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80 La Sub-estructura de los Estucos (5C-4-I): Un ejemplo de arquitectura temprana en Chichen Itza – José F. Osorio – Simposio 18, Año 2004

Osorio, José F.

2005        La Sub-estructura de los Estucos (5C-4-I): Un ejemplo de arquitectura temprana en Chichen Itza. En XVIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2004 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp.836-846. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

80

LA SUB-ESTRUCTURA DE LOS ESTUCOS (5C4-I):

UN EJEMPLO DE ARQUITECTURA TEMPRANA

EN CHICHEN ITZA

José F. Osorio

Palabras clave:

Arqueología Maya, México, Yucatán, Chichen Itza, Conjunto de la Serie Inicial, arquitectura, figuras modeladas en estuco, Preclásico

Como parte de las investigaciones que realiza el Proyecto Arqueológico Chichen Itza en el Conjunto de la Serie Inicial, sobresale la exploración y restauración integral de la Estructura 5C4 o Templo de la Serie Inicial. El edificio le da el nombre a este grupo que se encuentra situado al sur del complejo de Las Monjas. La estructura se localiza en la sección noreste de la nivelación propia del grupo.

Han pasado poco más de 100 años en que se realizaron los primeros trabajos de excavación en esta estructura, a la fecha se ha hecho su exploración y restauración hasta donde permite la evidencia. A partir de 1988 al presente, esta estructura ha sido objeto de investigación continua, lo que propició el descubrimiento de cuatro fases de ocupación muy bien definidas en el edificio, de las cuales la primera corresponde a la ocupación más temprana del grupo, y es hasta el momento la evidencia arquitectónica más antigua encontrada en el sitio.

Durante todos estos años se ha logrado definir la distribución total del grupo, así como la interacción entre los principales edificios que conforman este complejo tanto residencial como público, que sin duda alguna perteneció a un linaje dominante de la sociedad.

ANTECEDENTES

La primera referencia del edificio la proporciona Edward Thompson al descubrir el dintel con la fecha de Serie Inicial en la excavación del templo superior del montículo. Esta excavación tuvo poco control y se realizó a fines del siglo XIX (Vaillant 1926; Pérez de Heredia 2001; Osorio 2004).

Con las primeras intervenciones de la Institución Carnegie en Chichen Itza, se inició un proyecto de investigación interdisciplinario que incluyó la excavación y restauración de algunos edificios del área central del sitio. En lo que respecta al Conjunto de la Serie Inicial se consolidaron las secciones que fueron excavadas por Thompson y además se realizaron unos sondeos en el Templo de la Serie Inicial, con la finalidad de obtener una secuencia cerámica para el sitio. El trabajo dio como resultado en aquella época el descubrimiento de una construcción anterior que se ha denominado como el Templo de los Sacrificios o 5C4-II.

Gracias a las labores realizadas por el presente proyecto se logró definir cuatro fases de construcción en el edificio, las cuales se denominan de manera diferente considerando un elemento distintivo en cada una. Así hay, en primer lugar, la Sub-estructura de los Estucos (5C4-I), en segundo el Templo de los Sacrificios (5C4-II), en tercero el Templo de los Atlantes (5C4-III), y por último el Templo del Dintel (5C4-IV). Los tres últimos muestran una clara presencia de uso ceremonial, y el primero un uso posiblemente residencial que corresponde al tema de esta presentación (Figuras 1 y 2).

Al llevar a cabo las excavaciones de sondeo en el Templo de los Sacrificios (5C4-II), mediante un pozo de 2 x 2 m al frente de una bien identificable piedra de sacrificios, se encontraron los primeros fragmentos de estuco modelado con restos de policromía. Estos elementos se habían usado como relleno constructivo y evidentemente formaron parte de la decoración de una fachada perteneciente a una estructura más antigua que fue desmantelada. Debido a la obtención de estos elementos se decidió el nombre del edificio. Más adelante, al continuar con la excavación, se observó la presencia de un cimiento y un nivel de piso estucado, el cual en su extremo noroeste tenía huellas donde se observaban los restos del desplante de un muro. De esta manera se definió un primer cuarto. Dada la importancia de este descubrimiento, se procedió a una ampliación en las excavaciones con el fin de tener la distribución arquitectónica clara y lo más completa de esta sub-estructura (Pérez de Heredia 2001; Osorio 2004).

