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21 – LA FRONTERA ACTUAL, LA FRONTERA ANTIGUA: RESULTADOS DE LA TEMPORADA DE CAMPO 2006 DEL PROYECTO REGIONAL ARQUEOLÓGICO SIERRA DEL LACANDÓN – Charles Golden, Andrew Scherer, Rosaura Vásquez, Ana Lucía Arroyave, Juan Carlos Meléndez, Griselda Pérez, Fabiola Quiroa y Betsy Marzahn Ramos – Simposio 20, Año 2006

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Golden, Charles, Andrew Scherer, Rosaura Vásquez, Ana Lucía Arroyave, Juan Carlos Meléndez, Griselda Pérez, Fabiola Quiroa y Betsy Marzahn Ramos

2007        La frontera actual, la frontera antigua: Resultados de la Temporada de Campo 2006 del Proyecto Regional Arqueológico Sierra del Lacandón. En XX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2006 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp. 331-344. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

21

LA FRONTERA ACTUAL, LA FRONTERA ANTIGUA:

RESULTADOS DE LA TEMPORADA DE CAMPO 2006

DEL PROYECTO REGIONAL ARQUEOLÓGICO

SIERRA DEL LACANDÓN

Charles Golden

Andrew Scherer

Rosaura Vásquez

Ana Lucía Arroyave

Juan Carlos Meléndez

Griselda Pérez

Fabiola Quiroa

Betsy Marzahn Ramos

Palabras clave

Arqueología Maya, Guatemala, Petén, Sierra del Lacandón, reconocimiento, La Técnica, El Kinel, Zancudero, estela

Abstract

THE PRESENT FRONTIER, THE ANCIENT FRONTIER:

THE 2006 FIELD SEASON’S RESULTS IN THE SIERRA DEL LACANDON NATIONAL PARK

The Sierra del Lacandon Regional Project 2006 field season’s results and a brief interpretation of the data from four seasons of investigation in the region will be presented in this paper. During this season, the members of the project focused on reconnaissance and survey on non identified sites; at the same time, they recorded in a more complete manner other already known sites like La Pasadita, in the Piedras Negras and Yaxchilan kingdom’s frontier zone. Both these kingdoms occupied an intermediate place in the Usumacinta route, for which the comprehension of the political, economical and military relationships between Piedras Negras and Yaxchilan is key for the understanding of the relationships between the Maya Highlands and Lowlands. In 2006, surveying and excavation was not only conducted to the inventory and preliminary documentation of settlements, but also of features identified as fortifications. These features were found near the peripheries of the sites such as Tecolote, La Pasadita, and Kinel. With the 2006 field season’s results in the Sierra del Lacandón, it is possible to give a more complex interpretation on what was going on in the frontier of the Piedras Negras and Yaxchilan kingdoms.

Esta ponencia presenta los resultados de la temporada de campo 2006 del Proyecto Regional Arqueológico Sierra del Lacandón (PRAS). Durante cuatro temporadas, los trabajos del PRAS se han enfocado en el territorio entre los reinos de Yaxchilan y Piedras Negras. Las investigaciones se han visto profundamente afectadas por la ubicación del Parque Nacional Sierra del Lacandón (PNSL) y las comunidades adyacentes en la zona que forman una frontera moderna entre México y Guatemala, las cuales también constituyeron una frontera antigua entre las entidades políticas dinásticas concentradas en Piedras Negras y Yaxchilan (Figuras 1 y 2).

Figura 1 La región de estudio

 

Figura 2 Posición de los sitios

Para PRASL los objetivos principales de la temporada de campo 2006 fueron:

  • Hacer el levantamiento topográfico y excavar pozos de sondeo en Oso Negro, un centro político secundario del reino de Yaxchilan, con el fin de proveer una cronología local y un registro más exacto de este sitio.
  • Reconocer el paso montañoso cerca de Oso Negro, el cual conduce a sitios del reino de Hix Witz, tales como Zapote Bobal.
  • Levantar topográficamente y hacer pozos de sondeo en el sistema de murallas dentro y alrededor de La Pasadita, Tecolote y El Túnel, para determinar sus fechas y funciones.
  • Levantar el mapa y hacer pozos de sondeo en un canal del sitio El Kinel, para determinar si este fue un rasgo defensivo, y a la vez obtener la fecha para tal rasgo.
  • Recolectar una muestra cerámica del área de los sitios en las cercanías de Yaxchilan.

