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30 Los cambios sociopolíticos en las Tierras Bajas Mayas durante los siglos IV y V DC – Patrick Culbert – Simposio 7, Año 1993

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Culbert, T. Patrick

1994                Los cambios sociopolíticos en las Tierras Bajas Mayas durante los siglos IV y V DC. En VII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1993 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.329-334. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

30

LOS CAMBIOS SOCIOPOLÍTICOS EN LAS TIERRAS BAJAS MAYAS DURANTE LOS SIGLOS IV Y V DC

T. Patrick Culbert

Este trabajo examinará, de una forma intencionalmente provocativa, el periodo que comprende la última mitad del siglo IV y los principios del V. Este periodo fue de importancia crítica para el desarrollo de Tikal, del noreste de Petén y, quizá, para la toda región de las Tierras Bajas Mayas. Los eventos se centraron alrededor del cambio de gobierno de Garra de Jaguar a Nariz Rizada, un cambio que estuvo estrechamente vinculado a la re-ubicación de los entierros reales en el sitio y a la aparición de nuevos patrones funerarios y depósitos de ofrendas. De gran importancia también fue la interacción entre Tikal y Uaxactun, en la que estaban involucrados los mismos individuos que jugaban un papel prominente en los asuntos de la dinastía de Tikal. Además, la influencia de Teotihuacan en el propio Tikal se había fortalecido. A un nivel más general, éste fue también el periodo en que ocurrió un rápido crecimiento del complejo de monumentos dinásticos a lo largo de las Tierras Bajas Mayas y cuando se nombraron a los fundadores de varios sitios principales. Aunque los arqueólogos y los epigrafistas están de acuerdo sobre la importancia de tales eventos, las interpretaciones de lo que pasó son múltiples y variadas. Mis comentarios en esta ponencia no pretenden resolver todos los problemas y preguntas pertinentes a tal periodo, más bien espero poder resaltar algunos de los puntos cruciales que merecen ser investigados.

Hablemos primero de la sucesión dinástica en Tikal. Garra de Jaguar, el noveno gobernante de Tikal, ocupó el trono en el año 376 DC, el mismo año que conmemoró el final del katun 17 en la Estela 39. El evento clave entre Tikal y Uaxactun, que discutiremos más adelante, tuvo lugar en el año 378 DC y Nariz Rizada fue instalado como gobernante de Tikal un año después, en 379 DC. Los pormenores de la sucesión de Garra de Jaguar a Nariz Rizada son asuntos de gran importancia y donde se generan desacuerdos profundos ya que algunos expertos consideran que tal sucesión representa la herencia natural de padre a hijo, mientras que otros la consideran como una ruptura en la línea dinástica.

La evidencia que se encuentra en la Estela 31 señala que Escudo Lanzadardos (Spearthrower Shield) es el padre de Nariz Rizada. Aun cuando Schele y Freidel (1990) consideran que el glifo de Escudo Lanzadardos es un título dado a Garra de Jaguar (lo que significaría que Nariz Rizada sería el hijo del noveno gobernante), esta interpretación descansa sobre una serie de substituciones de glifos que yo personalmente encuentro poco convincentes. La interpretación también parece apoyarse en la suposición de que la continuidad numérica asignada a los gobernantes significa literalmente una continuidad de sangre en el gobierno del sitio (Nariz Rizada fue casi con seguridad el décimo sucesor al gobierno de Tikal, después de Garra de Jaguar, quien fue el noveno). Está bastante claro que la legitimidad de un gobernante se originaba en que éste fuese un sucesor del fundador, pero no existe indicación alguna de que tal sucesión debía ser genética. Por ejemplo, los Papas adquieren legitimidad por ser los sucesores de San Pedro, pero tal sucesión depende de procesos religiosos más que de una línea de sangre. Si se asume que la continuidad numérica asignada a un sucesor indica continuidad genética, entonces podemos señalar que un número significativo de sitios Mayas fueron gobernados por el mismo linaje por siglos ininterrumpidos, un logro que no tiene paralelo en otras civilizaciones históricas.

