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24 Noticias de la frontera: Nuevas investigaciones en el Parque Nacional Sierra del Lacandón – Charles Golden, Marcelo Zamora, A. René Muñoz, Andrew Scherer, Edwin Román Ramirez y F.N. Scatena – Simposio 17, Año 2003

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Golden, Charles, Marcelo Zamora, A. René Muñoz, Andrew Scherer, Edwin Román y F.N. Scatena

2004        Noticias de la frontera: Nuevas investigaciones en el Parque Nacional Sierra del Lacandón. En XVII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2003 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo, H. Escobedo y H. Mejía), pp.240-249. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

24

NOTICIAS DE LA FRONTERA:

NUEVAS INVESTIGACIONES EN EL

PARQUE NACIONAL SIERRA DEL LACANDÓN

Charles Golden

Marcelo Zamora

A. René Muñoz

Andrew Scherer

Edwin Román

F.N. Scatena

Esta ponencia trae consigo noticias desde dos fronteras, una antigua y una actual, y describe los resultados de la primera temporada del Proyecto Regional Arqueológico Sierra del Lacandón (PRASL). Financiado por la Fundación para el Avance de Estudios Mesoamericanos Inc. (FAMSI), un equipo de arqueólogos guatemaltecos y norteamericanos, expertos en suelos, guarda recursos del parque y trabajadores de Dolores, Petén, llevaron a cabo el primer reconocimiento arqueológico sistemático en el Parque Nacional Sierra del Lacandón, entre el 10 de mayo y el 1 de Junio de 2003 (Figura 1).

El objetivo central de las investigaciones del PRASL es comprender de mejor forma la integración política de la sociedad Maya del periodo clásico, particularmente la relación entre gobernantes de sitios primarios y la nobleza subordinada que dirigía los centros fronterizos entre los reinos de Yaxchilan y Piedras Negras. Además, el PRASL surge como una necesidad de las autoridades del Parque de crear un inventario cultural de las áreas bajas adyacentes al río Usumacinta, y que corren el riesgo de inundarse debido al proyecto hidroeléctrico de Boca del Cerro, Tabasco.

Un reporte actual de la Comisión Federal de Electricidad de México (CFE 2003a), indica que la represa será de 46 m de altura. De ser completada esta propuesta, un número incierto de sitios arqueológicos ubicados en el drenaje del Usumacinta serán inundados, aunque el CFE admita que por lo menos 11 sitios en México estarán completamente perdidos. Por lo tanto, nuestra investigación también intenta ser parte de un esfuerzo por proteger este patrimonio cultural. En este sentido, los miembros de la ONG Defensores de la Naturaleza, el PRASL y otros, están trabajando para afrontar la amenaza al patrimonio natural y cultural de esta región fronteriza entre México y Guatemala.

RECONOCIMIENTO DE ESMERALDA

En esta breve temporada de campo, el PRASL adquirió una base importante para la continuación de proyectos futuros, identificando dos sitios que no habían sido previamente identificados, y dos que no se habían documentado adecuadamente (Figura 2). El sitio Esmeralda se encuentra en un área de denso asentamiento a lo largo de la orilla norte del Bajo Lacandón. Este sitio no había sido reportado previamente al IDAEH o a la co-administración del Parque. Un grupo de aproximadamente 21 estructuras, denominado PRASL 63, es claramente el nodo político del Clásico Tardío y Terminal del sitio (Figura 3).

Figura 1  Mapa del Parque Nacional Sierra del Lacandón

Figura 2  Mapa de los sitios arqueológicos en la región del proyecto

Figura 3  Mapa de PRASL 63, centro del sitio Esmeralda

Esmeralda no posee arquitectura de mampostería fina, ni de piedras adosadas finas, sino más bien corresponde a un asentamiento rural. No hay evidencia de estructuras abovedadas o monumentos. Esmeralda parece ser un nodo político terciario en la jerarquía de la región, si aceptamos que Piedras Negras era el centro primario de sitios secundarios como El Cayo, La Mar y Texcoco. El sitio Esmeralda es un área de denso asentamiento, cuyo arreglo corre sobre el lado norte de un bajo que se extiende al norte de la laguneta Lacandón.