Estos parecían objetivos moderados y razonables para una temporada corta de campo. Sin embargo, debido al cambio de dirigentes de la Unión Maya Itza (UMI), la que había sido seleccionada como la mejor base de operaciones para cumplir estos objetivos, no permitió realizar ninguna investigación en sus terrenos.

Afortunadamente, se le permitió al PRASL realizar investigaciones en la comunidad de La Técnica, con la condición de consultar a cada propietario de las tierras para obtener su permiso y que él mismo acompañara a los investigadores durante el levantamiento topográfico y las excavaciones.

La comunidad de La Técnica, aproximadamente a 10 km río arriba de Yaxchilan, incluye varios sitios arqueológicos, siendo los más grandes El Kinel y La Técnica. Este arreglo dejó continuar con la temporada de campo, y permitió al PRASL proseguir con la mayor parte de los objetivos de la investigación, aunque los estudios en Oso Negro resultaron imposibles, como en el caso del reconocimiento a través de la Sierra del Lacandón hacia la ruta Naranjo y el reino de Hix Witz.

LA TÉCNICA

La primera fase del reconocimiento en La Técnica, consistió en el levantamiento del mapa y la excavación de pozos de sondeo en el sitio del mismo nombre localizado en el corazón de la comunidad. Las investigaciones preliminares durante el año 2001 por Paulino Morales (2001) y por el PRASL en 2005 (Vásquez et al. 2005), han revelado que la porción central del sitio incluye un Grupo-E, el único con esa complejidad arquitectónica identificado hasta la fecha a lo largo del río Usumacinta (Aimers y Rice 2006).

Además, la cerámica recuperada en las recolecciones de superficie y en los cortes de la carretera indica que este centro fue predominantemente Preclásico. Un datum del sitio fue establecido en la cima de la Estructura A2-1, a partir del cual se hizo el mapa con una estación total, revelando un pequeño pero denso núcleo de estructuras.

La presencia del Conjunto de tipo Grupo E fue evidente desde que se hicieron los mapas con cinta y brújula, pero la estación total también reveló cambios topográficos sutiles, que indicaron que todas estas estructuras fueron construidas sobre una plataforma grande (Figura 3).

Figura 3 Conjunto de tipo Grupo E de La Técnica

Otras estructuras más pequeñas fuera del centro se encuentran bastante más dispersas. El asentamiento de La Técnica comenzó en los años 1970, y es probable que se hayan removido bloques de piedra cortada a causa de actividades agrícolas o que fueran reutilizadas en la construcción del poblado. Sin embargo y en general, los habitantes de la comunidad han tratado de preservar las estructuras más grandes.

Las excavaciones consistieron en dos pozos de sondeo en la base de la Estructura A2-1. Estas unidades revelaron depósitos profundos de relleno con materiales culturales extendiéndose, en algunos lugares, hasta 2 m de profundidad. Unos pocos tiestos recolectados en la capa de humus pueden ser fechados estilísticamente para el Clásico Tardío. Esta diseminación de tiestos, sin embargo, es mínima en comparación con la gran cantidad de material Preclásico recuperado en todos los niveles de excavación.

Unos pocos fragmentos de cerámica Protoclásica en los niveles superiores sugieren un abandono del sitio cerca del 250 DC, aunque los materiales tardíos diseminados, sugieren una mínima ocupación o uso del sitio durante el Clásico Tardío. Parece poco probable que hubiese construcciones del periodo Clásico Tardío. La mayor parte de materiales con engobe recuperados datan del Preclásico Tardío, incluyendo cerámica del grupo Sierra, y otros de la vajilla Paso Caballos Ceroso.

