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47 Arqueología en Los Marines/Río Hondo: Un sitio complejo de la cuenca media del río Motagua – Luz Midilia Marroquín Franco y Griselda Pérez Robles – Simposio 13, Año 1999

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Marroquín, Luz Midilia y Griselda Pérez Robles

2000        Arqueología en Los Marines/Río Hondo: Un sitio complejo de la cuenca media del río Motagua. En XIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1999 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo, B. Arroyo y A.C. de Suasnávar), pp.634-638. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

47

ARQUEOLOGÍA EN LOS MARINES/RÍO HONDO:

UN SITIO COMPLEJO DE LA CUENCA MEDIA DEL

RÍO MOTAGUA

Luz Midilia Marroquín

Griselda Pérez Robles

Las investigaciones arqueológicas en Guatemala se han ido intensificando en diversas áreas y, dado el incremento de investigaciones especializadas, se tiene hoy conocimiento de gran parte de la historia prehispánica del país. Hasta el momento muchas son las regiones investigadas que han proporcionado valiosa información de diversos aspectos de la forma de vida de esa época. En esta oportunidad se presenta la descripción de un sitio localizado en la Cuenca Media del río Motagua.

Los estudios más recientes de esta zona han sido llevados a cabo por el Programa de Arqueología y Antropología del Motagua Medio (PAAMM) de la Universidad de San Carlos de Guatemala, a través de varias temporadas de campo en las que participan principalmente estudiantes practicantes de arqueología, bajo la dirección de José Héctor Paredes, por medio del cual se ha logrado recabar información que ha permitido tener un acercamiento a la denominada «Cultura Motagua». El único antecedente con que se cuenta son los reportes de Shook, Smith y Kidder quienes habían recorrido la zona reportando sitios muy pequeños conformados por montículos dispersos.

El programa ha cubierto varios municipios de los departamentos de El Progreso y Zacapa, concentrándose los últimos años en el segundo. Uno de los municipios también intervenidos es Río Hondo, en el que se realizó la fase de reconocimiento arqueológico en junio de 1997, reportándose el principal sitio «Los Marines». Posteriormente, en noviembre y diciembre del mismo año y junio de 1998, se cubrió la totalidad del municipio, recorriéndose aldeas y caseríos en los que se localizaron vestigios de 12 sitios arqueológicos, algunos de los cuales presentan únicamente dos o tres montículos y en algunos casos arrasados casi en su totalidad, concentrándose pocos restos arquitectónicos y abundante material cerámico de superficie.

La destrucción de los sitios se debe a nivelaciones de terreno para uso agrícola y de ganadería, así como a intervenciones ilegales a gran escala. Las características similares de éstos son: que se encuentran entre los 200 y 300 m SNM, se localizan en las riberas del Motagua donde se observan tres plataformas que corren paralelas al río de este a oeste. Estas son terrazas artificiales acondicionadas que fueron utilizadas posiblemente para actividad agrícola y habitacional, y que actualmente están siendo reutilizadas para la siembra de tabaco y árboles frutales principalmente. Sobre esto ya se presentó una ponencia en el Simposio de Arqueología de 1998.

El reconocimiento demostró que en la mayor parte del municipio hubo asentamientos humanos que contaron con los recursos necesarios para su subsistencia, tales como tierra fértil, flora, fauna y abastecimiento de agua, ya que la zona es rica en formación de ríos permanentes y de temporada, originando además cataratas o cascadas. El clima es principalmente cálido seco con abundante vegetación tropical baja.

Pese a la destrucción de los sitios reportados, en la cabecera municipal de Río Hondo, al sur de la ruta CA-9 y por un camino vecinal del barrio Los Marines, se encuentra entre casas, árboles de mango y ganado, los restos de un sitio que ha sobrevivido a pesar de los daños provocados principalmente por el saqueo a gran escala que se dio en los años 60. Esa enorme destrucción dificulta las investigaciones, pues lo saqueadores abrieron grandes agujeros en todos los montículos, dañando gravemente las estructuras. Como producto del saqueo se ha perdido la evidencia que éstas guardaban en su interior, tal como los entierros que eran numerosos y resultaban atractivos para los saqueadores por la cantidad y calidad de las ofrendas que contenían, las cuales al obtenerlas eran vendidas a través de una red de tráfico bien establecida que se manejó por mucho tiempo.

