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32 Poder y gloria en Petexbatun: Nuevas evidencias para el centro de Tamarindito – Juan Antonio Valdés, Antonia E. Foias, Kitty Emery, Tania Cabrera y Nancy Monterroso – Simposio 8, Año 1994

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Valdés, Juan Antonio, Antonia E. Foias, Kitty Emery, Tania Cabrera y Nancy Monterroso

1995        Poder y gloria en Petexbatun: Nuevas evidencias para el centro de Tamarindito. En VIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1994 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.415-434. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

32

PODER Y GLORIA EN PETEXBATUN:

NUEVAS EVIDENCIAS PARA EL CENTRO DE TAMARINDITO

Juan Antonio Valdés

Antonia E. Foias

Kitty Emery

Tania Cabrera

Nancy Monterroso

Localizado al este de Dos Pilas y al norte de Aguateca, Tamarindito es el tercer sitio en tamaño en la región de Petexbatun, pero fue la capital de una entidad política más antigua que la de Dos Pilas. Sin embargo, durante el Clásico Tardío, Dos Pilas creció en importancia y poder hasta incluir dentro de su hegemonía y esfera a Tamarindito. Arroyo de Piedra era la capital gemela del reino de Tamarindito, así como Aguateca funcionó como la capital gemela del reino de Dos Pilas. Para el Clásico Tardío, estas dos entidades eran las fuerzas políticas más importantes en la región de Petexbatun.

Por esta razón, durante la temporada de 1994, las investigaciones arqueológicas en Tamarindito estuvieron enfocadas a identificar más sobre la forma de vida de sus antiguos ocupantes, así como reconocer las relaciones entre este sitio y sus vecinos de Petexbatun. Se prestó especial atención al sector de patrón de asentamiento al este del centro, lugar que había sido mapeado en la temporada de campo del año 1993. Las excavaciones en estos pequeños conjuntos habitacionales estuvieron enfocadas a comprender arquitectura, sistema funerario, basureros, agricultura y organización social de las personas que allí habitaron hace más de mil años.

Asimismo, los sectores elitistas formados por los Grupos A y B también fueron objeto de estudio parcial. En ambos casos, el proyecto registró y dibujó los pozos de saqueo existentes y amplió las excavaciones para obtener un mejor registro y documentación. Todas las investigaciones realizadas en el sitio (Figura 1) recuperaron valiosa información que será presentada a continuación.

EXCAVACIONES EN LOS GRUPOS RESIDENCIALES AL ESTE DE TAMARINDITO

El mapeo del área residencial principió en 1990 luego del descubrimiento de varios grupos habitacionales alrededor del núcleo del sitio, junto con un complejo sistema de terrazas agrícolas (Houston et al. 1990:369-391). El año pasado, un programa de mapeo se llevó a cabo bajo la dirección de Oswaldo Chinchilla y un grupo de estudiantes de la USAC, al detectarse una densidad alta de residencias sobre las faldas de los cerros ubicados al este de Tamarindito (Chinchilla 1993:111-115; Valdés et al. 1994). Ese trabajo tuvo como objetivo ampliar el mapa del sector residencial, para que se nos permitiera conocer de mejor manera las agrupaciones arquitectónicas, áreas con probable potencial agrícola, sistemas de terrazas, diques de contención, canteras y fuentes de agua al oriente del sitio.

Durante dos meses de trabajo y bajo las duras condiciones del fuerte verano, fue preciso chapear guamil y demás monte alto para efectuar las múltiples brechas necesarias para tener visibilidad con el teodolito. Al final de la temporada de campo, se logró concluir un mapa que incluye doce grupos residenciales que suman un total de 56 estructuras, en un área que cubre aproximadamente 1450 m.

Este año, el programa de excavación en estos conjuntos residenciales incluyó un total de ocho grupos (Figura 2), que es aproximadamente el 67% de las residencias mapeadas, teniendo varias metas:

1.        Fechar la ocupación doméstica del sector este del sitio de Tamarindito.

2.        Conocer el patrón dietético, arquitectónico y mortuorio de la población de Tamarindito.

3.        Estudiar la posición social de los habitantes así como la función de sus residencias.

Los grupos excavados fueron tomados al azar, incluyendo conjuntos sencillos y otros de mayor complejidad, presentando cada uno de ellos diferente número de estructuras, así como también distinta elevación y ubicación sobre las colinas.

