09. CIUDAD, PUEBLO O ALDEA: LA FORMACIÓN DE LA CIUDAD MAYA VISTA A TRAVÉS DEL ASENTAMIENTO ARQUELÓGICO DEL SURESTE DE PETÉN

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Ciudad, pueblo o aldea: la formación de la ciudad Maya vista a través del asentamiento arquelógico del sureste de Petén

Desde que el Proyecto Atlas Arqueológico de Guatemala dio inicio a las exploraciones arqueológicas en Petén, ha venido esbozando la dinámica cultural de la estructura territorial de los antiguos mayas, logrando organizar las características principales de sus ciudades, a tal grado de establecer los rangos que definen esta amplia región, algo así como definir las ciudades principales con sus pueblos y aldeas periféricas.

Los resultados han sido producto de un amplio reconocimiento arqueológico de cobertura total, lo cual ha permitido identificar, en su gran mayoría, todos los rasgos urbanos que definen a los asentamientos. Estudios regionales en otras áreas de la zona Maya nos han permitido iniciar con la comparación de los resultados y así lograr observar rasgos comunes que caracterizan a la ciudad Maya.

En anteriores ocasiones hemos recalcado los principales problemas que existen para la definición de la ciudad y su territorio, las concepciones iniciales eran el de considerar a la metrópoli Maya a través de un modelo o trazo cosmogónico, manteniendo la idea de una ciudad icónica. Por otro lado tenemos la posición de considerarla con una fuerte concepción funcional, estableciendo las áreas administrativas, ceremoniales y en muchos casos por un alto crecimiento poblacional, reflejado en aquellos núcleos que conforman actividades económicas comunes y especializadas.

Otro elemento a considerar dentro del problema de definición, es el tratar de dar una explicación a través de las grandes urbes mesoamericanas, las cuales al ser de características únicas no representan a la gran mayoría de los asentamientos.

Para iniciar con la discusión y plantear los problemas analíticos con los que iniciamos nuestras investigaciones, permítanme hacer una analogía, que si bien carece de una total comparación, nos va a servir para dar un punto de partida. En la actualidad y en éste mundo globalizado existen ciudades de diferentes dimensiones y estructura, así como de desiguales concepciones, por ejemplo podemos mencionar ciudades como Washigton, Londres, Berlin o Tokio, éstas se caracterizan por integrar y mostrar el poder económico, social y político. Por otro lado tenemos a otras ciudades de una escala completamente diferente, como lo puede ser San Salvador, Guatemala o Tegucigalpa. Sin embargo aunque estas son de modesta dimensión no dejan de representar el modelo económico, político y social que despliegan a nivel regional. Ahora bien, hagamos un segundo ejercicio, cuantas ciudades del rango de Londres o Berlin existen y cuantas del rango de Guatemala o San Salvador hay en el mundo? La respuesta nos lleva a otra pregunta: Es posible explicar la formación de un emplazamiento urbano a través del estudio de ciudades de diferente formación? ó podríamos explicar la formación de las ciudades a través de un trazo relacionado a concepciones religiosas como por ejemplo la ciudad de El Vaticano?

Generalmente los estudios de patrón urbano son explicados a través del análisis efectuado en ciudades como Tikal, Calakmul, Naranjo o El Mirador, en la actualidad los avances del estudio del patrón de asentamiento, han mostrado que la densidad poblacional indicada a través de la identificación de nuevos sitios arqueológicos es impresionante, las exploraciones regionales como en el área del Petexbatún, Sierra Lacandón (Golden et al. 2004), sur y centro de Petén y en la Cuenca Mirador (Mejía 2007, 2008, 2011), indican un sin número de ciudades de diferentes rangos, la gran mayoría de reducidas dimensiones como La Técnica, Ixtonton, Ixec, El Ramonal o El Lechugal, solo por mencionar algunos ejemplos y que seguramente muchos de ustedes nunca han escuchado de ellas. Estos asentamientos de escala reducida, si es que las comparamos con Tintal, Ucanal o Ceibal, por ejemplo, representan aproximadamente un 90% de los asentamientos de las Tierras Bajas Mayas. Entonces seguimos preguntándonos: es posible trazar un esquema que muestre cuales eran los componentes básicos o fundacionales para definir la estructura de la ciudad Maya?

