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54 Clasificación cerámica de Escuintla – Sonia Medrano – Simposio 10, Año 1996

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Medrano, Sonia

1997        Clasificación cerámica de Escuintla. En X Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1996 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.705-708. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

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CLASIFICACIÓN CERÁMICA DE ESCUINTLA

Sonia Medrano

Sería repetitivo enumerar aquí los objetivos generales del Proyecto Costa Sur (Bove 1989a, 1993a, 1994), pero es importante destacar que uno de ellos fue precisar una cronología exacta para los distintos periodos culturales e identificar las características de cada uno. La cerámica es un instrumento importante para lograr este objetivo por lo que se decidió que era necesario aplicar un sistema clasificatorio que proveyera una tipología robusta en cuanto al aspecto cronológico. Por esta razón se decidió usar el sistema tipo-variedad.

Antes de las investigaciones del Proyecto Costa Sur, el material cerámico de Escuintla había sido objeto de clasificaciones en varias ocasiones. Thompson (1948) hizo una descripción de los wares de El Baúl, luego Edwin Shook realizó reconocimientos en distintas áreas de la costa que aumentaron el inventario de descripciones cerámicas. Luego, en la década de 1960, Parsons (1967a) trabajó en Bilbao, en la región de Santa Lucía Cotzumalguapa y utilizó el sistema tipo-variedad en el análisis cerámico. Su clasificación es completa pero lastimosamente los materiales de Bilbao provenían del relleno de construcciones y no había estratigrafía que permitiera definir una secuencia cronológica precisa y exacta. La clasificación de Bilbao tiene problemas en cuanto a la ubicación de ciertos tipos en determinado periodo cultural. Las investigaciones realizadas en Monte Alto y El Bálsamo permitieron conocer con mayor precisión la cerámica del periodo Preclásico, pero únicamente fue publicado el informe de El Bálsamo (Shook y Hatch 1978).

En 1986, a raíz de los trabajos del Proyecto Costa Sur realizados en Balberta, se evidenció la necesidad de evaluar las clasificaciones cerámicas existentes para la región. Una clasificación se hace con el objetivo de reforzar los intereses específicos de la investigación. Al realizarla se pretende lograr un mecanismo para comprender el objeto de estudio, en este caso el pasado de Escuintla. Se concluyó que se necesitaba realizar un análisis que, tomando como base los estudios anteriores, fuera más allá y superara sus deficiencias, colocando los complejos cerámicos en el tiempo con la ayuda de fechamientos exactos para cada periodo y sus fases. El objetivo primordial, a largo plazo, sería conocer los cambios y procesos ocurridos durante la ocupación prehispánica de Escuintla, buscando explicar, en base a la evidencia cerámica, diferentes aspectos como: acceso a materiales, diferencias sociales entre los pobladores, áreas de actividades o especialización, características específicas de los diferentes periodos, conocer la relación existente entre regiones con una ocupación contemporánea. La cerámica sería crucial en cuanto a determinar relaciones sociales, culturales y económicas de cada sitio y de Escuintla en general.

El análisis cerámico de Balberta fue el primero que se realizó dentro de este planteamiento. Se contó con contextos estratigráficos muy bien definidos que representaban el Preclásico Terminal y el Clásico Temprano, lo que permitió definir una secuencia cerámica sólida. Al tener los fechamientos de Carbono 14, hidratación de obsidiana y arqueomagnetismo, la secuencia cerámica fue ubicada dentro de un marco temporal conociéndose con exactitud las características de los complejos cerámicos del Formativo Terminal y el Clásico Temprano. Fue en base al análisis de la cerámica de Balberta que se detectaron los problemas cronológicos de la tipología de Bilbao y se hicieron las correcciones necesarias (Medrano 1993).

METODOLOGÍA

Se decidió usar el sistema tipo-variedad en el análisis porque hace énfasis en la cronología. El estudio de Bilbao sirvió de base para iniciar el análisis. Se empezó con la cerámica del Clásico Temprano, este complejo cerámico cuenta con limitados atributos en cuanto a acabado de superficie, que es el principal determinante de tipos en el método tipo-variedad. Esta situación nos llevó a plantear modificaciones en cuanto a los rasgos y modos que serían determinantes en nuestro análisis.

El sistema tipo-variedad es un análisis cualitativo que define tipos en base a un conjunto de condiciones necesarias y suficientes que son determinadas por atributos específicos que llamamos modos. Los tipos se convierten en una unidad de medida nominal y no en una entidad empírica, que se sitúan en determinado momento en base a fechamientos absolutos y estratigrafía. Los modos aislados pueden rebasar los límites temporales del tipo y es lo que regularmente sucede, pudiendo determinar el desarrollo del cambio y el carácter transicional del fenómeno. Este sistema permite identificar la variación observada entre distintos materiales cerámicos y que tiene un significado que pretende ser explicado a través de la investigación arqueológica. Por esta razón, el sistema tipo-variedad es rígido en cuanto a la descripción de tipos obligando al observador a identificar cambios por leves que sean.

