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11 Excavaciones en el interior del Templo V, Tikal – Oswaldo Gómez – Simposio 12, Año 1998

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Gómez, Oswaldo

1999        Excavaciones en el interior del Templo V, Tikal. En XII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1998 (editado por J.P. Laporte y H. L. Escobedo), pp.174-182. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

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EXCAVACIONES EN EL INTERIOR DEL TEMPLO V, TIKAL

Oswaldo Gómez

En los años 1996 y 1997, en este mismo simposio, presentamos el Proyecto Templo V, Tikal, expusimos nuestras hipótesis y los resultados preliminares obtenidos a lo largo de nuestro trabajo, que en ese entonces se restringía al estudio y registro de la arquitectura del edificio o sea sobre las investigaciones en el exterior del templo. Hoy hablaremos sobre los trabajos realizados en el interior de esta estructura que tiene un basamento piramidal de 52 m de largo, 36 m de ancho y 30 m de altura, sobre el cual se yergue el recinto superior y la crestería para alcanzar una altura total de 51 m, que fue registrada como Estructura 5D-5 y conocida como Templo V.

Para estudiar el interior del Templo V, decidimos excavar un túnel en el eje norte-sur del basamento piramidal, el cual iniciamos en la parte posterior. Esta excavación fue registrada como Suboperación 5D-5-25. Las medidas del túnel son 0.90 m de ancho, 1.90 m de altura y 33 m de profundidad.

Los objetivos básicos de esta investigación son:

A.        Definir la presencia de subestructuras en el edificio

B.        Detectar la presencia de grietas en el interior

C.        Recolectar materiales arqueológicos dentro del relleno del edificio para poder aproximarnos a la fecha de construcción

D.        Localizar elementos funerarios u ofrendas dedicatorias que nos puedan dar la pauta de a quién fue dedicado el edificio

METODOLOGÍA

Este trabajo dio inicio con la excavación de un pozo de 2 x 2 m con el cual localizamos el primer piso de la plaza, luego el pozo se transformó en cala de aproximación hasta detectar el muro sur del primer cuerpo del edificio.

El muro exterior sur del primer cuerpo corresponde al elemento arquitectónico conocido como faldón. Este se localizó en mal estado de conservación, al grado que únicamente la primera piedra que fue puesta sobre el piso estaba en su lugar. El resto del muro se encontró colapsado hacia el exterior y las piedras estaban quebradas.

La excavación del túnel se inició al nivel del Piso 1, localizado en el exterior del edificio. Al empezar a excavar y encontrar el primer muro del encajuelado, decidimos conocer dónde cimentaba este muro y excavamos un pozo que nos reveló la presencia del Piso 2 y la ausencia del Piso 1. Este dato nos hizo tomar la decisión de descender la excavación al nivel del Piso 2. Esta fue una decisión acertada porque nos permitió detectar la presencia del Entierro 2 y las Ofrendas 2 y 3.

CAJAS CONSTRUCTIVAS

El túnel se ha excavado hasta alcanzar los 33 m de profundidad. Durante este trayecto de excavación se localizaron nueve muros del llamado encajuelado interno. «Este sistema consistía en construir sobre una superficie perfectamente nivelada y estucada una retícula de muros de contención en forma de celdas o cajuelas, que a su vez se rellenaban con piedras, tierra, mortero de cal…. Los muros exteriores están formados por piedras bien labradas.  Al concluirse la construcción de una plataforma se nivelaba y estucaba la superficie superior y se trazaban encima los muros del siguiente cuerpo y así sucesivamente» (Vidal y Muñoz 1997).

Es posible que la presencia de estos muros interiores que forman el encajuelado haya sido utilizada por los Mayas de esta forma asimétrica para ayudar a dispersar la presión del peso superior hacia distintos puntos. Este tema es discutible, porque en la actualidad la simetría se justifica como la mejor manera de distribución de carga.

Además, la evidencia registrada en el Templo V indica que de los nueve muros del encajuelado reportados, no todos pueden ser considerados como posibles muros de contención, algunos parecen ser únicamente etapas de la construcción o tareas de un tiempo determinado que pertenecen a la organización del trabajo constructivo, que pudo estar dirigido por varios maestros de obra, que a través de estos encajuelados registraban el volumen de trabajo realizado.

