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Castillo Aguilar, Víctor, Hector Neff, Ronald Bishop, Erin L. Sears y M. James Blackman
2009 Mujeres y contrahechos: Las figurillas moldeadas de la Costa Sur de Guatemala. En XXII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2008 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp.967-985. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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MUJERES Y CONTRAHECHOS:
LAS FIGURILLAS MOLDEADAS DE LA COSTA SUR DE GUATEMALA
Victor Castillo Aguilar
Hector Neff
Ronald Bishop
Erin L. Sears
M. James Blackman
ABSTRACT
WOMEN AND HUNCHBACKS: MOLD-MADE FIGURINES FROM THE SOUTH COAST OF GUATEMALA
Among the ceramics of the South Coast of Guatemala, one group of figurines is noteworthy for particular characteristics that could be considered as part of a relatively homogenous complex: mold-made anthropomorphic effigies, many of which have slips related to Tiquisate ware. In spite of their relative frequency in archaeological collections, only a few have documented archaeological context. Chemical paste analysis, as well as other data of archaeological interest, now permits hypotheses on the technology, provenience, and chronology of this group of figurines. In a unique way, the iconographic study contributes data that allows for the definition of the group of characters represented in the sample.
Entre los objetos cerámicos de la Costa Sur guatemalteca es notable la presencia de un conjunto de figurillas que por sus características particulares pueden considerarse parte de un complejo relativamente homogéneo: efigies hechas con molde que en su mayoría representan mujeres jóvenes en posición sedente, personajes con deformidades físicas y ancianos, entre otros. Estas figurillas se caracterizan por poseer engobes crema-naranja relacionados con el grupo cerámico Tiquisate, aunque también se encuentran figurillas que corresponden a otros grupos cerámicos (Rands 1965:159; Thompson 1948:46). Autores tan tempranos como Eduard Seler (2003:61, Fig.66) habían notado ya la presencia de estas figurillas en muchas colecciones de la costa pacífica, todas ellas recuperadas sin documentar su contexto arqueológico. Generalmente han sido denominadas como figurillas del ware Tiquisate o simplemente figurillas Tiquisate (Parsons 1967, 1969; Rands 1965; Thompson 1948, 1951), pero ese apelativo esconde en realidad una gran variedad de elementos, como la diversidad de engobes, los atributos iconográficos, la tecnología de manufactura y otros componentes que, si bien distintos, no impiden que éste sea un grupo relativamente homogéneo. De acuerdo con Rands (1965:159) las figurillas del ware Tiquisate se ubican, además de la Costa Sur, en algunos lugares de las Tierras Altas, como Quetzaltenango, Amatitlán y el área de Antigua Guatemala.
A pesar de lo anterior, la literatura arqueológica de la Costa Sur carecía de un estudio sobre las figurillas moldeadas costeñas que tomara en cuenta cuestiones como la manufactura, procedencia, fechamiento e iconografía. Teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente y debido la falta de información arqueológica sobre las figurillas moldeadas de la Costa Sur, se realizó un estudio conformado con una muestra de 278 casos procedentes de 12 colecciones arqueológicas, tanto públicas como privadas, así como del archivo fotográfico de E. M. Shook y publicaciones bibliográficas especializadas. En este documento se describirán los resultados concernientes a manufactura, procedencias de casos con contextos arqueológicos, orígenes de la materia prima y caracterización de personajes en la muestra. Para una descripción más amplia y detallada sobre el tema puede consultarse Castillo Aguilar (2008).
TECNOLOGÍA Y MANUFACTURA
Las figurillas moldeadas costeñas pueden dividirse en dos grupos: las figurillas totalmente moldeadas y las figurillas parcialmente moldeadas. Las figurillas hechas totalmente con molde están conformadas de dos partes moldeadas realizadas originalmente de dos hormas separadas, unidas por la sección lateral. Estas figurillas son huecas y presentan la base abierta. Por lo general las narigueras, orejeras y aditamentos del tocado son elementos que no formaban parte de los moldes, sino que se trata de aplicaciones sobre la figura modelada. Las figurillas parcialmente moldeadas presentan por lo general únicamente el rostro moldeado y el resto del cuerpo hecho en la técnica de modelado. A diferencia de otras figurillas costeñas parcialmente moldeadas, las que se tomaron en cuenta para este estudio son huecas, así que son tecnológicamente afines a las figurillas totalmente fabricadas con molde. Por lo general en las figurillas huecas parcialmente moldeadas los brazos se muestran exentos del cuerpo, el cual tiene una forma acampanada y la base abierta.
