26. La transformación de las instituciones religiosas y de gobierno del Preclásico Tardío al Clásico Temprano en las Tierras Bajas Mayas: una visión desde el sitio El Achiotal, Petén, Guatemala

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La transformación de las instituciones religiosas y de gobierno del Preclásico Tardío al Clásico Temprano en las Tierras Bajas Mayas: una visión desde el sitio El Achiotal, Petén, Guatemala
Introducción

El sitio arqueológico El Achiotal se encuentra en una meseta natural al noroeste del sitio El Perú-Waka’ y a unos 19 km al este de La Corona. Por su posición, se le puede describir también como el sitio más al suroeste de la llamada cuenca Mirador, teniendo al sitio de Tintal a unos 24 km al noreste (figura 1). El Achiotal ha sido foco de investigaciones por el Proyecto Regional Arqueológico La Corona durante los periodos 2009-2012 y desde 2015 a la fecha. Durante esta última fase, las estructuras 5C-01 y 5C-08 han proporcionado datos relevantes en cuanto a su ocupación y que hemos descrito en anteriores ponencias. En 2017, nuevos datos han aportado valiosa información que refuerza varias de nuestras anteriores observaciones y que nos permiten hoy tener una idea más global y clara de la vida de este pequeño sitio.

 

Estructura 5C-01, una Acrópolis triádica con enfoque al arte monumental

La Estructura 5C-01 se encuentra en el extremo sur de la meseta (Figura 2). Tiene unos 17 m de altura, constituyéndose en el edificio más alto del asentamiento. Anteriormente fue objeto de investigaciones a cargo de Marie Jane Acuña, quien centró su tesis doctoral en el desarrollo ideológico y político del sitio, poniendo énfasis en la estructura que ella misma denominó como “Casa del Bulto” por los diseños iconográficos pintados en sus paredes (Acuña 2013). Sus investigaciones produjeron, además, el primer acercamiento a la evolución constructiva de la Estructura 5C-01, la cual fue seriamente dañada por siete trincheras de saqueo que en varios casos continuaron en forma de túneles. Esta intrusión ha sido, ciertamente, un impedimento en la continuación de la exploración del edificio, pero ha servido por otro lado en cuanto los perfiles han sido limpiados y dibujados, permitiéndonos tener hoy por hoy, una mejor perspectiva de su construcción a través del tiempo.

Durante la Temporada 2016, el Proyecto Regional Arqueológico La Corona (PRALC) retomó las investigaciones en la Estructura 5C-01, con el objetivo principal de completar el perfil este del Saqueo #2, así como de revisar otros saqueos presentes. Esta extensa trinchera (Saqueo #2), cortó todo el frente del edificio desde su base visible, hasta su cima. En ella, otro saqueo, el Saqueo #7, perforó esta sección desde el oeste, produciendo posteriormente el colapso parcial de la parte más alta del montículo. Otros saqueos más penetraron desde el frente (saqueos #1 y #3), exponiendo dos mascarones monumentales los cuales dañaron en el proceso. Hacia el este, el Saqueo #6 penetraría desde los cuerpos superiores hasta la base e incluiría al menos dos grandes túneles que, en algunos casos, se encontrarían con los túneles que partieron desde el Saqueo #2. Para alcanzar nuestro objetivo se inició una limpieza exhaustiva que expuso tres túneles que perforaron la edificación, nombrados como túnel inferior, túnel medio y túnel superior. Se realizó un raspado de los rellenos y se llevaron a cabo recolecciones en los diferentes sectores para intentar obtener en lo posible, un acercamiento a la cronología de las diferentes fases o momentos constructivos. Esta limpieza produjo resultados positivos, pues durante la misma se comprobó que el saqueo no estuvo colocado directamente sobre el eje central de la estructura, sino un poco hacia el oeste, lo cual nos proporcionó la oportunidad de encontrar ofrendas, tanto de conmemoración constructiva como de clausura de los edificios, varias, ya por medio de excavaciones controladas (Figura 3).

Las excavaciones controladas incluyeron pozos verticales y túneles. En el caso de los segundos, se realizaron cuatro intervenciones con diferentes propósitos. En especial nos interesó verificar la existencia de un edificio no encontrado hasta el momento y que desde las investigaciones de Acuña, se supuso presente. Se trata de la estructura denominada Cacao, que efectivamente se encontró hacia el sur de la plataforma temprana. Esta plataforma, denominada Estructura 5C-01-sub 8, sostuvo en su extremo noroeste dos plataformas bajas (5C-07-sub 8a y sub 8b), las cuales verían el desarrollo posterior de una pequeña plataforma hacia el frente de la cima del basamento (5C-08-sub 5 y sub 6a5), y que evolucionaría hacia el edificio conocido finalmente conocido como “Bulto” (sub 4). Como se mencionó antes, Acuña identificó a este edificio como contenedor de algún tipo de bulto o bultos sagrados por los diseños expuestos en sus muros exteriores. Por lo que se asumió desde entonces la presencia del mismo dentro de un complejo de disposición triádica, en el cual, el edificio “Bulto” ocuparía la posición central y hacia el frente del mismo. Este patrón se ha observado en otros complejos similares que luego de la construcción de los tres edificios principales, agregan una cuarta edificación cerrando el acceso, pero en ocasiones convirtiéndose en un edificio “filtro”, como en el caso de la Estructura H-Sub10 de Uaxactun (Valdés 1992; Laporte y Valdés 1993). Aquella estructura despliega decoraciones en estuco de un posible gobernante junto al símbolo del poder representado por diseños de petate o “Pop”. En el caso de El Achiotal, el edificio se centra en los símbolos de poder mismo, sin la presencia de ningún personaje que remita a alguna línea dinástica o a la centralización del poder en una persona. Con esto en mente, se decidió extender algunos de los túneles ya presentes, con la intención de verificar la existencia de una estructura al sur que comenzara a completar la imagen de un complejo triádico.

