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Kaneko, Akira
2011 Iglesia vieja: Un sitio megalítico del Clásico Temprano en la costa del pacífico de Chiapas. (Editado por B. Arroyo, L. Paiz, A. Linares y A. Arroyave), pp. 663-680. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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IGLESIA VIEJA: UN SITIO MEGALÍTICO DEL CLÁSICO TEMPRANO EN LA COSTA DEL PACÍFICO DE CHIAPAS
Akira Kaneko
Centro INAH-Chiapas
PALABRAS CLAVE
Chiapas, Costa del Pacífico, Iglesia Vieja, Clásico Temprano
ABSTRACT
The archaeological site of Iglesia Vieja is located in the municipality of Tonalá, Chiapas, Mexico, which dates to the Early Classic according to radiocarbon dating. Due to the magnitude of the volume of its constructions, we infer that the site was the regional capital in this area of the Pacific Coast of Chiapas, which had with a possible Zoque cultural affiliation. This work will present the proceedings of archaeological interventions at Group B and the recent finds of the 2009 field season; I will also present a hypothesis for local development of this granite megalithic architecture during the transition from the Late Preclassic to the Early Classic in the Tonalá region of the Pacific Coast of Chiapas.
El sitio arqueológico Iglesia Vieja se localiza a 4 km al norte de la ciudad de Tonalá, sobre una serranía perteneciente a la zona del declive del pacífico del noroeste de la Sierra Madre y Costa de Chiapas, a una altura de 700 msnm en las coordenadas UTM 41º 98» 00′ Este y 17º 78» 00′ Norte. Para acceder al sitio existe un camino de terracería que entronca en el kilómetro 10 de la carretera Tonalá-Arriaga y termina en una explanada rocosa que se ubica a un costado del Grupo B del sitio (Figura 1a). El sitio tiene una extensión aproximada de 60 ha en las que se asientan, por lo menos, 80 estructuras distribuídas en un patrón disperso sobre la topografía natural de las mesetas serranas. El asentamiento presenta cinco grupos arquitectónicos (A-E), los cuales están constituidos por plataformas grandes y medianas, basamentos, templos, terrazas, plazas y accesos (Figura 1a. Modificado de Ferdon 1953).
El sitio fue visitado a principios del siglo pasado por varios estudiosos y viajeros expedicionarios como Seler-Sachs (1900:110-115), Palacios (1927:17-29), Culebro (1939), Drucker (1948:166-168), Lowe y Mason (1965), entre otros. Respecto a su nombre era conocido entre los investigadores con el nombre de «Ruinas de Tonalá» (Ferdon 1953), no obstante casi siempre se le ha conocido como «Iglesia Vieja», como lo menciona Palacios en 1926. El arquitecto Edwin N. Ferdon realizó dos visitas al sitio Iglesia Vieja, en 1937 y 1949, elaborando un mejor reporte descriptivo acompañado por levantamientos arquitectónicos de las estructuras de Iglesia Vieja asesorado arqueológicamente por José Luis Lorenzo, y concluyendo que tanto la arquitectura como la escultura del sitio, indican que la ocupación inicial fue durante el Preclásico Tardío con una mayor ocupación durante la fase tardía del periodo Clásico Temprano hasta el Clásico Tardío (Ferdon op.cit.). Posteriormente el Mtro. Carlos Navarrete (1959) visitó el sitio en el año 1958 (comunicación personal 1998), a partir de entonces el sitio permaneció «olvidado» durante los últimos 40 años por su difícil acceso.
No fue sino hasta 1998, al estar elaborando el Atlas Arqueológico del Estado de Chiapas, que los arqueólogos del Centro INAH Chiapas realizaron un recorrido de superficie en el sitio (Kaneko y Flores 1999). En el año 2000, se abrió un camino realizado por el gobierno del estado de Chiapas, acceso que facilitó el trabajo de campo. En dos temporadas 2003-2004 y 2009, el Grupo B fue liberado, se excavaron y consolidaron las estructuras de este grupo: B-1, Anexo B-1, B-2 y B-3 (Figura 2).