UBICACIÓN Y DESCRIPCIÓN DEL SITIO

La ubicación del sitio debió favorecer a sus habitantes, pues éste se encuentra entre la confluencia de los ríos Hondo y Motagua, que fue acertadamente seleccionada pues disponían de abundantes recursos naturales, desarrollando alguna forma de agricultura intensiva, ideando un sistema que hasta la fecha continúa utilizándose y que consiste en el acondicionamiento de la tierra a manera de terrazas o plataformas con talud, generalmente en número de tres. Una se encuentra a la orilla del río, el cual en época de invierno se desbordaba dejándola apta para una abundante cosecha, la plataforma inmediata posiblemente fue utilizada para siembras permanentes y la última superior utilizada para la edificación de estructuras que debieron cumplir funciones de tipo político, religioso y habitacional (Figura 1).

Además, los antiguos habitantes contaron con el río Motagua como principal vía de comunicación, usado sin duda para el transporte e intercambio de productos, como la obsidiana proveniente de las fuentes de El Chayal e Ixtepeque al sitio, y el jade o jadeíta que de la zona era exportada hacia muchas regiones de Mesoamérica. Es muy posible que el sitio haya mantenido relaciones sociales, políticas y económicas con el arrasado y también destruido sitio de Chispan, ubicado al sur del Motagua en posición opuesta a Los Marines. Quizá hubo competencia entre ambos sitios con el fin de obtener el dominio de la principal vía de comunicación: el río Motagua.

TRABAJOS ARQUEOLÓGICOS

Los trabajos arqueológicos en Los Marines han consistido en levantamientos topográficos para la elaboración de planos preliminares, los que se han ido modificando conforme avanzan las excavaciones. Por ejemplo, en 1997 se elaboró el primer plano, ubicándose las estructuras de mayores dimensiones; en 1998 por las excavaciones se realizó una limpieza que permitió el descubrimiento de nuevos montículos (Figura 1), así también se había reportado un juego de pelota en el sitio. Luego de realizadas las últimas excavaciones en junio de 1999, se pudo conocer que no se trata de un juego de pelota sino de un complejo arquitectónico conformado por diversas estructuras que tienen accesos hacia posibles áreas abiertas.

Las excavaciones iniciadas en 1998, han consistido en la realización de trincheras de limpieza y acercamiento a empedrados, así como pozos de sondeo. Esto ha permitido localizar el arranque de las construcciones, se han definido banquetas, accesos que van desde áreas abiertas hacia estructuras, patios, corredores y empedrados. Los pisos hasta ahora descubiertos fueron hechos de tierra apisonada y en algunas áreas debieron ser empedrados, aunque solo se encuentra un ejemplo de ello en el Grupo C.

Muchas veces los trabajos realizados han considerado testimonios de algunos vecinos que informan sobre lugares donde se encontraron «ollas» y «casas de indios», incluso algunos de los trabajadores de campo señalan que anteriormente se habían extraído «muchas cosas de la tierra». Un ejemplo es el de la temporada de junio de 1999, cuando uno de los vecinos del lugar indicó la existencia de «una casa» de donde se extrajeron numerosas vasijas, y en efecto, al momento de excavar se encontraron los restos de una elaborada cámara funeraria. Hasta el momento es el único dato que se tiene sobre el sistema funerario en Los Marines, por lo que se sabe que se utilizó el mismo patrón reportado en otros sitios de la cuenca.

Los Marines se encuentra dividido en cinco grupos principales: A, B, C, D, y E.

El Grupo A actualmente es un área utilizada para uso de productos agrícolas y la ganadería local. La capa de humus en algunos casos cubre las alineaciones de piedra que fueron los basamentos de las estructuras ya desaparecidas, posiblemente este grupo haya sido de tipo habitacional.

El Grupo B es el más extenso, presenta el mayor número de estructuras que son de grandes dimensiones, las excavaciones han permitido delimitar algunas de ellas y por su distribución y material recolectado se ha propuesto que tuvo una función política religiosa.

El Grupo C es un complejo grupo ubicado al este del Grupo B, conformado por pequeñas plataformas sobre las cuales fueron construidas diversas estructuras que por su posición forman patios abiertos y cerrados. En esta área son visibles los montículos, así como su depredación. Las plataformas sobre las que fueron construidas las estructuras tienen una orientación este-oeste, formando ambas un corredor que remata en un montículo aislado. Por la distribución de las estructuras y el material encontrado se le ha atribuido una función de tipo habitacional.