La mayoría de autores especializados apuntan que en ese momento hubo un rompimiento en la sucesión en Tikal, ésta me parece una propuesta más lógica que proponer una «transmutación» de Escudo Lanzadardos en la persona de Garra de Jaguar. En 1975, Coggins propuso que Nariz Rizada era un personaje foráneo que llegó a Tikal desde El Mirador o Kaminaljuyu. También Laporte y Fialko (1990) están de acuerdo en que hubo un cambio en la línea dinástica de Tikal con el advenimiento de Nariz Rizada, no obstante, ellos interpretan el cambio como un relevo de un linaje importante por otro de la misma clase. Tal revuelta interna dentro del escenario político de Tikal me parece la alternativa más probable.

Otro individuo de gran importancia en esos tiempos fue Rana Humeante. Para poder discutir en detalle el papel de Rana Humeante debo ahora referirme a la relación entre Tikal y Uaxactun. En la fecha 8.17.1.4.12 (16 de Enero del año 378 DC) ocurrió una interacción de suma importancia entre Tikal y Uaxactun. Comúnmente tal evento se interpreta como una guerra en la que Tikal venció a Uaxactun (Mathews 1985; Schele y Freidel 1990; Valdés et al. 1994). Por su parte, Schele y Freidel (1990) consideran que en esta ocasión Tikal adoptó una nueva estrategia de guerra de conquista que no había tenido lugar previamente en las Tierras Bajas Mayas. En cambio, Houston (comunicación personal) y Stuart (1993) consideran que la descripción de los glifos no significa guerra. En todo caso, nadie rechaza que tal evento, el cual fue conmemorado posteriormente en ambos sitios, sea de suma importancia y que a partir de entonces Tikal dominó políticamente a Uaxactun por el resto del Clásico Temprano.

Cualquiera que haya sido el evento que tuvo lugar entre los dos sitios, es claro que Rana Humeante fue el personaje protagonista. Rana Humeante aparece retratado en la Estela 5 de Uaxactun, una estela erigida para conmemorar la fecha antes mencionada, vestido con su indumentaria guerrera y portando su lanzadardos. Además se le menciona en el Marcador del Juego de Pelota de Tikal en asociación con la fecha 8.17.1.4.12. También es mencionado en la historia retrospectiva de la Estela 31 en Tikal y aparece mencionado de nuevo 120 años más tarde en la Estela 22 de Uaxactun. En la actualidad, existen dos preguntas importantes acerca de Rana Humeante que permanecen sin respuesta: su papel político y su origen.

Aunque él utiliza el Glifo Emblema de Tikal en las inscripciones de Tikal y Uaxactun, todo parece indicar que Rana Humeante nunca fue gobernante de Tikal, ya que no se le menciona como tal y no existe un número dinástico asignado a él en la lista de gobernantes de Tikal. Sin embargo, Rana Humeante parece haber ostentado un jerarquía superior a Nariz Rizada, quien ascendió al poder de Tikal un año después del evento Uaxactun/Tikal. Cuando Nariz Rizada fue instalado como gobernante, la ceremonia tuvo lugar en «la tierra de Rana Humeante» y cuando él celebró el fin del katun en la Estela 18 de Tikal, casi veinte años después, él hace referencia a sí mismo como el Ahau de Rana Humeante. Valdés y Fahsen (en este volumen) así como Schele (comunicación personal) enfatizan que Rana Humeante usa el título Chakte, lo que implica que Rana Humeante era soberano de una entidad política mayor de carácter regional que incluía tanto a Tikal como a Uaxactun y que Nariz Rizada servía como su representante local en Tikal. Yo encuentro un poco desconcertante el hecho de que el soberano no gobernase desde Tikal y que hubiese escogido residir Uaxactun y ser enterrado ahí mismo, como sugieren Valdés y Fahsen (en este volumen). Se puede especular que alguna cuestión referente a la genealogía de Rana Humeante (quizá su origen extranjero) le imposibilitaba establecer un gobierno legítimo en el centro sagrado de Tikal, aunque esto no le impedía ejercer una soberanía regional.

