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La Temporada de Campo 2016 del Proyecto Petén-Norte Naachtun (2015-2018)
Abstract
The 2016 field season of the Peten-Norte Naachtun Project aimed at following the investigations started in 2015 on the Early Classic period in order to define the sociopolitical, economic and demographic (growth of the local population vs. mobility) mechanisms involved in the conformation of this important Maya regional capital. In this paper, we will describe the archeological works carried out in Group C, main sector occupied during the Early Classic period with its Triadic complex, its Acropolis V, and in Group B, seat of Late and Terminal Classic expansion where we investigate two patio units of the elite. Finally, we will present the first results of the paleo-environmental studies the purpose of which is to reconstruct the ancient landscape of Naachtun and to define the agricultural practices.
Introducción
En el 2016 se llevó a cabo la Segunda Temporada de Campo de la nueva fase (2015-2018) del Proyecto Petén-Norte Naachtun, destinada a entender de una mejor manera el desarrollo del sitio durante el Clásico Temprano, momento en que se instala la realeza Murciélago en el sitio y en que se estructura espacial y políticamente esta capital regional a raíz de su alianza con Teotihuacan (Nondédéo et al. 2016). Tres grandes tipos de operaciones se pueden destacar para 2016: una serie de excavaciones y estudios en el Grupo C y en la zona residencial relacionados con el Clásico Temprano; la continuación de las investigaciones iniciadas en 2013-2014 en tres patios del Clásico Tardío en el Grupo B y finalmente la ampliación de los trabajos paleoambientales con el fin de entender las prácticas agrícolas y más generalmente, las relaciones entre el hombre y su entorno local.
El trabajo de mapeo a cargo de E. Lemonnier y J. Cotom siguió con el registro de la parte noroeste de Naachtun, en busca de los límites del asentamiento a orillas del gran bajo norte. Se hizo el reconocimiento y mapeo de 22 hectáreas (ha) en esta zona de transición entre meseta y bajo, en la que se localizaron 15 estructuras repartidas en siete unidades habitacionales. Con excepción de un patio doble que posee al menos cuatro edificios abovedados, los demás montículos se tratan de pequeñas estructuras aisladas. La baja densidad de 0.7 estructura por hectárea (versus 4.2 estr/ha en la zona residencial), permite confirmar los límites del asentamiento hacia el noreste, ya que está delimitado en ese sector por un gran arroyo que corre en orientación norte-sur, tal como el otro que existe del lado este. Además en esta zona intermedia, varias terrazas agrícolas erosionadas fueron localizadas al pie de la meseta.
En resumen, después de cinco años de investigación se pueden distinguir tres zonas en el asentamiento de Naachtun (Fig.1): un epicentro de 33 hectáreas con una densidad de 8.6 estr/ha, rodeado por una zona residencial de alrededor de 150 has, con una densidad de 3.9estr/ha y, finalmente, áreas periféricas donde la densidad cae a 1.6 estr/ha. La distribución del asentamiento indica que la mayoría del espacio (o sea un 55%, es decir 80 ha) corresponde a zonas vacías entre las unidades donde los trabajos paleoambientales y geoarqueológicos están validando la hipótesis inicial de campos de cultivo, en paralelo y en complemento a otros campos de cultivo localizados en las zonas periféricas (terrazas, riberas de los bajos) (Hiquet et al. 2016; Purdue et al. 2016; Castanet et al. 2015, 2016). En cambio, la cuestión de la agricultura extensiva de tipo outfield queda totalmente abierta, y se espera que la prospección Lidar en curso ayude a modelizar en un futuro cercano, el sistema agrícola entero.
Trabajos paleoambientales
Estos están estrechamente relacionados con el mapeo y el estudio del patrón de asentamiento, consistieron este año en tres series de operaciones distintas.
