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043 Investigaciones recientes en el sitio arqueológico Pompeya: Un sitio en el valle de Antigua Guatemala durante el Clásico Tardío – José Luis Garrido López, Rony Piedrasanta, Yeny Gutiérrez, Marielos López, Rafael Cambranes – Simposio 25, Año 2011

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Garrido López, José Luis, Rony Piedrasanta, Yeny Gutiérrez, Marielos López y Rafael Cambranes

2012        Investigaciones recientes en el sitio arqueológico Pompeya: Un sitio en el valle de Antigua Guatemala durante el Clásico Tardío. En XXV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2011 (editado por B. Arroyo, L. Paiz, y H. Mejía), pp. 502-509. Ministerio de Cultura y Deportes, Instituto de Antropología e Historia y Asociación Tikal, Guatemala (versión digital).

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INVESTIGACIONES RECIENTES EN EL SITIO ARQUEOLÓGICO POMPEYA: UN SITIO EN EL VALLE DE ANTIGUA GUATEMALA DURANTE EL CLÁSICO TARDÍO

José Luis Garrido López

Rony Piedrasanta

Yeny Gutiérrez

Marielos López

Rafael Cambranes

PALABRAS CLAVE

Altiplano, Pompeya, Sacatepéquez, Clásico Tardío

ABSTRACT

A thorough investigation at the site known as Pompeii, from the descriptions of Edwin Shook and Stephan Borgheyi, provided interesting results have determined that the central area of Pompeii was a place of pilgrimage where crowds gathered to observe various phenomena natural and ceremonies. During December 2010and January 2011, investigations of PARP, allowed specific traits known as the stratigraphy and architecture, unveiling the findings of a paved over 20m long from north to south, agreed to a huge platform where four structures were concentrated in the highest part of the pre-Hispanic site, possibly where visitors flocked to worship the Agua, Fuego and Acatenango.

RESEÑA HISTÓRICA

El asentamiento prehispánico Pompeya se encuentra actualmente en terrenos de la Finca Santa Delfina, un kilómetro al suroeste de San Pedro Las Huertas y aproximadamente dos kilómetros hacia el sureste de Ciudad Vieja. Según Edwin Shook, Pompeya se encuentra situado en el extremo meridional del Valle de la Antigua Guatemala, en las faldas septentrionales del Volcán de Agua (Figura 1). El sitio fue visitado en el Siglo XIX, por los Seler (Seler-Sachs) y en aquella época pertenecía a la Finca Pompeya, posteriormente fue dividida y vendida; con lo cual el asentamiento prehispánico quedó en terreno de la Finca Felicidad. Según el reporte de Shook, el antiguo dueño de la finca Pompeya, Manuel Alvarado, poseía una colección de cerámica, artefactos y esculturas de piedra, que se supone, fueron encontrados en este lugar. Las mismas, fueron cedidas paulatinamente a diferentes museos, así como a coleccionistas particulares (Shook 1952: 34).

Posteriormente en la década de los 1950, Borgheyi y Shook, visitaron Pompeya, determinando la presencia de vestigios arqueológicos asociados al Clásico Tardío, caracterizado por estructuras y plataformas bajas, construidas de tierra y piedra, dispuestas ordenadamente alrededor de patios rectangulares.  La cerámica encontrada en el área arqueológica pertenecía a una ocupación del Preclásico, Clásico y Posclásico (700 aC al 1500 dC). Sin embargo, el material más abundante pertenecía al Clásico Tardío, fases Amatle y Pamplona, indicando que fue durante este período cuando Pompeya evidenció una clara ocupación (Shook, 1952: 34; Cardona 2010).