La cuestión del origen de Rana Humeante resulta, necesariamente, en una confrontación de aquellos que favorecen la hipótesis de continuidad en la línea dinástica de Tikal y aquellos que se inclinan por la discontinuidad del linaje. En el Marcador del Juego de Pelota, se identifica a Rana Humeante como hermano de alguien llamado Búho Lanzadardos. Búho Lanzadardos puede ser la misma persona que Escudo Lanzadardos, a quien se identifica como padre de Nariz Rizada. Si esto es cierto, Rana Humeante sería el tío de Nariz Rizada, el décimo gobernante. Si el argumento de Schele y Freidel (1990) es correcto, en lo referente a que Búho-Escudo Lanzadardos es de hecho Garra de Jaguar, entonces Rana Humeante sería el hermano del noveno gobernante en lo que sería una sucesión ininterrumpida de la dinastía. Si la hipótesis de Schele y Freidel no es correcta, entonces el origen de Rana Humeante permanece aún sin resolver. Otro asunto de importancia crucial es el paradero de Garra de Jaguar durante el evento de Tikal/Uaxactun. La única información disponible está en la Estela 31 de Tikal, en un pasaje donde se atribuye la destrucción de los edificios de Uaxactun a Rana Humeante (Schele y Freidel 1990:148) y donde se menciona a Garra de Jaguar en relación a un sacrificio. Por un lado, Schele y Freidel (1990:149) interpretan esto como un ritual de derramamiento de sangre de Garra de Jaguar en celebración de la victoria. Por otro lado, Grube y sus colegas (comunicación personal) consideran que Garra de Jaguar fue sacrificado en realidad, esta interpretación apoyaría firmemente la idea de turbulencia interna y de un cambio dinástico.

Estoy de acuerdo con Laporte y Fialko (1990) cuando ellos afirman que al mismo tiempo en que Nariz Rizada ascendió al poder, la sede del gobierno de Tikal se cambió de la zona de Mundo Perdido hacia Acrópolis del Norte, donde había estado ubicada originalmente varios siglos atrás (Coe 1990). La única estela conocida de Garra de Jaguar (Estela 39) estaba localizada en la zona Mundo Perdido y allí había cuatro entierros de la alta élite que corresponden a la época Manik 2 (los tiempos de Garra de Jaguar y sus predecesores inmediatos). Este parece haber sido un periodo de gran expansión arquitectónica en la zona de Mundo Perdido (Laporte 1993). Entre tanto, la zona de la Acrópolis Norte/Gran Plaza permaneció inactiva. Aunque se remodelaron algunos edificios ya establecidos en la acrópolis, no se realizaron cambios mayores ni modificaciones en las plazas adyacentes (Jones 1991). El único gran entierro en Acrópolis del Norte, desde que el Entierro 85 se había depositado en el siglo I DC, fue el Entierro 22 que pertenecía a un individuo importante en el momento de la transición entre Manik 2 y 3. Sin embargo, después de algún tiempo se observa claramente el inicio de una gran revisión arquitectónica de Acrópolis del Norte y la Gran Plaza – que Jones (1991) ha atribuido a Nariz Rizada – y continua con el entierro del mismo de Nariz Rizada (Entierro 10) hacia el año 426 DC y luego con el entierro de su hijo y sucesor, Cielo Tormentoso (Entierro 48), en el año 457 de nuestra era.

