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El papel del Proyecto Nacional Tikal dentro del centenario de investigaciones en Uaxactun 

Introducción

El Proyecto Nacional Tikal (PRONAT) “inició operaciones de investigación arqueológica y restauración en 1979 y surgió como consecuencia de un programa de desarrollo turístico impulsado por el Plan Maestro Petén, en el cual se incluyó la construcción de edificios para uso público dentro del Parque Tikal, mejoramiento de los sistemas de aprovisionamiento de agua. De igual forma se incluyó, como obras principales para facilitar el acceso de turistas a Tikal, la construcción de la carretera Santa Elena-Tikal, y el aeropuerto de Santa Elena” (Fialko 2013:74).

El PRONAT tuvo dos momentos o partes, la primera correspondió a los trabajos efectuados entre 1979 a 1985 en el Parque Nacional Tikal y Uaxactun, bajo la dirección del arqueólogo Juan Pedro Laporte. En cuanto a Uaxactun esto se hizo efectivo a partir de 1982-83. Dirigiendo esta sección del proyecto el arqueólogo Juan Antonio Valdés. La segunda parte fue de 1987 a 1993, siempre con la continuación de trabajos en los sitios mencionados, pero ahora incluyendo Yaxha, Nakum y Naranjo, esta vez bajo la dirección del arquitecto Oscar Quintana (Quintana 2013:37, Fialko 2013). Esta ponencia tratará únicamente lo relacionado al sitio de Uaxactun.

El motivo por el cual fue elegido este lugar para trabajarlo no solamente fue la cercanía de Uaxactun con respecto a Tikal (24 km), sino primordialmente por los estragos realizados por un temporal que afectó gran parte de Petén del 7 al 14 de diciembre de 1979, el cual dañó no solamente a Uaxactun, sino también a Tikal, Nakum, Yaxhá, El Zotz y TzikinTzakan (Quintana 2013:37, Fialko 2013:88-89). Es así como parte de los arqueólogos del PRONAT en Tikal se trasladan hacia Uaxactun, siendo ellos las siguientes personas: Juan Antonio Valdés, Marco Antonio Rosal, Emilio Calderón, asistidos por el restaurador Sostenes Durán Rosado. Al poco tiempo de estar en el sitio, Calderón dejó de laborar en el PRONAT y en su lugar son llamados Renaldo Acevedo y Ana María Paz para realizar el trabajo de patrón de asentamiento. Bernard Hermes, quien analizó la cerámica, permaneció en la sede del Proyecto en Tikal. Durante algunas temporadas también se obtuvo la colaboración de las estudiantes Bertila Bailey, María Elena Alvarez y Estela Pinto (Valdés 2005, Fialko 2013).

Para poder lograr el objetivo primordial sobre Uaxactun, el cual era intervenirlo arqueológicamente para para su salvaguarda e investigación arqueológica, se hizo lo siguiente en el año 1982: primero se reparó en lo posible el “trocopás”, que de Tikal conducía a Uaxactun, el cual básicamente era un camino tosco con muchos hoyos, lodazales, árboles caídos y otras dificultades. Las primeras entradas al sitio se hicieron a lomo de mula, las cuales pertenecían al Parque Nacional Tikal, y otras que fueron rentadas al Sr. Antonio Torres, quien vivía en la aldea Uaxactun. Fue hasta 1983 que se pudo entrar en dos vehículos modelo de los años 1980s, uno de ellos un pick-up Toyota Hilux de cabina sencilla, manejado por Daniel Sánchez y el otro un camioncito Panther conducido por el hermano de Mario García (el bodeguero). Lo que se transportaba en ellos era el equipaje, enseres de trabajo, alimentos, y por supuesto a los dibujantes y arqueólogos, así como a cualquier otra persona que cupiera en la palangana del vehículo. Muchos de los peones, entiéndase albañiles, excavadores, brecheros, los que hacían la cal, etcétera, llegaban a pie y a veces llegaban antes que los que iban en vehículo.