Sin embargo, bajo 1.20 m de profundidad, los materiales del Preclásico Tardío dan paso a materiales del Preclásico Medio, incluyendo tiestos del grupo cerámico Juventud. Por lo tanto, La Técnica es un centro significativo del periodo Preclásico en la región del Usumacinta. Las estructuras del Preclásico Tardío en Piedras Negras, Macabilero y Fideo son de tamaño similar o más pequeñas, y no se ha identificado otro Conjunto de tipo Grupo E en la región. El por qué el sitio fue abandonado antes del periodo Clásico, aún no está claro.

EL KINEL

Posteriormente, la investigación se trasladó al cercano sitio de El Kinel. El rasgo más curioso de este lugar es un monumento que presenta el retrato de Escudo Jaguar III, gobernante de Yaxchilan ejecutando una danza, dedicado el año 790 DC (Figura 4). En todos los otros aspectos el sitio parece ser un asentamiento rural, aunque de considerable tamaño. Morales (2001) designó un Sector Norte y un Sector Sur en El Kinel, ambos divididos por un canal conocido localmente como “El Kinel”, lo que le da el nombre al sitio (Figura 5).

Una imagen distante del canal muestra que forma un arco claro a lo largo de buena parte de esa curva del río, básicamente, separando el sector sur del norte durante los periodos en que sube el nivel del agua, aunque en el presente, ninguno de los extremos del canal llega al río.

La forma del canal no favorece una interpretación de un cause natural de agua, y la presencia de una berma elevada a lo largo de la parte de su orilla sur, más bien apoya la idea de que el canal fue excavado al menos en secciones, pareciera que los antiguos pobladores apilaron el suelo a lo largo de los rasgos superiores en la orilla.

Los montículos en el Sector Norte están más ampliamente dispersos que aquellos en el Sector Sur. Estos parecen ser, más bien, plataformas individuales que debieron soportar una o más superestructuras perecederas. Los montículos en el Sector Norte no son particularmente grandes, y la plataforma sobre la cual fue encontrado el monumento es la estructura más grande al norte del canal. Pequeñas estructuras bordean la orilla del canal y el terreno al norte se torna rápidamente en pantanos que se inundan en la temporada de lluvias.

Se excavaron tres pozos de sondeo en el Sector Norte de El Kinel asociados con la plataforma sobre la cual se descubrió el Monumento 1. Basureros bastante ricos en dos pozos adyacentes a la Estructura H10-1 produjeron abundante cerámica, lítica y restos de fauna. Dado el contexto de estos materiales, probablemente representen desecho de la fase final de ocupación de la estructura.

Aunque las vajillas utilitarias eran las más comunes, también eran abundantes los tiestos de vajillas de importación, incluyendo Altar Naranja y Gris Tres Naciones, que sugieren una fecha para los materiales de estos basureros del 830 DC o poco más tarde. La ausencia de vajillas de importación que sean más tardías que las vajillas finas del Clásico Terminal, sugieren un abandono de esa parte de El Kinel no más tarde que el 930 DC (Adams 1971:151; Sabloff 1975:17).

Las excavaciones continuaron hasta lo que parecía ser un suelo culturalmente estéril, y se encontraron muy pocos materiales que fecharan para antes del periodo Clásico Tardío, sin embargo, se recuperaron algunos pocos tiestos del Preclásico Tardío en estas unidades, aunque no se encontró material del Clásico Temprano.

Figura 4 Monumento de El Kinel

Figura 5 Sectores Norte y Sur de El Kinel

Por lo tanto, los datos actuales sugieren que la ocupación en esta plataforma y las estructuras asociadas en el Sector Norte de El Kinel, datan, casi exclusivamente, para el Clásico Tardío y Terminal. Si la construcción inicial y la ocupación de la Estructura H10-1 es contemporánea con la fecha de 790 DC inscrita en el monumento encontrado allí, una fuerte ocupación continuó por lo menos cuarenta años antes que el área fuera abandonada.

Por lo menos 14 estructuras fueron levantadas en el mapa del Sector Sur de El Kinel en una área de 300 por 400 m. Las grandes plataformas densamente aglomeradas, están intercaladas con profundas depresiones que debieron haber servido como fosos de donde se dragaron los materiales para construir las estructuras, como también para aguadas que proveerían a los habitantes de agua a lo largo del año.