El trabajo sedimentológico llevado a cabo por L. Purdue, consistió en la realización de numerosos sondeos con una nucleadora, con el objetivo de identificar posibles zonas de cultivo entre las unidades y entender la función hidráulica de ciertos arreglos en el paisaje. Cuatro sectores fueron seleccionados, de los que sólo se mencionarán dos: el sector cercano al Grupo 5N6 reveló la presencia de un campo de cultivo de aproximadamente 110 m de longitud este-oeste por 40 m norte-sur al sur de dicha unidad, con dos horizontes cultivados (identificables por arcillas limosas grises, ricas en materias orgánicas y óxidos de hierro) separados por una fase detrítica de abandono. También se pudo comprobar que las zonas al este de la unidad, hoy en día ocupadas por una vegetación de carrizal, correspondían a zonas húmedas donde se estancaba el agua y cuyo exceso se podía evacuar hacia el canal cercano. La segunda zona de interés, tenía como meta entender la función de las numerosas depresiones circulares húmedas localizadas en varios sectores del sitio y rodeadas por una vegetación de carrizal. Los sondeos con la nucleadora realizados dentro así como en los alrededores de las depresiones, comprobaron que esas cavidades corresponden a pequeñas aguadas, poco profundas, llenas de aguas lodosas que servían probablemente para la agricultura más que para el consumo humano. Sus orillas fueron utilizadas como campos de cultivo ya que tres horizontes cultivados superpuestos fueron detectados. Por su parte, las zonas periféricas, hoy día con carrizales, mostraron la presencia de niveles cenizosos que podrían indicar la práctica de quema y roza.
Este año la investigación se enriqueció con un nuevo estudio a cargo de M. Testé y A. Garnier, cuya meta consiste en reconstituir el paleopaisaje de Naachtun y evaluar el impacto sobre la vegetación del crecimiento de la ciudad durante el periodo Clásico. Para eso, se dejaron de lado los pólenes, los carbones y las semillas, mal conservados y presentes en pequeñas cantidades, inclusive en los civales de Naachtun, para enfocarse en dos proxys con potencial elevado: las fitolitas y los moluscos fosilizados. El trabajo inició con la realización de un referencial actual de biogeografía vegetal y de malacología para entender mejor las asociaciones entre ambos proxys a lo largo de dos transectos biológicos, uno atravesando todo el sitio de sur a norte, el otro cruzando el bajo norte hasta alcanzar sectores del cival que aún contienen agua. Veintiún estaciones fueron definidas como zona vegetal de referencia, en las que se efectuaron registros taxonómicos de las especies, muestras de suelos y sondeos pedológicos para estudiar la relación entre vegetación y propiedades de los suelos. Cada transecto fue objeto de un levantamiento topográfico, para ubicar en el espacio la distribución de la vegetación, en relación con el desnivel de 25 m que existe entre el Grupo C y las orillas del bajo, pasando paulatinamente de una selva mediana y alta al sur en el Grupo C, a una vegetación hidrófila en los civales del bajo norte. Los primeros resultados muestran que la misma diversidad que se observa en las asociaciones de vegetación actual se encuentra también en los ensamblajes fósiles, con un rango de precisión superior para las herbáceas que para las especies de madera. No obstante, se logró notar diferencias importantes de composición entre los bosques del extremo sur y los del extremo norte del transecto. Estos primeros resultados van a poder compararse en el futuro con las muestras sistemáticas que fueron extraídas cada 5 cm en los sondeos pedológicos efectuados en el bajo norte.
El último trabajo que se debe mencionar aquí concierne un transecto sedimentario realizado por C. Castanet en Río Azul, en el lecho del Río Ixcanrio, destinado a conocer mejor las dinámicas hidrosedimentarias de la cuenca del río y a contextualizar a una escala regional, los resultados obtenidos en Naachtun a un nivel local. Se trató de constituir un referencial regional mediante la realización de siete sondeos en el fondo de la planicie aluvial del río, es decir sobre un transecto de 500-600 m. Depósitos de entre 4 y 6 m de profundidad fueron localizados, principalmente constituidos por niveles arcillo-limosos más o menos orgánicos y procedentes de las fases de inundación. Entre ellos, se nota la recurrencia de una unidad estratigráfica arcillo-limosa gris oscura, de entre 1.10 y 1.70 m, que atestigua los fuertes cambios paleoambientales intervenidos en toda la cuenca del río y que se tendrán que explicar a posteriori.
