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45 – LA TRANSICIÓN CERÁMICA DEL PRECLÁSICO TARDÍO AL CLÁSICO TEMPRANO: UNA VISIÓN DESDE LA TRINIDAD- KAMINALJUYU – Juan Luis Velásquez – Simposio 19, Año 2005

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Velásquez, Juan Luis

2006        La transición cerámica del Preclásico Tardío al Clásico Temprano: Una visión desde La Trinidad-Kaminaljuyu. En XIX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2005 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp.486-497. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

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LA TRANSICIÓN CERÁMICA DEL PRECLÁSICO TARDÍO AL CLÁSICO TEMPRANO: UNA VISIÓN DESDE LA TRINIDAD- KAMINALJUYU

Juan Luis Velásquez

Palabras clave

Arqueología Maya, Tierras Altas, Guatemala, Altiplano, valle de Guatemala, Kaminaljuyu, La Trinidad, Parque La Democracia, cerámica, Preclásico Medio, Preclásico Tardío, Clásico Temprano, tipología

TRANSITION IN CERAMICS FROM THE LATE PRECLASSIC TO THE EARLY CLASSIC:

A VIEW FROM LA TRINIDAD-KAMINALJUYU

About half-way through 1989 the archaeological rescue project La Trinidad-Kaminaljuyu started in the area of Zone 7, Guatemala City, 500m north of the Kaminaljuyu Acropolis, where the park La Democracia was being built. This opportunity is being taken to publish the study of the vessels found and other archeological materials, the majority of which in a pristine context, gave new information on the Early Classic in Kaminaljuyu. To get a better view of the materials, a study was made of the sample coming from the Terminal Late Preclassic which served to describe the ceramic transition existing in the ceramic complexes from the first six centuries of our era.

El estudio de las vasijas de La Trinidad-Kaminaljuyu se inició en el año 2002 en la Ceramoteca del Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales, cuando se revisaron vasijas recuperadas por los proyectos de rescate arqueológico en Kaminaljuyu.

Kaminaljuyu fue el sitio más importante de las Tierras Altas durante el Preclásico y Clásico Temprano (500 AC – 550 DC.); tuvo más de 200 montículos dispuestos en plazas con estructuras ceremoniales, y una secuencia de ocupación que abarca desde el inicio del Preclásico Medio (900 AC), hasta el Clásico Terminal (800 -1000 DC), con vestigios del Postclásico (1000-1524 DC); y hoy está casi totalmente destruido por el crecimiento de la ciudad de Guatemala.

A mediados de 1989, el Ministerio de Cultura y Deportes asignó al arqueólogo Luis Eduardo Cruz Rubio –ahora fallecido– la dirección del Proyecto Arqueológico de Salvamento “La Trinidad-Kaminaljuyu”, previo a la realización del complejo deportivo La Democracia. En 1990 se revisaron y fecharon las vasijas y lotes de tiestos con la arqueóloga Claudia Rivera, encargada del laboratorio, de esta forma se apreció la importancia del lugar y los materiales arqueológicos recuperados.

El área donde se construiría el complejo deportivo La Democracia se localiza en la antigua finca La Trinidad, aproximadamente 500 m al norte de la Acrópolis del sitio, actualmente Parque Kaminaljuyu. Es un área plana rodeada de barrancas al norte y este, donde no se observaban montículos ni plataformas prehispánicas, pero sí abundante cerámica prehispánica en la superficie.

Durante la excavación se recuperó gran cantidad de vasijas y otros materiales arqueológicos relacionados a rasgos constructivos, de actividad doméstica y ritual, las que se obtuvieron mediante excavaciones controladas y rescates de emergencia. Su estudio es de especial interés por provenir de contextos controlados en la mayoría de los casos.

Desde su excavación se ha considerado que el área de La Trinidad-Kaminaljuyu fue utilizada como un lugar ritual para efectuar ofrendas desde el Preclásico Tardío hasta el Clásico Tardío (200 AC – 900 DC), en un rango temporal de más de mil años; así como que estuvo fuertemente relacionada a la población del Grupo C-II-4 (Acrópolis-Palangana), durante la fase Esperanza del Clásico Temprano (350-550 DC).

El estudio de las 141 vasijas de los complejos Aurora y Esperanza (200-550 DC), que es la base y tema central de la presente investigación, pretendió en un inicio tener una mejor visión del inventario cerámico del Clásico Temprano, dado que la muestra de tal periodo es escasa en las investigaciones del sitio y en La Trinidad-Kaminaljuyu es relevante.

Sin embargo, tal tema exigió incluir la muestra del complejo Arenal durante el Preclásico Tardío-Terminal, ya que sin tal antecedente, el análisis y estudio del complejo Aurora no tiene sustentación; por lo tanto, el tema inicial –que era sobre los complejos Aurora y Esperanza– se volvió la transición del Preclásico Tardío al Clásico Temprano. Así, los objetivos de la presente investigación fueron dirigidos a comprender mejor la historia de Kaminaljuyu analizando las vasijas cerámicas, sus materiales relacionados y contextos, de la transición Arenal Terminal-Aurora, y Aurora-Esperanza.