Para el período Preclásico se recuperó cerámica blanca de la fase Providencia, cerámica con decoración Usulután y cerámica de los tipos Rojo Fino de las fases Verbena y Arenal. Por otra parte, para el Clásico Temprano se registró poca cerámica de los tipos Prisma, Llanto y Esperanza Flesh de las fases Aurora y Esperanza. Por último, para el Postclásico se encontraron algunos ejemplos de cerámica plomiza, tanto San Juan como Tohil y algunos tipos importados del Altiplano Noroccidental de Guatemala. Así mismo, se localizaron pocos fragmentos de cerámica del tipo Mayólica de la Época Colonial (Shook 1952). Es importante comentar que de Pompeya se conocen tres monumentos, que según los reportes de Shook fueron entregados a la colección del Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala. Pompeya fue investigado y descrito por Eugenia Robinson (1989: Ficha Descriptiva de Pompeya) y más recientemente, en 2002, Sebastian Perrot-Minot realizó un análisis de dichos monumentos, sugiriendo que el Monumento 1, representa una figura antropomorfa con rasgos del estilo Cotzumalguapa; mientras que Shook señalaba que los Monumentos 2 y 3 correspondían a cabezas zoomorfas (aves) idénticas que pueden estar asociadas a un juego de pelota (1952: 34).

DISTRIBUCIÓN FÍSICA DEL SITIO POMPEYA

El sitio Pompeya o al menos su epicentro, está distribuido en sietes plataformas o terrazas naturales que en tiempos prehispánicos fueron acomodadas para su ocupación, estas terrazas sufrieron leves modificaciones en sus extremos, a fin de proveer a las mismas sostén, dado que la composición del terreno es a base de tierra y arena volcánica. De las siete terrazas que describe Edwin Shook, el Proyecto Arqueológico de Rescate Pompeya, tuvo la posibilidad de investigar 5 de ellas, que se encontraron en el área sujeto de estudio. La nomenclatura de las mismas, fue básicamente la propuesta por Edwin Shook (A, B, C, D, E, F y G). Figura 2.

Las terrazas A y B, se encuentran al norte del sitio. Éste se encuentra sobre lengüetas de tierra, por lo que se presume y desde la década de 1950, lo sugirió Shook, que las terrazas A y B, son naturales y sin evidencia de actividad arqueológica. La terraza C se encuentra al sur de las terrazas A y B. En esta terraza, el PARP realizó investigaciones arqueológicas y determinó que sus extremos están compuestos por piedras de diverso tamaño, conformando los límites al norte, este y oeste. De todas las terrazas investigadas por la “C”, es la que muestra menos incidencia arqueológica. La terraza D, evidencia dentro de sus límites, las Estructuras 1, 2 y 4 (dado que la Estructura 3, se encuentra en la plataforma E), que conforman una pequeña plaza cerrada. Estas estructuras fueron investigadas por el PARP, evidenciando su estratigrafía y la recuperación de materiales culturales que situaron al sitio entre el Clásico Temprano y Tardío.

La Estructura 1, se encuentra en el límite norte de la terraza o plataforma C, su orientación es este-oeste, fue reconocida por E. Shook. Las investigaciones del PARP, documentaron que se trata de una plataforma muy baja y con poco empleo de piedras, salvo para la definición de su escalinata que limita la terraza C de la B. La Estructura 2, cierra la plaza de la terraza C, ubicándose en su extremo este. Esta es una estructura baja que mide por lo menos 10m de largo por 4m de ancho. Las investigaciones del PARP, demostraron que esta estructura es de las pocas que ha sido edificada en barro apelmazado y con muy pocas piedras. Mientras tanto Estructura 4 tiene dimensiones muy similares a la Estructura 2, dado que esta conforma también el límite de la plataforma C, solo que en el extremo oeste de la misma. Las investigaciones del PARP revelaron que esta estructura es baja, de aproximadamente 0.7m de altura y está conformada por piedras de diverso tamaño. Aunado a esto, es posible señalar que el límite oeste de la Estructura 4, forma a su vez el borde de la plataforma, a la cual se accede por medio de un empedrado localizado fuera de la plataforma, aproximadamente a cuatro menos de distancia en dirección noroeste.