Como se ha indicado, uno de nuestros objetivos principales fue ubicar cronológicamente la ocupación de estas residencias, ya que excavaciones anteriores en el Grupo A habían detectado un basurero del Clásico Temprano, mientras que excavaciones realizadas en un pequeño grupo habitacional al norte del sitio revelaron presencia humana para el Clásico Terminal (Houston et al. 1990). Los fechamientos anteriores sugirieron, por lo tanto, una larga ocupación en Tamarindito.

Las investigaciones realizadas durante la presente temporada en ocho conjuntos residenciales permitieron detectar dos grupos con material del Clásico Temprano, siete grupos tuvieron evidencia ocupacional del Clásico Tardío (Figura 3), mientras que solamente dos de ellos presentaron cerámica del Clásico Terminal (Figuras 3 y 4).

Las muestras del Clásico Temprano se localizaron en el relleno interior de dos estructuras en los Grupos Q6-1 y Q5-1. En el caso del primero, se recuperó únicamente un tiesto Clásico Temprano en el perfil de un pozo de saqueo que se encuentra al centro de la estructura poniente y que aparentemente pertenece a una subestructura. El proyecto no realizó ninguna excavación en este edificio, pero se observaron claras señales de una construcción anterior y restos de un piso, aunque se desconoce el verdadero fechamiento de esta subestructura. En el Grupo Q5-1 la muestra fue mucho mayor y también se localizó formando parte de una subestructura, pero el material apareció mezclado con tiestos del Clásico Tardío, fechamiento que fue asignado al edificio. Por lo tanto, se concluye la presencia de materiales cerámicos del Clásico Temprano, pero no así de construcciones habitacionales pertenecientes a esta época.

Un fuerte aumento poblacional se observa para el Clásico Tardío, ya que de los ocho grupos investigados, siete presentaron muestras correspondientes a este período (Grupos Q5-1, Q5-2, Q5-3, Q5-4, Q6-1, Q6-2 y R6-1). El fechamiento de los mismos fue realizado por medio de materiales provenientes de lotes sellados por pisos de plaza, del interior de rellenos de estructuras y por medio de las vasijas que formaban parte de ofrendas funerarias. La alta frecuencia poblacional en el sector residencial de Tamarindito responde igualmente al incremento en el índice constructivo que se observa en los sectores más elitistas del sitio, como son los Grupos A y B, indicando por lo tanto la etapa de mayor auge en esta localidad.

Una disminución notoria de la población ocurrió durante el Clásico Terminal, ya que solamente en dos de los grupos investigados se encontró alfarería de esta época (Q4-1 y Q6-1). Curiosamente ninguna evidencia de cerámica tardía apareció en los conjuntos que se encuentran en las partes más elevadas del cerro, mientras que las mejores muestras se recuperaron en el Grupo Q4-1 (Figura 4) ubicado en la parte baja de la ladera, junto a un grupo de terrazas agrícolas y una fuente de agua.

De especial interés fueron las excavaciones en el Grupo Q5-1, ya que revelaron información mortuoria muy importante al descubrirse un total de siete entierros en este lugar. Todos fueron fechados para el Clásico Tardío y aparecieron distribuidos en tres estructuras. El status elevado de estos entierros está indicado por el uso de cistas de piedra, ofrendas de vasijas cerámicas así como alteraciones e incrustaciones dentarias de jade y pirita.

Usando la complejidad arquitectónica y la riqueza material de cada grupo residencial, se pudo hacer un análisis comparativo del nivel sociopolítico entre todos los grupos excavados. Varios autores han sugerido que existe una correlación positiva entre el status de un grupo residencial y su elevación. La región alrededor de Tamarindito se caracteriza por una serie de cerros pequeños, encima de los cuales se encuentran muchas veces estructuras domésticas. Las excavaciones de esta temporada han revelado que la correlación entre la elevación de cada grupo y la posición sociopolítica de sus residentes no es sencilla ni directa. De los cinco grupos residenciales determinados con mayor status, sólo dos están ubicados en las elevaciones más altas de terreno o en cerros aislados. Asimismo, el grupo más pequeño está localizado encima del cerro más alto al este del centro de Tamarindito.