En 2016 se llevó a cabo la limpieza del Túnel de Saqueo #1a y la extensión del Túnel #6 (Figura 4). El primero, revisado por Acuña con anterioridad, mostró la fachada oeste del edificio lateral este del complejo (Estructura 5C-01-sub 8a) y durante su extensión, reveló en su perfil la plataforma basal de un edificio desconocido y posteriormente denominado Cacao. La plataforma mostró un edificio con faldón lateral y hacia su esquina noroeste, la excavación reveló la presencia de estuco modelado hacia la fachada del mismo. Esto motivó la continuación del Túnel #6, el cual había descubierto ya la parte posterior del edificio “Bulto”, hasta alcanzar su eje central. Por medio de la Unidad ACH 1G-3 se descubrió una escalinata de al menos nueve escalones ascendentes que constituyen la escalinata de acceso del edificio Cacao. Posteriormente, se realizó otra unidad (Unidad ACH 1G-10), la cual se enfiló hacia el oeste, descubriendo allí un mascarón monumental y confirmando por lo tanto, lo esperado, la presencia de un edificio hacia el sur, y en este caso, de mayores dimensiones que los que lo acompañan a los costados este y oeste (Figura 5).

Descripción del mascarón y sus implicaciones

El Mascarón monumental tiene unas dimensiones de 2.80 m de largo por al menos 2.10 m de alto (Figura 6). La parte superior no fue completamente excavada y se desconocen los detalles de su tocado. En términos generales, la iconografía desplegada lo identifica con la Deidad Ave Principal, ampliamente descrita por varios autores (Bardawill 1976; Taube 1992; Taube et al. 2010; Martin 2016) y asociada al poder político y religioso durante el Preclásico. Sus ojos rectangulares tienen por encima un elemento en “U” y un elemento en “L” que recuerdan la “pestaña Flameante” del arte temprano en la región del Istmo y que forman un ícono temprano del posterior glifo para Ajaw. Las orejeras tienen un elemento central en forma de quincunce y trilobados en sus secciones superior e inferior, éstos últimos recordando la forma de las diademas reales de los gobernantes, en un culto que los asocia desde tiempos tempranos con el maíz (Taube 1992). Un prominente pico redondeado se proyecta hacia el frente mostrando un diente rectangular en cada costado y volutas que salen hacia los costados. Por debajo del pico, otro trilobado muy parecido a una composición similar en iconografía, uno de los mascarones de la Estructura 5D-2nda del sitio de Cerros en Belice. En ambos casos, relacionamos a estos despliegues de arte monumental con los símbolos del poder, de su entronización y de los rituales consecuentes.

Interpretación de las estructuras Bulto y Cacao

En su conjunto, la Estructura 5C-01-sub8 y sus diferentes recintos apuntan a la presencia de un patrón triádico tradicional, congruente en la distribución de los espacios y el despliegue iconográfico de la simbología del poder, con ejemplos encontrados en otros sitios, durante el Preclásico Tardío (300 AC – 250 DC) (Figura 7). Las fechas de radiocarbón obtenidas por Acuña de áreas de ceniza asociada con la terminación de esta fase, con anterioridad señalan a su vez, una temporalidad entre los años 89 AC y 243 DC, con una tendencia a encontrarse dentro de la fase final del Preclásico Tardío desde el año 50 DC en adelante. Los materiales cerámicos también fortalecen esta datación. En otras palabras, un comportamiento integrado al pensamiento político-religioso de las Tierras Bajas durante dicho periodo. La Estructura 5C-01-sub8 sería cubierta posteriormente en un programa que seguiría incluyendo al menos dos mascarones monumentales de similares características al de Cacao, y de proporciones comparables, esta vez colocados a los costados de los cuerpos de la nueva plataforma.