El Clásico Temprano
Regresando al sitio y al trabajo arqueológico en el Grupo C y en particular, la Acrópolis V, esta temporada recibió una atención particular, ya que ahí trabajaron cuatro arqueólogos para el registro de las numerosas trincheras y túneles de saqueo, así como para la limpieza de cámaras funerarias saqueadas. Un total de 15 trincheras y túneles fue registrado gráficamente, encontrándose la mayoría de ellos del lado oeste de la Acrópolis donde se ubican muchas de las sub-estructuras localizadas (Fig.2).
Hacia el norte, el estudio de las Trincheras 9 y 13 permitió comprender el desarrollo de esta parte de la Acrópolis. Al menos cinco etapas constructivas fueron detectadas, cada una representada por un basamento: Uno de los basamentos más importantes, la Sub-3 estaba decorada con una moldura en delantal, estucada y pintada de anaranjado, tuvo tres ampliaciones cada una dispuesta sobre un mismo piso –el Piso 3–, lo que tal vez significa un lapso de tiempo no muy grande entre cada remodelación. Cada una de estas ampliaciones tuvo una moldura estucada en delantal y pintada. Fueron luego recubiertas por una última plataforma, parecida a la tercera versión (con un talud casi vertical), que constituye la primera etapa de la gran plataforma final de la Acrópolis, perceptible en las Trincheras de Saqueo 11 y 12. A la subestructura 3 inicial (Sub3a), se le adosaron varias subestructuras, en particular la Sub-2 constituida por dos cuerpos decorados con motivos modelados en estuco pintado de anaranjado en su fachada oeste. Mide 2.74 m de ancho (con orientación este-oeste) por un largo desconocido y tiene cuerpos ataludados. Está totalmente englobada en otra plataforma, la Sub-1, de 4.49 m este-oeste por 2.35 m norte-sur. Tiene en su fachada principal al oeste, una decoración donde alternan paneles salientes y remetidos. Sólo las partes salientes fueron decoradas con motivos modelados de estuco y pintadas de rojo. Esta subestructura viene a adosarse también contra la Sub-3 que a su vez está recubierta por una plataforma de la que sólo se aprecia la escalinata en el lado oeste.
Este pequeño ejemplo muestra el dinamismo constructivo en este conjunto singular y la cantidad de subestructuras que fueron encontradas. Hacia el sur y gracias al estudio de las Trincheras 19, 1, 2 y 3, se detectó la presencia de tres plataformas con talud-tablero que recuerdan la influencia teotihuacana en las Tierras Bajas. De las tres plataformas, se hará mención de la subestructura localizada en la Trinchera 19, que consiste en la fachada sur de un basamento que corre sobre 3.66 m de largo en su extensión este-oeste y que está decorado por un talud-tablero. El tablero mide 90 cm de alto y conserva decoración de pintura roja, beige, negra y gris, de la que ya no se aprecian los motivos que tuvo. Está enmarcado por molduras, también estucadas y pintadas, de 32 cm de alto.