Muchas de las estructuras están conectadas por pasarelas elevadas. Estas pasarelas debieron ser útiles cuando el área se inundaba intermitentemente. Recientemente, en la década pasada, la planicie completa fue inundada por el río en una promedio de cada dos años, aunque en la actualidad, han transcurrido seis años desde la última vez que se inundó la planicie.

Se realizaron excavaciones en la Estructura L9-3. Una trinchera de saqueo dio con un enterramiento, esparciendo lajas, tiestos y restos humanos alrededor de la superficie del montículo, por lo que se consideró prudente tomar ventaja de esta trinchera para acceder a parte de la secuencia arquitectónica de la estructura, y para intentar recuperar cualquier dato para fechar el entierro. También se colocó un pozo de sondeo adyacente a la trinchera para establecer un mejor contexto. Se ubicó un segundo pozo de sondeo en la pasarela que conecta las Estructuras L9-3 y L9-4.

Evidentemente, los montículos son plataformas que alguna vez soportaron superestructuras perecederas, sin embargo, en muchos de estos montículos, toda la mampostería de piedra trabajada que una vez formó la base de las superestructuras había sido removida por la actividad agrícola en las recientes décadas.

Los pozos de sondeo y la trinchera de saqueo produjeron exclusivamente materiales del Clásico Tardío. Aunque la perturbación por la agricultura puede explicar la ausencia de algunos materiales del Clásico Terminal que estuvieran sobre o cerca de la superficie, la ausencia completa de vajillas finas probablemente sea el resultado del abandono de estas estructuras antes de 830 DC.

Las excavaciones revelaron lo que inicialmente parecía ser un simple basurero en la pasarela entre las Estructuras L9-3 y L9-4, pero otras excavaciones revelaron el enterramiento de un adulto, el Entierro 2. Aunque las capas superiores de este depósito pueden ser meros desechos domésticos, el contexto de los materiales asociados con el entierro sugiere que al menos parte de esta supuesta basura de hecho constituye la ofrenda del enterramiento.

Los tiestos fueron encontrados directamente adyacentes a los restos, y la ubicación precisa de las puntas, malacates (huso), cabezas de figurilla, una mano rota sobre la pelvis, y otros artefactos, favorecen bastante la idea que estos objetos eran parte de un sólo episodio de enterramiento. Todos estos objetos fueron quebrados antes de su depósito.

Interesantemente, Morales (2001:9) reportó un depósito similar de tiestos asociados con el entierro que él excavó en El Kinel. El enterramiento con los restos que de otra forma fueran interpretados como comunes materiales de basurero, pudieron, por lo tanto, haber constituido un importante componente de un ritual mortuorio en el sitio. El Entierro 2 fue perturbado en la antigüedad y la parte baja del brazo removida, sin embargo, no está claro si eso representa un reingreso intencional al entierro, o una mera perturbación accidental o incidental del sepulcro en el proceso de las últimas actividades constructivas.

Con las excavaciones en la trinchera de saqueo que corría a través de la Estructura L9-3, exitosamente se encontraron los restos de un entierro perturbado gran parte del cual se había vuelto a enterrar cuando el dueño del terreno rellenó la trinchera. Las excavaciones junto a la trinchera de saqueo, sin embargo, inesperadamente revelaron que la Estructura L9-3 era un tanto parecida a los “adoratorios domésticos” típicos de las estructuras del este en otras áreas de las Tierras Bajas Mayas (Becker 1971, 1999, 2004; Hageman 2004). Sin embargo, sin más excavaciones no se puede aseverar si otras plataformas cercanas contienen similar número de entierros.

Los enterramientos de dos niños y un adulto estaban bastante aglomerados y cada uno tenía una cista de piedra. Evidentemente, había otros entierros bajo los que se excavaron con la pierna de un niño descansando sobre las lajas de otra sepultura sin excavar. Dadas las limitaciones de tiempo y recursos, se decidió dejar otras excavaciones en esta estructura para futuras temporadas de campo. Los dos niños no están asociados con ningún bien funerario. El adulto, sin embargo, fue enterrado con tres vasijas cerca de la cabeza −incluyendo un plato con engobe negro invertido sobre el rostro. Este patrón refleja el encontrado por Morales (2001:9) en sus excavaciones del Entierro 1 en el Sector Sur de El Kinel.