Estos hallazgos nos empujaron a realizar pozos de sondeo controlados en el exterior del edificio, para afinar la propuesta de secuencia constructiva con la que se contaba. Las excavaciones se realizaron principalmente sobre o al costado del eje central de la estructura. Al pie de la misma se pudo exponer la escalinata de acceso de la última fase constructiva, y el piso de plaza. La escalinata se encontró en un mal estado de preservación y varios de los bloques labrados esperados, no fueron encontrados in situ. En esta área se pudo recolectar durante la limpieza de los perfiles de saqueo, una cuenta de jade, similar a otra que se encontró en una ofrenda colocada sobre el eje, pero en una sección más elevada. Esto, por lo tanto implicaría su posible ubicación dentro de alguna vasija ya saqueada o destruida durante el proceso mismo de derrumbe. Debajo del piso de plaza se encontró un piso que podemos asociar inicialmente y gracias a otra unidad más hacia el sur, con la fase del Edificio 5C-01-sub 8, la que sostiene a Bulto y Cacao. Esta situación nos expuso ante un problema que desde las primeras investigaciones ha confundido al equipo académico, las escalinatas no parecen reflejar los constantes movimientos constructivos observados en los perfiles. Situación que volveremos a discutir más adelante.

Otras dos unidades fueron colocadas en la sección media del montículo, donde existe una plataforma sobre la cual se erige el cuerpo piramidal último. La excavación reveló desde el principio, un contexto en el cual se encontraron varias ofrendas, algunas colocadas sobre lo que parece el último piso constructivo, y algunas que parecieran encontrarse dentro del colapso que lo cubrió. Consisten en al menos cinco ofrendas, de vasijas solas o en pares labio a labio, colocadas sobre y al este del eje principal. Hacia el oeste, se puede presuponer la presencia de otras pero el Saqueo #2 destruyó esta sección del edificio. Ya en esta misma área se había descubierto una ofrenda dedicatoria a la última fase de construcción, que se compuso de dos pares de vasijas, también labio a labio y conteniendo una de ellas una navaja prismática muy fina.

Por debajo del piso de estuco que sostuvo las ofrendas mencionadas, se encontró un pequeño edificio de al menos 1.70 m conservados de altura, por más de 3 m de largo expuestos, lo que nos hace suponer un tamaño aproximado de al menos 6 m de largo (Figura 8). El edificio tiene un basamento con faldón y posee un cuarto. Éste fue cortado por el piso posterior y no permite conocer si tuvo bóveda. En la excavación también se expuso un acceso hacia el sur, hacia el edificio piramidal detrás de él, es decir, un acceso posterior. La parte frontal del edificio no se conservó y está prácticamente destruido en un 40% en este sector. Por los cortes del Saqueo #2 se puede afirmar que su fachada se encuentra justo al borde de la escalinata de acceso principal de todo el conjunto. Dentro del cuarto se descubrió una acumulación de piedras grandes ordenadas que semejan el relleno de una banca o altar cuyo estuco se encontró totalmente ausente, al igual que el del muro directamente donde se adhiere. (esto nuevamente debido a lo cercano al borde del montículo actual y a la erosión respectiva). Nuestra identificación como un rasgo arquitectónico se confirma por la ausencia por debajo del mismo, del piso que la rodea, además de las dimensiones y posición del elemento, y la presencia de una banca lateral hacia el este. Dentro del relleno y por sobre un piso anterior, y siempre en el eje del edificio, se encontró una ofrenda dedicatoria compuesta de dos vasijas.

El piso anterior corresponde a la cima de otra estructura de planta rectangular, también con faldón, pero con menos altura y aparentemente sin mostrar cuarto alguno. Esta pequeña plataforma formó parte de una expansión del edificio hacia el norte, en un momento donde los mascarones laterales mencionados antes fueron probablemente cubiertos. Ambas construcciones, la plataforma pequeña y el cuarto con banca fueron clausuradas posteriormente con un piso mencionado previamente y la colocación de una ofrenda datada con claridad para el Clásico Temprano (250 – 550 DC). A su vez, la ofrenda que da inicio a la última etapa constructiva, detrás de dichas estructuras tiene la misma datación.

En este punto, vemos entonces un cambio que va dejando atrás el despliegue tradicional de iconografía preclásica hacia estructuras que pueden albergar objetos rituales, pero a la vez que dan inicio a bancas centrales que pueden ser el preludio de un gobierno sostenido principalmente por la figura del Ajaw. Durante el Clásico Temprano, vemos el aparecimiento de estructuras con bancas centrales, interpretadas como tronos, en posiciones centrales de edificios de origen preclásico. Un ejemplo es la Estructura 5D-26 de la Acrópolis Norte de Tikal, en donde el edificio que cierra el espacio del triádico detrás, se convierte en un lugar donde el gobernante puede observar y ser observado desde la plaza al frente.

Finalmente, otra excavación fue realizada en la cima del edificio, intentando comprender la última fase o últimos momentos de construcción. El estado de alto deterioro del edificio causado por los saqueos dificultó la intervención. Sin embargo, se logró encontrar una ofrenda de clausura a la que quizás sea la penúltima edificación, consistente en cinco vasijas colocadas, nuevamente en el eje de la estructura, pero esta vez en una orientación este-oeste. Las vasijas pertenecieron otra vez al Clásico Temprano. Sobre ellas se elevaría la última versión del edificio 5C-01 y que corresponde muy probablemente a la clausura de las dos estructuras pequeñas descritas recientemente.