Aunque humilde en su apariencia actual y modesta en su elaboración, la Sub-estructura de los Estucos (5C4-I), es por el momento el elemento arquitectónico más importante en el lugar que ocupa la Estructura 5C4 y sus predecesoras, porque es el único edificio de sus características – y posición temporal – hasta ahora excavada en el sitio.

La estructura descansa directamente sobre una plataforma de nivelación (la original de este lugar). Al parecer su acceso principal se localiza en el extremo sur del Cuarto 1 y tiene un ligero desnivel de 0.30 m de altura con respecto al basamento general, para formar un zócalo que rodea todo el edificio.

Las dimensiones del basamento general del grupo de aquella época todavía no se han definido. En las exploraciones recientes se ha podido registrar solamente el límite norte, que se prolonga hasta cerca de la Plataforma de la Tortuga (5C17), hacia el poniente del basamento. Hacia el sur, en las excavaciones realizadas en los anexos del Palacio de Los Falos (5C14), se encontraron algunas evidencias cerámicas tal vez relacionadas con la misma época de esta construcción.

La estructura tiene por lo menos dos fases de construcción definidas. La primera se compone por el Cuarto 1 y el 2. El primer cuarto cuenta con una banqueta que ocupa la pared norte, la cual todavía conserva su cubierta estucada. Las paredes norte, este y oeste se encuentran desmontadas a cierta altura y en algunos casos solo era posible ver el desplante del muro. Sus dimensiones son de norte-sur 3.80 m y de este-oeste 1.80 m. El ancho de la banqueta es de 1 m y su altura de 0.45 m; el espesor promedio de los muros varía entre 0.50 y 0.45 m (Figuras 3 y 4).

Al lado oriente se ubica el acceso al segundo cuarto, el cual es de planta cuadrada, de norte a sur mide 3.20 m y de este a oeste 3 m; conserva la altura del muro en su lado sur de 1.85 m. En ambos cuartos, el piso de estuco se encontró en perfecto estado de conservación y presenta un borde también de estuco en el acceso, como límite para evitar el escurrimiento del agua de lluvia al interior de esta habitación.

La segunda fase de ocupación corresponde al Cuarto 3 (anexo al este). Se encuentra totalmente desmontada la pared oriental para dar lugar a la construcción del basamento del Templo de los Sacrificios (5C14-II). Sin embargo, se han podido definir sus dimensiones que son de 4.95 m de norte a sur por 2.20 m de este a oeste. Dicho cuarto sobresale 1.63 m al sur y cuenta con una banqueta adosada en el muro norte, muy similar al primer cuarto de 0.26 m de altura por 1.10 m de ancho. Para la construcción de esta habitación se tuvo que desmontar la esquina exterior sureste del Cuarto 1 y extender el muro hacia el sur.

Figura 1 Plano del Conjunto de la Serie Inicial

Figura 2 Plano de la Sub-estructura de los Estucos y sus cuatro fases constructiva

Figura 3 Planta de la Sub-estructura 5C4-I

Figura 4 Perfil de la excavación con sus fases de construcción

Es posible que el pórtico de entrada en el primer cuarto hubiera tenido una columna de madera o de mampostería en la esquina suroeste para sostener un techo de material perecedero o bien un techo plano con rollizos de madera, lo que se deduce por las dimensiones de las habitaciones (muy amplias), y por los muros de apariencia frágil imposible para aguantar un techo abovedado. Sin embargo, de estos elementos no se encontró evidencia alguna y de haber tenido techo de dos aguas se hubieran localizado las huellas en el piso de los horcones en que se apoyaría el techo. Otra posibilidad es que el desplante de las vigas se realizara directamente sobre los muros.