Un rasgo particular de los entierros es la posición de dos de los individuos, uno de los adultos, Entierro 2, sepultado entre dos estructuras y uno de los niños de L9-3. En ambos casos, la pierna izquierda fue colocada en una posición ligeramente flexionada, y la mano izquierda estaba al costado con los dedos flexionados. La mano derecha estaba sobre la pelvis y la pierna derecha estaba extendida. Estos individuos dan la impresión de haber sido colocados en sus tumbas con una actitud de danza, similar a la representada en las vasijas pintadas. El por qué estos dos entierros y no los otros fueron tan arreglados no está claro, y de hecho comparten pocas características.

Otras excavaciones fueron ubicadas en dos áreas fuera de los montículos. La primera de éstas estaba en una aguada, adyacente a L9-2, 3, 4 y 5. Perforaciones en el suelo hechas por investigadores de la Universidad de Brigham Young han revelado un depósito de barro de 3 m de profundidad sobre una capa arenosa, indicando que el barro depositado por las inundaciones cubrió la playa del antiguo cauce del río, el que debió cambiar al sur de su curso actual.

Los resultados fueron significativos: en las capas de barro había tiestos del Clásico Tardío, con algunos tiestos encontrados sólo unos pocos centímetros sobre el suelo arenoso de la antigua playa.

Es posible imaginar varios escenarios que podrían tomarse en cuenta para esta estratigrafía. Una posibilidad es que la excavación de las aguadas por los constructores originales de El Kinel durante el periodo Clásico Tardío, alcanzaran el nivel de las capas arenosas.

Las inundaciones periódicas del sitio sobre el curso del Clásico Tardío resultaron en el depósito gradual del barro en las aguadas. De manera alternativa, la ocupación del sitio empezó durante el Clásico Tardío, poco después que el río cambiara su curso.

En tal escenario, la excavación de las aguadas y la construcción de las estructuras visibles en el presente tuvieron lugar sólo después de un significativo periodo de sedimentación que elevó la superficie del terreno. En cualquier caso, los materiales anteriores al periodo Clásico Tardío están notablemente ausentes, y sugieren que el área inmediatamente circundando la aguada no fue ocupada antes de esa época.

La segunda excavación fuera de los montículos en El Kinel fue hecha en un área elevada adyacente al canal que posiblemente estuvo relacionada con la excavación del canal mismo. Aunque no se recuperó cerámica, justo bajo la capa de humus se encontraron al menos tres depresiones circulares. Estas miden en promedio 12 cm de diámetro x 35 cm de profundidad, y tenían una separación de 42 cm entre una y otra.

Una posibilidad es que representaran huellas de poste de una empalizada de madera. Tales empalizadas formadas por postes verticales de madera bastante espaciados entrelazados con piezas horizontales, han sido identificadas, por ejemplo, en el área de Petexbatun (Demarest et al. 1997). Sin embargo, se necesita de bastante más excavación para darle seguimiento a este hallazgo preliminar.

ZANCUDERO

Los planes para realizar investigaciones en las áreas alrededor de La Pasadita y Tecolote fueron desechados después de que balearon y capturaron a guardias de CONAP y oficiales de la Policía Nacional Civil en la región inmediatamente al norte de La Pasadita el 13 de junio de 2006. Con otras grandes secciones del parque también inaccesibles debido a asuntos de seguridad y careciendo de permiso para trabajar en la UMI, el acceso del parque nacional era en extremo limitada. Sin embargo, se sabía que una pequeña franja de tierra en el límite sur del parque en La Técnica, era segura.

Los reportes de uno de los dueños de parcelas con quien se estuvo trabajando, indicaron la presencia de mampostería expuesta en la esquina suroeste del PNSL. Un día de reconocimiento, seguido por un día de levantamiento topográfico y excavaciones de sondeo, revelaron un fascinante sitio designado como Zancudero (Figura 1). En el centro de Zancudero hay un cerro grande de aproximadamente 90 m de alto. En la cima del cerro se encuentran varias plataformas bajas con vista sobre las planicies al sur y los cerros al norte. Existen al menos dos cuevas en el costado del cerro, y varias estructuras pequeñas esparcidas alrededor de la base del mismo.

