088. La participación comunitaria en la gestión del patrimonio: experiencias del Proyecto para la Conservación del Sitio Arqueológico Uaxactun 

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La participación comunitaria en la gestión del patrimonio: experiencias del Proyecto para la Conservación del Sitio Arqueológico Uaxactun 
La zona arqueológica de Uaxactun

Uaxactun es una zona arqueológica que se ubica a 23 kilómetros al norte del Parque Nacional Tikal, en el municipio de Flores, departamento de Petén, Guatemala, dentro de la Zona de Usos Múltiples (ZUM) de la Reserva de Biosfera Maya (RBM) y dentro de los límites de la concesión forestal comunitaria más grande del país. Su administración actual se encuentra a cargo del Instituto de Antropología e Historia a través del Parque Nacional Tikal, el cual desde el año 2013 implementó dentro de su estructura administrativa la Unidad Uaxactun, que cuenta con diez operativos para labores de mantenimiento y conservación preventiva, y un arqueólogo que se encarga de dirigir y supervisar estas labores, realizando visitas semanales a la zona.

En Guatemala es una de las ciudades prehispánicas más representativa de la antigua civilización Maya, puesto que sirvió como punto de partida para los estudios científicos en el ámbito de la arqueología y a decir de varios estudiosos, también representó el caso más notable de arqueología destructiva, que además generó una problemática heredada hasta hoy, un siglo después, por las consecuencias al dejar las edificaciones expuestas al intemperismo, sin ningún plan de conservación y por el uso desmedido e inadecuado que se le dio a algunas de ellas.

Uaxactun fue reportado el 5 de mayo de 1916 por Sylvanus Morley y los primeros estudios propiciados por la Institución Carnegie de Washington iniciaron con el mapeo a cargo de Frans Blom en 1924, sin embargo, la investigación propiamente dicha se dio a partir del primer permiso para realizar excavaciones obtenido por Oliver Ricketson en enero de 1927 y continuaron hasta 1937, cuando se realizó la publicación de los resultados de la investigación. Aunque existieron algunas visitas y reportes posteriores, fue hasta en la década de 1970, cuando se implementa la vigilancia en el sitio, se realizan labores de limpieza y conservación en el Edificio E-VII-Sub por Edwin Shook, así como el registro de monumentos y la elaboración de un nuevo mapa a cargo de Ian Graham y Eric Von Euw. En 1980 el Proyecto Nacional Tikal se hace cargo de Uaxactun, realizando excavaciones y restauración en los edificios A-XVIII y E-X; estas intervenciones continuan en 1982 con el colapso parcial del edificio A-XVIII y posteriormente de 1983 a 1985 se continuan los trabajos en el sitio con un programa de investigación y rescate liderado por el arqueólogo Juan Antonio Valdéz del Proyecto Nacional Tikal y de 1987 a 1990 a cargo del arqueólogo Bernard Hermes.

Las ultimas investigaciones en el sitio iniciaron en el año 2009 por el Instituto Eslovaco de Arqueología e Historia, enfocando nuevamente el interés científico hacia Uaxactun y sus alrededores. El empleo de nuevas tecnologías en los registros arqueológicos por parte de este proyecto ha permitido, entre otros aportes, conocer la extensión del sitio que alcanza los 10 km cuadrados. El proyecto continua a la fecha, sumando al presente siete temporadas de investigación.

La comunidad de Uaxactun

Esta comunidad surgió entre finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX, como campamento para los trabajadores que extraían el látex del árbol de chico zapote (Manilkara zapota). Fue adquiriendo importancia a nivel local cuando se da la construcción de una pista de aterrizaje rústica para aviones trimotores en la década de 1930, la cual dividió el sitio arqueológico en dos sectores. El campamento evolucionó a aldea cuando se facilitaron las condiciones de habitabilidad, creando y ampliando vías de acceso por la P. W. Shufeldt Company para el paso de las mulas que utilizaban los chicleros y en el año 1999 el Consejo Nacional de Áreas Protegidas aprueba el otorgamiento de un área de 83,558 hectáreas, mediante resolución No. ALC/020- 99, bajo la figura de concesión forestal comunitaria, a la organización sociedad civil denominada “Organización, Manejo y Conservación (OMYC)”, bajo un plazo de 25 años, a partir de la firma del contrato, venciendo el 06 de enero del año 2025, por lo cual la organización paga al CONAP Q417,790.00 anuales, luego de los tres primeros años de gracia, siguiendo las normas establecidas (CONAP 2002).

