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40 Análisis de la naturaleza de los depósitos ceremoniales en cuevas Mayas: Investigaciones recientes en la Cueva de Los Quetzales – James E. Brady e Irma Rodas – Simposio 7, Año 1993

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Brady, James E. e Irma Rodas

1994        Análisis de la naturaleza de los depósitos ceremoniales en cuevas Mayas: Investigaciones recientes en la Cueva de Los Quetzales. En VII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1993 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.449-461. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

40

ANÁLISIS DE LA NATURALEZA DE LOS DEPÓSITOS CEREMONIALES EN CUEVAS MAYAS:

INVESTIGACIONES RECIENTES EN LA

CUEVA DE LOS QUETZALES

James E. Brady

Irma Rodas

En su artículo sobre el uso de las cuevas Mayas, Eric Thompson (1975) propuso que uno de sus usos principales era como lugares de depósito para materiales ceremoniales desechados. En ese artículo Thompson consideró tres ejemplos para tales depósitos. Pusilha en Belice, excavado por el Museo Británico entre 1928 y 1930, la Gruta de Chac en Yucatán excavada por Wyllys Andrews IV en 1962 y Actun Balam en Belice excavado por David Pendergast en 1964. Un cuarto depósito fue descubierto por el Atlas Arqueológico de Guatemala al principio de esta temporada en la Cueva de los Quetzales, situada a 11 km al sur del sitio de Dos Pilas en el municipio de Sayaxche (Figura 1). La cueva se encuentra debajo de un pequeño cerro natural que fue modificado por los Mayas para formar una plataforma sobre la cual fue construido el sitio de Las Pacayas (Figura 2). El depósito se formó debajo de una abertura en la bóveda de la cueva, la cual está localizada a la orilla entre las dos plazas principales del sitio (Figura 3). Durante la temporada 1993, fueron excavados ocho pozos dentro del depósito para recuperar una muestra representativa del mismo (Figura 4). Estas excavaciones dieron suficiente información como para permitirnos hacer un análisis comparativo de estos rasgos con los otros depósitos antes mencionados. El material recuperado en la cueva de Los Quetzales continúa en estudio por lo que las cifras que se presentan en este informe son tentativas.

Al comparar los sitios de Pusilha, Actun Balam y Los Quetzales encontramos que tienen depósitos impresionantemente similares. Cada uno cuenta con un montículo en forma cónica debajo de una abertura o chimenea en la bóveda de la cámara, sugiriendo que el depósito se formó con el material que era tirado desde arriba. Estos depósitos son grandes (5.5 m de diámetro en Actun Balam y más de 10 m por 4 m tanto en Pusilha como en Los Quetzales y la profundidad (variando desde 1.5 m en Actun Balam a 3 m en Los Quetzales). En Pusilha (Figura 5) y en Los Quetzales la chimenea llega directamente a la superficie. Este es un punto importante porque a pesar de que los depósitos están localizados en la cueva, su localización debajo de una chimenea o abertura que lleva a la superficie, indica que los artefactos son de ceremonias llevadas a cabo en la superficie y no de rituales en las cuevas. En Actun Balam la abertura arriba del depósito está localizada en la cueva cerca de la entrada (Figura 6), pero la escasez de artefactos en el resto de la cueva sugiere que esta no fue muy utilizada, por lo que los objetos depositados parece ser que venían de rituales que se llevaban a cabo afuera de la cueva.

Los depósitos en la Cueva de Chac son un poco diferentes ya que no están debajo de un rasgo de chimenea. Andrews (1965:11) cree que los montículos representan fragmentos de tinajas de agua quebradas que estaban apiladas en secciones más amplias del túnel donde no obstruyeran el paso, por lo tanto la Gruta de Chac representa una situación completamente diferente y por esto no será considerada dentro de la discusión.

Al mismo tiempo que los depósitos de Pusilha, Actun Balam y Los Quetzales son muy similares en su forma y función general, la composición de artefactos de cada uno varía considerablemente, aunque en los tres casos el elemento principal es la cerámica. Debido a la época tan temprana en que fue excavado Pusilha, no tenemos datos cuantitativos, pero Joyce (1929:444; Joyce et al 1928:345) afirma que el porcentaje de cerámica pintada fue alta. En Actun Balam (Pendergast 1969:16), por otro lado, solo 33 de los 22,415 tiestos recuperados, o sea el 0.15% estaban pintados y la cantidad de cerámica fina en general fue baja. Nosotros no tenemos los conteos finales para la Cueva de Los Quetzales pero más del 40% de la cerámica recuperada en la recolección de superficie en esta cámara consistió de cerámica pintada y más de 2800 tiestos de cerámica fina y policroma han sido analizados al momento.