Una característica muy importante en esta excavación es el hallazgo de huellas de fuego en el piso y a cierta altura de las paredes, lo que confirma la presencia de un techo de material perecedero que se incendió. En el piso de estuco se encontró el vestigio de dos perforaciones cerca del acceso al Cuarto 2, las cuales tal vez hayan servido como base para colocar una cortina o una puerta de componente efímero. Pudiera ser que el incendio y destrucción del edificio fueran intencionales, tal vez producto de un ritual, ya que no se encontraron evidencias de un abandono precipitado o restos humanos en el piso y escombro. Posiblemente los elementos modelados de estuco estuvieron dispuestos en la sección superior de las paredes del exterior, las cuales fueron desmontadas totalmente.

CARACTERÍSTICAS DEL SISTEMA CONSTRUCTIVO

El basamento sobre el cual se levanta la estructura todavía no se ha definido totalmente, sin embargo, es posible que presente varios agregados. Su construcción se realizó directamente sobre el nivel natural del terreno, utilizando piedras grandes como base y piedras burdas de igual tamaño para delimitarlo. Con las exploraciones realizadas en esta parte del basamento se observó la presencia de material cerámico perteneciente al Preclásico y que se fecha tentativamente alrededor entre 800 AC y 100 DC, perteneciente al Complejo Tihosuco de Smith (Smith 1971; Pérez de Heredia 2002; Osorio 2004). Esta nivelación tuvo una altura promedio de 1.30 m. Sobre este relleno se extendió una capa de piedras pequeñas (bakchi´ich), a manera de firme para el estuco que cubría finalmente toda la superficie. Sobre este piso estucado de sólida consistencia se desplanta el pequeño zócalo que circunda el edificio.

Para entonces, el sistema constructivo de la estructura se compone de piedras labradas a manera de bloques utilizados en la base, esquinas, jambas y banqueta, a diferencia de las piedras que se usaron para los muros que no sobrepasan un promedio de 0.48 m de espesor, y que son totalmente burdas, mal cortadas de regular tamaño, y que fueron cubiertas con una gruesa capa de estuco muy pulido. El mortero utilizado para la construcción de los muros se hizo a base de tierra roja denominada pakluum (mezcla realizada a base de tierra roja conocida en la región como kankabluum), cuya fragilidad es evidente en los muros de carga y no podría sostener un techo abovedado.

La construcción de la estructura, el uso, ampliación y destrucción pertenece al Clásico Tardío, representado en Chichen Itza por el recién definido complejo cerámico Yabnal/Motul, fechado entre 600 y 800 DC (Pérez de Heredia 2001; Osorio 2004).

Las características presentes en la construcción de la Sub-estructura de los Estucos (5C4-I), ya han sido observadas por diferentes investigadores en otros sitios de Yucatán, en los primeros edificios levantados en época prehispánica. En primer lugar, en lo que se refiere al basamento, se asocia con plataformas, por medio de las cuales se niveló la superficie del terreno y se levantó su nivel para evitar las inundaciones. Estas plataformas de poca altura generalmente son de paredes verticales. Posteriormente, el basamento o nivelación se modificó para hacerlo más resistente hasta lograr una altura con inclinación o talud, compuesto por un núcleo más compacto con un relleno de tierra y piedras hasta alcanzar grandes dimensiones (Marquina 1981; Andrews 1986; Gendrop 1993).

Además, en los primeros edificios por lo general “no se encuentra el empleo de cal como elemento de construcción, por lo que exteriormente eran acabados con piedras toscamente colocadas, y aplanados en barro o con pequeños fragmentos de toba muy comprimidos, que naturalmente no ofrecían una resistencia suficiente” (Marquina 1981:15). En el caso de la Sub-estructura de los Estucos (5C4-I), que presenta la evidencia arquitectónica más temprana del sitio, se revela esta característica pero parcialmente, con un acabado exterior de estuco aplanado siguiendo la superficie de la piedra, por este motivo las paredes presentan cierta irregularidad. Obviamente el uso de este material fue un gran avance en los sistemas de construcción, y como resultado dieron una mayor duración y protección a los edificios.

El elemento más representativo en este edificio lo conforma el estuco, el cual fue usado no solamente para en el recubrimiento de los pisos y paredes, si no que en la decoración que tuvo originalmente. Es posible que esta decoración formara parte de algún paramento superior que fue destruido en su totalidad. Se compuso por elaborados y complejos diseños vegetales y antropomorfos modelados y posteriormente policromados. Los fragmentos se encontraron exclusivamente dentro del relleno de la segunda fase de construcción.