Oficialmente la población es de aproximadamente 1,600 habitantes, 55% son hombres y 45 % mujeres, teniendo un total de 140 familias, sin embargo un nuevo censo levantado en el año 2013 por esta organización registró un total de 769 habitantes, 187 familias, teniendo cada una un promedio de 4.11 integrantes (OMYC 2013). De esta manera se logró determinar que la población ha disminuido, no así el número de familias, debido a que los ingresos provenientes de la producción de la concesión forestal que ellos administran, permite que algunos jóvenes puedan tener acceso a estudios de nivel medio y universitario, trasladándose a vivir fuera de la comunidad para buscar otras oportunidades.

El proyecto para la conservación del sitio arqueológico Uaxactun

Desde el inicio el proyecto fue contemplado como un proceso participativo, siendo su objetivo general el fortalecimiento de la institucionalidad para la gestión del sitio arqueológico de Uaxactun, estableciendo las líneas estratégicas para su conservación y adecuada utilización, bajo mecanismos de participación comunitaria como alternativa para el desarrollo sostenible local.

Esta iniciativa logró establecer un plan de manejo para mejorar la gestión del sitio, y que incluye los criterios de intervención para los edificios monumentales expuestos; asimismo permitió la restauración de la estructura E-VII y E-VII-Sub que requería inmediata atención (el edificio radial del complejo de conmemoración astronómica), acompañando el proceso con talleres de capacitación comunitaria. El monto gestionado por el Fondo de Monumentos Mundiales fue de US$78,500, el cual fue la base para el desarrollo del proyecto, este monto fue complementado con el apoyo del Proyecto SAHI-Uaxactun y recursos humanos y materiales del Parque Nacional Tikal. Se considera además, un proceso muy participativo que deja bases institucionales para desarrollar procesos de planificación del patrimonio en el futuro, en conjunto con la población local.

A finales del año 2012, el Viceministerio de Patrimonio Cultural y Natural en seguimiento a su “Agenda Estratégica y Líneas Orientadoras”, decide concursar en el Programa Watch del Fondo de Monumentos Mundiales (WMF), con el fin de posicionar públicamente el sitio arqueológico, generar el apoyo y la cooperación en el sentido de gestionar fondos que permitieran el desarrollo de una iniciativa de conservación, dirigida al complejo de conmemoración astronómica, comúnmente conocido como Grupo E, por su relevancia y principalmente, por lo graves problemas de deterioro que presentaba.

En enero de 2013 se prepara un diagnóstico preliminar de la situación del sitio con énfasis en el Grupo E, y en los meses siguientes el Parque Nacional Tikal elabora la propuesta de nominación para el Programa Watch. La propuesta es traducida al idioma ingles y presentada a través de la Fundación PACUNAM con la idea de que ésta le diera el seguimiento futuro al proyecto, buscando de esta manera la sostenibilidad, lamentablemente dicha fundación se retira del proceso, quedando en manos del Viceministerio la responsabilidad del proyecto y su continuidad.

En octubre de 2013, se anuncia la inclusión de Uaxactun en la nueva Lista Watch y a partir del mes siguiente se inició la campaña de búsqueda de fondos por parte del Fondo de Monumentos Mundiales, lográndose la obtención de dos soportes provenientes de The Selz Foundation, Inc. y David L. Klein, Jr. Foundation en el primer semestre de 2014. Con la noticia del financiamiento obtenido, se complementan los informes requeridos por WMF para la gestión financiera y se realizan las gestiones para la firma de los convenios de cooperación. Los recursos se administraron a través de la Fundación para la Conservación de los Recursos Naturales y el Ambiente en Guatemala.

Durante el primer trimestre de ese mismo año se integra como socio estratégico el Proyecto SAHI-Uaxactun, con las intervenciones en los máscarones de la Estructura E-VII-Sub y la facilitación de la información científica de las investigaciones, principalmente contribuyó con la definición del polígono del sitio.

