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53 Investigaciones preliminares en el Conjunto Palaciego “Tigrillo”, San Bartolo – Astrid Runggaldier – Simposio 17, Año 2003

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Runggaldier, Astrid

2004        Investigaciones preliminares en el Conjunto Palaciego “Tigrillo”, San Bartolo. En XVII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2003 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo, H. Escobedo y H. Mejía), pp.597-606. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

53

INVESTIGACIONES PRELIMINARES

EN EL CONJUNTO PALACIEGO “TIGRILLO”, SAN BARTOLO

Astrid Runggaldier

En este trabajo se presentan los primeros hallazgos en un posible conjunto palaciego muy temprano, encontrado durante la segunda temporada de campo del Proyecto San Bartolo, en 2003. Debido a que los resultados que aquí se presentarán son todavía preliminares, puede ser que algunas interpretaciones cambien con las excavaciones de los próximos años, pero hasta la fecha, la arquitectura y cronología de este conjunto sugiere cuestiones interesantes sobre los palacios, así como de la vida de las élites y los gobernantes durante el Preclásico Tardío.

Las investigaciones de este año se extendieron a áreas que en el año pasado fueron cartografiadas preliminarmente. Entre ellas hay un complejo arquitectónico localizado en el lado oeste de la plaza principal de San Bartolo. Junto con las Pirámides de las Ventanas y de las Pinturas, este complejo es uno de los más imponentes del sitio y cuenta con varias estructuras dispuestas sobre una plataforma de poco menos de 10 m de altura desde la Plaza Mayor.

El hallazgo de este conjunto arquitectónico ocurrió en 2001, durante la segunda visita al sitio. En junio, Saturno, Héctor Escobedo y David Stuart revisaron algunos de los numerosos túneles de saqueo que se encuentran en este complejo anotando que toda la cerámica en la superficie era del periodo Preclásico. En el interior de uno de estos túneles sorprendieron a un tigrillo enojado por ser molestado en su guarida, hecho que dio origen al sobrenombre que se le dio al conjunto, hasta que se entienda mejor su función y papel en relación con los otros grupos arquitectónicos del área central del sitio.

EL CONJUNTO “TIGRILLO”

El conjunto Tigrillo se ubica en el centro del lado oeste de la Plaza Mayor, mirando al este por el lado menos empinado de la escalinata de acceso (Figuras 1 a 3). En la parte posterior se encuentran cuatro aguadas ubicadas en la base de los cuerpos verticales, no muy lejos de las cuales todavía hay restos del campamento de los saqueadores responsables, en gran parte, del estado deteriorado de la arquitectura del complejo. Estas aguadas eran fuentes de agua convenientes para el conjunto, así como se encuentra en otros conjuntos palaciegos de periodos más tardíos en sitios como Tikal, hecho que sugiere en parte su función residencial.

El tamaño de este grupo arquitectónico, 53 m norte-sur por 49 m este-oeste en su base, es el más grande alrededor de la Plaza Mayor, aparte del complejo de la pirámide de Las Ventanas. El año pasado un mapa preliminar de los edificios en la cima del complejo, levantado por Thomas Garrison y Héctor Mejía, detectó 10 estructuras de tamaños diferentes a lo largo de los lados este y oeste de una plaza superior que cruza el complejo en dirección norte-sur. Las excavaciones de esta temporada mostraron que las edificaciones del lado oeste constituyen en realidad una sola estructura que cuenta con un mínimo de cinco cuartos y recuerda los edificios con una serie de cuartos y eje longitudinales alineados, típicos de los palacios del Clásico Tardío, o por lo menos no anteriores al final del Clásico Temprano.

Figura 1  Mapa del área central del sitio San Bartolo, Petén, Guatemala

Figura 2  Plano del conjunto palaciego Tigrillo

Figura 3  Perfil este-oeste del conjunto palaciego (dibujo de René Ozaeta)

Al norte y al sur del lado este del conjunto emergen dos montículos largos y bajos en los que predomina cerámica del Preclásico Tardío, que se distinguen de las únicas zonas de materiales del Clásico Tardío encontradas en San Bartolo por Mónica Pellecer y Jessica Craig, en las áreas al norte y sur respectivamente. Como estos montículos largos se destacan de los dos lados del conjunto central hasta “cerrar” este lado de la plaza, fechados para el mismo periodo de ocupación, es posible que sean parte integrante de su diseño arquitectónico, como especies de alas laterales que sirvieron a manera de muros divisorios entre el complejo y la plaza principal. Esta característica tal vez subrayaba el surgimiento de una división jerárquica entre los habitantes con acceso a lugares públicos y aquellos que ocupaban o residían en este complejo, como sucedió con el desarrollo de los primeros palacios de Uaxactun (Valdés, Fahsen y Escobedo 1999:16-17).