Después de analizar los más de 800 fragmentos de diversos tamaños y formas, se ha podido observar dos técnicas de manufactura en el estuco de la estructura: La primera corresponde a fragmentos planos de recubrimiento con diseños lineales y policromos que muy probablemente formaron parte de una pintura mural, en algunos casos es posible observar secciones de personajes y su ornamentación. La segunda lo constituyen los estucos modelados propiamente, en la cual se ha podido distinguir el proceso de manufactura, es decir, que en algunas partes el diseño se elaboró de manera independiente y luego se le fueron anexando estas partes al diseño general, hasta complementar la escena sobre una base plana. Este detalle se corrobora al observar algunos empates que conservan el color primario y la forma burda, para después ser resanados completamente con otra capa de estuco más fino como acabado final.

Lamentablemente, de ninguno de los dos ejemplos se encontró evidencia in situ, esto por la destrucción que sufrió el edificio. Todo el material se encontró exclusivamente dentro del relleno que sirvió de base al primer cuerpo del Templo de los Sacrificios (5C4-II).

Entre los elementos modelados reconocibles sobresalen plumas con dos variedades de color verde, que al parecer formaron parte de penachos de personajes, varios rostros humanos, un fragmento de cráneo y un fragmento completo de brazo y antebrazo, el cual se logró restaurar. Este último muestra la mano en una posición clásica y es muy similar a los personajes encontrados recientemente en la Estructura 1 de la Acrópolis en Ek Balam (Vargas y Castillo 2000). También aparecen unos elementos similares a frutos de cacao y otros en forma de colmillos en color rojo, que recuerdan los diseños serpentinos con las fauces abiertas. También entre estos restos modelados se encontraron unos fragmentos que parecen ser parte de grandes mascarones (ojos, orejeras, dientes, etc).

La presencia de esta decoración de estuco, en cierta forma, deja suponer que el uso habitacional de la Estructura 5C4-I fue de élite, y es probable que se trate de un muy modesto “palacio”.

ELEMENTOS ASOCIADOS A LA ESTRUCTURA

En el relleno excavado que pertenece al basamento de la segunda fase de construcción, se localizaron elementos de piedra decorada que forman parte de grandes mascarones de dioses narigudos. Estos relieves se complementan con los que aparecieron reutilizados en las paredes del interior del Templo de los Sacrificios (5C4-II), y comparten cierta similitud con los mascarones que se localizan en la fachada superior de la Estructura 7B3 o el Templo de los Tres Dinteles, y los que se encuentran sobre los cuatro accesos al interior del Observatorio (Estructura 5C13).

También aparecen como parte del mismo relleno dos junquillos, una piedra cruz que completa celosías y dos tamborcillos con atadura. Estos elementos aparecen como parte de la decoración en el Edificio de Los Falos (5C14), en el mismo grupo. Por otro lado, sobresale una almena fragmentada que logró completarse en su totalidad. Hasta el momento, el diseño de esta almena es único en el sitio; sin embargo, en el sitio de Xcochkay, en la región Puuc cerca de Xculoc, Campeche, se reportan al menos tres almenas muy similares en diseño y tamaño a la que se encuentra en esta estructura (5C4-II; Becquelin y Michelet 2000:148). Por otro lado, en la Estructura 8 de Labna – de tipo torre en el Puuc – durante las excavaciones realizadas se encontraron varios de estos elementos con un diseño similar, también asociadas con estucos modelados (May 1999). Es posible que estos elementos escultóricos pertenezcan a otra estructura la cual fue desmontada en su totalidad.

Como parte del mismo relleno se rescataron algunos fragmentos de piedra de moler con una huella de uso muy pronunciada, lo que sugiere un uso aparentemente habitacional del edificio durante esta época, con las reservas ya mencionadas alrededor de la rica decoración de estuco.