Además del estudio de cronología y status, las excavaciones permitieron examinar de mejor manera la función de un grupo en particular, denominado como Q6-2, que estuvo ocupado únicamente durante el Clásico Tardío (Figura 5). Este grupo es de status relativamente alto, está localizado muy cerca del Grupo A, presenta un arreglo formal de tres estructuras alrededor de un patio y arquitectura elaborada con piedras bien cortadas, incluyendo edificios con bancas y piso de estuco en el interior del cuarto. De gran interés es la evidencia dominante que sugiere que este grupo era la residencia de artesanos de lítica, produciendo posiblemente artefactos no utilitarios para la élite. La muestra más clara fue el hallazgo de grandes cantidades de material y desechos líticos, así como martillos de pedernal encima de la baja plataforma Q6-9, ubicada en el lado sur del conjunto, la que sin duda representa un taller de lítica (Figura 6). Otra prueba de la función de este grupo apareció en el Entierro 4, descubierto en la Estructura Q6-8, ya que en el interior de la cista se encontró una gran cantidad de desecho lítico. El ritual de depositar lítica encima de un entierro es común para las tumbas elitistas en la región del Pasión, pero no es común en entierros habitacionales, por lo que este caso es el único ejemplo no elitista donde se ha descubierto este tipo de ritual en toda la región de Petexbatun.

Finalmente, el hallazgo de un excéntrico completo de pedernal en un basurero al norte de la Estructura Oeste (Q6-8) sugiere la capacidad de acceso de sus ocupantes para obtener artefactos líticos no utilitarios. Se sabe que la élite tenía varias ocupaciones artesanales, incluyendo escribas, pintores, escultores, entre otros; nosotros consideramos que a la lista anterior se agrega también el de artesanos de instrumentos líticos rituales, tal y como se evidencia en las investigaciones del Grupo Q6-2.

EXCAVACIONES EN EL GRUPO A

Las excavaciones en el Grupo A se concentraron esta temporada en el conjunto palaciego ubicado al norte de este grupo y también al norte de la Plaza Principal. Tres edificios de tipo palacio fueron investigados, clasificados en el mapa con los numerales 5, 7 y 13 (Figura 1).

La Estructura 5 es el palacio más alto y fue investigado parcialmente para conocer detalles en cuanto a dimensiones, fechamiento y función (Figura 7). Este palacio es el más largo que se ha excavado en Tamarindito, ya que en el interior de su cuarto mide casi 20 m de largo por 2 m de ancho. Era abovedado, tenía posiblemente uno o dos cuartos pero ninguna banca en el interior. Sólo una puerta fue descubierta en el lado norte del palacio, indicando con ello su orientación hacia ese sector, aunque se supone que pudieron existir dos puertas en el mismo lado. Un dato extremadamente curioso es la ausencia completa de puertas sobre el lado sur del palacio, sector donde se encuentra la Plaza Principal del Grupo A. En este lado, existe una ancha escalinata para subir de la plaza al palacio, pero no se descubrió ninguna puerta de ingreso, por lo que para poder entrar al recinto era necesario rodear los muros del palacio hasta encontrar las puertas ubicadas sobre el lado norte. Estas están justamente enfrente del Palacio 7, pero a un nivel mucho más alto por las mayores proporciones con que cuenta el Palacio 5 en su basamento.         Es bastante extraña la ausencia de puertas orientadas hacia la plaza, como es usual en los edificios Mayas, por lo que pareciera indicar un uso más reservado y de mayor privacidad, necesario para los eventos o rituales que se realizaban en su interior.

Un pozo de sondeo fue excavado en el interior del cuarto del Palacio 5, junto a la puerta de ingreso, con el fin de obtener una cronología de su construcción (Figura 8). Una subestructura fue localizada 2 m abajo de un segundo piso de estuco del cuarto, pero no se investigó en más detalle por falta de tiempo. Es posible que esta subestructura estuviera entre las primeras construcciones del grupo, pero se desconoce más al respecto.