 

Estructura de la ciudad maya, vista a través del sur y centro de Petén

 

Las Tierras Bajas Mayas Centrales conforman un amplio territorio que tiene una formación variada, algunas áreas difieren en aspectos estructurales vitales, como población, base de subsistencia, extensión en área, diferencias en la urbanización y de centralización política, por lo que es evidente que coexistieron varios niveles de desarrollo. Estas entidades políticas son sociedades cuya organización varía en relación a tres ejes principales (Blanton et al. 1982):

 

1) tamaño y área poblacional;

2) complejidad en la diferenciación funcional entre unidades sociales;

3) integración e interdependencia de unidades.

 

Esto admite un juego de variables que permiten comparar modelos de complejidad social de rango diferente (Stein 1994:11). Para categorizar a la sociedad que habitó y desarrolló entidades tales como Naranjo, Calakmul o Tikal entre otras, se aplican conceptos de complejidad socio-política cercanos al del estado, al menos en su variante de estado temprano. La cantidad y la calidad de la arquitectura que se encuentra en estos centros implica que sus élites contaban con mayor energía humana y recursos naturales que en otros sitios de menor dimensión, por lo que estos últimos han sido considerados generalmente como dependientes de sus vecinos mayores, tanto en lo político como en lo social y económico (King y Potter 1994:64), ésta perspectiva ha sido formalizada en la aplicación del modelo del lugar o ciudad central.

Con los resultados se establecieron las características de la ciudad Maya las tierras bajas centrales y del sur, éstos son un conjunto de carácter ritual-administrativo, a las cuales se adscribe una zona habitacional. Se han identificado al menos cuatro conjuntos arquitectónicos que las definen, pudiendo aparecer todos ellos o solo algunos como rasgo de definición de centros para la zona, estos elementos indican la presencia de un ente urbano dentro de la esfera política y cultural de tipo regional (Laporte 2001). Específicamente para el área del sureste de Petén ha sido tomado el Complejo de Ritual Público (CRP) llamado también Conjunto de Tipo Grupo E, Observatorios o Complejos de Conmemoración Astronómica (Ruppert 1940; Rathje et al. 1978; Chase 1985; Aveni y Hartung 1989; Cohodas 1985; Laporte y Morales 1994; Fialko 1988), como el conjunto definitorio para un centro o núcleo urbano. Generalmente éste es acompañado por los patios para el Juego de Pelota, las calzadas y los conjuntos de tipo Acrópolis. Hay otros conjuntos que pueden considerarse como lo pueden ser las Unidades Habitacionales Complejas (Samayoa 1993; Reyes 2004), los grupos de Avanzada Administrativa (Mejía 2008, 2011) y las estructuras tipo Palacio, sin embargo esta última es poco considerada debido a que en los procesos de reconocimiento son difíciles de identificar (Fig.1).

“Aunque la composición urbana que se ha diseñado no representa ninguna sorpresa, si es notable el que no importando la dimensión del asentamiento, suelen presentarse estos elementos (Laporte 2001b). Esta similitud estructural con las urbes Mayas es abrumadora, lo cual refleja una de dos posibilidades: Las ciudades menores simplemente replican a aquellas mayores, o bien esa es la estructura interna de la ciudad Maya, por lo que no es posible catalogarle como tal solamente por el tamaño. La situación de la época Clásica se ajusta a la segunda de las opciones, dado que todas son iguales en cuanto a estructura interna y difieren solamente en el tamaño” (Laporte y Mejía 2005). Este patrón tan conspicuo indica que la configuración urbana de Petén es mucho más compleja, si partimos de la base de caracterizar a las ciudades mayas a partir de los asentamientos mayores del norte de las Tierras Bajas, es así que la interpretación acerca de la estructura de la ciudad está rezagada debido al énfasis que se le ha dado al determinar solamente a estados que tienen un territorio mayor, con monumentos esculpidos y arquitectura vistosa. Eso quiere decir, que la ciudad está relacionada directamente con las entidades políticas de una región determinada.