El Grupo D, conformado por montículos aislados, también depredados no intervenidos arqueológicamente, quedando clasificado como de tipo habitacional.

El Grupo E, ubicado al norte de los Grupos D y C, está constituido por diversos montículos que se encuentran menos visibles y más próximos a las casas del barrio, tampoco se han realizado trabajos arqueológicos y su clasificación es de tipo habitacional (Figura 1).

La temporalidad del sitio se ha logrado establecer en base a la cerámica encontrada, siendo su ocupación desde el Clásico Temprano hasta el Clásico Tardío (250-1250 DC), aunque se ha encontrado evidencia que revela una actividad posiblemente desde el periodo Preclásico Tardío (250 AC – 250 DC).

El material cerámico consiste en tiestos de superficie y de excavación que se ha obtenido abundantemente. En el área ceremonial predominan tiestos policromos de vasijas que debieron haber sido utilizadas en actividades religiosas. En el área habitacional se han encontrado restos de cerámica de tipo utilitaria y ceremonial.

Aunque en nuestras excavaciones no hemos encontrado hasta la fecha una pieza completa a causa del saqueo y la destrucción, hemos logrado fotografiar algunas colecciones privadas, como por ejemplo la de la Municipalidad de Río Hondo, que consta de aproximadamente 30 piezas que le han sido donadas y otras de algunos vecinos que se han acercado para mostrarlas.

Un hecho de mucha importancia es el saqueo producido, en el que se involucraron muchos pobladores y que fue una alternativa para obtener recursos económicos a través de la venta de piezas arqueológicas. Por otra parte, derivada de lo anterior, es el ingenio de algunas personas al manufacturar piezas que venden como antiguas.

CONCLUSIONES

El sitio Los Marines fue muy importante por su estratégica ubicación en la cuenca del río Motagua, ya que sin duda controlaba buena parte del comercio e intercambio de productos en esa parte del río. Su territorio debió haber controlado una extensa área que incluía muchos sitios menores como Sunsapote, Ojo de Agua, Jumuzna y El Rosario.

Su temporalidad se ha establecido para el periodo Clásico, y se piensa que hubo una fuerte ocupación debido a la complejidad de las estructuras y a la abundante presencia de cerámica y obsidiana. Las excavaciones han descubierto que el patrón constructivo de Los Marines es el mismo que se utilizó en otros sitios como La Vega del Cobán y La Reforma, es decir, el empleo de rocas de río o canto rodado y algún tipo de argamasa de arena y cal.

A causa de la recién pasada tormenta tropical Mitch, el sitio resultó dañado únicamente en su primera plataforma, la que ahora se encuentra cubierta de gran cantidad de arena. El desbordamiento del río no llegó hasta las estructuras de la tercera plataforma, lo que demuestra que existía un conocimiento avanzado sobre el comportamiento del río.

Por último, puede decirse que el trabajo arqueológico en el sitio Los Marines, desde las primeras excavaciones hasta la fecha, son de «rescate». La arqueología abandonó esta zona durante mucho tiempo perdiéndose mucha evidencia cultural, así como la destrucción a gran escala de las estructuras a consecuencia de los múltiples saqueos. Aunque las investigaciones se hacen con dificultad, se continúa trabajando por la reconstrucción y comprensión de la «Cultura Motagua».

REFERENCIAS

Programa de Arqueología del Motagua Medio

1997a        Excavaciones en el Grupo F de La Vega del Cobán, Teculután. Reconocimiento de Área en el Municipio de Río Hondo, Zacapa. En Programa de Arqueología del Motagua Medio, Informe 2 (editado por H. Paredes). Escuela de Historia, Universidad de San Carlos, Guatemala.

1997b        Reconocimientos arqueológicos en Teculután–Río Hondo. En Programa de Arqueología del Motagua Medio, Informe 3 (editado por H. Paredes). Escuela de Historia, Universidad de San Carlos, Guatemala.

1998        Excavaciones en el sitio arqueológico Marines, Río Hondo, Zacapa. En Programa de Arqueología del Motagua Medio, Informe 4 (editado por H. Paredes). Escuela de Historia, Universidad de San Carlos, Guatemala.

Figura 1 Planta del sitio Marines/Río Hondo

 

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