Inmediatamente al norte del edificio anterior se encuentra el Palacio 7, fechado para el Clásico Tardío. Este había sido saqueado desde inicios de la década de 1980, cuando dos pozos de depredación fueron realizados encima del edificio, permaneciendo abiertos desde entonces y ocasionando mayores daños a la estructura (Figura 9). Ambos pozos destruyeron parcialmente el lado oeste del edificio, por lo que se consideró importante realizar una operación de rescate para obtener información sobre este palacio y rellenar posteriormente los pozos que aún permanecían abiertos. Al expandir las excavaciones, los hallazgos fueron sorprendentes. La fachada del palacio está orientada hacia el sur, se compone de un solo cuarto que en su interior mide casi 8 m de largo por 2 m de ancho y se recuperaron claras muestras de piedras largas que indican la antigua presencia de una bóveda (Figura 10). Dos bancas fueron descubiertas adentro del cuarto, la principal adosada al muro norte del palacio y exactamente frente a la puerta de ingreso, mientras que la segunda está en el extremo oeste del cuarto (Figuras 11 y 12). El palacio cuenta con dos puertas de acceso, la principal al centro de la fachada y otra puerta pequeña en el lado este. Esta segunda puerta fue sellada por los antiguos Mayas durante una remodelación del palacio (Figuras 11 y 12). Los muros exteriores aún presentaron grandes fragmentos de estuco y pintura de colores rojo y naranja, mientras que en el interior sólo se evidenció el color rojo.

El Palacio 13 es el más sencillo de los tres excavados este año, pero uno de los más interesantes al descubrirse una secuencia de tres etapas constructivas que se iniciaran desde el Clásico Temprano (Figura 13). La subestructura más antigua consiste de un muro vertical de casi 1 m de alto que se eleva encima de una banqueta baja localizada en su base. No se encontró ninguna escalinata asociada a esta plataforma, pero sí un piso de estuco de plaza y cerámica suficiente para fechar su construcción durante el Clásico Temprano. Fue interesante comprobar al mismo tiempo que todo el lado oeste del edificio fue mutilado y destruido por los Mayas durante la construcción del siguiente estadio, colocado inmediatamente encima.

La siguiente construcción corresponde al Clásico Tardío y se trata de un plataforma de 1.50 m de alto, orientada hacia el este, donde existe una pequeña plaza. Acá se descubrió su escalinata compuesta por tres gradas (Figura 14), un piso de plaza estucado y un entierro asociado localizado durante las investigaciones de la temporada de campo de 1993.

La última construcción también corresponde al Clásico Tardío y representa una etapa diferente, ya que una nueva escalinata de seis gradas fue construida en el lado este, para permitir el acceso a la parte superior de la plataforma. Aquí se realizó el basamento con muros de piedra, aunque se considera que el resto de la construcción era de materiales perecederos y no contaba con bóveda. En el interior del cuarto fue encontrada una banca con nicho, colocada justamente frente a la escalinata.

Los resultados de las excavaciones efectuadas en 1993 y 1994 demuestran que la ocupación del Grupo A principió durante el Clásico Temprano con pocas estructuras, mientras que durante el Clásico Tardío se dio un fuerte crecimiento constructivo, con la inclusión de palacios formales hechos de cantería, bóvedas de piedra y muros recubiertos con estuco multicolor. Dentro de las construcciones se cuenta también con edificios piramidales y palacios de materiales perecederos colocados alrededor de varios patios centrales formando plazas.

Luego de ver la arquitectura de estos tres palacios, se pueden discutir dos temas relacionados. El primero es ¿cómo se asocia la arquitectura del Grupo A con la de otros conjuntos elitistas de Tamarindito y sitios del área de Petexbatun? El segundo es: ¿cuáles eran las funciones de estos palacios?

Como se ha mencionado, los Palacios 5 y 7 del Grupo A son construcciones formales con techo abovedado, muros de piedra finamente cortada que aún conservan más de un 1.50 m de alto y restos de estuco pintado. Ambos cuentan con las características usuales de privacidad que se encuentra en la mayoría de edificios de este tipo en el resto del área Maya. Los cuartos son largos y amplios, aún con la presencia de bancas internas en los Edificios 7 y 13. Por las condiciones discutidas anteriormente, se considera que los Palacios 7 y 13 tuvieron una función residencial, mientras que la del Palacio 5 no es tan clara. La ausencia de puertas hacia la plaza le imprime, a este último, una característica de particular privacidad y la omisión de bancas en un espacio de 20 x 2 m del interior del cuarto podría sugerir que funcionaba como la Casa de la Comunidad, donde se reunían los consejeros de los gobernantes o donde se pudieran efectuar rituales específicos que no fueran vistos por las personas reunidas en la plaza.

En el caso del Grupo B de Tamarindito, existen varios palacios en la Plaza Sureste que debieron tener un uso residencial para los miembros de la clase dirigente, pero hasta el momento no han sido investigados. Sin embargo, un caso muy particular se detectó en 1993 durante la excavación de los Palacios 32 y 33 en la Plaza Norte de este grupo. El diseño y construcción de ambos edificios es muy similar, ya que tienen escalinatas anchas, terrazas frontales amplias, puertas muy abiertas que anulan toda posibilidad de privacidad interior, cuartos reducidos, bancas que cubren la mayoría del espacio interno y no incluyeron bóveda.

