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50 Clasificación de cerámica: Una variante – Juan Pablo Rodas – Simposio 16, Año 2002

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Rodas, Juan Pablo

  1. Clasificación de cerámica: Una variante. En XVI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2002 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo, H. Escobedo y H. Mejía), pp.572-576. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

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CLASIFICACIÓN DE CERÁMICA: UNA VARIANTE

Juan Pablo Rodas

La arqueología es una ciencia cuyo objetivo principal es la reconstrucción de los acontecimientos del pasado de una manera fidedigna. Esta reconstrucción se realiza a través de la organización sistemática del registro arqueológico. La cerámica es uno de esos registros y predomina generalmente en cualquier yacimiento. El estudio de la cerámica es importante ya que entre otras cosas permite conocer al grupo cultural que la elaboró, establecer periodos cronológicos y comparaciones con los materiales de otros grupos contemporáneos.

Si desea tener una representación adecuada del grupo cultural que está estudiando, el arqueólogo debe contar con un buen sistema de clasificación que le permita organizar y considerar la variación cerámica presente, por lo que no es sorprendente la existencia de una tradición larga en métodos de descripción, clasificación y análisis de la cerámica. Como cualquier ciencia, el método empleado para la clasificación se relaciona estrechamente con:

1.        Una teoría arqueológica específica (la estructura conceptual usada por el arqueólogo).

2.        El muestreo (determinado en parte por la estadística).

3.        Las técnicas analíticas (algunas desarrolladas especialmente para caracterizar la cerámica arqueológica y otras en préstamo de otras disciplinas, como la geología, la química y/o la matemática) (Neff 1993:23-24).

El objetivo de clasificar, es crear grupos cuyos miembros sean muy similares. Uno de los principales instintos del hombre es la clasificación, pues continuamente hace agrupaciones de objetos similares de acuerdo a su forma, color y textura entre otras variables. En todas las disciplinas científicas, la clasificación es fundamental ya que permite identificar, organizar y nombrar cosas diferentes y similares (Rice 1987:274-275).

En el área Maya, la cerámica recuperada ha sido clasificada principalmente con base en dos sistemas: a) el sistema Tipo-Variedad (y sus derivados similares); y b) el sistema Vajilla.

Los estudios detallados de la cerámica en el mundo Maya empezaron a finales de la década de 1920. Desde esa época, varios investigadores han continuado, con mayor énfasis, la descripción de las clases de cerámica, descripción, categorización y presentación de ésta (Smith, Willey y Gifford 1960:330). El problema de clasificar artefactos, en especial cerámicos, ha tenido gran importancia en la arqueología, habiendo varios puntos de vista que han sido publicados y aplicados durante años.

En la arqueología del Nuevo Mundo, se tiende a analizar la cerámica en dos vías: una que enfatiza los modos y la segunda que pone mayor atención en los tipos.

1.        El modelo que enfatiza los tipos, separa los atributos en ware (vajilla o categoría), tipo y variedad. Según Sabloff y Smith (1969:278-279) los atributos del ware son aquellos que están asociados con la composición de la pasta y el tratamiento de la superficie. Los atributos del tipo en el área Maya son los relacionados con las técnicas de decoración, y en algunos casos con la forma de la vasija. La variedad cerámica, es la unidad básica del análisis, pudiendo ser relacionados a los tipos con los atributos de la técnica decorativa y el tratamiento de superficie.

2.        El otro sistema se concentra en los modos y se clasifica considerando a un atributo seleccionado o una agrupación de éstos, teniendo el(los) cual(es) muestra(n) algún significado por cuenta propia. Los modos ayudan a analizar diseños y estilos. Se establece una tradición modal, la cual tiene una distribución cultural a través del tiempo, así como un estilo horizonte, lo cual establece una distribución cultural en un espacio (Sabloff y Smith 1969:279). El sistema Vajilla comparte los objetivos básicos de toda metodología cerámica en el que se quiere trazar una cronología para trazar cambios y relaciones entre las sociedades antiguas por medio de una clasificación de tipos (Hatch 1997:104-105). Este sistema trata de mantener coherencia en las cuatro variables: pasta, tratamiento de superficie, forma y decoración. La vajilla de este sistema es parecido al “grupo” del sistema Tipo-Variedad, en el sentido de que los dos se dividen en tipos y éstos son conjuntos de atributos, pero el primero intenta ejercer control sobre las cuatro variables, y no sólo en la decoración y el tratamiento de superficie como lo hace el segundo. En el sistema Vajilla, se busca definir los tiestos por acabado de superficie, para luego mantener una uniformidad en la pasta. El siguiente paso es definir el inventario de formas para luego hacer la división de la decoración, ya que ésta varía dependiendo de la forma.