Un rasgo importante son dos plataformas rectangulares asociadas directamente a la estructura (5C4a y 5C4b), las cuales al parecer sostuvieron cada una construcción de material perecedero y que pueden corresponder, en época y pertenencia a la Estructura 5C4-I. Llama la atención que en la orientación de sus paredes, la Estructura 5C4-I se usan pautas ligeramente diferentes (unos 7º más hacia el oeste), que en el sitio en épocas posteriores. La estructura debió formar parte de un complejo constructivo más temprano en el grupo que el resto de las construcciones hoy en pie. En el espacio que separa la Plataforma 5C4b de la Sub-estructura de los Estucos, se encontró una concentración de material cultural que sirvió para definir el complejo cerámico denominado Yabnal/Motul (entre 600-800 DC), para Chichen Itza.

Esta evidencia de material arqueológico (cerámica, concha, sílex, etc), constituye la primera colección de material cerámico pre-Sotuta que ha sido aislado, muy bien documentado y en contexto sellado. El material más representativo es la cerámica, y en menor cantidad la lítica y concha, los cuales se presentan a continuación.

Entre la lítica trabajada sobresalen un total de 12 fragmentos de navajillas de obsidiana que fueron recuperados asociados a este contexto. La mayoría de la obsidiana es de un material translúcido grisáceo con delgadas vetas negras. Esta podría proceder de El Chayal en Guatemala, según estimación macroscópica, y se asociaría con la cerámica del complejo Yabnal/ Motul.

Un fragmento de obsidiana de color negro se encontró en la capa 1 del pozo bajo la piedra de sacrificio, y podría proceder del centro de México, en especial de Zaragoza, y con ello mostrar, de ser la identificación correcta, contactos de intercambio con la región del bajo Usumacinta y costa del Golfo, como Comalcalco (G. Braswell, comunicación personal 2000).

Diversos elementos y fragmentos de sílex fueron recuperados en la excavación: un tajador- percutor, un hacha fragmentada, dos partes de un cuchillo, una lasca secundaria, tres lascas terciarias y siete fragmentos de desecho.

Por otro lado sobresalen los ornamentos realizados en concha. En la excavación se registró una colección formada por 32 conchas perforadas por percusión del tipo Columbella Mercatoria. Fueron halladas en un montoncito en el basurero anexo al Cuarto 1 y la Estructura 5C4b, por el lado oeste, posiblemente ensartados para formar un collar o un brazalete.

Cinco conchas del tipo Olivella Floralia, con tres perforaciones por corte, fueron obtenidas separadas, en el mismo contexto. Finalmente, una cuenta de caracol, tallada y pulida posiblemente sobre una columela de Strombus, fue localizada en el mismo lugar.

También se encontró un malacate de piedra blanca pulida, probablemente alabastro, y un fragmento de cuarcita de alguna cueva.

Por último, algunos de los huesos rescatados son fragmentos de mandíbula y huesos largos pertenecientes a un venado cola blanca (Odocoileus virginianus). Por otro lado, hay restos de huesos humanos muy mal conservados y desgastados (partes de cráneo y huesos largos). En ambos casos, se muestran huellas de haber sido quemados y formaron parte del mismo basurero localizado en el lado oeste del Cuarto 1, entre la Estructura 5C4-I y la 5C4b. Por otro lado, en la excavación del Cuarto 3 se encontró un hueso perteneciente a una vértebra humana y otro a una falange, que formaron parte del relleno de construcción.

El material cerámico fue más abundante y determinante para definir una correlación cronológica del edificio. En los últimos años se ha encontrado en el sitio la presencia de cerámica similar a la de Dzebtun, considerada en un principio como pizarra pre-Floreciente en el oriente de Yucatán (Brainerd 1954:180), solamente que ese material no se había relacionado directamente a un edificio o contexto particular. Sin embargo, en estudios de la cerámica de Sayil realizados por Sylvianne Boucher, se logró identificar cerámica pizarra pre-Floreciente y se le denomina Pizarra Say, y que por ser pre-Cehpech corresponde al Clásico Tardío, entre 600 y 800 DC. En el sitio de Oxkintok se llevó a cabo un hallazgo similar y se le denomina Sat (Varela 1998). Para Chichen Itza, cerca de un 4% de la cerámica analizada del Cenote Sagrado corresponde a este complejo (Yabnal/Motul; Pérez de Heredia 1999), solamente que hasta ese momento no se tenía asociación con algún edificio.