Es por ello que la conformación depende de la región ya que no todos los sectores de las tierras bajas son iguales, por lo que es evidente que coexistieron varios niveles de desarrollo. Esto nos ha llevado a enfrentarnos a problemas metodológicos que nos han indicado lo dinámico que puede llegar a ser el patrón urbano. Debido a esto, se torna importante formular los rasgos de las distintas zonas para contrastar los rasgos particulares, lo que nos permitiría delimitar áreas de influencia en donde estos rasgos se desarrollaron, con esto queremos decir que es necesario crear un modelo flexible en donde coexistan los centros urbanos de rango mayor con aquellos de una escala más reducida.

Entonces surge la pregunta: como ponderar los asentamientos prehispánicos para definir o separar a aquellas ciudades de primer orden, con sus núcleos periféricos de rango menor, que en otras palabras formarían los pueblos y aldeas? Consideramos que solo teniendo una visión regional podemos acercarnos a dar una respuesta. Pensamos que explicar la formación de las ciudades a través del estudio individual de un sitio en particular, se podría mostrar y explicar un trazo urbano, pero no logramos trascender y esquematizar a la sociedad maya de una región en particular.

Para alcanzar estas metas, se diseñó un modelo en donde se definió un punteo para cada conjunto que conforma el asentamiento, teniendo en cuenta los rasgos observados a lo largo de toda la región, ponderamos cada elemento constitutivo y en base a esto, evaluamos cada resultado, en un principio a nivel individual para luego integrarlos a un nivel mayor (Laporte y Mejía 2005).

Para el estudio del trazo urbano y su ponderación tomamos en cuenta los siguientes aspectos:

 

  • Presencia o ausencia de los Complejos de Ritual Público o Conjuntos de Tipo Grupo E, así como su conformación y dimensión.
  • Grupos tipo acrópolis. Patio para el Juego de Pelota y Calzadas. Además se contabilizaron los grupos anexos a estos conjuntos, debido a que éste aspecto muestra la integración de otras posibles funciones o bien son parte integral dentro de la dinámica funcional de éstos conjuntos.
  • Se contabilizan los monumentos, dando un mayor puntaje a aquellos que presentan evidencia de escultura. Se marca la presencia de bóveda arquitectónica y de estructuras de planta circular, debido a que estos elementos son de particular conformación y responden a niveles estructurales de difusión restringida.
  • Otros elementos son la presencia de terrazas, chultunes, aguadas, pozos o elementos hidráulicos.
  • Parte importante para definir la dimensión y magnitud del asentamiento es el conteo de los grupos habitacionales y de las Unidades Habitacionales Complejas, estos elementos son un indicativo directo de la complejidad social y desarrollo productivo que la ciudad o pueblo ostentaban.

 

Con los resultados obtuvimos un punteo de cada asentamiento, por ejemplo el puntaje mayor lo obtuvo la ciudad de Calzada Mopan con 3403 puntos y el menor es El Jutalito con 65 puntos. Fue contundente observar como los asentamientos fueron acomodándose en tres niveles diferentes y cada bloque mostraba a su vez, las características similares entre ellos e indicaban los elementos comunes que definían el trazo urbano.

Es así que los sitios de Rango 1 o los que hemos considerado como una “ciudad”, mostraron la presencia de los principales conjuntos arquitectónicos que hemos definido, es decir, contienen dentro de su traza urbana a uno o dos Complejo de Ritual Público, conjuntos tipo acrópolis y patios para el Juego de Pelota. En su mayoría estos conjuntos están unidos a través de calzadas. Aunque el saqueo desmedido que han sufrido los sitios arqueológicos de Guatemala, ha sido posible registrar la presencia de monumentos esculpidos y lisos. Dentro de la estructura interna del área central de la ciudad, ha sido evidente la inclusión de conjuntos residenciales en donde resaltan las Unidades Habitacionales Complejas (Samayoa 1993; Reyes 2004). El área central está muy bien definida y es acompañada por una extensa área habitacional, la cual se dispersa por todo el territorio (Fig.2).