Si durante el reinado de Nariz Rizada parece haberse incrementado el vigor en Tikal, aparentemente también hubo una importante expansión de los dominios de Tikal. Cualquiera que haya sido el evento de 8.17.1.4.12, a partir de ese entonces Tikal parece tener a Uaxactun bajo control. El hecho de que en El Zapote, ubicado 25 km al sur de Tikal, se encuentra una estela que utiliza el Glifo Emblema de Tikal y que menciona a los gobernantes de Tikal nos hace pensar que este lugar debe haber sido parte de los dominios de Tikal. Se cree que el dominio de Tikal se extendía 100 km al norte hasta Río Azul, tal extensión se habría alcanzado ya sea durante el reinado de Nariz Rizada o después. Existen pocas dudas de que Tikal controló, al menos por un siglo, un extenso territorio, por lo que debe haber sido el sitio de mayor importancia en Petén.

Además, en esos tiempos hubo cambios significativos en los patrones ceremoniales Mayas que coinciden con los eventos históricos que acabamos de discutir. En un estudio reciente realizado por Estella Krejci y el autor (s.f.), tras analizar los entierros del Preclásico y del Clásico Temprano en las zonas del noreste de Petén, la Pasión y Belice, descubrimos una serie de entierros de las altas élites que empezaron en el Preclásico Tardío y continuaron sin interrupción hasta los principios del Clásico Temprano. Después se introdujeron algunas adiciones a las ofrendas en los entierros de la alta élite, las cuales son inicialmente evidentes en el entierro de Nariz Rizada. Las adiciones incluyen una transición en la cerámica, que discutiremos en seguida y nuevos objetos funerarios como esqueletos de aves, animales y reptiles, garras de jaguar, así como mosaicos de jade y conchas. A partir del entierro de Nariz Rizada, estos nuevos objetos se convirtieron en norma para la mayoría de los entierros de las más altas élites de Tikal, Uaxactun y Río Azul.

Una transformación mayor en los depósitos de ofrendas tuvo lugar aproximadamente al mismo tiempo. Esta transformación, sin embargo, sólo se puede ver en Acrópolis del Norte de Tikal y no es evidente en Mundo Perdido ni en Uaxactun. Todos los sitios muestran un patrón de empobrecimiento relativo de las ofrendas; este patrón persistió durante el Preclásico Tardío y hasta los periodos equivalentes a Manik 1 y 2. Pero en un momento dado los depósitos en Acrópolis del Norte mostraron una exhuberancia de ofrendas y con la añadidura de pedernales, obsidianas, pequeñas figurillas de concha (y en ocasiones de jade), así como restos de cocodrilos, tortugas, serpientes y aves. También se hicieron comunes las espinas de mantarraya, las que por lo general fueron más bien imitaciones de espinas de raya talladas en hueso. En la estratigrafía de Acrópolis del Norte (Coe 1990), esos cambios tuvieron lugar en una fecha posterior al año 325 DC y podrían asociarse – dada la incertidumbre acerca de fechas absolutas para Acrópolis del Norte – con el reinado de Nariz Rizada.

La transición cerámica entre Manik 2 y 3 también tuvo lugar aproximadamente al mismo tiempo. Tanto Coggins (1975), como Laporte y Fialko (1987), han discutido en detalle los tipos cerámicos involucrados. En lo que se refiere a entierros, la primera evidencia de Manik 3 se encuentra en el Entierro 10, el cual es el entierro de Nariz Rizada en Acrópolis del Norte. Krejci y el autor (s.f.) describimos la transición de la cerámica de entierros de la siguiente manera:

«El cambio en la cerámica de esta época incluye tanto la adición de nuevos objetos, como cambios drásticos en el enfoque decorativo y en la frecuencia de ciertos rasgos. En Manik 2, el eje del mensaje estilístico se encuentra en ollas policromadas con ángulo-Z agudo y en las ollas de reborde basal con tapaderas cóncavas (véase Laporte y Fialko 1987). Se hacen comunes los soportes tetrápodes, especialmente en las jarras. En Manik 3, las vasijas tetrápodes con ángulos-Z agudos desaparecen y, lo más importante, las vasijas policromadas se hacen menos comunes. Así también las tapaderas cóncavas que eran tan centrales a la iconografía Manik 2, dejan de usarse. En su lugar aparecen de forma abundante las vasijas trípodes cilíndricas con tapaderas de mandil o cónicas, algunas de ellas decoradas con estuco pintado y las ollas de lados redondeados. Los programas iconográficos de estas vasijas son nuevos y algunos, por supuesto, se derivan de Teotihuacan».