EL ESTUCO MODELADO COMO ELEMENTO EN LA ARQUITECTURA DEL NORTE DE YUCATÁN

Desde los primeros trabajos de investigación en el área Maya se ha propuesto que el estuco “tuvo dos funciones primordiales”:

  • La primera fue para utilizarlo como recubrimiento para todo complejo arquitectónico, cubriendo las piedras labradas, alisando las paredes, techos, pisos, etc. En muchas ocasiones el estuco sirvió para corregir y complementar algunas fallas en diseños decorados y en uniones entre piedras, como se ha encontrado en algunas columnas decoradas y pilastras en Chichen Itza.
  • La segunda consiste en darle un uso como material maleable para la elaboración de modelados y para poder adornar los edificios, tanto en su interior como en su exterior (Andrews y Andrews V. 1980; Morley 1972; Góngora 1997; May 2000).

En toda el área Maya el estuco fue utilizado desde épocas muy tempranas, alcanzando a desarrollarse de tal manera que ciudades enteras fueron decoradas con elaborados diseños. De esto existe la evidencia en diferentes lugares de la planicie norte de Yucatán, como ejemplos se pueden citar Dzibilchaltun, Ek Balam, Izamal, Acanceh, Oxkintok, Xcambo, Yaxcopoil, etc. Hasta el momento el mejor ejemplo que se tiene de los modelados en estuco conservados in situ en la región está en Ek Balam, situado a menos de 50 km al noreste de Chichen Itza, con la ejecución de grandes fachadas modeladas con este material destacando figuras de personajes importantes del sitio (Vargas y Castillo 1999). Al parecer, estos modelados se realizaron con mayor frecuencia durante el Preclásico Tardío y Clásico Temprano (Góngora 1997), aunque también reaparecen en el Postclásico, por ejemplo en Mayapan, y a todo lo largo de la Costa Oriental.

CONSIDERACIONES FINALES

Como se ha dado a conocer, hasta el momento se han podido distinguir cuatro épocas constructivas muy claras en el Templo de la Serie Inicial (5C4), dejando visible toda una evolución tecnológica, perfeccionamiento constructivo y reducción final a lo largo de seis siglos de intensa actividad poblacional en esta parte del sitio.

Con el descubrimiento de tiestos Preclásicos en el basamento, no cabe duda de que la ocupación en esta sección del sitio se inicia desde el Preclásico, que tradicionalmente se fecha para el 300 AC a 150 DC, representado por el complejo cerámico Tihosuco, época en que tal vez se inicia la construcción del basamento general del Conjunto de la Serie Inicial, el cual alcanzó una dimensión considerable en fechas posteriores que aún falta delimitar. La ocupación es escasa, tal vez a nivel de casas aisladas o aldeas.

Para la primera fase constructiva del edificio, se confirma que la construcción de la Sub-estructura de los Estucos (5C4-I), ocurre durante el Complejo Yabnal/Motul, mostrando un perfeccionamiento en el manejo de ciertos materiales de construcción, especialmente la utilización de la técnica del modelado de estuco, cuya influencia tal vez haya venido de otros sitios cercanos, como pudo haber sido de Ek Balam o Yaxuna, ya que muestran algunas similitudes en su construcción.

Con todos los elementos registrados en este periodo cultural es posible proponer la presencia de arquitectura temprana en un bien definido estilo para el sitio, el cual se asocia a este nuevo complejo cerámico Yabnal/Motul; considerando la definición propuesta por George Andrews (1986), aplicada con precisión a los edificios Mayas y que se basa fundamentalmente en los diferentes atributos de sus elementos arquitectónicos, constructivos y decorativos, que incluye también una serie de técnicas de construcción y materiales empleados, tamaño, forma, etc. Podría ser que esta construcción señale las bases para definir las características de los edificios tempranos para el sitio.

Tomando en cuenta todos estos aspectos, es posible enmarcar la Sub-estructura de los Estucos (5C4-I), hasta ahora única representativa del estilo arquitectónico temprano para Chichen Itza, correspondiente al complejo Yabnal/Motul entre 600-800 DC. La decoración de la fachada superior es posible que estuviera compuesta por piedras decoradas complementada con estucos modelados, cuyos diseños representan mascarones y personajes ricamente ataviados, con evidencia de pintura mural en el interior. Por otro lado, no se obtuvieron vestigios que evidenciaran un techo de bóveda, por lo menos en este edificio.