DESCRIPCIÓN GENERAL DE LAS ESTRUCTURAS DEL GRUPO B
El Grupo B se localiza en el extremo noroeste de la zona, se asienta a 740 msnm, se compone de tres grandes estructuras y un edificio bajo anexo, dispuesto alrededor de una plaza, la extensión aproximada es de 70 m por 75 m. Al sur del Grupo B se encuentra la Plataforma Sur que mide 90 m de longitud (Figura 2), es una barrera arquitectónica o muro de contención escalonado que delimita la plaza del Grupo B, de una terraza inferior que remata en un barranco natural.
La Estructura B-1 es una gran plataforma de 95 m de largo por 7 m de alto, a la que se le integran diversos elementos arquitectónicos que conforman una unidad. Presenta una enorme fachada orientada hacia el sureste compuesta por tres cuerpos principales y ampliaciones adosadas de cuatro cuerpos en los extremos que forman las esquinas sur y noreste, también mantiene una rampa de acceso central que mide 15 m de ancho (Figura 3). La sección noreste de la plataforma se encontró íntegra, posiblemente debido al soporte prehispánico detectado en el segundo cuerpo; sin embargo, el lado suroeste estaba colapsado en la sección central del tercer cuerpo y en la esquina suroeste, por lo que fue necesaria una recolocación de las piedras faltantes que pesan más de una tonelada (Figura 4). En la parte superior, un muro cierra y delimita un gran espacio rectangular en cuyo centro se localiza un templo y un gran afloramiento de roca granítica de forma esferoidal. Al frente de la rampa se localiza una estructura baja llamada Anexo B-1 que mide 19 m por 15.20 m, se trata de un cuarto de forma rectangular cerrado, cuyo único acceso mira hacia la rampa.
La Estructura B-2, flanquea en su lado izquierdo a la B-1, es un basamento que mide 24 m X 18 m con 3.4 m de altura, presenta tres cuerpos con escalera central y un templo superior dividido en cuatro espacios internos, su fachada principal mira hacia el suroeste (Figura 5). (Kaneko 2009:516-517). El sistema constructivo de la plataforma, típico del sitio, está constituido por rellenos de barro y el acomodamiento balanceado de piedras grandes en talud con amplias cornisas, en cambio, los muros del templo fueron construidos con laja no canteada que parece de desecho, montada sin mortero y recubierta con una capa de arcilla muy fina. Los muros sostenían probablemente techos de material perecedero. Este sistema constructivo se observa también en los templos de la Estructura B-3.
La Estructura B-3 es una estructura construida en forma de “L” invertida que se encuentra en el límite sureste de la plaza. La plataforma en total mide 40 m por 27 m, sobre la que se yerguen dos templos con fachadas y accesos independientes que se proyectan hacia el noroeste o centro de la plaza, otro pequeño acceso que no supera el primer cuerpo de la estructura se advierte en la fachada que mira al noreste. En realidad, esta gran plataforma es el resultado de un adosamiento y ampliación constructiva que sirvió de base a las dos construcciones superiores con sus respectivos templos, el B-3a ubicado en la plataforma noreste y el B-3b ubicado en la plataforma suroeste (Figuras 6 y 7).
ARQUITECTURA DE IGLESIA VIEJA
Aunque hasta el momento solo se han liberado las tres estructuras principales del conjunto arquitectónico Grupo B, la arquitectura de Iglesia Vieja se puede sintetizar a continuación echando mano de la observación, la experiencia en campo, la descripción y el levantamiento de Ferdon (1953).
ARQUITECTURA MEGALÍTICA
La arquitectura de Iglesia Vieja se caracteriza por que sus estructuras están construidas con piedra laja de granito de dimensión muy grande, factor que impresiona a los visitantes, no solo a los de hoy, sino muy probablemente también a los de la época prehispánica. El uso de piedra grande se observa en general en todas las estructuras registradas por Ferdon (1953), sin embargo, el sistema constructivo megalítico generalmente fue utilizado en las plataformas monumentales. El mejor ejemplo es la fachada principal de la Estructura B-1, pero se encontró otro ejemplar compatible con ésta en la Estructura E-1, la cual se asemeja tanto en dimensión como en forma. La tradición del trabajo de cantería en la región Tonalá y un análisis comparativo con la arquitectura megalítica en el área Maya ya se ha discutido anteriormente (Kaneko 2009:519-520), sin embargo, aún se tiene que indagar sobre diversos aspectos de la arquitectura megalítica: ¿Dónde están las canteras o los restos de ellas?, ¿Qué herramientas utilizaron? ¿Cómo movieron esas enormes y pesadas piedras?