Otra ruta era desde San Andrés, pasando por el biotopo San Miguel La Palotada, donde se encuentra el sitio arqueológico El Zotz, y de allí a Uaxactun. Este camino estaba en “mejores” condiciones y circulaban vehículos de doble tracción y a veces se podía llegar hasta Dos Lagunas. El viaje de Tikal a Uaxactun, ya sea en mula o en vehículo, duraba en un principio de 3 a 4 horas, dependiendo de las circunstancias del camino, especialmente por tener que pasar por el “Bajo El Venado”, donde los vehículos se resbalaban o quedaban atascados, teniendo que usar las manos para retirar el lodo de debajo de las llantas y poner troncos o piedras bajo de ellas para que tuvieran tracción y conjuntamente con esto, se tenía que empujarf para que salieran del atascadero. El tiempo de viaje disminuyó a una hora cuando maquinaría raspó y balastó este camino.

En cuanto a la gente de la aldea, esta tenía trabajos provisionales o de temporada (xateros, chicleros, pimenteros, etc.) y obtuvieron uno permanente con el PRONAT al empleársele como peones. Incluso algunos rentaron sus casas o parte de ellas para los dibujantes y arqueólogos. Pusieron comedores y las pocas tiendas del lugar se surtieron, especialmente con cerveza. Todo esto mejoró la situación económica de los habitantes de la aldea e incluso sirvió para que algunos de ellos dejaran de depredar los montículos arqueológicos que encontraban durante sus caminatas laborales por la selva. Aproximadamente en la Sección Uaxactun del PRONAT hubo unas 100 personas trabajando, de las cuales un 50% era de la comunidad de Dolores, y el resto de San Benito, especialmente albañiles, incluso de La Libertad y por supuesto de Uaxactun.

Intervenciones e investigaciones arqueológicas del PRONAT en Uaxactun

Primeramente el maestro albañil y restaurador Sóstenes Durán Rosado, con un grupo de peones, se trasladó hacia el sitio para hacer galeras de madera, donde se alojarían estos operarios que se movilizarían con el equipo técnico hacia el sitio. En ese momento también se limpió de maleza los Grupos A, B, y E, e incluso se hicieron ranchos de palma para cubrir las estelasy así evitar que la lluvia y el sol las siguiera dañando.

Los arqueólogos hicieron los reconocimientos respectivos al área arqueológica y uno de los primeros objetivos fue salvaguardarlos antes de su derrumbamiento. Para ello se eliminaron árboles caídos o que estaban por caer; se aprovecharon los troncos de algunos de ellos (Fig.1) para apuntalar las edificaciones que estaban a punto de colapsar (v.gr. Complejo A-5, A-18 y E-10), por los 46 años de abandono del sitio, desde que se finalizaron las excavaciones de la Institución Carnegie en el lugar. En aquel momento se hicieron trincheras (v.gr. A-2 y 5), y pozos (v.gr. Estructura A-3) que quedaron durante todo ese tiempo sin rellenar. Su metodología al excavar los edificios, fue el hacer trincheras de grandes proporciones que llegaron hasta la roca caliza, para así observar con suma claridad todas las estructuras sobrepuestas, sus modificaciones y cualquier otra evidencia arqueológica posible, incluso se desmantelaron edificios completos para dejar expuestos los más antiguos (v.gr. A-5, E-7). A todo lo anterior se aunó el temporal ya mencionado, así como el saqueo arqueológico, que en su mayoría fue hecho por los mismos habitantes de la aldea. Poblado que se fundó en el área plana comprendida entre los Grupos A y D, donde también se construyó en 1938 una pista de aterrizaje con el objetivo de exportar el chicle; en esta área hubo también montículos de elevaciones pequeñas que nunca fueron cartografiados (Acevedo et al. 1992:120).

