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085 El Palacio de La Corona: en la búsqueda de las princesas del Reino Kan
Liliana Padilla y Eduardo Bustamante
XXVI Simposio de Investigaciones
Arqueológicas en Guatemala
Museo Nacional de Arqueología y Etnología
16 al 20 de julio de 2012
Editores
Bárbara Arroyo
Luis Méndez Salinas
Referencia:
Padilla, Liliana y Eduardo Bustamante
2013 El Palacio de La Corona: en la búsqueda de las princesas del Reino Kan. En XXVI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2012 (editado por B. Arroyo y L. Méndez Salinas), pp. 1021-1028. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
El Palacio de La Corona: en la búsqueda de las princesas del Reino Kan
Liliana Padilla
Eduardo Bustamante
Palabras clave
Petén, La Corona, excavaciones, escultura, palacios.
Abstract
This paper presents information related to excavations that took place during 2008 and 2012. It presents results of the excavations from various seasons as well as the latest fieldwork.
En un altar esculpido alrededor del año 731 DC se registra el arribo de tres mujeres que llegaron en diferentes momentos… Mujeres del reinado de Serpiente… Futuras esposas de los gobernantes de Sak’ Nikte (Martin 2008), destinadas a formar una alianza que va más allá de la relación sociopolítica de dos sitios de rangos diferentes; más bien, creando una relación genealógica con la dinastía de Calakmul que perduró por más de 200 años.
Durante los cinco años de existencia del proyecto Regional La Corona, uno de los principales objetivos de investigación ha sido el de clarificar esta estrecha relación entre Calakmul y Sak’ Nik’te. Con este objetivo en mente, uno de los principales motores de investigación ha sido la sistemática excavación en la plaza principal y, en especial, la excavación de la estructura 13Q-4, también conocida como el palacio de La Corona. Ante la llegada de mujeres tan importantes, como son las hijas de los gobernantes de Calakmul a la ciudad de Sak’ Nik’te resulta fácil preguntarse dónde vivían. Siendo el palacio la estructura de mayores dimensiones en el sitio, se tiene como objetivo principal determinar si esta estructura se trata de las habitaciones de las mujeres de Calakmul.
Palacios en las Tierras Bajas Mayas
La construcción de palacios en el área maya es común. Se le conoce así a edificaciones de gran dimensión que albergaron grupos elitistas que los utilizaron como habitaciones, áreas administrativas, diplomáticas, etc. Característicamente, estas edificaciones fueron construidas de mampostería recubierta de estuco, con cuartos o espacios interiores, estrechos pero alargados, con varios vanos de acceso. Se encuentran excesivamente decorados de forma llamativa con detalles esculpidos, con estuco modelado y con pintura (Muñoz 2002).
La construcción de estas edificaciones en toda el área maya, permitió a la elite ubicarse en espacios que no sólo dieran confort a sus necesidades, sino que reflejaran al resto de la población el poder y estatus que poseían dentro de un espacio restringido y desconocido (Muñoz 2002).
En el caso del Palacio de La Corona se construyó con la necesidad de albergar a la élite y, posiblemente, recibir a las princesas que provenían de un sitio como Calakmul. Consiste en una edificación de gran tamaño y monumentalidad que predomina por sobre cualquier estructura de la Plaza Principal y del resto del sitio (Fig.1). Se registra con la nomenclatura CR13Q-4, que consiste en el nombre del sitio, el cuadrante y el número de la estructura de la plaza principal (Fig.2; Padilla 2010).
Resumen de temporadas (2008-2012)
Durante estos cinco años se ha realizado trabajos sistemáticos por medio de la limpieza de superficie y de saqueos, excavaciones abiertas por medio de pozos y trincheras, y excavación por medio de túneles. Además se ha llevado el registro de rasgos arquitectónicos por medio de la designación de nombre propios, relacionados a elementos encontrados en la naturaleza del área: a los basamentos se les ha designado con nombres de árboles, a las estructuras con nombres de reptiles y a los pisos con nombre de aves.