Hasta la fecha, no se ha encontrado evidencia de la existencia de canteras ni herramientas. En este sentido, solo queda orientar estas preguntas a la propia experiencia acumulada en el proceso de restauración de las estructuras, en el marco del trabajo de campo. Actualmente, para mover y levantar estas piedras enormes, se utiliza un método simple, que consiste en palancas y garruchos manuales (Figura 4) por lo que no ha sido necesario el uso de maquinaria pesada para la restauración. Aunque el estudio de las tecnologías prehispánicas no ha sido profundizado suficientemente, particularmente el que se refiere al movimiento de piedras grandes, se puede sugerir que los constructores prehispánicos utilizaron métodos similares a los que se manejan en el proceso de restauración. En otras palabras, antiguamente se habrían utilizado palancas de madera y probablemente algo parecido a los garruchos con rueda dentada elaborada con madera dura, igual o parecida a la que usaron los chicleros en la época de los 70 dentro de la selva tropical.
Por otra parte, quizás la abrasión con polvo de granito es una respuesta lógica al acabado de los bloques de piedra bien careada y lisa. Si fuera correcta esta hipótesis, la inversión en trabajo humano, tanto en tiempo y número de trabajadores para cortar, acabar y trasladar cada bloque sería enorme. Lo anterior sugiere la existencia de una importante concentración de poder en una clase social dominante en Iglesia Vieja, la cual logró utilizar para su beneficio una cantidad importante de energía humana en la elaboración de estos bloques.
Hasta la fecha, no se han localizado canteras usadas a gran escala, sin embargo, se puede observar en la región rocas graníticas esféricas de grandes dimensiones (5 m a 10 m de diámetro) partidas en un ángulo vertical recto. Por lo tanto, se puede sugerir que estas rocas cortadas fueron aprovechadas como fuente de materia prima.
APROVECHAMIENTO DE LOS AFLORAMIENTOS DE ROCA GRANÍTICA
Se puede observar evidencias del aprovechamiento de los afloramientos de roca madre en diversos puntos de las estructuras del Grupo B; por ejemplo, en la parte superior de la Estructura B-1 se encuentran una serie de bloques grandes de roca granítica, lo cual indica que el espacio que ocupa actualmente la Estructura B-1 fue originalmente una elevación o cerro natural que sostenía cúmulos de estas piedras grandes redondas. Los constructores seguramente planearon aprovechar el volumen del cerro natural integrando rellenos a la topografía natural para modificar la configuración natural, adosando además, un revestimiento de lajas bien cortadas para formar una plataforma monumental. El relieve o corte de la topografía natural original debió localizarse en el punto más alto, el cual estaba en el lado noreste del templo, ubicado en la parte superior del Edificio B-1, que sigue conservando una parte natural en la fachada noreste de la plataforma de la B-1.
En el caso de la Estructura B-3, se observan los afloramientos de rocas en las esquinas sur y este y en la fachada suroeste (Figura 8). Este fenómeno indica la existencia de una elevación a lo largo de la fachada sureste o la parte posterior de la estructura. Los constructores aprovecharon los grandes volúmenes naturales para construir la parte sureste de la plataforma. Además, levantaron muros sobre afloramientos naturales de roca madre para complementar las formas de las estructuras.
Por medio de la investigación realizada en los pozos de sondeo, se puede inferir sobre algunos eventos relacionados con la formación de la plaza central del Grupo B. Por ejemplo; la función de la plataforma sur o barrera arquitectónica fue obviamente el detener todo el relleno artificial acumulado que sirvió para la nivelación de la plaza, lo cual fue verificado en la estratigrafía del pozo 8. Estos datos conducen a inferir, que en la construcción de la plaza fue aprovechada la topografía natural y posteriormente se rellenó artificialmente con arena amarilla fina en la sección central de 1 m aproximadamente y de 4 m a 5 m de profundidad en la orilla de la plaza, posteriormente se levantó la barrera arquitectónica para sostener estos rellenos.
ESQUINAS REMETIDAS
Una característica de la arquitectura de Iglesia Vieja es la aplicación de las esquinas remetidas, es decir, las esquinas donde se encuentran las paredes de las plataformas o basamentos, en general con ángulo recto, presentan una esquina remetida que mide de 0.4 m a 0.5 m de profundidad. El uso de la esquina remetida se aplica solo en las plataformas o basamentos construidos con bloques grandes y no en las esquinas de los cuartos construidos con lajas.