Las investigaciones empezaron con la hipótesis de que la ubicación, tamaño y multiplicidad de las estructuras sugieren su funcionamiento como complejo residencial de la élite de San Bartolo, o incluso como un posible complejo palaciego. Quienes gobernaron el sitio y organizaron los esfuerzos de la mano de obra para erigir las pirámides y pintar su mitología en los murales, tuvieron que residir en un lugar digno de sus cargos políticos y administrativos. Por eso se sugiere que el complejo Tigrillo fue el conjunto palaciego del centro de San Bartolo.

El complejo Tigrillo ofrece las ventajas de un palacio: su ubicación orientada al este revelaba la vista sin obstrucciones de la pirámide de Las Ventanas, además de todas las actividades que tuvieron lugar en la Plaza Mayor; directamente al este se ubica la pirámide de Las Pinturas, y aunque no sea alrededor de la plaza principal, no hay conjuntos arquitectónicos mayores entre los dos grupos. Tigrillo tiene su propia plaza en la cima, separada en el lado este por estructuras con esquineras en forma de “L” (según los rasgos visibles en la superficie). Esto creaba un espacio central al sitio, pero apartado y provisto de privacidad, ya que la plaza superior no es visible de la Plaza Mayor; también contaba con depósitos de agua en la parte de atrás como se ha mencionado. Además, los dos lados este y oeste del palacio no tenían la misma altura, sino que el lado oeste, o posterior, era más alto por 2.50 m (Figuras 4 a 7). El efecto desde la Plaza Mayor tiene que haber sido impresionante, pues como las estructuras de la fachada cubrían la plaza superior, las estructuras de atrás habrían dado la impresión de estar apiladas, un efecto visual arquitectónico que sobresale en las técnicas usadas por los habitantes comunes.

EXCAVACIONES EN EL LADO ESTE Y CENTRAL DE LA PLAZA

Fue necesario refinar el mapa a través de las excavaciones llevadas a cabo en 2003, que se enfocaron en la última ocupación del complejo palaciego para revisar su relación con las pirámides de Las Ventanas y Las Pinturas, fechadas para el Preclásico Medio en su nivel más antiguo y para el Preclásico Tardío en el más reciente, que cuentan con varias fases constructivas en sus interiores. También fue necesario tomar en cuenta los pozos de saqueo. San Bartolo sufrió extensivas excavaciones de saqueo, al igual que muchos sitios del noreste de Petén. Este complejo tiene 15 túneles excavados por saqueadores en todos sus lados. Además de limpiar los saqueos, se excavaron trincheras en el lado oeste para remover la capa de escombro hasta la fase de la arquitectura más reciente, y se hicieron dos pozos de sondeo para determinar el número de fases en la secuencia constructiva.

Figura 4  Perfiles este y sur del pozo de sondeo en el centro de la plaza superior, conjunto Tigrillo

a) Perfil norte-sur del lado posterior del palacio

b) Plano de la estructura en el lado oeste; las puertas miran al este

Figura 5  Perfil este-oeste del cuarto noroeste del palacio

Figura 6  a) Cornisa sur de la banqueta – cuarto central, lado oeste; b) Reconstrucción del cuarto central (dibujo de Heather Hurst)

Figura 7  a) Perfil este-oeste del cuarto central con banqueta; b) Plano de la banqueta

En el lado frontal del conjunto no se hicieron excavaciones y por eso la planta de las estructuras del lado este es todavía preliminar. Sin embargo, se limpiaron dos túneles conectados que cruzaban la estructura en la esquina sureste. Dicho trabajo, llevado a cabo por Mónica Pellecer, constató que el muro de la fachada, de vuelta al interior del palacio, todavía tiene varias hiladas de piedra de pie sobre el último piso de la plaza superior. También se determinó que en el interior hay dos cuartos conectados por un acceso de 0.50 m de ancho, y aunque los pisos fueros destruidos por los saqueadores, los muros estucados permanecen en buen estado de conservación. Debajo de los pisos de esta estructura se encontró otro muro con alineación diferente que sugiere fases de remodelación de la arquitectura.