Del total de casos analizados, el 28% posee un agujero en la parte posterior de la cabeza que probablemente fue utilizado para colocar algún aditamento de material perecedero relacionado con el tocado. Durante la investigación se localizaron tres moldes, los cuales corresponden a la horma de la parte anterior de la figurilla y carecen de engobe. A pesar de que el uso de moldes supone cierta estandarización, la manufactura de las piezas ofrecía cierta libertad en la decoración de algunos elementos menores, como aditamentos del tocado, narigueras, y orejeras, así como en el tamaño total de la pieza, que al final dependía del tamaño de la base que era agregada al positivo (Figura 1).
La muestra de figurillas no presenta uniformidad en la pasta y el engobe. Por ello, estos se estandarizaron en ocho grupos: pasta crema, engobe crema naranja Tiquisate (26.4%); pasta crema, engobe crema (17.9%); pasta crema, engobe naranja (10.8%); pasta café, engobe café (6.8%); pasta roja, engobe rojo brillante (4.3%); pasta negra, engobe negro (1.4%); pasta gris, engobe naranja plomizo (4.3%); pasta crema, sin engobe o con engobe erosionado (15.8%).
PROCEDENCIAS Y CONTEXTOS ARQUEOLÓGICOS
Como se ha mencionado, uno de los problemas puntuales a la hora de estudiar este grupo de figurillas ha sido la escasez de procedencias y contextos arqueológicos documentados, aunque autores como Shook (s.f.), Parsons (1969) y Rands (1965) notaron su frecuencia en colecciones arqueológicas de la Costa Sur, por lo que han sido asignadas a esta región de manera general. Una búsqueda en registros de excavaciones arqueológicas controladas y en bibliografía especializada, ha permitido elaborar un inventario de los contextos arqueológicos en los que han sido halladas las figurillas moldeadas costeñas.
ENTIERROS
Mi Cielo, Escuintla: Biese (1978) reporta varias figurillas moldeadas provenientes de las excavaciones del sitio arqueológico Mi Cielo, situado al sur de Escuintla, y de la cuenca del río Maria Linda. Al parecer las figurillas moldeadas aparecen como ofrendas funerarias de entierros en urnas datados para el Clásico Tardío (Walters 1978:89).
Patulul, Suchitepéquez: una figurilla femenina asociada a un entierro fue localizada por Thomas Gann, quien excavó en la década de 1930 un sitio arqueológico cerca de Patulul, Suchitepéquez, aunque no reporta su ubicación exacta (Gann 1939). En un montículo Gann excavó varios entierros; en uno de ellos encontró una figurilla de aproximadamente 0.20 m, de cerámica gris con pintura amarilla, que “representaba en los dos lados a una mujer de perfil”, es decir que “las dos mitades de esta figurilla eran exactamente la misma…, y evidentemente hechas en el mismo molde” (Gann 1939:203). Otros objetos hallados en los entierros excavados por Gann, tales como malacates y efigies femeninas, sugieren que se trataba de entierros femeninos.
OFRENDAS Y/O DEPÓSITOS ESPECIALES
Tak’alik Ab’aj, Retalhuleu: una figurilla, perteneciente a la colección del Museo Nacional de Arqueología y Etnología procede de una ofrenda hallada en las excavaciones hechas en Tak’alik Ab’aj en 1978. Esta figurilla se encontraba junto a otros artefactos asociados a la Estela 38 y a la cercana Estructura 55, en la periferia oeste del sitio (John Graham, comunicación personal 2008). Según Graham, en “épocas tardías” hubo en Tak’alik Ab’aj un “episodio de reacomodamiento de monumentos y colocación de ofrendas”, probablemente relacionado con el cambio del ciclo 9 al 10 (siglo IX DC), y es muy factible que la colocación de estos artefactos asociados a la Estructura 55 esté relacionada con este episodio.