En tal caso tendríamos evidencia del sistema constructivo y de la organización del trabajo. Esperamos que con el avance de esta investigación recopilemos más datos que definan esta postura.

Hemos descubierto ocho muros del encajuelado construidos en sentido este-oeste, el noveno muro está construido en sentido norte-sur. Todos los muros son ataludados, unos más que otros.

La distancia promedio entre las cajas constructivas orientadas este-oeste y localizadas en la mitad sur del edificio es de 1.44 m.

El relleno del edificio es de buena calidad y muy compacto, principalmente se trata de piedra unida con mezcla de tierra negra que posiblemente fue sacada del fondo de las aguadas o de los bajos, unido esto con desechos culturales Mayas y que es típico de las construcciones del periodo Clásico Temprano (Orrego y Larios 1983). Es un tipo de relleno similar al de Templo I, aunque posiblemente tenga mayor cantidad y mejor disposición la piedra del relleno en el Templo V.

De momento no hemos detectado grietas en el interior del basamento piramidal y creemos, por la consistencia del relleno, que no encontraremos.

El descubrimiento del noveno muro en el centro del túnel nos hizo replantear nuestro sistema de excavación. Para no romper el muro norte-sur decidimos correr la excavación 0.65 m al oeste para que este muro constituya la pared este del túnel, esto nos permitirá además, obtener un dibujo extenso del sistema constructivo, que ya muestra la presencia de espigas para la construcción.

SUBESTRUCTURA

Luego de excavados los primeros 6.10 m y localizado el primer muro del encajuelado, supimos que no existió una versión constructiva anterior del Templo V. Este edificio fue construido en un único momento. Sin embargo, debemos mencionar que dentro del relleno del edificio hemos encontrado piedras estucadas y pintadas de rojo y piedras talladas con diseños geométricos que seguramente formaban parte de los muros y los frisos de otros edificios destruidos pero que no tenemos ninguna evidencia por el momento de que hubieran estado construidos en este mismo sector de la ciudad.

ESTRATIGRAFÍA

Dentro del túnel excavamos cinco pozos de sondeo para conocer la estratigrafía cultural y natural. Estas suboperaciones fueron definidas como Suboperación 5D-5-25 (A, B, C, D y E).

Por medio de estos pozos definimos cuál es la forma del terreno natural en este sector de la ciudad, el cual forma una pendiente ascendente de norte a sur. Además, conocimos cuál fue la extensión de la nivelación realizada para sostener el templo.

Existen dos pisos en la plataforma basal, el segundo nivela el terreno en toda la plaza y sobre él se inicio la construcción del basamento piramidal incluyendo los muros del encajuelado, sin embargo la arquitectura externa del edificio no cimienta sobre el segundo piso sino sobre el primero, incluyendo la escalinata de construcción y la ceremonial. Este primer piso no está presente dentro del basamento piramidal.

ENTIERRO PTV-2

El día 9 de Febrero descubrimos lo que parecía ser un escondite dedicado posiblemente a la construcción del edificio. En primera instancia localizamos una burda construcción de piedras pequeñas y amorfas unidas con la misma mezcla con que está construido el edificio, formando una relativa circunferencia coronada con una piedra plana. En el interior encontramos dos piezas de cerámica, un cuenco de paredes altas curvo-divergentes (boca arriba) y un sahumador (boca abajo, dentro del cuenco), ambos sin engobe. Para extraer dichas piezas cerámicas realizamos una cuidadosa excavación alrededor hasta la base del cuenco. Al momento de proceder a levantar las vasijas descubrimos que había una cista para enterramiento debajo de ellas, por lo cual estas vasijas formaban la ofrenda depositada al individuo enterrado allí.

Luego de levantar las vasijas y observar las dimensiones aproximadas de la cista, procedimos a ampliar el espacio de excavación y así poder tener una mejor perspectiva de análisis y trabajo.

