067 Re-presentación de la historia de «La Palangana», Kaminaljuyu. Adriana Linares Palma, Barbará Arroyo, Patricia Mah de Samayoa, Gloria Ajú, Lorena Paiz, Javier Estrada, Emanuel Serech y Jorge Mendez – Simposio 26, 2012

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067  Re-presentación de la historia de «La Palangana», Kaminaljuyu.

Adriana Linares Palma, Barbará Arroyo, Patricia Mah de Samayoa, Gloria Ajú, Lorena Paiz, Javier Estrada, Emanuel Serech y Jorge Mendez

 

XXVI Simposio de Investigaciones
Arqueológicas en Guatemala
Museo Nacional de Arqueología y Etnología
16 al 20 de julio de 2012
Editores
Bárbara Arroyo
Luis Méndez Salinas

 

Referencia:

Linares Palma, Adriana; Bárbara Arroyo, Patricia Mah de Samayoa, Gloria Ajú, Lorena Paiz, Javier Estrada, Emanuel Serech y Jorge Méndez
2013 Re-presentación de la historia de “La Palangana”, Kaminaljuyu. En XXVI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2012 (editado por B. Arroyo y L. Méndez Salinas), pp. 825-832. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

 

Re-presentación de la historia de “La Palangana”, Kaminaljuyu
Adriana Linares Palma
Bárbara Arroyo
Patricia Mah de Samayoa
Gloria Ajú
Lorena Paiz
Javier Estrada
Emanuel Serech
Jorge Méndez
Palabras clave
La Palangana, Estructura E, Tumba 1, memoria colectiva.

Abstract
A review of Cheek’s drawings of La Palangana emerged a necessity to create new drawings to enable a better representation of the constructive stages, especially in the “Estructura E”. Additionally, new findings by the Proyecto Zona Arqueológica Kaminaljuyu during 2011-2012 were related. Following concepts of collective memory we explore the drawings, make new designs and plans of the most distinctive features, and propose how the Kaminaljuyu people preserved their history until Late Classic, when abrupt change happened at the site. This allowed a more detailed understanding of how the Kaminaljuyu inhabitants built on previous buildings, protecting their culture and practices by materialization of their founding.

 

Introducción
La idea de elaborar esta ponencia surgió al revisar las trincheras de investigación arqueológica en el centro de la Plaza Inferior de La Palangana que en 1969 y 1970 fueron hechas por la Universidad de Pensilvania y que en la actualidad permanecen expuestas dentro del Parque Arqueológico Kaminaljuyu. Como parte del Proyecto Zona Arqueológica Kaminaljuyu, bajo la dirección de la Dra. Bárbara Arroyo, se crearon nuevos registros de estas trincheras los cuales permitieron comprender de mejor manera la evolución de la Estructura E. Cabe comentar, que éstas servirán de apoyo para que el público que visite el parque arqueológico pueda entender cómo sucedieron las etapas constructivas, pues a simple vista resultan confusas.
La representación que esta ponencia hablará se hace a través de la Estructura E, Estructura D, y los hallazgos recientes en el Montículo C-II-12, muro norte y muro sur de la Plaza Inferior, buscando entender el conjunto de La Palangana de una manera más clara por medio de conceptos de memoria colectiva.

Investigaciones en La Palangana
Con este nombre se le ha conocido al grupo arquitectónico desde la década de1960, el cual se conforma por dos plazas rectangulares, la Plaza Inferior al oeste y la Plaza Superior al este. La primera esta circundada por cuatro estructuras rectangulares. En el lado oeste, se encuentra el Montículo C-II-12 que presenta dos construcciones rectangulares más bajas, una en el norte y otra al sur. En el centro de La Palangana esta el Montículo C-II-14 que separa la Plaza Inferior y la Superior. Al este de la Plaza Superior se encuentra el Montículo C-II-13 (Fig.1).

Las primeras investigaciones arqueológicas en La Palangana fueron hechas en 1926 por Samuel Lothrop, quien excavó al centro de la Plaza Inferior (1926:147-171). Entre 1969 y 1970 Sean Cárdenas y después Charles Cheek, del Proyecto Kaminaljuyu de la Universidad de Pennsylvania (Sanders y Michels 1977:14), coordinan investigaciones intensivas que expusieron varias estructuras talud-tablero en la Plaza Inferior. Ivic de Monterroso (2004) señala que los autores propusieron que para finales del Preclásico Tardío los Montículos C-II-12 y C-II-14 podrían haber sido plataformas residenciales de élite (Ivic de Monterroso 2004:16).