Indicios de remodelaciones se encontraron también en un pozo de sondeo en el centro de la plaza superior. Aparte del piso de la plaza, deteriorado por proximidad a la superficie, se encontraron dos muros de plataformas, una construida perpendicularmente a la otra y con diferente estilo de mampostería, en las bases de las cuales había otro piso de estuco deteriorado, a 4.70 m de profundidad. Todavía no se entiende la relación entre estos muros y las estructuras investigadas, ya que pertenecen a fases enterradas de remodelaciones anteriores. Toda la cerámica asociada con este pozo data del Preclásico Tardío, así como todo el material de 15 pisos en un pozo de sondeo excavado por Robert Griffin en la Plaza Mayor, en la base del palacio, que llegó hasta la roca madre a 1.75 m debajo de la superficie. Si el conjunto palaciego tiene fases anteriores, estas parecen encontrarse abajo de una imponente obra de ampliación del Preclásico Tardío. No se encontró una secuencia como la de Las Ventanas que tiene ocho fases constructivas en total entre construcción y remodelaciones, en las que hay niveles del Preclásico Medio y, por consiguiente, es todavía prematuro suponer que el conjunto Tigrillo cuente con niveles tan tempranos.

EXCAVACIONES EN EL LADO OESTE

Los túneles y agujeros de saqueo de San Bartolo serán sistemáticamente rellenados una vez que se haya documentado toda la información arquitectónica y cronológica que se obtenga de las áreas saqueadas. En el palacio, los túneles de saqueo proporcionaron información sobre la ubicación de algunos muros que no pueden verse en la superficie, y permitieron trazar líneas de proyección para identificar los lugares donde los muros iban a tener puertas, esquinas, u otros rasgos arquitectónicos para guiar el lugar más propicio para los pozos y las trincheras de excavación.

La limpieza de los túneles de saqueo se empezó construyendo andamios perecederos para facilitar guardar el material hasta el momento de rellenar. Aparte de minimizar el trabajo de relleno, los andamios ofrecieron mejores perspectivas para dibujar la estratigrafía y cartografiar las estructuras con la Estación Total.

La bóveda del cuarto en la esquina noroeste se encuentra parcialmente en pie y, junto con el perfil limpiado de un túnel de saqueo a través de la pared norte del mismo cuarto, sugiere que el lado oeste tenía una serie de cuartos abovedados, hecho que se confirmó por las excavaciones en otras partes del lado oeste. También se determinó que los cuartos fueron abandonados y que su deterioro fue producto de la acción del tiempo, así como de los árboles de cedro y amapola que crecieron encima de los techos, no así por destrucción intencional. El estado de deterioro de los techos abovedados, que se ve en el perfil exterior de los cuartos del lado oeste (el lado posterior del palacio), sugería la presencia de tres posibles edificios, pero las excavaciones determinaron que en realidad era una sola estructura, con cinco puertas y un mínimo de cinco cuartos separados por muros divisorios. Todavía se desconoce si los cuartos estuvieron conectados interiormente por puertas en los muros divisorios, aunque se sabe que el primer cuarto en la esquina noroeste no tuvo puerta que lo conectara con el segundo.

La limpieza de los túneles de saqueo permitió tomar medidas de los rasgos arquitectónicos que después fueron confirmadas por las excavaciones. Así, el tamaño del edificio oeste es de 36 m de largo por 4.50 m de ancho, con los cuartos interiores midiendo entre 2 y 2.50 m de ancho. El grosor del muro de la fachada es de 1.10 m y los hallazgos preliminares sugieren que era más delgado, de 0.75 m, en el cuarto central. El muro de atrás era más grueso, de 1.40 m, para soportar el techo abovedado de piedras sin tallar, con una puerta de 1.60 m de ancho mirando al este.