El fechamiento de los hallazgos se basó inicialmente en la presencia de modos y tipos diagnósticos para los complejos cerámicos de Kaminaljuyu y las Tierras Altas de Guatemala (Wetherington 1978; Rands y Smith 1965); sin embargo, criterios adquiridos en excavaciones y análisis en Kaminaljuyu en los proyectos de rescate del IDAEH, fueron aplicados. Ellos fueron los siguientes:

Para fechar Arenal, se consideró la presencia de cuencos Villalobos Rojo, Osuna y Verbena Ivory; cuencos y fuentes con bordes ganchudos, generalmente naranjas con decoración Usulután; cerámica café negro con inciso grueso y tonos opacos o de bajo pulido; cerámica con decoración Usulután; así como la ausencia de vasijas del ware Pantaleón (tipo Esperanza Flesh). Los soportes mamiformes o pseudo-mamiformes distinguen a Arenal de Providencia, pero continúan en Aurora. La cerámica no tiene la calidad en el acabado de tiempos anteriores y es producida en mayor cantidad.

Para fechar Aurora se tomó en cuenta la presencia de los wares Pantaleón (Esperanza Flesh con y sin soporte anular), Cinamon y Llanto, con la forma de picheles trípodes con soportes jorobados; Amatitlán Pintado en cuencos y fuentes con base anular y reborde basal o ángulo Z, ya sean monocromos naranjas o con baño de engobe crema-ante, blanco y decoración bicroma con bandas rojas. Existen también soportes cónico truncados, y es evidente la presencia del ware Baúl pasta café rojiza en cuencos o sartenes, sin engobe y con baño crema. Las vasijas con engobes bien pulidos son raras, y en general decrece la calidad del acabado de superficie. Las pastas son menos friables y burdas.

Para fechar Esperanza se consideraron los cuencos con pestaña basal, vasos con soportes almenados, vasijas antropomorfas de dos piezas, incensarios con forma de reloj de arena y picheles con soporte pedestal; así como vasijas con decoración policroma y sahumadores con mango. Los wares con engobe presentan colores negro, café negro, café rojizo, rojo, naranja, crema, marfil, y un distinto engobe delgado de color ante a crema y naranja (color carne); es distintiva la cerámica naranja delgado, con engobe de dicho color; existe decoración bicroma (rojo/ante, rojo/naranja, rojo/café), y policroma (rojo y negro/naranja). La cerámica sin engobe tiene generalmente pasta café rojiza y presenta ocasionalmente baño crema, y en el caso de incensarios pintura roja, blanca, amarilla y azul.

La denominación de las unidades cerámicas identificadas en la muestra tomó como base la tipología y nomenclatura propuesta por Wetherington (1978), quién utilizó criterios del sistema Tipo-Variedad. Ha tomado en cuenta también la clasificación y nomenclatura de Popenoe de Hatch (1997); e incluye adiciones y cambios efectuados durante la presente investigación.

El estudio condujo a preguntarse: ¿por qué hay un marcado cambio cerámico entre las fases Arenal (200 AC – 200 DC), y Aurora (200-350 DC)?, ¿cuáles wares y tipos comparten ambos complejos?, ¿qué es la fase Santa Clara (Protoclásico)?, ¿existe ésta o no?, ¿existe el Protoclásico en Kaminaljuyu?, ¿cómo se puede hablar de Protoclásico en Kaminaljuyu, cuando tal término ha sido asentado en las Tierras Bajas dándole a sus características un origen de las Tierras Altas?, ¿cuál es el inventario cerámico de Aurora y Esperanza en La Trinidad-Kaminaljuyu?, ¿existe una intrusión y dominio de Teotihuacan en Kaminaljuyu durante la fase Esperanza?, ¿qué manifiesta el material Esperanza en La Trinidad-Kaminaljuyu en relación con las evidencias del mismo momento en la Acrópolis del sitio y los montículos funerarios A y B? y ¿por qué modos cerámicos de dicha temporalidad son compartidos en las Tierras Altas, Tierras Bajas y la Costa Sur? Tantas preguntas y sus respuestas son difíciles de contestar definitivamente en este documento y con las evidencias con que se cuenta, sabiendo que cada una de ellas es un tema de investigación específica; sin embargo se tratará de presentar algunas ideas y planteamientos.

Figura 1  Plano de Kaminaljuyu

ANTECEDENTES DE LA TRINIDAD-KAMINALJUYU DURANTE EL PRECLÁSICO

La Trinidad-Kaminaljuyu fue ocupada durante el poblamiento inicial de Kaminaljuyu en el Preclásico Medio durante la fase Las Charcas (900/750-600 AC), comparte las manifestaciones de los primeros pobladores del valle de Guatemala; quienes se asentaron en la periferia de la laguna Miraflores o de los Tiestos, donde llegarían a formar el gran sitio de Kaminaljuyu.