Las excavaciones de Cheek en la década de 1970 registraron diferentes técnicas para construcciones de pisos en la Plaza Inferior; además, reconoció elevaciones en el norte de la plaza en varias etapas constructivas presentes en el Preclásico Tardío y Clásico Temprano. Según el autor, en el sur de la plaza inferior de La Palangana se encuentran las primeras etapas de ocupación y en el norte de la plaza un nivel más elevado (Cheek 1977), lo que se confirmó en investigaciones recientes en este año.
En 2003 el Proyecto Arqueológico Parque Kaminaljuyu conducido por Matilde Ivic de Monterroso, realizó excavaciones que registraron una ocupación Preclásica en La Palangana, que se inició a finales del Preclásico Medio, principalmente en su lado este (Ibíd.).

En las Temporadas 2011-2012 el Proyecto Zona Arqueológica Kaminaljuyu, realiza varias excavaciones en la Plaza Inferior, en el montículo C-II-12 y en los muros norte y sur.

Estructura E
Esta se ubica en el centro de la Plaza inferior y fue investigada intensivamente por Charles Cheek (1977), quien describe la evolución del edificio como parte de su tesis doctoral. Cheek enumera las distintas etapas y sub-etapas constructivas en las que la Estructura E recibe diferentes modificaciones (que van desde E1 hasta E5), durante las fases cerámicas Esperanza-Amatle I del Clásico Temprano y Amatle II del Clásico Tardío (Ibíd.:37).

La estructura E1 es la más temprana que presenta Talud-Tablero en La Palangana, esta fue construida sobre el piso de plaza inferior de la etapa L3 del Preclásico Tardío Terminal y sobre la Tumba 1 como un altar dedicatorio según Cheek (1977).

La estructura E2 se divide en tres sub-etapas. La primera (E2-a) es la que llevó mayor cambio arquitectónico. Quizás el rasgo más importante es la incorporación de E1 en la pared sur de un recinto que en su mayor parte se extiende hacia el norte (Ibíd.:43). Al centro de la pared sur queda la etapa E1, resultando en un cuarto que mira al lado contrario del recinto. Las sub-etapas E2-b y E2-c son ampliaciones y elevaciones del recinto: para E2-b se instalan escalones en la esquina sureste en el exterior e interior del recinto y para E2-c se adhieren dos “delantales” a la escalinata que también se articulan con el cuarto que ve al sur (Ibíd.).

La estructura E3 es la que mayor cambio presentó, esta etapa se presentó como una plataforma que cubrió totalmente las etapas anteriores y se amplió hacia el sur de la escalinata. Esta nueva estructura contiene tres elementos principales: el primero es una gran plataforma con presencia de talud tablero, el segundo es una pequeña plataforma que Cheek llama “atrio” (pórtico) que soporta la escalinata de acceso a la plataforma. El tercer elemento no es más que un recinto rectangular al sur de la escalinata con paredes bajas (Ibíd.:50,51). Esta etapa también tiene tres sub-etapas. En la primera (E3-a), las paredes del recinto son verticales, el recinto es ligeramente hundido sobre el piso de plaza y el pórtico tiene una grada. En la segunda etapa (E3-b) el recinto y la plataforma son cubiertos por un talud-tablero y el pórtico tiene dos gradas. Durante la tercera etapa (E3-c) la plataforma mantiene su forma, pero las gradas son recubiertas por nuevas y el recinto tiene nuevos escalones en el sur que funcionan como el único acceso al conjunto (Ibíd.) (Fig.3).

Se reportaron también cambios abruptos en la etapa E4 con los estilos y técnicas de construcción. Se utilizaron paredes de adobe y piedra en lugar de pómez, talpetate y barro. Las construcciones anteriores de estilo teotihuacano fueron destruidas y la Tumba 1 fue saqueada (Ibíd.:63, 64). La etapa E5 incluye los desechos de las etapas anteriores y la reutilización de monumentos y esculturas de piedra fracturadas que fueron colocadas al sur del recinto (Ibíd.:68).