La terraza E, se encuentra entre las terrazas D y F del sitio Pompeya, sobre ésta, Shook documentó la ubicación de la Estructura 3, que no solo es el límite entre la plataforma C y D, sino también la estructura que cierra la plaza al sur de C (conformada por las Estructuras 1, 2 y 4). Esta estructura tiene un ancho máximo de 20 m (este-oeste) por 4 m (norte-sur). Según Edwin Shook, conjuntamente con la Estructura 5, conformaban un juego de pelota, aunque a juzgar por la dimensión física de las mismas y las investigaciones realizadas por el PARP, es posible que su función haya sido distinta a la sugerida por Shook. La estructura 5, evidenció un largo empedrado y un acceso desviado del norte (20º), rematando en una escalinata centra con taludes a ambos lados, sugiriendo que en vez de un juego de pelota podría ser el acceso a una plaza para la conmemoración de eventos de diversa índole (Figuras 3 y 4).

La terraza F, es de amplitud mayor que el resto de terrazas, se encuentra entre E y G y su superficie está compuesta por un terreno relativamente plano. La terraza G, es una larga extensión de terreno, sobre ella, se encuentra una pequeña elevación que Shook documentó como estructura 6. Hacia el sur de la plataforma G se excavaron varias unidades de prueba que documentaron al menos 3 estructuras más que no habían sido registradas anteriormente.

La Estructura 7, consiste en una serie de alineaciones de piedra, conformando muros bajos que marcan los límites norte, este y oeste de la estructura, con pequeños accesos hacia el sur, en donde no se encontraron restos de piedra, debido a que hacia el sur, el terreno es más alto y el límite es presumiblemente natural. La Estructura 8, tiene forma cuadrada y no abarca más de 8 m2. Al interior de ésta, fue encontrado el Entierro 1 de Pompeya, que consistió en el hallazgo de un individuo colocado en posición sedente, rodeado por siete ofrendas, una de ellas llamó particularmente la atención por ser una urna funeraria de la vajilla Amatle, con otra vasija conformando su tapadera (labio a labio), al interior de la urna fueron localizados los restos de un infante. En cuanto a las estructuras 9, 10 y 11, se señala que sus dimensiones son muy pequeñas y bien pudieron ser altares o adoratorios.

LAS EXCAVACIONES DEL PARP EN 2010

A finales de noviembre del año 2010, el PARP dió inicio con el propósito de documentar todos los rasgos arqueológicos en el lugar y resguardar aquellos vestigios que proveyesen información para entender la complejidad del sitio ubicado sobre lengüetas de tierra, para tal objetivo se realizaron dos operaciones, 1 A y 1 B. La Operación 1 B, consistió en la excavación de un máximo de 50 unidades de sondeo, colocadas de forma aleatoria en el terreno que comprende la Finca Santa Delfina, es decir en el área alrededor de las terrazas de Pompeya. Todas las excavaciones que comprendieron la Operación B, fueron unidades de prueba de 1 m x 1 m y hasta 2.50 m de profundidad con algunas excepciones que superaron los 3 m y otras que no sobrepasaron 1 m.

A través de la investigación de la Operación 1 B, se determinaron las siguientes consideraciones:

  • La estratigrafía localizada en las unidades de la Operación 1B, no fue consistente en comparación a la estratigrafía de 1 B, al parecer alrededor de la terrazas de Pompeya no hay evidencias de plataformas, estructuras o nivelaciones, por lo que se podría argumentar su uso para actividades domésticas como la siembra, por ejemplo.
  • Otra consideración que debe tomarse en cuenta es que debido al mismo desnivel que presenta el terreno, durante la última tormenta tropical, llamada Agatha, el terreno experimentó remociones de tierra, lo cual aun después de los 2.50m siguió siendo referente de esto, desafortunadamente al remover la evidencia de la tormenta, los remanentes prehispánicos no fueron trascendentales.

La Operación A, en contraste, fue más importante, debido a que la intención del rescate no fue en ningún momento permitir la destrucción del área, sino más bien, enfocarse en la protección de al menos 5 de las terrazas (C a G) que componen Pompeya. Durante esta etapa el PARP desarrolló un total de sesenta y siete unidades de investigación, distribuidas en unidades de 2 x 2 m y largas trincheras que en su mayoría fueron de 1 m de ancho por hasta 20 m de largo, aunque en notable número ninguna superó más que 2 m de profundidad, dado que varias unidades de investigación determinaron que más abajo no había remanentes de ocupación prehispánica.