Casi todos los grupos arquitectónicos identificados durante el reconocimiento de Esmeralda consistieron en uno a cuatro montículos dispuestos en patios. La excepción es el PRASL 80. Este se localiza a aproximadamente 800 m al noreste del PRASL 63, y consiste en nueve estructuras arregladas en una agrupación entre las que se incluyen dos edificios piramidales de aproximadamente 4 m de alto y una estructura alargada de rango. El patrón de asentamiento sugiere que el sitio pudo haber estado compuesto por dos comunidades, con agrupaciones alrededor del PRASL 63 así como el PRASL 80, de complexión más pequeña.

Los materiales recobrados en los pozos de saqueo que se limpiaron en el PRASL 63 indican que la cantidad significativa de arquitectura vio un crecimiento durante el Clásico Terminal en este lugar. Sin embargo, aún no se cuenta con muestras comparativas del PRASL 80, y por lo tanto no es posible establecer la existencia de alguna contemporaneidad entre estas dos comunidades. Los materiales recuperados de los pozos de saqueo en los PRASL 63 y PRASL 84 indican una ocupación continua desde el Preclásico Tardío hasta el Clásico Terminal.

RECONOCIMIENTO DE FAJARDO

El sitio de Fajardo no ha sido reportado previamente por arqueólogos, aunque se habían reportado ya dos montículos a los Defensores de la Naturaleza, como parte de una investigación reciente sobre guacamayas en el parque de Sierra del Lacandón (Marie-Claire Paiz y Rosa María Chan, comunicación personal 2003). Miembros del proyecto efectuaron un reconocimiento en la zona a lo largo del lado este del bajo central, al oeste de la sierra. En la zona se notó la presencia de arroyos secos profundos. Este asentamiento es similar al presentado en Esmeralda en términos de densidad y de la orientación, con terrenos inundables y arroyos que funcionan durante la temporada lluviosa. Los grupos de plaza se localizan a intervalos de 50 a 80 m. Un reconocimiento de aproximadamente cinco horas permitió identificar y registrar puntos en 27 grupos de plaza. Tanto Fajardo como Esmeralda probablemente constituyen un nodo político terciario, aunque en el primero no se pudo ubicar su centro, dada la intención exploratoria de la temporada 2003.

RECONOCIMIENTO DE TEXCOCO

El sitio de Texcoco ha sido reportado desde hace un siglo, aunque no existen registros profesionales efectuados por arqueólogos profesionales (Aliphat 1994). Un accidental extravío en la selva permitió al guarda recursos Chico León y al arqueólogo Edwin Román redescubrir la localización del sitio, y los miembros del proyecto mapearon preliminarmente el sitio en dos días para producir un plano del mismo (Figura 4). Aunque éste constituyó un reconocimiento preliminar, y el plano es todavía muy incompleto, da una idea del tamaño y naturaleza de este sitio. El centro tiene aproximadamente 500 m y corre en dirección suroeste a noreste sobre una elevación.

El acceso a dicha área se encuentra a través de una serie de valles angostos que corren hacia el sureste. “La Gallina” es un complejo de palacio, y el foco de esta área está designado en el Patio 1. Este palacio se eleva sobre tres terrazas, pero la arquitectura de la estructura no es tan fina como la que se encuentra en Piedras Negras u otros sitios en la región.

El Patio 1 se conforma de siete edificios sobre una gran plataforma. Entre éstos se encuentra una estructura piramidal que se eleva aproximadamente entre 7 y 8 m en su lado oeste, y 10 m en su lado este. Fue imposible definir las esquinas de la plataforma basal, y es posible que este edificio nunca fuera completado, y su forma tampoco haya sido definida, igual como algunos edificios incompletos conocidos en Piedras Negras (Child, Fitzsimmons y Golden 2002). Otra posibilidad es que esta estructura haya sido completada, pero la arquitectura haya sido pobremente trabajada, que colapsó y no es posible ver su forma sin excavar este rasgo.