Todo el material recuperado adentro de estos túneles, así como adentro de las cámaras funerarias se fecha para la fase Balam II del Clásico Temprano (350-500 DC), momento de apogeo en la ciudad estrechamente relacionado con la alianza de Naachtun con Tikal. Esta acrópolis se volvió en aquel periodo, el lugar funerario de prestigio de la realeza del sitio. En 2015, 14 cámaras habían sido detectadas, de ellas 12 son indudablemente de carácter funerario. No está demás, comentar que todas fueron saqueadas. En 2016 el trabajo consistió en la limpieza de una muestra de cuatro cámaras, para rescatar información e iniciar un trabajo de registro sistemático de la arquitectura funeraria. Las cuatro cámaras están abovedadas y orientadas este-oeste, habiendo estado probablemente la cabeza de los individuos colocadas al este. Eso se aparta del patrón más común observado en Naachtun de entierros norte-sur, con cabezas al norte. Entre los diferentes resultados preliminares de este trabajo, se mencionará el fenómeno, no tan frecuentemente reportado en las sepulturas reales, de reingresos, un vez sellada la tumba, para realizar acciones sobre los huesos: en un caso (Sep. 74/ Cám. 3), varios huesos fueron recortados en sus diáfisis, una operación que se puede hacer únicamente sobre huesos bien secos (Fig.3); esta observación va a la par de un desplazamiento de las lajas de bóveda en el extremo oeste de la cámara; en el segundo caso (Sep. 81/ Cám. 10) varios huesos del cuerpo, en particular del cráneo, muestran restos de pintura roja, lo que indica un reingreso tardío a la tumba, un elemento también comprobado por la arquitectura, ya que el techo fue desmantelado en su extremo oeste (Fig.4). Tres de las cuatro cámaras estudiadas muestran restos de pigmento rojo en sus paredes estucadas (presencia de hematita). Todas estas cámaras, menos una (Sep. 81/ Cám. 10), son cámaras intrusivas que perforaron construcciones o pisos anteriores para acomodarse. En el caso de la Sep. 72/Cám 1, se acomodó en el relleno de un basamento ya existente, y sólo se emparejó el relleno y se pintaron sus piedras de rojo para conformar la pared.
Cerca de la Acrópolis, se encuentra un complejo de patrón triádico, estando a cargo de D. Michelet las investigaciones de ese grupo. En este conjunto construido a finales del Siglo IV, se tuvo como meta principal, documentar y entender la cuarta superestructura allí presente (estructura Id), situada en el norte de la plataforma superior (Fig.5). Hay que recordar aquí que en la temporada 2004 del proyecto canadiense, se había descubierto adentro de esa estructura, una estela –Estela 26–, enterrada en tiempos prehispánicos, posiblemente a finales del Clásico Temprano – inicios del Clásico Tardío (Rangel y Reese-Taylor 2013). La excavación de una trinchera del lado oeste, junto con la liberación de elementos arquitectónicos superficiales de la parte superior permitieron determinar que, a diferencia de lo que se suponía, el basamento de Id tuvo una escalinata, no del lado norte, sino del lado oeste y medía 2.70 m de alto, o sea la altura de una decena de gradas. Soportaba un templo abovedado de alrededor de 4.35 m norte-sur por 3.80 m este-oeste, que abría al oeste posiblemente por tres vanos muy estrechos delimitados por dos pilares. El pilar del sur, el único que se pudo descubrir, mide 0.8 m de ancho y 1 m de espesor y deja al sur un vano de solamente 0.4 m de ancho con el muro lateral. Cabe recalcar que el enterramiento de la estela 26 provocó sin lugar a dudas el colapso del templo ya que dicha estela se localiza debajo del muro trasero (este) del templo. Sin tener por el momento los elementos que podrían comprobarlo con toda seguridad, se estima que la estructura Id debió de haber sido edificada en el transcurso del Siglo V, antes de ser destruida hacia 550 DC o un poco más tarde para enterrar la estela. Llama finalmente la atención, la orientación de este edificio que rompe con el sistema espacial inicial, y que se podría relacionar tentativamente con la unidad cercana 6M42, de alto rango y fechada del final del Siglo V. Puede ser que los habitantes de ese grupo habitacional hayan tenido algo que ver con la construcción y el uso de Id.
Más allá del Grupo C se mencionará dos operaciones relacionadas con el Clásico Temprano. La primera atañe al estudio a cargo de J. Cotom de la Estructura XX el Grupo A, es decir, la pirámide oeste del Grupo Tipo E del sitio, un grupo construido y ocupado durante el Clásico Temprano. Esta temporada se investigó la trinchera de saqueo ubicada en el lado oeste del basamento, la cual indicó la presencia, entre otros, de una plataforma-sub accesible por una rampa estucada, un rasgo bastante inusual en la arquitectura Maya. Además, abre del lado oeste del basamento, del lado opuesto a la plaza del Grupo tipo E, lo que tal vez significa la existencia de una configuración inicial distinta de la del Grupo tipo E. Si esta plataforma viene a ser contemporánea de las registradas en 2015 en el lado sur del basamento, entonces se fecharía también del inicio del Clásico Temprano (fase Balam I: 150-350 DC).