Los hallazgos sugieren la existencia de una pequeña villa o aldea agrícola con artefactos líticos y cerámica, evidenciando el inicio de una sociedad compleja, identificada mediante entierros de personas diferenciadas en estatus, calidad de bienes, ofrendas y construcción de plataformas, asociadas algunas a prácticas rituales bien establecidas.

Durante la fase Majadas (600-500 AC), se aprecia ya una sociedad estratificada, basado en el hallazgo de un entierro de un personaje principal, acompañado de una rica ofrenda.

En el Preclásico Medio-Tardío, fase Providencia (500-200 AC), se nota un cambio en la función y uso del lugar. No se encontraron componentes domésticos ni plataformas de casas; aunque es posible que éstos existiesen en lugares no excavados. La presencia de tiestos Providencia mezclados en las capas estratigráficas hace suponer que el lugar fue aprovechado como área de cultivo más que de viviendas domésticas, como había sido anteriormente. Quizá la conformación del cacicazgo de Kaminaljuyu (Michels 1979), que se desarrolla en tiempos Providencia, concentra a la población del valle alrededor de montículos en las inmediaciones de la laguna Miraflores y los asentamientos dispersos de tiempos anteriores como el de La Trinidad-Kaminaljuyu, son reubicados, disponiéndose de las áreas entonces disponibles para la producción agrícola de una población en aumento.

Durante la fase Verbena (200-100 AC), al inicio del Preclásico Tardío, la situación no parece haber variado en La Trinidad-Kaminaljuyu, el cacicazgo de Kaminaljuyu se consolidó y dio origen a una sociedad más compleja, quizá conformándose en un estado temprano. Aquí es cuando Kaminaljuyu alcanza su momento de mayor desarrollo y expansión intelectual y comercial, jugando un papel protagonista en las Tierras Altas durante la Esfera Miraflores (Demarest y Sharer 1986).

La fase Arenal (100 AC – 200 DC), durante el Preclásico Tardío, marca un nuevo giro en la historia cultural de La Trinidad-Kaminaljuyu. El aumento de población y la prosperidad en Kaminaljuyu, como lo indica el uso de la tecnología hidráulica en el manejo de canales asociados a la laguna de Los Tiestos, así como la práctica de agricultura intensiva (Popenoe de Hatch 1997), la industria de navajas de obsidiana, el comercio a larga distancia, el aumento y complejidad en el ceremonialismo y la organización política, dan lugar a la realización de numerosas ofrendas, conteniendo abundantes vasijas y otros objetos. Kaminaljuyu tuvo su mayor apogeo entonces, y La Trinidad-Kaminaljuyu presenta una fuerte construcción de plataformas domésticas y rituales, así como la colocación de importantes ofrendas. Aquí inicia una tradición que continuará hasta el fin del periodo Clásico, abarcando un tiempo de más de mil años, alcanzando su apogeo en tiempos de la fase Esperanza durante el Clásico Temprano.

LA CERÁMICA DE LA TRINIDAD-KAMINALJUYU (0-550 DC)

COMPLEJO ARENAL

La muestra Arenal de La Trinidad-Kaminaljuyu proviene de cuatro ofrendas y tres rasgos de carácter doméstico, donde se recuperaron 27 vasijas. Se apreciaron vasijas de los wares ancestrales de Kaminaljuyu, como Miraflores Café Negro, Mirador Rojo, Canales Naranja (tipo Villanueva), y Villalobos Rojo, todas ellas con engobe, y del ware sin engobe Terra. También se observaron vasijas de los propios de Arenal como Izote, San Jorge y Guaque, y de los del momento pero de filiación foránea como Osuna y Baúl Pasta Café Rojiza, afiliados a la Costa Sur.

Figura 2  Ejemplares del Complejo Arenal

Es oportuno considerar, aunque no es tema a desarrollar en el presente trabajo, que Arenal puede ser dividido en dos sub-fases: una fuertemente relacionada a la tradición del Preclásico de Kaminaljuyu, y la segunda al momento donde se dan cambios tecnológicos y modales que anteceden a Aurora y son similares a lo considerado la parte inicial del Protoclásico en La Lagunita.

Los hallazgos representan abruptamente el 17.94% de la muestra estudiada (una media que se mantendrá durante el periodo Clásico); los rasgos de evidencia doméstica son el 42.85% de la fase y representan el 23.07% de la muestra. Las ofrendas se incrementan notablemente a 16% de la muestra y son el 57.14% de los hallazgos de la fase. De lo anterior puede inferirse un aumento de población y el uso del lugar para viviendas de personas importantes, asociadas a plataformas domésticas y ceremoniales, donde se realizaron ofrendas rituales. De los hallazgos, uno presenta tres vasijas; tres hallazgos tienen dos vasijas; y dos tienen sólo una. Cuando hay una sola pieza, ella está fragmentada, y cuando hay dos, sólo una estaba rota. Es de destacar la ofrenda de la Operación 127 que tiene 16 vasijas, estando 12 partidas a la mitad, el 75% de la muestra. Un dato interesante es que el 62% de las piezas Arenal fueron rotas por la mitad, lo que indica la importancia de está práctica dentro del ritual de ofrendas en dicho tiempo. Es importante notar que en la única ofrenda del periodo que presenta dos vasijas no rotas son de las nuevas vajillas en el inventario de Kaminaljuyu, de las llamadas Guaque y San Jorge.

