o, 5o, y 6o primaria de la Escuela Delia Luz Gutiérrez de Castellanos durante los talleres educativos. El contenido de éstos formó parte de la clase de Estudios Sociales de las estudiantes, en donde las maestras apoyaron en las actividades y evaluación, como se acordó con Lizbeth Vega Romero, directora de la escuela.

En la semana de diagnóstico previo al inicio de las excavaciones arqueológicas, se realizó un taller de evaluación, en donde se observó que las alumnas no poseían conocimiento sobre la historia antigua de los Mayas. Asimismo, la gran mayoría no tenia conocimiento que el montículo que se encuentra en el patio de su escuela pertenecía a Kaminaljuyu. Muchas consideraban al montículo como un cerrito al cual estaba prohibido subir en tiempo de recreo.

Las actividades educativas que se realizaron durante los talleres se describen brevemente a continuación:
• Evaluación inicial: talleres grupales que pidieron a las alumnas dibujar un mapa de Guatemala para localizar y luego señalar los sitios arqueológicos más conocidos.
• Elaboración de su cuaderno de campo: las niñas elaboraron su propio cuaderno de campo que lo utilizarían para anotar diariamente todo cambio que vieran en el montículo y para apuntar sus experiencias, y la nueva información aprendida durante las clases de los talleres.
• Clases durante los talleres: sobre historia antigua de los Mayas en Mesoamérica, historia de Kaminaljuyu, Popol Vuh, arqueología, labor arqueológica, conservación, entre otros temas.
• Hojas de trabajo: se elaboraron diversas hojas de trabajo que sirvió como material didáctico de apoyo a los temas que se dieron en las clases.
• Visita de alumnas a excavación: se elaboró un calendario con programación por grupos para que las niñas subieran al montículo a observar cómo se estaban llevando a cabo las excavaciones. Estando en el área de trabajo, se explicó cómo estaba siendo conducida la excavación y qué es lo que estaba siendo encontrado.
• Excavaciones: se enterraron vasijas modernas que habían sido quebradas previamente con la intensión que las estudiantes las excavaran. Se recreó una escena de investigación arqueológica con un trazo de pita amarrada a 4 estacas que formaron dos unidades de 1 x 1 m, los fragmentos cerámicos que iban encontrando los depositaban en una bolsa, la cual tenía la etiqueta correspondiente que indicaba el contexto, para que en el aula posteriormente reunieran los fragmentos encontrados por unidad y así lograr reconstruir la vasija.
• Visita Museo Miraflores: se programó una visita al museo para que las niñas de quinto primaria elaboraran el diseño del mural.
• Periódico Mural: las estudiantes trabajaron grupalmente para elaborar preguntas relacionadas con el tema de su mural y así entrevistar a distintas personas, los resultados fueron expuestos en el periódico mural el día de actividades finales.
• Visitas de Expertos: Las alumnas de la escuela recibieron varias visitas de arqueólogos especialistas, con la intensión de que ellas observaran que hay esfuerzos e interés de guatemaltecos y extranjeros por conocer a profundidad el pasado antiguo en todo el territorio de Guatemala.
• Actividades finales: al finalizar la temporada se realizó una actividad de clausura donde se invitó a los padres de familia a formar parte. Hubo dos conferencias dirigidas a los padres de familia, a las niñas y maestras de toda la escuela, las cuales presentaron la historia e importancia de Kaminaljuyu y los resultados de la investigación realizada en el montículo. Además, hubo dos exposiciones: una de los periódicos murales, y la otra fue una exposición fotográfica del desarrollo del taller.
• Mural (en proceso): estará localizado en la pared que delimita el montículo arqueológico con el patio de la escuela. El diseño del mural estará dividido en tres partes, una para cada grado. Las alumnas harán su propio diseño en base a los siguientes tres grandes temas: Cuarto primaria: Mitología: El Popol Vuh, Quinto primaria: La historia antigua: Kaminaljuyu; y Sexto primaria: La relación del pasado con el presente. Se inició con la elaboración de propuestas individuales, posteriormente se incluyeron en una propuesta grupal resultando un solo diseño por grado.

Consideraciones finales
Este proyecto ha servido como piloto para observar cómo ha sido el éxito en la integración de la comunidad aledaña a las investigaciones arqueológicas por medio de programas educativos, como una manera más justa e inmediata de divulgar la información producida a la sociedad. La interacción producida entre el equipo de investigación y las alumnas permitió conducir una arqueología más solidaria que permitió a las maestras y alumnas conocer de primera mano qué es lo que guarda el montículo de su escuela. Por lo tanto, es importante considerar la implementación de este tipo de proyectos en áreas donde los sitios arqueológicos están en riesgo latente de destrucción y en donde su conservación puede estar en manos de la comunidad.
Además, es de suma importancia considerar que la implementación de estos proyectos escolares tiene un potencial mayor alcance, en el caso de la escuela Delia Luz Gutiérrez de Castellanos las niñas llevaron a casa sus nuevas experiencias y nueva información sobre la historia antigua de su vecindario y su escuela, vinculando así a los padres de familia. Sin embargo, es necesario reconocer que debe de existir un seguimiento para alimentar la nueva información adquirida, esfuerzo que requiere un compromiso a largo plazo por parte de los arqueólogos académicos.