La segunda operación consiste en el programa de sondeos sistemáticos iniciado en 2013 en la zona residencial; tiene, entre otros, como objetivo cartografiar la ocupación del Clásico Temprano y cuantificar la población para este primer periodo de apogeo en Naachtun. En 2016, 12 sondeos adicionales fueron realizados, alcanzando un total de 98 pozos de sondeos en la zona residencial (Fig.6). Ellos fueron colocados como prioridad, en las unidades habitacionales excavadas anteriormente y que poseen fechamientos problemáticos, así como en el sector noreste, el que no se había investigado por ningún investigador hasta el momento. Entre los resultados logrados después del análisis de la totalidad del material, sólo se mencionará dos aspectos: en el sector noreste, una ocupación Clásico Terminal ha sido atestiguada en varias unidades confirmando las relaciones espaciales, en particular mediante la calzada, que se podían establecer entre el Grupo B, intensamente ocupado en el Clásico Terminal, y este sector residencial noreste. Por otra parte, estos sondeos revelaron una intensa actividad constructiva en el Clásico Temprano, con raíces en el Preclásico Tardío, tal como lo mostraron dos unidades (5O141 y 5P10) de este sector. Es posible, además, que en una de las dos unidades se haya encontrado una estructura de adobe, un rasgo generalmente difícilmente perceptible. A un nivel más general, los primeros resultados de este trabajo de tesis doctoral por parte de J. Hiquet, indican dos momentos de apogeo demográfico en el sitio: uno que corresponde a la fase Balam II (350-500 DC) del Clásico Temprano y, después de un periodo aún mal definido, otro en la fase Ma’ax III del Clásico Tardío (740-830 DC). Sin embargo, el máximo en términos poblacionales interviene claramente en esta última fase del Clásico Tardío donde más de un 60% de las unidades están ocupadas.
Investigaciones en patios del Clásico Tardío y Terminal
La ocupación del sitio durante el Clásico Tardío ha sido otro enfoque importante de la temporada 2016, en particular a través del estudio de tres patios; el del Grupo 5N6, y los patios 6 y 22, respectivamente de los Complejos Oeste y Central del Grupo B. El trabajo en 5N6, un patio principalmente ocupado en Ma’ax II después de una primera ocupación en Balam II, se enfocó en dos aspectos principales:
– La excavación del segundo individuo presente en la Sepultura 61, parcialmente excavada en 2015. Efectivamente entre las rodillas de una mujer adulta, había aparecido, en 2015, el cráneo de otro individuo, colocado a un nivel más bajo. Este año la excavación de este sujeto reveló la presencia de un infante de entre 2 y 3 años de edad, colocado en posición fetal encima de un plastrón de tortuga. Si ambos individuos (el niño y la mujer) fueron colocados simultáneamente, la muerte de los dos individuos al mismo tiempo: así, la dislocación de ciertas articulaciones lábiles del infante da prueba de que se trata de un depósito secundario en bulto, un tratamiento que no había sido observado para el individuo femenino, el cual corresponde a un depósito primario. Por otra parte, la ampliación de la excavación para alcanzar al niño, permitió localizar a proximidad, un depósito de fundación anterior, fechado de la fase Balam II y constituido por una pequeña olla, un cuenco policromo con reborde basal colocado boca abajo y una figurilla, posiblemente de un murciélago.