Las trincheras fueron trazadas para encontrar los muros y averiguar si el lado oeste consistía de estructuras separadas o de una sola. La limpieza del primer túnel de saqueo en la plaza superior indicó que los cuartos del lado oeste eran más altos que los del lado este, por estar construidos sobre 2.75 m de relleno desde la plaza. Las gradas que subían a los cuartos estaban tan cerca de la superficie que el deterioro causado por los saqueadores había esencialmente borrado su evidencia en el perfil. Se tuvo que extender la excavación hacia la fachada oeste para encontrar los restos de las gradas que descendían hasta el piso de la plaza, lo cual se logró en una extensión de la trinchera más al sur. Las gradas en total eran ocho, cinco desde la plaza hasta un descanso formado por la quinta grada, de 1.70 m de ancho, y tres más hasta el nivel del piso interior de los cuartos. La excavación del cuarto noroeste también mostró las dos jambas de la puerta, el muro de la fachada hasta llegar a una segunda puerta, y los dos cuartos separados por el muro bajo de la bóveda que sobrevivió.

Gradas, pisos y muros todavía mantienen buena parte de sus superficies estucadas, pese a estar muy cerca del nivel de humus. Las gradas inferiores y el piso de la plaza no se encuentran en buen estado de conservación, pero se pueden distinguir por niveles de piedrín que fueron utilizados para nivelar los rellenos de piedras burdas antes de cubrirlos con capas de estuco. La mampostería de los muros consistió, en el interior, de rellenos de piedras burdas y, al exterior, de piedras calizas canteadas de varios tamaños, cubiertas por una capa de estuco pulido. Los muros y las jambas de las puertas no presentaron restos de pintura ni de estuco modelado como decoración, y parecen haber tenido superficies simplemente blancas y planas. Algunos fragmentos de estuco con pigmentos rojo y rosa se encontraron en el escombro sobre la arquitectura, pero podrían proceder del interior de los cuartos, todavía no muy investigados, o de la parte superior del edificio, ya deteriorado.

También se excavó donde la proyección de líneas del muro y de las gradas cruzó el eje central este-oeste, encontrándose la puerta del cuarto central. Además se comprobó que la fachada sigue sin interrupciones, así como las gradas y el descanso, y se determinó que todo el lado oeste frente al edificio era recorrido por las ochos gradas, a lo largo del eje norte-sur.

A lo largo de esta fachada se encontraron tres puertas, dos en la mitad norte de la fachada y una central, y se infirió que la mitad sur tuvo dos más. El tamaño especifico de las puertas de los cuartos asociados con ellas, así como la existencia de conexiones entre ellos, serán investigados en las excavaciones futuras.

EXCAVACIONES EN LA BANQUETA CENTRAL

Se investigó también el cuarto central por medio de uno de los túneles de saqueo posteriores, ubicado cerca del eje central este-oeste del conjunto. La limpieza de este túnel reveló que los saqueadores atravesaron la pared detrás de la estructura, destruyendo parte de una banqueta. Esta última se encuentra en mal estado de conservación, ya que falta la parte central, pero se pudo registrar suficiente información para entender su forma y tamaño. La banqueta fue construida separadamente, pero no muy posteriormente a los muros y pisos pulidos del cuarto que se localizan atrás y abajo del relleno y de las piedras canteadas, ya que no se encontró evidencia de desgaste sobre los estucos. Esta técnica se conoce por la Acrópolis Central de Tikal, en donde las banquetas, aunque más tardías, fueron construidas sobre las capas de estuco de los pisos (Harrison 2001:86).

La banqueta se adosa al muro posterior y a una pared en el lado sur, que no es un muro del cuarto aunque llegue hasta el techo, teniendo una cornisa que sobresale 0.15 m al frente de la banqueta, de 0.80 m de ancho, y crea así un espacio interior a manera de alcoba. Como la banqueta está en posición central, en relación con la puerta encontrada por la trinchera excavada en el lado frontal del cuarto, se calcula que pudo tener una cornisa simétrica en el lado norte, donde todavía está cubierta por el derrumbe de la bóveda. El ancho de la banqueta en dirección este-oeste mide 1.60 m, mientras que la porción expuesta en la limpieza del saqueo es de 2.40 m de largo y podría medir 6.40 m en total.