Secuencia constructiva

De esta forma, la secuencia constructiva nos muestra dos temporalidades claras, una para el final del Preclásico Tardío, y otra para el Clásico Temprano. En cuanto a las distintas fases y momentos de construcción, hemos separado a la fecha al menos tres grandes fases (Arredondo 2017), aunque reconocemos que se puede tratar de cuatro fases independientes. Nuestra interpretación es aun conflictiva, en cuanto el modelo de construcción utilizado en el edificio es el de edificar hacia el frente, hacia la plaza, en lugar de realizar nuevos edificios que cubrieran en su totalidad a los anteriores. Este accionar de los arquitectos prehispánicos se debe al lugar seleccionado para la construcción del primer edificio, al borde de la meseta. Bajo esta circunstancia, cualquier intento de cobertura total de un edificio anterior se vería directamente obligado a utilizar un esfuerzo supremo en cuanto a crear una nueva plataforma basal. La respuesta fue la de ampliar la estructura hacia el norte. De esta manera, tenemos añadiduras que parecen momentos constructivos en lugar de fases y viceversa.

De forma resumida, la primera gran fase la constituye el Edificio 5C-01-sub 8, con todos los movimientos que dan origen a sus plataformas, edificio “Cacao” y al edificio “Bulto”. Su construcción ocurre durante el Preclásico Tardío, muy probablemente es un parte final. Posteriormente, esta fase es cubierta por otra, que alcanza al menos la parte superior de la plataforma piramidal de “Cacao”. Desconocemos por ahora si sobre ésta existiera algún edificio y si este fue conservado durante este tiempo. Esta nueva construcción es problemática pues ha sido difícil asociarla a otros rasgos arquitectónicos dentro de la totalidad de la edificación. No parece presentar ningún edificio en su cima (a menos que Cacao lo estuviera, en cuanto a alguna superestructura preservada), y hemos observado grandes piedras quemadas en donde esperaríamos tener algún rasgo arquitectónico. Creemos, sin embargo, que se asocia a la elaboración de los grandes mascarones laterales y a la construcción de una escalinata de acceso que se observa con claridad en el saqueo, en su sección baja. Seguidamente, vemos la expansión de la plataforma en su sección central y cobertura parcial de dicha escalinata, con el aparecimiento de la pequeña estructura al centro del edificio. Ésta sería cubierta por la estructura con banca en un movimiento constructivo que se encontraría dentro de una fase mayor, quizás asociada a un nuevo edificio hacia el sur, mucho más alto y con una superestructura que cubre la anterior plataforma con piedras quemadas. En este momento estaríamos ya dentro del Clásico Temprano y los mascarones laterales quedarían cubiertos. En el curso de los eventos de las Tierras Bajas, sería un momento de fundaciones de dinastías y las antiguas prácticas centradas en la exposición de arte monumental, darían paso a un realce del poder centrado en la figura del gobernante, quien se integra a su vez de manera arquitectónica por medio de edificios que subrayan su relevancia, como parece comenzar a ocurrir en la Estructura 5C-01

Finalmente, y siempre en el mismo periodo, se levantaría la última fase constructiva, que sellaría las estructuras al centro y frente de la gran plataforma basal, también al edificio al sur con su ofrenda de clausura de cinco vasijas, y que daría la forma final al edificio 5C-01. El cese de construcción, vendría acompañado por la deposición de las ofrendas sobre el último piso de su plataforma y dentro del escombro, en un patrón que parece apuntar a rituales llevados a cabo ya durante un decaimiento de la ocupación del sitio y/o en un momento donde la estructura toma un carácter que se interrelaciona a lo mítico, en un momento donde el edificio se ha convertido ya en una montaña sagrada en todo sentido (Figura 9).

Estructura 5C-08 un edificio de conmemoración del poder del Ajaw

Durante la temporada 2017, la investigación de la Estructura 5C-08 continuó, enfocada esta vez, principalmente en la limpieza del Saqueo #8. Durante temporadas anteriores, Luke Auld-Thomas acompañado de Mauro Montejo y Pablo Estrada, realizaron excavaciones que expusieron algunas de las características constructivas del edificio, así como la presencia de un edificio circular anterior, denominado Pet y uno al frente, que constituye una pequeña estructura que protegió en su interior los fragmentos de la Estela 1 de El Achiotal y a la cual nos referimos como “Estructura Nicho”. Estos importantes descubrimientos descritos y analizados en informes y artículos anteriores (Auld-Thomas et al. 2016; Auld-Thomas 2017; Chatelain y Auld-Thomas 2017), impulsaron la continuación de la exploración en el sector.