No encontramos monumentos, ni los restos de monumentos con inscripciones, pero se encuentran dos columnas-altares frente a una estructura de columnata al noreste de La Gallina, y otras dos se colocaron al norte del Patio 1.

Al noreste del Patio 1 se encontró el Patio 2. Consiste en un patio más pequeño, con una plataforma larga y baja, compuesta de al menos cuatro estructuras, y otras auxiliares al oeste, norte y noreste. En el lado noroeste del Patio 2 se ubicaba un baño de vapor monumental, similar a las ocho estructuras de este tipo conocidas para Piedras Negras.

Figura 4  Mapa del centro del sitio Texcoco

El baño de vapor se asienta en el Patio 2, desde una plataforma adosada, de aproximadamente 1.50 m de alto, con dos terrazas y una escalinata que ve hacia la plaza. El Patio 2 se completa por estructuras grandes al norte y sur de la plaza, que parecieron sostener estructuras perecederas. La esquina sureste de la estructura al sur sirvió de datum para unir parte de los datos que conforman el plan de Texcoco.

Al sureste del Patio 2 se encuentra el Patio 3, una plaza que parece ser de naturaleza residencial, compuesta de cinco estructuras dispuestas sobre una gran plataforma/terraza, saliente del cerro. Al continuar al noreste del Patio 2 se encuentra una serie de estructuras que rápidamente se mapearon. En el final noreste de la escarpa se encuentra una plataforma grande con dos terrazas. Una escalinata en el lado noreste es el acceso principal, y muros adosados permiten imaginar que existió una superestructura perecedera. Los investigadores encontraron varios montículos pequeños en la serranía que rodea el sitio, así como en el valle al sureste.

RECONOCIMIENTO DE EL TECOLOTE

Otro sitio ya reportado, pero no investigado, en el área de las investigaciones es El Tecolote. Este sitio probablemente llamó la atención de arqueólogos profesionales cerca de 1930. Edwin Shook (1998), registra en sus diarios que las personas que lo guiaban a Piedras Negras le hablaron de unas estructuras abovedadas cerca de los rápidos de Chico Zapote, pero que no pudo visitarlas por falta de tiempo. También, Linton Satterthwaite mencionó en un documento no publicado de los años 40 que habían rumores de un sitio con murales al lado este del río. Evidencia más segura del sitio apareció en 1980, cuando unos turistas presentaron a George Stuart de la Sociedad Nacional de Geografía las fotografías de una estructura bien preservada, abovedada, que habrían encontrado en un viaje por el río Usumacinta.

Aunque mayormente desconocido a los arqueólogos, el sitio no es deconocido para los habitantes de la región, y los guarda recursos Américo Ixcayau y Eduardo Martínez guiaron a Andrew Scherer y René Muñoz al sitio, siendo el descubrimiento más emocionante de la temporada. Este equipo acampó tres días para hacer un mapeo y reconocimiento preliminar, que incluyó la abovedada Estructura 1 (Figuras 5 y 6). Se dibujó un mapa preliminar del Grupo A, que contenía la estructura mencionada, con cinta métrica y brújula, y también fue elaborado una elevación del edificio (Figura 6). Debido a las limitaciones del tiempo, solamente se cuenta con mapas bosquejados y notas de los otros grupos del sitio.

Figura 5  Mapa del Grupo A, sitio El Tecolote

Figura 6  (arriba) Fotografia de la Estructura 1, Grupo A, Tecolote. (abajo) Elevación del mismo edificio

Los dinteles sobre las entradas de la Estructura 1 no estaban esculpidos, y por tanto no fueron saqueados, siendo esto importante para que el edificio se mantuviera en pie. Aunque en general la Estructura 1 está bien preservada, hay raíces de árboles que han penetrado en la esquina oeste en un cuarto, y el muro posterior se encuentra ligeramente desviado, amenazando con colapsar la estructura.