Este uso diferencial del elemento de esquina remetida se puede explicar parcialmente como una solución técnica y estética de juntar dos paredes construidas con bloques grandes, ya que es muy difícil encontrar o elaborar piedras de esquina con un ángulo recto perfecto, por lo que los constructores de Iglesia Vieja remataron paredes con piedra, en línea recta, que eran recubiertas con piedras pequeñas para revestir los rellenos interiores, formándose las esquinas remetidas.
Desde el punto de vista de los estilos arquitectónicos, la esquina remetida es un rasgo o carácter de la región de Petén (Ruz 1978:346; 1981:214), y se extendió ampliamente en las Tierras Bajas del área Maya en el periodo Clásico Temprano, no solo en Petén sino hasta el norte de la península de Yucatán (Benavides 1996:411-412; 2005:806). En el caso de Iglesia Vieja se puede interpretar que dicha expansión del estilo Petén llegó hasta la costa del oeste Chiapaneco, tierra predominantemente de herencia Zoque hasta inicios del periodo Clásico. Si fuera correcto dicho postulado, la región y el sitio recibiría importantes influencias directas del área Maya, lo que sugiere hipotéticamente que los constructores de Iglesia Vieja en algún momento del Clásico Temprano mantuvieron contactos con los grupos Mayas que derivaron en influencias arquitectónicas.
RAMPAS
En Iglesia Vieja se usaron dos tipos de accesos hacia la parte superior de la estructura; uno es la rampa recubierta con piedras y otro es la escalera con los escalones de piedra. La rampa recubierta con piedra se utilizó no sólo para el acceso hacia la parte superior de la estructura, sino también como una solución a las vías de comunicación donde existían desniveles de alturas debidas a las variaciones en la topografía natural entre los conjuntos arquitectónicos, como se observa entre los Grupos B y C. Las rampas ubicadas al lado de la Estructura C-3, al parecer, se utilizaron como un espacio donde se puede sentar un buen número de espectadores quienes podrían apreciar un escenario en la plaza central del conjunto arquitectónico.
El uso de rampas o de planos inclinados de acceso se encuentra documentado en varios sitios de Mesoamérica como Cuicuilco en la Cuenca de México, Tak’alik Ab’aj en Guatemala, Quelapa en El Salvador, Izapa en Chiapas y en la Costa de Oaxaca, por mencionar algunos. La distribución de la rampa como elemento arquitectónico sería un tema de investigación relacionado a la expansión de dicho rasgo arquitectónico de Iglesia Vieja más allá de la región de Tonalá.
ESTILO ARQUITECTÓNICO Y SU EXTENSIÓN
La arquitectura de Iglesia Vieja se caracteriza por tener recubrimientos megalíticos de granito, esquinas remetidas, uso de rampas de acceso, talud con cornisas, entre otros; por lo tanto, se puede definir el estilo arquitectónico de Iglesia Vieja como el conjunto integrado de los elementos arquitectónicos aludidos. Cabe mencionar la ausencia de Juegos de Pelota, techos de mampostería o bóvedas, o evidencia de sistemas calendáricos y escritura; a la fecha dichos elementos culturales no han sido reportados para Iglesia Vieja.
En el Cerro Bernal, a 46 km al sureste de Iglesia Vieja, se encuentra un sitio megalítico conocido como “Ciudad Perdida” (Kaneko 2009:518). Alrededor del sitio Iglesia Vieja, se reportan otros sitios o conjuntos arquitectónicos descritos como “La Tortuga” (Ferdon op.cit.) y “dos enormes calzadas empedradas” reportadas por Culebro (op.cit.). Estos reportes de sitios y elementos arquitectónicos indican una distribución satelital de sitios de menor rango contemporáneos a Iglesia Vieja y mantienen el mismo sistema constructivo megalítico, su estudio servirá para definir con mayor claridad la organización política.
CERÁMICA Y CRONOLOGÍA
Respecto a la cronología del sitio, las muestras de carbón proporcionaron fechamientos que corresponden al periodo Clásico Temprano (ca. 250 a 400 DC) (Kaneko 2009:517). Por otro lado, el análisis de la cerámica indica de manera preliminar una ocupación en el sitio que abarca desde el Preclásico Tardío hasta el Clásico Terminal.