Posteriormente procedimos a remover los restos de relleno que cubrían el techo de la cista, un dato que nos pareció extraño fue la ausencia de piedras largas y planas que son las que generalmente se usan para cubrirlas. En este caso utilizaron madera para cubrir la cista y por las marcas de gambas dejadas en la mezcla que cubría las vigas de madera, es posible que fueran de madera de tinto, que es madera dura usualmente utilizada en las construcciones de Tikal, sobre todo en dinteles rollizos.

El largo aproximado de estas vigas fue de 1.35 m y un grosor de 0.20 m, como lo evidencian los agujeros donde fueron introducidas.

La cista fue excavada en la roca natural 0.35 m de profundidad, 0.50 m de ancho y 0.70 m de largo. Las ofrendas cerámicas fueron colocadas sobre la madera del techo. Es posible que al final de la ceremonia de enterramiento se erigiera una pequeña elevación de tierra de 0.50 m sobre el Piso 2, sobre la cual se colocó una delgada capa de estuco.

El enterramiento no fue colocado en el eje exacto del basamento piramidal, sino que fue colocado en el eje de la cámara superior, esto indica que posiblemente los diseñadores y constructores del edificio tenían planos en papel con las medidas justas del edificio, lo cual les permitió diseñar el lugar exacto donde colocar el entierro. Esta acción fue realizada después de construido el Piso 2, que fue roto para colocar el entierro.

Por sus características, este es un entierro secundario, indirecto colocado dentro de una caja de madera. Los restos óseos recuperados fueron analizados por la Dra. Lori E. Wright, aportando la siguiente información:

«El esqueleto… [son] … los restos de un joven … de sexo masculino. El sexo… está indicado la forma del hueso púbico, la escotadura ciática, el proceso mastoides, los otros rasgos del cráneo y el tamaño amplio de los huesos en general. La edad… [de muerte] … fue entre los 18 y 22 años, la cual está indicada por el estado del desarrollo de los dientes, la forma de la sínfisis púbica y por la unión de las epífisis.

La mayoría de los huesos largos están completos, lo cual hizo posible la estimación de la estatura del personaje. Utilizando su fémur y los formularios de Genovés, se calcula que… tenía una estatura de 1.62 m. Esta estatura está 0.05 m sobre el promedio masculino calculado por Haviland para el Clásico Tardío.

El individuo tenía el cráneo deformado al estilo tabular oblicuo pronunciado. Como resultado de la deformación,… [la] sutura sagital estaba completamente cerrada prematuramente.

El esqueleto tenía [los] dientes [perforados y limados] en un patrón… interesante,… no… [registrado] en los catálogos de mutilaciones dentarias de Romero (1986). En el maxilar superior, el canino e incisivo lateral de ambos lados fueron mutilados … Tipo G1, mientras los incisivos centrales fueron modificados [por medio de limado] en una forma semejante al Tipo G2, pero [con el agregado de] una segunda incrustación …. . Todas las incrustaciones de los dientes maxilares fueron perdidas post-mortem. En la mandíbula, ambos caninos están mutilados… Tipo E1 y contenían todavía sus incrustaciones de pirita. Los incisivos laterales fueron modificados… similares a la Tipo G9, pero contienen una sola incrustación, la cual no está presente.

La dentadura… estaba casi completa, con la excepción de ambos terceros molares maxilares y ambos incisivos centrales mandibulares, todos… los cuales… [se perdieron] … después del fallecimiento de la persona».

Recordamos en este momento que el Entierro 1, también fue localizado en el eje norte-sur frente al edificio y que también tenía incrustaciones dentarias.

«El individuo tenía… pocas indicaciones de problemas de salud. Presenta huellas cicatrizadas de la hiperostosis porótica en el occipital y en los parietales, lo cual indica que había sobrevivido un periodo de anemia durante su infancia. Tenía solamente dos pequeñas caries en los dientes, un poco de sarro y un caso leve de periodontitis en las encías de los molares. Pero no presenta indicaciones de que sufría de ninguna enfermedad grave en el momento [de su muerte].