Parece ser que tanto Pusilha como Los Quetzales son similares en contenido de cerámica con inscripciones jeroglíficas y con estuco (Joyce et al 1928:345; Joyce 1929:444). Una vez más, es difícil hacer comparaciones con Pusilha debido a la forma en que la cerámica fue analizada, pero el depósito de Los Quetzales parece ser diferente en cuento a que contiene un gran número de tambores de cerámica policroma (casi 300 en este momento de nuestro análisis), los cuales no son mencionados por Joyce. Hay también más de 100 tiestos de incensarios modelados y/o aplicados que hacen diferente al depósito de los Quetzales no solo del de Actun Balam sino también de las cuevas de Dos Pilas donde estas piezas son poco comunes. En Pusilha, fueron recuperados incensarios, pero la cantidad es incierta (Joyce et al 1928:344). También podemos asumir que las figurillas no se dieron en Pusilha ya que si no, estas hubieran sido mencionadas. Actun Balam (Pendergast 1969:39) reporta seis figurillas mientras que en Los Quetzales, estas son una categoría de artefactos mayor ya que se encontraron 59, entre las que se encuentran piezas enteras y fragmentadas, la mayoría de estas en forma de silbatos.

Con respecto a los artefactos no cerámicos hay una diferencia mucho mayor entre las cuevas. Joyce (1929:446; Joyce et al 1928:344) menciona haber encontrado algunas manos y piedras de moler mientras que Pendergast (1969:54) reporta solo una piedra de moler y dos manos. En Los Quetzales se recuperaron 22 manos y tres piedras de moler. A pesar de que no tenemos cifras sobre los materiales encontrados en Pusilha, parece ser que las navajas de obsidiana fueron abundantes (Joyce 1929:446; Joyce et al 1928:344), en Actun Balam solo se encontraron 16 (Pendergast 1969:53) y 32 fueron recuperadas en Los Quetzales. Pusilha también reportó tres puntas, mientras que Actun Balam recuperó seis y solo dos fueron encontradas en Los Quetzales, aunque en esta cueva se encontró un cuchillo grande de pedernal fechando al Preclásico.

Además de los objetos mencionados, Joyce (1929:446) dice que los artefactos de piedra estuvieron ausentes mientras que Pendergast (1969:5354) reporta haber encontrado dos hachas, un descortezador y dos malacates. Los Quetzales produjo una pieza de hematita y dos fragmentos de pizarra con estuco rojo alrededor de sus orillas, el cual pudo haber pertenecido a un espejo. También fueron encontrados dos hachas, un descortezador y dos anillos de piedra (donas). En Actun Balam (Pendergast 1969:53) se recuperó solamente una lasca de pedernal mientras que docenas fueron encontradas en Los Quetzales. A pesar de que hay similitudes en los artefactos de piedra encontrados en los diferentes depósitos, las cantidades difieren grandemente y tanto Actun Balam como Los Quetzales reportan objetos únicos.

En Pusilha, el único artefacto de hueso mencionado es un pendiente con glifos grabados hecho de una mandíbula humana (Joyce 1929:446447). Fueron encontrados algunos huesos no trabajados o restos de fauna, lo cual indica que la falta de artefactos de hueso en Pusilha no es el resultado de preservación pobre. En Actun Balam se reportan 25 artefactos de hueso incluyendo 10 cuentas, 2 tubos, 5 lengüetas, 3 agujas y 5 fragmentos de hueso trabajado (Pendergast 1969:5455). Los artefactos de hueso fueron abundantes en Los Quetzales. Aunque no se encontraron cuentas de hueso sí se recuperaron cuatro discos que pudieron haber tenido la misma función, cinco tubos y una espátula que parece haber sido un objeto de adorno personal. La categoría mayor de artefactos incluye cinco lengüetas y 12 agujas. Estas tendrán una mención especial más adelante debido a que varias son especialmente elaboradas y no tienen contraparte en el conjunto de artefactos de Actun Balam. Sin incluir en esta lista, hay una mano tallada que debe haber sido la parte final de una aguja o lengüeta. En su parte de atrás tiene un glifo, UBAK, su hueso.

En Pusilha no se llevó a cabo ningún análisis de restos de fauna pero los arqueólogos reportan haber encontrado cantidades de hueso animal incluyendo restos de mamífero grande, pájaro, tortuga, pescado y tenazas de cangrejo (Joyce et al 1928:344; Joyce 1929:447). Los materiales de fauna parecen haber sido muy escasos en Actun Balam, donde solo 156 artefactos de hueso fueron recuperados (Pendergast 1969:5658). En Los Quetzales más de 3800 huesos han sido catalogados. A pesar de que el análisis de este material aún continúa en proceso, es notoria una gran cantidad de hueso de tortuga dentro del mismo.