El proceso de involucramiento comunitario y el inicio oficial del proyecto se dio con el evento público denominado Celebración del Día Watch. Esta celebración fue realizada el 05 de noviembre de 2014 y fue organizada por el Viceministerio del Patrimonio Cultural y Natural a través del Departamento de Monumentos y el Parque Nacional Tikal, realizandose un video documental de toda la actividad que fue requerido por WMF y difundido durante los talleres de capacitación. El día del evento se contó con la participación de 150 niños y jóvenes miembros de la Escuela Oficial Rural Mixta y del Instituto Telesecundaria de la comunidad de Uaxactun, maestros, autoridades locales, departamentales y del Viceministerio de Patrimonio Cultural y Natural, así como personal del Parque Nacional Tikal y del Proyecto Arqueológico SAHI-Uaxactun. Como parte del evento, se realizó una ceremonia Maya para marcar el inicio del proyecto, se brindó un recorrido y charla en el Grupo E, se realizaron talleres de dibujo y restauración, se incluyó una refacción y entrega de playeras y se culminó con una tarde infantil amenizada por la mascota del Parque Nacional Tikal, el jaguar Balam.

Entre enero y marzo del año 2015 se realiza el proceso de convocatoria, selección y contratación de la coordinación del proyecto y la elaboración del Plan de Manejo, iniciando de lleno con las actividades a partir del 15 de abril de ese año. Las actividades se esperan culminar en el mes de agosto del 2016 con la presentación y socialización del Plan de Manejo y la develación de los trabajos en el Grupo E.

Como parte de las acciones de sensibilización, el proyecto contempló el desarrollo de dos capacitaciones dirigidas a los comunitarios, realizadas los días 2 y 3 de junio de 2015 en el Centro de Conservación e Investigación del Parque Nacional Tikal. Estos talleres transmitieron la conceptualización del patrimonio cultural y la importancia de su conservación, para percibir los beneficios como mecanismos económicos con visión de sostenibilidad.

La idea de involucrar a los líderes comunitarios, se debe al respeto hacia la autoridad local y a la necesidad de integrarlos al proceso del proyecto, para no sólo hacerlos parte de los mecanismos de sostenibilidad, sino también para sensibilizarlos en la necesidad de la participación comunitaria en la protección y conservación del sitio arqueológico en el marco del desarrollo sostenible.

Posteriormente, como parte de la planificaciòn para la elaboración del Plan de Manejo se contemplaron cinco talleres, dos de los cuales involucraban a los comunitarios. Cada taller, debido a razones de logística, se realizó en dos días consecutivos con horario de 9:00 a 16:30 horas, todos se llevaron a cabo en el Centro de Investigación y Conservación de Tikal, lo que implicó la contratación del autobus de la aldea para el traslado de las personas. Fue importante para el proyecto involucrar al personal operativo de la Unidad Uaxactun, dado que la misma esta conformada por habitantes de la aldea y algunos de ellos son lideres locales.

El primer taller contempló la socialización del proyecto y el proceso de elaboración del plan de manejo, el área geográfica a abarcar, levantar las percepciones de distintos actores de interés sobre la importancia y el significado del sitio, así como la identificación de los elementos de conservación tanto culturales como naturales dentro del área geográfica de interés, incluyendo un análisis FODA del sitio.

Fue interesante la propuesta comunitaria, durante la selección de los elementos de conservación, pues integraron un elemento que aunque solo tiene 35 años de haberse creado, la gente solicita que se integre a la lista de elementos para conservar, debido a que ellos se identifican con el elemento y quieren rescatarlo, se trata de un mural de la Santa Cena realizado por un xatero en el altar mayor de la iglesia católica de la aldea.

El segundo taller, contempló el análisis de las amenazas sobre los elementos de conservación; análisis de tendencias productivas en la comunidad, incluyendo al turismo; identificación de los tipos de usos que tiene el sitio y su impacto para su conservación; discusión preliminar de lineamientos normativos para los usos del sitio; análisis de oportunidades para la conservación y la gestión del sitio; análisis de amenazas y riesgos en el sitio arqueológico.