Las investigaciones en la Terraza C, se concentraron en la búsqueda de sus límites al norte, este y oeste, determinando la presencia de piedras irregulares en su mampostería, definiendo los extremos y la reutilización de piedras de moler; en tanto la terraza fue levemente modificada, en esta terraza no se encontraron estructuras, aunque en su extremo sur muestra una clara elevación sobre la cual está asentada la Estructura 1, en la terraza D. Las investigaciones realizadas en la terraza D, se enfocaron directamente sobre las estructuras 1, 2 y 4, con el propósito de investigar su morfología. Como resultado se determinó que el sitio tiene un patrón constructivo hecho a base de tierra y en algunos casos arena o ceniza volcánica, con un uso muy limitado de piedras para las estructuras, reservándolas directamente para los límites de las terrazas.

En la terraza E se localizó la Estructura 3, aunque es claro que ésta cierra hacia el Sur la plaza encontrada en la terraza D; también se encuentra en esta terraza la Estructura 5. Estas dos estructuras fueron polémicas desde su descubrimiento dado que Shook sugería que componían un juego de pelota, sin embargo las investigaciones documentaron que ambas tienen dimensiones distintas, con elevación diferente y sugerentemente con funciones distintas. La Estructura 5 fue la que más evidencia cultural mostró dado que su fachada norte presentó un acceso con taludes en sus extremos y un empedrado de más de 18m de largo que accedía hacia esta estructura. La terraza F no presentó estructuras, aunque la Estructura 5, se encuentra en el límite sur de la terraza E y empezando la terraza F.

En la terraza G se encontró la Estructura 6, aunque el PARP determinó que sobre la superficie de la terraza G había por lo menos tres estructuras cuadradas, posiblemente altares, además de una estructura larga (7) compuesta por muros bajos formando alineaciones de piedra.  En la Estructura 8, las investigaciones determinaron uno de los hallazgos más trascendentales, el Entierro 1 de Pompeya, el cual estaba conformado por un individuo de sexo masculino, de edad adulta, entre los 35 y 58 años, colocado en posición sedente y rodeado por 7 vasijas (ofrendas), las cuales una de ellas contenía los restos de un infante (Vajilla Amatle, con tapadera de la misma vajilla: 4 y 4 A), con una edad oscilante entre los 8 y los 12 años. Otra vasija encontrada fragmentada contuvo los restos del cráneo y dientes de un infante de menor edad (Vajilla Amatle). El resto de ofrendas lo compusieron, un ‘florero’ de la vajilla Amatle, tres vasijas Chirijuyú y un cuenco pequeño de la vajilla Amatle. Del contexto del Entierro 1 es posible inferir que algunas de las vasijas fueron quebradas a propósito como un acto ritual para ‘facilitar el paso del individuo a su vida futura’, a excepción de la vasija denominada 4 y 4 A (urna y tapadera) que resguardaba al infante, sin embargo, otro rasgo implicó una inferencia más profunda; la vasija 4 evidenció en su interior el entierro del niño con señales de sacrificio, dado que se encontró una navaja de obsidiana incrustada en su tercera vértebra cervical, que seguramente le provocó la muerte previo a su deposición dentro de la urna.

ANÁLISIS CERÁMICO

La cerámica de Pompeya, muestra un marcado contacto con el occidente de Guatemala para el Clásico Tardío, específicamente con Chimaltenango y tal vez Sololá, se puede suponer que hubo un contacto fuerte en la producción de la cerámica Chirijuyu de Tecpán y con Semetabaj, a través de la vajilla Coarse Pink (Ivic 1998), además la sugerencia de interacción con sitios de estas regiones es soportada por la presencia de obsidiana de San Martín Jilotepque. Posiblemente por esa razón la vajilla Amatle tiene una menor incidencia en comparación con Chirijuyú. Además, es importante mencionar la fuerte presencia de Esperanza Flesh en el sitio para el Clásico Temprano, observándose distintas decoraciones no conocidas en la vajilla, es decir incisiones de líneas finas como “motivos geométricos” y otros ejemplos que pueden explicar tal vez no especialización, pero sí el trabajo de esta cerámica en Pompeya, además de observarse algunos fragmentos cerámicos que pueden representar la transición a Amatle, es decir que es una secuencia de trabajo y conservación de las dos vajillas, tal vez representó un bien de uso cotidiano muy preciado en todo el área, y por lo mismo también se presentó en el Entierro 1. La cerámica también muestra un menor contacto con el área de Kaminaljuyu, con las vajillas Llanto, Prisma, Café-negro, Santa  Marta Café, Carolina entre otras y también con el área de la Costa sur, como Plomizo y Tiquisate en un menor porcentaje.