El Baúl: cuatro figurillas fueron encontradas en la Operación EB9D, de El Baúl, en la Zona Nuclear de Cotzumalguapa. Esta operación se llevó a cabo en un sector ubicado 150 m al norte de la Acrópolis de El Baúl, junto al taller y basurero de obsidiana. Las excavaciones realizadas en 2002 y 2006 revelaron un probable temascal, y un muro de contención y nivelación, así como la presencia de un patio delimitado por tres estructuras. Dos de estas estructuras poseen una concavidad empedrada, lo que unido a otros rasgos detectados en excavación han dado pie a considerar ambas estructuras como probables temascales (Chinchilla Mazariegos 2006).
RELLENOS Y/O BASUREROS
Bilbao: Lee A. Parsons reporta una figurilla incompleta procedente del pozo de prueba 2 (Test Pit 2), el cual fue excavado 1.5 km al norte de la Acrópolis de Bilbao, al parecer en un lugar sin ningún rasgo arquitectónico notable. Según Parsons, esta figurilla procedía de un lote superficial de humus con disturbios recientes y por lo tanto no la asignó a una fase cerámica específica (Parsons 1969:28).
El Castillo: una figurilla procede del área del El Varal, en los alrededores del sitio El Castillo, en la zona nuclear de Cotzumalguapa; esta figurilla proviene de un basurero que fue hallado unos centímetros debajo de un depósito especial de cerámica con tiestos del Clásico Medio y Tardío. Dos muestras de carbón procedentes del mencionado basurero fueron analizadas para proporcionar dataciones de C14, dando las fechas calibradas 645-1006 DC (Beta 83626) y 659-974 DC (Beta 83627), lo que permite suponer que la deposición del material del basurero data del Clásico Tardío (Chinchilla Mazariegos 1996:152-154)
CONTEXTO RESIDENCIAL
Tak’alik Ab’aj: once fragmentos de figurillas se ubicaron en la Estructura 73 Nin Ja, localizada al este del Grupo Central, en la Terraza 2 del sitio. La estructura Nin Ja tiene ocupación del Preclásico Tardío al Clásico Tardío; sin embargo los fragmentos de figurillas en cuestión proceden del estrato del Lote 2 de dicha estructura, es decir, del estrato correspondiente al Clásico Tardío, cuando la estructura Nin Ja fue reocupada como una residencia de élite (Christa Schieber, comunicación personal 2008).
PROCEDENCIA DE LA MATERIA PRIMA SEGÚN COMPOSICIÓN QUÍMICA
Un grupo de 59 figurillas de la muestra, pertenecientes a la colección del Museo Popol Vuh, fueron objeto de un análisis de activación de neutrones (AAN), para determinar la composición química de la pasta y así detectar la procedencia de la materia prima utilizada en la elaboración de las mismas. Los resultados revelan tres grupos químicos de pastas (Figura 10):
TIQUISATE PASTA BLANCA (GRUPO 1): según los estudios de Neff (1995:83) la cerámica Tiquisate Pasta Blanca constituye una subcategoría del ware Tiquisate, la cual posee una pasta distintiva de color claro y desgrasante de ceniza volcánica. Los estudios de análisis composicional sugieren que la fuente de materia prima de la cerámica Tiquisate Pasta Blanca se encuentra en la parte alta de la planicie costera, en las cercanías del sitio arqueológico del Clásico Tardío El Arisco, al oeste de Escuintla (Neff 1995:94-96). A este grupo fueron asignados 21 casos, que presentan los ojos achinados con los párpados superiores e inferiores claramente distinguibles, así como el labio inferior protuberante, correspondiéndoles los casos asignados en este estudio a Pasta crema/engobe crema naranja Tiquisate.
TIQUISATE PASTA ARENOSA (GRUPO 2): este es un grupo (también llamado Tiquisate de la zona Este-Eastern zone Tiquisate-) muy heterogéneo y posee una gran variación. La pasta tiene desgrasante de arena oscura y su procedencia parece más difusa y puede asignarse en general a la región al este del río Madre Vieja, probablemente entre el río Madre Vieja y Acomé, por lo que se excluye la zona este de Escuintla como fuente de materia prima para las figurillas de este grupo. Le fueron asignadas 29 figurillas de varios tipos, incluyendo muchos casos que a simple vista no poseen el engobe Tiquisate sino engobes rojos, café y naranja.