Sobre la fachada de la Estructura 1 se encuentran dos nichos de 1.60 por 0.90 m. Cada una contiene cinco hendiduras dispuestas en forma vertical. Los dos nichos posiblemente albergaron paneles o esculturas, con las hendiduras funcionando como medios para montar las piezas. Este estilo se asemeja al Templo 33 en Yaxchilan, el cual presenta figuras humanas sentadas. La fachada está confrontada por una pequeña escalinata, de tres o cuatro filas, que corre a lo largo del edificio.

Los tres cuartos interiores están saqueados, destruidos los pisos interiores y las bancas. Sin embargo, se encuentran restos de estuco en los muros interiores y bóvedas, y el estuco sobre los muros, la bóveda y la jamba del Cuarto 1 presentaba restos de pintura azul, roja y negra. Además, es evidente que el estuco se encontraba pintado con escenas, pero ahora son mayormente ilegibles. Pero, hay partes que exhibían un área de imaginería visible, como en el Cuarto 1, cerca de la esquina suroeste. Un trazo negro de un ala derecha y la pata de un ave era visible claramente. Debajo del ave se encontraban unos objetos, posiblemente peces. El interior del edificio habría estado cubierto casi totalmente por pinturas policromas similares a los encontrados en La Pasadita, y la recuperación de datos de estos murales será una prioridad en futuras temporadas.

Lastimosamente, los saqueadores encontraron una cripta que se localizaba en el relleno bajo el piso del Cuarto 3. La cripta estaba en el centro del cuarto, y corría paralela al eje del largo de la Estructura 1. El muro suroeste de la cripta aparece asociado al muro suroeste del Cuarto 3. La cripta estaba tapada por tres lajas bien cortadas, una de las cuales había sido removida por los saqueadores para ingresar a la misma. Los muros de la cripta consistían de piedra cortada, cubiertos de estuco. No hay evidencia de murales en los muros estucados, aunque se encontraron muy erosionados. La cripta medía 0.60 de ancho, por 1.50 de largo y 0.50 de alto. Una exploración preliminar no reveló restos humanos o artefactos asociados al entierro, aunque es necesario explorar en el futuro este rasgo.

Las Estructuras 2 y 3 se sitúan de forma adyacente a la Estructura 1, sobre el Patio 1. La Estructura 2 es un edificio abovedado, aunque el techo ya colapsó. La presencia de un dintel megalítico en el colapso de la Estructura 3 permite sugerir su identificación como un baño de vapor, dado que este elemento se asocia a rasgos arquitectónicos similares a estructuras en Piedras Negras y otros sitios en la región, incluyendo Texcoco, como se describe anteriormente. El frente de la Estructura 3 ve hacia una pequeña escalinata que conduce al Patio 1. Todos los otros edificios del Grupo A, excepto 7, 8, y 9, parecieron tener bóveda, aunque ya están colapsadas.

Localizado al este del Grupo A se encuentra el Grupo B de El Tecolote. Dado que este complejo de arquitectura masiva se localizó el último día de reconocimiento en el sitio, solamente se tomaron notas preliminares sin que hubiese sido posible realizar un mapa del grupo. El grupo guarda un parecido con la Acrópolis de Piedras Negras, con múltiples plataformas construidas en los lados de una pendiente del cerro, elevando una serie de grupos de patio donde predominan estructuras abovedadas. Los otros cinco patios grandes o agrupaciones de arquitectura se localizaban en la vecindad de los Grupos A y B, en su mayoría consistente en estructuras abovedadas. Una muestra cerámica procedente de una cueva cerca del Grupo A reveló un rango en las fechas de la cerámica desde el Preclásico Tardío hasta el Clásico Tardío.

CONCLUSIONES

Aunque se realizó una temporada muy preliminar, ya es posible ofrecer unos conclusiones, y proponer unas ideas sobre los sitios encontrados en 2003 en la región entre Piedras Negras y Yaxchilan. Los sitios Esmeralda y Fajardo son concentraciones de asentamientos situados para aprovechar los bajos del valle que se inundan durante la temporada de lluvias. Nuestra hipótesis es que los bajos proveyeron tierra cultivable para cultivos que alimentaron no solo las ocupaciones locales, sino también los centros importantes del reino. Los futuros resultados del análisis químico de suelos buscando rasgos de agricultura de maíz, efectuados por Kristofer Johnson durante esta temporada, podrán corroborar esta hipótesis.