La representación esquelética del individuo nos da sugerencias de la manera en que… [fue] … enterrado… . Los huesos fueron encontrados… desarticulados, por ejemplo con la cabeza del fémur fuera del acetábulo. Esto indica que el cuerpo no fue depositado en un estado intacto,… [sino] que fueron colocados … individualmente. Están presentes… [los huesos largos] …, [le faltan] huesos pequeños. Los huesos… [ausentes]… son: la rótula izquierda, la quinta y la sexta vértebra cervical, una vértebra dorsal y varias costillas. Hay… pocos huesos de la mano, solamente [hay] dos de los diez metacarpos y cinco de los 10 metatarsos. No hay ningún hueso carpiano y están solamente los tarsianos más grandes,… como ambos astrágalos, calcáneos y el escofoides izquierdo. Todas las falanges de la mano y el pie están ausentes. [Como podemos observar] están ausentes solamente los huesos… pequeños, los que son fáciles de olvidar o perder.

El patrón que presenta [el individuo] es el de un entierro secundario, en donde el cadáver fue enterrado – o bien colocado expuesto al ambiente – un tiempo, mientras se deshacían los tejidos blandos y posteriormente fue excavado y [enterrado finalmente].

Es poco probable que el esqueleto represente una persona que fue sacrificada específicamente para poderle enterrar en el templo, dado que son muy pocos los huesos que presentan cortes contundentes en ellos. Por ejemplo sería muy difícil desarticular la columna vertebral sin dejar un solo corte en los huesos. Solamente se encuentran cortes en el isquión derecho, donde hay cuatro ligeros cortes paralelos en el borde lateral de la tuberosidad, además de un [solo] corte en la cresta ilíaco derecho. Ambos cortes sugieren que el esqueleto estaba casi libre de tejidos suaves al momento cuando fue preparado para el enterramiento en Templo V. Es probable que… [aún] persistieran unos pocos ligamentos en el hueso y fue [al] limpiar [éstos] que la cadera derecha recibió los cortes observados. Si… [hubiera sido] desarticulado en estado carnoso, hubieran muchas más señales del proceso de desarticulación ….».

OFRENDA DEL ENTIERRO 2

Los datos más importantes de la ofrenda de este entierro son:

CUENCO 5D-5-25-9A:

Cuenco de base plana, paredes curvo divergentes, borde directo, labio oblicuo. Esta pieza aparentemente no tuvo engobe y presenta manchas de color café oscuro por todo en interior y el exterior en forma irregular; el fondo interior parece estar quemado, en el fueron localizados trozos mínimos de carbón. Su condición presenta estabilidad, no obstante tener varias fracturas de las que destaca una horizontal alrededor de casi toda la base; de esta se originan dos fracturas verticales, una visible sólo en el interior y otra visible sólo en el exterior. Hay otras dos fracturas verticales que se originan en el borde hacia abajo. Otra fractura del borde fue provocada por la presión del mango del sahumador que se encontraba dentro de ella.

Diámetro de la base        17.2 cm

Diámetro de la boca        24.5 cm

Altura de la pared        15.5 cm

Grueso de la pared        6 mm

SAHUMADOR 5D-5-25-9B:

Base plana, paredes recto-divergentes, borde directo, labio perpendicular con una mínima acanaladura en el medio. El mango sale del medio de la pared y es hueco y comunica la pieza a manera de vertedero. Esta pieza no tuvo engobe, la pasta tiene desgrasante de mica dorada, es posible que fuera utilizada exclusivamente para esta ocasión, no está quemada por dentro ni fuera, a excepción del mango que en la parte superior presenta las manchas similares al cuenco. La condición de la pieza presenta una fractura originada en el borde hacia la base y de ella se origina otra fractura horizontal a la altura de la base. Hay ciertos detalles de manufactura que aún pueden verse en el borde y la base que indican cierta prisa o descuido en la fabricación.

Diámetro de la base        9 cm

Diámetro de la boca        16.3 cm

Altura de la pared        6 cm

Grueso de la pared        6 mm

Diámetro del mango        3.5 cm

Largo del mango        13 cm

La ofrenda de las dos vasijas cerámicas fue colocada sobre la madera que cubría la cista y no en asociación directa con los huesos. Esto posiblemente se debe a que la caja u osario en que fueron trasladados los restos a esta cista no dejaba espacio para la ofrenda.