La participación comunitaria fue crucial para buscar la sostenibilidad del proyecto. Mantener la comunicación con los líderes comunitarios establecida por el personal del Parque Nacional Tikal, ha sido importante para su desarrollo. Se determinó que el liderazgo comunitario lo mantiene la OMYC, no obstante la mayoría de los habitantes no es miembro de la organización. Esto se debe al interés por el manejo de la concesión comunitaria forestal que se tiene, recibiendo beneficios económicos de las actividades que se desarrollan como pudo evidenciarse en los talleres durante el proceso de elaboración del plan de manejo.

De esta manera, se ha integrado a la OMYC dentro de las organizaciones aliadas, en el marco de los arreglos institucionales para hacerlos partícipes del proyecto, dada la consecuencia que han mantenido en las actividades, reconociéndose como un proceso bastante participativo en las evaluaciones de los talleres, quienes siempre valoraron y agradecieron ser tomados en cuenta.

Junto a ellos ha sido importante la participación de ONGs acompañantes, como ACOFOP, quien es la asociación de segundo nivel que aglutina a todas las concesiones comunitarias forestales, Asociación Balam y Wildlife Conservation Society, quienes participan a través de los técnicos comunitarios que tienen asignados. El trabajo con estas instancias y los directivos de la OMYC ha sido un trabajo en equipo, observándose ahora en su discurso, la asimilación sobre la conceptualización del patrimonio cultural.

Como una gestión paralela de la coordinaciòn del proyecto, se propuso al Dr. Seiichi Nakamura, responsable del área de Arqueología de la Universidad de Kanazawa, incluir a Uaxactun dentro de sus proyectos para el seguimiento de los talleres de capacitación que se realizaron con la comunidad. Se integró dentro del plan de acción de ex becarios de su universidad, algunos talleres de capacitación patrimonial, de modo que pueda contemplarlo en la búsqueda de fondos. De hacerse realidad, reforzará el sentido de valoración del patrimonio cultural dentro de la comunidad. Esta iniciativa parece interesante ya que es necesario para lograr el establecimiento de la zonificación y la implementación del plan de manejo.

Las acciones planificadas en el proyecto para este componente, no obstante se cumplieron a finales del primer semestre del año 2015, se continuó con la coordinación y comunicación con los líderes comunitarios y otros miembros de la población, tanto para levantar información, coordinar acciones y hacerlos partícipes en el proceso de intervención arqueológica.

Aún con los logros de esta visión de gestión inclusiva, también se dieron situaciones álgidas en el proyecto. La cooperación participativa que se había logrado se transformó al cambiar la junta directiva de la OMYC a finales de 2015. Los nuevos líderes inicialmente tuvieron una visión diferente y complicó la situación al momento de gestionar la adquisición de la madera para colocar la plataforma en la E-VII-Sub, ya que como una acción de cooperación, se había pensado en adquirir la madera en la concesión forestal de Uaxactun, como una muestra de apoyo a la comunidad, solicitando a la vez la donación de un 50% de la madera necesaria, como aporte comunitario. Sin embargo, el nuevo líder de la junta directiva quiso re-negociar tanto el precio de la madera que resultó más caro de lo planificado, como la posible donación de una parte de la misma, lo que fue inaceptado por el proyecto. Al final, se logró que aportaran el 50% del monto total de la madera, comprándose a la misma concesión el restante 50%.

Una segunda experiencia se dio durante la estadía de un voluntario portugués que llegó para aportar en el levantamiento de información para el plan de manejo: fotografías de los elementos de conservación, documentación de algunos elementos, análisis de capacidad de carga de los grupos abiertos al público y un plan de evacuación de esos mismos grupos. El voluntario se fue frustrado y antes de la fecha acordada, debido a la desconfianza que le mostraron los comunitarios y el cobro más alto en cuanto a los servicios necesarios de hospedaje y alimentación.

Un tercer caso y que se observó desde inicio de los talleres de planificación, se refiere al proceso de zonificación del sitio para aspectos de manejo. Existe resistencia para realizar esta acción, ya que nunca elaboraron el plan de ordenamiento requerido por CONAP, las parcelas agrícolas y el asentamiento poblacional se encuentran sobre el sitio arqueológico. El director local de la ONG denominada Wildlife Conservation Society envió un mensaje al arqueólogo del Parque Tikal, en el sentido de que esperaba que esto no fuera parte del plan de manejo como una manera de advertencia.