El sistema constructivo difiere entre los palacios excavados en ambos grupos de Tamarindito y por lo tanto se considera que también la función de los edificios debió ser distinta. Como fue discutido por Valdés (1993:91-92) y Valdés, Foias y Chinchilla (1994:442), los palacios estudiados en el Grupo B definitivamente no fueron para uso doméstico, sino que debieron ser empleados para una función administrativa, en donde se pudiera recibir visitantes extranjeros y tener reuniones con funcionarios importantes para efectuar conversaciones y acuerdos de diversa naturaleza, como política y economía regional. La puerta de los palacios fue construida muy ancha para mantener continua ventilación del exterior, pero principalmente para que el público pudiera observar los acontecimientos y escuchar las conversaciones que se llevaban a cabo en el interior del recinto. Los personajes principales debieron ocupar su posición sobre la banca, los otros miembros de la nobleza y de las comitivas reales pudieron mantenerse sentados o de pie en la amplia plataforma ubicada frente al recinto, mientras que el resto de espectadores se congregaban en la plaza frente a los palacios. A este tipo de edificaciones se les ha denominado como palacios escénicos, pues se estima que fueron construidos de esa manera a propósito, para que todas las personas vieran y admiraran a sus gobernantes, al igual que se observa en muchas de las escenas pintadas sobre vasos polícromos procedentes de Tierras Bajas.

Estructuras elitistas abovedadas y no abovedadas han sido excavadas en varios sitios de Petexbatun, tales como Dos Pilas, Aguateca y Arroyo de Piedra. Generalmente, los palacios de Tamarindito y Arroyo de Piedra son más complejos que los de Dos Pilas y Aguateca. En Tamarindito y Arroyo de Piedra los palacios son abovedados con varios cuartos, mientras que en los otros sitios sólo tienen fundamento de piedras sin bóvedas. Indudablemente, la arquitectura elitista de Tamarindito y Arroyo de Piedra involucró un gasto mucho más grande de tiempo, trabajo y mano de obra, mientras que la arquitectura palaciega de Dos Pilas y Aguateca pudo construirse mucho más rápido por ser menos ostentosa. Esta diferencia entre la arquitectura de Dos Pilas y Aguateca, de un lado y la arquitectura de Tamarindito y Arroyo de Piedra, por el otro, tiene que entenderse en el contexto político de la región: los últimos dos sitios tienen una ocupación más larga y una tradición de mayor antigüedad, mientras que los habitantes de Dos Pilas y Aguateca tuvieron que construir sus ciudades mucho más rápido por haber llegado a Petexbatun posteriormente.

EXCAVACIONES EN EL GRUPO B

El Grupo B se encuentra sobre un elevado cerro que se localiza al suroeste del Grupo A (Fig.1). A principios de la década de 1980, la Guardia de Hacienda encontró y encarceló varios saqueadores que fueron descubiertos in fraganti cuando depredaban la Estructura 44, uno de los edificios más altos del sitio (10 m) y que se ubica en el lado oeste de la Plaza Central de este grupo. Poco tiempo más tarde los saqueadores fueron puestos en libertad, pero en la estructura quedó una gran trinchera y un hoyo de saqueo, así como señales del daño causado a la arquitectura en la sección superior del edificio. Pocas evidencias de un cuarto en el sector superior eran visibles a nuestra llegada, ya que los muros fueron destruidos durante el saqueo y luego permanecieron expuestos a la intemperie desde que fuera depredado en 1982.

Varias fueron las razones para estudiar este edificio durante la presente temporada. Por una parte estaba la protección del patrimonio cultural de Guatemala por medio de un trabajo de salvamento rápido. Otra razón fue que los escalones esculpidos de la parte frontal, denominados como Escalinata Jeroglífica 2, hacen referencia a la captura y muerte del Gobernante 4 de Dos Pilas en el año 761 DC por el Gobernante Chan Balam de Tamarindito. Se consideró primordial, por lo tanto, reconocer si los restos mortuorios del gobernante vencedor se encontraban en este templo, relacionando así arqueología y epigrafía, una vez más, en la región de Petexbatun.