Lo que hace interesante a este sitio no son sus plataformas pequeñas y dispersas, sino una gran muralla que encierra la parte más grande del cerro. Con al menos 800 m de largo, y en algunos lugares quizá 4 ó 5 m de alto, esta muralla circunda aproximadamente tres cuartos del cerro y de las estructuras a su alrededor. El resto de la circunferencia se completa con terrenos pantanosos y el arroyo Yaxchilan, creando un puesto de avanzada fácil de defender con un acceso cercano al agua y alimentos.

Las excavaciones revelaron que aunque hay algunos tiestos del Clásico Tardío esparcidos en el humus, la mayor parte de los materiales recuperados datan del periodo Preclásico Tardío. No se ubicaron excavaciones en la muralla misma, por el momento no es posible asegurar definitivamente que esta representa una fortificación Preclásica. Sin embargo, al menos otro ejemplo de un posible sitio Preclásico fortificado ha sido identificado en el Usumacinta al norte de Zancudero en Macabilero.

No se ha aclarado con precisión que la formidable muralla de Zancudero estuviera defendiendo el lugar durante el periodo Preclásico o Clásico −este es un pequeño sitio con una muralla grande. Con una ubicación estratégica, el cerro en el centro de Zancudero ofrece una vista incomparable del terreno alrededor. Durante el periodo Clásico éste debió brindar a los defensores de Yaxchilan vistas que conectaban la capital con cualquier centro político secundario en el lado guatemalteco del río, incluyendo Tecolote, La Pasadita y Oso Negro, y como tal, sirvió como un invaluable elemento para la comunicación y defensa a través del reino. Sin más investigaciones es difícil decir si este cerro jugó un papel similar como torre de control en el paisaje de asentamientos dispersos y políticamente fragmentados del periodo Preclásico.

SÍNTESIS Y COMENTARIOS FINALES

Los hallazgos en La Técnica, El Kinel y Zancudero, cuando se integran con las investigaciones de las tres temporadas de campo anteriores, agregan piezas importantes del rompecabezas del desarrollo político de la cuenca media del río Usumacinta desde el Preclásico hasta el Clásico Terminal (Figura 6). En primer lugar, las investigaciones del 2006 siguen reforzando la evidencia de un patrón de asentamiento temporalmente bimodal en toda la región.

Figura 6 Posición de sitios

        Durante el periodo Preclásico el asentamiento no fue denso, pero sí bastante disperso. Varios centros pequeños Preclásicos han sido identificados hasta la fecha, incluyendo Yaxchilan, La Técnica, Fideo, Macabilero, El Porvenir y Piedras Negras, y la cerámica Preclásica encontrada en cada cueva da pistas de que muchos de los asentamientos Preclásicos aun están por ser identificados.

Si las estructuras del Conjunto de tipo Grupo E de La Técnica son contemporáneas con los depósitos encontrados inmediatamente adyacente a A2-1, haría de éste uno de los centros Preclásicos más grandes a lo largo del Usumacinta, posiblemente más grande incluso que Piedras Negras antes del crecimiento del centro en el periodo Clásico (Houston et al. 2000, 2003).

Sin embargo, La Técnica no fue El Mirador, y habría sido pequeño en relación con el asentamiento Preclásico de Tikal y Uaxactun. A pesar de su importancia local, La Técnica fue abandonada durante o rápidamente después del periodo Protoclásico, y hay poca o ninguna cerámica del Clásico Temprano en la muestra de La Técnica o El Kinel.

Zancudero, como La Técnica, parece haber tenido su mayor ocupación durante el periodo Preclásico aunque la reutilización del espacio durante el periodo Clásico Tardío es evidente en una minoría de la cerámica recuperada. Zancudero fue, por lo tanto, probablemente un asentamiento contemporáneo con La Técnica. La pregunta más urgente que queda es en relación a la fecha de la muralla defensiva que rodea a Zancudero.