Los artefactos de concha no son comunes en ninguno de estos tres depósitos. En Pusilha se limitan a unas cuantas cuentas (Joyce 1929:447). En Actun Balam solo hay 18 artefactos, incluyendo 10 cuentas y 3 pendientes (Pendergast 1969:5556). Los Quetzales reporta 18 artefactos de concha incluyendo 8 cuentas y 4 pendientes. Entre estos un fragmento de concha labrada la cual tiene una representación del dios Chac.

Al revisar la propuesta de Thompson en que dice que uno de los mayores usos de cuevas era como lugar de depósito para material ceremonial desechado, hemos eliminado uno de sus casos y agregado el más recientemente descubierto, la Cueva de los Quetzales. Al mismo tiempo hemos especificado que la característica de estos es que están formados debajo de una chimenea que conecta ya sea con la superficie o está cerca de la entrada de la cueva. Al analizar los tres depósitos ceremoniales es claro que estamos tratando con una categoría bien definida en términos de forma y función. ¿Por qué hay entonces una diferencia tan grande entre los conjuntos de artefactos? ¿Es que esta variación refleja un problema con la tipología de Thompson o la forma en que la categoría fue definida?

La tipología de Thompson fue el primer intento para sintetizar la información de cueva existente y como tal, es sumamente valiosa porque da un acercamiento estructurado al estudio de cuevas. Por lo tanto proponemos que el problema básico en este caso es que la unidad de consideración es la cueva, la cual es simplemente el receptáculo para objetos usados en otra parte y lo que se necesita es un análisis del contexto social que rodeaba a cada cueva, el cual debe enfocar las diferencias en las ceremonias que produjeron los conjuntos de artefactos que fueron depositados en las cuevas.

Debido al excelente reporte de Pendergast (1969), ha sido posible hacer una comparación cuantitativa y detallada de los conjuntos de Actun Balam y Los Quetzales (Figura 7), la cual sugiere que hay más diferencia entre estos dos sitios que entre Los Quetzales y Pusilha. De acuerdo a informantes aparentemente hay un sitio a más o menos 1 km de Actun Balam, pero la vaguedad de las descripciones de esta ubicación deja dudas al respecto (Pendergast 1969:6). A pesar de esto, es claro que Actun Balam no está cercanamente relacionado a un centro y no parece tener ninguna arquitectura en la superficie del área inmediata. Debido a esto, podría parecer seguro decir que la cueva estuvo localizada en un área rural. A excepción de los artefactos que se encontraron dentro del depósito, hay carencia de los mismos dentro de la cueva (Pendergast 1969:11), esto sugiere que la cueva probablemente no funcionó como un centro importante de peregrinaje regional. Sin embargo, el depósito indica que fue un punto importante en el paisaje sagrado, aunque tal vez únicamente para la población en el área inmediata, por lo tanto, debió haber sido utilizada principalmente por campesinos. Esta interpretación está apoyada por el conjunto de artefactos encontrados, el cual está compuesto casi exclusivamente por cerámica sin engobe y por la ausencia de objetos de élite dentro de los artefactos no cerámicos. Las ceremonias, por lo tanto, pudieron haber estado relacionadas al ciclo agrícola, en la misma forma como en las ceremonias Mayas modernas, las cuales ocurren más frecuentemente alrededor del tiempo de siembra y cosecha.

La cueva de Pusilha está localizada a más o menos 3/4 de km de la plaza central de Pusilha y a solo a 300 m de varias cumbres de cerros que contienen arquitectura mayor (Figura 8). La cueva en sí está en la cumbre de un cerro que contiene varios montículos habitacionales. Esta, por lo tanto, se encuentra bien ubicada dentro de los límites generales del sitio de Pusilha y directamente asociada con lo que parecen haber sido residencias de élite. Por el tamaño modesto de la cueva, ésta probablemente no atrajo visitantes ajenos al sitio. Cuevas pequeñas similares a ésta, asociadas con grupos residenciales han sido encontradas en Dos Pilas, donde se ha sugerido que su uso pudo haber sido limitado a los residentes de un grupo de plazuela particular. Un patrón similar no hubiera sido raro aquí, en donde la cueva pudo haber servido a un grupo familiar residente en el cerro. Tales cuevas de linaje han sido documentadas en varias áreas de las Tierras Altas (Villa Rojas 1946:16; 1969:215; Thompson 1975). El status de élite en las mismas es inferido no simplemente sobre las bases de su ubicación dentro del sitio, sino también está basado en la naturaleza del material depositado en ellas, el cual incluye un gran número de cerámica policroma y obsidiana.