PLOMIZO (GRUPO 3): En el análisis visual de los casos, 12 figurillas fueron caracterizadas como cerámica Plomiza, sin embargo el AAN realizado a siete de ellas reveló que únicamente cuatro figurillas pueden asignarse con seguridad al grupo químico Plomizo San Juan; las otras tres fueron establecidas en el grupo Tiquisate Pasta Arenosa. Los estudios de Neff y Bishop (1988) han determinado que la fuente de materia prima para la cerámica Plomiza fue la región oriental del Soconusco.
ICONOGRAFÍA: CARACTERIZACIÓN DE PERSONAJES
El análisis de la muestra permite afirmar que en este grupo se encuentran representados nueve personajes, cada uno con características distintivas que permiten agruparlos, diferenciarlos y discriminarlos en relación a los demás. Sin embargo existe una estrecha relación entre los personajes, ya que frecuentemente uno o más atributos son compartidos por varios de ellos, lo que refuerza más la suposición que todas estas figurillas pertenecen a un complejo homogéneo que trata de representar temas relacionados por medio de motivos similares. Pueden definirse tres grupos de personajes, según el sexo: personajes femeninos, masculinos y andróginos o de sexo ambiguo.
PERSONAJES FEMENINOS
Con frecuencia se ha afirmado que las representaciones femeninas en las figurillas mesoamericanas son la manifestación material de un culto a la fertilidad, especialmente cuando estas muestran el estado de gestación. En contra de éste argumento, Cyphers Guillén afirma que en realidad nunca se ha establecido en que consistía dicho culto a la fertilidad, ni cual era su función en las sociedades prehispánicas; pues dicho concepto opera en la lógica de “las capacidades procreativas de la mujer como condiciones suficientes para la presencia de un culto a la fertilidad” (Cyphers Guillén 1990:41). No obstante, López Austin ha argumentado que las tareas de reproducción sobre la tierra estaban estrechamente relacionadas con las diosas, es decir, la parte femenina del cosmos tenía una conexión importante con las lluvias, la vegetación y la reproducción. Es la mujer en efecto, la que tiene el papel primordial en el proceso de la reproducción y quien tiene la mayor potencia sexual: bajo su dominio se encuentra la menstruación, el parto e incluso la muerte en el parto; ella es la que tiene a su cuidado las actividades de nacimiento, crecimiento y reproducción (López Austin 1994:71).
Personaje 1: Dama de la Costa (Figura 1)
Este personaje descuella en la muestra con el 65.8% de los casos. Representa a una mujer joven, en la mayoría de casos con los pechos expuestos y erguidos. En algunos casos porta un animal en el brazo derecho, el que con una mano derecha toca el pezón del pecho derecho de la mujer. Desafortunadamente no fue posible identificar certeramente a que especie corresponde dicho animal, aunque sin duda se trata de un mamífero. Una probable identificación de este animal con el conejo no está del todo fuera de lugar; pues éste posee las orejas alargadas, aunque carece del labio hendido típico de la familia lepórida. Otro atributo interesante de la Dama de la Costa, compartido igualmente con los Personajes 2 y 3, es la presencia, en algunos casos, de cuencos en la cabeza. Aunque no es un atributo muy frecuente, sí es importante por su asociación con otros atributos iconográficos con los que aparece especialmente relacionado. La presencia de cuencos o recipientes es uno de los atributos que las figurillas moldeadas costeñas comparten con las efigies de tapaderas de incensarios de Escuintla de épocas más tempranas (Berlo 1984). Finalmente, un atributo poco frecuente pero importante es la presencia de aves en la cabeza o el tocado. Se reconocieron algunas especies: Cairina moschata (pato común), Jabiru mycteria o Mycteria americana (jabirú) y Pharomachrus moccino (quetzal). Cabe decir que las aves que portan las efigies de las tapaderas de incensarios fueron identificadas como aves de la especie Cairina moschata.
Existe una relación formal y temática entre este personaje y el personaje representado en el grupo de las efigies de tapaderas de incensarios del Clásico Medio, y el grupo de figurillas modeladas; algunos motivos y atributos se relacionan en los grupos, aunque se realizan de manera ligeramente distinta. Por ejemplo en el grupo de las figuras de las tapaderas de los incensarios es frecuente hallar cuencos, en algunos casos con cacao, los cuales aparecen entre las manos del personaje, mientras que en el grupo de figurillas moldeadas los cuencos están sobre la cabeza de las mujeres; de la misma forma, las aves surgen entre las manos de las efigies de los incensarios, a diferencia de las figurillas moldeadas, en donde las aves forman parte del tocado o se exhiben en la cabeza de los personajes. A pesar de estas pequeñas diferencias es factible pensar que los dos grupos de figurillas muestran al mismo personaje. Berlo, en su estudio sobre cerámica estilo teotihuacano en Escuintla, observa que si bien en Teotihuacan no se encuentran ejemplares similares a las efigies de las tapaderas de los incensarios de Escuintla, estas efigies sin duda “toman su inspiración temática de creencias locales sobre divinidades femeninas que permanecen desconocidas para nosotros” (Berlo 1984:91).
