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Muñoz Cosme, Gaspar
1997 El Templo V de Tikal: Su arquitectura. En X Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1996 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.300-314. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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EL TEMPLO V DE TIKAL: SU ARQUITECTURA
Gaspar Muñoz Cosme
La Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), conjuntamente con el Instituto de Antropología e Historia (IDAEH), está llevando a cabo desde el año 1992 un proyecto de restauración y conservación de los Templos Mayores de Tikal, fruto del Convenio Internacional suscrito a tal efecto por los gobiernos de España y Guatemala.
Estas intervenciones se iniciaron con la restauración del Templo I, trabajo que en estos momentos se encuentra prácticamente finalizado y cuyo objetivo era preservar y restaurar este emblemático edificio que ya había sido excavado, estudiado y restaurado parcialmente por el Museo de la Universidad de Pennsylvania, pero que por el tiempo transcurrido precisaba una nueva intervención de carácter urgente.
Para proseguir con el plan de restauración de Templos Mayores fue propuesto por el IDAEH la intervención conjunta en el Templo V, ya que debido a su importancia y al avanzado estado de deterioro en que se encuentra, fue incluido desde 1987 en la lista de trabajos previstos por el Proyecto Nacional Tikal (PRONAT) y que por falta de recursos sólo se habían podido realizar algunas obras de urgencia en la consolidación de la crestería.
A esto se unía el interés que presenta este edificio, el cual, a diferencia de los demás templos mayores de Tikal, aún no se ha podido ubicar cronológicamente por carecer de inscripciones epigráficas conocidas y por no haber sido investigado arqueológicamente hasta el momento. Siendo, sin embargo, uno de los edificios más majestuosos del centro ceremonial ha sido, quizás, el más olvidado.
Recientes investigaciones nos han permitido demostrar que este templo fue el primero que se descubrió en la primera expedición a Tikal liderada por el Corregidor de Petén, Modesto Méndez, seguramente por haber accedido desde el sur al centro de las ruinas.
Para algunos estudiosos, el primer templo divisado por los expedicionarios habría sido el Templo I o el II, pero una revisión del relato de Méndez y otras comprobaciones in situ, parecen indicar que fue el Templo V el observatorio inicial desde el cual, un asombrado Corregidor Méndez, el 26 de febrero de 1848, descubría el resto de los templos mayores, iniciándose así la historia moderna de Tikal.
En primer lugar, tenemos el dato de que Méndez, sorprendido por la hermosura y tamaño de la escalinata, mandó medirla mediante tira de cuerda y el resultado fueron veinticinco varas de ancho (Méndez 1963:39), es decir, unos 20 m, medida que coincide con la base de la escalinata del Templo V y no con la de los Templos I y II.
Más adelante nos dice: «la forma de este palacio va copiada en el papel que da principio a la colección que acompaño…” (ibíd.), refiriéndose a los dibujos del artista Eusebio Lara. En esta primera ilustración (Figura 1), denominada por el autor Palacio No.1, aparecen los dibujos de unos rostros en la jamba oeste de la puerta que da acceso al templo superior y que todavía, en la actualidad, son posibles de detectar debajo de los múltiples rayados modernos que fueron plasmados sobre esas figuras.
No obstante, a partir de entonces la historia ha sido un tanto ingrata con este edificio. Investigado de forma primaria por el grupo de Méndez, sufrió las consecuencias de las talas de los primeros exploradores del siglo XIX, sin recibir casi ningún apoyo de restauración ni consolidación en el siglo XX.
Salvo las investigaciones realizadas por Christopher Jones en 1965 en la base de la escalinata, que tenían por objeto la búsqueda, infructuosa, de dos monumentos reportados por Maler y el informe de documentación del templo efectuado por Miguel Orrego en 1968, que permanece inédito, los trabajos del Museo de la Universidad de Pennsylvania no prestaron mayor atención a este templo.
Posteriormente, sólo se practicaron unas intervenciones de urgencia en la crestería entre 1987 y 1991 por parte del Proyecto Nacional Tikal (Quintana y Noriega 1992), cuyo fin inmediato era evitar el deterioro que estaba produciendo la existencia de un agujero que comunicaba con la crestería y a través del cual los turistas solían subir hasta la coronación, ocasionando graves erosiones y daños a su paso, así como la entrada de animales y de agua de lluvia.
Con todos estos antecedentes nos encontramos que este monumento fue el gran olvidado. Quizá en un intento de preservar una evidencia romántica de cómo se hallaron estos edificios en el siglo pasado o por su dificultad de acceso y su posición alejada del eje de los otros grandes templos. Sea como fuere, el Templo V ha permanecido durante 150 años sufriendo la erosión del medio y los visitantes, con un escasísimo apoyo para su mantenimiento.
LA ARQUITECTURA
Al examinar la documentación de que se dispone del Templo V, llaman la atención algunos aspectos arquitectónicos notables que lo diferencian del resto de los grandes templos de Tikal.