La cerámica de Iglesia Vieja pareciera estar enmarcada en una larga tradición vinculada a una herencia cultural de origen Zoque del periodo Preclásico Tardío esencialmente. Posteriormente, durante el periodo Protoclásico y Clásico Temprano el sitio adquiere su mayor auge constructivo y poblacional. La cerámica muestra que durante ese último periodo en el sitio convergen tradiciones cerámicas importadas del norte, centro y sur de Veracruz relacionadas a grupos Zapotecas, Mixtecas, Mixes-Zoques de la región del Sumidero de la Depresión Central Chiapaneca, del norte de Tabasco y Mayas que se ubicaban en los altos tributarios y la Costa de Guatemala, es decir, Iglesia Vieja representa en el Clásico Temprano un centro económico, político y posiblemente religioso de gran envergadura, una puerta de entrada hacia la Depresión Central de Chiapas y una importante vía de acceso hacia el Istmo de Tehuantepec y la Costa de Guatemala, lugar donde conviven temporalmente grupos sociales de origen puericultural.
La cerámica local doméstica que marca la autonomía del sitio, que se desliga o rompe con la tradición Zoque Preclásica Chiapacorzeña, posiblemente comenzó a producirse durante la fase correspondiente al Protoclásico Final, continuando dicho proceso durante todo el periodo Clásico Temprano y Medio, esta cerámica local se caracteriza por contener gran cantidad de mica. Posteriormente, durante el periodo Clásico Tardío-Terminal, aparentemente, no existe aún la evidencia contundente de que existiera algún nuevo tipo de impulso de desarrollo local. En este sentido, Iglesia Vieja pareciera compartir un sugerente vínculo con las formas de la cerámica Maya de los sitios ubicados en los altos tributarios de la Depresión Central (Laguna Francesa, Chinkultik, Tenam Puente, etc.) aunque es evidente una profusa disminución de la población, no así de los visitantes fieles a su antigua “Iglesia Vieja” y por ende una importante disminución en el número de la cerámica correspondiente a ese último periodo (Flores 2010).
LA TRANSICIÓN DEL PRECLÁSICO AL CLÁSICO TEMPRANO EN LA REGIÓN DE TONALÁ
Para analizar los procesos de transición entre una fase temporal y otra, se tiene que comparar una serie de componentes culturales que influyen en dichos procesos, como son las técnicas de cantería, arquitectura, patrón de asentamiento, planos urbanos, escultura, cerámica, entre otros. En el caso de la región de Tonalá, es posible usar los datos de los sitios mayormente representativos de cada época: Tzutzuculi (Preclásico Medio), Tiltepec (Preclásico Medio-Tardío), La Perseverancia (Preclásico Tardío o Protoclásico), Iglesia Vieja (Clásico Temprano) y Los Horcones (Clásico Medio-Tardío) (Kaneko 2009) (ver Figura 1b).
TÉCNICA DE CANTERÍA
Los constructores prehispánicos de Tonalá aprovecharon la abundante piedra que naturalmente mantiene la región, producto del acarreo de ríos, afloramientos de cantos enormes de piedras graníticas, etc. A lo largo del tiempo, los habitantes adquirieron conocimientos y experiencia en la técnica del corte, transporte y colocación de bloques grandes en las esquinas, elaboración de los bloques o lajas bien acabadas y construcción de plataformas monumentales.
En Tzutzuculi y alrededores, durante el periodo Preclásico Medio se comenzó a construir montículos de tierra con revestimientos de canto rodado provenientes de los ríos y se inició a elaborar esculturas con la técnica de incisión sobre los cantos. En Tiltepec un sitio del Preclásico Medio-Tardío, al parecer los constructores aprovecharon solo los bloques naturales para consolidar las esquinas de los montículos y así realizar una especie de adoratorios, pero los escultores del mismo sitio aprovecharon el lado cóncavo de los bloques para realizar su trabajo escultórico (Navarrete y Hernández 2000:591), fue en ese entonces cuando adquirieron la técnica de la abrasión, corte y acabado de la piedra en el proceso de la elaboración de las esculturas.