Existen indicaciones firmes de que la influencia mexicana (presumiblemente de Teotihuacan) en el grabado de la piedra y en la cerámica estaba asociada con los eventos y los cambios que hemos discutido. En el grabado, el ejemplo más significativo, por supuesto, es el Marcador del Juego de Pelota encontrado en el Grupo 6C-XVI que no sólo duplica la forma mexicana sino también incluye en su inscripción Maya los nombres de Búho Lanzadardos y de Rana Humeante y hace referencia a la fecha del evento Tikal/Uaxactun. Además, recordemos los guerreros mexicanos con sus atlatl que se encuentran flanqueando la Estela 31 de Cielo Tormentoso y las estelas de Tlaloc que se encuentran tanto en Tikal como en Yaxha. Los ejemplos cerámicos más característicos se encuentran en los entierros de Nariz Rizada y de Cielo Tormentoso, los cuales incluyen ollas pintadas y estucadas (varias de las cuales son del tipo Naranja Delgado) repletas de iconografía mexicana. También debemos añadir la efigie del Dios Viejo que se encontró en el entierro de Nariz Rizada. Una parte principal de los cambios en las ofrendas de cerámica en los entierros de la élite, al inicio de Manik 3-A, es la proliferación de vasijas con forma de trípodes cilíndricos los que, aun cuando fueron hechas localmente y en versión Maya, se derivan en última instancia de la inspiración mexicana.

La interpretación del significado de estas influencias mexicanas ha dado origen a tantas versiones como hay autores escribiendo sobre el tema. En un extremo, sería difícil encontrar alguien que niegue la idea de que existió un contacto estrecho entre estos dos sitios; en el otro, es raro encontrar alguien que sostenga que los ejércitos Teotihuacanos realmente conquistaron los sitios importantes de las Tierras Bajas Mayas. Sin embargo, entre estas dos interpretaciones extremas existen casi todas las variantes de tono en opiniones al respecto. Yo tiendo a ubicarme entre los que consideran que los Teotihuacanos jugaron un papel activo en los eventos de las Tierras Bajas Mayas. Pienso que es probable que existiesen colonias de residentes mexicanos en los principales sitios Mayas tales como Tikal. Ellos probablemente vinieron como comerciantes y se quedaron a vivir en los sitios por algún tiempo y quizá se casaron con mujeres Mayas. Es bien conocido que en el centro de México los comerciantes estaban armados y tenían la capacidad para servir como fuerzas paramilitares, de ahí que considero que su participación en las disputas y luchas faccionarias internas en los sitios Mayas pudieron darle una ventaja decisiva a la facción local que solicitase su apoyo. Tengo la sospecha que tal intervención en una lucha de poder entre facciones o linajes implicados en el cambio de dinastía de Garra de Jaguar a Nariz Rizada pudo haber sido el factor clave que propició la alianza de Nariz Rizada y Cielo Tormentoso con Teotihuacan y este hecho habría contribuido al éxito de los dos gobernantes. No tengo la certeza de que individuos como Búho Lanzadardos y Rana Humeante sean originarios del centro de México, pero pienso que esto es más probable a que ellos hayan sido hijos de matrimonios entre los residentes Teotihuacanos y mujeres nativas Mayas (probablemente nobles).