Personaje 2: Diosa de Cacao (Figura 2)
Este personaje femenino está caracterizado por el 4.3% de la muestra. Se trata de una mujer joven con abundante decoración corporal, según la variante. Son características las escarificaciones en la mandíbula a manera de curvas y las protuberancias que emergen del cuerpo o la cabeza del personaje, que en algunos casos toman forma de mazorcas de cacao y en otras, forma de cabezas y torsos antropomorfos femeninos. Algunos especimenes presentan cuenco sobre la cabeza o en la espalda, mientras que en algunos casos los personajes sostienen un animal en su brazo derecho. En algunos ejemplares el personaje se toca el pezón izquierdo con su mano izquierda
Chinchilla Mazariegos ha reconocido a este personaje en las figurillas cerámicas de la Costa Sur, indicando que no sólo existen representaciones femeninas, sino que también hay figurillas de individuos masculinos con mazorcas emergiendo de su cuerpo (Chinchilla Mazariegos 2005:14-15, Figs.13 y 14). La Diosa de Cacao está relacionada temáticamente con la Dama de la Costa, y es probable que las dos sean variantes del mismo personaje. Comparten la presencia de cuencos en la cabeza y el animal (probable conejo) sostenido en el brazo derecho.
Personaje 3: Abuela
Este personaje lo representa el 6.5% de la muestra. Se observa una mujer anciana, identificada por el rostro arrugado y en algunos casos pechos flácidos. Posee tocados de turbante o diadema y tiene dos variantes, en una de ellas la anciana está en posición pedestre y sostiene un cuenco en su mano derecha mientras que con la mano izquierda toca su mejilla; la mayoría de casos de esta variante corresponden al grupo de las figurillas parcialmente moldeadas y es común que tenga los brazos exentos del cuerpo (Figura 3); frecuentemente el cuenco y los brazos están hechos al modelado. La otra variante se caracteriza por presentar ancianas en posición sedente con un niño en su regazo.
Personaje 4: Siamesas (Figura 4)
Estos personajes aparecen en el 0.7% de la muestra. Son siamesas unidas por la cabeza y el cuerpo; viéndose dos rostros en la cara que comparten un ojo; tienen tocados altos de diadema. Desafortunadamente, la poca frecuencia de las Siamesas en la muestra impide comentar más extensamente sobre esta caracterización.
PERSONAJES MASCULINOS
Si bien la cantidad de casos que muestran personajes masculinos es mucho menor que la de mujeres (9%), éstos poseen atributos sumamente importantes que los caracterizan de manera especial en la muestra. Están estrechamente relacionados a las deformidades corporales, así como a la ausencia de cabello. Es común encontrar entre ellos personajes que presentan algún tipo de cifosis (joroba), así como crestas o protuberancias que emergen de la cabeza.
Personaje 5: Contrahecho
El 3.6% de casos corresponden a este personaje. Muestra a un joven en posición sedente con cifosis en la espalda, el cuerpo contorsionado y la cabeza descansando sobre el hombro izquierdo. Posee como tocado una o varias crestas, aunque algunos casos tienen una especie de gorro bajo o el cabello peinado que cae por la parte posterior de la cabeza. Parece que la ausencia de cabello y la consiguiente presencia de crestas y protuberancias emergiendo de la cabeza se relacionan íntimamente con las deformidades corporales. Este personaje presenta dos variantes, en una las figurillas llevan el engobe clásico del tipo cerámico Tiquisate; los individuos tienen la posición corporal anteriormente descrita, con la cabeza ligeramente levantada. Algunos casos portan los ojos cerrados, que tienen la apariencia de ranuras horizontales, y la boca cerrada. Las figurillas de esta variante son sonajas (Figura 5). En la otra variante los personajes aparecen sentados con las piernas cruzadas y las manos en las rodillas, o en posición fetal. Estas son las figurillas más elaboradas de este tipo. Un caso presenta los ojos cerrados y un pequeño sombrero en la coronilla, el resto tiene los ojos abiertos. La boca está cerrada, y de la comisura de los labios parten hacia la mejilla sendas líneas en relieve que han sido interpretadas como escarificaciones. Uno de los casos de esta variante es una sonaja.