Trinchera 8

El Saqueo #8 es una gran intrusión que cortó al edificio por la mitad, partiendo de su extremo este hasta alcanzar el núcleo del edificio. Posteriormente, y luego de encontrar una cámara funeraria, el saqueo continuó en tres direcciones distintas, lo que provocaría posteriormente el colapso de la cima del montículo. Se realizó una limpieza del saqueo, con su debida recolección y luego la del área de la cámara funeraria. En el inicio de las actividades se notó la presencia de varios tiestos grandes, similares a la cerámica encontrada en las ofrendas tardías de 5C-01, y de otras ofrendas colocadas por sobre 5C-08, y recolectadas en las temporadas anteriores (Auld-Thomas 2017). La presencia de la “Estructura Nicho” y la veneración prolongada que fue observada con anterioridad, indican una veneración ritual extensa, que inicia en el Clásico Temprano (250 – 550 DC) y se extiende hasta el Clásico Tardío (550 – 900 DC), representado por la deposición de varias ofrendas en un amplio sector del edificio. También durante la limpieza inicial, se encontró una punta de lanza de obsidiana verde, por debajo del área central de la estructura tardía y bastante arriba de la superficie original de locomoción del saqueo. Por el momento, esta punta constituye uno de los objetos más grandes de obsidiana de dicho tipo encontrados en las Tierras Bajas.

Se continuó con la limpieza de la cámara funeraria, la cual fue destruida en tres de sus muros y su base. No se encontraron objetos que pudieran considerarse in situ. Sin embargo, su presencia y acabado, así como su posición dentro de la estructura hacen suponer que se trata quizás del individuo esculpido en la Estela 1. O en todo caso, de un personaje importante que habría alcanzado el título de Ajaw. La cámara está hecha de piedras labradas, con un alto total preservado de 1.20 m por entre 1.60 y 1.70 m de largo. El ancho es a su vez de 1.20 m. Por sobre ella, una capa de abundantes lascas de pedernal sellan el contexto funerario. La presencia de pisos superiores rotos, nos hace pensar en que todo el rasgo es intrusivo a una fase bastante temprana del edificio. Posterior al entierro, el edificio sería modificado varias veces en su fachada frontal, de manera similar a la estructura 5C-01. Las modificaciones incluirían una extensión hacia el sur, cubriendo desde muy temprano, a la estructura circular Pet. Finalmente, una construcción final cubriría la parte central del edificio dándole su aspecto actual.

Trinchera 2

La compleja secuencia constructiva observada en el Saqueo #8 motivó la revisión de los perfiles de la trinchera de Saqueo #2 ubicada al sur del edificio. Aquí, la presencia de tres cistas funerarias constituye el rasgo principal de la construcción. Éstas fueron colocadas en tres niveles de profundidad distintos y fueron puestas siguiendo el eje este-oeste del edificio. Al momento, las cistas parecen ser intrusivas a una fase temprana del edificio, pero esta interpretación es aun preliminar. Se desconoce también, si los entierros fueron realizados en un mismo momento o son parte de una secuencia que se extiende en el tiempo. En todo caso, representan, junto con la cámara funeraria, un cambio en cuanto a la presencia de personajes de importancia en el sitio en una estructura de relevancia político-religiosa. La construcción en este sector, no parece tan compleja como en su sección central discutida antes. En algún momento, posterior a la construcción original de 5C-01, la edificación se extendió por medio de un “ala” hacia el sur, uniéndose y eventualmente cubriendo completamente a Pet.

La terminación de Pet y su incorporación al cuerpo de 5C-08 muy probablemente es contemporánea a la renovación de 5C-01 que enterró a “Bulto”, es decir, hacia el final del Preclásico Tardío (Chatelain y Auld-Thomas 2017). Se realizó con un relleno de sascab con abundantes fragmentos de estuco modelado y pintado, los cuales juegan estilísticamente con la decoración de 5C-01 sub 4, cual edificio se encuentra a unos escasos metros al suroeste y cuya plataforma (sub 8) presenta restos de mascarones mutilados (Acuña 2013: 290-292). El mismo relleno contuvo cerámica del periodo Preclásico Terminal, notablemente Sacluc Negro sobre Naranja, y se recuperó una muestra de madera quemada justo encima del piso, lo cual dio una fecha radiométrica (Beta – 457981) de 30 a 135 DC (Cal, 2-Sigma)—confortablemente dentro del rango de las fechas provenientes de los lentes de ceniza que terminaron a Bulto. Se supone entonces que la cancelación de Pet y la expansión de 5C-08 sucedieron más o menos al mismo momento histórico como la renovación de 5C-01 que enterró a Bulto. Las cistas en el Saqueo #2 de 5C-08 serían colocadas al mismo momento o un tiempo después, y posteriormente, el relleno del último momento constructivo de 5C-01 cubriría levemente el área. La presencia de al menos una ofrenda en este relleno, apuntan nuevamente a una temporalidad clásico temprana.

Secuencia constructiva

Así, las investigaciones en el sitio de El Achiotal, en su sector sur, muestran una actividad iniciada desde el Preclásico Tardío, con una activa vida en la parte final de éste. Hacia el cambio al Clásico Temprano, se nota una continuidad que expande la construcción en 5C-01 y una ampliación significativa de 5C-08 hasta incorporar a edificios vecinos como Pet. El Clásico Temprano sería un momento de intensa construcción, que vería el aparecimiento de los primeros gobernantes locales plenamente identificados. El culto a los símbolos de poder centralizado en 5C-01 vería el aparecimiento de nuevos rituales que subrayarían la relevancia del Ajaw, en este caso, enfocado en la Estructura 5C-08. Y a su vez, las relaciones con otros personajes de la política internacional aparecerían en El Achiotal con claridad.