La primera temporada fue en 2008. Se inició con la limpieza de los saqueos en el área interna de la superestructura G, a cargo de Anabela Coronado. Con esto se logró determinar la arquitectura de esta sección del Palacio, siendo una estructura alargada con doble cuarterío, una serie con acceso a la fachada norte y los otros hacia un patio interno, al sur, construidos con muros de mampostería cubiertos de estuco pintado. La piedra que se utilizó está trabajada dando formas cuadradas, recubierta por grueso estuco pintado de colores naranja y rojo, tanto en las fachadas como en las caras internas. En algunos fragmentos se observó pintura de color negro pudiendo tratarse de fragmentos de murales, además se recolectaron restos de estuco modelado entre los escombros dejados por los saqueadores. Se registraron cinco diferentes niveles de finos pisos que parecen corresponder a remodelaciones y reapisonamientos. Estos consisten en capas de estuco blanco. Debido a la evidencia se concluyó que el techo debió ser construido de materiales perecederos (Coronado 2009).
Con esta información se iniciaron los trabajos en el 2009: se tomaron las medidas de la fachada del Palacio y se trazó la parte central tratando de encontrar la escalinata jeroglífica. Sin embargo, las excavaciones revelaron una arquitectura bastante pobre que se encuentra casi destruida. Se inició con la localización del piso del nivel de plaza, sobre el cual se registró el piso Perico que parece tratarse de una nivelación en la que descansa el relleno que sostuvo la escalinata; de esta únicamente se registraron ocho escalones de la parte superior, construidos de piedras pequeñas, amarradas por una mezcla arenosa y cubiertas por una capa de estuco que ha desaparecido debido a su exposición al medio.
La escalinata permitió el paso hacia el acceso principal al Palacio. Una abertura de 1.5 m y tres amplios escalones que permiten el ingreso hacia los patios internos, enmarcada por los muros de las superestructuras A (ubicada al sur) y B (al norte). La mampostería es similar a la utilizada en la construcción de la superestructura G: de igual manera se encontraba cubierta de estuco. Los pisos fueron el rasgo arquitectónico que mejor se conservó, registrándose cuatro diferentes, relacionados a remodelaciones visibles también en engrosamientos de muros o posibles tapiales.
Sin éxito en la búsqueda de la escalinata jeroglífica, la temporada de 2010 fue dedicada a determinar con mayor precisión el diseño de la fachada del palacio. Consiste en un basamento de grandes dimensiones con un acceso principal al centro y dos estructuras alargadas en la parte superior.
Debido a que la superestructura A tenía por lo menos cuatro saqueos en la fachada y uno en la parte posterior, se decidió limpiarlos y realizar excavaciones sistemáticas que permitieran la recuperación de detalles expuestos. Se limpió parte de los muros de la fachada, localizándose tres de los accesos a las habitaciones, dos saqueados y parcialmente destruidos y uno bastante bien conservado con la excepción de los daños causados por un hermoso árbol de Ramón. En este espacio se recolectó una gran variedad de fragmentos de estuco modelado, fragmentos fitomorfos, y posibles alusiones jeroglíficas que quedaron soterradas bajo los escombros y protegidos por las raíces. En el acceso contiguo al norte se recuperó un torso humano de una escala casi natural, permitiendo reconocer una serie de decoraciones que embellecieron el Palacio.
En el corredor interno, entre la superestructura A y E se iniciaron excavaciones más profundas. Rompiendo los pisos ya conocidos del Palacio se logró encontrar una etapa constructiva previa. Se trata de una subestructura escalonada que parece haber sido cortada y destruida en la parte superior para la construcción de la última etapa. Su base se convierte en un piso llamado Cocochan, que continua hacia el oeste, por debajo del relleno de la superestructura E.
La temporada del 2011 inició con la excavación de un túnel que permitiera seguir el piso Cocochan. Después de remover relleno por un espacio de 10 metros hacia el este, se localizó una pequeña estructura de mampostería, recubierta por estuco fino pintado de color rojo. Cabe mencionar que se puede registrar una serie de capas de diferentes materiales y la colocación de piedras ordenadas formando muros de contención que formaron el relleno que cubrió por completo esta estructura y clausuró una etapa, permitiendo una masiva construcción posterior.