Personaje 6: Enano con joroba
El 2.2% de la muestra representa a este personaje. Es un joven, que en algunos casos muestra enanismo. Tiene la boca abierta o semiabierta, los ojos achinados o rasgados, ausencia de cabello y presencia de crestas o protuberancias que emergen de la cabeza. Sus rasgos faciales recuerdan la apariencia de los personajes que lucen la piel desollada en algunas figurillas de Mesoamérica, con los ojos rasgados y el agujero de la boca de la piel desollada. Un caso particular analizado en la muestra es un personaje con una cresta que parece tener forma zoomorfa que se eleva por la coronilla (Figura 6); esta figurilla se asemeja mucho formalmente a una efigie hallada en excavaciones en El Baúl, Escuintla, donde se observa sin duda a un personaje luciendo piel desollada con una protuberancia zoomorfa en la cabeza y con grandes líneas incisas o surcos verticales en el rostro que caen de la frente hasta las mejillas, comunes en las representaciones de Xipe Totec y de los personajes que portan pieles desolladas (Chinchilla Mazariegos, comunicación personal 2006). Una variante de este personaje no posee protuberancia zoomorfa en la cabeza sino una especie de trenza o mechón de cabello que cae de la sien izquierda sobre el hombro izquierdo.
Personaje 7: Mono con vientre abultado (Figura 7)
Le corresponde el 2.6% de la muestra. Representa a un mono con apariencia antropomorfa en posición pedestre. Posee como tocado una o varias crestas, los ojos cerrados y las mejillas abultadas. En algunos casos hay una línea incisa que desciende de la frente hacia las mejillas. Otra forma de decoración facial es una línea en relieve que parte de la comisura de los labios hacia las mejillas. Los personajes llevan un collar grueso parecido a una soga. En los ejemplares completos el vientre se muestra abultado, y las manos sobre el vientre. En la cintura tienen una especie de faja que parece ser parte del taparrabo. En los casos completos se observa el pene de los personajes sobre el vientre, en una manera similar al Monumento 14 de El Baúl. Las figurillas que representan a este personaje son sonajas.
PERSONAJES ANDRÓGINOS
Personaje 8: Anciano Andrógino (Figura 8)
Este personaje, es el 3.2% de la muestra. Se trata de un ser viejo de características andróginas o de género ambiguo, ya que muestra el rostro de un anciano barbado y pechos de mujer. Aparece en posición sedente, con las piernas cruzadas y las manos sobre las rodillas. Puede llevar como tocado una o varias crestas, gorros bajos o turbantes, éste último un tocado típicamente femenino. El personaje posee el rostro arrugado, en donde sobresale la barba o perilla en el mentón. En algunos ejemplares se observa cifosis en la espalda. Más que sexualmente dual, éste ser es genéricamente ambiguo, ya que en la ambigüedad de género una entidad no es enteramente o consistentemente ni femenina ni masculina, es decir que no existen límites lo suficientemente precisos como para asignar un género particular (Klein 2004:190). Un caso particular representa a este personaje como cautivo, arrodillado y maniatado por la espalda, con una mazorca de cacao colgando del cuello, la cual cae entre los pechos erguidos.
Personaje 9: Joven con joroba
Corresponde a el 1.1% de la muestra, se trata de un joven con crestas en la cabeza y cifosis en la espalda. Originalmente se tuvo la impresión que se trataba de un personaje femenino, pero ya que presenta características poco frecuentes en los personajes femeninos, como crestas y jorobas, atributos esenciales de los personajes masculinos, cabe la posibilidad que en realidad muestre a un ser andrógino. Desafortunadamente los detalles de este grupo de figurillas son muy difusos como para establecer con claridad la forma de los mismos.