En primer lugar, por sus dimensiones. Su altura de 53 m, enfatizada por su ubicación en una plataforma situada 5 m más alta que la Plaza Central y 8 m más alta que la del Templo III, dotan a este edificio de una perspectiva notable dentro de la ciudad, sólo superada por el Templo IV con sus casi 65 m.
La dimensión de la escalinata ceremonial que alcanza los 20 m de anchura, duplicando casi la anchura de las de los Templos I, II y III.
La tipología del templo superior que es de una cámara única de pequeñas dimensiones y una gran crestería. La cámara abarca solamente el 4 % de la superficie de su planta, estando el 96 % restante ocupado por gruesos muros que en algunas partes llegan a tener los 9 m de espesor. Contrasta así con los otros grandes templos que siempre poseen dos o tres cámaras; en este sentido sería interesante analizarla en relación a la masa de la crestería que soporta, puesto que podría indicar un sistema constructivo más primario (Figura 2).
Su orientación, con la fachada principal hacia el norte, saliéndose de las orientaciones este y oeste de los otros templos.
El estado de deterioro de la base piramidal. Sólo con una observación preliminar se puede apreciar el deterioro que han sufrido los cuerpos superiores por la verticalidad del montículo, seguramente muy superior al de los otros templos.
El tratamiento arquitectónico de la base piramidal, con siete cuerpos según la interpretación del informe de Miguel Orrego, que parece la hipótesis más creíble, aun cuando se contrapone a la planta aportada por Tozzer y reinterpretada por el PRONAT (Figuras 3 y 4). Llama también la atención el tratamiento de esquinas redondeadas propuesto en ese reporte.
Todo esto, unido a la falta de excavaciones llevadas a cabo en el edificio, pone de manifiesto el interés que suponía la investigación y consolidación de este notable monumento.
METODOLOGÍA DEL ESTUDIO PREVIO
El aspecto más importante que quisiéramos reseñar es el relativo a la metodología seguida para elaborar la intervención en el edificio. En el protocolo suscrito en el año 1995 se contempló una serie de actuaciones dirigidas a valorar todos los datos disponibles y, así, poder construir una imagen lo más completa posible del objeto de estudio. Esto es lo que podríamos denominar un Estudio Previo y que en el caso que nos ocupa tenía los siguientes objetivos:
1. Obtener información completa sobre todos los datos bibliográficos y documentales del edificio.
2. Conocer profundamente el historial de las intervenciones que ha sufrido hasta la fecha, tanto arqueológicas como de restauración y conservación.
3. Estudiar y poder representar la realidad física del edificio, tanto en sus aspectos topográficos como en los datos que se puedan obtener de su arquitectura y de su comportamiento estructural.
4.Conocer perfectamente el medio físico en donde se enclava el templo, con reconocimiento de las especies de fauna y flora que de alguna manera inciden y erosionan el monumento, así como la importancia de los fenómenos naturales tales como la lluvia, soleamiento, aire, etc.
Para los primeros aspectos se recurrió a la bibliografía disponible y a las instituciones que de alguna manera habían intervenido en su investigación en muy diversas épocas, documentación que quedó recogida en tres reportes completos (Vidal 1995), donde se reseñan todas las intervenciones realizadas, con los informes y datos existentes en los archivos del Museo de la Universidad de Pennsylvania, Peabody Museum e IDAEH.
Para el tercer objetivo era necesario plantear dos acciones de campo, que se establecieron de la siguiente manera:
1. Un levantamiento topográfico del estado actual del templo, tratado, lógicamente, como un montículo, con curvas de nivel cada medio metro, definiendo la planta y las secciones principales. Todo ello se realizó con una presentación final en un sistema de dibujo asistido por computadora, con el fin de que fuese un instrumento útil en todo el proceso posterior de excavación y restauración (Figura 5). En este levantamiento topográfico se solicitó que se incluyese un inventario de árboles de tronco superior a 0.10 m de diámetro, con indicación de su posición, tamaño y especie.
2. Un plan de intervención arqueológica preliminar elaborado en noviembre de 1995 por Cristina Vidal y Oswaldo Gómez, en el que se proponían diversos pozos maestros y calas de aproximación con el fin de conocer el relieve natural del suelo sobre el que se asienta, el volumen y las características de la plataforma basal, el piso de la última época de ocupación, la localización del último nivel constructivo y obtener toda la información arquitectónica y estructural posible sobre el estado actual de los muros y la ubicación exacta de la primera plataforma de la base piramidal del edificio (Figuras 6 y 7).
Por último, para el cuarto objetivo se partió del inventario de flora antes citado, que se complementó con cuatro elevaciones en donde se podían apreciar las dimensiones y volumetría de los árboles. Quedan pendientes estudios específicos sobre microflora y fauna para poder hacer un informe final del medio natural.