En contraposición los sitios de Rango 2 o definidos aquí, como pueblos, tienen la característica de contener algunos de los complejos arquitectónicos definidos, en donde sobresale la presencia de un Complejo de Ritual Público, generalmente acompañado por un conjunto de tipo acrópolis o bien por un Patio para el Juego de pelota, en algunos casos han sido documentados monumentos lisos o bien el trazo de alguna pequeña calzada de integración grupal. El área central sigue siendo definida y el área habitacional es de menor dimensión y extensión, generalmente estos “pueblos” se localizan cercanos a las áreas agrícolas, como las vegas de los ríos o bien en amplias planicies. Un aspecto importante de resaltar es que los sitios de Rango 2 pueden ser los precursores de los emplazamientos mayores en una época posterior, en muchos casos ha sido establecido que los sitios de Rango 1 y 2 en algún tiempo eran semejantes (Fig.3).

Por último tenemos a los sitios de Rango 3 a los que le hemos denominado como “aldeas”, están caracterizadas por un área central diminuta, su principal definición viene del hallazgo de un Complejo de Ritual Público de reducidas dimensiones, en algunos casos éste conjunto es sustituido por un conjunto de tipo acrópolis, el área habitacional es restringida a la periferia cercana del grupo central. Su emplazamiento también está asociado a áreas de producción agrícola o de algún bien de manufactura especializada como lo podría ser una cantera (Fig.4).

Con estos elementos expuestos, vemos que la ciudad Maya es de estructura similar y solo depende del grado de desarrollo individual de cada asentamiento. Por lo que volvemos a recordar que no importando la dimensión de la ciudad, estos elementos suelen presentarse, por lo que la similitud estructural es abrumadora, en un principio planteamos que esto puede corresponder a dos posibilidades:

  • Las ciudades menores replican a aquellas mayores.
  • O bien ésta es la estructura interna de la ciudad Maya.

Por lo que nuestra respuesta es que estamos ante la estructura interna de la ciudad maya de Petén, por lo que no es posible catalogarla como tal, solamente por el tamaño y su formación es contener a éstos conjuntos fundadores. Sin embargo como hemos mencionado, al cubrir varias regiones diferentes, se han establecido nuevas formas culturales, éstas se han presentado hacia la zona oeste de Petén, principalmente en la zona de sabana seca (actuales municipios de Santa Ana, San Francisco, Las Cruces y La Libertad), ésta es una amplia región definida por la ausencia de recursos hídricos, en donde la composición del suelo y el ambiente seco representa una barrera natural entre el sur, norte y oeste de las Tierras Bajas.

En un principio se había considerado a ésta zona casi desértica, como una zona poco poblada durante el periodo prehispánico, sin embargo luego de las exploraciones del Atlas Arqueológico de Guatemala, la dinámica cultural se ha ido develando poco a poco, los resultados mostraron un asentamiento un tanto diferente, marcado principalmente por la ausencia de los conjuntos arquitectónicos que estamos discutiendo en el presente trabajo. Solamente tres de los 39 asentamientos localizados mostraron la presencia de Complejos de Ritual Público, algunos otros presentan calzadas, patios para el juego de Pelota o bien conjuntos tipo acrópolis. Esta pobre dispersión de los conjuntos que consideramos fundadores de las ciudades mayas, indican que estamos frente a un cambio en la escena cultural.

El patrón de asentamiento de ésta zona, está definido por una amplia dispersión de conjuntos residenciales, formando núcleos que tienen como eje central a un conjunto de tipo acrópolis, en algunos casos ha sido documentada la presencia de calzadas y de monumentos, tal es el caso de la ciudad de Polol. Un rasgo interesante es la aparición de un conjunto particular que se ha convertido en definición para ésta zona, se trata de una sucesión de edificaciones anexas, en forma de “L” o “C” (Fig.5). Este rasgo característico del asentamiento clásico tardío de ésta zona ha sido determinado como un marcador cultural, debido que su distribución es hacia el norte de las Tierras Bajas y en muy raras ocasiones ha sido documentado en la zona sur y este de Petén. Al contrario, éste patrón ha sido ampliamente documentado desde la región de los lagos hasta la zona norte, principalmente en los sitios tardíos de la Cuenca Mirador.