El PRONAT logró apuntalar, consolidar y restaurar parcialmente en el Grupo A el basamento A-2, la pirámide truncada A-3, los palacios A-12 y 18 y el complejo A-5 (Fig.2). En el Grupo B, se consolidaron los restos de tres épocas del palacio B-13. En el Grupo D, se rellenaron las trincheras y túneles hechos por los saqueadores y se realizó un nuevo levantamiento cartográfico. En el Grupo E las estructuras E-1, E-2, E-3 que conforman la parte este del observatorio, la plataforma E-8 y el templo E-10, único en el sitio en poseer bóveda escalonada. También se dejaron expuestos detalles arquitectónicos como: decoración, escalinatas, cuartos, bancas y sistemas de aireación interna (Valdés 2005:24, Acevedo et al. 1992).

Las exploraciones arqueológicas en sí, fueron las siguientes: en el Grupo A (Fig.3) se excavaron y consolidaronlas estructuras A-2,3, 5, los Palacios A-6,7, 8,12 y 18. Estableciendo en algunos casos diferentes secuencias constructivas, que antes no habían sido detectadas, ejemplo de ello son las más de catorce construcciones del Clásico Temprano, incluyendo plataformas circulares que se encontraron bajo el Palacio A-18. En el Grupo B (Fig.4) se investigaron las estructuras B-1, 2, 3, 4 y 8. En el Grupo D se hicieron pozos de sondeo al pie de las trincheras de saqueo y registros dentro de los túneles con el propósito de recolectar cerámica y fechar las estructuras. Se aprovecharon las depredaciones para documentar todo lo expuesto en los túneles. En el Grupo E (Fig.5) se ampliaron las excavaciones a todos los edificios, basamentos, templos y plataformas, comprobándose las ocupaciones y modificaciones de este Grupo desde el Preclásico Medio y Tardío hasta su abandono en el Clásico Tardío. En la Plaza Sur del Grupo H (Fig.6) se descubrieron sorprendentes edificios del Preclásico Tardío con magníficos mascarones estucados policromos con rasgos felinos, frisos con rasgos antropomorfos y ocho figuras antropomorfas de perfil modeladas en estuco con armazón de piedra caliza. Se hallaron también los edificios con bóveda de piedra más antiguos descubiertos del área Maya, comprobándose así el uso del “arco Maya” desde el primer siglo antes de Cristo (Valdés 1986, Valdés 2005).

En el área periférica se documentó por primera vez la zona de habitación de una manera extensa, 16 km2, haciéndose un exhaustivo caminamiento y reconocimiento del área con el objetivo de delimitar el sitio con base a los grupos encontrados, de los que se hizo una tipología por grupo y por estructura. Para su datación se sondearon por medio de pozos y con ello se determinó el continuo crecimiento del lugar. Este nuevo mapa del sitio, incluye los Grupos ya conocidos desde años anteriores, por lo tanto, ha sido un hito en cuanto al conocimiento de Uaxactun. Asimismo, se infirieron aspectos sociales y económicos (Valdés 2005, Acevedo y Paz 1988, Acevedo 2012).

Como resultado de las investigaciones y descubrimientos del PRONAT en Uaxactun, se han elaborado diferentes análisis y estudios, los que se han plasmado en más de 38 publicaciones, entre ponencias, ensayos y tres libros. Uno de ellos es “un estudio completo epigráfico de los monumentos y la relación existente entre sus soberanos, sus obras y los eventos más característicos de sus gobiernos” (Valdés et al. 1999). Estos han sido presentados en diferentes tipos de reuniones y divulgados en varios países. El hacer mención de cada una de estas publicaciones en una ponencia de apenas 30 minutos sería largo, tedioso y difícil, pero se podrán encontrar descritas cada una de ellas en la bibliografía, esperando no haber omitido alguna involuntariamente.

En resumen, el PRONAT documentó todas aquellas edificaciones que fueron indagadas arqueológicamente, incluso algunas de las que habían sido investigadas por la Institución Carnegie en el Grupo A y E fueron re-chequeadas por el Proyecto, aportando, o no, nueva información. Diez edificaciones se consolidaron y restauraron parcialmente. Otro número parecido de estructuras que no fueron excavadas, permanecieron en forma de montículos, pero se les dio proporción volumétrica y se les colocó plantas del lugar, que no representaran más adelante un peligro para las mismas estructuras, esto se hizo para su mejor apreciación y conservación.