Esta es una importante fortificación, y si data del Preclásico Tardío, constituiría un ejemplo temprano de fortificación en el área Maya, contemporánea con Becan (Webster 1974, 1976, 2000). Con certeza, otros sitios defensivos del Preclásico a lo largo del Usumacinta, como Macabilero, sugieren que hubo actividad beligerante significativa durante este periodo.

Sin embargo, hasta que se pueda excavar la muralla misma, hay una posibilidad definitiva de que la fortificación represente un rasgo del Clásico Tardío relacionado con las guerras en el reino de Yaxchilan.

El abandono de La Técnica y Zancudero al final del periodo Preclásico o durante el Protoclásico refleja un patrón más amplio visto en toda el área de estudio: casi no se encontró, en ningún lugar, cerámica del Clásico Temprano asociada con arquitectura, y en esos pocos lugares en donde sí la hubo, era escasa. Sin embargo, en Piedras Negras, los materiales del Clásico Temprano son abundantes (Muñoz 2006), como lo son en Yaxchilan (López-Varela 1989).

En oportunidades anteriores, se ha sugerido −al igual que Houston y sus colegas (2003)− que el crecimiento de los centros dinásticos llevaron a un despoblamiento del campo según la gente se fue congregando en los alrededores de Piedras Negras y Yaxchilan. Las investigaciones continúan para apoyar esta hipótesis como la explicación más simple de los datos cronológicos recolectados hasta ahora.

Cuando la gente regresó al campo durante el Clásico Tardío, no ocuparon muchos de los viejos centros Preclásicos. En su lugar, eligieron construir nuevas comunidades adyacentes a las ruinas. Algunos usos de estos espacios antiguos dejaron su huella en leves esparcimientos de materiales del Clásico Tardío sobre depósitos profundos de materiales Preclásicos, pero si esta es evidencia de reutilización de los edificios como espacios de habitación o implican la reutilización ritual de estructuras abandonadas, aún no queda claro sin más excavaciones.

El papel político de El Kinel dentro del reino de Yaxchilan aún es un misterio, y requerirá mucha más investigación para descubrirlo. ¿Por qué un sitio poco imponente seria honrado con un monumento mostrando el retrato de Escudo Jaguar III?, simplemente no está claro. Es posible que el Monumento 1 haya sido removido en la antigüedad de un sitio más “monumental”, sin embargo, no se ha identificado tal sitio cerca de El Kinel.

Falta mucho por revelar sobre Zancudero, La Técnica y El Kinel. Se espera que en el 2007 el trabajo pueda continuar en la comunidad de La Técnica para saber más sobre este sitio. Resta mucho por hacer en el Parque Nacional Sierra del Lacandón, sin embargo, los eventos en torno a Petén sugieren que Guatemala está en una encrucijada histórica en la cual los Parques Nacionales, con sus recursos naturales y culturales, debieran forzosamente ser protegidos o se perderán para siempre.

Desafortunadamente, por el momento la investigación arqueológica y biológica en la Sierra del Lacandón no puede realizarse en medio del actual clima de violencia. Se espera que la situación mejore en el siguiente año y así continuar con las investigaciones hacia el norte, en y alrededor de Tecolote y La Pasadita. De lo contrario, los problemas de mantener la frontera moderna, simplemente hará imposible saber más sobre la frontera antigua.

AGRADECIMIENTOS

El trabajo de campo de esta temporada se hizo posible por medio de la ayuda financiera brindada por la Fundación Heinz, el Fondo Norman de la Universidad de Brandeis, el Fondo Jane del Programa de Estudios Latino-Americanos de Brandeis, The National Geographic Society y fondos profesionales de la Universidad de Wagner. Nos gustaría agradecer a Defensores de la Naturaleza, especialmente a Javier Márquez y Héctor Monroy por el apoyo y el asesoramiento que hizo posible nuestro trabajo. También queremos agradecer a IDAEH por los permisos para llevar a cabo el trabajo arqueológico. Estamos en deuda con la gente de la comunidad La Técnica, quienes apoyaron nuestra labor este año, permitiéndonos trabajar en y alrededor de su comunidad. Les deseamos que encuentren útiles los detalles presentados en esta ponencia, en la comprensión de la fascinante historia de la Sierra del Lacandón.

REFERENCIAS

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