Estructura D
Cheek (1977) registró tres ocupaciones que van desde el Preclásico Tardío hasta el Clásico Tardío. El rasgo más temprano son unas escalinatas de barro en la parte oeste del montículo, que servirían de acceso a la estructura, fechadas para el Preclásico Tardío. Estos escalones son cubiertos por otros en el Clásico Temprano. Aparecen en el este otros escalones que darían acceso al lado contrario de la Estructura D. Solamente en el lado superior de esta estructura se registraron ocupaciones del Clásico Tardío.

Investigaciones recientes en Montículo C-II -12, muro norte y muro sur de la Plaza Inferior de La Palangana
Las investigaciones conducidas por Patricia Mah, en la estructura C-II-12 y el muro norte dieron a luz varios rasgos interesantes para comprender de mejor manera la historia de La Palangana, los cuales son brevemente mencionados a continuación.
El Montículo C-II-12 consiste de una estructura piramidal con dos montículos adosados uno al norte y uno al sur. Las excavaciones del 2012 (Fig.3) descubrieron una plataforma con 2 escalones de barro a 2.36 m de profundidad, debajo de esta un extenso depósito cerámico Preclásico Tardío y una serie de pisos de barro y arena volcánica.

En el muro adosado al norte se expusieron tres rasgos arquitectónicos:
1. En la esquina noroeste un talud de mampostería de 3 m de ancho y 6 m de largo. Está orientado a 30° noreste y con una pendiente de 30°, la fecha de carbón obtenida corresponde al Clásico Temprano 540-650 DC (Fig.4).
2. 5 m hacia el sur se expuso una estructura de mampostería cuya fachada se orienta hacia el este, mide 7.70 m de largo y presenta un pequeño talud flanqueado por dos alfardas y escalones de barro adosados, al menos hacia el sur (Fig.5). Sobre la terraza se registró un relleno de piedras, posiblemente fue un muro que funcionó como contrafuerte, presentó restos de otro muro de bajareque. En la esquina suroeste de la estructura, se encontró un círculo de piedras, cuya excavación mostró el relleno Preclásico.
3. A 2.50 m de esta estructura se localizó otra posible estructura que muestra una moldura de mampostería que mide 5.40 m de largo, se trata de 15 piedras alineadas de norte a sur que fueron asentadas en una matriz de barro café amarillento con pómez y barro quemado. Debajo de esta moldura frontal se encontraron dos escalones de barro.

Además, en el muro sur se pudo constatar que hay una ocupación que inicia en el Preclásico Tardío, representada por una pequeña plataforma de barro amarillo y capas de arena volcánica. La muestra de carbono indica que la ocupación de ésta área se dio entre los años 200-50 AC. Posterior a esta fecha, se elaboraron varias nivelaciones y un piso. Sobre este piso se encuentra material mezclado y un relleno de piedras que es similar al del muro adosado al norte del Montículo C-II-12.

Mem oria colectiva y sus prácticas
Elaborar una revisión detenida de los perfiles in situ de las trincheras de investigación hechas en la década de 1960 permitió abordar conceptos de memoria colectiva. De esta manera, en esta ponencia se relaciona el conjunto de La Palangana en sus prácticas de reutilización del espacio y su importancia a través de las generaciones en la antigüedad.

La memoria colectiva se refiere a los recuerdos y memoria de un grupo social, el cual es construido y transmitido cotidianamente a través de narrativas que pueden ser visuales, orales o escritas. Es el almacenamiento de información histórica y que está fuertemente ligado al imaginario de un grupo social. El rol del lugar y espacio en la memoria colectiva es significativo y de importante consideración, en especial para entender el desarrollo arquitectónico de los edificios prehispánicos y sus implicaciones sociales.

Para que la memoria colectiva sea efectiva es necesario asegurar su constante transmisión del conocimiento a través de las generaciones. Mills y Walker (2008) mencionan ciertas prácticas para perpetuar la memoria: (1) que sea a favor de la memoria social; (2) que funcione como parte del diario vivir; y (3) que se enseñe como textura semiótica.