Sin embargo, las excavaciones en Pompeya, también evidenciaron claras muestras de arrastre de materiales a través de las correntadas que se suscitan en época de invierno, lo cual ha formado una mezcla de periodos en la superficie del sitio, aunque por lo mismo, expone fechas tentativas de ocupación. Además de eso, Shook sugiere que desde su visita en la década de los 50 y hasta la actualidad, el terreno ha sido empleado para la siembra de café y otros productos, con lo que la mezcla de materiales ha sido un factor latente que ha contribuido con la paulatina destrucción de las terrazas de Pompeya. Se puede inferir entonces que la cerámica de Pompeya muestra que el sitio pudo haber tenido una ocupación mínima en el Preclásico, pero su apogeo se remonta al Clásico Tardío con menor incidencia de materiales durante el Clásico Temprano.

CONCLUSIONES

A través de la Operación 1 A y 1 B, la investigación, se argumentan las siguientes consideraciones:

  • Pompeya está compuesto por una serie de terrazas naturales que fueron levemente modificadas, estas terrazas se encuentran alineadas norte a sur y por su distribución física, aparentemente natural, fueron ideales para que los antiguos habitantes de Pompeya acomodaran en su superficie sus estructuras de tierra y piedra en menos escala.
  • La cerámica recuperada tanto en la Operación 1 A y 1 B, indicaron la presencia de cerámica del valle central de Guatemala, con abundante presencia de Amatle para el Clásico Tardío y Esperanza Flesh para el Clásico Temprano (Hatch 1983; Hatch y Castillo 1994), sin embargo Pompeya más cercano hacia el Altiplano central de Guatemala, documentó una fuerte presencia de cerámica de la vajilla Chirijuyú, descrita por Matilde Ivic de Monterroso (1998) para el sitio del mismo nombre; no obstante, la cerámica jugó un papel muy trascendental en Pompeya dado que el análisis cerámico reveló la presencia de cerámica proveniente de la costa pacífica central de Guatemala, con tipos como Perdido, aunque obviamente en una porcentaje mucho más bajo que las vajillas cerámicas anteriormente descritas.
  • La obsidiana según el análisis de la muestra recuperada permitió inferir que Pompeya pudo ser un centro menor de producción lítica, dado que en el área, sobre todo en las operaciones de 1B documentó algunos núcleos agotados, lo que hace suponer la presencia de un taller posiblemente en áreas vecinas a las terrazas.
  • En cuanto a la distribución física del sitio, es posible inferir que aunque sus estructuras están deterioradas debido a la erosión, tienen un patrón muy singular consistente en el aprovechamiento de recursos físicos, por ejemplo, la mayoría de estructuras revelaron poseer piedras de diverso tamaño solamente en los límites bajos del terreno, es decir, hacia el norte, este y oeste, mientras que hacia el sur como el terreno es más elevado, la ausencia de piedras fue notoria, en todo caso ese mismo patrón se reflejó en los límites de las terrazas de Pompeya, en donde sus extremos demostraron el mismo patrón, a excepción de algunas áreas muy restringidas como en el caso de unidades de investigación en la terraza D, que mostraron material del Clásico Temprano y una estratigrafía mejor definida.
  • Las investigaciones llevadas a cabo por el PARP, documentaron que el acceso a la Estructura 5, no era directamente al norte como notablemente sugieren las terrazas, sino que éste se encontraba alrededor de 20º desviado del norte en dirección noreste y fue confirmado por el hallazgo de un empedrado de más de 16 m de longitud que corre de norte a sur desde la terraza E hasta la estructura 5 en la terraza F y que sugiere que formaba parte de un rito de peregrinación a donde los fieles se congregaban y ascendían desde las terrazas más bajas hasta la parte más alta del sitio en donde se encontraba el entierro posiblemente de un dignatario de Pompeya que fue colocado dentro de una estructura y rodeado por siete ofrendas. Si a esta suposición se le añade que la peregrinación incluía ver el escampado hacia los volcanes Agua, Fuego y Acatenango, además del valle antigüeño, dicha teoría rememora la práctica de eventos rituales en escenarios trascendentales.
  • Y si dicha suposición es aún más arriesgada, la peregrinación pudo haber sucedido en inviernos copiosos, cuando apartes de los paisajes naturales que rodean Pompeya, los asistentes podían presenciar como desde el Volcán de Agua bajaba la correntada que sin tocar Pompeya pasaba a su alrededor, como sucedió en 2010 por la tormenta Agatha, de hecho, es posible aseverar la reincidencia de correntadas fuetes en el área gracias a la evidencia de piedras de enorme tamaño encontradas en la Operación 1 B, separadas por lapsos estratigráficos de humus antiguo.
  • Otro hallazgo para determinar que Pompeya era un sitio prehispánico de carácter ritual es la pauta del Entierro 1 de Pompeya, localizado en la parte más alta del sitio y cuyas vasijas ofrendadas indican un status de élite, por lo cual es totalmente sugerente que los habitantes o quienes venían de visita, por ejemplo de Tecpán (Vajilla Chirijuyú) o bien de la Costa (Tipo Perdido) hacían romerías en ocasiones especiales para venerar a sus ancestros o bien al majestuoso paisaje natural.