En el sitio La Perseverancia, que corresponde al Protoclásico, se observa una escalera compuesta con escalones de bloques grandes rectangulares toscamente acabados en piedra de granito, es evidente el manejo de bloques grandes para colocarlos en las esquinas de los montículos. La técnica del corte y acabado en piedra de granito de los habitantes de Tonalá se vio cristalizada en Iglesia Vieja, donde construyeron arquitectura megalítica con piedras bien acabadas como lajas y bloques rectangulares. Al mismo tiempo, se construyeron los templos con lajas de dimensión menor, piedras correspondientes supuestamente a los desechos de talla ocurridos durante el proceso de elaboración de las lajas grandes y bloques bien acabados para las plataformas monumentales.
Al parecer, en Los Horcones, sitio creado tardíamente, desaparece la arquitectura megalítica, utilizando lajas de dimensión menor para la construcción, las cuales ya habían sido utilizadas para los cuartos de los templos de Iglesia Vieja, pero aquí se encuentran hasta en las plataformas. En resumen, la historia de las técnicas utilizadas en la cantería de la región Tonalá mantiene una secuencia temporal que se parece a un modelo biológico, o sea, nacimiento, desarrollo, auge y decadencia.
ARQUITECTURA
La arquitectura del Preclásico Medio y Tardío se refiere básicamente a los montículos de tierra con piedras de canto rodado de granito. En Tzutzuculi en la escalera y jamba se utilizaron piedras de dimensión menor, en Tiltepec se observa el uso de piedras rectangulares como adoratorios. En La Perseverancia la dimensión de los montículos es mucho mayor que los anteriores, se caracteriza por el uso de bloques de piedra muy grandes en las esquinas y la elaboración de una gran escalera con piedras toscamente careadas.
En el periodo Clásico Temprano, se observa acabado de piedras bien alisadas y estructuras formadas con piedras de gran dimensión. Sin embargo, los cuartos de las estructuras de Iglesia Vieja están utilizando otro sistema constructivo que consiste en la acomodación de lajas (probablemente los desechos de talla para la elaboración de los bloques grandes y bien acabados) cementadas con lodo y con aplanados superficiales de barro quemado. Dicho sistema constructivo se utilizó muy probablemente en Los Horcones durante el Clásico Medio-Tardío.
PATRÓN DE ASENTAMIENTO
La localización de los sitios del Preclásico en general (Tzutzuculi, Tiltepec y La Perseverancia) se caracteriza porque dichos sitios se ubican en la llanura costera, cuya altitud con relación al nivel del mar ronda entre los 60 a 100 m, y casi siempre se asientan cerca de los ríos. Iglesia Vieja está ubicada a 700 msnm sobre la ladera de varios cerros relativamente bajos. La región de Tonalá presenta un evidente cambio en el patrón de asentamientos durante la transición del Preclásico Tardío al Clásico Temprano.
La explicación de este cambio de patrón de asentamiento se puede postular de diversas formas, como “inquietud defensiva”, cambio de “organización socio-económica”, etc. Sin embargo, se puede proponer que un factor coadyuvante para dicho cambio en el patrón de asentamiento se relaciona con la explotación de los yacimientos de piedra, entre los muchos y principales factores que pueden considerarse. Los habitantes y constructores de los sitios localizados en la llanura costera o en las cercanías de los ríos, aprovecharon los cantos rodados de granito que son transportados por las corrientes de los ríos, particularmente en época de huracanes.
Los sitios Tzutzuculi, Tiltepec, La Perseverancia, ubicados a la orilla de los ríos, en la llanura costera están construidos con las piedras que corrieron desde río arriba. Sin embargo, las piedras de canto rodado no son lo suficientemente grandes para construir una ciudad de la magnitud de Iglesia Vieja, por lo tanto, se propone como hipótesis que los constructores de Iglesia Vieja buscaron el lugar idóneo, donde abundaban los afloramientos de rocas de gran dimensión para utilizarlas como material de construcción.
ORIENTACIÓN DEL TRAZO URBANO
En Tzutzuculi, los montículos están distribuidos en un eje de 38° hacia el este del norte magnético (McDonald 1983:1), en el caso de Tiltepec se observa que su trazo urbano se orienta 35° hacia el este del norte magnético, en La Perseverancia se observa un eje orientado hacia 27° al este del norte magnético. En Iglesia Vieja, no se observa aparentemente un trazo urbano preestablecido sino al parecer los grupos arquitectónicos se distribuyen para ser adaptados a la topografía natural; sin embargo, sí se observa una orientación en cada grupo, distinguiendo que el Grupo E mantiene una distribución de sus plataformas bajas en un eje de 25° hacia el este del norte magnético.