EL ESQUEMA PARA LA VARIANTE

Los análisis Tipo-Variedad y Vajilla tienen sus ventajas clasificatorias, al facilitar al investigador formas de resumir la información que puede aportar la cerámica sobre un grupo cultural, pero cuando se desea profundizar en los datos obtenidos a través de ciertos métodos estadísticos multivariados más sofisticados, como puede ser el Análisis de Correspondencias Simple, no se obtienen resultados satisfactorios en algunos casos, debido principalmente a la forma particular de clasificación de estos dos sistemas. Los resultados pueden variar dependiendo del tipo de sistema clasificatorio que se utilice, de ahí que las conclusiones emitidas sobre el sitio puedan llegar a ser en ciertas ocasiones muy dispares. El investigador que analizó y realizó la clasificación del material en el laboratorio quizá tiene un panorama claro de lo que realmente se encuentra en el sitio arqueológico, pero el resto de investigadores sólo podrán apoyarse en los resultados publicados y esperar que con los datos incluidos en dichas publicaciones sea posible obtener los mismos resultados.

Otro sistema de clasificación que permite llegar a conclusiones muy parecidas entre los arqueólogos es el Sistema Modal, que proponemos para realizar los estudios de la cerámica. Irving Rouse (1960), fue uno de los primeros en utilizar este tipo de sistema de clasificación para el estudio de la cerámica. En este sistema, el concepto de modo hace mención a cualquier concepto estandarizado, el cual gobierna el comportamiento del artesano de la comunidad, transmitiéndose éste de generación en generación, pudiendo pasar incluso de comunidad en comunidad a considerables distancias.

Estos modos se van a reflejar en los artefactos como atributos, los cuales están dentro de los estándares de la comunidad y expresan sus conceptos o están revelando sus costumbres de manufacturación y el uso de los artefactos. La clasificación analítica se enfoca en estos atributos y a través de ellos se pretende llegar a las pautas y conceptos que hacen posible leer los modos de los artefactos. Los modos pueden ser conceptuales, definiendo el material, forma y decoración utilizados por el artesano. En este tipo de modo, el arqueólogo solamente necesita designar uno o más atributos de los artefactos diagnósticos de cada clase. Los atributos indicativos de tipos deben ser escogidos por su significado cultural. Sin embargo, si el arqueólogo procede de forma completamente lógica, hará primero una clasificación analítica para formar los modos y después hacer la clasificación taxonómica en término de esos modos, en vez de ir de regreso a los atributos originales (Rouse 1960:313-315).

Hay diferentes maneras de clasificar una colección para formar tipos. El más sistemático consiste en dividir los especimenes entre dos o más clases, con base en un arreglo de modos, como por ejemplo, de materiales. Después se subdivide éste en otros arreglos como de formas, continuando así el proceso hasta que todos los artefactos de la misma especie han sido separados en una misma sub-clase (Rouse 1960:316).

Con el propósito de simplificar el análisis cerámico y seguir haciendo la clasificación con base en la pasta, forma, tratamiento de superficie y decoración, tratando de conseguir un patrón cultural entre el espacio y tiempo, se ha de seguir el modelo de Rouse de clasificación analítica, en el cual se propone que:

1.        El total de la muestra cerámica se divide primero por la pasta.

2.        Teniendo formados los grupos por pasta, se les divide por la forma.

3.        Los grupos hechos por la forma se subdividen por el tratamiento de superficie.

4.        Se subdividen por la decoración. Con la decoración se puede hacer lo mismo que en el sistema Tipo-Variedad, tomando a la decoración como tipo y a la variedad por las variantes que tenga la decoración. Por ejemplo, un cuenco achurado se puede subdividir en dos variedades: una con achurado vertical y otra en espiral (Figura 1).