Los cambios en la textura y el material de las capas se deben a la necesidad de estabilizar el relleno y de proteger algunos rasgos arquitectónicos y accesos a la subestructura. De igual manera se pueden observar algunas alteraciones y destrucciones realizadas por los antiguos habitantes antes de la colocación del relleno.
Alejandra Roche realizó trabajos en el área sur de la fachada, logrando distinguir tres cuerpos del basamento final y los restos de una escalinata de la cual se registraron fragmentos de dos diferentes remodelaciones. Se reconoce que la arquitectura es pobre: no se utilizó suficiente piedra del tamaño adecuado, por lo contrario podría decirse que se trata de piedrín recubierto por estuco (Roche 2012).
La temporada de este año estuvo a cargo de Eduardo Bustamante, quien continuó con la excavación de los túneles. Con ello se pudo observar con mayor precisión la arquitectura y forma de la subestructura E1, además de localizar la subestructura E2 hacia el noreste de la primera.
La excavación de un pozo en la superestructura E permitió el registro de varios pisos y la remoción de un fragmento del piso Cocochan que mostró una etapa constructiva más temprana a las ya conocidas.
Presentación de resultados
Por medio de las excavaciones se ha podido registrar tres grandes etapas constructivas (Fig.3), que marcan grandes cambios en la distribución espacial y arquitectura del Palacio, marcadas por la colocación de rellenos y pisos.
Se tiene poca evidencia de la etapa más temprana, que fue detectada por medio de un pozo realizado en superestructura E, demostrando la remodelación de la subestructura E1, en al menos dos ocasiones (Pijuy y Guarda Barrancos). Bajo el piso Cocochan se detectó otro piso (Cheeje), sobre el cual se observa un basamento de gran tamaño (3.1 m de altura) con una arquitectura característica; posee un muro en talud que se apoya sobre un muro remetido. En el perfil sur del pozo se observaron dos posibles gradas remetidas.
La segunda etapa se relaciona directamente con el piso Cocochan (Fig.3), ya que este se ha registrado en un amplio espacio formando parte del nivel de un patio interno y el estucado de tres subestructuras.
Las subestructuras se encuentran formando un grupo con un patio cerrado al este, norte y oeste. La arquitectura es de menor dimensión, la mampostería consiste en piedras pequeñas trabajadas de formas cuadradas y amarradas entre sí por argamasa de color amarillenta. El estuco que recubre los muros es de consistencia bastante fina. Hasta el momento se conoce que la parte recubierta en el exterior de las estructuras presentan pintura roja, mientras que en el interior se observa un tono amarillento, debido al material con que se protegió previo a la construcción de la siguiente etapa constructiva.
La subestructura A se compone de un basamento que posee dos cuerpos. Cuenta con una escalinata central en la fachada oeste y la parte superior de esta estructura se destruyó con el fin de crear un nuevo basamento para la construcción de la superestructura A. Al observar la destrucción se hizo evidente el relleno, que consiste en piedras de pequeñas dimensiones mezcladas con barro color rojizo, sobre el que se colocó el piso Halcón. El estuco tiene restos de pintura color rojo.
Lo que se conoce hasta el momento de la subestructura E1 (Fig.5), es una pequeña construcción que posee varias remodelaciones, ubicada sobre una plataforma de 70 cm de alto con una grada al centro que permite el ingreso a una habitación de muros gruesos. Al fondo de esta área se localiza un vano que da acceso a otro ambiente. Rodeando hacia el oeste se observa un muro adosado que posiblemente se trata de un elemento decorativo que fue cortado y se protegió con un muro de contención durante el relleno. Detrás de este muro, en la parte norte de la subestructura se localizó otro vano que permite acceder a una pequeña habitación, que posiblemente forma parte de una remodelación posterior.
Hacia el noreste de la subestructura E1, descrita anteriormente, se ha logrado identificar la ubicación de la subestructura E2, que cierra el patio interno hacia el norte. A pesar que sólo se conoce una pequeña porción de esta subestructura, se ha podido determinar que esta consta de tres cuerpos, cada uno de 40 cm de alto, y un cuarto cuerpo que sirve como base para la construcción de una superestructura. Esta estructura también presenta estucos de color rojo y se encuentra en muy buenas condiciones de conservación.