Por el contrario de la memoria individual, la colectiva se rige bajo la memoria social, incorporando prácticas comunales a través del tiempo. Los estilos arquitectónicos de los edificios públicos muestran a la sociedad la ideología de la época, su sistema político y religioso, el cual es asimilado visualmente en el cotidiano social, permeándose así en el imaginario colectivo. Los estilos arquitectónicos son un potencial medio para narrarla, en la que cualquier remodelación, ampliación o mutilación de los espacios contendrá simbolismos intrínsecos. Cuando, por ejemplo, la etapa constructiva de un edificio es cubierta por otra nueva al contrario de ser destruida, la narrativa indica que se está archivando una porción de su historia fundacional, la cual permanecerá en la memoria de los habitantes aunque no sea visible.
Estas capas o niveles pueden ser considerados como distintos niveles de memoria, dándole énfasis a la información que cada nivelación posee para preservarlos. Es así, que la importancia de ésta práctica se ve evidenciada en la reutilización y conservación del mismo espacio en ciertos sectores de La Palangana, en especial en las etapas E1, E2 y E3 de la Estructura E. Lo que también podría indicar que estuvo vinculada al uso del espacio del enterramiento de la Tumba 1 (Fig.5).

De esta manera es posible reconstruir un panorama de desarrollo en los diversos espacios de La Palangana desde el Preclásico Tardío hasta el Clásico Tardío. Para el Preclásico Tardío, la Plaza Inferior se formó por varios pisos, una pequeña plataforma limitó el área sur y dos escalones de barro se ubicaban frente al montículo C-II-12. La Tumba 1, rompió con tres pisos en el centro de la Plaza Inferior, durante el Preclásico Tardío Terminal, para depositar el entierro que marcaría el punto de origen de la memoria colectiva en el conjunto de La Palangana. En esta tumba se ofrendaron artefactos de piedra quebrados y varios basaltos columnares. Éstos, incluso podrían referirnos a una etapa anterior, ya que en otros sitios del altiplano se ha reportado el uso de basaltos columnares para el Preclásico Medio.

En el Clásico Temprano y sobre la Tumba 1 se construye la Estructura E, la cual evoluciona durante todo éste periodo conmemorando al fundador que allí fue enterrado y que quizás en días especiales del calendario sagrado, rituales públicos eran practicados para mantener su historia. El área noroeste de la Plaza Inferior de la Palangana se empieza a utilizar con un cambio de tecnología a finales del Clásico Temprano. Los taludes de piedra reportados recientemente están fechados para esta época.

Ya para el Clásico Tardío se manifiesta una separación que se trata de entender por medio de las destrucciones que sufren las estructuras y el cambio de materiales de piedras por barro. Para esta época la Tumba 1 es saqueada y variedad de monumentos esculpidos son reubicados indicando el cambio de sistema político, donde la memoria colectiva también es fragmentada.

Siguiendo una línea de prácticas simbólicas, las estelas enterradas en la Estructura E de La Palangana se pueden referir a una red multi-local dispersa que las preserva y también las conecta con los actores humanos que las crearon, durante el momento en el cual fueron ofrendadas a la Estructura, y con su memoria histórica fundacional. Además, desencadenan una estratificación de conocimiento que es reproducido por las siguiente generaciones como su memoria colectiva.

Las distintas capas constructivas además de integrar las remodelaciones de edificios y sus cambios políticos, también sugieren la práctica de materialización de la memoria. Es la memoria colectiva que es enterrada para conservarla y transmitirla por medio de la historia oral, porque no es visible.

De la misma manera, las mutilaciones parciales a los edificios o monumentos relatan que una parte de la historia quiere ser “borrada”. El tipo de material utilizado en las remodelaciones del espacio también es un elemento clave para indagar qué información se quería comunicar y preservar en la memoria colectiva. Por ejemplo, el hallazgo reciente del talud de mampostería en el muro norte adosado a la estructura C-II-12 nos refiere a un importante cambio político o social en La Palangana para 540-650 DC en base al análisis de radiocarbono.

La construcción de este talud de piedras significó, mas allá de la implementación de otras tecnologías constructivas, una poderosa narrativa sobre un cambio serio en el sistema que modificó su tecnología la cual incluyó nuevos materiales constructivos. Estos materiales relataron un cambio que contaba solo lo que se quería recordar, la nueva tecnología en el uso de las piedras, y que omitía lo que se quería olvidar, el uso del barro y pómez y del talud-tablero.