El Achiotal dentro de la esfera teotihuacana-tikaleña

El hallazgo de la punta de obsidiana verde en el Edificio 5C-01, además de la ya descrita y analizada Estela 1, nos empujan a revalorizar el rol de El Achiotal durante el Clásico Temprano y la esfera de interacción intersitios de la época en la región. Revisando brevemente, la estela fue dedicada en 418 DC y celebra el aniversario de dos k’atunes de un personaje quien ascendió al poder en Junio de 379, después de la famosa entrada de Siyaj K’ahk’ pero antes de la accesión al poder de Yax Nuun Ahiin, lo cual sucedió en Septiembre del mismo año. El protagonista de la estela es descrito como el nieto de la Persona Sagrada de Chatan (ver abajo), y que es parte de un grupo de cinco señores vasallos, aunque no es claro si los cinco son contemporáneos o un linaje. En todo caso, la inscripción vincula El Achiotal con los cambios geopolíticos afectados por la Entrada.

Durante 2014, Alfonso Lacadena e Ignacio Cases (Nondedeo et al., 2014) descifraron la inscripción de la Estela 24 de Naachtun en la cual se relata la subordinación del gobernante local a Siyaj K’ahk’, el líder de un avance de filiación teotihuacana, en las Tierras Bajas Mayas. Uno de los aspectos importantes de esta mención, es la fecha en la cual se declara esta relación, la cual ocurre, dos días antes del célebre evento conocido como “La Entrada” en 378 DC. Si bien con anterioridad, una mención similar en el sitio de El Perú-Waka’ empujó a Schele y Freidel (1990) a proponer un ataque desde el este de Tikal, para luego iniciar un avance hacia el norte, específicamente hacia Uaxactun, la posible presencia o al menos la subordinación de Naachtun, dos días antes del evento nos hacen replantear los escenarios posibles. Una posibilidad es que todo el avance de las fuerzas teotihuacanas haya sido realizado con el apoyo logístico de otros grupos y/o facciones de la región (Arredondo 2010:453-454), una táctica muy práctica para los términos generales de la guerra prehispánica en Mesoamérica. De esta forma, un avance desde dos direcciones habría complicado aún más la situación de Tikal. En este sentido, El Achiotal con su posición geográfica directamente hacia el sur del área del Mirador, y muy cerca al mismo sitio de El Perú-Waka’, habría estado muy cercana a este avance inicial de los grupos invasores.

No podemos por el momento proponer una participación directa del sitio en este movimiento guerrero. Sin embargo, durante el periodo posterior, Tikal da inicio a un intenso programa de relaciones políticas y fundaciones dinásticas que establecerán el alcance de sus alianzas y territorios controlados (Bachand 2010; Estrada-Belli et al. 2009; Martin y Grube 2008: 30-35). Este avance, que simula muy bien un movimiento casi imperialístico, incluirá a varios sitios, al menos una decena, y se prolongaría desde el momento mismo de “La Entrada”, hasta al menos el año 426 DC cuando se funda la dinastía de Copán en Honduras (Arredondo 2010). Lo relevante para El Achiotal, es que este sitio se convertiría en una de las primeras, si no la primera dinastía, en ser fundada por el nuevo régimen de Tikal en 379 DC.

Esta situación es interesante, pues afianza el dominio tikaleño hacia el oeste, no solamente en El Perú-Waka’, sino también alcanzando la sección sur de la ya mencionada zona de El Mirador, una región que ha sido ligada a un grupo de personas autonombradas como la gente de Chatan o Chatan Winik. Este grupo, o alguno de sus miembros, se menciona como subordinado a la autoridad de Buho Lanzadarados en las llamadas orejeras de Río Azul, y aparece mencionado en otros contextos del norte del Petén, inclusive en el sitio de Calakmul en 514 DC (Estela 43). El personaje de la Estela 1 de El Achiotal es llamado precisamente como nieto de una persona de Chatan (Chatelain y Auld-Thomas 2017). De esta forma, desde un inicio, los Chatan Winik estarían obteniendo relevancia en La Entrada, en los dos polos conocidos de esta amplia región. Esta participación dentro de la esfera tikaleña post-entrada, daría a El Achiotal el impulso que parece tener durante el Clásico Temprano, a través de una actividad constructiva constante, y de la ya mencionada instalación de una línea dinástica local.