Siendo así, se decidió conocer algunos de los elementos arquitectónicos y funcionales más importantes del edificio, tanto en su base como en las secciones media y superior, observándose varios detalles (Figura 15):

1.        Los primeros cinco escalones forman la escalinata jeroglífica y son de mayor altura. El resto de gradas que permiten el ascenso hasta la sección superior no tienen señales de ningún glifo y son de menores dimensiones, tanto en huella como contrahuella.

2.         Esta escalinata de casi 8 m de alto llega a la parte superior, donde se encuentra un templo de tres puertas orientado hacia el este. Todas las puertas tienen casi 2 m de ancho, permitiendo el ingreso al recinto, que cuenta en su interior con casi 10 m de largo por 3 m de ancho. Todos los muros del edificio son gruesos y realizados con piedra muy bien labrada.

3.        Por primera vez se tuvo la oportunidad de descubrir y conocer las características de un templo en este sitio, contra los palacios residenciales investigados en el Grupo A y los palacios escénicos estudiados el año anterior en el Grupo B.

4.        En asociación con el templo fue descubierta la tumba de un importante gobernante de Tamarindito, que parece corresponder a Chan Balam.

Las excavaciones en la parte alta del edificio fueron profundizadas por medio de un pozo que permitió descubrir una tumba a 10 m de profundidad, que tenía colapsada gran parte de su bóveda. Grandes y pesadas lajas planas cubrían la sepultura donde se encontraba depositado el personaje. Luego de un delicado y minucioso trabajo de limpieza del interior, se descubrieron los restos óseos de un individuo masculino en posición extendido decúbito dorsal con el cráneo orientado hacia el norte (Figura 16). Su estado de preservación fue malo, ya que sus restos óseos fueron prácticamente destruidos al caerle encima las lajas del techo de la tumba. Sin embargo, una rica ofrenda funeraria se descubrió junto a la cabeza del individuo, único sector en que felizmente no había sucumbido la bóveda. Esta estuvo compuesta por nueve vasijas, una espina de raya junto a la pelvis, un cuchillo de pedernal sobre al pecho, un cuchillo de obsidiana en la cintura, una concha Spondylus contigua al cráneo, dos orejeras de jade y varias cuentas esféricas del mismo material pertenecientes a un collar. Esta es la mayor ofrenda descubierta en una tumba elitista de Petexbatun hasta el momento y sin ninguna duda corresponde a un importante personaje que debió ser el Gobernante de Tamarindito.

La ofrenda cerámica está formada de cuatro vasos estucados polícromos, un cuenco pequeño y dos grandes, más un plato trípode. Es significativo indicar que la decoración exterior de la pestaña del plato y también de sus soportes sea el signo Ik, al igual que la decoración del plato descubierto en la tumba del Gobernante 2 de Dos Pilas y en donde, gracias a los estudios epigráficos, pudo determinarse que el recipiente provenía del Sitio Ik.

Pero la pieza más interesante la representa un vaso polícromo que incluye una escena compuesta por cuatro personajes, dos de ellos sedentes y dos de pie (Figura 17). El personaje principal está sentado a la usanza Maya tradicional, sobre una especie de tela o petate colocado encima de un trono pintado de color rojo. El individuo va ataviado con brazaletes, orejera, pectoral, tocado, falda y un largo cinturón de piel de jaguar. Sobre el piso, a un nivel inferior se encuentra sentada otra persona conversando con el Señor del trono. Dos figuras más aparecen de pie en la escena y a un nivel inferior que los dos señores sedentes. A la izquierda del Señor del trono está un noble con un abanico de plumas dándole aire, mientras que el otro participante del acto está colocado al otro extremo del cuadro. Frente al trono hay dos vasijas redondas para líquidos y un amplio plato o cesto con objetos de comida adentro, quizá tamales. Textos jeroglíficos aparecen junto a cada uno de los personajes, posiblemente indicando su nombre. En el texto más largo se hace mención al llamado Cacique Gordo del Sitio Ik y explica que es el octavo gobernante en la línea de sucesión (Escobedo, comunicación personal), representado posiblemente por el personaje principal sentado en el trono.