– La segunda operación en 5N6 consistió en la excavación parcial de la Estructura 6N-1, una estructura aislada, situada a unos 40 m al suroeste de 5N6 y para la que se requería saber su función y si formaba o no parte de la unidad antes mencionada. Consta de dos cuartos muy angostos, de 1 a 1.4 m de ancho, cuya arquitectura y ocupación son similares a las de 5N6. Ahí fueron localizados dos contextos funerarios, una sepultura vacía y un depósito secundario (Sep. 93) compuesto por un cráneo y un hueso largo asociado con dos vasijas, una de ellas matada. Muchos datos relacionan este edificio aislado con la unidad 5N6 y parecen indicar una función particular, en relación tal vez con lo funerario.
Los trabajos en el Patio 6 del Complejo Oeste del Grupo B iniciaron en 2014 y 2015, con la excavación de las estructuras sur y oeste, las cuales permitieron establecer que el patio había sido fundado en Ma’ax II y ocupado hasta Ma’ax III. En 2016, se estudiaron las estructuras que delimitan la esquina noreste: 5O-65/59 y 5O-66. Después de su liberación, se pudo comprobar que las Estructuras 5O-59 y 65 formaban en definitiva un solo y mismo edificio orientado norte-sur y con 22 m de largo por 4 m de ancho. Las excavaciones llevadas a cabo por J. Sion mostraron que se trataba inicialmente de un edificio filtro con una abertura central tanto al oeste como al este. La entrada este, luego fue tapiada al modificar profundamente la función del edificio, volviéndose un edificio residencial. Se dividió el espacio interior mediante muros de separación y se construyeron dos banquetas, una en el cuarto norte y otra en el cuatro central. Dispuestos contra la banqueta central, se hallaron dos sepulturas de ocupación, colocadas en cista en el momento de construir el piso del cuarto. El final de la ocupación en Ma’ax III, se manifiesta por perforaciones realizadas en la plataforma oeste de acceso a 5O-65, mientras que, hacia el norte, los trabajos en la esquina noreste del patio mostraron que dicha plataforma había tenido, después del abandono del Patio 6, una reocupación en el Clásico Terminal (fase Muuch) ilustrada, entre otros, por una pequeña edificación y un basurero, ambos relacionados con actividades realizadas en el Patio 11, al norte.
Por su parte, el edificio norte, 5O-66, ha sido parcialmente liberado en su mitad este por J. Quiñonez. Se trató inicialmente de un edificio alargado de una sola crujía y abierto por, al menos, tres vanos que conectaban el Patio 6 con el Patio 8 al norte. El edificio sufrió al menos dos remodelaciones cambiando posiblemente de función a lo largo de su ocupación. Fue luego subdividido en tres cuartos y poco a poco fueron tapiados sus diferentes accesos, en particular el del cuarto central. La colocación de entierros debajo de los pisos, en el cuarto este en particular (Sep. 92), indica que el edificio adquirió, en una segunda fase, un carácter más bien residencial. Se halló una cista norte-sur conteniendo a un individuo acompañado por tres vasijas, entre ellas una del tipo Central Farm Compuesto que podría indicar la reanudación de contactos con la región de Tikal-Uaxactun al final del Clásico Tardío.
Los datos del Patio 6 deberán ser confrontados en el futuro con los del Patio 22 del Complejo Central, un poco más tardío. Este último ha sido estudiado desde 2013 a raíz de sus posibles relaciones con la Plaza Río Bec. Este patio fue construido a finales de Ma’ax II, hacia 730-740 DC y ocupado hasta el Clásico Terminal. En 2016, el trabajo a cargo de A. Díaz se centró en la esquina sureste del patio donde se liberó el cuarto este de 5O-136 así como el extremo sur de 5O-134 (Fig.7). El cuarto este, reveló dos banquetas: una central con un respaldo hacia el este y una lateral oeste en la que se localizó un entierro norte-sur en cista (Sep. 90). Según H. Lacomme, el cuerpo estaba recubierto por una espesa capa orgánica de color pardo oscuro compuesta por semillas, flores, restos de fauna y pequeñas conchas. El individuo estaba acompañado por tres vasijas. En cambio, la excavación de la cista del cuarto central (Sep. 94), totalmente vacía, no contuvo ninguna evidencia que permita demostrar o no la instalación en cualquier momento, de un individuo.