Sin embargo, los cambios en las relaciones políticas de la región, que incluyen a los mismos Chatan Winik, además del surgimiento de la dinastía Kan en la zona, darían un giro en la historia de varios sitios, incluyendo obviamente a El Achiotal. Desde el año 486 DC la fuerza de dominación de Tikal parece mermar paulatinamente, hasta iniciar su Hiatus en 562 DC (Arredondo 2010). En un intento de ubicar la vida de la Estela 1 del sitio, se advierten dos ejemplos similares de estelas enterradas en contextos de acrópolis triádicas dentro de la esfera de influencia tikaleña. El primero es la Estela 31 de Tikal. Este monumento, del gobernante Siyaj Chan K’awiil II y dedicado en el año 445 DC, fue depositado posteriormente en la estructura 5D-33 antes de la última fase constructiva de ésta ya en el siglo séptimo quizás cerca del año 650 DC o un poco después. Lo interesante en relación a la Estela 1 de El Achiotal, es que luego de su dedicatoria, el edificio 5D-33 fue motivo de al menos dos remodelaciones y del entierro de otro personaje de relevancia, para convertirse finalmente en la tumba de un segundo personaje. Un escenario que nos recuerda los múltiples entierros en la Estructura 5C-08 de El Achiotal.

El segundo caso, es la Estela 26 de Naachtun la cual se asemeja en estilo a la Estela 1 de El Achiotal y que, según Peter Mathews (2013) es un monumento temprano del Siglo V; similar entonces a la datación de la Estela 1. En este caso, el monumento permaneció expuesto por varios años, y roto parcialmente en el periodo 378 a 550 DC hasta que, durante el periodo entre 554 y 652 DC fuera depositada en la acrópolis triádica (al igual que la estela 31 de Tikal), de Naachtun, dentro de una pequeña estructura que cierra el espacio original, hacia el lado norte. Bajo estos dos ejemplos, podemos proponer de forma preliminar que la estela pudo haber seguido este patrón de reubicación observado en aquellos dos centros relacionados políticamente desde La Entrada.

Ahora bien, la Estela 1 de El Achiotal tiene la particularidad de estar rota. Ejemplos de destrucción de monumentos por el cambio político local ha sido observado en Tikal mismo, después de la Entrada y la destrucción de monumentos alusivos a Chak Tok Ich’aak I, así como en el mismo Naachtun, con la destrucción de la Estela 27 de aquel sitio. Es posible, que ante la fractura de la esfera de influencia tikaleña a partir de 486 DC, se hicieran presentes en El Achiotal, las oscuras intenciones de destruir los símbolos de poder que los asociaron alguna vez a una facción con influencias extranjeras, o que quizás facciones de poder en la región asediaran y destruyeran este monumento. En otro documento (Arredondo 2010) se han presentado ya los argumentos favoreciendo un periodo de ruptura en la alianza Tikal-Chatan Winik en el periodo comprendido entre 486 DC a 511 DC. En todo caso, pocos años después, el aparecimiento de una nueva dinastía en la región se haría notoria. Hablamos de la dinastía Kan y sus movimientos hacia la región al norte de El Achiotal, y que prontamente encontraría a su mejor aliado en La Corona. Con estos movimientos geopolíticos, el florecimiento mismo de El Perú-Waka’, y la posterior apropiación de la ruta de comercio de la dinastía Kan hacia el sur, representado por La Corona, El Achiotal quedó al margen. La estela pudo haber sido recolocada en la “Estructura Nicho” en algún momento al final del Clásico Temprano, quizás cerca del 550 DC como parece ser el caso de Naachtun, cuando el sitio parece entrar en un declive, en cuanto no vemos por el momento construcción intensa durante el Clásico Tardío, o inclusive desde el año 500 DC por la exclusiva presencia de cerámica del Clásico Temprano. La presencia de una vasija códice –vinculadas fuertemente con el título Chatan Winik- como ofrenda a la Estela 1 nos indica que, luego del resurgimiento de Tikal frente a la dinastía Kan, hacia 695 DC e incluso quizás del ataque a El Perú-Waka’ en 743 DC, algunas personas de la región volvieron a venerar al monumento, y posiblemente, a la historia que registra.

Geografía sagrada de El Achiotal, sus orígenes y su continuidad como sitio de peregrinaje durante el Clásico

Finalmente, debemos mencionar brevemente un punto más en cuanto a la ocupación del sitio durante el Preclásico Tardío y el Clásico Temprano. Como bien lo ha observado Luke Auld-Thomas durante la temporada 2017, el sitio El Achiotal carece de una densa ocupación en los alrededores. Gracias a los datos obtenidos por LIDAR, vemos que fuera de la ocupación de la meseta, la cual es de una baja densidad, la región circundante presenta muy pocos asentamientos. En el futuro, Auld-Thomas profundizará en este tema, enfocándose en el sitio de Zoilo Cilis, el mejor candidato a formar parte de la población de El Achiotal, al menos durante el Clásico Temprano. Esta situación nos empuja entonces a considerar brevemente las características de su asentamiento.