En general, las vasijas rotas pertenecen a las clases finas Miraflores Café Negro, Ajpuj Fino Duro (tipo Olocuilta Naranja variedad con decoración Usulután), a excepción de un sartén de la clase Baúl pasta café rojiza. Es apreciable que las vasijas utilitarias de las clases Villalobos Rojo, Osuna, Miraflores pasta roja, Terra y las vajillas Izote, San Jorge y Guaque están completas. Las clases cerámicas Ajpuj Fino Duro en sus tipos con engobe rojo, naranja y con decoración Usulután, y Miraflores Café Negro, continúan y alcanzan gran popularidad. Las formas son bien elaboradas así como la decoración.

Los cuencos y vasos de la clase Miraflores presentan exquisitas formas y bellos diseños incisos, así como en la clase Ajpuj Fino existen fuentes trípodes con soportes cónicos y mamiformes, con pestaña labial y decoración negativa; caso contrario a la cerámica utilitaria de la clase Sumpango, de la tradición rojo/ante, la cual desaparece del inventario cerámico. La clase Miraflores Pasta Roja continúa pero en baja frecuencia.

Surgen nuevas clases (principalmente utilitarias), y las vasijas son de paredes más gruesas y de mayor dimensión; predominan los cuencos profundos y los cántaros globulares. Continúa cerámica de la clase Terra (que inicia en la fase Las Charcas), y Baúl pasta café rojiza, la cual –iniciando en Arenal– continuará por todo el periodo Clásico; a diferencia de las vajillas Izote, San Jorge y Guaque que se restringen a tiempos Arenal. Se puede decir que durante la fase Arenal, en La Trinidad se inicia una práctica ritual en el lugar, que abarcará un tiempo de aproximadamente más de mil años, alcanzando su apogeo en tiempos Esperanza.

COMPLEJO AURORA

Durante la fase Aurora (200-350 DC), en la parte inicial del Clásico Temprano, o del Preclásico Terminal (como se ha considerado en la presente investigación), en el lugar continuó la colocación de ofrendas; los siete hallazgos Arenal y los siete Aurora así lo ejemplifican. Los hallazgos asignados a Aurora representan el 17.94% del total de hallazgos de La Trinidad-Kaminaljuyu; los rasgos de actividad doméstica decrecen de 23.07% en tiempos Arenal a 7.69% en Aurora, y sus componentes representan solamente el 14.28% de la fase, en contraste con la presencia de ofrendas propias de actividades rituales, la cual es del 24% de la muestra total de La Trinidad-Kaminaljuyu, y es sorprendentemente el 85.71% de la fase; lo que evidencia el aspecto ritual que ha alcanzado el lugar, antes de tiempos de la fase Esperanza.

Figura 3  Ejemplares del Complejo Aurora

Los rasgos de carácter doméstico están asociados a muros de viviendas, tiestos, obsidiana, artefactos líticos y desechos domésticos; a diferencia de las ofrendas, las cuales fueron colocadas en cavidades o formaciones troncocónicas entre capas de barro y arena natural o rellenos constructivos de plataformas.

A las vasijas de las ofrendas les acompañan fragmentos de figurillas antropomorfas y zoomorfas, sonajas, malacates, aplicaciones zoomorfas, fragmentos de sellos y silbatos, tiestos (algunos estucados y policromos), cuentas y pulidores de piedra verde, fragmentos de cuarzo, fragmentos de mano de moler, donas de basalto, obsidiana y fragmentos de cuencos de esquisto de clorita.

El inventario cerámico muestra cambios, apreciándose nuevos wares y modos cerámicos, y continúan wares existentes en Arenal y desde el Preclásico Medio. Estos modos incluyen pintura roja sobre engobe naranja, moldura basal, fuentes con bordes ganchudos, cuencos con ángulo Z, soportes mamiformes, motivos curvilíneos con decoración Usulután, vasos trípodes con soportes jorobados y vertedera.

La cantidad de clases cerámicas se incrementa, de diez que existen en Arenal, en Aurora se han identificado por lo menos catorce; siete continúan de la tradición Preclásica local, tres son desarrollo de ellas y cuatro aparecen como nuevas en el inventario cerámico de Kaminaljuyu, ya que tienen filiación con sitios del Altiplano y la Costa Sur.