En conclusión, Pompeya fue un sitio con amplia evidencia del Clásico Temprano, pero más evidentemente durante el Clásico Tardío y que si bien es cierto su configuración es modesta y dentro de un área poco conocida, este asentamiento prehispánico es claramente una muestra de la interacción entre sitios del valle central de Guatemala, del altiplano central y en menos incidencia de la Costa Sur.

REFERENCIAS

Cardona, Karla.

2010        Proyecto de rescate arqueológico “Cuarta calle Oriente, zona 6”, Ciudad Vieja, Sacatepéquez, Guatemala. Informe final entregado a la Dirección General de Patrimonio Cultural y Natural de Guatemala. Agosto de 2010.

Hatch, Marion Popenoe de

1983        Análisis de la cerámica: Metodología “Vajilla”. En III Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1989 (editado por J.P.  Laporte, H. Escobedo y S. Villagrán), pp.287-302. Museo Nacional  de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

Hatch, Marion y Donaldo Castillo.

1984        Un Método Simplificado para la Clasificación de Cerámica en Arqueología.  Nacxit, Revista de Estudiantes. Escuela de Historia, Universidad de San Carlos, Guatemala.

Ivic de Monterroso, Matilde

1998         Observaciones sobre los complejos  cerámicos de Chirijuyu, Chimaltenango. En  XI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1997 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.733-750. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

Shook, Edwin.

1950        Ficha 1279. Archivo Edwin M. Shook. Departamento de Arqueología. Universidad del Valle de Guatemala.

1952        Lugares arqueológicos del altiplano Central Meridional de Guatemala. Antropología e Historia de Guatemala. Publicación de Instituto de Antropología e Historia de Guatemala (Volumen 4. No. 2, Junio de 1952). Ministerio de Educación de Guatemala.

NOTA DE LA EDICIÓN: La calidad de las ilustraciones, es debido a que el autor no respetó los lineamientos requeridos.

Figura 1. Croquis del manuscrito de Recordación Florida en el cual se aprecia San Pedro las Huertas.

Figura 2. Plano del sitio Pompeya (Adaptado de Shook 1952).

Figura 3. Cuerpo y fachada frontal de la Estructura 5 de Pompeya (Fotografía por PARP 2011).

Figura 4. Empedrado que conduce a la Estructura 5 (Fotografía por PARP 2011).

 

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