Para el caso de la Estructura E, Cheek (1977:51) indica que los materiales y las técnicas utilizadas en las etapas E2 y E3 fueron los mismos que consistieron en superficies cubiertas de piedrín y las paredes formadas por bloques de piedra pómez y barro. Una mezcla de pómez con pequeñas piedras y barro es usado por primera vez en la etapa E3-c, pero ningún cambio drástico como los taludes de piedras registrados en la temporada del 2012 se han registrado en otra área de La Palangana.

Conclusiones
Los registros de la Estructura E hechos durante la temporada 2011 han permitido revisar conceptos de memoria colectiva en relación con los otros edificios de La Palangana. Excavaciones recientes en la última temporada de campo 2012, descubrieron rasgos importantes que se incluyeron en esta ponencia para entender estas aproximaciones en relación con las remodelaciones de los edificios.

Nuevas concepciones de materialidad consideran que las capas constructivas de la Estructura E funcionan como inscripción consciente de su memoria fundacional y como una manera de controlar el tiempo hasta finales del periodo Clásico Temprano, durante la etapa E3, cuando las anteriores fueron cubiertas totalmente por una gran plataforma y un nuevo recinto es adherido al sur.

Cuando la estructura E2-a cubrió la E1 durante la primera etapa del Clásico Temprano, se estaba preservando la memoria colectiva de la estructura, remodelando la forma con nuevas ampliaciones y elevaciones reflejadas en las siguientes etapas. Esta práctica continuó hasta finales del Clásico Temprano. La última remodelación se dio en E3-c que protegió todos los niveles anteriores.

Las subsiguientes etapas, correspondientes al Clásico Tardío, demuestran ese cambio en el sistema cuando varios sectores de la Estructura E son destruidos, depósitos Amatle II son colocados por encima, variedad de monumentos son removidos de su lugar original y la Tumba 1 es saqueada. Sin duda es el tiempo registrado a través de las distintas capas que se guardan en la memoria colectiva el cual demuestra el poder del ser humano sobre el tiempo ya sea para protegerlo, controlarlo y contarlo, o para destruirlo y olvidarlo.

Referencias
Cheek, Charles
1977 Excavations at the Palangana and the Acropolis, Kaminaljuyu. The University of Pennsylvania.
Ivic de Monterroso, Matilde
2004 Kaminaljuyu. Informe de las excavaciones realizadas en el Parque Kaminaljuyu, Guatemala, de julio 2003 a febrero 2004 (editado por M. de Monterroso y C. Alvarado Galindo), pp.312-327. Guatemala.

Lothrop, Samuel
1926 Stone Sculptures from the Finca Arevalo, Guatemala. Indian Notes 65. Museum of the American Indian, New York.
Mills, Barbara J. and William H. Walker
2008 Memory, Materiality, and Depositional Practice. En Memory Work: Archaeologies of Material Practice (editado por B. J. Mills y W. H. Walker), pp.3-23. School for Advanced Research Advanced Seminar Series, SAR Press, Santa Fe.

Sanders, William y Joseph Michels (ed)
1977 Teotihuacan and Kaminaljuyu: A Study in Prehistoric Culture Contact. The Pennsylvania State University Press, University Park.

Fig.1: Plano de La Palangana con la ubicación de los montículos que lo conforman.

Fig.2: Evolución de la Estructura E en base a los estudios de C. Cheek (1977).

Fig.3: Ubicación de las excavaciones del 2012 en la Palangana. El trazo de línea continua es correspondiente
a las investigaciones hechas por la Universidad de Pensilvania entre 1969 y 1970.

Fig.4: Fotografía del talud de mampostería en la esquina noroeste de La Palangana.
Fotografía de Patricia Mah de Samayoa.

Fig.5: Fotografía del pequeño talud flanqueado por dos alfardas y escalones de barro adosados en el muro oeste de la plaza inferior de La Palangana. Fotografía de Patricia Mah de Samayoa.

Fig.6: Planta general de la Estructura E y las investigaciones hechas en 2011.
Dibujo de Adriana Linares, Emanuel Serech y Javier Estrada. Digitalización Lorena Paiz.