La ocupación en Esmeralda presenta una continuidad desde el periodo Preclásico hasta el Clásico Terminal. No hay razón para creer que los asentamientos en Fajardo y alrededores no son similares. Algunos grupos, como el PRASL 63, funcionaron probablemente como nodos locales políticos en estas áreas rurales, que dentro de la escena política de pudieron haber sido sitios terciarios en la jerarquía política.

Nuestra habilidad para interpretar el sitio Texcoco es difícil dada la falta de una muestra cerámica. La arquitectura no muy fina de sus edificios sugiere una ocupación tardía, pero no es seguro que su ocupación sea contemporánea a Piedras Negras o no. Lo que podemos asegurar es que éste fue un centro regional de importancia. El tamaño de la arquitectura, la extensión del sitio, la presencia de monumentos no esculpidos, un baño de vapor abovedado, y otros rasgos, indican que era un sitio significativo. Además, dado que el sitio se ubica a lo largo de una elevación pronunciada, y su acceso se encuentra a través de valles angostos, y el sitio descansa sobre los lados de la serranía, es posible pensar que fue elaborado como sitio defensivo, aunque no hay razón para pensar que esta fue la única razón de su posición en el paisaje.

Si Texcoco fue contemporáneo con las dinastías de Piedras Negras, es casi seguro que constituía un sitio secundario en la política del reino. Sin embargo, si Texcoco tuviera una ocupación posterior a Piedras Negras, su construcción y posición elevada indicaría un quiebre en la estabilidad regional, así como el fraccionamiento de la autoridad política. En este caso, Texcoco podría emular un centro primario dentro de una escena política fragmentada.

En El Tecolote, sin embargo, se puede asegurar la fecha de su arquitectura monumental, y el papel importante que este sitio tuvo en la jerarquía política de la región. Basados en la forma de la arquitectura, aparentemente la Estructura 1 parece fechar para el Clásico Tardío, sin componentes más tempranos que aparezcan en los pozos de saqueo. No hay evidencia de que haya sido modificado en ocasiones posteriores, indicando que su construcción fue efectuada en un solo evento.

El Tecolote está situado muy cerca del sitio La Pasadita, a unos 5 km noreste. Los monumentos saqueados de La Pasadita indican que éste era parte del reino de Yaxchilan, y su proximidad con El Tecolote sugiere que este último también lo fue. Varios autores (Anaya 2001; Golden 2003; Golden et al. 1998), han sugerido que La Pasadita constituía un enclave fronterizo, usado para controlar los viajes al interior de la zona a través del valle en que descansa el sitio. Dada la localización de El Tecolote, cerca de los rápidos de Chico Zapote, este sitio también pudo haber sido un lugar estratégico que controlara los recursos locales, manteniendo la frontera con el reino de Piedras Negras al norte.

Otra evidencia que apoya la hipótesis de la conexión entre Yaxchilan y El Tecolote proviene de la Estructura 1. La calidad de la mampostería es una remembranza de los estilos empleados en la Estructura 33 de Yaxchilan. Además, el trazo de las estructuras en El Tecolote, con dos accesos viendo a la plaza y un tercero hacia un lado, es el mismo que se observa en la estructura en La Pasadita que contiene murales y dinteles esculpidos.

Basados en los hallazgos, regresaremos a la Sierra del Lacandón en 2004 para responder, entre otros temas, las siguientes preguntas mediante un sistema de reconocimiento, mapeo y pozos de sondeo:

1.        Si los gobernantes de Yaxchilan, particularmente Pájaro Jaguar IV , fueron capaces de crear una frontera norte incluyendo sitios como El Tecolote y La Pasadita para controlar los viajes y comercio del bajo Usumacinta, ¿habrían sido capaces los gobernantes de PiedrasNegras de encarar esta amenaza construyendo su propio frente fortificado?