COMENTARIOS SOBRE EL ENTIERRO 2

Creemos que este ritual de enterramiento fue realizado en el justo momento de terminar la nivelación del terreno natural y construcción del piso que lo cubre y luego de trazar en este piso el diseño del primer cuerpo, lo que les permitió conocer cual sería el eje del recinto superior. Este puede ser un ritual dedicatorio a la construcción del edificio. Antes de introducir los restos a la cista fue realizada una quema de leña dentro de la misma la cual posiblemente se originó para quemar posteriormente incienso como un ritual de purificación del recinto, como lo evidencia la capa de ceniza y fragmentos pequeños de carbón encontrado al fondo de la cista.

Sobre la capa de carbón y cenizas, fue descubierta una capa de polvo café oscuro de dos pulgadas de grueso, posiblemente dejada por la presencia de madera bajo los restos. Esto apoya que los restos óseos pudieron ser exhumados y colocados dentro de una caja de madera a manera de osario y razón por la cual la posición de lo restos no tengan un ordenamiento anatómico. Al mismo tiempo explicaría lo reducido de la cista para el entierro de un individuo que midió 1.62 m, ya que la cista pudo ser excavada con las medidas del posible osario.

Una discusión, con la Dra. Wright y el Dr. Juan Pedro Laporte, sobre el status del individuo del Entierro 2, nos hace reflexionar sobre el hecho de que no existe un estudio específico que demuestre que exclusivamente la clase dominante de las grandes ciudades tenía acceso a las técnicas de deformación craneana y mutilación, perforación e incrustación dentaria, ya que estas están presentes en muchos de los contextos de zonas periféricas respecto de los grandes centros. Por tal motivo y las muestras evidentes de un proceso anémico durante la niñez del individuo del Entierro 2, de momento no podemos conjeturar su pertenencia a ningún status social en particular.

Lamentablemente, la falta de decoración de superficie de las piezas cerámicas que componen la ofrenda del Entierro 2 limita nuestra ubicación cronológica. Sin embargo, las paredes altas curvo-divergentes del cuenco lo ubican por forma más cercano a las formas del Clásico Temprano y el sahumador, según Ferree (1972), pertenece al complejo de incensarios Tulix, faceta tardía, pero la muestra de ella es reducida y nuestro nuevo contexto indica que están presentes desde la faceta temprana equivalente al Complejo Ik del inicio del Clásico Tardío. La fecha del enterramiento proponemos que fue el año 600 DC  50 años. Sin embargo, trataremos por medio del análisis de C-14 apoyarnos más en esta propuesta.

OFRENDA PTV-2

Nuevamente en el eje norte-sur del edificio fue localizado otro elemento de carácter dedicatorio a la construcción del edificio. En este caso fue localizada una ofrenda consistente en cinco incensarios asociados a un contexto de quema de madera e incienso posiblemente. La ofrenda fue introducida en el noveno muro de encajuelado que hemos localizado en Templo V y el único orientado norte-sur. Para esto fue roto el muro en una ventana de aproximadamente 1.60 m de largo, 1.10 m de alto y 0.90 m de profundidad. Sin embargo, este espacio no fue suficiente para colocar los cinco incensarios en eje este-oeste, al grado que uno de los cinco quedó fuera del muro, afortunadamente para nosotros porque fue este el que detectamos inicialmente. La intrusión de la ofrenda no fue un caso fortuito, los que realizaron la acción participaban activamente en la construcción y conocían perfectamente cuál era el eje del edificio. Sin embargo no lo colocaron sobre el Piso 2 sino a un nivel 0.10 m sobre él.

Antes de colocar los incensarios, el espacio fue cubierto con brasa ardiendo y sobre ellas posiblemente incienso, caso similar al observado en el Entierro 2, luego se colocaron los incensarios para que el humo saliera por los ventiladores localizados en la parte posterior de los personajes representados. Esta acción provocó que los incensarios se encuentren ahumados. Finalmente el espacio fue vuelto a rellenar, sin que se construyera un pequeño recinto que protegiera los incensarios, simplemente fue llenado con el mismo material, lo que provocó múltiples fracturas a las piezas. La distribución de los incensarios denota la simetría característica Maya, los dos incensarios de menor tamaño fueron puestos en los extremos y los más altos al centro.