Otro de los objetivos del PRONAT fue que la población tomara como propio el sitio y así comprender que Uaxactun es parte de su riqueza sostenible. Además, se delimitaron los Grupos arqueológicos por medio de brechas para que la construcción de nuevas viviendas y la frontera agrícola no avanzara dentro de ellos; también se apostaron vigilantes permanentes.

Para terminar, se podría decir que las investigaciones y hallazgos arqueológicos, especialmente del Preclásico, hechos por el PRONAT en Uaxactun también han servido para que las investigaciones del “SAHI-Uaxactun se concentraran durante los últimos tres años en los Grupos H Norte, H Sur y F norte, todos pertenecientes al Preclásico…” Tendencia que se continúa manteniendo hoy día …En vista que “…aún las investigaciones actuales en Uaxactun se dedican más al Preclásico” (Gómez y Kovác 2016: 28,40).

¡Uaxactun todavía tiene mucho de su pasado para contarnos!

Referencias

Acevedo, Renaldo

2012   Patrón de asentamiento en Uaxactun, Petén, Guatemala. Tesis de licenciatura, Área de Arqueología, Escuela de Historia, USAC, Guatemala.

 

Acevedo, Renaldo y Ana María Paz

1988   El patrón de asentamiento en Uaxactun en el Clásico Tardío. En II Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1987 (editado por J.P. Laporte, S. Villagrán, H. Escobedo, D. González y J. Valdés), pp.157-162, Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

 

Acevedo, Renaldo; Zoila Calderón y Bernard Hermes

1992   Rescate Arqueológico en el Grupo D, Uaxactun, Petén, Guatemala. En V Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1991 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y S. Brady), pp.120-130. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

 

Fialko, Vilma

2013   Proyecto Nacional Tikal: Investigaciones y Procesos de Conservación Realizados en Varios Conjuntos del Epicentro Monumental. En Veinte años de la AECID en Tikal, pp.68-121. Cooperación Española. Guatemala. Versión electrónica.

 

Gómez, Oswaldo y Milan Kovác

2016   Las relaciones entre Tikal y Uaxactun, Investigaciones actuales. Arqueología Mexicana 137:38-45. México.

 

Pinto, Estela y Renaldo Acevedo

1993   Chultunes en Uaxactun: Forma y Uso. En VI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1992 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y S. Villagrán de Brady), pp.202-230. Museo Nacional de Arqueología y Etnología. Guatemala.

 

Quintana, Oscar

2013   Antropología e Historia de Guatemala. Anuario de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural 3(12):35-66. Guatemala.

 

Valdés, Juan Antonio

1986     Reporte Arqueológico de las Exploraciones Realizadas en Uaxactun durante 1983-1985. Informe entregado al Instituto de Antropología e Historia de Guatemala (3 vols.).

2005   El Periodo Clásico en Uaxactun, Guatemala. Arqueología en el Centro de Petén. Editor: Juan Antonio Valdés. Universidad de San Carlos de Guatemala. Instituto de Investigaciones Históricas, Antropológicas y Arqueológicas.

 

Valdés, Juan Antonio; Federico Fahsen y Héctor Escobedo

1999   Reyes, Tumbas y Palacios: La Historia Dinástica de Uaxactun. Cuaderno 25, Centro de Estudios Mayas, Universidad Nacional Autónoma de México.

Fig. 1: Complejo A-V apuntalado por el Proyecto Nacional Tikal en 1983.

Fig. 2: Complejo A-V al momento de consolidarse restos de estructuras y rellenarse trincheras de Carnegie.

Fig. 3: Encerradas en círculos las estructuras excavadas y consolidadas en el Grupo A.

Fig. 4: Estructura B-XIII, en círculo, consolidada por el Proyecto Nacional Tikal.

Fig. 5: Estructuras del Grupo E, en círculos, intervenidas por el Proyecto Nacional Tikal.

Fig. 6: Estructura del Grupo H, plaza sur, en círculo donde fueron encontrados los mascarones Preclásicos.