2.        ¿Dónde encajan los sitios documentados en la cronología regional, y el crecimiento o contracción de asentamientos rurales se relaciona con fluctuaciones en el poder de Piedras Negras?

Finalmente, un objetivo central del proyecto, como ya se ha mencionado, es la creación de un inventario cultural de los sitios en la Sierra del Lacandón, que se encuentran amenazados con ser inundados por la construcción de una represa en Boca del Cerro. Si se construye la represa de 46 m, el agua inundará el paisaje detrás de la represa en un contorno de 136 m. Piedras Negras sufrirá serios daños, y La Esmeralda y Fajardo podrían ser inundados, así como las áreas que no han sido reconocidas arqueológicamente. Desafortunadamente, para calcular el impacto que la represa tendrá en la zona, es necesario conocer la forma que esta tendrá, pero el gobierno de Mexico no desea dar información al respecto. Además de la represa de 46 m planeada en Boca del Cerro, reportes recientes de varios sitios sugieren otro plan de construcción de cuatro represas pequeñas en La Línea, El Porvenir, Isla El Cayo, y Yaxchilan. Obviamente esto tendría un impacto en Guatemala, pero en el mapa de la CFE Guatemala aparece como un espacio en blanco.

Basados en la mejor información que se pudo obtener de la CFE (siempre cambiante), se piensa completar el proyecto en 2009. Esto implica la necesidad de continuar investigando el área cercana a los sitios documentados, y rescatar la información que sea posible. Con la colaboración de la co-administración del Parque y del IDAEH, el Proyecto Arqueológico Sierra del Lacandón piensa continuar sus esfuerzos hasta 2009. Después probablemente será muy tarde.

REFERENCIAS

Aliphat, Mario M.

1994         Classic Maya Landscape in the Upper Usumacinta River Valley. Tesis Doctoral, Universidad de Calgary.

Anaya Hernandez, Armando

2001         Site Interaction and Political Geography in the Upper Usumacinta Region During the Late Classic: A GIS Approach. BAR International Series 994, J. and E. Hedges, Oxford.

Child, Mark, James Fitzsimmons y Charles Golden

2002         The Transformation of Abandoned Architecture at Piedras Negras, Guatemala. Ponencia, 101 Reunión Anual, American Anthropological Association, New Orleans.

Comisión Federal de Electricidad

2003a Proyecto Boca del Cerro. Dirección de Proyectos de Inversión Financiada, Subdirección de Construcción y Coordinación de Proyectos Hidroeléctricos, México.

2003b P. H. Boca del Cerro, Tabasco/Chiapas: Arqueología. Subdirección de Construcción, y Coordinación de Proyectos Hidroeléctricos, México.

Golden, Charles, Alejandro Gillot Vassaux y J. Jacob Parnell

2000         Reconocimiento en Macabilero. En Proyecto Arqueológico Piedras Negras: Informe Preliminar No. 4, Cuarta Temporada 2000 (editado por Héctor L. Escobedo y Stephen D. Houston), pp.513-524. Proyecto Arqueológico Piedras Negras, Guatemala.

Golden, Charles W.

2003          The Politics of Warfare in the Usumacinta Basin: La Pasadita and the Realm of Bird Jaguar. In Ancient Mesoamerican Warfare (editado por M. Kathryn Brown y Travis Stanton), pp.31-48. Alta Mira Press, Walnut Creek.

Golden, C. W., Tomas Barrientos, Zachary X. Hruby y A. René Muñoz

1998         La Pasadita: Nuevas investigaciones en un sitio secundario en la región del Usumacinta. En XII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1998 (editado por Juan Pedro Laporte y Héctor L. Escobedo), pp.435-454. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

Shook, Edwin

1998        Excerpt from Edward Shook’s Field Notebook, June 1937. Pre-Columbian Art Research Institute Newsletter 25:13-16.

 

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