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Raxruha Viejo, una ciudad frontera entre Tierras Altas y Bajas
Desde los años 1970 y con el desarrollo de los análisis de procedencia de las obsidianas, fueron hechas varias síntesis que permitieron distinguir dos ejes principales de intercambio entre Tierras Altas y Bajas: uno terrestre, que parece corresponder a un eje de difusión desde los yacimientos de El Chayal por los valles de Salamá, del Chixoy y del Río Pasión; y el otro marítimo, que distribuía la obsidiana de Ixtepeque por el mar caribe. Todos estos análisis muestran que durante el Clásico, la ruta terrestre, que corresponde a la distribución de la obsidiana de El Chayal, fue la mayormente utilizada en las Tierras Bajas, mientras que la comercialización por mar de la obsidiana de Ixtepeque se desarrolló a partir del Clásico Terminal y del Postclásico (Andrieu 2009). Este cambio de una vía terrestre a un modo de difusión marítimo coincide cronológicamente con el llamado colapso del final del periodo Clásico entre el 800 y 950 DC (Golitko et al. 2012).
Una hipótesis consiste en que esta modificación radical en las rutas de intercambio se debió a la existencia de cambios socio-políticos en las ciudades de las Tierras Altas. Sin embargo, se conoce aún muy poco sobre las dinámicas de ocupación de estos sitios. La posición de Raxruha Viejo, entre la Sierra de Chamá y la Sierra de Chinajá, es muy estratégica para viajar de Norte a Sur entre las Tierras Altas y las Tierras Bajas, pero también en un eje Este-Oeste hacia el sitio Salinas de Los Nueve Cerros por ejemplo (Figura 1). Además, en base a las fuentes coloniales, se sabe que esta parte de Alta Verapaz producía recursos muy valiosos tales como cacao, algodón, plumas de quetzal o achiote (Feldman 1985; van Akkeren 2012).
El Sub-Proyecto Regional Raxruha Viejo
El sub-proyecto en Raxruha Viejo, parte del Proyecto Cancuen, se propone aportar elementos de respuesta a las interrogantes sobre los intercambios entre estas dos regiones, desde el punto de vista de las Tierras Altas. A partir de las excavaciones en el epicentro y los asentamientos periféricos de este sitio del Clásico Tardío ubicado a solamente 17 km de Cancuen (Figura 1), se trata de entender el papel de Raxruha en los intercambios de materias indispensables y valoradas hacia las Tierras Bajas, pero también de determinar las dinámicas de ocupación de esta región y relacionarlas con las numerosas informaciones ya disponibles sobre el proceso del colapso en las Tierras Bajas. De esta manera, se busca mejorar la comprensión en cuento a los cambios observados en las rutas de intercambio al final del Clásico y a sus consecuencias (Demarest et al. 2014).
Raxruha Viejo fue estudiado por el Proyecto Cancuen en los años 2002, 2004 y 2013. Estos trabajos anteriores permitieron mapear el epicentro, sondear las principales estructuras, así como grupos residenciales cercanos (Figura 2). En base a estos estudios, en particular la primera clasificación cerámica establecida (Saravia, Saravia y Tuyuc 2015) y a los resultados de la temporada de campo 2016, se logró recuperar datos esenciales sobre las dinámicas de ocupación y el abandono del sitio, así como sobre sus relaciones con las Tierras Altas y Bajas. Esta información abre perspectivas importantes para el futuro a pesar de que el epicentro de Raxruha Viejo se encuentra muy dañado.
De hecho, se debe subrayar que el sitio sufrió dos periodos de destrucción importantes: la primera en 1975 durante la construcción de la Franja Transversal del Norte y la segunda que empezó en los años 2000 por los mismos dueños del terreno. Actualmente se desarrolla una estrategia que consiste en proteger el sitio arqueológico, en cooperación con el IDAEH, que incluye el apoyo de la Alcaldía Municipal de Raxruha. Uno de los objetivos es hacer conocer el sitio como patrimonio arqueológico a través de acciones en las escuelas. Por ejemplo, en 2016 se realizó un cómic sobre el sitio, dibujado por Melanie Forné, que se planea distribuir en 2017 en las escuelas de Raxruha. Dado el grado de destrucción del epicentro, se decidió enfocar la primera temporada de campo sobre los edificios monumentales que corresponden a las estructuras que corren más riesgo.