De tradición Preclásica, la cerámica de pasta roja con engobe blanco (ware Miraflores Pasta Roja), que existe desde el Preclásico Medio, continúa y presenta un cuenco profundo con soportes mamiformes. La cerámica con engobe café negro (ware Miraflores Café Negro), continúa pero con un tipo sin decoración incisa; los incisos tan comunes en esta clase durante el Preclásico Tardío, ya no existen. Wetherington (1978), ve a esta clase continuando durante el Clásico, pero decreciendo la decoración y la calidad de las piezas, así como a la cerámica de engobe negro (ware Miraflores Negro), variando de alto pulido a tonos opacos durante el Clásico. La cerámica con engobe rojo-naranja (ware Mirador Rojo), continúa presentando cuencos y fuentes con bordes ganchudos, y soportes cónicos y mamiformes, con decoración Usulután. En la cerámica utilitaria, los cuencos profundos hemisféricos con engobe rojo (ware Villalobos Rojo), continúan de tiempos Arenal, solamente variando en la calidad del engobe, el cual ahora es opaco (tipo Arenal Rojo, variedad mate).

La clase Baúl Pasta Café Rojiza, presenta cuencos de base plana y paredes rectas con asas horizontales en el borde (tipos Esperanza Mud y Felicidad Baño Blanco). Aparece una forma especial de miniatura en el inventario cerámico; generalmente se les ha llamado “candeleros”, son pequeños cuencos de base plana con dos asas verticales, fueron manufacturados de manera bastante burda y algunos ejemplos presentan baño blanco. La clase Terra, sin engobe, de pasta café-rojiza y a veces con baño de distintos colores, ha sido generalmente asociada a incensarios e inicia desde el Preclásico Medio, está presente en Aurora en “incensarios de tres picos”.

El ware Amatitlán Pintado aparece con su tipo Amatle Bicromo (variedades Ante, Crema y Naranja), en cuencos hemisféricos con reborde basal, soporte anular y con decoración de pintura roja; y puede ser considerada una clase de producción local que se desarrolla de la cerámica de tradición naranja.

La vajilla Navarro evoluciona de la vajilla Izote propia de Arenal (Popenoe de Hatch 1997), continuando su forma característica de cuencos hemisféricos profundos y de silueta compuesta, con pasta gruesa.

Un cántaro micáceo se asignó al ware Fuente Burdo, y se puede relacionar al norte hacia la región de las Verapaces, en donde cerámica micácea fue abundantemente producida.

Hay nuevas clases cerámicas en el inventario de Kaminaljuyu que son de filiación foránea.

  • La clase Pantaleón Duro, sin engobe o delgado engobe bien alisado, de color naranja-crema-ante alisada, representada en cuencos hemisféricos de base plana y de paredes delgadas, se considera originaria del Occidente, posiblemente del área de Chimaltenango y Sacatepéquez.
  • De la misma zona geográfica procede la vajilla Prisma, en la cual cántaros de pasta burda café y sin engobe, tienen decoración de pintura rosada (Popenoe de Hatch 1997).
  • La vajilla Llanto, de engobe café-naranja, se distingue por presentar picheles trípodes con soportes jorobados, y se considera propia de las Tierras Altas del norte y occidente (Popenoe de Hatch 1997).
  • La cerámica del ware Rojo-Cinamon, con engobe duro de color café-rojizo tiene huellas horizontales de pulimento en el cuerpo de cuencos de base plana con paredes rectas y curvo divergentes, también se considera propia de las Tierras Altas del norte y occidente de Guatemala, y fue diagnóstica de la fase Aurora, cuando fue establecida en el Montículo D-III-13 (Berlin 1952).
  • Un cuenco difícil de clasificar, ha sido asignado al tipo Mostaza Rojo/Ante, una clase elaborada en las Verapaces y pertenece a una tradición Preclásica mesoamericana.

Es oportuno indicar que las ofrendas contabilizaron 49 vasijas, de las cuales nueve fueron rotas o cortadas en el ritual (18%), contrastando con la abundancia de vasijas rotas en tiempos Arenal, donde alcanzaron 62% de la muestra del complejo. De siete ofrendas, dos no tuvieron ninguna pieza rota, siendo éstas de producción local.

COMPLEJO ESPERANZA

La muestra en La Trinidad-Kaminaljuyu de la fase Esperanza es la que presentó el mayor número de hallazgos por fase, diez en total. Alcanza el 25.64% del total analizado, comprendiendo las ofrendas el 60% de los hallazgos de la fase y el 24% del conjunto de ofrendas del lugar. La actividad doméstica está representada por el 40% de los hallazgos de la fase y comprende notablemente el 30.76% de La Trinidad-Kaminaljuyu.

Figura 4  Ejemplares del Complejo Esperanza

Es durante el complejo Esperanza (350-650 DC), cuando el lugar alcanza su momento de mayor ocupación y cantidad de ofrendas, un tiempo durante el cual Kaminaljuyu construye su Acrópolis, la Palangana y los montículos funerarios A y B. La Trinidad-Kaminaljuyu sin duda tiene fuertes nexos con la élite dirigente asentada en el cercano Grupo C-II-4 (Acrópolis y Palangana).