Los estudios efectuados hasta el momento han dejado al descubierto fragmentos de las subestructuras, sin que estos nos den mayor detalle de su arquitectura y las variaciones causadas por remodelaciones. Está claro que al realizar las nuevas construcciones, se tomaron el trabajo de realizar un relleno meticuloso, en el que se pueden observar capas compositivas de distintos materiales: estucos burdos, pequeños fragmentos de piedra mezclados con distintas arenas o barros, y muros de contención. En algunos de ellos se pueden encontrar grandes piedras ordenadas. Este relleno se selló con la elaboración del piso Halcón dando fin a una etapa constructiva (Fig.3).
Sobre el piso Halcón se observa la renovación del mismo mediante la colocación de tres capas posteriores, consistentes en remodelaciones del nivel de patio y acceso. Los remanentes de la estructura observables a simple vista consisten en la etapa final del Palacio, que se compone de un basamento formado por tres cuerpos con una fachada de 75 m de largo, 58 m de fondo y 6 m de alto, sobre la cual se erigieron siete superestructuras: dos estructuras alargadas que se ubican en la fachada este (superestructuras A y B); de la parte distal de las mismas se ubican otras estructuras alargadas con eje este–oeste, denominadas C en el sur y G en el norte. Al ingresar en el patio se ubica la superestructura E. En la parte suroeste de esta se ubica adosada la superestructura D, y en al norte la superestructura F (Fig.2). En la parte posterior del Palacio se encuentra adosada la estructura H, todas ellas de diferentes dimensiones y alturas, alcanzando un máximo de 10 m de alto.
Las superestructuras A y B son edificios alargados, formados por dos alineaciones paralelas de cinco cuartos contiguos, que dan al interior y los otros hacia la fachada. No se ha podido establecer que haya comunicación entre las habitaciones de este a oeste.
Se desconoce si se trata de una única escalinata ancha que permitió el paso hacia el acceso a la plataforma superior o bien la existencia de dos escalinatas secundarias ubicadas simétricamente equidistantes de la central, permitiendo el acceso directo a la parte media de cada superestructura.
Por lo tanto, desde la plaza, el Palacio consiste de un basamento escalonado con una escalinata estucada que permitía acceder a la parte superior, en la cual era visible lo que pareciera ser una superestructura compuesta de once puertas, de las cuales diez corresponden a ambientes de mampostería, recubiertos por estuco finamente modelado y pintado, mientras que el vano central es un corredor que da acceso al patio interno; del lado sur del Palacio sobresale la parte superior de la superestructura E, la cual se eleva unos 4 m sobre el nivel de piso del patio, siendo el único detalle interno visible desde la plaza (Fig.5).
Estos rasgos se encuentran relacionados entre sí por una serie de pisos, siendo Halcón el elemento que marca el fin y el inicio de una etapa constructiva, posteriormente se localizaron los pisos Colibrí, Tucán y Guacamaya, que consisten en diferentes remodelaciones durante las cuales se construyeron muros y otros rasgos arquitectónicos que variaron la forma del patio interno y las superestructuras con fines estéticos y utilitarios (Figs.4, 5 y 6).
Por medio de las investigaciones realizadas durante estas cinco temporadas de campo en el Palacio, se determinó que los últimos trabajos de construcción y/o remodelación llevados a cabo en el lugar incluyeron la clausura de los accesos a los cuartos de las superestructuras A y B, que parecen haber sido sellados con un material similar al estuco, bastante fino, sin piedras, y con poco material cerámico.
Conclusión
Aún queda mucho trabajo por hacer en el Palacio. Las dimensiones de esta estructura y su actual estado de conservación no lo hacen fácil, por lo que resulta complicado establecer su distribución espacial en las diferentes etapas constructivas, su utilidad, detalles arquitectónicos y otros elementos que nos permitan hacer una reconstrucción más certera de la forma que poseía dicha estructura durante la ocupación de La Corona.