Identificación del posible palacio
El sitio está principalmente orientado N-S y planificado alrededor de dos “montañas-pirámides” que delimitan el epicentro al este y al oeste. Uno de los principales resultados de esta primera temporada fue la identificación de lo que podría ser un “palacio”. Se le designó de esta manera debido a que se trata del conjunto arquitectónico más extendido y monumental del epicentro, con estructuras adosadas a la “montaña-pirámide” oriental y que enmarcan en parte la plaza más grande del sitio (Figura 3).
La parte delantera de este “palacio” fue totalmente destruida por bulldozers, sin embargo, se logró encontrar la pared trasera del edificio que se presenta como un muro de al menos 25 metros de largo construido en lajas medianas labradas, encima del cual se elevaba un muro de bajareque (Figura 4). Estas paredes se cayeron en el espacio que debía corresponder al patio interior del edificio, probablemente después de un intenso incendio. De hecho se encontraron numerosos fragmentos de bajareque quemado y restos de carbón que, al caerse, aplastaron varios recipientes que eran probablemente almacenados en el patio. Estos datos parecen indicar que este edificio fue abandonado tras este gran incendio y que no fue reocupado después, lo cual permite fechar tentativamente el abandono de la estructura al final del siglo VIII, época que corresponde a la fase cronológica Chaman en Cancuen.
Dos momentos en la edificación de la ciudad
Las excavaciones en el “palacio” también permitieron encontrar una subestructura, a 1.5 m de profundidad debajo del último nivel de circulación del patio interior del edificio, la cual está siendo excavada este año. Este dato es importante ya que permitirá dividir la ocupación del Clásico Tardío en Raxruha. De hecho, la mayoría de las estructuras excavadas presentan subestructuras, indicando que probablemente hubo dos etapas en la edificación del epicentro.
Asimismo, este patrón apareció muy claramente durante la excavación de la Estructura 10A, “plataforma de las estelas”, ubicada frente al “palacio” del otro lado de la plaza y que descansaba contra la otra “montaña-pirámide” del sitio. La realización de varias trincheras permitió demostrar que esta estructura tuvo dos fases constructivas. La primera caracterizada por la existencia de un espacio de alrededor de dos metros entre la plataforma y la montaña y la segunda que corresponde al relleno de este espacio libre del lado del cerro (Figura 5). Esta modificación arquitectónica es probablemente contemporánea a la remodelación de la “montaña-pirámide” misma. Tal como lo mostraron las recientes destrucciones por bulldozer, ahora se conoce que la parte sureste de dicha montaña era totalmente artificial, ya que estaba conformada por grandes rellenos cuyas piedras actualmente son recuperadas para luego ser vendidas. En estas condiciones, es difícil estimar la elevación original de esta “montaña-pirámide”, sin embargo, se puede proponer, en base a los datos del Proyecto Cancuen, que la plataforma donde estaban los templos observados durante la temporada 2013 medía alrededor de 9 m de altura.
Por lo tanto, este cambio representa una modificación arquitectónica mayor, es por ello que en el futuro se tratará de relacionar con la secuencia constructiva del resto del epicentro. Estas dos etapas constructivas distintas podrían estar ligadas a cambios socio-políticos mayores en el sitio. Esta hipótesis esta reforzada por el descubrimiento de la Estela 10 enterrada por los Mayas e integrada en el relleno constructivo de la Estructura 45, construida posteriormente (Figura 6). En este respecto, cabe señalar adicionalmente que esta pirámide corresponde a uno de los edificios más destruidos por el INTA en 1975 en el marco de la construcción de la FTN. El hecho de enterrar esta estela en el relleno de esta estructura, a la cual estaba asociado un depósito de artefactos de lítica compuesto de excéntricos de pedernal y de obsidiana (Figura 7), es un acto simbólico fuerte que podría corresponder a un importante cambio socio-político en el sitio.
Un centro religioso relacionado al culto de las cuevas
Asimismo, en el epicentro fueron encontradas 21 estelas asociadas a altares, sin embargo, en base al testimonio de Patricia Carot (1989) se conoce que varias estelas fueron utilizadas para la construcción de la carretera que pasa por Raxruha, lo cual permite considerar que habían más monumentos en el epicentro. Además, debe tomarse en consideración que muchas de estas estelas fueron removidas por el dueño del terreno, no obstante, las que aún se encuentran in situ están claramente orientadas N-S sobre la plataforma y E-O sobre la plaza.