En resumen, el periodo que comenzó aproximadamente cuando se instauró el reinado de Nariz Rizada en Tikal en el año 379 DC marca el principio de cambios sustanciales en los patrones artísticos, iconográficos y rituales Mayas en Tikal. Probablemente también aquí comenzó un periodo de expansión durante el cual Tikal estableció un dominio que lo convirtió en el sitio hegemónico de Petén. En mi opinión, este periodo de éxito explosivo en Tikal está claramente asociado con un cambio en el liderazgo dinástico, un cambio en el que estuvo involucrada la influencia o la intervención de Teotihuacan.

Para situarlo en un contexto más amplio, podemos indicar que el periodo que comenzó en 9.0.0.0.0 (435 DC) fue uno de gran importancia para la región entera de las Tierras Bajas Mayas. Se tiene conocimiento desde hace varias generaciones de que éste es el momento en que se inició la rápida expansión del complejo de monumentos dinásticos (el viejo «culto de la estela»). Ahora que conocemos más detalles acerca de las dinastías Mayas, sabemos que esta es la época en el que los fundadores de algunos principales sitios Mayas fueron entronizados. Yax K’uk Mo, el fundador del linaje de Copan ocupaba el trono en el año 435 DC, mientras que el fundador de Palenque pudo haber sido instalado en el 431 DC. Por cierto, una referencia retrospectiva al año 455 DC en Quirigua podría bien ser una alusión a su fundación. En varios de esos sitios se han observado varias similitudes en el grabado y en la escritura con los del noreste de Petén. En este sentido, se acredita el inicio de las inscripciones en Quirigua a una intrusión de las élites de Petén. Por mi parte considero, recurriendo al Tikal-centrismo una vez más, que los impulsos provenientes del noreste de Petén fueron responsables por los cambios que se desarrollaron en las Tierras Bajas durante la parte temprana del siglo V de nuestra era.

Pero, ¿cuáles fueron los mecanismos y la naturaleza de tales impactos? Nadie se atrevería a afirmar que Tikal conquistó el resto de las Tierras Bajas Mayas. Tampoco es plausible que el concepto y la institución del reinado fuesen introducidas en este momento histórico, ya que al menos en Copan, las inscripciones corresponden a principios del periodo Clásico Temprano. Después se empezó a introducir algunas adiciones a las ofrendas en los entierros de la alta élite, las cuales son inicialmente evidentes en el entierro de Nariz Rizada. Las adiciones incluyen una transición en las cerámicas y nuevos objetos funerarios. A partir del entierro de Nariz Rizada, estos nuevos objetos indican la ascendencia de dinastías locales. A un nivel más material, la estimulación del comercio a larga distancia, que quizá se originó a partir de los lazos más estrechos con Teotihuacan, puede haber generado nuevas alianzas comerciales que resultaron en un acercamiento entre los sitios y que contribuyeron a la diseminación de nuevas ideas.

REFERENCIAS

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1990        Excavations in the Great Plaza, North Terrace and North Acropolis of Tikal. Tikal Report 14. The University Museum, University of Pennsylvania, Philadelphia.

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1975        Painting and Drawing Styles at Tikal: An Historical and Iconographic Reconstruction. Tesis Doctoral, Harvard University, Cambridge.

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1991                Cycles of Growth at Tikal. En Classic Maya Political History: Hieroglyphic and Archaeological Evidence, editado por T.P. Culbert, pp.102-127. Cambridge University Press, Cambridge.

Krejci, Estella y T. Patrick Culbert

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Laporte, Juan Pedro

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1990                A Forest of Kings: The Untold Story of Ancient Maya. William Morrow and Company, Inc., Nueva York.

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1993                Historical Inscriptions and the Maya Collapse. En Lowland Maya Civilization in the Eighth Century A.D., editado por J.A. Sabloff y J.S. Henderson, pp.321-354. Dumbarton Oaks Research Library and Collection, Washington, D.C.

Valdés, Juan Antonio, Federico Fahsen y Héctor Escobedo

1994                Obras Maestras del Museo de Tikal. Parque Nacional Tikal, Instituto de Antropología e Historia; Editorial Piedra Santa, Guatemala.

 

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