En Los Horcones tampoco se observa una orientación que abarca todo el sitio, pero en alguna parte central del sitio mantiene una orientación de 30° hacia el este del norte magnético. Aunque no son exactamente las mismas orientaciones en cada sitio, se puede observar cierta tendencia de eje de trazo urbano entre 25° a 38° hacia el este del norte magnético. Esto implica que los habitantes y constructores en la región de Tonalá planearon los trazos urbanos de manera similar, a pesar de los cambios en el patrón de asentamiento ya mencionados.
ESCULTURAS
Para el periodo Preclásico, las esculturas de Tzutzuculi son muy similares estilísticamente a las realizadas por las culturas del Golfo, particularmente La Venta (Kaneko 2009:527). En Tiltepec, se encuentra una escultura conocida como “sacerdote Olmeca” (Ibid:528), pero la gran mayoría corresponde a las conocidas como “los obesos” (Navarrete y Hernández 2000), las cuales se esculpieron en la parte cóncava de los cantos rodados. Curiosamente, la tradición escultórica parecería desaparecer durante el Protoclásico, ya que no se han reportado esculturas (excepto una dudosa) en el sitio La Perseverancia, y no es hasta el Clásico Temprano que reaparece dicha tradición en Iglesia Vieja. Las esculturas de Iglesia Vieja se pueden clasificar a grosso modo como zoomorfas (Kaneko 2009:517, Figuras 8 y 9) y antropomorfas.
En Los Horcones o el complejo escultórico del Cerro Bernal se vislumbra un cambio radical y notable: en primer lugar aparece un sistema calendárico o escritura, el cual aún no ha sido descifrado completamente, pero es claro el uso de puntos y barras, situación que indica que está compartiendo el sistema calendárico mesoamericano. En segundo lugar, aparece una influencia iconográfica externa correspondiente al Altiplano de México y de los Mayas (Navarrete 1976; Kaneko 2009:518).
HIPÓTESIS DEL ESTADO CLÁSICO DE LOS ZOQUES
Respecto a la identidad lingüística de los habitantes prehispánicos de la región de Tonalá, todo parece vincular estrechamente al grupo zoqueano como el causante de la construcción del sitio. A través de la cerámica y de inferencias relativas a la distribución actual del grupo lingüístico zoque, además de las referencias históricas de Fray Alonso Ponce (1943) quien viajó a esta región en el año de 1586 y comenta que se hablaba un dialecto zoque llamado Huehueteca (Thomas 1974:27-28), con lo que se puede confirmar lo anterior.
Por otro lado, la distribución actual de la familia Huave del Istmo de Tehuantepec podría sugerir otra alternativa filial por su cercanía con la Costa Pacífica de los Estados de Oaxaca y Chiapas, sin embargo, la filiación cultural escultórica estrecha con la cultura Zoque del Golfo es un indicativo más que desde el Preclásico Medio-Tardío la región estuvo ocupada predominantemente por el grupo lingüístico Zoque (Lowe 1977). En todo caso, la propia ubicación geográfica estratégica de la región como corredor natural-cultural Mesoamericano, seguramente facilitó la coexistencia de más de un grupo lingüístico. La región de Tonalá probablemente se habria compuesto de grupos multilingües, ocurriendo el Mixe-Zoque, Huave, Zapoteca y Maya, entre otros.
De igual forma, en el territorio donde los Zoque habitan actualmente, como el área del río La Venta en la reserva El Ocote ubicado hacia el noroeste de Tuxtla Gutiérrez, se reporta una serie de sitios megalíticos como Adolfo López Mateos, Varejonal, El Tigre, El Cafetal, Emiliano Zapata, entre otros (Domenici 1999). Estos sitios mencionados se ubican en una región geológica de formación kárstica lo cual favorece a que el material de construcción de estos sitios sea de piedra caliza y el estilo arquitectónico se parece más a Oaxaca por el rasgo arquitectónico de “escapulario” y se considera que su auge corresponde al Clásico Tardío.