Ninguna presenta inscripciones, pero su cantidad implica que este sitio tuvo una cierta importancia política y religiosa durante el Clásico Tardío. De manera interesante, algunos altares tienen una forma cónica, característica de los altares de Cancuen (Saravia 2014). Este hecho podría indicar que las relaciones entre estas dos ciudades vecinas era posiblemente de tipo religiosa, especialmente debido a que Cancuen no presenta ninguna pirámide y que la población de este sitio usaba quizás las montañas aldeanas para lleva a cabo sus cultos (Demarest 2013). En efecto, una de las características de Raxruha es de estar ubicado en una región de cuevas y de montañas. El epicentro mismo está estructurado, en particular, alrededor de dos pequeñas cuevas ubicadas adentro de la “montaña-pirámide” occidental. Conociendo la importancia de estos lugares en la cosmología Maya, pero también su uso como sitios de peregrinajes y de puntos de encuentros comerciales (Woodfill 2010; 2011), la abundancia de cuevas podría ser un dato importante para entender la función y el estatus de Raxruha, el cual funcionaba quizás como un centro religioso para los sitios vecinos.
Durante la temporada 2016 estas dos cuevas en el epicentro fueron excavadas. Este trabajo permitió encontrar un depósito complejo orientado según los ejes N-S y E-O en una de las galerías más profundas de la Cueva 2, así como un altar enfrente de esta misma (Figura 8). De manera más interesante, también se encontró una pequeña plataforma construida enfrente de su entrada, así como unos bloques que podrían corresponder a escaleras que descienden hacia el Río San Simón, ubicado muy cerca (Figura 9). Esto podría indicar que la cueva habrá sido uno de los puntos de entrada al sitio para quienes llegaban desde el río. Todos estos datos parecen confirmar la importancia de las cuevas en la función del sitio.
Delimitar el territorio de la entidad política de Raxruha Viejo
Sin embargo, Raxruha no era solamente un sitio ritual, ya que la zona residencial asociada parece estar bastante extendida. Es por ello que se continuó con el trabajo de prospección regional iniciado por Arik Ohnstad en 2004 (Ohnstadt 2006; Ohnstadt y Burgos 2006). Se comenzó con aquellas zonas que no habían sido exploradas, mapeándose estructuras sobre un cuadrante de 1.5 km2 al sur del epicentro, del otro lado del río. Esto permitió localizar nueve nuevos grupos residenciales con 30 estructuras, así como dos cuevas más, dentro de las que se recolectó cerámica en superficie que confirma su uso prehispánico (Figura 10). Asimismo, se llevó a cabo un programa 22 pozos de sondeo en varias de estas nuevas estructuras, que según los primeros resultados parecen haber sido ocupadas durante el Clásico Tardío. Queda aún mucho por mapear, pero se sabe que el área residencial se extendía al sur y al oeste del epicentro, sin embargo, este probablemente corresponda a una gran parte de la ciudad actual de Raxruha. Por lo tanto, resulta difícil delimitar lo que podría haber sido el territorio de esta entidad política.
Si se compara con otros asentamientos con el fin de determinar esta extensión, puede decirse por el momento, que el único sitio que presente numerosas similitudes es el sitio de La Lima, ubicado a 7 km del epicentro de Raxruha Viejo y que fue excavado por Mirza Monterroso y Brent Woodfill (Monterroso 2006). La Lima cuenta con el mismo tipo de arquitectura, la misma cerámica, pero sobre todo es un sitio que claramente controlaba una de las entradas a las Cuevas de Candelaria, con una estructura que limitaba literalmente el acceso a dicho ingreso. La proximidad geográfica entre estos dos centros, así como el hecho de que La Lima presente una cultura material parecida, indican que se trataba seguramente de un sitio periférico de Raxruha. Esto reforzaría nuestra hipótesis según la cual Raxruha Viejo estaba fuertemente relacionado con el culto a las cuevas durante el Clásico Tardío y podría ser un elemento clave para entender la función del sitio.
Interacciones económicas
Por otra parte, Raxruha parece tener relaciones importantes y diversas con sus vecinos. A pesar de ser un sitio con una fuerte identidad al nivel arquitectónico y una producción cerámica propia, y de ser muy parecida a las Tierras Altas, es claramente un sitio de frontera (Figura 1). Muchos elementos muestran que interactuaba con muchas regiones distintas: el radio de obsidiana es muy alto, el 96% proviniendo de El Chayal; y aun cuando la cerámica es mayormente local, se encontraron igualmente numerosos tiestos provenientes de Alta Verapaz, de Salinas de Nueve Cerros y de Cancuen. Mientras tanto, los análisis INAA realizadas por Erin Sears y Ron Bishop sobre las figurillas de Cancuen mostraron que muchas tenían características químicas compatibles con las arcillas de Raxruha (Sears 2016). Además, se observó que las colecciones cerámicas de Cancuen presentan numerosos tipos de recipientes comunes en Raxruha y en Alta Verapaz. Todo esto indicaría que Raxruha mantenía relaciones importantes con sus vecinos, a una escala que aún debe ser investigada.