Los incensarios de los extremos parecen ser representaciones del dios solar son cilíndricos, sin base, con apéndices laterales, las máscaras son modeladas con aplicaciones y presentan restos de pintura rojo y azul.

Los tres incensarios centrales son representaciones antropomorfas de tres personajes completamente diferentes uno del otro, física y ornamentalmente.

El incensario 2 presenta como única indumentaria un taparrabo y un tocado puntiagudo del cual salen astas laterales y orejeras. Tiene la boca entreabierta con la intención de que por ella salga humo. Sus manos están levantadas al frente en señal de ofrecimiento.

El incensario 3 es más decorado, sobre su cabeza tiene un tocado de ave, en el cuello un collar de tres bandas de cuentas y taparrabo, también tiene orejeras. Sus manos están levantadas en señal de ofrecimiento y entre ellas fue localizada una placa plana de cerámica.

El incensario 4 es especial, el personaje parece ser un enano regordete que porta sobre su cabeza un tocado espectacular en forma de resplandor, también tiene taparrabo y orejeras y sus brazos alzados al frente.

Cerámicamente, la muestra de incensarios del Proyecto Tikal (Universidad de Pennsylvania), fueron trabajados por Luisa Ferree en su tesis doctoral «Los incensarios cerámicos de Tikal, Guatemala» (1972). Ella creó seis complejos para cubrir los periodos de ocupación de Tikal, hasta el Postclásico Temprano. Los incensarios de la Ofrenda 2 del Templo V pertenecen al Complejo Tulix temprano que es contemporáneo al Complejo Ik, Esfera Tepeu 1, o sea al inicio del Clásico Tardío.

Los incensarios 1 y 5 son representaciones solares que pertenecen al Grupo Efigie, Tipo Cilindro con Apéndices Laterales, faceta temprana. Según Ferree:

«los incensarios efigie son dominantes en Tulix y dan al complejo un aspecto esotérico que hace considerar a los complejos anteriores como poco sofisticados. Durante la Faceta Temprana, los artesanos construyen rápidamente un amplio vocabulario estilístico, el cual de alguna manera es un préstamo de incensarios anteriores, otro más es de fuentes exteriores y otro es aparentemente inventado».

«los cilindros con apéndices laterales son los incensarios más usuales en el Clásico Tardío, aunque se conocen casos desde el Clásico Temprano reportados en Uaxactun y en Altar de Sacrificios».

«En Tulix temprano los cilindros son gradualmente más altos y delgados y aparecen las figuras sedentes. No hay uso de engobe en Tulix y la pintura fugitiva es usual. El blanco puede ser aún más usual para los grupos Efigie y Espigado».

Los incensarios 1, 2 y 3, según Ferree «son representaciones antropomorfas sedentes que pertenecen al Tipo Figura Sedente. Estos se diagnostican por presentar una figura masculina en posición sedente, una base que semeja un cuenco invertido, los interiores de los segmentos que le componen se interconectan, tiene ventiladores en la parte posterior de cabeza y torso, pueden presentar pintura fugitiva, las piernas cuelgan (en Tulix temprano) y están cruzadas (en Tulix tardío). Las variedades se definen principalmente en base a la construcción de la cabeza, así como en la posición y construcción de las piernas… Se considera que los incensarios de figura sedente aparecen desde el Clásico Temprano en sitios como: Altar de Sacrificios, Kaminaljuyu y Amatitlán. En el Clásico Tardío se reportan en Ceibal».

«los incensarios del Grupo Espigado y los sahumadores de mango son los únicos incensarios que realmente muestran huellas de quemado. Los del grupo Efigie parecen ser más bien imágenes de deidades».

Sin embargo en la Ofrenda 2 del Templo V, tanto los incensarios del Tipo Cilindro con Apéndices Laterales como los del Tipo Figura Sedente, están quemados, confirmando su función como incensarios.