Como hemos mencionado, El Achiotal se encuentra en una meseta alta. Una locación claramente defendible, pero que suma además un valor relacionado a las geografías sagradas iniciadas desde tiempos preclásicos. Vista a la distancia, El Achiotal es una isla, rodeada de una amplia zona baja. Ésta retiene agua durante todo el año, pero en los meses de lluvia, su captación es tal que hace difícil su acceso. De esta forma, el sitio obtiene un valor agregado, hace referencia a un lugar sagrado rodeado por agua, una idealización de los lugares míticos de origen en Mesoamérica. Proponemos que es posible que esta característica haya permitido que el Achiotal tuviera cierta permanencia en el imaginario colectivo de los habitantes de la región, a través de tiempo. Quizás, esta situación tuvo peso al momento de elegir este lugar para erigir los templos tempranos que hemos descrito, y también quizás, luego de quedar al margen de sistema global reorganizado hacia el final del Clásico Temprano e inicios del Clásico Tardío. Las múltiples ofrendas en las últimas etapas constructivas parecieran apuntar en esta dirección. De la misma forma, el sitio El Zancudero, a pocos kilómetros al oeste, pero en la misma cuenca orográfica que el Achiotal, nos presenta un cuadro similar. Se trata de una gran acrópolis triádica, prácticamente en solitario, sin mayor población circundante. Futuras excavaciones serán realizadas por el equipo en dicho lugar.

Otro rasgo intrigante al momento, lo constituye la presencia de un gran foso en una meseta contigua al este. La meseta se convierte, como El Achiotal, en una isla, esta vez separada de la planicie al norte, por la combinación de un foso y un terraplén. Esta construcción, descubierta este año, se asemeja considerablemente a una de las soluciones más comunes del Preclásico Tardío (Arredondo 2010). Sin embargo, dentro del espacio “protegido” no hemos encontrado aún ninguna ocupación significativa, aunque sí se notan al menos dos plataformas en la cima del terraplén y al menos una posible edificación pequeña al final de la península. Es posible, que se trate de un proyecto de defensa característico de la era, que quizás no llegó a utilizarse, o si lo fue, entonces sólo de manera temporal, quedando sus construcciones ocultas por los procesos naturales de abandono. Al momento no podemos ahondar más en su interpretación, sin haber llevado a cabo investigaciones más exhaustivas. Lo mismo diremos de otro rasgo hacia el noreste de este lugar, donde un terraplén de tierra de hasta unos 1.50 m de altura, con un acceso que nos recuerda las defensas clásico tardías de otras regiones, nos confunde hasta la fecha.

Conclusiones

En resumen, podemos decir al momento que el sitio El Achiotal, es un sitio que se desarrolla plenamente en el Preclásico Tardío, con una actividad notoria de construcción hacia el final de éste. Su arquitectura se enmarca dentro de los cánones de la región y de la época, desplegando iconografía que resalta el culto a los símbolos de poder, en especial a los bultos sagrados y la Deidad Ave Principal, todos dentro de un temprano Complejo Triádico que conviviría por un tiempo con una estructura circular como las observadas en otros sitios del centro de Petén. El edificio principal 5C-01 se extendería, manteniendo los símbolos tradicionales, pero dando paso a un realce del poder del Ajaw, el cual finalmente es reconocido en la estructura 5C-08. Con su aparecimiento, y la construcción de una tercera estructura, el complejo triádico alcanzaría su máxima extensión, esta vez integrado por las estructuras 5C-01, 5C-02 y 5C-08. Durante el evento conocido como “La Entrada”, El Achiotal sería testigo de los cambios políticos del momento y sería rápidamente integrado al nuevo orden tikaleño, quizás por su posición relevante al sur de la región del Mirador y por sus posibles vínculos al grupo conocido como Chatan Winiik. Esta inclusión, habría permitido su continuidad ocupacional durante el Clásico Temprano, aunada a una locación que parece remitir a los orígenes míticos contemplados en la tradición Maya. Los cambios en la política hacia el final de dicho periodo, trajeron un cambio de fortuna para el sitio. La estela conmemorativa de la alianza con Tikal habría sido rota y permaneció quizás en abandono por algún tiempo, hasta que al final del Clásico Temprano habría sido devuelta a un lugar más protegido y que simula lo observado con otros monumentos en Tikal y Naachtun. La actividad constructiva del sitio se vería reducida notablemente, pero este pequeño recinto sería aún foco de ofrendas, las cuales alcanzarían a ver el depósito de una vasija códice, posiblemente durante un nuevo cambio político en la región. Para entonces, El Achiotal se encontraría reducido a un pequeño sitio de peregrinaje, quizás ocupado por una familia descendiente de las dinastías del Clásico Temprano, pero ciertamente en un alto grado de abandono.

Referencias

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Figura #1: mapa regional mostrando la ubicación de El Achiotal. (Mapa por L. Auld-Thomas)

Figura #2: mapa del sitio El Achiotal. (Mapa por L. Auld-Thomas)

Figura #3: mapa de las excavaciones en la Estructura 5C-01 (E. Arredondo).

Figura #4: plano de las excavaciones ACH 1G-2, 3 y 10 (E. Arredondo)

Figura #5: fotocomposición del Mascarón Monumental de la Estructura Cacao (Fotografía por E. Arredondo).

Figura #6: dibujo del Mascarón Monumental (frente) (Dibujo por E. Arredondo).

Figura #7: primera fase de la Estructura 5C-01 (E. Arredondo).

Figura #8: estructura con banca en la Estructura 5C-01 (E. Arredondo).

Figura#9: plano de las excavaciones, estructuras y ofrendas encontradas en 5C-01 (E. Arredondo).