Todos estos datos e informes constituyen la base fundamental sobre la que se definirá la intervención en el Templo V, tanto en sus aspectos arqueológicos como de consolidación y restauración.
RESULTADOS ARQUITECTÓNICOS PRELIMINARES DEL ESTUDIO PREVIO
Quisiera finalizar avanzando algunos resultados preliminares relativos a la arquitectura del Templo V.
En primer lugar, que se han localizado las cuatro esquinas de la primera plataforma, comprobando que presentan una forma redondeada con un radio de giro aproximado de unos 3 m y una decoración de entrecalle. Igualmente, se comprobó la existencia de un faldón adelantado en la parte central de las fachadas Norte y Este, situando aproximadamente su resalte a 9 m de cada una de las esquinas (Figuras 8 a 11).
De los datos obtenidos, que conforme se reciben se van incorporando a la información gráfica en elevación y en planta, se puede deducir que el Templo V ocupa en su base un total de 2,050 m² de superficie.
Respecto a la gran escalinata, se puede indicar que presenta en su lateral oeste una grieta vertical de gran longitud que viene a coincidir con la unión entre basamento y escalinata, seguramente debida a lo que estructuralmente se denomina un asiento diferencial, al parecer estabilizado. Estos muros laterales presentan erosión debida al agua y los consiguientes procesos de disolución que produce en estas calizas por efecto del chorreo lateral del agua de lluvia, al tiempo que una ostensible erosión natural por las raíces de la gran cantidad de árboles que la pueblan.
Se ha comprobado el buen estado de los primeros peldaños de la escalinata, así como la existencia de una potente alfarda de unos 2 m de anchura, conservada en el extremo noroeste.
Los cuerpos del basamento piramidal son de una altura próxima a los 4 m, lo que confirma la hipótesis de siete cuerpos, pero lamentablemente se encuentran muy deteriorados. La prospección se estableció con una anchura de 2 m, junto a la escalinata, en el lado oeste de la fachada principal y se puede apreciar perfectamente el primer cuerpo con una sillería de gran tamaño y de forma ataludada, pero a partir del segundo la sillería exterior ha desaparecido y sólo se encuentra una masa nuclear. No obstante, la roza resultante de la unión de los cuerpos del basamento con la escalinata nos da una información bastante precisa sobre las características de estos cuerpos.
CONCLUSIONES
Concluida la restauración del Templo I, es en el Templo V donde se están concentrando actualmente todos los esfuerzos para su inmediata consolidación y restauración.
Para llevar a cabo tales acciones ha sido necesario realizar una serie de estudios previos cuya presentación ha constituido el contenido de estas páginas.
De estos estudios preliminares se deduce que la restauración del Templo V, dado su mal estado de conservación, va a exigir una meticulosa y delicada intervención. En este sentido, quisiera hacer una llamada a la reflexión sobre la conveniencia de utilizar los medios actuales y establecer todos los estadios previos y planificación necesarios.
Confío, por tanto, en que dichas actuaciones puedan devolverle al Templo V parte de la magnificencia que exhibió en época antigua mediante una acertada labor de consolidación y restauración.
REFERENCIAS
Méndez, Modesto
1963 Descubrimiento de las Ruinas de Tikal. Antropología e Historia 15 (1):38-42. Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.
Quintana, Oscar y Raúl Noriega
1992 Intervenciones en el Templo V de Tikal, Petén, Guatemala; 1987-1991. Cuadernos de Arquitectura Mesoamericana 20:52-76.
Tozzer, Alfred M.
1911 Preliminary Study of the Prehistoric Ruins of Tikal, Guatemala. Memoirs of the Peabody Museum of Archaeology and Ethnology, Vol.4, No.2. Harvard University, Cambridge.
Vidal Lorenzo, Cristina
1995 Plan de Intervención Arqueológica Preliminar del Templo V, Documentos 1 y 2. Informe, Agencia Española de Cooperación Internacional, Antigua Guatemala.
Figura 1 Dibujo del Templo V realizado por el artista Eusebio Lara (Society of Antiquaries)
Figura 2 Plantas de los templos mayores de Tikal (tomado de Quintana y Noriega 1992: Figura 5)
Figura 3 Planta del Templo V, levantada por A. Tozzer (1911:121)
Figura 4 Elevación de la fachada Oeste, levantada por el PRONAT
Figura 5 Levantamiento topográfico del Templo V, realizado por TECA-AECI
Figura 6 Perfil Este-Oeste del Templo V con la inclusión de los pozos maestros
Figura 7 Perfil Norte-Sur del Templo V con la inclusión de los pozos maestros
Figura 8 Esquina Noreste del Templo V
Figura 9 Esquina Noroeste del Templo V
Figura 10 Esquina Suroeste del Templo V
Figura 11 Esquina Sureste del Templo V