A manera de conclusión, se puede decir que, aunque la temporada 2016 fue un poco más corta que las anteriores, se pudo recolectar en ella una prometedora serie de datos que van a permitir entender mejor el papel de los edificios monumentales, en particular los del Grupo C, durante el Clásico Temprano, así como definir el manejo de los recursos locales y la relación entre los habitantes de Naachtun con su entorno local a lo largo de casi un milenio de ocupación.
Referencias
Castanet, Cyril; Louise Purdue, Eva Lemonnier, Philippe Nondédéo
2015 Dynamiques croisées des milieux et des sociétés dans les basses terres tropicales mayas: hydrosystème et agrosystème à Naachtun (Guatemala). En Changements sociaux, changements climatiques (F. Giligny y Z. Tsirtsoni, coord.), pp.32-37. Les Nouvelles de l’Archéologie N° 142.
Castanet, Cyril; Louise Purdue, Eva Lemonnier, Philippe Nondédéo, Marc Testé y Fatima Mokadem
2016 Environmental and socio-environmental dynamics in subtropical maya lowlands: hydrosystem and agrosystem of the wetlands (bajos) around Naachtun during the last 3 milleniums (Petén, Guatemala). En Reconstructing resources availability, management and use at Naachtun. Ponencia presentada en la reunión annual de SAA en Orlando, Florida, Abril 6-10.
Hiquet, Julien; Eva Lemonnier y Julio Cotom
2016 Time and space at Naachtun: Studying the chronological sequence, settlement and land use patterns. En Reconstructing resources availability, management and use at Naachtun. Ponencia presentada en la reunión annual de SAA, en Orlando, Florida, Abril 6-10.
Nondédéo, Philippe; Alejandro Patiño, Alfonso Lacadena, Ignacio Cases, Julien Hiquet, Dominique Michelet, Chloé Andrieu y Lilian Garrido
2016 El papel de Teotihuacan en la formación de una capital regional maya: el caso de Naachtun, Petén. En XXIX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2015 (editado por B. Arroyo, L. Méndez y G. Ajú), pp.91-101. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Purdue, Louise; Cyril Castanet, Lydie Dussol, Eva Lemonnier y Aline Garnier
2016 Where and how did the Maya practice agriculture in the Classic Period city of Naachtun, Guatemala?. En Reconstructing resources availability, management and use at Naachtun, ponencia presentada la reunión annual de SAA, en Orlando, Florida, Abril 6-10.
Rangel, M. y K. Reese Taylor
2013 Proyecto Arqueológico Naachtun 2004-2009. Informe N°2, segunda temporada de campo: abril y mayo 2005. Informe entregado al Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.
Fig. 1: Mapa de Naachtun detallando en blanco el epicentro, en gris claro la zona residencial y en gris oscuro las periferias. (Levantamiento y dibujo: E. Lemonnier y J. Cotom)
Fig. 2: Plano de la Acrópolis V de Naachtun con la localización de las trincheras de saqueo y de las cámaras registradas en 2016. (Dibujo modificado del levantamiento y DAO por C. Gillot y D. Michelet).
Fig. 3: Huesos recortados procedentes de la Sepultura 74 de la Acrópolis V (Foto: H. Lacomme)
Fig. 4: Huesos pintados de rojo, procedentes de la Sepultura 81 de la Acrópolis V (Foto: H. Lacomme)
Fig. 5: Plano del Complejo Tríadico de Naachtun con la ubicación de las excavaciones de la Temporada 2016 (Levantamiento: C. Gillot y D. Michelet; DAO: C. Gillot)
Fig. 6: Localización de los 98 pozos de sondeo realizados en 53 unidades habitacionales de la zona residencial de Naachtun, en el marco de la tesis doctoral de J. Hiquet (datos: J. Hiquet)
Fig. 7: Vista del cuarto de la Estructura 5O-136, al final de la excavación (Foto: A. Díaz)