Se trata en la implementación de una “Arqueología Acción” (Gblerkpor 2013 comunicación personal) que se dirige a las prácticas más política y éticamente comprometidas por parte de los arqueólogos, convirtiéndola en una práctica que le habla directamente a la comunidad. Además, éstas prácticas pueden aportar a la erradicación de la violencia especialmente en este sector de Kaminaljuyu, que permitirá apropiarse del pasado antiguo e identificarse para la defensa de un vecindario más seguro.

Las diversas reacciones de las niñas ante los talleres y las excavaciones, sumado al material que ellas produjeron abren una puerta para el análisis sobre temas de identidad, imaginarios, conservación, entre otros, los cuales serán expuestos en futuras publicaciones.

Agradecimientos
Especial agradecimiento a las siguientes personas pues sin su valiosa colaboración este proyecto no hubiese sido posible: Al Proyecto Zona Arqueológica Kaminaljuyu, a la directora Bárbara Arroyo y a los arqueólogos Patricia Máh de Samayoa y Luis Méndez Salinas (quien realizó sus prácticas de campo), a los trabajadores Carlos Patzan, José Pirir, Juan Carlos Morales, Byron Patzan, Cesar Soc y Elvis Saban.
También a la escuela Delia Luz Gutiérrez de Castellanos, a la directora Lizbeth Vega, a las maestras Marilú de Díaz, Ana Ruano y Rosaura Córdova, al guardián de la Escuela Don Santiago y a su hija Yadira, asimismo, a la directora de la jornada vespertina Seño Sonia y a la maestra de Primero primaria Seño Rosita. Además a las facilitadoras de varios talleres Antonieta Cajas, Marielos López, Adriana Segura, Ana Palma Murga, Jesseica Mejía, Fernando Poyon y Hermelindo Mux. Por la ayuda didáctica a Ana Lucia Linares. Al Museo Miraflores, Liwy Grazioso y William Gómez. A Charles Hale, Julia Guernsey, Michel Love, Instituto de Estudios Latinoamericanos Teresa Lozano Long de la Universidad de Texas en Austin.

Referencias

Atalay, Sonya
2008 Multivocality and Indigenous Archaeology. En Evaluating Multiple Narratives: Beyond Nationalist, Colonialist, and Imperialist Archaeologies (editado por Habu, Fawcett y Matsunaga) Springer: New York.

Hodder, Ian
2008 Multivocality and Social Archaeology. En Evaluating Multiple Narratives: Beyond Nationalist, Colonialist, and Imperialist Archaeologies (editado por Habu, Fawcett y Matsunaga) Springer: New York.
Jones, Sian
1997 The archaeology of ethnicity: constructing identities in the past and present. Routledge Press: London: New York.

Linares, Adriana y Patricia Máh
2012 Investigaciones en Villas de San Juan. En Informe final Zona Arqueológica Kaminaljuyu, Temporada 2011 (editado por B. Arroyo) pp. 167-194. Reporte presentado al Departamento de Monumentos Prehispánicos del Ministerio de Cultura y Deportes. Guatemala.
McAnany, Patricia
2010 Ancestral Maya Economies in Archaeological Perspective. Cambridge University Press.

Fig.1: Mapa de montículos de Kaminaljuyu (Proyecto Zona Arqueológica Kaminaljuyu, 2010).

Fig.2: Montículo E-III-5 previo a la investigación arqueológica (Fotografía: A. Linares).

Fig.3: Alumnas de Sexto primaria observando los cambios en las excavaciones
del Montículo E-III-5 (Fotografía: A. Linares).

Fig.4: Alumnas de Sexto primaria excavando las vasijas enterradas en la simulación
de unidades puestas en las faldas de montículo (Fotografía: A. Linares).

Fig.5: Perfil de excavación Montículo E-III-5 (Dibujo: A. Linares y L. Méndez).

Fig.6: Perfil de excavación KJEIII5-3 (Dibujo: A. Linares).

Fig.7: Planta de excavación KJEIII5-3 (Dibujo: A. Linares y C. Patzán).

Fig.8: Perfiles Trinchera Norte, unidades KJEIII5-5, KJEIII5-6 y KJEIII5-7
(Dibujo A. Linares, L. Méndez y C. Patzán).

Fig.9: Estudiantes de todos los grados en la presentación de Bárbara Arroyo (Fotografía: A. Linares).

Fig.10: Alumnas de Cuarto primaria mostrando sus cuadernos de campo (Fotografía: A. Linares).

Fig.11: Estudiantes de Cuarto primaria
reconstruyendo las vasijas que excavaron
(Fotografía: A. Linares).

Fig.12: Alumnas de Cuarto y Quinto primaria pintando el mural (Fotografía: A. Linares).

Fig.13: Alumnas de Cuarto y Quinto primaria con el mural (Fotografía: A. Linares).