Esta situación fomentó desconciertos en el equipo del proyecto, ya que esta iniciativa es un proceso de manejo para la conservación y el desarrollo del sitio donde los comunitarios son beneficiados, pero dada a la ingobernabilidad en que se ha mantenido el sitio, por diversas razones, como parte de la aplicación del Plan de Manejo es necesario dar continuidad a este proceso e iniciar con la aplicación de normativas.

Se considera importante que en procesos futuros, se pueda establecer un componente para la capacitación sobre patrimonio cultural dirigido a líderes, liderezas, maestros y maestras, como difusores de información. Dada la filosofía participativa del proyecto, se hace necesaria la comunicación y coordinación con los líderes comunitarios para acordar temas específicos que establecerán medidas de conservación, por lo tanto normativas internas, como es la zonificación del área de manejo.

Consideraciones finales

Dentro de cambios gubernamentales y vicisitudes en el contexto, el proyecto logró concluir y cumplir con su cometido, se han tomado en cuenta opciones y alternativas cuya toma de decisiones ha sido participativa, lo cual se convierte en un proceso de aprendizaje en la gestión del patrimonio.

Se determinó que el sitio arqueológico se encuentra en riesgo y que éste fue construido principalmente por la debilidad institucional; el crecimiento poblacional sobre el sitio, la falta de aplicación de normativas; la falta de coordinación interinstitucional; la poca conciencia comunitaria y el nivel de educación; la corrupción. Esto inicia desde los principios de la práctica arqueológica en la década de 1920 y 1930, cuando no se aplicaban criterios de conservación, dejando a la deriva los edificios expuestos a la intemperie, propiciando su inminente colapso.

Retomar un sitio por parte de la institución rectora, reactivar su presencia, aplicar normativas y buscar la gobernabilidad será un reto para el Viceministerio del Patrimonio Cultural y Natural, ya que por muchos años, por no posicionar su liderazgo y los instrumentos de manejo y conservación, ha permitido que pierda el espacio institucional que por obligación le corresponde, sin embargo tendrá que hacer el esfuerzo, partiendo de la institucionalización del plan y de la contratación del coordinador o gestor del sitio.

Mientras tanto, este proyecto le deja un análisis detallado de la situación del sitio, un plan estratégico y lineamientos necesarios para aplicar lo más pronto posible, así también una estructura monumental estabilizada, la estructura más simbólica para el público en general, en el contexto de los estudios arqueológicos del área Maya y de la arqueo-astronomía.

El proceso ha permitido además, determinar la necesidad de que la institución establezca los lineamientos para elaborar planes de manejo en sitios y zonas arqueológicas, así como la creación de categorías de manejo dentro del sistema de gestión de los sitios patrimoniales.

Un tema recurrente durante la ejecución del proyecto, es la necesidad de desarrollar un proceso de educación patrimonial comunitario. Es importante que la población identifique su patrimonio, lo conozca y aprenda a valorarlo, y además hacerlo parte de su proceso de desarrollo sostenible.

Agradecimientos

Como se mencionó, todo el proceso de desarrollo del proyecto fue participativo y son muchos los actores involucrados, por lo que exterioriza nuestro agradecimiento a todos ellos, en especial a los lideres y lideresas de la comunidad de Uaxactun; a los personeros de las ONGs que participaron activamente en los talleres; a las dos instituciones que se involucraron incondicionalmente en este proyecto con su experiencia técnica y/o aporte financiero para los talleres, CONRED e INGUAT; al proyecto SAHI-Uaxactun; y a la Unidad Uaxactun y Unidad Técnica del Parque Nacional Tikal, principalmente al Licenciado Enrique Monterroso Rosado, Conservador del Parque Nacional Tikal, por su valioso aporte y liderazgo en las labores de intervención de la estructura E-VII y E-VII-Sub.

Referencias

Consejo Nacional de Áreas Protegidas

2002   Política marco de concesiones para el manejo integral de recursos naturales en áreas protegidas de Petén. En Documento No. 38. Documentos de Políticas, Programas y Proyectos. Guatemala.

Organización Manejo y Conservación

2013   Censo poblacional de la comunidad de Uaxactun. Flores, Petén, Guatemala.