No hay que descartar que también coexistieran otros edificios o construcciones de carácter ceremonial o ritual como son las pirámides y otro tipo de templos de los que todavía no existe referencia.

Sin embargo, hay que admitir también que en la mayor parte del sitio tampoco se han realizado excavaciones tan extensivas como la realizada en este edificio (5C4), que puedan proporcionar información sobre la existencia de elementos arquitectónicos similares correspondientes a este periodo. De aquí la importancia de este hallazgo en la Sub-estructura de los Estucos (5C4-I), del Templo de la Serie Inicial, un contexto discreto del Horizonte Yabnal/Motul donde se puede asociar una construcción temprana con cerámica pre-Cehpech.

Aún más, la asociación con otros materiales, como la obsidiana, debe contribuir a ilustrar las redes comerciales de este periodo, y la afiliación cultural de las gentes que construyeron y utilizaron la Sub-estructura de los Estucos (5C4-I). Es posible que para esta etapa el sitio haya tenido un asentamiento irregular alcanzando una extensión considerable y que el Conjunto de la Serie Inicial hubiera sido uno de los más alejados o que fuera un punto importante de la ciudad que crecía más al norte del grupo central, hacia donde se encontraba unido a través de un sacbe (25), localizado por debajo de la Puerta 1 (5C35), el actual acceso principal al grupo.

Por último, no se descarta la posibilidad de que esta estructura se hubiera destruido y quemado intencionalmente como parte de alguna conflagración. Este tipo de eventos se ilustra claramente en los murales del Templo Superior de Jaguares en el Juego de Pelota Grande, en la sub-estructura del Templo de los Guerreros, y en los cuartos superiores del complejo de las Monjas, para una época más tardía.

REFERENCIAS

Andrews, E.W. y E.W. Andrews V.

1980        Excavations at Dzibilchaltun, Yucatan, Mexico. Middle American Research Institute. Tulane University, New Orleans.

Andrews, George

1986        Los estilos arquitectónicos del Puuc. Una nueva apreciación. Colección Científica, INAH-SEP. México.

Brainerd, George W.

1958        The Archaeological Ceramics of Yucatan. Anthropological Records 19. University of California Press, Berkeley y Los Ángeles.

Góngora Salas, Ángel

1997        Los estucos modelados de Dzibilchaltun. Tesis de Licenciatura en Ciencias Antropológicas con especialidad de Arqueología. FCAUADY, Mérida.

Marquina, Ignacio.

1981        Arquitectura Prehispánica. Edición SEP/INAH, México.

May Ciau, Rossana B.

2000         Análisis de las Torres Este y Oeste de la Estructura 8 de Labna, Yucatán. Tesis de Licenciatura en Ciencias Antropológicas con especialidad de Arqueología. FCAUADY, Mérida.

Morley, Sylvanus G.

1972        La Civilización Maya. Fondo de Cultura Económica, México.

Osorio León, José F.

2004        La Estructura 5C4 (Templo de la Serie Inicial). Un edificio clave para la cronología en Chichen Itza. Tesis de Licenciatura en Ciencias Antropológicas con especialidad de Arqueología. FCAUADY, Mérida.

Pérez de Heredia, Eduardo

1999        La Cerámica del Cenote Sagrado. Informe del análisis de fragmentos cerámicos del Cenote Sagrado. Reporte FAMSI No. 97061. Proyecto Chichen Itza. México.

2001        La arquitectura y la cerámica del Clásico Tardío en Chichen Itza. Excavaciones en el Edificio de la Serie Inicial (5C4). Ponencia, X Encuentro de Investigadores de la Cultura Maya, Universidad Autónoma de Campeche.

Varela Torrecilla, Carmen

1998        El Clásico Medio en el Noroccidente de Yucatán. BAR International Series 739, Oxford.

Vargas De la Peña, Leticia y Víctor Castillo

1999        Ek Balam, ciudad que empieza a revelar sus secretos. Arqueología Mexicana 3 (37). Editorial Raíces, México.

 

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