Los tipos se definieron en base a un conjunto de atributos siendo ellos: tratamiento de superficie, forma, color y pasta. La decoración no fue usada como determinante del tipo sino de la variedad. En cuanto a la nomenclatura se hicieron modificaciones de los lineamientos formales del sistema: los tipos se nombraron con un nombre únicamente y las variedades reciben el nombre del tipo y un nombre que describe el aspecto en que varían de las características generales del tipo. Los tipos que comparten la misma pasta y/o acabado de superficie son reunidos dentro del mismo grupo. Los grupos de una misma fase forman el complejo. La esfera relaciona a diferentes regiones y/o sitios distantes que comparten varios tipos cerámicos equivalentes. El término horizonte define un momento durante el cual regiones distantes comparten un modo o atributo cerámico específico.

Todo el material cerámico fue pesado y contado (cuerpos y bordes por separado) para cada lote de las excavaciones y recolecciones de superficie. Los cuerpos sin decoración fueron descartados. Los bordes y cuerpos con decoración se usaron para realizar la tipología separándolos según las características sobresalientes de: tratamiento de superficie, pasta, formas, decoración y color.

Teniendo en cuenta la variedad de cuestiones en las que se necesita usar la información cerámica se determinó que sería necesario manejarla de una forma que permitiera analizarla desde diferentes aspectos y con diferentes objetivos específicos. Por ello, conjuntamente a la clasificación de tipo-variedad, se realizó un análisis modal que incluye casi toda la información contenida en cada uno de los tiestos seleccionados. La información es ingresada en archivos computarizados que permiten ser manipulados según los intereses específicos de cada investigación. El análisis modal es detallado y toma largo tiempo, ya que se pueden analizar hasta 42 aspectos de cada tiesto.

SECUENCIA CERÁMICA DE ESCUINTLA

En este momento contamos con una secuencia cerámica que va desde el Formativo Temprano hasta el Postclásico Tardío, o sea que abarca 3500 años de desarrollo. Esta secuencia se ha logrado gracias al trabajo de varios arqueólogos y ha tomado más de diez años de trabajo de campo. Bárbara Arroyo ha trabajado el periodo Preclásico en la región de Tecojate, Escuintla donde se identificaron las fases Madre Vieja que va desde 1800 a 1500 AC; Coyolate I y II que abarcan de 1500 a 1100 AC; luego, de 1200 a 900 AC se identifica la fase Tecojate; todas ellas forman el periodo Preclásico Temprano. Durante estas fases predominan los tecomates, la decoración a base de impresión de distintos materiales como mazorca, concha y cordones. Y en general se evidencian semejanza con las fases Barra y Ocós de la costa de Chiapas (Arroyo 1994).

El Preclásico Medio ha sido identificado en los sitios Vista Hermosa Los Cerritos, El Bálsamo, la región de Tecojate y Reynosa. Se han nombrado las fases Sis y Guatalón. Este tiempo representa un momento de regionalización. Se puede notar que la cerámica de los sitios cercanos a la costa, como Vista Hermosa Los Cerritos, se diferencia de la de sitios tierra adentro como El Bálsamo. Es probable que esta situación refleje la formación de identidades autónomas que precisamente en la cerámica destacan su filiación.

El Preclásico Tardío está representado por las fases Mascalate y Guacalate. Esta última fase pertenece a la Esfera Miraflores que se ha identificado en sitios como Sin Cabezas, Monte Alto, Giralda, La Rubia, San Antonio, Balberta, Bilbao, Kaminaljuyu, la costa de Santa Rosa, Obero en Jutiapa y Chalchuapa. El inventario de formas se extiende y se experimenta con una gran variedad de motivos de decoración. Las vasijas con decoración zoomorfa como ranas es común dentro de los tipos naranja y los negros tienen decoraciones incisas con complicados diseños o patrones de líneas. La fase Guacalate representa el Formativo Terminal y aparecen los soportes grandes mamiformes y se incrementa la cantidad de tipos de servicio, predominando los engobes naranja.

Durante la fase siguiente, Colojate, que va desde 150-200 al 400 DC, se populariza la cerámica negra lisa y el uso de pestañas y disminuye sensiblemente la cerámica naranja. Colojate y Achiguate son los tipos más populares en el área central de Escuintla. Las formas más usadas son cántaros de diferentes tamaños y apastes o cuencos abiertos en pasta ante o rosada con un baño o engobe blanco. Estos tipos son encontrados en contextos domésticos y en ofrendas ceremoniales. Es muy probable que los cuencos abiertos de Achiguate estén relacionados a una actividad económica específica ya que su frecuencia en muy alta en Balberta. Propongo que se usaban en el procesamiento de cacao, una actividad importante en Balberta reflejada en el hallazgo de ofrendas monumentales que contenían efigies de cacao.