La cueva de Los Quetzales representa también una situación social diferente. La cueva está debajo de un cerro natural que ha sido modificado, en una plataforma sobre la cual la pequeña acrópolis del sitio de Las Pacayas fue construida. La presencia de una pared de piedra finamente cortada en la cueva y evidencia de construcción mayor para tapar varias áreas donde la bóveda de la cámara se abre a la superficie, refleja el hecho que la cueva era un importante componente integrado dentro del sitio. El depósito está localizado debajo de la abertura de la bóveda, la cual es la entrada a la cámara, la que está localizada bajo la plaza central del sitio, una vez más enfatizando la importancia de este rasgo.

La ubicación de la cueva en el corazón del centro político/ceremonial denota la importancia de su papel en los rituales públicos que se llevaban a cabo en nombre de la comunidad entera. A pesar de la naturaleza pública de los rituales no sería raro que el acceso a la cueva hubiera estado limitado a la élite. La presencia de una gran cantidad de cerámica policroma, así también como incensarios elaborados, tiende a reforzar esta impresión. El conjunto de artefactos que contiene espejos de hematita y hueso, y concha trabajada finamente, también apoyan esta proposición. La presencia de grandes cantidades de instrumentos musicales en la forma de tambores de cerámica y pitos, un raspador y posiblemente tambores hechos de la caparazón de tortuga, indican un diferente tipo de ritual que el visto ya sea en Actun Balam o Pusilha. Las ceremonias en Los Quetzales eran obviamente asuntos mucho más elaborados en donde la actividad del sacerdote era apoyada por el acompañamiento de música.

APRECIACIONES GENERALES

En el artículo anterior se ha intentado examinar un tipo particular de los rasgos de cuevas definidos por Thompson, el depósito ceremonial. Como parte de este estudio hemos definido más estrechamente lo que consideramos ser los atributos más importantes de estos rasgos para que todos los ejemplos citados reflejen similaridad tanto en forma como en función.

A pesar de esto, el análisis muestra grandes diferencias entre los conjuntos de artefactos de cada cueva. Al intentar explicar estas diferencias es importante hacer notar que la unidad de análisis no es el depósito o la cueva en sí, sino que estas diferencias son solamente comprensibles en términos de un contexto social más grande en el cual cada cueva fuera utilizada. Como hemos mostrado, este escenario varía tremendamente de un contexto rural, no elitista, como el de Actun Balam, a un nivel más alto de rituales como el de Pusilha, para llegar después al más alto en Las Pacayas, en el cual la cueva está integrada dentro de la arquitectura políticoreligiosa del sitio y por lo tanto, funciona como parte del foco central de ceremonias conducidas en nombre de la comunidad entera.

REFERENCIAS

Andrews, E. Wyllys IV

1965        Explorations in the Gruta de Chac, Yucatan, Mexico. Middle American Research Institute, Pub.31. Tulane University, New Orleans.

Gruning, E. L.

1930        Report on the British Museum Expedition to British Honduras, 1930. Journal of the Royal Anthropological Institute 60:477483.

Joyce, Thomas A.

1929                Report on the British Museum Expedition to British Honduras, 1929. Journal of the Royal Anthropological Institute 59:439459.

Joyce, Thomas A., T. Gann, E.L. Gruning y R.C.E. Long

1928        Report on the British Museum Expedition to British Honduras, 1928. Journal of the Royal Anthropological Institute 58:323349.

Pendergast, David M.

1969                The Prehistory of Actun Balam, British Honduras. Art and Archaeology Occasional Paper 16. Royal Ontario Museum, Toronto.

Thompson, J. Eric S.

1975        Introduction to the Reprint Edition. En The HillCaves of Yucatan por Henry C. Mercer. University of Oklahoma Press, Norman.

Villa Rojas, Alfonso

1946                Notas sobre la etnografía de los indios Tzeltales de Oxchuc, Chiapas, Mexico. University of Chicago Microfilms, Manuscrips on Middle American Cultural Anthropology, No.7. Chicago.

1969                The Tzeltal. En Handbook of Middle American Indians, Vol.7: Ethnology, editado por E.Z. Vogt, pp.195225. University of Texas Press, Austin.

Figura 1 Mapa de la región del Petexbatun en que muestra la localización del sitio arqueológico Las

Pacayas

Figura 2 Mapa del sitio arqueológico Las Pacayas que muestra la localización de la cueva

Figura 3 Mapa de la arquitectura del sitio Las Pacayas que muestra la localización de la abertura arriba

del depósito

Figura 4 Mapa de las operaciones llevadas a cabo en la Cueva de Los Quetzales

Figura 5 Plan y perfil de la Cueva de Pusilha (tomado de Joyce 1929)

Figura 6 Plan y perfil de Actun Balam (tomado de Pendergast 1969)

Figura 7 Cuadro comparativo entre Altun Balam y Los Quetzales

Figura 8 Mapa del sitio Pusilha que muestra la relación de la cueva con los complejos arquitectónicos

(tomado de Gruning 1930)

 

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