Es importante mencionar que aparentemente no se habla acá del gobernante de Tamarindito, sino que el personaje principal puede ser el gobernante del Sitio Ik, por lo que se considera que esta pieza pudo llegar como un obsequio a Tamarindito. Es posible que fuera un regalo para el gobernante Chan Balam, alrededor del año 760 DC, cuando este fue entronizado como soberano y que haya sido depositada en su tumba como muestra de su valor fraternal. Un caso similar había sucedido cuarenta años antes también entre el Sitio Ik y Dos Pilas, cuando el Gobernante 2 de este último sitio se encontraba con vida y recibió un plato como presente, mismo que fue depositado en su tumba como parte de su ofrenda al momento de morir (Demarest et al. 1991).

Dentro de la ofrenda también se encontraron dos cuchillos de dimensiones notorias, colocados sobre el cuerpo del entierro. El primero de ellos es un cuchillo de obsidiana, que tiene similares características al cuchillo que porta en la mano un gobernante del Clásico Temprano esculpido en la Estela 5 de Tamarindito y también al que llevan en las mano dos personajes esculpidos sobre una columna del edificio Clásico Tardío 6E1 de Chichen Itza, donde se ha considerado que estos cuchillos sirvieron durante la realización de rituales dedicados a extraer el corazón (Schele y Freidel 1990:358, Figura 9.13). Por otra parte, sobre el pecho del personaje enterrado se descubrió un gran cuchillo de pedernal, que mide 0.50 m de largo y que también es similar a un ejemplar que aparece representado en la parte central del relieve presente en el juego de pelota de Chichen Itza, donde el personaje que lo porta lo utiliza como objeto ritual para cortar la cabeza de su contrincante (Schele y Freidel 1990: Fig. 9.24).

El entierro fue colocado sobre una capa de finas lascas de obsidiana y el ritual mortuorio para sellar el final de la deposición del personaje, incluyó la acomodación de varias capas de pedernal y obsidiana sobre y alrededor de la tumba, habiéndose recuperado más de diez quintales de ambos materiales, aunque dominaba ampliamente la presencia de pedernal. Casos similares conteniendo elevada presencia de materiales líticos, colocados para cubrir las tumbas de soberanos han sido detectados y reportados en sitios como Tikal, Uaxactun, Caracol, Altar de Sacrificios y en el cercano Dos Pilas.

Por todo lo anterior, consideramos que el personaje descubierto en la tumba es el mismo gobernante Chan Balam mencionado en la escalinata jeroglífica del edificio, que ascendió al trono de Tamarindito el año 760 DC. y venció al poderoso Gobernante 4 de Dos Pilas el 761 DC. Dentro de la evidencia que apoya lo anterior está la presencia del largo cuchillo de pedernal depositado entre sus brazos, que sería uno de sus principales símbolos guerreros, ya que con el debió sacrificar al gobernante de Dos Pilas y por eso fue guardado como un objeto sagrado, para que acompañara a este valioso militar aún después de su muerte, como muestra de su grandiosidad y gallardía.

APRECIACIONES GENERALES

Concluyendo, la temporada de campo 1994 dio una riqueza de información y buenos resultados.

Primero, las excavaciones en los grupos residenciales al este del área central de Tamarindito incluyeron más de 66% de las estructuras mapeadas. La ocupación del sitio empezó en el núcleo y zonas aledañas desde el Clásico Temprano, pero la población llegó a su punto más alto durante el Clásico Tardío. Este incremento poblacional posiblemente causó más competencia por tierra con sus vecinos, lo que posiblemente forzó a los gobernantes de Tamarindito a construir sus conjuntos habitacionales encima de los cerros, para poder cultivar los terrenos más bajos con la ayuda de terrazas agrícolas y diques de contención.

El hallazgo más importante de esta temporada fue sin duda la tumba del famoso Gobernante Chan Balam de Tamarindito. ¿Por qué tan famoso? Como se indicó, según la Escalinata Jeroglífica 2 de Tamarindito, él fue quien derrotó al poderoso reino de Dos Pilas, sacrificando al Gobernante 4. De particular interés son las similitudes entre la ofrenda cerámica de la tumba de Tamarindito y la del Gobernante 2 de Dos Pilas, ya que en ambas se encontró (además de un vaso estucado y un vaso polícromo con decoración negativa) un plato procedente del Sitio Ik, indicando las relaciones amistosas que debieron existir entre esos sitios en determinada época. Sin embargo, se sabe que la buena relación entre Dos Pilas y el Sitio Ik fue interrumpida posteriormente a la muerte del Gobernante 2, al efectuarse una guerra entre ambas ciudades y de la cual salió victoriosa Dos Pilas (Houston 1991). Es probable que cuando Dos Pilas y el Sitio Ik rompieron su relación, este último haya formado una alianza con Tamarindito y como corolario se diera la derrota de Dos Pilas.