La actividad doméstica en La Trinidad-Kaminaljuyu se evidenció por la presencia de restos de pisos de barro quemado, hoyos de poste y pequeños canales de drenaje asociados a plataformas de casas, teniendo en algunos casos una actividad ceremonial o ritual. Las ofrendas se colocaron en formaciones troncocónicas talladas en la arena bajo plataformas de barro mixto y en cavidades de hasta 3.20 m de diámetro y poca profundidad. Los materiales asociados a las vasijas de las ofrendas incluyen fragmentos de discos, silbatos, figurillas zoomorfas, orejeras, aplicaciones zoomorfas de vasijas, fragmentos de incensario de forma “reloj de arena” con motivos aplicado de mariposa y restos de pintura blanca, roja y amarilla; manos de moler ovaladas y alargadas, fragmentos de pectorales de pizarra, anillos u orejeras; cuentas esféricas y tubulares de piedra verde; navajas de obsidiana y una figura antropomorfa de resina; es importante mencionar la presencia de un entierro secundario con un cráneo, huesos largos y dos mandíbulas humanas como parte de la ofrenda; y otras evidencias de inhumaciones humanas.

La mayoría de wares presentes en Aurora que se originaron en el Preclásico (Miraflores Pasta Blanca, Miraflores Negro, Miraflores Café-Negro, Mirador Rojo y Canales Naranja), desaparecen del inventario cerámico de Kaminaljuyu; al igual que otros surgidos en los complejos Arenal y Aurora (ware Villalobos Rojo y la vajilla Navarro). Continúa sin cambio el ware Pantaleón Duro que inició en Aurora, incorporando decoración incisa y la aplicación de un baño blanco.

Son distintivas tres piezas globulares que presentan dos orificios en sus extremos, uno arriba y otro abajo, uno relacionado a un soporte pedestal y el otro a un cuello medio; en el cuerpo globular de las piezas hay tres orificios circulares, y el resto del cuerpo está decorado con espigas. Su función ha sido considerada como incensarios (Popenoe de Hatch 2000), o tambores. En la presente investigación se han considerado lámparas, las cuales pudieron estar sobre una superficie plana o bien colgadas, teniendo en su interior una vela o un quemador. Se aprecian también incensarios con mango y efigie. La vajilla Llanto, con sus vasijas de forma especial, tal el caso de picheles con soporte pedestal y de forma cálceoforme con dos soportes cónicos truncados y comales de la vajilla Prisma están presentes. La cerámica con engobe café rojiza (ware Rojo-Cinamon), desaparece o desarrolla a un grupo engobado café con decoración de engobe rojo exterior e interior.

La cerámica fina de engobe negro es menos lustrosa que la de tiempos anteriores y es similar al tipo Polanco de la Costa Sur (Sonia Medrano, comunicación personal 2003), aunque puede ser un desarrollo del ware Miraflores Negro, como lo ha sugerido Wetherington (1978). En su inventario cerámico destacan vasos cilíndricos y cuencos de paredes altas con soportes almenados y rectangulares, moldura y pestaña basal, y efigies zoomorfas y antropomorfas utilizando la técnica de pastillaje y punzonado, a semejanza de los generalmente considerados de filiación Teotihuacana en sitios como Tikal, Uaxactun y Río Azul en las Tierras Bajas Mayas, y a ejemplares similares tanto de las Tierras Altas Mayas como de la Costa Sur de Guatemala.

El ware Amatitlán Pintado, en su tipo Amatle Bicromo y variedades crema, ante y naranja, presenta cuencos y fuentes con pestañas basales y paredes con ángulo Z, vasijas con personajes antropomorfos de dos piezas en posición sedente, cuencos con base pedestal y con soporte anular.

Destacan vasijas con decoración negativa, de base crema y motivos en negro, son cuencos de paredes rectas. Una clase de cerámica identificada para el Clásico Temprano es la denominada Tunap Negativo en Nebaj (Becquelin 2001), y principalmente Clásico Tardío en Zaculeu y las Tierras Altas en general (Woodbury y Trick 1943; Rands y Smith 1965). Sin embargo, es importante mencionar al tipo Japón Resistente de las Tierras Bajas para el Clásico Temprano, el cual es similar.

El ware sin engobe Baúl Pasta Café Rojiza, además de sus tipos Mud y Felicidad Baño blanco de tiempos Arenal y Aurora, presenta un incremento en la forma especial de candeleros, cuencos trípodes con soportes cónicos, moldura basal y espigas en el cuerpo y un distintivo cuenco trípode con soportes que muestra una figura zoomorfa aplicada y pintura de color blanco, amarillo y negro, mostrando formas y decoraciones que lo tipifican como de uso ceremonial, de una manera más distintiva que en Aurora y Arenal, cuando vasijas del mismo ware cumplieron también función ceremonial.