Conclusión
Las excavaciones de la temporada 2016 permitieron reunir un número importante de datos: tanto por su arquitectura como por su cerámica, se conoce que Raxruha Viejo es un sitio con una identidad regional muy fuerte, afiliado culturalmente al resto de Alta Verapaz y a las Tierras Altas (Arnauld 1986), pero que mantuvo contactos importantes, de naturaleza que aún resta por entender, con las Tierras Bajas, en particular el sitio de Cancuen. La monumentalidad del epicentro, construido aparentemente en un lapso corto de tiempo (600-800 DC), con la construcción de un cerro artificial adosado a la “montaña-pirámide” occidental y del monumental “palacio” enfrente, implica una fuerte inversión de mano de obra que refleja una fuerte elección socio-política por parte de los dirigentes del sitio. Asimismo, varios elementos parecen indicar que hubo al menos dos grandes etapas en la edificación de la ciudad: la presencia de subestructuras en varios edificios, el enterramiento de una estela en el relleno de la Estructura 45, y la ampliación considerable de la Plataforma 10A. La existencia de estas etapas constructivas podría señalar rupturas importantes en la vida económica y política de Raxruha Viejo, las cuales se tendrían que entender y relacionarlas entre sí en el futuro.
Asimismo, la importancia de las cuevas en la región podría dar información sobre una de las funciones del sitio y sobre la naturaleza de sus interacciones con las comunidades vecinas. En efecto, las cuevas son puntos centrales de la geografía sagrada Maya clásica, así como lugares de peregrinaje y de encuentros políticos. Será importante entender la posible relación entre Raxruha Viejo y las Cuevas de Candelaria, cuyas entradas están ubicadas a menos de 7 km del epicentro de esta capital regional.
Para terminar, los datos procedentes del posible “palacio” parecen indicar un abandono alrededor del 800 DC, después de un gran incendio. Esta conclusión es muy importante desde el punto de vista regional, ya que hace un eco al caso semejante ocurrido en Cancuen, sitio que sufrió un final similar durante la misma época. Este dato permite ubicar esta parte de Alta Verapaz en la misma dinámica de abandono de algunos sitios vecinos de las Tierras Bajas y abre nuevas perspectivas sobre los cambios consecuentes en las rutas de intercambios.
Agradecimientos
Queremos agradecer al IDAEH, al CNRS, al Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia (MAEDI), al CEMCA, a la Universidad de Vanderbilt, así como a Brent Woodfill y al Proyecto Salinas de Nueve Cerros por su ayuda y colaboración. Gracias a Divina Perla por la corrección del español.
Referencias
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Figura 1. Mapa de la región de Cancuen con la ubicación del sitio de Raxruha Viejo (modificado de Wolf 2003, Proyecto Cancuen).
Figura 2. Mapa del epicentro de Raxruha Viejo (modificado de Wolf 2013, Proyecto Cancuen).
Figura 3. Mapa de la plaza principal del epicentro de Raxruha Viejo (modificado de Wolf 2013, Proyecto Cancuen).
Figura 4. Vista del muro trasero del “Palacio” asociado a la última etapa de piso del patio exterior (Foto: J. Sion).
Figura 5. Planta y corte hipotéticos de la Estructura 10A (Dibujo: J.F. Saravia).
Figura 6. Mapa de localización de las estelas y de los altares en la plaza principal del epicentro de Raxruha Viejo (modificado de Wolf 2013, Proyecto Cancuen).
Figura 7. Excéntricos de pedernal del Depósito 3, asociado a la Estela 10 (Foto: J. Sion).
Figura 8. Planta, perfiles y cortes de la Cueva 2 (Dibujo: E. Tox).
Figura 9. Perfil de la entrada de la Cueva 1 (Dibujo: E. Tox).
Figura 10. Localización de los grupos reconocidos al suroeste del epicentro de Raxruha Viejo (Levantamiento y digitalización: R. Cambranes y M. Aldana).