ANÁLISIS CERÁMICO

El análisis de los materiales recuperados en el interior del Templo V ha sido todo un reto y revisión de las, por varios años olvidadas, clases, grupos, tipos y variedades de la cerámica de la ciudad que posiblemente fue la más importante del mundo Maya Clásico. Esto puede deberse a que luego de establecidos los periodos cronológicos de la historia referidos a la cerámica, esta última se convirtió en una fuente más de referencia para los estudiosos de la cultura. Luego, el interés por las grandes ciudades Mayas fue cambiado por el interés en el desarrollo rural y las relaciones de dominio de las primeras a las segundas, olvidando los problemas no del todo resueltos de las grandes ciudades, como la fecha de construcción del Templo V o el gobernante que lo mandó a construir o al que fue dedicado.

Para ejecutar un análisis «tradicional» de la cerámica de Tikal, fue necesario desempolvar contextos cerámicos almacenados y compararlos con nuestros nuevos materiales, porque aún no existen publicaciones específicas de una cerámica tan compleja como la de Tikal.

El resultado, enmarañado en difíciles cuadros de control de materiales, revela para nosotros un importante dato, el Templo V fue construido en el año 600 DC  50 años.

Esto lo inferimos al observar la distribución de materiales cerámicos en los periodos representados, en los cuales el Preclásico Tardío ocupa el 1%, el Clásico Temprano tardío el 50% y el Clásico Tardío inicial el 49% del total de la muestra.

Este relativo equilibrio entre las frecuencias de tipos cerámicos del Clásico Temprano y Clásico Tardío puede reflejar nuestra hipótesis de que el edificio fue construido en la época transicional de estos dos periodos.

La muestra del Preclásico Tardío es mínima y dentro de ella el Grupo Sierra ocupa el 92.5% y el grupo Flor el 7.5%.

En el Clásico Temprano la cerámica sin engobe del Grupo Quintal abarca el 50 % de la muestra, el Grupo Águila el 26%, Balanza el 12%, Pucte el 5% y Maaz con el 3.6%, como grupos más representativos. La cerámica policroma ocupa un 1% del total de este periodo.

El Clásico Tardío muestra cambios importantes en la frecuencia de materiales. La cerámica sin engobe del Grupo Cambio disminuye al 15.5 %, la cerámica roja del Grupo Tinaja domina con el 39 %, la cerámica café del Grupo Máquina aumenta al 10.8 % de la muestra, mientras que Grupo Infierno disminuye al 6.9 %. Es importante notar la utilización de cerámicas policromadas en este periodo, el Grupo Saxche obtiene el 16.7 % del total de la muestra.

La alta frecuencia de cerámica recuperada en el interior del túnel nos hizo plantearlo como un Depósito Problemático que puede ayudarnos a conocer el momento transicional entre el Clásico Temprano y el Clásico Tardío, todo el material procede de contexto sellado.

CONCLUSIONES PRELIMINARES

El Templo V no tiene subestructuras, fue construido en una misma época.

En el interior del Templo V no hay grietas que puedan poner en peligro el edificio entero.

El material cerámico analizado proporciona una fecha tentativa de construcción para el año 600 DC  50 años. El análisis de las ofrendas hasta hoy localizadas apoya nuestra propuesta de que Templo V fue construido alrededor de entonces.

El entierro encontrado en el Templo V no se puede relacionar aún con un grupo social determinado y descartamos por lo mismo que pueda pertenecer a un gobernante de Tikal, apoyado por el análisis de los restos óseos, la relativamente pobre ofrenda funeraria y el contexto donde fue enterrado.

Esperamos que nuestras futuras excavaciones nos ayuden a comprender mejor la problemática del Templo V de Tikal.

REFERENCIAS

Ferree, Lisa

1972        The Pottery Censers of Tikal, Guatemala. Tesis Doctoral, University of Southern Illinois, Carbondale.

Orrego Corzo, Miguel y Carlos Rudy Larios Villalta

1983        Reporte de las investigaciones arqueológicas en el Grupo 5E11, Tikal. Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.

Romero Molina, Javier

1986        Nuevos datos sobre mutilación dentaria en Mesoamérica. Anales de Antropología 23:349-366. Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM, México.

Vidal Lorenzo, Cristina y Gaspar Muñoz Cosme

1997        Tikal, el Gran Jaguar. Agencia Española de Cooperación Internacional, Madrid.

 

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