A los grupos formados por la cerámica se les aplican las siguientes reglas para formar los grupos homogéneos y también para hacer las subdivisiones. Para Chavent y Bock (2000:294-295), la Clasificación Automática, el nombre colectivo de algunos métodos matemáticos y estadísticos para subdividir el arreglo total de Ω o E en agrupamientos homogéneos en el cual son compilados típicamente en una clasificación C = (C1, C2, ……. , Cm), considerando al arreglo Ω = {1, 2, 3, ….. , n} de n objetos. Las clases o agrupamientos C1, C2, ……. , Cm de una clasificación C = (C1, C2, ……. , Cm) de Ω pueden tener una estructura particular. Las clasificaciones estructurales resultantes son las siguientes:

1.        Una Partición: una clasificación C = (C1, C2, ……. , Cm) es llamada una m –partición si sus clases están separadas en Ci ∩ Cj para todos los índices i, j ∈ {1, 2, 3, ….} donde i ≠ j

2.        Una Jerarquía: una jerarquía H es una colección finita H = (A, B, C, …) de subclases A, B, C, …. ⊆ Ω tal que,

  • Ω ∈ H, donde todos los Ω pertenecen a H.
  • Todos los conjuntos n { 1 }, { 2 }, ……., { n } pertenecen a H.
  • La intersección de cualesquiera dos clases A, B ∈ H o es igual a 0 o uno esta contenido en otro: para todo A, B ∈ H, A ∩ B ∈ {∅, A, B}.

Para Suger, Morales y Pinot (1981:54), una partición se define así: siendo A un conjunto y P(A) un conjunto de subconjuntos de A. Se dice que P(A) es un subconjunto de A, si y sólo si posee las siguientes propiedades:

1.        El conjunto vacío no pertenece a P(A); simbólicamente ∅ ∉ P(A).

2.        Todos los elementos de P(A) son ajenos entre sí. Simbólicamente:  Ai ∩ Aj = ∅, para todo Ai y Aj ∈ P(A) y i ≠ j.

3.        La unión de todos los elementos de P(A) es igual a A.

1. Pasta

2. Forma                                                                2. Forma

3. Tratamiento de Superficie                        3. Tratamiento de Superficie

4.Decoración        Decoración                        4. Decoración              Decoración

5.Atributo        Atributo        Atributo                        5. Atributo        Atributo                Atributo

Figura 1  Jerarquía mostrando el orden de las variables para el análisis propuesto

A los subconjuntos de las jerarquías se les aplican las reglas de las Clases de Equivalencia, las cuales son definidas por Suger, Morales y Pinot (1981:55-56) como: sea K ≠ 0 un conjunto cualquiera y ξ una relación de equivalencia definida en K. Sean x, y, z, ….. ∈ K; sea x’ el subconjunto de elementos de K que son equivalentes a x; y’ el subconjunto de elemento de K que pertenecen a y, etc. Por lo tanto K queda así partida por x’, y’, z’, ….. a los cuales se les llama Clases de Equivalencia.

CONCLUSIONES

Se considera que por medio de la utilización de esta metodología para clasificar la cerámica no habrá confusión al clasificar el material, ya que existirá sólo una pasta con una forma, un tratamiento de superficie y una decoración al mismo tiempo, por lo que no surgirán dudas sobre donde colocar la cerámica que se esté analizando.

También será posible elaborar con mayor facilidad el mapa cerámico del sitio o área que se está estudiando, pues se podrá saber con mayor exactitud donde se encuentra cualquiera de las cuatro variables que se estudian en el sitio y en qué niveles se encontraron. No sólo se sabrá donde se encontraron geográficamente, sino también su lugar a través del tiempo, lo cual permitirá hacer comparaciones cerámicas intra e intersitio con mejor precisión y mayor facilidad. Además, se facilitará el análisis estadístico.

REFERENCIAS

Chavent, Marie y Hans-Herman Bock

2000        Analysis of Symbolic Data, Exploratory Methods for Extracting Statistical Information from Complex Data. Springer–Verlag, Berlin.

Hatch, Marion Popenoe de

1997        Kaminaljuyu/San Jorge: Evidencia arqueológica de la actividad económica en el valle de Guatemala. Universidad del Valle, Guatemala.

Neff, Hector

1993        Theory, Sampling, and Analytical Techniques in the Archaeological Study of Prehistoric Ceramics. American Antiquity 58 (1):23-44.

Rice, Prudence

1987        Pottery Analysis, a Sourcebook. The University of Chicago Press, Chicago.

Rouse, Irving

1960        The Classification of Artifacts in Archaeology. American Antiquity 25 (3):313-323.

Sabloff, Jeremy A. y Robert E. Smith

1969        The Importance of Both Analytic and Taxonomic Classification in the Type-Variety System. American Antiquity 34 (3): 278-285.

Smith, Robert E., Gordon R. Willey y James C. Gifford

1960        The Type-Variety Concept as a Basis for the Analysis of Maya Pottery. American Antiquity 25(3): 330-340.

Suger Cofiño, Eduardo, Bernardo Morales Figueroa y Leonel Pinot Leiva

1981        Introducción a la Matemática Moderna. Editorial Limusa, México.

 

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