Este panorama nos permite explorar nuevas formas de conformación territorial de la ciudad maya, nuestros estudios en éste sentido están iniciando, debido a que el reconocimiento se encuentra en franco avance. Sin embargo los datos que tenemos de otras regiones indican una línea de interpretación, además el avance de las exploraciones regionales también están mostrando que los conjuntos que hemos definido como elementos fundacionales de la ciudad maya, si están presentes en éstas regiones y solo en aquellos sitios de rango intermedio están ausentes. Este efecto lo podemos interpretar como un cambio en el patrón de asentamiento durante el final del periodo Clásico, asociado a penetraciones de elementos foráneos, marcados posiblemente por corrientes que provienen desde el extremo oeste a través del río Usumacinta y San Pedro y desde el norte de la península de Yucatán hacia el sur. En ambos casos aún no estamos en la disposición de explicar si se trata de incursiones poblacionales o bien solamente de cambio en la concepción de la distribución urbana.

Esta diferencia en el emplazamiento tardío de esta región, no es del todo ajena a la conformación típica de la ciudad Maya. En ambas regiones oeste y norte, tenemos casos muy consistentes en el trazo urbano y solo por mencionar unos pocos ejemplos en la zona de la sabana seca del municipio de la Libertad, se localiza el sitio de Rango 1 de Chi’Ch’a, uno de los conjuntos de mayor importancia en la zona, su traza urbana muestra la presencia de dos Complejos de Ritual Público, dos patios para el juego de Pelota y conjuntos tipo acrópolis. Hacia el oeste en las riberas del río San Pedro tenemos a la ciudad de La Florida conocida también como Naranjo Frontera, en donde muestra una clara conformación típica, teniendo al Complejo de Ritual Público como eje principal del asentamiento (Morales 1998). Hacia el norte de Petén, en la cuenca Mirador ocurre un efecto muy singular, éste consiste en que todos aquellos sitios que tuvieron su origen durante el periodo Preclásico mantuvieron el trazo urbano normado por los conjuntos fundadores, manteniéndolos durante su larga ocupación, sin embargo aquellos sitios de clara ocupación Clásica Tardía muestran la intrusión de éste tipo de conjuntos.

 

Conclusiones

 

Es así como llegamos al final, concluyendo que la ciudad Maya es un ente urbano estructurado con áreas bien definidas en cuanto a su función, que no podemos definirla simplemente por sus dimensiones y que el origen de los conjuntos que la conforman, nos recuerdan que las concepciones cosmogónicas están intrincadamente relacionadas con el trazo urbano.

La presente discusión se basa principalmente en las ciudades del periodo Clásico, en donde la expansión poblacional experimentó uno de los picos más altos dentro de la ocupación prehispánica de Mesoamérica. En un principio habíamos considerado que la formación de la ciudad maya del periodo Preclásico correspondía a otro tipo de organización, debido principalmente a la concepción ideológica y estructural que posiblemente divide ambos periodos. Sin embargo, estudios recientes en los principales asentamientos con una clara formación Preclásica, como El Mirador, Cibal, Uaxactun, San Bartolo o Ceibal, nos muestran que su trazo urbano tiene dentro de sus principales componentes a los Complejos de Ritual Público o conjuntos de Grupo Tipo E, las acrópolis de conformación triádica y los patios para el juego de pelota. Por lo que es un indicativo que éstos conjuntos fundacionales reflejan la visión prehispánica de lo que es una estructura urbana.

En síntesis éste modelo de ciudad no es un caso aislado, todos estos asentamientos son parecidos en estructura y dimensión por lo que se considera a ésta similitud como una respuesta cultural (Laporte 1996). Es así como el esquema de la ciudad vista a través del sur y centro de Petén, viene a reforzar la tendencia política que pudo actuar en gran parte del área maya.

 

Referencias

 

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Fig. 1: Ejemplo de distribución de los conjuntos fundacionales de los sitios arqueológicos del Centro y Sur de Petén.

Fig. 2: Sitio Ixtonton, Sureste de Petén. Ejemplo de distribución espacial de un sitio de Rango 1 ó “ciudad”.

Fig. 3: Sitio Mopan 3 Este, Sureste de Petén. Ejemplo de distribución espacial de un sitio de Rango 2 ó “pueblo”.

 

Fig. 4: Sitio Sacul 3, Sureste de Petén. Ejemplo de distribución espacial de un sitio de Rango 3 ó “aldea”.

Fig. 5: Sitio de El Manacal, Centro-Oeste Petén. Ejemplo de distribución espacial de un sitio de con estructuras en patrón en “L” o “C”.