Entre 375 y 400 DC aparecen dentro del inventario cerámico de Escuintla elementos de filiación iconográfica teotihuacana. Incensarios, candeleros y figurillas con facciones teotihuacanas han sido localizados en Montana, Río Seco y la región de Tiquisate; estos artefactos representan una relación de ideas y probablemente prácticas rituales con Teotihuacan. He propuesto anteriormente que los intereses de Teotihuacan en Escuintla debieron haber sido importantes y específicos (Medrano 1994), ya que se dirige específicamente al campo ritual e ideológico.         Estos elementos marcan el inicio de la fase San Jerónimo que abarca del 450 al 650 DC. La fase San Jerónimo está definida por un cambio radical en la cerámica. Aparecen por primera vez los vasos lisos con soportes de pedestal primero y con paneles impresos o incisos y variedad de soportes más tarde (Grupo Polanco). El Grupo Tiquisate es el marcador más sobresaliente de este momento y llega a distribuirse a regiones muy lejanas de Escuintla. Este grupo incluye actualmente nueve tipos. Perdido es un grupo muy popular y marca el reaparecimiento del uso de colores en la decoración. Se usan el blanco y el rojo especular formando diseños variados en platos, vasos y vasijas de forma especial. Los tipos Recuerdo, Firpo y Malta representan cántaros y vasijas grandes de almacenamiento que incluso fueron usadas como urnas para entierros completos y de cráneos.

La fase Pantaleón va desde el 650-700 al 1100 DC. Se ha identificado en sitios de la región de Cotzumalguapa. Actualmente se está realizando la clasificación para esta fase pero incluye tipos policromos, destacando San Andrés y Congo. Es el momento de popularización de la cerámica plomiza y continúa el uso de recipientes de almacenamiento de los tipos Firpo y Recuerdo.

El periodo Postclásico está representado por la fase Ixtacapa. Hasta este momento no tenemos buenos fechamientos absolutos pero por medio de la cerámica hemos identificado una primera fase en la región de Cotzumalguapa y otra representada por Carolina en la planicie costera que probablemente represente una ocupación muy cercana a 1500 DC.

REFERENCIAS

Arroyo, Barbara

1994        The Early Formative in Southern Mesoamerica: An Explanation for the Origin of Sedentary Villages. Tesis Doctoral, Vanderbilt University, Nashville.

Bove, Frederick J.

1989a        Dedicated to the Costeños: Introduction and New Insights. En New Frontiers in the Archaeology of the Pacific Coast of Southern Mesoamerica (editado por F.J. Bove y L. Heller):1-14. Arizona State University Anthropological Research Papers No.39. Arizona State University, Tempe.

1993a        El Sitio de Balberta en Perspectiva. En El Proyecto Balberta: La Transición Entre el Formativo Terminal y el Clásico Temprano en la Costa Pacífica de Guatemala (editado por F.J. Bove, S. Medrano, B. Lou y B. Arroyo):2-15. University of Pittsburg Memoirs in Latin American Archaeology No.6. Pittsburg University y Asociación Tikal, Guatemala.

1994        Objetivos y Resultados Preliminares del Proyecto Balberta, Costa Sur. En I Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1987 (editado por J.P Laporte y H.L. Escobedo):47-59. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

Medrano, Sonia

1993a        Balberta Central. En El Proyecto Balberta: La Transición Entre el Formativo Terminal y el Clásico Temprano en la Costa Pacífica de Guatemala (editado por F.J. Bove, S. Medrano, B. Lou y B. Arroyo):44-69. University of Pittsburg Memoirs in Latin American Archaeology No.6. Pittsburg University y Asociación Tikal, Guatemala.

1993b        Análisis Cerámico Preliminar. En El Proyecto Balberta: La Transición Entre el Formativo Terminal y el Clásico Temprano en la Costa Pacífica de Guatemala (editado por F.J. Bove, S. Medrano, B. Lou y B. Arroyo). University of Pittsburg Memoirs in Latin American Archaeology No.6. Pittsburg University y Asociación Tikal, Guatemala.

1994        Un Incensario Teotihuacano de Escuintla. En VII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1993 (editado por J.P Laporte y H.L. Escobedo):131-145. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

Parsons, Lee A.

1967a        Bilbao, Guatemala: An Archaeological Study of the Pacific Coast Cotzumalguapa Region, Vol.1. Publications in Anthropology No.11. Milwaukee Public Museum, Wisconsin.

Shook, Edwin M. y Marion Popenoe de Hatch

1978        The Ruins of El Balsamo. Journal of New World Archaeology 3 (1).

Thompson, J. Eric S.

1948        An Archaeological Reconnaissance in the Cotzumalguapa region, Escuintla, Guatemala. Carnegie Institution of Washington, Pub.574, Contribution 44. Washington, D.C.

 

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