Frente a la banqueta corre un pasillo de 0.80 m de ancho hasta el muro interior de la fachada, por 1.30 m de largo adelante del final de la cornisa, donde se encontró un muro de remodelación puesto encima del piso, que cierra lateralmente el cuarto. El muro no fue eliminado y se desconoce todavía lo que se encuentra en el otro lado. Midiendo el tamaño hasta este muro de remodelación, el lado oeste del conjunto tiene un cuarto central de 2.40 m de ancho y 9 m de largo, con una puerta relativamente estrecha en la fachada, formando un espacio interior largo y privado, poco visible desde afuera.

Los materiales recuperados en la limpieza del saqueo, en el interior de la banqueta, datan del Preclásico Tardío y no hay ninguna indicación de que los saqueadores hayan encontrado entierros, ni en este lugar, ni en los otros del conjunto.

INTERPRETACIONES Y CONCLUSIONES

El estado de conservación de los muros del edificio sugiere que, aunque las bóvedas están derrumbadas, existe potencial de recuperar mucha información sobre los detalles de la arquitectura de este complejo, con excavaciones amplias que expongan cuartos enteros para encontrar indicios sobre las actividades realizadas en estas estructuras. Sin embargo, hasta la fecha no se ha encontrado mucho material. Este conjunto, como varios palacios, era mantenido limpio, lo cual complica la interpretación de su uso y abandono.

En el lado oeste del palacio, aparte de la cerámica correspondiente al Preclásico Tardío, los materiales encontrados cuentan con pocos fragmentos líticos trabajados, entre ellos una navaja de obsidiana y unos cuchillos de pedernal, la mayoría en el escombro sobre las gradas. Sin embargo, las excavaciones de la primera temporada se enfocaron en la forma de la arquitectura y, por tanto, no se expusieron varios de los pisos interiores, así que es demasiado temprano para hacer conclusiones sobre la cantidad y funciones de los materiales. Además se debe considerar que, como las bóvedas están derrumbadas, la cerámica encontrada encima de los pisos también puede pertenecer a los rellenos constructivos de los techos y preceder al uso de los cuartos.

La arquitectura del conjunto Tigrillo permite hacer comparaciones con la arquitectura palaciega del periodo Clásico, por sus edificios alargados con varias puertas y la presencia de sillería como la banqueta, más que con los conjuntos residenciales de las élites Preclásicas. Sin embargo, hasta la fecha, la cerámica indica que el Preclásico Tardío es el periodo más representado en este conjunto, mezclado con material del Preclásico Medio proveniente de depósitos circundantes. A pesar de que se carece todavía de contextos sellados o entierros, la ubicación y trazo arquitectónico del palacio están relacionados con los conjuntos principales de la Plaza Mayor, fechados a más tardar para el Preclásico Tardío.

En los próximos años se resolverán estas aparentes contradicciones, pero ya hay interesantes indicios de un probable conjunto palaciego Preclásico que demuestra la presencia de rasgos comúnmente considerados tardíos. La planimetría de estructuras con medidas regulares y simétricas sugiere la estandardización temprana de rasgos arquitectónicos y la presencia de conceptos de espacio organizado de manera planificada, en vez de un crecimiento arquitectónico gradual. Como sus murales, que también son más antiguos de lo supuesto, San Bartolo indica la presencia de prácticas que no corresponden a un estadio de desarrollo incipiente, sino a uno ya formado antes del Preclásico Tardío. En el futuro, se espera entender la arquitectura y las actividades del conjunto Tigrillo y de su desarrollo, para analizar el concepto de palacio e investigar el papel de las élites a finales del Preclásico en este sitio y en la región, cuando surgieron los cargos reales y los rasgos arquitectónicos en que estos están reflejados.

Agradecimientos

Se agradece a los trabajadores de Dolores y de Uaxactun, a Mónica Pellecer y Robert Griffin por su asistencia en el trabajo de campo; a Thomas Garrison y René Ozaeta por los planos y perfiles; a Kerry Sagebiel y Patricia Rivera por el análisis de la cerámica.

REFERENCIAS

Harrison, Peter D.

2001        Thrones and Throne Structures in the Central Acropolis of Tikal as an Expression of the Royal Court. En Royal Courts of the Ancient Maya: Data and Case Studies (editado por T. Inomata y S.D. Houston), pp.74-101. Westview Press, Boulder, Colorado.

Valdés, Juan Antonio, Federico Fahsen y Héctor Escobedo

1999        Reyes, Tumbas y Palacios: la Historia Dinástica de Uaxactun. Universidad Nacional Autónoma de México, México.

 

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