La Pareja (Figura 9)
Un grupo especial de figurillas muestra a dos personajes en posición sedente sobre un taburete. Formalmente el grupo es bastante heterogéneo aunque no hay duda que todas representan el mismo tema. Un problema para interpretar estas figurillas es la imposibilidad de determinar con seguridad el sexo de los personajes, principalmente porque las características sexuales no se encuentran explícitamente definidas, o los personajes lucen atributos idénticos. La forma de este grupo de figurillas recuerda a las figurillas Mayas donde aparece un anciano o personaje de características grotescas abrazando a una joven. Resulta difícil afirmar si este tema está relacionado con las figurillas de la Costa Sur, pero sin duda la Pareja se asocia a los conceptos de dualidad y paridad, y tal vez esté relacionado temáticamente con las Siamesas.
COMENTARIOS FINALES
Parece que los temas de las figurillas moldeadas costeñas del Clásico Tardío están relacionados con la importancia de la representación femenina, las deformidades corporales y los conceptos de dualidad y ambigüedad sexual. Es muy probable que las figurillas moldeadas del Clásico Tardío formen parte de una tradición de efigies y figurillas costeñas que inicia en el Clásico Temprano y termina con las efigies moldeadas del Plomizo San Juan, que tuvo como tema predilecto la representación de mujeres jóvenes. Las figurillas parecen haber estado estrechamente relacionadas con el ritual y la religión, como lo evidencian su asociación con entierros, ofrendas y depósitos especiales. Aunque no fue un objetivo el hacer una comparación entre las figurillas moldeadas y la escultura monumental de la Costa Sur, parece que los personajes de la muestra no aparecen explícitamente representados en la escultura monumental de la Costa. Esto induce a pensar que el tema de los personajes de las figurillas operaba en un nivel doméstico o no monumental. Los detectados en esta investigación tampoco tienen paralelo a los descritos por Gómez González en su estudio sobre la iconografía de las vasijas de la cerámica Tiquisate moldeada (Gómez González 2006), lo que hace suponer que los personajes de las figurillas moldeadas tuvieron una función específica y delimitada ya que únicamente fueron representados en la escultura cerámica moldeada. Los antiguos costeños prefirieron caracterizar a estos personajes en objetos tridimensionales de dimensiones relativamente reducidas, lo que sugiere su asociación con el ritual doméstico o no monumental, manifestado en entierros, ofrendas, deposición en rellenos y basureros, y contextos residenciales.
CRÉDITOS Y AGRADECIMIENTOS
Se agradece a las siguientes personas e instituciones su interés y colaboración en el desarrollo de la investigación de las figurillas moldeadas de la Costa Sur: Museo Popol Vuh, Universidad Francisco Marroquín, Dr. Oswaldo Chinchilla Mazariegos, Licda. Claudia Monzón y Walter Burgos del Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Susana Campins y personal del Museo VIGUA, Licda. Christa Schieber y personal del Proyecto Nacional Tak’alik Ab´aj, Licda. Claudia de Suasnávar y Octavio Axpuac del Museo Arqueológico Casa Santo Domingo, Bárbara de Nottebohm (+), Dr. Guillermo Mata Amado, Coralia de Rodríguez, Dr. Estuardo Mata Castillo, Arq. Antonio Prado, Ing. Arturo Batres, Ing. Carlos Alvarado y Departamento de Arqueología de la UVG, Dr. John Graham.
Gracias a la colaboración del Dr. Dennis Guerra Centeno, de la Facultad de Medicina Veterinaria de la USAC fue posible reconocer algunas de las especies que aparecen representadas.
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Figura 1 Personaje 1, Dama de la Costa. Altura 24.0 cm
Figura 2 Personaje 2, Diosa de cacao. Vista anterior y esquema del corte de perfil sin escala. Altura 22.0 cm
Figura 3 Personaje 3, Abuela. Altura 12.1 cm
Figura 4 Personaje 4, Siamesas. Altura 13.1 cm
Figura 5 Personaje 5, Contrahecho. Altura 9.1 cm
Figura 6 Personaje 6, Enano con joroba. Altura 18.5
Figura 7 Personaje 7, Mono con vientre abultado. Vista anterior, de perfil y posterior. Altura 18.3 cm
Figura 8 Personaje 8, Anciano andrógino. Altura 11.0 cm
Figura 9 La pareja. Vista anterior y posterior. Altura 13.1 cm
Figura 10 Distribución de los tres grupos químicos detectados en la muestra en base a concentraciones de Cromo y Uranio. Las elipses demarcan los miembros de cada grupo