Aún no se sabe exactamente la relación cultural entre Iglesia Vieja en la región de Tonalá con los sitios monumentales localizados en la reserva El Ocote o río La Venta, sólo se puede mencionar que comparten la arquitectura megalítica. El Ocote se localiza en la región geológica de formación kárstica, en cambio la región Tonalá está asentada en la zona de granito de origen volcánico. Aunque la distancia entre la región Tonalá con la de la reserva El Ocote es menor de 80 km en línea recta, estas dos regiones son diferentes geográficamente, la primera en la costa y la segunda en la montaña. A pesar de una serie de diferencias geológicas y geográficas, es posible considerar que los habitantes prehispánicos de la región de Tonalá fueran Zoques, igual que los asentados en la reserva El Ocote. Siguiendo con este razonamiento, se puede formular la hipótesis de la existencia de por lo menos dos estilos arquitectónicos Zoques: los Zoque montañosos y los Zoque costeros. El area Maya cuenta con similares propuestas.
Entre la Mesoamérica del oeste y este (McDonald 1983:4; Masson y Smith 2000:2; Joyce 2004:11), se ubica el Istmo de Tehuantepec donde se encuentra la región de Tonalá. La localización estratégica entre las dos partes de Mesoamérica, proporcionó las ventajas del control, al ser la vía principal y poder cobrar el supuesto impuesto de paso obligatorio de los comerciantes de ambos lados. Por lo tanto, la vigilancia de los caminos fue posiblemente el interés primordial de los habitantes de esta región, particularmente, la de la clase dominante de todas las épocas.
Por las evidencias arqueológicas relativas a la arquitectura monumental, se indica la posibilidad de la existencia de un poder político-económico centralizado en el sitio conocido actualmente con el nombre de Iglesia Vieja, que funcionaba tal vez, como la capital regional en la región Tonalá de la Costa del Océano Pacífico durante el Clásico Temprano. Esta capital regional fungía un papel similar parecido al de Cholula, Monte Albán y una serie de los sitios monumentales de los Mayas del Clásico Temprano.
CONSIDERACIONES FINALES
En el panorama general de los estudios mesoamericanos, hasta la fecha, la región de la Costa Sur ha sido tratada como un foco cultural importante en el periodo Preclásico, representado por Chiapa de Corzo, Izapa, Tak’alik Ab’aj, La Blanca (Love 1990), entre otros. Usualmente se ha considerado de menor importancia durante el Clásico, por lo tanto se ha tratado a veces, como un área marginal al sur de la cultura clásica Maya.
Las investigaciones recientes en la región de Tonalá, particularmente el sitio Iglesia Vieja, donde se pone de manifiesto la evolución y desarrollo de arquitectura megalítica sui generis, indica que existe un centro político-económico competitivo con otras capitales regionales importantes del mismo periodo Clásico Temprano. La causa del desarrollo de la región de Tonalá se puede explicar parcialmente por su posición estratégica que une las partes este y oeste de Mesoamérica. Aunque es prematuro decir que existe otra región mesoamericana comparable con las de Oaxaca y la Maya, la investigación de la región de Tonalá, particularmente el sitio megalítico Iglesia Vieja, dará una nueva perspectiva del desarrollo cultural de Mesoamérica.
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Figura 1 a. Zona Arqueológica de Iglesia Vieja; b: Mapa Arqueológico de la Región Tonalá, Chiapas, México.
Figura 2 Planta general del Grupo B de Iglesia Vieja. Proyecto Arqueológico Isla Vieja, Tonalá, Chiapas. CONACULTA, INAH (Levantamiento O. Reyes).
Figura 3 Estructura B-1. Antes y después del trabajo-
Figura 4 Restauración de la Estructura B-1.
Figura 5 Estructura B-2, Grupo B. a: Planta; b: Fachada Suroeste; c: Corte A-B. Proyecto Arqueológico Isla Vieja, Tonalá, Chiapas. CONACULTA, INAH (Levantamiento O. Reyes).
Figura 6 Estructura B-3, Grupo B. a: Planta; b: Fachada Principal; c: Corte C-D. Proyecto Arqueológico Isla Vieja, Tonalá, Chiapas. CONACULTA, INAH (Levantamiento O. Reyes).
Figura 7 Estructura B-3a. Antes y después del trabajo.
Figura 8 Estructura B-3. Fachada Suroeste. Antes y después del trabajo.
Figura 9 Evolución tecnológica de cantería en la región Tonalá.
Figura 10 Diagrama del Hipótesis del desarrollo de las culturas prehispánicas en la Región Tonalá.