Según indica la evidencia, la importancia de las mujeres mencionadas en el Altar de Dallas tuvo que ser valorada por los gobernantes de Sak’ Nik’te, lo que se demuestra con la construcción de un edificio monumental que estuviese al nivel elitista de las princesas que lo habitarían. El Palacio de La Corona parece ser el edificio indicado.
Una de las grandes dificultades de la excavación en el palacio es la escasa presencia de material cerámico y/o lítico en los rellenos del mismo. Su baja frecuencia dificulta el fechamiento, así como un análisis funcional más específico de estas estructuras. La cerámica más frecuente, al igual que en la mayoría del sitio, es del grupo Estriado, del tipo Triunfo, y la cerámica con Engobe Naranja del tipo Águila, así como algunos ejemplares de fragmentos de cerámica policroma del tipo Dos Arroyos (Bustamante y Parris, comunicación Personal). En base a estos ejemplos se podría considerar en un fechamiento de la fase Cocochan para el Clásico Temprano; sin embargo, la aparición de algunos fragmentos de vasijas con cuello recto podría indicar una época transicional entre el Clásico Temprano y el Tardío, mientras que en el piso Halcón y superiores es más frecuente el material Clásico Tardío. Nuevamente se recalca que se tratan de análisis preliminares.
Queda claro que el Palacio tiene tres etapas constructivas que quedan marcadas por la presencia de dos pisos que sellaron las previas. El piso Cocochan clausuró una etapa de la cual se conoce muy poco; sin embargo, se pudieron registrar tres diferentes pisos y una pequeña sección de una subestructura. De igual manera, las estructuras relacionadas directamente con el piso Cocochan quedaron selladas por el relleno que nivela y sostiene el piso Halcón; este permitió la construcción de la última etapa y las remodelaciones llevadas a cabo durante los últimos años de la “época de oro” de La Corona.
Según las evidencias encontradas hasta el momento, estos pisos no sólo marcan dos etapas constructivas, sino también un cambio en el uso o significado del conjunto, al introducir la superestructura E que rompe con la armonización de las edificaciones habitacionales.
La monumentalidad del Palacio y la evidencia recolectada hasta hoy, demuestran lo majestuoso que fue durante su ocupación, el estilo y detalle reflejan su importancia como habitación de un restringido grupo elitista… posiblemente: las princesas del Reino Kan.
Referencias
Coronado-Ruiz, Anabella
2009 Operación CR-20G: Excavaciones en el edificio G de la estructura 13R-4. En Informe Final La Corona. Temporada 2008 (editado por M. Canuto, T. Barrientos y M.J. Acuña), pp. 57-74. Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.
Martin, Simon
2008 Wives & Daughters on the Dallas Altar. Artículos Mesoweb.
Muñoz, Gaspar
2006 Introducción a la Arquitectura Maya. General de Ediciones de Arquitectura. Valencia.
Padilla, Liliana
2010 Operación CR-20 y CR-21: Excavaciones en el Palacio de La Corona. En Informe Final La Corona. Temporada 2009 (editado por M. Canuto, T. Barrientos y M.J. Acuña) pp 39-72. Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.
Roche, Alejandra
2012 Operación CR-21A: Fachada Este de la Estructura 13Q-4A. En Informe Final La Corona. Temporada 2011 (editado por M. Canuto, T. Barrientos y J. Ponce) pp. 147-152. Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.
Fig.1: Grupo 13Q o Plaza Principal de La Corona. Curvas de nivel cada 0.5 m.
Mapa por Damian Marken y Rodrigo Guzmán.
Fig.2: Estructura 13Q-4 o Palacio de La Corona.
Fig.3: Perfil de secuencias constructivas del Palacio. Eje Este-Oeste. Muestra las tres fases constructivas
reconocidas: Cheeje, Cocochan y Halcón.
Fig.4: Busto de estuco recuperado de la fachada frontal de la estructura 13Q-4ª.
Fig.5: Rasgos arquitectónicos reconocidos luego de excavación, Fases Cocochan y Halcón.
Figs.6 y 7. Reconstrucción hipotética del Palacio de la Corona, fase Halcón.