La clase Terra continúa desde el Preclásico Medio y se aprecia en incensarios con aplicaciones policromas y motivos iconográficos asociados a Teotihuacan, tal el caso de mariposas y aros. Surgen nuevas vajillas caracterizadas por cuencos de las vajillas Molina y Carolina con engobes rojos opacos (Popenoe de Hatch 1997), las cuales pueden ser desarrollo del ware Villalobos Rojo.

Es importante mencionar que no existen vasijas policromas enteras (solamente cinco tiestos), ni de la clase Naranja Delgado, como se encontraron en las tumbas de los Montículos A y B, así como fuentes o cuencos con pestaña basal, los cuales sí se aprecian en el complejo Aurora.

Importante es considerar que en la ofrenda del rescate 36, de tiempo Esperanza, existen vasijas de la fase Amatle, lo que sugiere un traslape temporal, la continuidad y evolución alfarera de Kaminaljuyu del Clásico Temprano al Clásico Tardío, o bien una ofrenda en un lugar de tiempo anterior.

Los porcentajes muestran la relación entre ofrendas y rasgos (hallazgos) de una misma fase y la correspondencia de los hallazgos de una fase específica y el total de la muestra de la misma categoría (ofenda y rasgo) en la totalidad de las fases y complejos cerámicos o muestra total.

COMENTARIOS Y APRECIACIONES GENERALES

Se considera que la población Arenal –con una alta densidad demográfica y la extinción de la laguna Miraflores y sus canales hidráulicos asociados a campos agrícolas– sufrió un impacto en su modo de subsistencia. Parece ser que hubo un desplazamiento de parte de su población hacia las Tierras Altas del Norte, cuando aumenta la población en lugares como Sajcabaja y Canilla en Quiché, como lo menciona Arnauld (1986, 1987), para el 200 DC aproximadamente.

Sin embargo, la población de Kaminaljuyu continuó en el sitio y produjo manifestaciones culturales en su cerámica y ritual de una forma sincrética con pobladores del Altiplano y Costa Sur en tiempos Aurora. Quizá siguieron arraigados a Kaminaljuyu debido al control de la obsidiana de El Chayal.

La situación en Kaminaljuyu varía de un gran apogeo en tiempos Arenal, a un momento de traslape o transición en Aurora, al periodo Clásico, apreciándose en Aurora un descenso demográfico y de actividad constructiva en el sitio, en un lapso de tiempo que se puede considerar Preclásico Terminal, más que Clásico Temprano.

La fase Santa Clara, que fue nombrada con base a cerámica de un botellón y asignada al “momento” Protoclásico, parece no existir, y es tema importante de investigación. La cerámica en ofrendas de dicho momento, se aprecian en la Operación 5014 en las inmediaciones del Grupo B-IV-2 en ofrendas y entierros, en un entierro en el Montículo A-V-9, y en plataformas rituales y un cementerio del Preclásico en el Grupo A-IV-1, donde los pobladores de Kaminaljuyu ofrendaban en sus antiguos centros ceremoniales y montículos. Tales rasgos comprenden el final de Arenal y todo Aurora, un lapso de tiempo entre 100 y 350 DC., donde dicho lapso de tiempo se considera el final del Preclásico.

En Aurora (200-350 DC), sucede un cambio cerámico manifestado en la introducción de nuevas clases cerámicas del Altiplano y Costa Sur. Este cambio incluye la calidad y tecnología de las vasijas, el patrón de ofrendas y un desarrollo local a nivel cerámico de Arenal. Es claro que el complejo incluye modos que suceden en Tierras Altas y Bajas en dicho lapso de tiempo.

A su vez, Esperanza ha identificado al Clásico Temprano en Kaminaljuyu y se ha considerado un momento de contacto o influencia con el centro de México, especialmente con el sitio Teotihuacan (Kidder, Jennings y Shook 1946), apreciando wares, formas y modos en su inventario cerámico, entre otros rasgos a nivel funerario, arquitectónico (talud-tablero), líticos (obsidiana verde), e iconográficos.

Durante Esperanza (350-550 DC), es importante mencionar que la tradición alfarera local continúa de tiempos Aurora en los wares Amatitlán Pintado, Baúl Pasta Café Rojiza, Pantaleón Duro y Terra, las que persisten y evolucionan en el Complejo Amatle del Clásico Tardío. La muestra de La Trinidad-Kaminaljuyu plantea que Esperanza surge después de Aurora y que no es contemporánea con Amatle I, como lo sugiere Wetherington (1978). Así mismo, que los componentes cerámicos que tradicionalmente han definido Esperanza son sólo de carácter funerario y que La Trinidad-Kaminaljuyu muestra un inventario cerámico Esperanza más completo.

A diferencia de un asentamiento alrededor de la laguna de los Tiestos o Miraflores, donde se conformó el cacicazgo de Kaminaljuyu durante el Preclásico Tardío, el asentamiento Esperanza es más centralizado, y se nota en el Grupo C-II-4 (Acrópolis), y en los montículos funerarios A y B. Su patrón de asentamiento así lo refleja.