Después de la caída de éste, Tamarindito continuó siendo ocupado, aunque la evidencia de población para el Clásico Terminal se encontró únicamente afuera del centro ceremonial en dos grupos residenciales pequeños. En otras palabras, la población de Tamarindito se redujo casi 80% en los siguientes 50 años después de haber derrotado a Dos Pilas. Este abandono parcial del sitio indica un colapso sociopolítico del reino de Tamarindito. Es posible que parte de la población se moviera a Punta de Chimino donde hay una ocupación muy fuerte del Clásico Terminal. La razón de este cambio no es clara, pero según parece la victoria de Chan Balam causó un caos político en la región de Petexbatun y el reino de Dos Pilas se desintegró en muchos pedazos, cada uno peleando por sí mismo para ganar el poder. Los problemas políticos y las guerras pudieron haberse incrementado hasta destruir completamente el sistema de la región y causar el abandono de Tamarindito y más tarde el de toda el área de Petexbatun.

Figura 1 Mapa de Tamarindito, mostrando Grupos A y B

Figura 2 Grupos habitacionales excavados durante 1994

Figura 3 Fechamiento de los conjuntos habitacionales excavados

Figura 4 Reconstrucción del Grupo Q4-1 (Houston et al. 1990)

Figura 5 Estructuras que componen el Grupo Q6-2

Figura 6 Planta de la Estructura Q6-9, con una densidad alta de lítica en la superficie

Figura 7 Perfil norte-sur del Palacio 5 mostrando el nivel del terreno, derrumbe y evidencias

arquitectónicas

Figura 8 Pozo de prueba mostrando la subestructura descubierta en el interior del Palacio 5

Figura 9 Perfil norte-sur del Palacio 7

Figura 10 Perfil este-oeste del Palacio 7

Figura 11 Vista del Palacio 7 (Operación TA8C)

Figura 12 Vista del Palacio 7 viendo hacia el este

Figura 13 Perfil este-oeste del Palacio 13 (Operación TA8A)

Figura 14 Elevación de la subestructura 13-2

Figura 15 Corte este-oeste de la Estructura 44 y localización del Entierro 6

Figura 16 Planta del Entierro 6

Figura 17 Vasija encontrada en el Entierro 6

REFERENCIAS

Chinchilla, Oswaldo

1993        Mapeo en Grupos Habitacionales de Tamarindito. En Proyecto Arqueológico Regional Petexbatun, Informe Preliminar No. 5 (editado por J.A. Valdés, A. Foias, T. Inomata, H. Escobedo y A. Demarest):111-115. Proyecto Arqueológico Regional Petexbatun, Vanderbilt University, Nashville.

Demarest, Arthur A., H. Escobedo, J.A. Valdés, S. Houston, L. Wright y K. Emery

1991        Arqueología, Epigrafía y el descubrimiento de una tumba real en el centro ceremonial de Dos Pilas, Petén, Guatemala. U Utz’ib 1 (1):14-28. Asociación Tikal, Guatemala.

Houston, Stephen D., Robert Chatham, Oswaldo Chinchilla, Erick Ponciano y Lori Wright

1990        Mapeo y Sondeos en Tamarindito. En Proyecto Arqueológico Regional Petexbatun, Informe Preliminar No.2 (editado por A. Demarest y S. Houston):369:391. Proyecto Arqueológico Regional Petexbatun, Vanderbilt University, Nashville.

Schele, Linda y David Freidel

1990        A Forest of Kings: The Untold Story of the Ancient Maya. William Morrow and Company, New York.

Valdés, Juan Antonio

1993        Excavaciones en el Grupo B de Tamarindito. En Proyecto Arqueológico Regional Petexbatun, Informe Preliminar No. 5 (editado por J. A. Valdés, A. Foias, T. Inomata, H. Escobedo y A. Demarest):89-97. Proyecto Arqueológico Regional Petexbatun, Vanderbilt University, Nashville.

Valdés, Juan Antonio, Antonia Foias y Oswaldo Chinchilla

1994        Tamarindito: Un Sitio con Historia en la Región de Petexbatun. En VII Simposio de Arqueología Guatemalteca, 1993 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo):439-452. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

 

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