La evidencia sugiere que el estatus de las personas y ofrendas de La Trinidad-Kaminaljuyu fue menor a la de los residentes del Grupo C-II-4. Sus pobladores usaban las mismas formas especiales de vasijas de moda con influencia Teotihuacana, pero manufacturada en Kaminaljuyu y no importadas del centro de México.

De los diez hallazgos Esperanza, seis se pueden considerar ofrendas, y los otros cuatro rasgos de carácter doméstico. Se aprecia que la práctica de romper vasijas, originada durante el Preclásico ha dejado de existir y cuando se ofrendan vasijas fragmentadas, ellas son incensarios o sahumadores. También se ofrenda gran cantidad de “candeleros”; los que aparecen en menor frecuencia en Aurora.

Es importante notar que de las 95 piezas cerámicas que conforman la muestra del complejo Esperanza, sólo seis están fragmentadas, siendo dos de ellas un incensario y un mango de sahumador, las otras cuatro piezas son cuencos; tres del distintivo tipo Felicidad baño blanco, el que ha sido utilizado en rituales como brasero y el otro es un cuenco del ware Amatitlán Pintado.

En La Trinidad-Kaminaljuyu, durante Esperanza las vasijas muestran relaciones a nivel tipológico y modal con la Costa Sur y el Altiplano noroccidental; no se puede aseverar la presencia de una población foránea que controle el lugar, pero sí se aprecia un cambio en la práctica ritual, evidenciada en grandes ofrendas y decrecimiento en la práctica de romper vasijas; además, se observa una mayor ocupación domestica del lugar.

El fin de Esperanza se aprecia con el surgimiento del complejo Amatle del Clásico Tardío (550-900 DC), cuando un nuevo tipo de asentamiento y orden sociopolítico surgirá, acompañado de cambios en el inventario cerámico, estando ausentes los modos diagnósticos de Esperanza, pero evolucionando los wares existentes.

La Trinidad-Kaminaljuyu, y el Grupo C-II-4, al igual que todo el valle de Guatemala y sitios periféricos como Cotió, El Frutal y Solano (Sanders y Michels 1977), presenta cerámica Amatle sobre cerámica Esperanza, variando la técnica constructiva de plataformas y edificaciones, destaca la remodelación de la Acrópolis, la creación de patios para el Juego de Pelota, la reutilización de estructuras o montículos y de monumentos escultóricos anteriores a tiempos Aurora durante el Preclásico.

REFERENCIAS

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1986        Céramique de la Structure A-7 de la Lagunita. En Le Protoclassique á la Lagunita, El Quiché, Guatemala (editado por A. Ichon). Institut d’Ethnologie, Paris.

1987        Regional Ceramic Development in Alta Verapaz. En Maya Ceramics. Papers from the 1985 Maya Conference (editado por P. M. Rice y R. J. Sharer), Parte II. BAR International Series 345 (II). Oxford.

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1952        Excavaciones en Kaminaljuyu: Montículo D-III-13. Antropología e Historia. Época 1. No. 4. Guatemala.

Becquelin, Pierre

2001        Arqueología de la Región de Nebaj, Guatemala. Cuadernos de Estudios Guatemaltecos 5, USAC.

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1986        Late Preclassic Ceramic Spheres, Culture Areas, and Cultural Evolution in the Southeastern Highlands of Mesoamerica. En The Southeast Maya Periphery (editado por Patricia A. Urban y Edward M. Shortman). University of Texas Press, Austin.

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1979        The Kaminaljuyu Chiefdom. Pennsylvania State University Press, University Park.

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1997        Kaminaljuyu/San Jorge. Evidencia arqueológica de la actividad Económica en el Valle de Guatemala 300 a.C. – 300 d.C. Universidad del Valle de Guatemala, Guatemala.

2000        Kaminaljuyu-Miraflores II: La naturaleza del cambio político al final del Preclásico. En XIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1999 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo, A.C. Suasnávar y B. Arroyo), pp.11-28. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

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1965        Pottery of the Guatemalan Highlands. En Handbook of Middle American Indians (editado por R. Wauchope y G.R. Willey), Vol. 2. University of Texas Press, Austin.

Sanders, W. y J. Michels

1977        Teotihuacan and Kaminaljuyu: A Study in Prehistory Culture Contact. Pennsylvania State University Press, University Park.

Wetherington, R.

1979        The Ceramics of Kaminaljuyu. Pennsylvania State University Press, University Park.

Una respuesta a «45 – LA TRANSICIÓN CERÁMICA DEL PRECLÁSICO TARDÍO AL CLÁSICO TEMPRANO: UNA VISIÓN DESDE LA TRINIDAD- KAMINALJUYU – Juan Luis Velásquez – Simposio 19, Año 2005»

Hola mil disculpa de antemano y un gran agradecimiento por tu trabajo en version digital son de gran ayuda
al momento de descargar esta importante informacion no coincide lo plasmado aqui y la descarga en PDF
MIL GRACIAS

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